Casualidades [Sora]

Recuerdo del primer mensaje :

El ambiente de este lugar es bastante incómodo, las personas de aquí son muy refinadas para lo que acostumbro, porque incluso si he tratado con personas famosas e importantes, creo que mi círculo social no es taaan tenso. Aún así no me queda más que esperar que Luciel y su novia lleguen, y por supuesto mi cita. Pero ¿cómo terminó así? O sea, sí, quería conocer una linda chica y salir a divertirme de manera auténtica después de todo este tiempo, porque desde que terminé con Sora siento que todo lo que hago es un intento desesperado por olvidarla, incluso esto…

-¿Por qué no llegan? -revisé la hora en mi teléfono y suspiré. Este sitio es taaan incómodo, solo espero que Luciel me presente una chica linda y agradable- ugh, soy patético -mi vida es un desastre, sé que necesito madurar y poner orden a mis decisiones, pero viendo cómo Sora está tan cerca y encima creo que anda con ese idiota bonito, me fastidia. ¿En serio ya no siente nada? Lo peor es que yo incluso insistí después y ella parece realmente haber olvidado todo de mí.

El mesero dejó una botella de ¿vino?, no lo sé, pero es lo que hay y no tardo en tomar la mitad de la copa que me ha servido.
-Qué… rayos -por fortuna tenía la copa en la mano cuando vi entrar a esa persona muuy familiar, porque sino seguro escupia la bebida. ¿Por qué justo hoy? He visto a Sora más de lo que puedo soportar gracias al trabajo, pero este sitio… ¿a quién viene a ver?- la saludaré, no… dios, me ha visto -le sonreí y noté muy rápido su cambio de expresión, al menos debería disimular- hola, qué coincidencia, vine a una cita también y jaja… -¿por qué no se mueve? ¿Y por qué se ve tan hermosa hoy? Odio esto, no debí decirle a Luciel nada sobre mi amor fracasado.

Salem:

Mi expresión creo que demuestra mi incredulidad. ¿Nombre raro? que va, menos para un extranjero como él.
-Si claro, rarísimo- la verdad es que creo que son sus celos, de la misma manera que yo llamaba niña rica a esa chica con la que salía -Fue novio de una de mis amigas en la escuela- creo que omitir mi enamoramiento de él es lo mejor.

-En realidad piensa que fui yo, dice que tengo un lado oscuro que desconoce- Kurt solo lo dice para molestar, porque siempre soy tan rígida, él asume que es imposible que no tenga un lado oculto que contrarresta con esa parte de mi que siempre muestro al mundo.

Sonrió un poco por lo que me cuenta de su hermano, parece que pese a que en el exterior se ven tan diferentes, son muy similares en comportamientos.
-No, no lo creo. Yo pienso que es una tontería casarse con el problema de otras personas- agrego para intentar que no se sienta culpable por ser el amigo de Luciel.

Hemos terminado la cena y algunas copas, estoy un poco mareada.
-Ya es tarde, creo que lo mejor es irme. Ha sido una linda noche-comento un poco tensa porque creo que el momento más complicado es el de despedirnos.

Oh…. ¡oh, vaya! Entonces ellos no estarían juntos, deben ser algo así como amigos cercanos, tal vez hasta se vean como hermanos y por eso sean tan cercanos. Me siento muy aliviado de escuchar eso, no importa si soy obvio, yo en serio la pasaba mal cada que los veía juntos.
-¿De verdad? Pero creo que puedes dar esa impresión a veces, y en realidad eres más dulce de lo que todos creen -yo también tuve una fuerte impresión de ella, es una chica que tiene mucha presencia.

-¿Verdad? Y ese idiota sí que se sobrepasó aquella vez -me quejo riendo. Ella no me juzga, me siento tan cómodo siendo yo mismo sin cuidar cómo hablo, la manera en que visto o mis ademanes. Siempre me sentí acomplejado y cuando estoy con Sora, me siento completamente libre.

