Una vez más [Leigh]

Ha pasado mucho tiempo desde que terminamos, y también de la última vez que nos encontramos. Me enforce en olvidarlo, realmente lo hice y traté de continuar con mi vida, mi trabajo va bien, tal vez no tenga muchos amigos pero sí los suficientes como para no sentirme solo. ¿Entonces por qué? Esa noticia hizo que prácticamente bajara mi presión, sentí que este tiempo de no pensarlo no significaba nada, inevitablemente me sentí estúpido y comencé a recordar cada uno de mis fallos, y pensar en lo que hubiera pasado si…

-Suficiente, me voy -mi humor es malo, y si no fuera por el alcohol estaría echandome a llorar en este momento. Pero supongo debo agradecer al imbécil que está a mi lado y no deja de llamar "marica, marica", como si no supiera que se refiere a mí- tal vez el marica eres tú, imbécil -me levanté a prisa y dejé el dinero en la barra, estoy seguro de que me escuchó y mi instinto me dice que salga de aquí lo más rápido posible. No debería buscar problemas ahora, pero estoy tan frustrado que ya no pienso con racionalidad.
El tipo me ha gritado y seguido hasta la acera, la gente alrededor solo nos mira y aunque aceleré el paso para huir, sus groserías me han hecho enfadar tanto que la adrenalina le ganaron al miedo.
-¿Qué te pasa, imbécil? ¿Tantas ganas tienes de joderme? -le hice una seña con la mano y el idiota se acercó y me dio un empujón, ha comenzado a reírse y la gente ignora totalmente que este imbécil me está ofendiendo. Estoy muy enojado, estoy demasiado triste y no me pensé mucho antes de golpearlo con el puño en la cara- jajaja, cómete eso, idiota -comencé a reír luego de golpearlo, pero mi satisfacción duró tan poco y cuando menos esperaba, mi cara dolía y yo ya estaba en el suelo. Me siento humillado, no solo parece que esté feliz con haberme golpeado y gritado, y aunque sé que esto terminará muy mal, yo también quisiera dejarlo tirado como él hizo.
Quiero olvidarme de Leigh, no sé cómo superar este fracasado amor, no quiero saber que él se ha casado y que es feliz con ella, no quiero ya tener que soportar mirarlo y recordar cómo todo se me fue de las manos. Es tan frustrante que solo quiero llorar, pero el alcohol me hace tan estúpido que he intentado levantarme para volver a golpearlo.

Jiro:

No ha sido el mejor día, en la mañana salieron aquellas notas en diversas revistas. Notas sensacionalistas sobre como he roto un matrimonio. Lo que me sorprende es que ninguno se haya puesto a investigar un poco y se dieran cuenta de que ella y yo estuvimos casados antes. Seguro que si lo hicieran se darían cuenta de lo interesada que es ella. Digo a mi no me importan esos defectos, yo realmente no soy tan delicado con esas cosas. La verdad es que hemos tenido buenos momentos, sobre todo con su niño, es realmente tan lindo, ha sido un poco como siempre imagine que sería nuestra familia, eso me conmueve bastante.
Pero ver esas nota y escuchar a mi manager regañarme por horas por lo imprudentes que hemos sido, y luego ella hace un par de horas diciéndome que se va a divorciar, que deberíamos casarnos en un año y comenzar a buscar una casa, incluso habla de decoración. Luego de estar completamente saturado con sus deseos, le dije que iba a verme con Ian. La verdad es que quería escapar, yo no estoy seguro de querer casarme con ella... no de nuevo.

Veo a Ian en el bar de siempre, de inmediato me comienza a decir sobre que soy un rompe hogares, pero al menos sus tontas bromas me hacen reír.
-No me quiero casar... digo la primera vez la amaba, pero ahora, ya no soy ese tonto enamorado...- le cuento a mi amigo luego de varias cervezas. Cubro mi boca para evitar eructar con demasiado descaro.
Un ruido se empieza a escuchar en el bar de enfrente.
-Solo mira a esos idiotas, y pensar que yo estaba así por ella cuando me dejó, y ahora quiero evitar casarme- me río al ver caer al flacucho al otro lado de la acera, pero entonces lo reconozco. Mi corazón se oprime y mi risa se apaga al instante.
Dejó mi tarro a medio terminar y sin explicar nada a Ian, salgo corriendo al otro lado donde esta aquella penosa pelea, donde Jiro, ese idiota parece no entender que tiene la pelea perdida, desde el primer momento.
¡Es un idiota! ¡No te levantes!
Pienso con desesperación, mientras me estiro para jalarlo antes de que se le vaya a encima al otro tipo, con esos bracitos no le hará nada. He visto que le alcanzan a golpear de nuevo, pero aun así lo jalo de la camisa por detrás de la nuca para hacerlo caer de nuevo.
-Oye, deja al pequeño- Le digo al otro sujeto, intentando mediar, pero es realmente un idiota.

