Sparkles [Sora]

Recuerdo del primer mensaje :

-Creo que llevo un montón de cosas.

Empaqué unos cuatro cambios de ropa, probablemente cinco. Maquillaje, zapatos, y por increíble que parezca, también unos pantalones y una playera. Ni siquiera es como si nosotros fuéramos a hablar en privado, o tal vez realmente me tomé enserio esa idea de visitarla por la noche en su habitación. No, no, me mataría, y no solo ella.
Tengo que calmarme, desde que supe que trabajaría de nuevo con Sora me emocioné de más y no paré de pensar en cómo hacer para que pudiéramos quedar a solas, pero obviamente eso no será sencillo, estamos hablando de trabajo y un comercial no se terminará rápido como algún anuncio publicitario cualquiera.
De todos modos estoy muy feliz. Por una parte esta oferta me ha impresionado bastante, pensar que llegaría el día en que saldré en televisión me pone de los nervios, pero tengo muchísimo entusiasmo y además he tomado un par de clases de actuación para la corta escena que me toca. Es solo el anuncio de una bebida, 50 segundos pero… ¡pero esto es lo más grande que he hecho! He salido en revistas, pasarelas y catálogos, pero nunca en televisión. A pesar de que mi popularidad incrementó, no esperaba este tipo de trabajo tan pronto. No sé cómo es que lo manejó mi manager, pero al menos estaré un par de días fuera de la ciudad experimentando algo completamente nuevo, y lo mejor es que ella estará ahí.

Estaba tentado a mandarle un mensaje para decirle que después de mucho volveríamos a vernos, pero lo poco que queda de mi dignidad se iría allí y no quiero hostigarla antes de llegar. Tampoco creo que ella no esté enterada, su empresa es la encargada de diseñar y montar la escenografía, lo sé porque mi manager me avisó que trabajaríamos con alguien que ya había conocido y así no sentirme tan nervioso, pero tuvo el efecto contrario.
-Bien, nunca es demasiado en realidad -alisté mis cosas y esperé a que él pasara por mí. Estoy nervioso pero feliz, ahora intentaré no arruinar las cosas entre nosotros. En realidad no sé qué fue lo que hice mal, ella simplemente comenzó a ignorarme. ¿Y si fui un fastidio y no quiere hablarme? Estoy todo emocionado pero la verdad todo apunta a que yo le desagrade, y eso me da un bajón tremendo.

Llegamos a la locación y saludé a todos los presentes, ni siquiera la vi porque tuve que moverme rápido para alistarme. La casa que rentaron para el anuncio es muy tradicional y hermosa, tal vez me tome algunas selfies al terminar.
Al salir del camper donde me estaban arreglando, lo primero que vi fue a ella de pie como aquella vez, dirigiendo a todos y movilizando las cosas. Se ve tan hermosa como la recuerdo, y mi pulso comenzó a acelerarse en cuanto la noté.
-¡Hola! -le di una palmadita en el hombro y sacudí la mano en forma de saludo con una sonrisa- ¡trabajemos duro también hoy! -mi cara está un poco tiesa, creo. Estoy muy nervioso, y solté la primera babosada que se me ocurrió.

Vestuario:

Es una persona bastante contradictoria, si dice que no le gusta que le llamen por ese nombre porque decir que yo puedo hacerlo. Es absurdo, simplemente no debería decir esas cosas que parecen dar un sentido especial que no quiero que exista.
-Lo mejor es evitarlo- es mi respuesta definitiva. Debo ser muy tonta como para creer que usar su nombre masculino cambiaría las cosas.

-pues no me gustan las bromas de ese tipo, te agradecería que no las hicieras- tengo un pésimo sentido del humor, no es que no lo pueda entender, pero realmente no se me dan ese tipo de actitudes, y aunque entiendo el sentido de las bromas, a veces no me doy cuenta de ellas. Al ser una persona tan practica, tengo una tendencia a tomar las cosas de manera literal. Mas aun cuando es con personas que apenas conozco -¿injusto?- ni se para que demuestro que no le entiendo, tal vez solo sigue bromeando o algo así.

