After the heratbreak -Leigh-

No soy muy fan de asistir a fiestas de gala o lugares concurridos, pero Meier me pidió que por favor lo acompañara un rato para después ir a tomar algo en compañía de su hermano, ellos han hablado, y al parecer su hermano quiere saber más sobre cómo ayudarlo. La idea me pareció excelente, me alegra que Meier muestre ese interés por mejorar. Sé que las cosas con Evan van mal y eso lo tiene más deprimido, a eso añadiendo la situación en la que se encuentra hace que todo le sea complicado, por eso accedí a venir incluso si este tipo de ambiente es algo muy desconocido para mí, me interesa que él se sienta mejor y es la única forma en que puedo apoyarlo.
Le llamé al estar fuera y él bajó por mí para entrar al salón en el cuál se llevaba a cabo la celebración. No tengo idea lo que están festejando, Meier más o menos me explicó sobre una nueva campaña de su madre pero no entró en mucho detalle porque sabe que de todas formas no entendería mucho. Al entrar me presentó a su hermano y a su madre, y nos sentamos a platicar un momento mientras la señora se levantaba a saludar a varios presentes. El chico es un poco extraño pero agradable, y creo que podría ayudar mucho que ellos se reconcilien. Sé que hubo una relación entre ellos, no pregunté más allá de lo que Meier dijo, y tampoco me permití juzgarlos, porque ahora lo importante es que Meier encuentre calma en sus relaciones interpersonales.
-Meier, ven, quiero que conozcas a Yoko.
Ese nombre me hizo tensarme rápidamente, y levanté la vista para encontrarme con la imagen de esa persona. Hace mucho tiempo que no la veía, ella ni siquiera me dirige la mirada pero yo inevitablemente me quedé pasmado viéndoola. ¿Qué hace aquí? ¿Por qué...? Agaché la mirada, tengo una copa en mis manos y comencé a moverla lentamente entre mis manos. Solo debo ignorarla, ella no podría... no, claro que no, creo que ni me ha reconocido.
-Oh, qué descortés de mi parte. Él es Aaren, el hijo de mi esposo. Y él es Jiro, amigo de mi hijo.
Sentí que el aire me faltaba, pero me levanté para saludar a esa persona. Esbocé con dificultad una sonrisa, es por el bien de Meier.
-Buenas noches, mucho gusto -extendí mi mano y ella la estrechó con confianza.
-Vaya, pero qué dices si tú y yo ya nos conocemos.
Sentí cómo mi cuerpo se tensó, ellas intercambiaron palabras y Yoko explicó que yo era un viejo conocido de su novio. Usó la palabra novio, y en mi pecho empecé a sentir una presión molesta. Ella habla muy tranquila y pasé a ser un tema irrelevante dentro de su conversación, pero si me alejo de ellas sería descortés.
-Hijo, acompáñame por favor. Los dejaré un minuto, ¿me disculpan?
La madre de Meier se alejó con los chicos y me quedé de pie mirando a un lado. Ella se rió y se colocó a mi lado, y tomé aire para mantenerme sereno, tengo que soportarlo.
-No imaginé que te encontraría por aquí, hace años que no te veo -dejó un silencio entre ambos, yo no respondí, no puedo, no tengo fuerza ni ganas- Leigh regresó -la miré sin pensar, pero seguí sin poder articular nada- vaya, hasta que me miras. En realidad él es la imagen de esta campaña publicitaria, ¿no sabías nada? Oh, claro, como por qué habrías de saberlo si ustedes hace tiempo dejaron de hablarse.
-Cómo sa... ¿Tú cómo sabes eso? -siento nauseas, me quiero ir.
-¿Cómo? Pues volvimos, claro, ¿no te lo dije? Él y yo íbamos a regresar tarde o temprano, lo de ustedes solo fue temporal. ¿Realmente creíste que regresaría por ti? Claro que no. Si le dejaste ir ahora es tarde, él y yo ya estamos juntos -se giró hacia mí y retrocedí un paso- no lo molestes, estamos haciendo las cosas bien ahora.
Me giré y volví a la mesa, me senté porque creí que caería, me tiemblan las manos. Ella me miró con desgano y se marchó, y la seguí con la mirada durante todo el trayecto. Mi pecho duele, pero debo controlar mis sentimientos. No es seguro lo que ella dijo, pero lo contó con tanta calma y confianza que hace que piense que es verdad.
Después de un rato Meier llegó y ambos se sentaron a mi lado, intenté relajarme, solo debo aguantar un poco. Pero toda mi convicción se hizo añicos cuando los vi a lo lejos, ella está sonriendo y tomándolo del brazo, y él le sonríe de vuelta. Sentí un dolor en el estómago y tapé mi boca. No puedo verlos, no, tengo que irme. No sé qué haré si él llega a verme, tengo miedo que me vea con desprecio, tengo miedo de enfrentar la realidad. Oh, dios, soy un estúpido, me odio tanto.
-Meier, amm... sabes, ¿podría esperarlos en otro sitio? No me siento muy bien -inventarme una excusa es en vano, las manos me tiemblan así que supongo que él debe creerme.
Acordamos vernos en un café en una hora, me dijo que fuera a casa pero si lo hago, sé que me sentiré peor, no quiero estar solo. Nos levantamos a buscar a su madre, tardamos más de lo que quería y mis manos comenzaron a sudar, pero me tranquilicé un poco al notar que él no estaba. ¿Acaso se fueron? La idea me provocó mucho desagrado, pero es mejor, no quiero verlos.
Me despedí de su madre y de los chicos, y salí del salón rápidamente. El pasillo se siente eterno, no sé ni dónde se ubican las escaleras, por eso cuando la puerta del ascensor se abrió, no dudé en entrar. Cuando la puerta se cerró solté el aire y llevé la mano a mi cuello,me cuesta respirar y estoy sudando, y este no es el lugar más adecuado para sentirme mejor pero solo son unos pisos.
-Ah -me quedé paralizado al notar que tenía compañía. No puedo moverme, solo lo miré y sentí nuevamente esas nauseas. Desvié la mirada y puse mi palma sobre la pared del elevador para poder sostenerme, tiene que ser una broma, de todas las personas, ¿por qué Leigh está aquí?