Siento un golpe y de nuevo caigo al suelo, pero no ha sido el mismo sujeto que me golpeó, no sé si sea amigo suyo  pero sus palabras… vaya, eso me ha dolido más que ese puño. No soy imprudente, en cualquier circunstancia ni siquiera habría hecho caso a este idiota homofobico y saldría huyendo con tal de evitar el conflicto, pero estoy tan harto de ser de esta manera y de parecer débil en cualquier aspecto de mí mismo, que mi boca suelta un montón de idioteces sin pensarlas.
-¿Pequeño? Pequeño es lo que tienes enfrente, idiota -he tratado de jalonearlo de la camisa, pero su peso es más de lo que un ebrio como yo puede mover-no te metas… Leigh -no sé explicar bien cómo me siento al notar que la causa de mi frustración está justo enfrente. Me quedé callado, mirándolo, ¿estoy alucinando por culpa del alcohol?- tienes mucho valor para venir aquí y menospreciarme -el aire me falta, y aunque quiero salir corriendo, lo tomo de la parte del cuello de su camisa y pongo toda la fuerza posible para tirarlo al suelo, aunque eso me hace caer también a un lado- imbécil, insensible -tengo ganas de llorar- ¿Qué estás mirando? ¿Quieres que te dé otro? -le he hablado al tipo del bar, aunque no hay manera de que lo golpeé, sigo de rodillas en el suelo.
El tipo no me golpeó solo porque otro más lo ha impedido, me siento enfadado pero tener a Leigh cerca hace difícil que haga como si ya nada me importara.

Todavía que lo intento ayudar, el idiota va, y me agrede a mi. Por su culpa pierdo el equilibrio, después de todo tengo varios tragos encima, así que ya estoy algo mareado y por el repentino ¿ataque? si, supongo que se le podría decir ataque. Pues termino cayendo.
-¡Idiota!- le grito molesto. Me he dado un golpe en el nervio del codo, así que me tallo con fuerza para que la sensación molesta se vaya.
-¡Ya cállate!- le digo cuando se vuelve a poner agresivo con el otro tipo que parece muy entusiasmado con la idea de seguir golpeando a Jiro. ¿Desde cuando es tan valiente? recuerdo que hasta conmigo era un cobarde al inicio. Siempre lo molestaba en la escuela y solo buscaba evitarme.
Pero ignoro todos los insultos que le grita el tipo a Jiro, maricón... vaya, recuerdo cuando era de los que usaba esa clase de palabras, ahora me molesta escuchar a alguien decir cosas así.
-¿Por que te metes en una pelea? nunca has sabido lanzar un buen golpe. Se que a veces eres bastante idiota, pero acaso no ves?- regaño a Jiro ignorando los gritos del otro tipo.

Su voz me pone nervioso, pero procuro no mirarlo para así no sentir la presión de sus palabras. Y qué le pasa, ¿por qué me regaña? Estoy tan enojado con él por llamarme de esa manera, por haberse enamorado de esa bruja mentirosa, por no querer estar conmigo… Es estúpido, sé que tengo la culpa pero ahora no me quiero culpar, es más, tengo ganas de golpearlo también.
-¡No me llames idiota, tú eres el idiota! -el tipo del bar sigue insultándome, y en cuanto miro a Leigh vuelvo a desviar la vista, ¡se ve tan guapo hoy, es un imbécil!- ¿Ah? Tal vez necesitas que te golpeé también para que veas cómo he cambiado -tiene razón, solo estoy cavando mi tumba, pero en este momento ya estoy bastante hundido y ya nada me importa. La gente nos mira y me siento humillado, así qué, ¿por qué no terminar de menospreciarme? Ellos, y yo también.