Terminando la cena nos levantamos para salir y cada quien tomar su rumbo, no quiero que se acabe esto, pero ella se ve un poco mareada y creo que yo también.
-¿Está bien que te vayas sola? No quisiera dejarte así -claro que quiero pasar más tiempo juntos, pero también estoy preocupado- puedo acompañarte a casa… te prometo que no haré nada -le he puesto una cara suplicando- ¿o ya quieres irte? Yo quiero extender un poco más esta cita -quiero abrazarla, pero si lo hago arruinaré la buena noche. La paciencia no es mi fuerte y ahora creo que es lo que más necesitaré, ¿por qué me pasa esto?

Son solo palabras amables y aun asi mi cara seguro esta roja de solo escuchar que diga que soy dulce.
- exageras... - digo tratando de que se me pasé el bochorno del momento.

Salimos del lugar, esta un poco frio, y pienso en que seria lindo si me abrazara. ¿Debería animarme a hacerlo yo? La verdad es que hoy siento algo diferente en él. Tal vez ha madurado en este tiempo.
- tengo frío, así que me quiero ir a casa, pero no me molestaría si me quieres acompañar - ¿Es una locura? Tal vez es culpa de las copas o solo lo mucho que lo he extrañado. Más allá de la razón, realmente lo extraño, el tiempo juntos, fue un tiempo en el que fui muy feliz.

No tengo auto, y como ambos tomamos asumo que nadie pensaria en manejar.
Subimos al taxi y doy mi dirección.
- hay algo distinto en ti, no solo tu cabello... Siento que hoy si te puedo creerte lo de que podría funcionar- confieso cuando bajamos del auto.

Comienzo a quitarme el saco cuando me dice que tiene frío, ni siquiera lo pensé y cuando ella ya lo tenía encima, me di cuenta que había perdido mi valiosa oportunidad para abrazarla.
¿-Mejor? También puedo abrazarte -entre que bromeo y lo digo en serio, y si ella no me mira feo, entonces creo que lo haré. Sabe que soy de esa manera tan demandante, aunque trato de sacar un poco de paciencia, pero no creo aguantar mucho.

-Sí, ¡claro! -en el taxi me animé a pasar mi brazo alrededor de sus hombros, estoy nervioso y feliz, y constantemente le pregunto si está bien, si no se siente mareada y también por si tiene sueño. No creí que me dejara acompañarla a su casa, sé que cuando esté sobria volverá a ser un poco fría, pero también puede que podamos hablar bien y luego de hoy, las cosas mejores.

No sé si he cambiado, yo me sigo viendo como el tonto inmaduro que no es suficiente, pero escucharla hablar bien sobre mí me anima.
-Funcionará -caminamos a la entrada, decidí tomar su mano como si estuviésemos juntos. Extrañaba estos gestos, abrazarnos y caminar juntos hacia ningún sitio en particular- yo quiero que funcione, tú quieres que funcione.  Si te prometo que me esforzaré por ser más precavido, es porque en verdad voy a hacerlo. Tal vez no me creas porque, bueno, tengo mi historial arruinando todo -me empecé a reír, tomé sus mejillas pero no la besé en los labios, sino en su frente- pero eso te lo volveré a preguntar mañana, cuando estés completamente consciente -al entrar la ayudé a sentarse y me puse a su lado- ¿tienes sueño?, ¿quieres que prepare algo caliente? -mi estúpida cabeza se hizo ideas pervertidas, pero por ahora tengo que actuar paciente y cool.

El me da su saco y bueno ha sido un gesto lindo, pero no era lo que esperaba. Aunque obviamente no le diré.
-No, así está bien- digo aceptando el saco.

