Frágil (Luciel)

Recuerdo del primer mensaje :

Hace tres días que murió mi hermana y su esposo. En cuanto nos enteramos, viajamos hasta Rusia para dar el apoyo pertinente.
Mi hermana era dos años mayor que yo, su esposo dos más que ella. Nunca fue la consentida de la familia. Fue la única en actuar a su antojo en contra de todas las expectativas de nuestros padres. Se casó con un hombre de clase media, trabajador y amoroso, nada acorde a lo que mis padres deseaban para nosotras. Por esa razón es que la relación con ellos nunca fue buena, y siempre se mantuvo apartada de las cosas que tuvieran que ver con los negocios de mi padre. Pero era fuerte e independiente, y yo la amaba y admiraba más que a cualquier persona.
Al llegar a Rusia lo primero que hice fue abrazar fuertemente a Elijah. Nadie sufrirá más por su pérdida que él. Ellos siempre fueron un ejemplo a seguir como padres, como matrimonio y personas. Aún así, mi madre despreció a mi cuñado por haber arruinado la vida de su hija, y le culpó ahora por la muerte de ambos. No importa cuánto tiempo pase o lo buenos que ellos fueron, mis padres nunca cambiarán su ambiciosa manera de pensar.

No he tenido tiempo de dormir bien. Me la pase pegado a Elijah para hacer que los comentarios tan fuertes de mi padre no llegarán a sus oídos. Sin embargo el agotamiento me venció esta tarde y por eso los chicos y Miyta me obligaron a volver al hotel. Ellos han podido dormir más tiempo, por eso les he dejado a cargo de mi pequeño para evitar cualquier malestar que pueda causarle mi familia. Además todos adoran a Dima y a Mitya, y seguro que frente a ellos no se atreverían a decir un solo comentario que pueda herirlo.

Me quedé en el bar del hotel antes de pasar a mi recámara. Sé que debería dormir pero no puedo, y entre más lo pienso las lágrimas salen de nuevo. Ellos tan amables y tan llenos de vida, ¿por qué? Ni siquiera me he preocupado por mi demacrada cara, aunque los lentes oscuros disimulan un poco, ahora no estoy en condiciones de pensar en eso.
-No era necesario, amor -Mitya me llamó, justo ahora ha mandado a uno de los chicos para que esté conmigo. Él odia estas cosas, por eso se mantuvo ocupado con el papeleo del funeral, de la escuela y la custodia de Elijah, pues no pienso dejar que viva bajo el mismo techo que esa gente.

Siento como ella baja la cobija y deja mi rostro al descubierto, pero no abro los ojos, me quedo así porque necesito mantener la cabeza fría, muuuuuuy fría.
-No me molesta- soy sincero, tal vez mi mayor problema es que esto me gusta demasiado -¿tú crees? yo nunca he pensado que hagas ese tipo de cosas conmigo- líos y caprichos, creo que ella solo es una exagerada, tampoco es que pida imposibles.
-Si, ya hace rato me ofrecí a eso, hoy mis brazos están a tu completa disposición- digo eso pero parezco una tabla que no puede moverse.
Cuando pregunta que si me enojaré es que mi reacción cambia, y abro mis ojos y la miro.
-yo no puedo enojarme contigo- ahora soy yo el que baja la cobija que cubre su rostro -Venga, abrázame- digo extendiendo mis brazos como su me ofreciera a sus brazos.
Estaba jugando y bromeando para que ella viera que todo está bien, que yo soy el mismo de siempre y que esto no es algo que me hará enojar ni mucho menos, pero cuando siento su mano creo que mi corazón ha querido escapar emocionado de mi pecho.
-Es que hace un poquito de calor- si claro, calor… mas bien ella me ha hecho poner un poco “cálido”, respiro profundo para tratar de que mi pulso se calme. ¡Deja de actuar como un tonto virgen! me reclamo mentalmente.
Ella es una mujer a quien yo quiero mucho, más allá de lo mucho que me pueda gustar, yo la quiero y eso es lo que importa, es mi amiga. Me repito esas palabras para calmarme.
--Descansa- digo dispuesto a dormir como ella ha dicho, para eso me pongo a pensar en un trabajo que tengo pendiente de un videojuego, y de la documentación que tengo que hacer. Hacer toda esa documentación siempre me da flojera, es lo que más odio de mi trabajo y sin duda es lo mejor para calmar mis hormonas imprudentes y al final termino realmente dormido.
Mi plan funciona con éxito, no tardo en conciliar el sueño, y acostumbrado a siempre abrazar una almohada me giro y la abrazo a ella buscando tenerla cerca.