El tipo sigue gritando, parece que le duele ser ignorado de repente y eso me enfurece, debió irse pero creo que su ego de macho es bastante grande.
-¡Cállate! -me levanto y me acerco, aunque hay otro tipo que impide que lo golpeé… que me golpeé- sí, soy un marica, pero prefiero comer mierda que estar con un tipo como tú -me he reído y de nuevo trata de golpearme, creo que el alcohol me está afectando bastante. Necesito calmarme, pero con Leigh aquí es complicado- ¡oh! cieerto, olvidé decírtelo -me giré a Leigh- felicidades por tu futura boda con esa bruja -lo he empujado sin mucho éxito y luego comencé a caminar, siento que voy a llorar o a vomitar, ni siquiera distingo qué vendrá primero.

¿Acaso se ha vuelto loco? me toma por sorpresa la manera en que me contesta, me siento confundido de verlo tan agresivo, y un poco molesto por la manera en que me grita.
-Solo inténtalo- le digo cuando menciona algo sobre golpearme, me ha hecho enfadar demasiado con eso. Sigo siendo una persona con muchos problemas de ira, evitar los conflictos es lo que me va mejor porque sino, bueno acaba mal. Pero que él amenace con golpearme me ha molestado más que los gritos del otro sujeto.

Me cruzo de brazos, como esperando a ver que  su gran pelea con el tipo de los gritos, pero los amigos los detienen.
Me pongo tenso cuando habla sobre mi boda, y me empuja, aunque no lo ha hecho con mucha fuerza.
-Ian, te pago a la próxima- le grito a mi amigo mientras salgo corriendo para alcanzar a Jiro.
Sigo enojado, ¿por que me trata así?
Le pedí muchas veces por estar juntos y aun así quiso terminar. ¿Y ahora solo me trata como si yo fuera el culpable de como están las cosas?

Lo alcanzo y lo vuelvo a jalar de la parte de atrás del cuello de su camisa, pero esta vez no lo hago caer.
-Ibas a golpearme ¿no? Demuéstrame como has cambiado porque yo no veo nada diferente- le digo molesto, ni siquiera se para que lo he seguido, supongo que solo es algo que no puedo evitar con él, siempre perseguirlo de una u otra manera, siempre acabo persiguiéndolo.

Dejo de mirarlo, ¿lo golpeo? No, no, seguro que si lo hago enojar termino peor que ahora. Pero tal vez él y yo necesitemos intercambiar algunos golpes para por fin terminar esto, ¿será que de esa manera pueda despreciarlo y luego olvidarlo? Pff… claro que no, eso jamás pasará.
-Ja… -me hice el tonto, porque prefiero gritarle al otro imbécil a seguir aquí junto a él, y no aguantaría ser molido a golpes por la persona que amo, eso cruzaría la línea.

Comencé a caminar tan rápido como pude, aunque ebrio es difícil hasta mantener el equilibrio. Mi pecho arde, quiero girarme y volver, ¿pero qué voy a decirle? Él ya tiene una vida, soy el único estancado.
-¡Hey! -entré a la defensiva por algunos segundos, creí que me habían seguido ese tipo y sus amigos- ¿qué? ja… jaja, no gracias, no soy idiota -no, soy muy idiota, me he acobardado. Pero es que mirarlo de cerca tan molesto me ha puesto nervioso- ¿para qué quieres que te lo demuestre? ¿Sirve de algo ahora? -quisiera no ser tan sensible, tener fuerza para alejarme y no sufrir más por esto. Quiero ser feliz, quiero desearle felicidad y poder recordar lo nuestro sin que me afecte tanto, pero es tan complicado- ok, ok, te golpearé -me reí, porque sino, terminaré llorando- pero… tú no me debes golpear de vuelta… ¿o sabes qué? Sí, hazlo -me reí de nuevo, estoy mirando al suelo. Si él me golpea seguro podré seguir adelante, injustamente lo odiaré pero al menos habré terminado- ok, lo haré, te lo juro -estoy mareado y he lanzado un golpe a su cara que espero dios no le haya dolido- oh, por dios, perdóname -me acerqué a mirarlo, pero se ve tan enojado que cierro los ojos porque seguro que el golpe viene de vuelta.