Jiro:

He conseguido un trabajo con una diseñadora que parece ser influyente, aunque ahora vivo en este mundo, la verdad es que sigo sin enterarme de casi nada de moda, pero la paga por este evento es muy buena, aunque ha sido una tortura los ensayos. Ya he tomado cursos sobre pasarela y esas cosas, si… cursos para caminar, que gran estupidez, pero es lo que tengo que hacer.
Por suerte, luego de la tortura de caminar como idiota, frente a un montón de gente que no tiene nada más interesante en que gastar su dinero; hay una fiesta y mi Yoko va a asistir. Todo a tomado ya cierto rumbo extraño, está con los tramites de su divorcio, no se cuanto dinero le ha sacado a ese hombre, pero parece que mucho y se ha vuelto una empresaria y se ha conseguido tal posición social, que ya no le importa hacer público que estamos juntos. Debo admitirlo, me encanta ese descaro suyo, después de todo, ella jamás me enamoró por ser una dulce y tierna mujer, sino por esa fuerza que tiene.
Platico un poco con las personas del evento, principalmente mujeres, creo que me ven como un trozo de carne que quieren comprar, por suerte Yoko aparece y se encarga de marcar su territorio y las cosas se calman.
Me inclino hacia ella para hablarle al oido.
-Te ves hermosa- la elogio -tu también, pero imagino que ya, mas de una te lo ha dicho- me río por su comentario, esta celosa -Bueno si, varias- admito un poco presumido.
Recibo una llamada, es de mi agente, al contestar me dice que olvidó su pase, que lo ayude a subir.
-tengo que bajar- le digo a ella mostrando la pantalla de mi celular y solo gira los ojos -deberías contratar a alguien más- se queja un poco.
Bajo a recepción y es extraño ser una persona “importante”. Le pido a los de seguridad que lo dejen pasar y así lo hacen. Luego comienza a hablarme sobre lo mucho que ayudará esto a mi carrera, que por fin mi carrera dará un salto importante. Caminamos al elevador, pero entonces se da cuenta que ha olvidado algo en el auto. Al menos creo que ya no me necesitará para pasar, así que entro al elevador para regresar a la fiesta.
Este trabajo lo he conseguido gracias a Yoko, ella es muy amiga de la diseñadora. Es algo raro que ella me esté ayudando con todo esto, retomar nuestra relación, todo, pero se sienten bien, creo que tal vez aun guardo más sentimientos por ella de los que recordaba.
Las puestas se comienza a abrir, pero antes de poder bajar una persona entra. ¿Por qué está él aquí? ¿vino a verme?
Chasqueo con la lengua como para romper ese silencio que se ha creado. Debí bajar, pero por la sorpresa no lo hice, así que me estiro para presionar el botón del siguiente piso y así poder bajar por fin. No quiero hablar con él. Verlo me hace recordar la manera en que me dejó,
-carajo- me quejo cuando el elevador se detiene haciéndome tambalear. Comienzo a presionar ahora el botón para pedir ayuda y desde la bocina se escucha lo más idiota que se puede escuchar.
-El elevador ha fallado.
-¿En serio genio?- digo con sarcasmo, mientras comienza a decir que lo arreglarán en breve. Me recargo en la esquina del elevador y me cruzo de brazos, mi mirada solo puede estar en él, así que cierro los ojos para no estarlo mirando.

Leigh:

Di un paso hacia atrás cuando él acercó su mano a los botones del elevador. Me quedé mirando fijamente al suelo, no puedo hablar nada porque estoy en una especie de shock. Cerré los ojos y respiré hondo, o lo intenté, porque el movimiento repentino me hizo estar alerta, y me sostuve ahora con ambas manos para no caer. Si de por sí me sentía fatal por haberlo encontrado, el saber que el ascensor está atorado no me ayuda para nada. Tragué saliva e intenté calmarme, pero cada vez respirar se hace más difícil.
La persona encargada dice que el elevador está fallando, pero no da ninguna solución y creo que eso lo ha puesto de mal humor. No, creo que no fue eso, él ni siquiera intentó hablarme. Agaché nuevamente la mirada, mis manos están sudando mucho.
-¿Cuánto tiempo llevará? -presioné el botón de emergencia de nuevo, mi voz suena agitada y hablé más fuerte de lo normal, pero la persona no dio una respuesta clara. No, esto no puede estarme pasando, deseé por todo este tiempo volver a encontrarlo, pero no así, ni siquiera me puedo parar correctamente. ¿Debería saludarlo? Pero luce molesto, no quiero empeorar su humor, además las palabras de ella pasan por mi cabeza, no fue altanera o burlona, ella estaba muy seria.
Me quité el saco y me recargué en la pared, lo sostuve entre mis manos y comencé a presionar mis uñas en él.
-Fe.... felicidades por la campaña -el silencio es tan asfixiante, ¿por qué estos lugares deben ser tan estrechos? No supe qué más decir, ni siquiera podía mirarlo- ha pasado tiempo... -pero terminé levantando la vista, y me quedé por unos segundos hipnotizado, se ve tan atractivo como siempre, no ha cambiado nada. Siento mi corazón ir muy rápido y ya no distingo por qué es, si por la emoción o por el miedo, tampoco sé de dónde proviene la mayor cantidad de este último. Debería aprovechar para decirle lo que siento, que lo busqué, que me arrepiento, todas esas cosas que planeé le diría si tenía otra oportunidad, ¿por qué no salen?- lo... lo siento -al final solo lancé una caga disculpa y lo miré por algunos segundos, él ya está con ella, de todas las personas justamente la eligió a ella nuevamente, eso quiere decir que estoy completamente fuera de su vida- ¿cuánto tiempo? -de nuevo presioné el botón y pude escuchar la voz al otro lado quejarse, y solo dijeron “de diez a vente minutos”- ¡es demasiado, no pueden dejarnos tanto tiempo aquí!... ¿hola? -me cortó la comunicación y sentí que me dolía el pecho. Tengo que calmarme, dijeron diez minutos... ¿cómo puedo soportar diez minutos? Si tan solo pudiera concentrarme en algo, respirar hondo, sí, tengo que intentarlo. Pero es difícil, y terminé desabrochando las mangas de la camisa para doblarlas, el saco ha caído al suelo pero no le doy importancia.

Abro uno de mis ojos solo para observar cuando pregunta al tipo sobre cuanto tiempo tomará esto. ¿Que tiene? suena raro, bueno… a mi que me importa, me da igual todo lo que tenga que ver con él.
De nuevo nos quedamos en silencio y pero de vez en cuando vuelvo a abrir uno de mis ojos para ver como está. No definitivamente no está bien.
Ahora viene y me felicita, ¿por que es así? solo debería ignorarme, detesto que él sea de esta manera porque hace que las intenciones de ignorarlo, no se puedan realizar. ¿Y que hago le doy las gracias por felicitarme? al final solo hago un sonido con mi garganta y que lo interprete como le de la gana.
-Aja- repito lo de solo hacer un sonido con mi garganta para no extender la conversación.
Pero lo que termina rompiendo mis intenciones de ignorarlo es cuando dice que lo siente. Me he puesto tenso de inmediato, porque odio escucharlo decir algo como eso.
Lo miro, mi mirada no oculta para el resentimiento que le guardo. Desearía que solo me fuera indiferente porque así sería sencillo, sabría que lo que siento por él se ha terminado, pero no, solo confirmo lo herido que me dejó, y lo mucho que me sigue doliendo.
De nuevo pregunta sobre el tiempo, y de repente pierde la calma. Veo como intenta respirar profundo, como si necesitara calmarse. Despego mi espalda de la pared y lo miro confundido y preocupad.
-Oye, oye, tranquilo- me le digo al ver que parece no lograr controlar su respiración -¡Ey, ey, mírame!- me coloco frente a él con las manos en sus hombros -Todo está bien, solo son unos minutos- le digo para que no se preocupe tanto.
Su reacción ha sido exagerada, sobretodo para él, tal vez sea un llorón y medio idiota que deja que siempre se aprovechen de él, pero nunca se pondría a gritar a alguien solo decirle un periodo de tiempo -oye Jiro, todo estará bien, por favor- le digo subiendo una de mis manos a su rostro, me preocupa, y me asusta un poco lo que le pasa, porque no tengo idea sobre que hacer.
Ese primer contacto con su piel despierta en mi tantos recuerdos, siempre, desde el primer contacto tuve esta fascinación por su piel y parece que mi cuerpo aun recuerda eso. No es como si fuera la piel mas suave y hermosa, o tal vez para mi si lo es, si.

Su respuesta es más de lo que esperaba, al menos no me ha ignorado pero... hubiese preferido eso. Me ha hecho sentir como si fuese una molestia, y como pensé no debí hablarle. Él ya está con esa mujer, es obvio que ha superado lo nuestro y ahora puede que ya me vea como alguien molesto. Le hice mucho daño, las cosas que hizo por mí no fueron nada gratas y al final dejó muy claro lo que pensaba de mí, es un esfuerzo en vano. Odio tener que darme cuenta nuevamente de lo tonto que fui, detesto este pesado sentimiento de arrepentimiento, es muy frustrante tener que repetir esa escena en mi cabeza y verme quieto, dejando que todo esto ocurriera.