Mi corazón se oprime en mi pecho por el susto que me he llevado.
-solo me tomó por sorpresa- creo que cualquiera se asustaría por un estruendo así, aunque es obvio que mi reacción fue un poco mas exagerada que la de un simple susto por la sorpresa -¿qué? no, no hace falta- ¡es que él esta loco! ¿abrazarme? simplemente no tiene sentido, sería incomodo y raro.
He notado por el rabillo del ojo como abrir su manta cuando dijo lo de abrazarnos, pero yo solo me quedé sin mirarlo, no soy tan imprudente.
-no lo quería, si fuera por mi estaría en el hotel, tener que quedarme sola se convirtió en algo necesario fuera de mis manos- explico aun poco molesta porque siento que me echa en cara los absurdos errores que he tenido en el día.

Envuelvo mis piernas con mis brazos y apoyo mi cabeza en mis rodillas. Ya no solo se trata de estar seca. Nosotros pasaremos la noche juntos. Hace mucho frío para estar lejos del fuego y eso significa que dormiremos muy cerca el uno del otro. Hay tantas cosas mal en todo ese escenario, y sumando a ello el hecho de mi carencia de ropa... No se si debería ponerme la ropa así mojada, porque no me siento muy bien. Creo que mojarme me ha hecho un poco de daño.
Su presencia me saca de mis pensamientos. ¿Por que se comporta así? él es demasiado invasivo y descuidado con el contacto con otros.
Me muevo para que quite su cabeza de mi espalda y me alejo de él el tanto como puedo. Lo cual no es mucho porque las mantas apenas me dejan moverme por estarlas pisando con mis piernas.
-No, eso sería inadecuado- mi molestia no la puedo ocultar, pero él sabe muy bien como sacarme de mi zona de confort.
-no - contesto casi en automática, como una buena japonesa debería guardarme mi honestidad y solo decir lo adecuado para mantener una relación llevadera con él. Creo que en otros países le llaman a esto hipocresía, nosotros preferimos pensar que somos en extremo corteses. Decirle que me desagrada que sea tan descuidado con sus palabras y actitudes, que no puede ir besando a la gente como si nada, eso no me corresponde.

Solamente la hice enfadar, con lo del nombre y ahora con esto. Parece como la primera vez que nos vimos, todo lo que decía le parecía una molestia. Pero la diferencia es que ahora no estamos trabajando, aunque de alguna forma nos vimos obligados a permanecer juntos. ¿Realmente fue buena idea venir por ella? Lo arruine por completo, si hubiera parado el auto, aunque no estuviéramos a solas, tal vez habría tenido una mejor opinión de mí.
-Sí, perdón -esta vez respondí más serio. Definitivamente ella es más seria que la mayoría de las personas que he conocido.

Me parece tierno cómo niega las cosas. No sé si es porque su personalidad es la de una chica fuerte y no se permite mostrar mucho sus emociones, o que le avergüence que algo le dé miedo. Todos tenemos miedos, es algo completamente normal, pero para ella eso parece reprobable.
-Oye, no tienes que molestarte, solo quería ayudarte -no estoy enojado, más bien un poco herido, ¿tal vez? Es una sensación de ser un incordio para ella, todo el tiempo. Quiero ser más cercano, pero entre más lo intento todo empeora. Sus palabras salen cada vez con más desagrado, y yo soy una especie de idiota que no entiende ni con malos tratos.
Me acomodé cuando ella se movió para evitarme. Ah, se siente muy feo, esto es algo nuevo para mí. Es un rechazo que no he recibido antes. Por eso siempre oculto la forma en que soy, pero ahora ese no parece ser el problema. No lo sé la verdad.
-Me rindo -me levanté a tomar otra manta y poder colocarla en el suelo, y como ella me dio la espalda, envolví la que tenía alrededor de mi cintura- no sé cómo hacer para acercarme a ti, sobre todo porque parece que no lo quieres -me reí y me recosté llevando las manos atrás de mi cabeza. El techo es alto, y si no fuera por la lluvia, este ambiente sería muy silencioso. En serio debo desagradarle. La gente siempre dice que hablo mucho, y yo sé que a veces mis palabras están por de más, pero el silencio me incomoda bastante y si una persona me importa, la comunicación es algo que considero sumamente importante.