Sonreí feliz al notar que su voz es la misma de siempre, aún con mi corazón acelerado y ese nerviosismo que no termino de entender, me acerqué a él cuando de nuevo me ofreció sus brazos. Él es honesto con lo que dice y ofrece, siempre ha sido así conmigo. Y sé que tal vez por la falta de atención de Mitya, yo comienzo a desviar mis pensamientos a otro lado incluso con el amigo de mis hijos. Aunque por otro hombre… y no he sentido nada en un buen tiempo por nadie que no sea Mitya. Sé reconocer cuando un hombre es atractivo, pero no lo suficiente para ponerme nerviosa o alterada, tengo tanta seguridad para ignorarlos. Y él siempre ha sido un chico atractivo a pesar de su peculiar forma de vestir, y no es eso lo que en realidad me pone nerviosa ahora. Pero sí, es como si repentinamente a mis ojos él se hiciera un poco más guapo.

Cuando me pegué a su cuerpo aspiré su aroma. Es la colonia que usa a veces, o tal vez olor natural.
-Yo tengo frío, pero si quieres puedes bajar la temperatura de la recámara -me acurruqué más en su pecho y mi respiración se hizo más calmada. Estoy muy cómoda, más de lo que debería. Me he tranquilizado, y siento tan pesados mis párpados que ni me preocupo en volver a abrirlos- ¿usas alguna colonia, Lu? -no recibí respuesta, y abrí los ojos y levanté la cabeza- te has dormido ya… -eso fue muy rápido, y me reí y quité algunos cabellos de su cara- descansa -hace un momento ni siquiera le respondí, y también dejé un beso en su mejilla y rápido me metí entra las cobijas de nuevo. Otra vez mi corazón comenzó a latir rápido, pero sus brazos me dan una sensación de comodidad y protección, y lentamente me quedé dormida.

No sé cuántas horas pasaron, pero abrí los ojos y todavía estaba enanchada de Lu. Tardé un rato en enfocar la recámara, y me senté pegando la espalda en la cabecera. Tallé mis ojos y solté un gran bostezo, no sé qué hora es.
-Tengo sed -me moví con cuidado y fui por una de las botellas de agua fría. Pasé mis manos por mi cabello, y mientras tomaba un trago lo vi recostado en la cama. No puedo creer lo que hice. No importa qué tan cercanos seamos, dormir con él siendo una mujer casada es demasiado.

-No, así está bien- al menos tengo a mi favor que ella no se da cuenta de lo que siento, creo que jamás lo ha notado ni si quiera en esos años donde era algo obvio.
Por suerte soy una persona que duerme con facilidad, ya que soy igual de cuidadoso de mis horas de sueño como con mi comida, así que cuando tengo un tiempo para dormir puedo quedar dormido con mucha facilidad.

Gracias a Dima es que me he acostumbrado a dormir con alguien en la misma cama, a veces es mas extraño dormir solo que con alguien. Aunque desde que Andy y él se reconciliaron, ya duermo muchos mas días solo.
Pero me acomodo ahora que tengo a alguien conmigo, creo que extrañaba un poco la compañía para dormir.

Así como para mi es fácil dormirme, también tengo un sueño un poco ligero. He escuchado una voz, pero me resisto un poco a abrir mis ojos, aun así lo hago un poco. Veo una silueta, pero aun así sonrío.
-Dasha- digo su nombre con voz dulce y sonrío como idiota y me muevo un poco en el colchón para llegar al lado donde ella dormía y acaricio un poco la almohada de ella -Dasha- le vuelvo a llamar y comienzo por fin a despertar. Me siento de golpe en el colchón y la miro -¿que hora es?- pregunto tratando de disimular que no me había dado cuenta de esto no era un sueño.
Y lo peor no era eso, sino que a penas me doy cuenta de las reacciones de mi cuerpo, pero por suerte ella seguro ni lo nota, así que solo me quedo donde estoy, mirando de reojo la puerta del baño.
-¿Puedo usar tu baño?- pregunto pensando un poco como es que podría ir sin que ella lo note, aunque dudo que ella si quiera pueda imaginar que algo así me pase a mi.