Me quedé mirando mis manos, tengo que controlar mi cuerpo. Uno, dos, tengo que detener el temblor de mis manos al menos, es estúpido que sepa exactamente qué hacer en esta clase de situación pero no tenga la capacidad de llevarlo a cabo. Pero las paredes estrechas me ponen nervioso, además él... él está aquí, pero las cosas cambiaron. No quiero escuchar nada de su parte, sé que eventualmente me dirá todo lo que piensa de mí y oír de nuevo lo imbécil que fui y cómo se siente ahora, dolerá, no quiero tener que vivir esto, no quiero enfrentarlo.
-Qué... ¿qué? -lo miré, está frente a mí, me habló. Pero eso no es suficiente, intento mantener mi mente calmada pero mi cuerpo no responde- sí, sí está bien -traté de reír pero fue inútil, mi espalda comienza a doler por el esfuerzo que hago al respirar. Quiero responderle pero no puedo, solo abro la boca para jalar aire y la cierro de nuevo, y la abro, debo verme realmente estúpido. Siento un ligero mareo y agacho la vista, ni siquiera puedo mover mis manos hacia él. Quería abrazarlo con tantas ganas antes pero ahora ni siquiera puedo responder. Él está preocupado y yo no puedo verme bien frente a él, nos volvemos a encontrar y nuevamente actúo como idiota. Pero tengo mucho miedo, ni siquiera es racional, nada me pasará aquí.
Levanté la vista cuando dijo mi nombre, respiré hondo y sentí que mis lágrimas salieron.
-Sí... sí... no, no es cierto -lo empujé a un lado y comencé a aplastar de nuevo los botones del ascensor- no es cierto, quiero irme, necesito salir -mis manos tiemblan y dejé de intentar que funcionara el elevador para sostenerme de la pared- ¡no está bien! ¡Nada está bien! ¿Por qué no nos dejan salir? -comencé a desabrochar mi chaleco pero me detuve. Me sostuve de él con una de mis manos, ¿por qué soy tan patético? Cerré los ojos con fuerza y estrujé su ropa entre mis manos. Respira, solo es eso, respirar hondo y calmarte, sé que puedo hacerlo. Nuevamente lo intenté, ya he subido a un ascensor antes, era obvio que esto me sucedería alguna otra vez, estas cosas pasan a menudo- odio los ascensores -hablé bajo, lo necesito, si quiere golpearme después está bien, pero ahora lo necesito.... no, no, no, no, no puedo hacer eso, si fuese cualquier persona no me importaría, pero es Leigh, tengo mucho miedo- lo siento, yo lo siento mucho -pese al miedo que siento, dejé de llorar, simplemente me mantengo con los ojos cerrados para alejar la realidad de mi cabeza.

Intenta decirme que está bien, vaya mentiroso que es, y lo peor, mentiroso de los malos. ¿Por que negar algo tan obvio? está mal, no sé porque, pero obvio que está mal, si apenas y puede mantener la mirada. Se ve un poco loco…
No, no, ahora muy loco, me ha empujado y actúa desesperado intentando salir, ¿acaso es de esos que tiene miedo a estar encerrado? Me alejo un poco para que se mueva y saque un poco de sus frustración y quejas, no sé como ayudarlo, así que por eso no intento nada. Pero estira su mano y se agarra de mi saco. Me sorprendo cuando deja de llorar, tal vez es que ni siquiera tiene cabeza para eso.
Me siento fatal por verlo en este estado, y no es como que su respiración haya mejorado.
-Solo necesitas dejar de pensar que estás aquí ¿cierto?- le pregunto pero realmente no espero una respuesta, yo comienzo a sentirme desesperado por no poder ayudarlo. Me acerco a él para atraparlo entre mi cuerpo y la pared, apoyo mis manos en la fría pared metálica.
Su aroma llega a mi nariz, huele rico. Me acerco a su oido y comienzo a respirar con calma para que pueda escucharme.
-Tranquilo, solo cierra tus ojos- respiro disfrutando de su aroma, odio lo mucho que me gusta este idiota, lo mucho que aun me preocupo por él -solo serán veinte minutos de esto, a mi no me parece nada malo- bajo un poco mi cabeza hasta su cuello y lo beso. Mi nariz se pega a su piel y dejo que haga un recorrido desde su cuello hasta su oreja -para nada es malo- vuelvo a decirle acercando un poco más mi cuerpo al suyo y mi nariz vuelve a bajar, no puedo dejar de percibir su aroma y solo siento esas punzadas en mi pecho que decido ignorar.