Miro de reojo como mueve su brazo y me lo pasa por los hombros. No sé si siempre fue así, pero hoy me parece que está siendo muy atento conmigo, de una manera mucho mas respetuosa de mi propio espacio. Creo que todo el tiempo que hemos pasado discutiendo el porque no estamos juntos lo ha hecho centrarse un poco.

El no duda en decir que funcionará, era obvio que su respuesta sería algo así.
-Si, tu historial no ha sido el mejor… - río un poco recordando muchos encuentros que hemos tenido y siempre acabamos peleando.
Toma mi rostro entre sus manos, y cierro los ojos esperando un beso, pero mis labios se encuentran solos, pues besa mi frente. Si que está siendo cuidadoso, hasta me siento un poco tonta de estar esperando más.
-Vaya… supongo que es mejor a estar completamente consiente- quería tener de excusa el alcohol, tal vez para poder arrepentirme mañana, pero creo que no hará falta, su reciente comportamiento solo me hace sentirme más segura sobre que ha madurado. Tal vez sea complicado, pero creo que ahora si podría asumir el riesgo que conlleva la relación.
-Me gustaría un chocolate caliente, me cambiaré de ropa me iré a desmaquillar- camino a mi recamara, termino poniendo un camisón, y encima una bata, cepillo mi cabello y lo recojo en una coleta, y lavo mi rostro para limpiarlo.
Regreso y me acomodó en el sofá, subiendo mis piernas y abrazándolas.

casa:

Desearía que mañana ella siga siendo de esta manera, es como si nada malo hubiese ocurrido y el tiempo que estuvimos separados no existiera. Me siento querido, y es obvio que yo aún la amo.
-Perdón por ser un niño -me he quejado, pero es solo de broma. Tal vez es verdad que Sora necesita un tipo centrado, yo difícilmente seré ese ideal pero por lo menos debería dejar de darle problemas. Me dejé llevar tan fácil porque era la primera relación seria para mí, todo era perfecto y no pensé en las consecuencias, pues los dos somos personas que estamos constantemente siendo observados- aunque veo que no están tan borracha, ¿verdad? -piqué su mejilla y sonreí.

Ella subió a cambiarse y yo me quedé en la cocina buscando algo para preparar un chocolate caliente, soy un inútil pero al menos eso sé hacer. Busqué algunas galletas y encontré unas, ella tiene muy poca comida y me preocupa que no coma bien, trabaja tanto.
-Aquí tienes -preparé una taza para mí también, evito este tipo de bebidas pero hoy es especial- tienes que comer más, no hay mucha comida en tu alacena -la abracé con más confianza pero con cuidado de no hacer que moviera su taza- sé que dije que… no, bueno, no importa -mañana, solo debo esperar a mañana para proponerme de nuevo- hace mucho frío hoy, ¿tienes que trabajar mañana temprano? -no creo que me deje quedarme, pero sería lindo pasar la noche juntos y acurrucarnos, y hacernos muchos mimos. Dios, como extraño eso- yo tengo sesión hasta medio día, si te parece puedo hacerte el desayuno -la miré y me quedé en silencio… estoy presionando de nuevo- o no, ¿verdad? Jeje

Me reí cuando pico mi mejilla, y negué con la cabeza.
-Un poco mareada pero no borracha- comento aun con la sonrisa en mi rostro.