He terminado con el agua de la botella y la tiré en el sesto, pero me quedé de pie pensando en todo. Es temprano aún, mi sueño fue ininterrumpido y por eso me siento más relajada que ayer. Mi cabeza está más despejada, y por haber llorado tanto tengo un ligero dolor pero al menos puedo estar mas concentrada. Y por eso ahora me vienen esos arrepentimientos a la mente. No hice nada malo, ni siquiera debería convencerme de ello. Se supone que no tendría que tomarle tanta importancia. Lu duerme con Dima muy seguido, a veces con Andy, entonces para él debe ser muy normal esto… No, ¡esto no está bien! Yo no soy alguna amiguita, y si lo fuera todavia sería sospechoso
-Ah… -me acordé justamente de cómo lo encontré con su amiga. Ellos dicen que son amigos… entonces él en verdad puede dormir con cualquier persona. No es que eso sea malo, porque realmente solo duerme, oal menos ahora. Qué diablos estoy pensando, ese no es mi problema- mmm… -creo que está despertando- ¿sí? -caminé hacia la cama y me detuve al notar cómo me llamaba de nuevo- ¿qué sucede? -¿le pasará algo o habla dormido?- quince para las seis -lo miré confundida- ¿estás bien? ¿lograste descansar? -por cómo despertó parece que sí, pero tal vez él tuvo algunas dificultades y yo, como me seguí la noche entera durmiendo, no lo noté-  por supuesto, ¿quieres ducharte antes de desayunar? ¿o es muy temprano todavía? -caminé a la cama y me senté en la orilla- ¿en serio dormiste bien? -mi carácter hoy está como de costumbre, y llevé mi mano a su cabello para peinarlo un poco- gracias por quedarte conmigo -le sonreí y pasé los dedos ahora por mi cabello. Ni siquiera me he lavado la cara, por eso desvié la vista rápido.

-¿eh? si, si, descansé. ¿Tú dormiste algo?- no puedo creer que yo solo me quede dormido. Tenía a mi lado a la mujer de mis sueños y fui y me quedé dormido. Aunque eso debió ser lo mejor, si permanecía despierto no iba a resistir demasiado, ¿aunque que iba a hacer? ¿besarla, decirle que la amo? no, ni en sueños podría, jamás tendría el valor para confesarle algo como eso, seguro pensaría que es un broma, también se alejaría de mi. Es algo así como la zona del amigo, pero creo que todo el mundo se la autoimpone, es lo que yo hago, prefiero estar así con ella o no tener nada, porque sé que si me arriesgo no tengo oportunidad.
Ella regresa a la cama e incluso toca mi cabello, ¿ahora como escapo sin que se de cuenta? le sonrío un poco nervioso.
-No, no , yo… ammm aun es temprano- es la respuesta que logro formular. Mi supuesta mente de niño prodigio ahora esta completamente muerta. No tengo una manera inteligente para salir de esto -si, dormir es mi más grande habilidad, soy como un panda sabes, donde me da sueño me duermo- al menos ella ha desviado la vista, se que no lo ha notado, no es como que sus ojos siquiera noten eso en mi -No fue nada, sabes que haría lo que sea por ti- me levanto de la cama mientras ella no mira, y camino buscando darle la espalda todo el tiempo para llegar al baño.
Luego orinar espero un poco y bajo al baño, pero mi cuerpo parece un poco mas necio este día, ¿será por que no dejo de pensar en ella? se veía tan bien en ropa interior, ¡Dios soy un enfermo! ella estaba triste y yo estoy pensando en su cuerpo, y luego agregando el plus de “duerme conmigo hoy”. Mi mente no quiere hacerme caso y termina uniendo esas dos cosas y solo es imposible no excitarme.
-Venga Luciel, no actúes como un adolescente desesperado. ¡Eres un adulto! desesperado- hablo a mi reflejo en el espejo mientras lavo mis manos y mi cara pero ni el agua fría me ayuda mucho.
Abro la puerta del baño asomando la cabeza, y la veo con una sonrisa que muestra mis dientes.
-¿me regalas un poco de agua?- le pido esperando a que me de la espalda para así correr de nuevo a la cama bajo la seguridad de las cobijas -¿no quieres dormir un poco más? ¿o tal vez ya debería irme? - me río nervioso, no puedo evitarlo. Siempre he sido bueno ocultando lo que ella provoca en mi, pero esta vez pasaron tantas cosas que eran algo imposible de volverse real. Estoy siendo bastante idiota, ni siquiera algo como esto debería hacerme perder la cabeza, pero no, he caído por completo ante sus encantos y ella ni siquiera se lo propone, no tengo defensa alguna contra ella, en ningún aspecto, tal vez solo debería decirle lo que siento para que me rechace y me rompa el corazón y así se me quite un poco lo idiota.