Me río con burla cuando dice que él no es un idiota. Tengo razones de sobra para decir que lo es. Aunque siempre le he dicho que es un idiota, creo que incluso cuando a veces me ponía cursi se lo decía, pero es porque no logro comprender su forma de pensar, siempre actúa de maneras que nunca puedo imaginar.
-Ahora resulta que solo debo dejar que me golpees, es absurdo- digo ante su advertencia de que no le haga nada. La verdad es que nunca lo he podido golpear, incluso cuando toda nuestra historia comenzó, nunca le he podido poner una mano encima -Pues si, claro que lo haré, te lo devolveré- entorno los ojos, cuando parece avisarme y advertirme de que lo hará. Hasta llego a pensar que no lo hará y que son solo palabrería -No te atreves- me burlo pero mi risa se apaga al sentir su puño. No es un golpe tan fuerte, supongo que es un golpe normalon, he recibido peores, mi rostro se ha girado un poco, y mi puño ya esta cerrado para buscar la venganza. Pero no lo lanzo, solo grito frustrado porque no puedo, no puedo golpearlo.
-Eres un idiota- digo tallando mi rostro, sigo furioso, y necesitado de sacar mi ira, así que me giro hacia la pared que tengo cerca, y le doy un par de golpes.

Creo que un poco sus burlas y otro poco mi estado de ebriedad me dieron el valor de hacer esa estupidez. He abierto los ojos, él está super molesto y me exalto cuando lo escucho golpear la pared. ¿Qué debería hacer? Parezco experto cuando se trata de arruinar las cosas entre nosotros.
-Lo sé, soy tan idiota -me tiemblan las manos, pero como pude tomé sus manos. Se ha lastimado un poco al golpear el concreto- lo siento… por golpearte -al fin lo he mirado, siento vergüenza y asco de mí y de esto- lo siento por arruinarlo siempre -quiero soltarlo pero no puedo, ya no habrá otra vez, ya no… ya no hay nada entre nosotros. Arruinarlo es mi manera de mantenerlo conmigo, incluso si le hago daño o a ambos, no puedo evitar querer ser algo- deberíamos ir por algo… me.. me duele la cara -mierda, justo he comenzado a sentir el dolor en mi cara, ese imbécil me golpeó fuerte- ¿te duele? -he tratado de tocar su cara, no veo hinchazón, pero tal vez para mañana tenga una marca… oh por dios, este tipo vive de su cara, ¿qué voy a hacer?- tu cara, lo siento, me olvidé que es tan importante…
Cogí su mano y comencé a caminar, podría disculparme, comprarle una compresa fría e irme. Es más, debería ir a alguna farmacia pero estoy caminando lejos de la gente porque claaro, lo único que pasa por mi cabeza es estar a solas con él. Y pueden pasar 3 cosas, que él por fin se decida a golpearme, que podamos tener privacidad o que me deje allí tirado, y de ser así, por lo menos podré llorar sin que nadie me vea.

Me golpea y de inmediato ya se esta disculpando. Sigue siendo el mismo, solo que supongo lo encontré en un mal momento, tal vez llegó a su limite, eso me pasaba mucho cuando Yoko me dejó. ¿Acaso está así por mi? se lo que es esa desesperación, que deja de importar incluso el bienestar propio, solo se quiere olvidar las cosas de alguna manera.
-Si no sabes tomar, no deberías emborracharte- le reprendo por estar tan ebrio y solo. No debería hacerlo, creo que siempre lo veo como a alguien que debe tener quien le cuide. Incluso en la escuela, aquel alumno que siempre estaba con él, al menos cuando no estaba conmigo, ese chico lo cuidaba.
-Si, mucho- miento, la verdad me duele más mi mano -Oh si, mi cara... y mañana tengo un llamado para unas fotos- otra mentira, supongo que solo busco un poco de su atención -seguro se hinchará, ¿que voy a hacer?- llegamos una calle donde hay unas escaleras, así que aunque lo he dejado llevarme al comienzo, lo jalo para ir a la escaleras a sentarnos, ya que ha dicho que se sentía mal, creo que sentarse le ayudaría.
La luz de la calle no alumbra del todo la escaleras, y aun así alcanzo a ver su rostro, a él si se le ha hinchado un poco uno de los golpes en su cara.
-no se ve nada bien esto-toco con mi indice el golpe que tiene -¿Por qué tomaste tanto? solo mira como te dejó ese tipo y mira, estás todo sucio- le sacudo un poco de la espalda.