Miro hacia la cocina cuando comenta lo de la comida.
-Odio cocinar, siempre pido comida, tengo menus de todo tipo de comida guardados en la cocina- si, tal vez no cocino, pero al menos intento que lo que compro sea saludable, no soy de las que come pizza y hamburguesas cada noche.
-No, mañana no, de hecho por eso acepté que la cita fuera hoy- supongo que he delatado que de verdad iba a intentar algo con la persona de esta noche. Si, quería intentar al menos un poco de distracción, después de todo soy un ser humano y tengo mis propias necesidades, aunque no es común encontrar un buen amante, pero a veces se me antoja un poco de compañía. Con Kurt no hemos llegado a ese punto, somos como dos amigos que de vez en cuando se han besado solo por el momento, que le va bien en una presentación y de la emoción llega y me planta un beso fugaz.
-¿Tú lo prepararás? ¿desde cuando cocinas?- pregunto incrédula, porque no es algo que le guste -Podemos ordenar algo juntos- comento para sugerir que no me molestaría que se quede esta noche.
El chocolate hace que mi cuerpo olvide el frío de hace un rato y me acurruco en los brazos de Salem.
-extrañaba esto- digo aspirando su aroma que me relaja tanto. Y solo puedo pensar que tal vez he sido demasiado terca, esto es tan bueno, la diferencia de tenerlo aunque sea para tomar un chocolate hace que todo se vuelva mucho mejor -Tú manager me dijo que no lo lograríamos, tengo miedo de que tenga razón- admito de nuevo mis miedos, pero esta vez no para buscar alejarlo, sino porque quiero escucharlo decirme de nuevo que si podemos.

Ella es tan ordenada hasta en eso, yo también suelo ordenar comida y si me cuido es por mi trabajo y la obsesión por mi aspecto, pero sino, seguramente comería de la manera nada saludable en que Ziba come.
-Eso es algo que tenemos en común --comento como si fuese algo de lo que estar orgulloso, y me pongo a pensar en que como pareja seríamos un poco inútiles en las tareas del hogar.
Ella no me dio una negativa, al contrario, me ha invitado a quedarme con esa respuesta, estoy seguro. Pero si no sabía que sería yo, ¿quiere decir que planeaba traer al chico a casa? Ugh, ¡no!, no pensaré en eso, ese tipo soy yo y está excelente que mañana no tenga que trabajar, y casi tengo ganas de pedir permiso de faltar, pero creo que no podré.
-¡Perfecto! Entonces podremos desayunar juntos -estaba tan emocionado por la idea y nosotros estando juntos, que omití el graaan detalle de que soy un completo inútil para la cocina- ah, bueno… ¿chocolate con galletas? -digo levantando mi taza luego de tomar un trago. Su idea me gusta y con un movimiento de cabeza le indico que sí, que estoy de acuerdo. Tal vez seamos inútiles, pero mientras ganemos suficiente, podremos pagar por ello y así tener más tiempo para nosotros.

Puse la taza sobre la mesita y la abracé fuerte, estoy tan feliz que siento que nada podría quitarme esta sensación, pero creo que me equivoqué. Lo que dice primero es un poco raro, me quedo abrazándola y pensando un momento.
-¿Qué fue lo que te dijo? -okey, esto es importante y más de lo que pensé. Él normalmente me regaña a mí, pero que haya hablado con Sora sin avisarme es demasiado- ¿por qué no me contaste antes? -la he vuelto a abrazar, no la estoy regañando ni estoy enojado con ella, pero estoy muy molesto. Sé que fui irresponsable, pero ¿no fue demasiado lejos?- nosotros estaremos bien, claro que podremos lograrlo -ahora tengo más motivación para esforzarme, y aunque mi primer pensamiento fue ir y reclamarle por lo que hizo, creo que lo mejor es pensar las cosas claramente.

Yo sé cocinar, como parte de ser una mujer al menos mínimamente adecuada; según la palabras de mi abuela. Me metieron en varios cursos sobre cocina y cosas que un ama de casa debería hacer. Así que si, se cocinar y mantener una casa presentable, pero odio hacerlo. Odiaba que solo por ser mujer tuviese que hacer esas cosas, así que desde que vivo sola, no cocino, y no me encargo de nada de la casa. Es caro pagar a alguien que limpie, pero prefiero hacerlo. Pero al menos con Salem no tengo que comportarme como una mujer ideal, no me reclama ni me dedica alguna mirada de reproche de que no hago las cosas que debería.
-Si, será lindo tener compañía en la mañana- me acurruco un poco más hacia él.