-Sí, gracias a ti -creo que aunque mi cara está un poco hinchada, en mi forma de hablar se nota que me he despejado. Necesitaba dormir, tiempo a solas y también desahogarme, pero con ningún miembro de la familia iba a sentirme cómoda haciéndolo, por eso agradezco que Lu estuviera conmigo toda la noche. Ya no pensaré en si le pedí demasiado, porque él no está reclamando nada ni parece molesto, si me disculpo mucho podría incluso incomodarlo.

Comencé a reír y me quede quieta. En verdad es temprano, podría dormir otro par de horas, los chicos me dijeron que estuviera allí al medio día para asegurar mi descanso, y si llego antes seguramente me van a regañar.
-¿No tienes más sueño? -pero de eso a pedirle a él que duerma conmigo otro rato… tal vez quiere ir a su habitación y ocuparse de algunos asuntos personales. Estos días ha estado pegado a nosotros y ayudando, olvidé que también tiene un trabajo que atender.
Mis mejillas se pusieron rojas. No es la primera vez que me lo dice, ni es el primer favor que me hace. Y siempre hay cierta libertad en eso entre nosotros, pero ahora sentí algo raro. Puse mis manos en mi cara, están calientes- me estoy haciendo vieja -me reí de mí misma y espere sentada que él saliera del baño. Supongo que en verdad querrá regresar a su habitación.

-Claro -me levanté a sacar una botella de agua y solo seguí su rastro con la mirada, fue algo extraño y empecé a reír.
-¿Todo está bien? -le entregué la botella de agua y me senté de nuevo en la orilla- bueno, sí quiero dormir otro poco, pero no quiero que te vayas -eso es como pedir que vuelva a dormir conmigo, ¿no? Estoy muy nerviosa, y creo que se nota en mi cara, es culpa de mi color de piel que esos gestos sean tan obvios- vamos, muevete un poco -sacudo mi mano para que se haga a un lado y yo pueda meterme de nuevo en la cama- tengo frío -el aire acondicionado hace que mis brazos se sientan un poco fríos, y cuando por fin me acomodo en la cama me tapo hasta el cuello- ¿tú dormirás más? -le sonreí acurrucada, tengo las piernas encogidas y sin querer le pegué con uno de mis pies- lo siento -pero fue algo leve, no creo que le importe.

Casi me siento orgulloso de escuchar decir que pudo dormir gracias a mi. Ya lo sé, se bien que es una exageración, pero al menos quiero quedarme con eso. La he ayudado, he sido una parte importante en el proceso de su descanso de este día. Mientras mas digo cosas sobre eso, mas tonto suena, pero que se puede hacer, yo tengo una habilidad para que las cosas se vuelvan un poco tontas.