Me hice bolita en el suelo y me cubrí la cabeza, pero la manta es demasiado pequeña, se asoman mis piernas aunque con lo cercanas que están al fuego, no me preocupo por taparlas. No puedo evitar que me guste tanto, y querer platicar o tocarla. Pero ella no es como la mayoría. Soy un tipo coqueto y persuasivo, pero con ella nada me sale bien. Y aunque pienso que fue mala idea venir, el pensar que ella estaría aquí sola sigue siendo algo desagradable. Es mejor si se enoja conmigo, pero al menos sé que se encuentra bien.

Quería ayudarme, ¿pero entonces por que siento que me hace las cosas mas complicadas? y no me refiero a solo el hecho de que me guste. Sino en el trabajo, ahora mismo, ¿como se puede ser tan despistado como para dejar que el taxi se fuera? hay algo que falla mucho en su sentido común. Aunque no puedo negar que tiene algo de lindo que se preocupe por mi, no suelo tener a alguien que haga estas cosas por mi, aunque le salga todo mal al final.
-si, lo siento- al final tengo que contestar como una persona prudente para no entrar en una discusión. Lo mejor para mi, es no ser tan impulsiva, tengo que concentrarme y ser la mujer enfocada de siempre y no dejar que él me altere como de costumbre.

Las cosas terminaron raras de alguna manera. Yo solo lo miro sin comprender como es que siento que yo he sido la mala en todo esto. He tratado de no ser grosera con mis respuestas, pero aun así se siente como si las cosas hubieran salido mal. Pero no se como arreglar las cosas sin comprometer mi situación.
Me quedo en silencio mirándolo ahí acostado y pensando en las cosas que ha dicho. Me siento cansada, y tengo un poco de frío de nuevo.

¿Por que diablos iba a acercarse a mi? sigo pensando en lo que dijo. Es muy claro que yo soy el tipo de persona que no hace amigos todo el tiempo. Y no puedo actuar normal con él luego de lo que pasó la ultima vez. Toso un poco porque mi garganta me duele un poco, y siento que el frío ha aumentado, pero mis ojos me arden un poco.
¿por que me haces esto?- pregunto mirando el lugar donde se a acurrucado -no logro entenderte, ¿por que quieres ser cercano a mi? tu y yo ni siquiera somos compatibles, no tenemos nada en común mas allá del gusto por la ropa- realmente él me hace sentir mal y siento como si le debiera alguna explicación. Mis ojos se cierran y me cuesta mantenerlos abiertos por mucho tiempo, me siento cansada, pero el frío no me deja en paz -Salem, me siento mal- digo con la respiración agitada, pero ya no hablo sobre lo que pasa entre nosotros, realmente creo que mojarme me ha hecho daño.
Saco una de mis manos de entre las mantas para apoyarla en el suelo porque siento que no puedo mantener muy bien mi equilibrio pese a que solo estoy sentada.

Su disculpa solo me hace sentir peor. ¿Por qué me pongo tan deprimido por una cosa así? Ahora debería preocuparme por si alguien vendrá por nosotros. Es extraño que no haya pensado en cómo pasaré la noche, porque yo detesto las situaciones que puedan comprometer mi imagen y que sean demasiado molestas. Pero cuando escuché que la dejaron aquí abandonada mi cuerpo actuó por sí solo. Espero que en un rato vengan a recogernos. Ni siquiera me traje el celular, soy tan idiota.