-Pues, solo me hablo de tu carrera y el daño que yo podría causarte- decir eso me hace sentir un sabor desagradable en la boca, pensando que en este momento estoy haciendo las cosas mal. Pero el me dice que estaremos bien y quiero creerle. La verdad es que lo he extrañado mucho.
-Ven, vamos a la cama- me levanto y le ofrezco mi mano para guiarlo hasta mi recamara. En realidad no tengo pensamientos sugerentes, solo tengo ganas de dormir en su compañía, y que me abrace.
Me quito la bata para quedar solo en camisón y me meto a la cama, esperando que se acomode a mi lado y abrazo.
-Extrañaba mucho esto- cierro mis ojos para disfrutar del momento y no tardo en quedar dormida. Es como si luego de mucho tiempo por fin haya logrado descansar de verdad.

Despierto temprano, antes de que el sol salga, ya es más una costumbre que tengo. Lo veo a mi lado en la cama y sonrío. Se ve tan guapo incluso cuando duerme. Me meto a darme una ducha. Al salir tomo mi computadora y me vuelvo a meter en la cama con la laptop en mis piernas y comienzo a contestar algunos correos del trabajo.

No tenía idea de eso, cuando terminamos la culpé por ello y aunque pensé en las razones que pudo tener, no imaginé que fuese algo así. No me hará daño, y me siento como idiota porque eso pudo evitarse de yo haber sido cuidadoso. Mi manager me lo advirtió, pero incluso conmigo no fue tan rudo al decirlo, ¿por qué con ella sí?
-Es un idiota, entiendo que ve por mi carrera pero no tiene derecho a intervenir con mi vida -digo eso pero la realidad es otra, la gente como yo no puede gozar de la privacidad como los demás, incluso si yo no soy tan famoso como otros, todavía estoy en el ojo público a causa de mis circunstancias. Y no puedo evitar pensar que si yo fuese “normal” estas cosas no pasarían, probablemente solo llamarían la atención y me dirían sobre ser discreto- prometo que lo resolveré .

La acompaño a su recámara y me quito la corbata para mayor comodidad, también he dejado mis pantalones a un lado porque no podré dormir así. Nos recostamos y la abracé, esto se siente muy bien. Es raro, quiero besarla y extraño mucho la intimidad entre nosotros, pero por ahora es suficiente tenerla a mi lado.
-Me hacías tanta falta, Sora -empecé a dar caricias en su cabeza, es silencioso y creo que no tardará en dormirse, se veía cansada. Yo no puedo dormir ahora, mi cabeza está llena de lo que dijo y le doy vueltas y vueltas, estoy inseguro conmigo mismo y puede que exagere, pero pienso en que soy el culpable y muchas razones apoyan dicha teoría. Soy raro, inmaduro, ni siquiera noté lo obvio. No sé por qué Sora se enamoró de mí.

En algún momento quedé dormido luego de pensar tanto, y al abrir los ojos lo hago lentamente. Mi alarma suena pero se escucha lejana.
-Lo siento -me levanté pasados un par de minutos para poder apagar la alarma, es molesta- buenos días -le sonreí y me volví a escurrir entre las sábanas para dejar un beso en sus labios- ¿qué estás haciendo? -iba a hacer un comentario sobre el trabajo, pero por fortuna me frené a tiempo- tu idea de ayer sobre ordenar el desayuno… creo que la tomaré -sigo acurrucado en la cama, esperando que deje su computadora y me dé un poco de atención.

No puedo creer la clase de chica que soy cuando lo tengo cerca, pero la verdad es que me gusta como me hace sentir. Tan especial y amada, si eso mismo que me hizo dudar que pudiéramos manejar la relación, porque el autocontrol no era nuestra mejor cualidad. Pero tal vez ahora sea posible. Estamos en la cama y aun así esto no se ha vuelto un desenfrenado encuentro. Creo que más que eso, yo necesitaba poder compartir un momento con él, algo en lo que solo se tratara de los sentimientos, de poder sentir una cálida seguridad sobre cuanto me ama y yo a él.