-Yo siempre tengo sueño- me señalo co el pulgar, como si aquello fuera algo de mucho orgullo. Lo más importante ahora es tratar de actuar con normalidad, así que aunque estoy nervioso por las reacciones normales de mi cuerpo al despertar, debo fingir que no pasa eso.
Al menos logro regresar seguro a la cama, donde de nuevo estoy bajo el resguardo de las cobijas.
-Seeee, todo perfecto- digo haciendo la señal de “ok” con mano derecha y tratando de hacer ese guiño característico que con ella nunca me sale. Tomo la botella y doy varios tragos -Claro, me quedo- cierro la botella dejándola a un lado.
Me muevo para dejarle espacio y ella se vuelve a acostar. Realmente yo soy un idiota, esto debe ser alguna clase de masoquismo, pero es que nadie es ni siquiera yo soy tan caballeroso como pare decir que no a ella.
-si claro, yo en uno segundo seguro vuelvo a caer dormido- me comienzo a recostar, supongo que ya no hace falta estar abrazados -ouch- me quejo un poco exagerado, pero es mas por costumbre de quejarme y exagerar que porque realmente duela -je je, es broma no me dolió- suelo ser un idiota, no debería importarme que ella me vea como siempre soy, pero ahora que estamos solo, me gustaría no ser tan idiota.
De nuevo me pongo a pensar en cosas que me causen un poco de flojera, y poco a poco me voy sintiendo somnoliento, pero no logro caer del todo dormido. Me giro hacia ella.
-¿aun tienes frío?- le pregunto entre un bostezo y sin esperar su respuesta mi brazo la envuelve, mi nariz toca su cabello -hueles como a mi -digo riendo un poco por eso, creo que parezco un poco borracho, pero solo es ese punto donde estoy un poco dormido.

Tiene un don extraño para alegrar a la gente, siempre. Las personas que le rodean están felices la mayor parte del tiempo, lo he notado con los chicos, es así conmigo y con algunas personas con quienes lo he visto. Incluso en esta situación, es gracias a él que todavía puedo sonreír. Injusto o no, Lu me ha hecho darme cuenta de lo importante que es tenerlo en mi vida. Hasta ahora solo era un amigo, el amigo de mis hijos o el chico que era casi uno de ellos. Pero mi opinión ha cambiado desde ese viaje.

-Eres un bobo -le regañé con una mueca, y luego le sonreí- me gusta cómo te ves sin lentes -me quedé callada al darme cuenta que había pensado en voz alta. No es la primera vez que se lo digo, siempre le insisto en que use contactos. Aunque también es extraño no ver sus accesorios llamativos- amm -es normal, no debo ponerme nerviosa por el cumplido, es más, ni siquiera debo tomarlo como uno, porque yo siempre le digo lo que pienso…- sí, hace frío -me acurruqué con él y cerré los ojos. Sonreí cuando dijo que olía como él. Olvidé que me ayudó en el baño, y también había olvidado esa otra parte. El estar cerca hace los recuerdos más vivos, pero no me moví ni un milímetro. Por el contrario, también lo abracé y permanecí con los ojos cerrados. Mis latidos se han regulado, y me gusta el aroma que desprende. Se siente familiar, cálido. Es una sensación agradable el estar así de juntitos- me gusta tu olor. Tal vez robé tu champú para por lo menos tener un poco de eso -empecé a sentir mucha pereza y sueño, tanto que comienzo a hablar más despreocupada- ojalá pudiera hacer esto seguido -mi cuerpo se relajó completamente. Tal vez por su olor, o lo cálido de las sábanas. Deben ser sus brazos también, o la forma en que me habló y tocó mi cabello. Más de lo que imaginé me gusta mucho estar con él.

-seee, lo soy- digo con orgullo y luego me río, ni yo mismo soy inmune a mi es estupidez y eso es bueno, al menos me dejo de preocupar por un momento de todo lo que se agolpa en mi cabeza -si por eso los uso, para evitar que todo el mundo se enamore de mi. Si no los usara sería un peligro, demasiado sexi para la humanidad- sonrío de forma exagerada, obviamente no me creo eso, ni un poquito, pues no tengo demasiada suerte con las mujeres, aun si logro que alguna se fije en mi, mi personalidad no es algo que la mayoría de ellas suela apreciar, me convierto con demasiada facilidad en el amigo y solo eso.