No puse atención a lo que Leigh preguntó, intento concentrarme para poder calmarme y retrocedí por instinto cuando se acercó más a mí. Mi espalda pegó con la pared y lo miré, tardé en comprender por qué estábamos tan cerca del otro, al menos la sorpresa logró sacarme un poco de ese trance por el miedo. Ahora son ambas manos las que sostienen su ropa, y trato de jalar aire por la boca para poder decir algo. Me siento atrapado, en situaciones así se supone que debería darme espacio pero él ha hecho lo contrario. Pero esta vez no pude empujarlo, su aliento en mi oído me ha dejado inmóvil.
Cerré los ojos como él dijo y me aferré fuerte a su ropa, no estoy calmándome para nada, ahora mi temor es distinto, ligeramente menor que antes pero está allí. Solté un jadeo cuando besó mi cuello y abrí los ojos. ¿Estoy volviéndome loco? Esto parece una fantasía en medio de la pesadilla, pero su aroma... es el mismo de siempre, y su voz también.
-Sí... -volví a cerrar los ojos con fuerza, porque mirar las paredes hace que mi cuerpo se sienta débil de nuevo.
Ahora que lo tengo cerca me siento protegido, e intento trasladarnos a otro sitio, al menos en mi cabeza eso debería funcionar. Respiré hondo y fallé, mordí mi labio y lo volví a intentar. Repetí el proceso unas cuatro veces, pero su aliento en mi cuello me está afectando, y siento un cosquilleo por todo el cuerpo..
-Te... necesito -subí lentamente mis manos a su cuello y me pegué más a él. Mi pulso aún está acelerado pero puedo respirar un poco mejor, al menos ya no tengo esa sensación de estarme ahogando tanto, pero todavía necesito hacerlo por la boca- Leigh - permanecí con los ojos cerrados, un escalofrío me recorre el cuerpo y me separé para poder tocar su rostro. Abrí los ojos y lo miré, hay tantas cosas que quiero decirle pero en su lugar tengo un comportamiento patético, y aunque ya siento un poco de calma, todavía me es imposible expresarme con claridad- te extraño -me acerqué a él pero no lo besé, solo abrí mi boca para tomar un poco más de aire. Me duele el pecho por el esfuerzo, no sé cuánto tiempo ha pasado ni cuánto falte para que alguien venga a ayudarnos, pero puede que él tenga razón, tal vez esto no es para nada malo.

Se escucha un poco mejor, pero no del todo, pero al menos eso me hace sentir mas tranquilo, se ha mejorado un poco y eso es lo que buscaba.
Respiro profundo cuando me dice que me necesita, odio que mi corazón se emocione con tan poco. Pero no me alejo, incluso me inclino mas hacia el para estar mas cerca ahora que me abraza.
Demonios, si le cuento esto a Ian seguro que se burla de mi, porque soy el imbécil mas débil que puede existir.
-Y yo a ti- mis manos se deslizan por la pared y bajan hasta rodear su cintura -¿que?- pregunto cuando dice mi nombre. Soy un idiota, pero el más grande que hay, siento esta explosión de felicidad cuando dice que me ha extrañado. Yo lo he extrañado como un loco -yo a ti- lo he dicho, simplemente no he podido guardar para mi, algo tan simple como eso.
Parece que aun le cuesta respirar, pero al menos parece un poquito más tranquilo, realmente me afectó verlo tan asustado. Muevo mi cabeza, acariciando con mi nariz y mis mejillas su cara, dejando que su irregular respiración choque contra mi aliento.
Mis manos suben para tomar su cuello con cuidado entrelazando las puntas de mis dedos en su nuca.
-solo respira a mi ritmo- le pido apoyando mi frente en la suya. Rozo la punta de su nariz con la mía, una y otra vez, marcando también así el ritmo de mi respiración -shh- lo callo cuando creo que va a decir algo, ahora solo quiero que se concentre en su respiración aunque yo me muero por poder concentrarme en sus labios, pero este no es momento de pensar en eso.
Muevo un poco una de mis manos, para alcanzar tocar con mi pulgar, su labio inferior. Están un poco secos, debe ser por la manera en la que estaba respirando. Mi dedo juego con su labio, en un movimiento, mi yema se humedece un poco con su saliva y comienzo pasar mi dedo para humedecer un poco sus labios.
-no me asustes así- lo envuelvo entre mis brazos de nuevo y dejo un beso en su frente.