-Buenos días- le digo con una sonrisa - Solo mando unos correos, como dormías pensé en aprovechar- cierro la computadora y la dejo a un lado aceptando ese beso que me da.
-Genial, mientras te preparas, iré por los menús, amm, si necesitas ropa, en mis cajones hay de la que dejaste en algunas ocasiones- le doy otro ràpido beso y salgo de la cama para ir por los menús de comida a la cocina.
Sobre si ropa, había noches que usaba alguna camisa suya solo para intentar extrañarlo menos.
Tomo los menús de varios lugares y regreso a la cama. Mi favorito es uno de unas ensaladas, una con fresas es mi favorita.
-Me gustaría pedir aquí, ¿que te parece?- le ofrezco el menú mientras comienzo a buscar cosas en mi ropa, él tiene que ir a trabajar, y yo, bueno creo me gustaría ir a hablar con Kurt, para terminar lo que sea que llegamos a tener en algún momento.

al menos ella deja su trabajo a un lado y me pone atención. Es infantil ponerme así, pero me gusta ser su prioridad al menos en este momento, ya aprenderé a ser más paciente por la tarde.
-Está bien, ¿llevas mucho tiempo despierta? -me senté sobre la cama. Ella me ofrece ropa, anoche estábamos tan ocupados con nosotros que no pensé en la posibilidad de cambiarme- me alegra que no te deshicieras de ella -cuando sale, busco en el closet alguna camisa y un pantalón, no tengo muchos, por eso puedo recordar cuáles dejé aquí cuando nos separamos.

Tengo la ropa en la mano y me siento con ella a revisar los menús, quería pedirle su ducha pero puede que quiera tomar un baño conmigo, aún tengo algo de tiempo para eso.
-Ensalada -señalo la que quiero- y jugo de pepino -Estoy esperando que termine de ordenar, siento mucha emoción por la propuesta y dios, no es como si le estuviera pidiendo matrimonio- ¿podemos tomar un baño juntos? La comida tardará en llegar -he puesto esa carita que siempre uso cuando quiero que se cumplan mis caprichos, pero tomar un baño juntos sueña lindo, ¿no?

Niego con la cabeza, aunque si llevo un rato despierta, pero no es tanto, creo, pero me ha dado tiempo de contestar varios correos.
-No podía hacerlo, pensé en regresártela, pero no me animé en ir a buscarte a tu casa- pensé que en ese posible escenario yo terminaría sediento ante él.

Sonrío y tomo el celular para hacer la orden de la comida y una vez que está listo pago en la aplicación.
Siento mi rostro arder cuando hace esa petición, siento ese cosquilleo en im estomago.
-Está bien- digo evitando su mirada porque me he sentido un poco apenada, pero no lo voy a negar deseo estar con él.
Tomo un par de toallas limpias y le ofrezco una. Camino a la regadera para comenzar a prepara él agua, y una vez esta a una temperatura agradable, me comienzo a quitar el camisón, lo dejo en el suelo y me meto al agua. Aun sigo sin girarme a verlo, estoy un poco apenada, como tenía mi cabello aun recogido en una coleta, busco soltarlo, aunque me cuesta un poco -¿Me ayudas?- le pido esperando a que desate mi cabello.
Al fin me atrevo a girarme y mirarlo, muerdo mi labio para tratar de contener mis nervios, me siento como una virgen ansiosa por su primera experiencia. Rodeo su cuello y busco sus labios.
-Hoy te ves muy guapo- le digo con el pecho a punto de explotarme. La verdad es que pese a la noche que pasamos acurrucados, no me tomo demasiado tiempo para empezar con lo que deseo.
Tomo el jabón y con la excusa de lavarlo tallo su cuerpo terminando obviamente en su miembro en el que pongo especial atención.