Me siento tonto por ser regañado, pero creo que ya no está tan enojado por el golpe. No debí tomarle la palabra, pero no me encuentro bien, y tiene razón en que soy pésimo manejando el alcohol, por eso no lo hago o al menos es en casa sin nadie a quien afectar.
-¿De verdad? Traté de no darte tan fuerte -estoy preocupado, incluso afectaré su trabajo y no sé qué hacer. Hielo, debo comprarle hielo, pero no sé si es suficiente, ¿y si pide un permiso por enfermedad? No, no creo que sea tan fácil. Me siento más patético, afectar su trabajo es cruzar el límite.

Terminamos sentados en una escalera, su cara no se ve tan mal pero mañana tendrá un pésimo color.
-Estoy bien… -¡duele! Mi resistencia al dolor es muy baja- yo… estoy bien, no pasa nada -he sonreído, tener sus atenciones me hace feliz. Tal vez sea lástima pero me conformo, a estas alturas no estoy en posición de ponerme exigente- tú también tienes polvo en la chaqueta -le sacudí y me reí, puedo ver un poco su rostro, lo de su chaqueta fue una excusa para tocarlo- ¿de verdad vas a casarte? -evito mirarlo, hasta quiero tapar mis oídos y evitar la respuesta más obvia. Esa mujer sí que se esforzó en ese artículo, no le importó poner a Leigh como un rompe hogares, aún cuando la bruja es ella, siempre lo fue- yo… vi hoy eso y solo terminé ahí -estoy diciendo la verdad, pero si será el final… no quiero que lo sea pero eso no está en mis manos, así que al menos debo disminuir la cantidad de arrepentimientos que tengo sobre nosotros- es tonto, lo sé. Digo, después de tanto era bastante obvio que terminaría así -me reí- era obvio y… no quiero que te cases -tragué saliva y respiré hondo, he limpiado con mi mano mis ojos, al menos pude controlar las ganas de llorar y apenas un par de lágrimas se asomaron.

-Pues duele, podría demandarte- comento pensando que mi manager si que querría hacer eso, porque mi rostro es mi trabajo. La verdad es que no es la primera vez que llego con golpes, así que ya se cuales serían sus regaños, y si que se han demandado a un par de personas, pero las demás, no proceden porque termino siendo yo el culpable de las peleas.

Él también me sacude. Creo que ambos somos un poco un desastre en este momento.
¿Casarme? ¡no! pero no se lo digo, quiero molestarlo un poco, saber si aun se pone celoso.
-Ya no se pueden tener secretos...- comento como si me molestara que se metieran tanto en mi vida, que si me molesta pero suelo ignorarlo tanto como me es posible.
-Así que te andas emborrachando por mi, vaya sorpresa- se que es malo, pero eso me hace sentir un poco bien -¿Obvio? tú crees?- supongo que él puede pensar eso, digo, desde hace años siempre tuvo cierto complejo en todo lo referente a Yoko -¿Y que harás al respecto? llegarás el día de la boda y dirás que te opones?- imagino ese escenario y suelto una risa -¿sales con alguien?- Si hay algo seguro sobre Jiro y yo, es que pese a pensar o tener sentimientos por alguien, no solemos ser de los que están solos, siempre tenemos a la mano algo de sexo seguro. No me importa que lo haga, me preocupa más que comience alguna relación o algo más serio.
Se que la vez que nos vimos en aquella fiesta, yo me puse un poco ala defensiva diciendo que ya no le iba a rogar. Y ahora estoy aquí intentando ponerlo celoso.