Mis pensamientos empiezan a cambiar, y las palabras que solté sin pensarlas, han sido correspondidas por él. Sentí una presión en el pecho y solté un suspiro, abriendo y cerrando la boca para respirar pero cada vez más calmadamente. Siento un nudo en la garganta ahora, mis pensamientos se van aclarando y el peso que tiene lo que dice provoca que sienta todo esto. Extrañaba demasiado su voz y sus brazos, pensé que no tendría la oportunidad de decirle nada más luego de aquella noche, creí que ni siquiera lo podría volver a ver.
Disfruté de la caricia que hizo en mi mejilla con su nariz, el cosquilleo en mi estómago recorrió mi cuerpo y me aferré más a él. Huele bien, y siento cómo mi respiración ya no es tan pesada. Su cercaní hace que mi corazón lata más rápido, aunque pienso que se debe a la crisis por la que acabo de pasar, también sé que la distancia que queda entre nosotros pone a mi cuerpo a temblar.
-Ah -no dije nada porque él pidió que me callara, ahora abro la boca con menos frecuencia para tomar aire y siento más punzante el dolor en mi espalda,
Su dedo comenzó a tocar mi labio y cerré los ojos, siento el calor en mi pecho y mi cuerpo, y mis manos comenzaron a acariciar  las puntas de su cabello. Pero el abrazo hace que abra mis ojos y el calor se vuelva más intenso, mi respiración es pesada todavía pero ya dentro del rango normal Ahora que mi cabeza está despejada de todos esos miedos, siento que una lágrima escurre de mi mejilla.
-Lo siento -me separé un poco y sonreí por ese beso en mi frente, y llevé mis manos a su cara. Ignorar el sitio en el que estamos ya es más sencillo, solo debo concentrarme en él y sé que podré evitar que lo anterior se repita- gracias -me acerqué a sus labios pero antes de tocarlos me detuve. Las palabras de ella resuenan en mi cabeza, también la imagen de ellos dos sonriéndose mutuamente, y pienso en que él ahora se encuentra feliz a su lado y lo que estoy por hacer solamente alteraría la paz que tal vez encontró. Lo más sensato es que le permita ser feliz, mientras él esté bien entonces yo debo aceptarlo, lo nuestro terminó y debo continuar tal como él lo ha hecho. Pero mi pecho duele mucho, no quiero que esté con nadie más, no quiero a nadie tampoco. Rompí con la distancia y cerré los ojos. En cuanto nuestros labios se tocaron todas las dudas se desvanecieron y sentí ese intenso placer en mi estómago. Ese nudo en mi garganta bajó hasta mi pecho y provocó una sensación agradable e intensa, y dejé a mi instinto dirigir ese beso que se desató con desesperación. Mis labios ya no se sienten secos, lo abracé con fuerza y me separé por un poco de aire para inmediatamente regresar a besarlo. Siento húmeda mi cara, sé que lo que siento ahora es tan incontrolable que me ha hecho soltar algunas lágrimas.
-Leigh -solté un jadeo, lo besé de nuevo y me separé para mirarlo- te amo -comencé a llorar y los jadeos me hicieron imposible volver a sus labios- te amo... lo siento tanto -me abracé a él y comencé a llorar, lo sostuve muy fuerte, creo que nunca lo apreté con tanta energía como ahora. Porque siento mis piernas temblar y mi cuerpo débil, pero aún así mis brazos lo estrujaron para evitar que se fuera. Sé que es imposible en nuestra actual condición, pero tengo miedo de lo que pasará, tengo miedo porque sé que él va a irse de nuevo y no quiero.

Disfruto demasiado de este momento, de tenerlo cerca luego de tanto tiempo. Todo el tiempo lo estuve extrañando, deseando que solo me llamara, seguro que con una sola llamada yo habría regresado de inmediato. Pero no lo hizo…
El ambiente se siente viciado por todos estos sentimientos, es como sentirse liberado de esa carga de extrañarlo tanto.
Lo miro cuando toma mi rostro entre sus manos, siento que no tengo la voluntad de evitar lo que parece será un beso, es que no puedo resistirlo. Cierro mis ojos en espera de ese beso que no llega. Abro mis ojos, obviamente estoy confundido, y llegué a pensar que tal vez se sentía mal de nuevo, pero al final terminó con esa distancia.
Siento en mi como se despierta la pasión al sentir sus labios y busco recibir más de ellos.
Pero el ambiente se rompe cuando el dice mi nombre y me dice que me ama, y lo peor es que se pone a llorar.
Diablos Jiro, solo me haces recordar lo enojado que estoy contigo.
Mi mano acaricia su cabeza esperando que se calme, primero le dio algo así como un ataque y ahora esta llorando porque cosas que yo no quiero pensar. Lo amo, claro que aun lo amo, pero no puedo decirlo en voz alta, soy un idiota con poca fuerza de voluntad, pero parece que aun tengo algo de orgullo.
-Tranquilo- le digo acariciando su cabeza para que deje de llorar.

Me separé de él y agaché la cabeza, su mano es confortante pero siento su rechazo, y me di cuenta de lo tarde que dije lo que sentía. De las cosas que nos dijimos la última vez, la que más recuerdo es cuando dijo que yo era peor que ella, y si ellos ahora están bien entonces supongo que no hay necesidad de volver conmigo. Pero me dejé llevar por la emoción, sentí que me correspondía y aún sentía lo mismo por mí, creo que me equivoqué. Cerré los ojos y limpié mi cara con mis manos, no puedo hacer nada, si le pido que volvamos, ¿qué me dirá? Seguramente lo haré enojar, al menos quiero que este encuentro termine tranquilo.
-Estoy bien, gracias -respiré hondo y me agaché a tomar mi saco, lo abracé y me recargue de nuevo en la pared del ascensor- perdón por esto, hace años que no me pasaba -tengo que desviar el tema, si no lo hago, terminaré diciendo todo lo que siento por él, aunque eso ya quedó muy claro- cuando era pequeño quedé atorado por un largo tiempo, era un niño desobediente y ya imaginarás, me la pasé llorando hasta que mis papás me sacaron -reí un poco fuerte, ni siquiera sé porqué le cuento, creo que estoy desesperado por llenar el silencio que seguro habrá entre nosotros. Me siento fatal, probablemente peor que antes de entrar aquí. Si él me hubiese tratado mal tal vez no me aferraría más a él y su recuerdo, pero más que eso, siento que me miró con lástima. Sé que todavía debe sentir algo por mí, le dije que lo necesitaba y lo extrañaba, y él dijo que también, pero... eso no quiere decir que aún me ame.