Saber que para ella no era sencillo deshacerse de mis cosas me pone feliz, porque de haberlo hecho entonces las cosas definitivamente hubieran terminado. Toda esa indiferencia me alegro que fuese fingida.

No voy a disimular que me pone feliz tomar un baño juntos, y debo parecer un tonto puberto porque comienzo a reaccionar poco a poco, y ni siquiera hemos entrado al baño aún. Entramos a la ducha y acomodo mi ropa para poder comenzar a quitarme la que tengo puesta, estoy muuy nervioso y sonriendo, en serio me siento un bobo porque no es como si no hubiéramos hecho esto antes muchas veces. Ella es tan hermosa y sensual, gracias al cielo el espacio es pequeño que nos permite estar pegados, me coloco tras de ella llevando mis manos a su cintura pero sin hacer nada más.
-Claro -con cuidado deshice la coleta y pasé mis manos por sus hombros.
Se ha girado y de nuevo la tomo por la cintura para poder acercarla más a mí y corresponder su beso, ya he dejado de tratar de parecer paciente porque puees no soy así, menos en la intimidad y ella lo sabe- tú te ves preciosa -acaricié una de sus mejillas mientras ella comienza a enjabonarme y al sentir que me toca suelto un jadeo, mi mano va bajando por sus clavículas y finalmente su pecho, donde mi pulgar comienza a acariciar uno de sus pezones- extrañaba esto -la besé de nuevo y bajé ambas manos a sus caderas, su piel es tan tersa y la sensación de tocarla me da demasiada satisfacción.
Mi mano se deslizó por su abdomen y bajó despacio rozando su ingle, siento el corazón muy acelerado porque de sentirla me excita cada vez más. Lentamente rocé sus labios con mis dedos, para luego introducir uno de ellos y hacer pequeños masajes.

Sus manos me tocan y mi cuerpo arde ante su tacto, mas que con las gotas de agua caliente. Poco a poco nos encargamos del placer del otro hasta que ya no podemos más y solo termino entregándome a él bajo el agua de la regadera. De alguna manera este momento es realmente excitante, no se si tiene que ver con todo el tiempo que hemos estado sin poder estar juntos, el anhelo del uno por el otro, pero solo puedo decir que hacía mucho que mi cuerpo no se sentía tan bien al estar con alguien.
Mi pecho sube y baja debido a mi respiración profunda y agitada. Sigo abrazada a él esperando recuperar el aliento y poder separarme de él. La verdad es que ni hemos durado casi nada, parecemos un par de adolescentes precoces.
Nos terminamos de bañar, aunque es casi imposible no estar abrazándonos y besándonos durante el baño, que la ducha se torna algo larga, hasta que escucho el timbre.
-Debe ser el desayuno- digo recobrando la noción del tiempo, ¿cuanto llevamos bajo el agua? -¿Podrías salir por la comida?- digo pensando que si salgo en mi estado no sería muy agradable para mi. Debo secar mi cabello y ponerme la bata, y no me sentiría cómoda saliendo de esa manera, menos si pienso que podría ser un chico el que trae la comida.
Gracias a que llegó la comida, salimos de la regadera y desayunamos. Luego de eso él se termina de alistar para salir e ir a su trabajo, yo me tomo algo de tiempo. Llamo a Kurt para decirle que lo quiero ver, él parece extrañado pero acepta. Lo he invitado a un café, y al llegar me mira con una sonrisa extraña, y comenta que hoy me veo diferente por alguna razón. Termino contándole que he hablado con mi ex pareja y queremos intentarlo de nuevo. Creo que con solo decir eso él entiende lo que quiero hablar con él y me dice que no hay problema e incluso me felicita.
Tengo algo de miedo con todo esto, ¿en serio todo puede salir tan perfectamente? siento miedo de que todo se derrumbe tan repentinamente como ha comenzado de nuevo.