Cuando comenzó a hablar me destapé la cabeza y lentamente me fui incorporando. Me duele que diga que no somos compatibles, pero es cierto. En primer lugar, dudo que alguien sea compatible conmigo.
-Es obvio, porque me gustas -mi voz sonó más seria, pero a diferencia de hace un rato, mis ojos se quedaron mirando mis manos que jugaban entre ellas. No pensaba decírselo de esta forma, soy un tipo que le gustan las cosas lindas y cursis, y ahora parece más una patética explicación. En realidad no estaba preparado pero me confesé sin quererlo, y eso no me sienta bien porque me ha dado a entender que me rechazará.
Lo siguiente fue algo un poco fuera de lugar y es como decidí alzar la vista. Se ve un poco rara.
-¿Mal? -no sé si se refiere a lo de ahora, por cómo soy con ella o a su condición física.  Me cerque y toqué su frente con mi mano- estás hirviendo -mis movimientos se hicieron más apresurados y fue ahora mi frente la que pegó con la suya- dios, Sora, tienes fiebre -no soy bueno en situaciones de emergencia. Cuando enfermaba era Ziba quien cuidaba de mí, y cuando le pasaba a él terminaba llorando por lo inútil y desesperante que me resultaba todo, pero sobre todo porque me dolía verlo mal y no poder ayudarlo. Aunque eso fue al principio cuando huimos de casa, hace mucho que no paso por algo así- tienes que destaparte -debe haber algo que la ayude en esta casa- traeré algo frío para tu cabeza -mi voz suena nerviosa y me levanté de golpe dejando la manta en el suelo. No hay iluminación, así que con la poca luz que da la fogata, comienzo a rebuscar de donde he sacado la manta. No hay toallas, pero para mi suerte encontré un paquete cerrado de botellas de agua. Jalé de un lado el plástico protector y saqué una de las botellas, y regresé a ella corriendo- toma -abrí la botella y se la entregué con cuidado- tienes que destaparte, te pondrás peor si te quedas cubierta -me levanté de nuevo y acomodé la manta en la que me había acostado, y la otra que tenía alrededor de mis piernas, la doblé para que reposara su cabeza- ven, recuestate aquí. Sé que hace frío, pero al menos destapa tu torso -estiré mi mano para hacer que se levantara. Estoy muy nervioso, las cosas están empeorando y nadie parece venir.

Tal vez en otro contexto tus palabras me alterarían como suele alterarme, pero en la condición que me siento ahora, solo atino a tragar un poco de saliva. Mi mente no funciona con claridad, y aunque se las palabras que he escuchado, creo que no logro procesar el significado.
Se ha acercado a mi, pero no tengo fuerza para alejarme de nuevo. Fiebre, tengo fiebre. Claro es obvio, solo lo que siento es por la fiebre.

Niego debilmente, no voy a destaparme, tengo demasiado frío, tanto que mi cuerpo duele. No puedo seguir el ritmo de lo que hace, solo veo que me entrega algo, es agua. Solo mojo un poco mis labios y se la regreso.
-No puedo- sigo negándome a lo que me dice. Pero cuando me dice que me recuesta lo hago -no, no quiero, tengo mucho frío.
Sigo negándome, tal vez cuando estoy consiente y sana se que lo mejor sería hacer eso, pero ahora no estoy así, y no quiero destaparme, si por mi fuera, me cubriría aun con mas mantas.
La verdad es que soy una pésima enferma, tal vez es cuando me vuelvo más irresponsable, mi salud nunca es mi prioridad.

Le miro recostada, aun me siento mal, pero él esta a mi lado.
-frío, ¿no tienes frío?- Le pregunto olvidando un poco que estoy enferma, no porque me sienta mejor, sino porque me siento tan mal que no puedo pensar nada con claridad realmente.