-¿Demandarme? -creo que me puse pálido, no debe hablar en serio, ¿o sí? Lo menos que necesito ahora son problemas legales, mi vida está saturada de estrés como para cargar con eso.
Apreté los labios, sí, sí, me emborraché por él, gracias por recordarlo.
-Pues sí es obvio, ¿no? Después de tanto, imagino que quieres casarte con ella -me odio, odio tener que decirle justamente lo que no deseo me responda- ¿qué? Jajaja… -¡es un idiota! ¿Por qué parece que lo disfruta? Estoy sufriendo ahora mismo- sí, tal vez lo haga. Ya sabes, así de ebrio entraré a la iglesia y diré que soy tu amante... -no se molesta ni me pide que me calle, tampoco me reclama. ¿Por qué ríe? No sé cómo interpretarlo, pero el ambiente se ha relajado y escuchar su voz amable me hace sentir cosquillas en el estómago- ¿yo? Ah, bueno, no realmente… -no te pongas nervioso, estúpido yo- a veces -¿qué clase de respuesta es esa? Además no sé si lo pondré celoso o se aliviará, si es lo segundo juro que me bajará aún más la autoestima- ¿te interesa si salgo con alguien? -lo he mirado, o eso intento, está muy oscuro.
Me he acercado más a él, creo que se nota lo que quiero pero si me rechaza amablemente, me va a doler más que lo que duele ahora mi cara.
-¿Quieres ir a mi casa? Para… curar mi cara… ¡tu cara! Ah… -adiós a mi amada dignidad, aunque desde el inicio no ha estado muy presente que digamos.

Me río al ver su expresión por lo que acabo de decir.
-Si te portas bien, no lo haré- le digo como si se tratara de una amenaza pero obviamente estoy bromeando.

Solo sonrío cuando menciona lo de que me quiero casar. Digo, tal vez soy un poco malo, pero quiero que sufra un poco pensando que aquello podría pasar.
-¿Eres mi amante? no recuerdo que fuera así. Yo fui tu amante y luego me dejaste-comento un poco para echar sal a la herida. Si soy algo cruel, pero se siente bien saber que aun le provoco celos.

A veces, vaya respuesta mas vaga.
-A veces, genial. - a veces con el mismo ¿diferentes? no me deja muy claro nada -Solo es mera curiosidad, porque si sales con alguien dudo que le guste que te andes emborrachando por mi - sonrió con ligera satisfacción por el final de mi frase.

Si, es buena idea, no sería bueno que alguien me viera por aquí- no, mi fama no asciende a tanto, solo le pongo dramatismo porque si, claro que quiero ir a su casa -vayamos a curar tu cara- de nuevo mi tono es burlón.

Me he reído de manera forzada, o tal vez de mí mismo porque vaya, con sus frases lo borracho se me ha bajado un poco y siento tanto la humillación que estoy pensando en esconderme tras la escalera.
-Pues… bueno -qué tarado, me siento avergonzado por haber tratado de seguir su estúpida broma- podemos volver a ser amantes -me arde la cara, es como si supiera que estoy poniéndome en vergüenza y en lugar de callarme, me hundo más para terminar de humillarme con provecho. ¿Para qué me querría de amante? Ni siquiera en broma quiero que me rechace- yo estoy muy borracho, perdón por decir todo eso -soy un patético enamorado de alguien que ya me superó y ahora se divierte recordándome los hechos.

Creo que él tiene razón, y estaba por decir que seguro a la bruja tampoco le gustaría saber que aquella vez nos besamos mucho, pero cerré la boca por primera vez y me mordí el labio.
-Creo que somos algo así como el que lame las heridas del otro -Ivan no me ama, yo tampoco. Lo aprecio mucho y lo quiero, estaría ahí para él cuando me necesite incluso si nosotros dejamos de acostarnos, pero nuestra mente y corazón siempre está en otro lado y creo que ambos estamos conformes con eso, es por eso que nos entendemos. Aunque él al menos es correspondido- aunque seguro se enojará -más que enojarse por celos, creo que le molestaría mi imprudencia que terminó lastimándome, él es amable y se preocupa siempre por otros. Pero vamos, que él hace básicamente lo mismo.

Sigue burlándose pero aceptó ir conmigo, y no entiendo, es obvio qué intención tengo al invitarlo. O tal vez él en verdad quiere sanar las cosas conmigo y ser algo así como amigos… ¡No!, yo no quiero ser su amigo.
-Cierto, sí -hice una mueca por su burla y me levanté, me quedé quieto unos segundos y comenzamos a caminar para buscar un taxi.

En el camino es incómodo, le pregunté por su trabajo nada más para llenar los huecos de silencio porque temo que me pondré sentimental si pienso mucho.
-Todavía vivo aquí -saqué las llaves cuando bajamos del taxi, no sé por qué dije eso, no es como que a él le importara.