Bostezo mientras dice eso sobre mi olor y me río un poquito nervioso.
-Mejor te lo regalo, para que no vayas a ir a prisión- me río bajito, pero al menos ya he recobrado un poco mi acostumbrada actitud y eso ayuda mucho a que no me ponga demasiado hormonal.
-seguido no podría- le digo somnoliento y mis brazos se deslizan un poco hacia abajo para rodear su cintura -eres demasiado hermosa- mis ojos ya ni pueden estar abiertos, pero sonrío de solo pensar en su belleza y me acerco de nuevo a ella para besar ahora su frente, y me río feliz -eres muy suavecita- ahora beso su pómulo y bajo un poco más a su mejilla. Mi brazo libre suelta su cintura y sube por su cuerpo para acariciar justo los lugares que he besado, empezando por su frente y bajo mis dedos hasta tocar la comisura de sus labios y suelto otra risita para un segundo después acercarme a ellos para besarlos.

-Pff… claro, señor perfecto. Debe mantener oculta esa belleza -al menos él toma a broma lo que digo. Debería, es algo común entre nosotros. Cuando se trata de él casi todo es broma. O eso pensaba, porque en verdad creo que se ve bien sin gafas, o que me gusta su olor o que me siento cómoda en sus brazos- ¿quién iría a prisión por un shampoo? -me reí mientras me acomodaba más cerca. Sentí sus manos bajar hasta mi cintura. Al principio no sentí nada, pero cuando siguió hablando abrí mis ojos lentamente. No pude decir nada, estoy muy nerviosa ya y la pereza que sentía hace un momento se disipó muy rápido.

-¿Suavesita? Eso que, no soy un bebé -me reí nerviosa, pero mi cuerpo se quedó quieto y volví a cerrar los ojos cuando besó cerca de mi mejilla. Ayer hizo lo mismo, sé que es como un gesto de buenas noches.
Sus dedos en mi cara hacen cosquillas y sonreí sin abrir los ojos. Pero mi pecho comenzó a sentirse muy agitado. Y no me moví para nada cuando toco mis labios con sus dedos, ni cuando sentí los suyos presionando en los míos. Mis latidos van tan rápido que no dije nada ni me alejé, parece que la fuerza abandonó mi cuerpo y se concentró solo en mi boca, porque en un movimiento leve correspondí su beso.

Abrí los ojos con sorpresa. Estoy en blanco, no sé absolutamente nada ahora.
-Luciel -me quedé quieta con los ojos abiertos, esperando que él despertara- ¿estás… durmiendo ya? -¿es eso lo que debería preguntar?- ¿un sueño? -ahora me hable a mí en voz alta. Poco importó si me veía estúpida- no fue… -me senté de golpe en la cama haciendo un brusco movimiento. Ahora estoy completamente despierta y consciente. Puede que haya imaginado a su novia o a otra persona, pero no quita el hecho de que me besó. ¿Y ahora qué hago? ¿Qué digo?
Llevé ambas manos y cubrí mi cara. No quiero verlo, no sé ni qué hacer, decir, estoy muy confundida.

-of course my lady- digo en un tosco inglés y luego solo me río, siento que he actuado algo así como muy Dima, aunque claro yo solo bromeo, si esto saliera de los labios de Dima, seguro que iría en serio -pues quienes los roban, ¿si no quien más?- me río de manera infantil, porque simplemente se trata de una discusión absurda.

-Pero eres suavecita- la verdad es que no entiendo ni porque ha dicho lo de que no es un bebé, ¿eso que tiene que ver? ¿son muy suaves? supongo que eso debe ser, pero yo nunca he tocado un bebé, quiero decir, cuando era pequeño mis amigos también, pero ya me olvide si sus pieles eran suaves, o si la mía lo era, ahora creo que mas bien mi piel es áspera, aunque la de Dima es suave también, ese idiota vanidoso se cuida demasiado.
No recuerdo ningún sueño tan perfecto, sus labios seguro se sentirían de esta manera, y ese pequeño instante donde me corresponde, simplemente es la gloria en la tierra. Mi sueño se vuelve profundo, aunque yo desearía seguir soñando con ella y sus labios.