Repentinamente el ascensor comenzó a moverse y me sostuve de la pared, y en cuestión de segundos la puerta se abrió. Mis pies se movieron solos y al salir al pasillo respiré al aire fresco, sentí una calma instantánea por haber salido del cubículo, pero rápido los recuerdos volvieron a mí y ese malestar regresó. Uno de los hombres estaba esperando y se acercó a disculparse, me miró fijo, mi cara es un desastre pero traté de no pensarlo mucho y le agradecí por habernos ayudado.
Cuando se fue nos quedamos de pie en silencio, supongo que él regresará con ella y yo debo irme, no puedo pretender que no me importa verlos, no quiero de nuevo toparme con la imagen de ellos juntos.
-Supongo que debes volver -lo miré a los ojos, iba a decir algo más pero cerré de nuevo la boca, ya no tiene caso- te llamé... pero supongo que cambiaste de número -agaché la mirada. Claro que no lo hizo, él me bloqueó de todos los sitios, se mudó y no me quedó otro medio para escribirle, solo su instagram pero me sentí como un acosador y decidí no contactarlo por ahí.

El contacto, el momento que estábamos viviendo se ha ido de inmediato a la basura. Me separo de él recargando mi espalda de nuevo en la pared.
-si, no te preocupes- digo cuando se disculpa, pero no creo que sea algo que esté en sus manos -yo no sabía-parece que al final, tampoco nos conocemos tanto. Pensaba que esto debería de ser una de las cosas a saber de él, pero no, tal vez no confiaba tanto en mi.
Me cruzo de brazos, ahora que lo pienso, creo que él me acaba de rechazar.
Nos movemos por fin, y luego las puertas se abren por fin, el sale de inmediato. Yo salgo después con paso calmado.
-No,  yo ignoraba tus llamadas, aunque luego de irme, si lo cambié- le explico y suspiro porque he hablado un poco rudo, a dentro del elevador estaba cuidando de él y ahora regreso a ser un imbécil.
-Oye te ves pálido, ven- de nuevo hablo con preocupación, lo tomo del hombro y lo llevo conmigo a la fiesta, pero no para estar entre la gente, voy a donde estaban los camerinos.
-Siéntate, te traeré algo de tomar- le digo y cierro la puerta, voy a la parte donde están los organizadores del evento para pedir una bebida caliente, y una botella de agua fría, la verdad llevo las dos, porque no tengo idea de que es lo que le ayudaría más. Al final hasta termino llevando un poco del postres que ofrecen, tal vez el dulce pueda ayudarle.
Como regreso con las manos llenas, toco la puerta con el pie.
-Abre- le pido, para que me ayude.
Dejo las cosas en la mesa frente al sillón.
-te traje estas dos porque no supe que te haría sentir mejor, también este pastel de chocolate, porque cuando me siento mal por hacer mucho ejercicio, el dulce ayuda, aunque no se si aplica también para esto- despeino un poco mi cabello mientras parto un poco de pastel y lo acerco a su boca para que coma un poco.

-Creo que casi nadie que me conoce lo sabe -me reí, tal vez algunos amigos de la universidad pero no es algo que quiera ir contando a la mayoría de las personas- es un poco vergonzoso -no quería que él me viera de esta forma, pero como pasa tan poco ni siquiera lo pensé antes.

Apreté el saco entre mis manos, sus palabras fueron muy frías y sentí una punzada fuerte en el pecho. Sé que debo irme ahora, pero me siento tan miserable que ni siquiera puedo dar un paso lejos de él. Pero de nuevo usa ese tono preocupado en su voz,  lo miro confundido y camino a donde él me dirige. No quería volver a la fiesta, fui casi todo el camino con la mirada agachada porque temía que nos topáramos con ella pero al final me llevó a un sitio privado.
-Ah, de acuerdo -lo miré marcharse y solté un gran suspiro, sentí mis latidos con la palma de mi mano, todavía estoy agitado. No comprendo qué piensa, siento como si todavía sintiera algo por mí pero otra parte me rechaza. Me senté en el sofá y llevé ambas manos a mi cara, me siento feliz pero también estoy frustrado. Lo que sucedió es confuso, no termino de creer que coincidiéramos en esta fiesta. Pensar en cómo me abrazó y correspondió me da confianza, pero también, ¿qué se supone que haga? ¿Puedo volver a intentarlo?
Me levanté para abrir la puerta, él trajo algunas cosas consigo y me senté en el sofá a su lado. Me quedé mirándolo, él está actuando como antes.
-Gracias -le sonreí y me acerqué para tomar el bocado que me ofreció- está muy bueno -el sabor fue demasiado rico que mi comentario salió sin querer, y después lo miré, me da vergüenza,, seguro me veo un poco tonto por lucir tan impresionado por un postre- también deberías probar -le quité la cuchara con cuidado y corté un pedazito, y del mismo modo en que él lo hizo, se lo ofrecí. Es increíble cómo mis emociones dependen tanto de él, me sentía deprimido y ahora estoy demasiado feliz, aún si no sé qué sigue después o si él me rechazará de nuevo, estos detalles hacen que mi corazón se agite- tomaré un poco de agua, gracias -agarré la botella y la abrí, di un trago y la volví a cerrar para dejarla donde estaba. Me quedé callado después, quisiera preguntar cómo está, qué ha hecho y felicitarlo honestamente por cómo le va ahora en su carrera, pero de pensar en su posible respuesta me siento nervioso- has... ¿cómo te fue con tu familia? -lo miré sonriendo, pude ver algunas fotos y... pero qué estúpido soy. ¿Cómo se supone que yo sepa eso? Desvié la mirada y miré mis manos, ahora pensará que soy un acosador- amm, ah... te ves muy bien hoy, me hubiese gustado mirar esa pasarela... aunque ese tipo de ambiente no es lo mío -me reí de nuevo, debería cerrar la boca porque cada cosa que digo me hace sentir más idiota.