Su voz es tan débil que me provoca más nervios. Ella habla siempre con mucha seguridad. Solamente esas veces en que la intimidé un poco es que se portó tímida, pero la mayor parte del tiempo es muy firme con lo que hace y dice, por eso verla tan débil me preocupa.
No tengo luz para moverme por la casa, necesito algo con qué bajar su fiebre. Debe haber un botiquín, siempre tienen uno a la mano en caso que alguien del personal se sienta mal, pero el problema es que no hay iluminación.
-Lo sé, pero es lo mejor -inseguro tomé la manta e intenté bajarla a la altura de su pecho- solo aquí, ¿de acuerdo? -luego destapé sus pies, está temblando pero si la dejo cubierta su fiebre empeorará su estado. Me levanté de nuevo y a paso inseguro comencé a tocar las cosas cerca de las mantas, el fuego no ayuda mucho pero al menos no estoy totalmente cegado- ¿sabes si hay algún botiquín de emergencia? -aunque no está en la mejor condición, ella debe saber las cosas que hay aquí disponibles- ¿yo? uhm, no, no mucho -seguí buscando hasta que di con otra caja de plástico. Pero al abrirla solo había material de escenografía. Al lado había una mesa con otras cosas, y luego de un rato a andar gateando para no caerme o golpear con algo, encontré la cajita con medicina.
Me acerqué al fuego para destapar la caja y ver qué podía utilizar.

-Esto… no, es para el estómago -regué todas las cosas en el suelo hasta dar con la cajita de pastillas para el dolor, eso también le ayudará a disminuir la fiebre- ¡lo encontré! -sonreí aliviado y me puse a su lado para darle la pastilla- debes tomar agua, te vas a deshidratar -me agaché para tomarla entre mis brazos y ayudarla a sentarse- sostente de mi cuello -cuando por fin la levanté, le di la pastilla en la mano y la botella abierta. Parece que está agotada, ¿es normal enfermar así de rápido? Suspiré y cuando se tomó la pastilla le ayudé a recostarse de nuevo. Sentí un escalofrío, así que jalé otra manta y me enrollé para recostarme junto a ella- ¿cómo te sientes? -seguramente igual, no han pasado ni dos minutos desde que tomó la pastilla.

Al final no puedo resistirme y cuando el baja un poco las mantas yo siento escalofríos y quiero solo cubrirme de nuevo, pero no lo hago. Aunque no soy la mejor para cuidarme, al menos seré tan obediente como mi estado me lo permita.
-si, hay. Ya lo busco- le aviso como si eso fuera como siempre mi responsabilidad, pero aunque he dicho que lo haría no hago ningún intento de moverme, solo me quedo recostada, como buscando encontrar fuerza y olvidándome de ello al poco rato.
-eso es bueno- ni se porque pregunté eso, creo que solo yo soy la que ha enfermado un poco. Por el ruido que hace al mover cosas creo que es obvio que él tiene bastante energía.

Apenas abro un poco los ojos cuando dice lo de la medicina. Dice que me apoye en él, pero no lo hago porque no logro sacar mis manos de entre las mantas, realmente tengo demasiada pereza de hacer cosas porque me siento muy agotada. Apenas y saco una de mis manos para tomar la pastilla vuelvo a acomodarme en el suelo.
-gracias por regresar por mi- le digo en voz baja.

Me siento como en un estado de entre dormida y despierta, donde creo que mi salud no me permite dormir a gusto, pero al mismo tiempo tampoco me deja estar despierta. Creo que escucho ruidos, ¿acaso ya es de día?