De un momento a otro caí dormido como siempre, pero en cuanto escucho mi nombre me despierto en un espasmo de sorpresa.
-¿qué, qué?- pregunto con un poco de taquicardia por la sorpresa -No, no, estoy despierto- digo tratando de que mi somnolencia se pase, pero no puedo evitar tallar mis ojos y creo que es obvio que si me quedé dormido. Aun me siento ansioso por la manera brusca en que me desperté, y a penas y sigo el ritmo de lo que dice -¿sueño?- pregunto confundido. Me siento en el colchón y la miro cubrir su cara -¿tuviste una pesadilla?- pregunto preocupado -¿Necesitas algo?- le pregunto preocupado porque no se que hacer, no se que le pasa. No parece que esté llorando, pero tampoco parece estar bien, me siento como una gallina sin cabeza.

Me quedé en silencio con las manos en mi cara. No puede ser cierto esto, y estoy tan despierta que sé perfectamente que no se trató de un sueño. No puedo verlo a la cara, y él como si nada, como siempre.
-No, no fue una pesadilla para nada -bajé las manos despacio y lo miré. Mi cara se puso caliente de inmediato, seguro que también colorada- no… no, es que -¿qué hago ahora? Y no puedo sostener la mirada, nuevamente he mirado al frente- sí, tuve una pesadilla, jeje -primero me calmo y después pienso qué hacer. ¿Pero hacer de qué? Él parece que imaginaba otra persona, porque yo, no no no, imposible que lo hiciera a propósito- ¿es otra de tus bromas? -le pregunte muy avergonzada. Si es el caso no me ha hecho pero para nada gracias, pero no, pese a lo cercanos que somos él nunca me faltó al respeto antes. No es que considere ese beso una falta… No sé ni qué lo considero. Un error, seguramente de cálculo de su parte- ¿con quién soñabas, Lu? -tomé aire unas cuántas veces y logré estabilizar los latidos de mi corazón. Esto me ha puesto en shock, pero supongo que me lo gané por tomarme tantas confianzas… ¡No es que yo quisiera que me besara! ¿Pero qué diablos me pasa? ¿Soy una adolescente o qué?

Me acosté de nuevo y tapé todo mi cuerpo. Llevé mis dedos a mis labios, y cerré los ojos apretando los labios. No, no, esto está mal. De nuevo recordar hace que mi corazón comience a latir. Pero bueno, sí, es normal, ¿verdad? Una treintona como yo besando un chico guapo y menor, ¿cuántos años hace que no beso a alguien además de Mitya? Pero me confundio seguramente, no hay razón para hacer un alboroto y arruinar nuestra amistad.

Me destape y arreglé mi despeinado cabello.
-Tengo hambre, ¿deberíamos ordenar el desayuno? -mis mejillas siguen rojas, pero no puedo comportarme como una chiquilla tonta. Una confusión y ya, tampoco es gran cosa un beso...

Su reacción me confunde, mas cuando dice que no fue una pesadilla pero luego dice que si, realmente no la entiendo.
-¿Una broma?- no entiendo para nada de que habla, yo estaba dormido, ¿sobre que iba a bromear? pero su siguiente pregunta me descoloca de inmediato. Claro que se con quien estaba soñando, era ella, y yo juntos, besando…
Abro con sorpresa mis ojos y cubro mi boca, ¿de verdad lo hice?
-Oh dios, soy un idiota- mi rostro debe lucir ahora del mismo color que mi cabello -Yo, yo- tartamudeo demasiado nervioso, no sé ni que decirle. No puedo decir que soñaba con alguien más, y tampoco que era ella. No quiero mentirle, pero tampoco exponerme, ¿como me salvo de esto? estoy perdido, ¡lo he arruinado! y lo peor es que estaba prácticamente dormido, pudo ser el mejor momento de mi vida y estaba demasiado dormido -Dasha perdóname por favor, yo, lo siento- bajo la mirada, no puedo mirarla, no quiero ver su enojo o decepción o cualquier sentimiento malo que ella sienta por mi.

Ella se levanta y yo no sé que hacer, debería solo irme, seguro no querrá volver a tenerme cerca nunca más, he arruinado nuestra amistad por idiota.
-Si quieres puedo irme, no quiero incomodarte, de verdad lo siento mucho- ya no hay forma de arreglar esto, nada, ni siquiera mis bromas podrían relajar el ambiente entre nostros.