Casi nadie lo conoce, ¿eso debería hacerme sentir mejor? porque solo siento que eso me vuelve una persona insignificante que no tiene porque saber algo así de él. ¡Ah! ¿pero que importa? es obvio que no soy importante, por eso fue tan fácil para él decidir dejarme.
-Ya veo.

Sonrío cuando disfruta del postre, a mi no me encanta lo dulce, porque suele hostigarme muy rápido, pero me alegra que el lo disfrute.
-Ah, ok- me dice que debo probarlo y acepto hacerlo -Si, está rico- lo admito, pero no podría comer más de un par de bocados. Aunque se ve que se han esforzado mucho en impresionar a los invitados con cosas tan deliciosas como ese pastel.
-Bien, fue bueno visitarlos- suspiro un poco desanimado, tal vez debí quedarme, espera un momento… -¿cómo sabes?- pregunto algo confundido. ¿Significa eso que al menos supo algo de mi? ¿pero de que me sirve eso? no, no, basta, no voy a rendirme solo por saber que él mostró un poco de interés.
-ah, gracias. Pero son aburridas, solo ves gente caminar, ni siquiera se porque la gente paga por algo así- la verdad es que considero este mundo algo aburrido, mi trabajo igual. El supuesto sacrificio es cuidar mi cuerpo, pero eso siempre lo he hecho, solo que ahora puedo dedicar más tiempo a eso.
Me quedo en silencio, al fondo se puede escuchar el sonido de la fiesta, pero yo sigo aquí, con la persona que supuestamente debo ignorar. Pero no, lo estoy cuidando.
-¿Tú como has estado?- ya se ve mejor, solo debería irme, pero no lo haré, porque soy así de imbécil. Ian me daría un buen jalón de orejas por esto y Yoko, ella no estará nada feliz por esto. Pero es que yo no puedo dejar de preocuparme por la persona que amo, igual me pasaba con Yoko, y me tomó un tiempo poder dejar de lado mis sentimientos por ella. Lo de Jiro, aun está demasiado fresco. Pero si dejé de amarla a ella, puedo hacerlo con él. Mi determinación a no volver con ella, fue lo que me ayudo. Ok, si, a veces no podía evitar y terminábamos teniendo sexo, pero no volví con ella y no lo haré con él, no importa lo mucho que pueda extrañarlo.

Pero claro que se daría cuenta, no es como si él me hubiera platicado o planeado antes como para yo saberlo. Siento que me estoy poniendo más nervioso, pero es natural que las viera, ¿no? Lo seguía y bueno, siempre miraba sus fotos...
-Amm... la vi en tu... en tu instagram -no lo estoy mirando porque siento que la cara me arde, y bien podría ser normal que visitara su perfil pero no era algo casual, yo de verdad estaba al pendiente porque era la única manera de saber sobre él- supongo que depende del ojo que lo mire... yo habría pagado por verte -lo último lo dije muy bajo. Creo que me estoy convirtiendo en ese ex novio obsesivo que quiere estar al pendiente de él incluso si no lo nota, como esas personas que hablan sobre el amor que le tuvieron a alguien veinte años atrás... dios, no me quiero convertir en eso.

Lo miré por fin y sonreí, aunque parece una pregunta muy normal, le doy mucha importancia a cada cosa que dice.
-Igual que siempre, de casa al trabajo y del trabajo a casa -mi vida es tan aburrida, aunque ahora que estoy viendo a Ivan algunos días son lindos y divertidos, pero no dejo de sentir ese vacío en ella. Algunas veces me levanto solo porque sí y llevo a cabo mi rutina de manera automática- ¿hace cuánto que regresaste? -tomé el agua para dar un trago, siento la boca seca por estar tan nervioso. Tomé aire y dejé la botella junto al plato, no sé si volveré a verlo, así que debería decirle todo lo que siento de una vez por todas. Tal vez él la alija a ella, ya lo hizo, y seguro que mis sentimientos ya podrían ser una carga, pero... esas actitudes suyas me dan esperanza, y aunque sea poco ahora quiero intentarlo, ya me cansé de vivir arrepentido por esto- me encontré a Yoko en la fiesta, me dijo que ustedes volvieron -creo que no puedo evitar mirarlo con tristeza y sentir esa presión en el pecho- ¿eres feliz con ella? -mi voz no tiene fuerza, pero traté de mantener la mirada fija en sus ojos. Si dice que está feliz con ella debería dejarlo en paz de una vez por todas, pero sino entonces tengo una oportunidad. Sé que él ya no la amaba, tal vez ella esté mintiendo, ¿no? Quiero creer que su manera de tocarme y de besarme no fueron solo por el momento.