Esperé un rato que la pastilla hiciera efecto. Quería que nuestra estancia aquí fuera como una mágica coincidencia, platicar de nosotros e intentar convencerla de… no lo sé, de lo mucho que me gusta. Pero al final todo salió peor, y mi incompetencia la ha metido de nuevo en problemas. No fue mi culpa por completo, lo sé, pero si no hubiera dejado ir el auto ahora estaría en cama descansando y no tumbada en el suelo y con fiebre.
-De nada -sonreí mientras la miraba descansar. Al menos está más tranquila.
Me levanté a tomar su ropa, aún está húmeda, y la acerqué al fuego para que se secara más rápido. También tomé mi pantalón y comencé a ponermelo, no fue mucho lo que se mojó de abajo, pero normalmente haría esto ya que odio traer la ropa desarreglada o mojada.
-¿Quieres más agua? -le ofrecí de nuevo agua y le ayudé a tomarla, y luego le acaricié unos minutos su cabello para ver si lograba dormir. Estoy nervioso y quiero que la gente llegue a buscarnos- tengo que alistarme -susurré para no causarle molestia, y me levanté a tomar la peluca. Afortunadamente no está tan enredada, podré ponermela sin que se vea demasiado falsa.
Luego de ponermela fui por mi abrigo y lo tiré junto a ella para poder colocarselo. Definitivamente no se pondrá esa ropa mojada, la hará empeorar- creo que bajó un poco tu fiebre -me agaché a tocar su frente con la mía- tendrás que ponerte mi abrigo. No es tan largo como tu vestido, pero te cubrirá lo suficiente para cuando vengan por nosotros -nuevamente la sostuve por debajo de sus brazos para que se sentara- te quitaré la cobija un rato -tragué saliva y la destapé del torso. ¿Qué diablos estoy pensando en semejante situación? Pero soy un hombre, no puedo evitar ver su pecho y su abdomen. Me giré a donde el abrigo y lo pasé por sus hombros para que ella pudiera colocarselo bien, luego le ayudé a cerrarlo por el frente y me puse tras ella para que se recargara y tapara parte de sus piernas con la manta- ahora solo queda esperar -dejé que descansara su cabeza en mis piernas, mientras mis manos hacían ligeras caricias en su cabeza. Esto se convirtió en un desastre.

La espalda comenzó a dolerme por la posición, pero no quiero moverme mucho e incomodarla. De repente escuché un claxon fuera de la casa y me moví para poder asomarme.
-¡Llegaron! -abrí la puerta  entre aliviado y molesto. Es mi manager y un chico de su equipo. Ellos bajaron con un paraguas y una manta para cada uno, y regresé a donde Sora para ayudarle a ponerse de pie. No puedo cargarla al auto estando su ayudante aquí, y como mi manager es el hombre más alto entre nosotros, él se encargó de ayudarla a subir al asiento trasero, donde su asistente comenzó a hacerle preguntas y ofrecerle algunas cosas. Yo me subí al asiento delantero.
Dejamos un desastre en la casa de renta, seguramente me regañaran mañana, pero lo importante ahora es que ella recupere su fuerza.

Apenas y puedo captar lo que sucede, pero no pienso demasiado en ello. Me he exigido tanto en el trabajo las ultimas semanas que me he llevado al limite. Tengo que aprender a tomarme unos descansos, pero mi necesidad porque todo sea perfecto no me ayuda.
De lo único que estoy segura en este momento es de lo agradecida que me siento con Salem. Nadie tiene ese tipo de gestos conmigo, supongo que todos me ven tan fuerte e independiente que piensan que no necesito ser protegida de vez en cuando. Pero creo que me sentiría como un fracaso si mis empleados me vieran siendo débil de alguna manera.

Alguien ha llegado y con su ayuda me levanto, pero es alguien más quien me lleva al auto. Reconozco la voz de uno de mis chicos, parece preocupado, y me siento mal por causarle tales inconvenientes a todos.
Duermo durante el camino y una vez en el hotel de nuevo me llevan a mi habitación, pero Salem ya no hace nada de eso. Tengo que darle las gracias como se debe. Fue un poco grosera cuando las cosas salieron mal, pero sino fuera por él, ahora no estaría en cama con un té caliente.

Descanso lo suficiente, pero me levanto bastante temprano, aun no me siento perfecta, pero ya no tengo fiebre, así que he salido de regreso a la cabaña para arreglar el desastre que causé ayer. Mi equipo para mi sorpresa no llega mucho después de mi, creo que están preocupados y quería adelantar lo mas posible antes de que yo apareciera, pero se sorprender al verme.
Luego de darles algunas indicaciones les digo que estaré en la camioneta descansando, que confío en ellos y que si necesitan algo me vayan a buscar.
Creo que ellos saben lo mucho que me importa que todo salga perfecto y cada determinado tiempo van a informarme como van las cosas. Creo que después de esto haré una pequeña fiesta para todos ellos.