Creo que al fin se dio cuenta, y ya no sé si quería que ocurriera, porque me hace ser más consciente de eso. Pero no diré nada, dejaré que él hable, aunque seguro dice lo que ya imagino, que me confundió con alguna chica que le gusta.
Pero eso no evita que esté nerviosa y colorada por la sorpresa que me ha dado, aunque a diferencia de hace un rato, ya no ando hablando estupideces.
-Ah, no no -me giré a verlo cuando dijo sobre irse, sé que es lo mejor pero también soy el adulto aquí, y tengo que llevar esto con madurez. Él ya se disculpó, y lo conozco tan bien que sé cuán honesto es con sus palabras y que no es la clase de hombre que haría una broma estúpida para aprovecharse así de mí. Sí, básicamente él se la vive en bromas, pero nunca alguna que me haya faltado al respeto- descuida, es que… me tomó por sorpresa -intenté parecer calmada y sonreí, pero le di la espalda al darme cuenta que no tengo el valor de mirarlo.
Fui por un poco de agua para refrescar mi garganta.
-Me imagino que debiste soñar con la chica que te gusta -tomé un trago grande al agua aún sin mirarlo- es… ¿cómo se llamaba la chica del otro día? Es bastante linda, jeje -mi voz suena nerviosa, pero quiero evitar cualquier rastro de incomodidad, y que nos riamos de esto y lo olvidemos cuanto antes- ah, pero no deberías ser tan descuidado, imagínate si hubiese sido alguno de mis hijos -comencé a reír y tomé más agua, tanto que comencé a ahogarme y toser de inmediato- lo siento -dije aún tosiendo- es que… bueno, ya sé que no lo hiciste con mala intención, te conozco, pero me sorprendí mucho -respiré hondo y al fin me di valor para darle la cara- entonces, ¿quieres desayunar? -le mostré mi sonrisa para hacer obvio que el tema está por terminado. En parte es mi culpa por no tomar la distancia adecuada. Y solo así me di cuenta lo mal que me estaba comportando al igualarme con un chico menor por el simple hecho de ser amigo de mis hijos.

Creo que me siento un poco desilusionado, parece ser a que ella realmente no le importa, solo ha sido la sorpresa por lo ocurrido, pero mis labios no tienen ningún otro efecto en ella. Supongo que debería sentirme aliviado por eso, al menos nuestra amistad parece que no se terminará, pero irónicamente desearía otra reacción, algo que no me hiciera pensar en lo indiferente que le resultó.
-Si, lo siento de verdad- me vuelvo a disculpar y creo que es lo único que sabré hacer ahora.
Ella se levanta, pero no la sigo con la mirada, tomo una de las almohadas y la abrazo apoyando así mi cabeza en ella.
-SI, eso era- no voy a mentir, aunque tampoco es como que me esté preguntando quien es, aunque con lo que dice me parece bastante obvio de quien piensa que se trata. Supongo que es imposible para ella pensar que sería ella misma -Iskra- escondo mi cara en la almohada. He sido un tonto, no solo por besarla, sino por esperar algo más -Si, es muy linda- de nuevo no puedo mentir, Niki es una persona especial para mi, si no me hubiera dejado creo que seguiría enamorado de ella -si, pero yo creo que me daría menos pena con ellos que contigo- admito aun con la cara oculta en la almohada, pero levanto la mirada, y dejo la almohada a un lado, incluso intento bajarme de la cama cuando ella comienza a toser, pero me detengo, ella parece mejor.
Ella vuelve a insinuar que solo ha sido la sorpresa por lo ocurrido, creo que debo quitarle importancia pero no puedo, para mi ese accidente tiene mucha importancia, ¿debería solo decirle la verdad y acabar con esta farsa? Ella me importa demasiado, sería algo muy egoísta solo decirle que la quiero en este momento, ella no necesita un idiota confesando sus sentimientos. Y si ya he fingido tanto tiempo, creo que puedo seguir haciendolo. Ella ha levantado la cara por fin, pero no puedo sostener la mirada ni un segundo y solo miro a otro lado.
-¿puedo pedir frituras?- digo en un pésimo intento de actuar como si todo estuviera bien.