Una vez más [Leigh]

Recuerdo del primer mensaje :

Ha pasado mucho tiempo desde que terminamos, y también de la última vez que nos encontramos. Me enforce en olvidarlo, realmente lo hice y traté de continuar con mi vida, mi trabajo va bien, tal vez no tenga muchos amigos pero sí los suficientes como para no sentirme solo. ¿Entonces por qué? Esa noticia hizo que prácticamente bajara mi presión, sentí que este tiempo de no pensarlo no significaba nada, inevitablemente me sentí estúpido y comencé a recordar cada uno de mis fallos, y pensar en lo que hubiera pasado si…

-Suficiente, me voy -mi humor es malo, y si no fuera por el alcohol estaría echandome a llorar en este momento. Pero supongo debo agradecer al imbécil que está a mi lado y no deja de llamar "marica, marica", como si no supiera que se refiere a mí- tal vez el marica eres tú, imbécil -me levanté a prisa y dejé el dinero en la barra, estoy seguro de que me escuchó y mi instinto me dice que salga de aquí lo más rápido posible. No debería buscar problemas ahora, pero estoy tan frustrado que ya no pienso con racionalidad.
El tipo me ha gritado y seguido hasta la acera, la gente alrededor solo nos mira y aunque aceleré el paso para huir, sus groserías me han hecho enfadar tanto que la adrenalina le ganaron al miedo.
-¿Qué te pasa, imbécil? ¿Tantas ganas tienes de joderme? -le hice una seña con la mano y el idiota se acercó y me dio un empujón, ha comenzado a reírse y la gente ignora totalmente que este imbécil me está ofendiendo. Estoy muy enojado, estoy demasiado triste y no me pensé mucho antes de golpearlo con el puño en la cara- jajaja, cómete eso, idiota -comencé a reír luego de golpearlo, pero mi satisfacción duró tan poco y cuando menos esperaba, mi cara dolía y yo ya estaba en el suelo. Me siento humillado, no solo parece que esté feliz con haberme golpeado y gritado, y aunque sé que esto terminará muy mal, yo también quisiera dejarlo tirado como él hizo.
Quiero olvidarme de Leigh, no sé cómo superar este fracasado amor, no quiero saber que él se ha casado y que es feliz con ella, no quiero ya tener que soportar mirarlo y recordar cómo todo se me fue de las manos. Es tan frustrante que solo quiero llorar, pero el alcohol me hace tan estúpido que he intentado levantarme para volver a golpearlo.

Jiro:

Lo miro con cierto risa divertida por su propuesta de ser amantes de nuevo.
-Claro, ¿para que luego me vuelvas a dejar?- si, sigo algo herido por todo lo que pasó, puede que no se a un hombre super celoso, que pueda soportar solo ser el amante mientras él esta con alguien más, pero en el fondo no le termino de perdonar la manera en que me dejó… dos veces -Dicen que los borrachos y los niños siempre dicen la verdad- digo para molestarlo solo un poco más. ¿Me estoy pasando? bueno, creo que puedo no lo estoy molestando tanto como en el pasado.

-Wow, no se si eso ha sido una analogía o solo me describes lo que hacen entre ustedes. ¿Lo verás luego para que te lama la cara?- vuelvo a posar mi dedo sobre uno de sus golpes y luego lo llevo a mi boca -supongo que puede ser divertido- solo suelto una risa -¿Por que se enojará?- pregunto curioso por esta relación que dice tener.

No hacemos platica durante el viaje, o al menos no demasiada. Yo solo le cuento cosas sobre mi trabajo. Nada realmente importante, solo algunas cosas que me fastidian, sobre todo con las modelos, se sienten el centro del universo y son tan desagradables en su mayoría.
-Oh, ya veo- varios recuerdos llegan a mi al ver la puerta de su casa. Pasamos realmente buenos momentos juntos.
Entramos a su casa, no le pudo permiso de nada, solo camino a la cocina.
-¿Tienes cerveza?- le pregunto mientras me acerco al refrigerador. Aprovecho para lavar mis manos en la tarja y ver que una está un poco hinchada por los golpes que di a la pared, pero no es nada serio, no creo que se haya roto nada.
Regreso a la sala y me dejo caer en el sillón.
-Bien cúrame- cierro los ojos y descanso mi cabeza en el respaldo del sillón.

Que me siga la corriente hace más difícil para mí cerrar la boca, porque quiero tener esperanza.
-No lo haría, definitivamente te ataría a mí de por vida -no sé ni siquiera si eso es posible, pero luego de estos años yendo y viniendo, sería bueno que por fin pudiéramos estar juntos. Claro, si él no fuese a casarse ahora con alguien más- ¿qué hay de ti? ¿Aceptarías? -esto suena como si los papeles fuesen a cambiar, y siendo yo tan conformista, no me molestaría.

Mi cara empezó a arder por ese gesto tan pequeño, parezco un adolescente poniéndome nervioso por eso. Pero se comporta adorable, tan lindo como lo recuerdo.
-Era una metáfora -no se ve para nada molesto, parece que no le dan celos como a mí- porque me hice daño por pelear con un extraño. Ahora que lo pienso, también es bastante conflictivo, creo que inconscientemente buscaba algo similar -comencé a hablar conmigo, no es que ellos se parezcan, pero hay similitudes en sus personalidades. Pero incluso con eso, no soy capaz de enamorarme y olvidar a Leigh.

Al entrar él se mueve como si nada mientras yo me quito el sueter y dejo mis cosas sobre uno de los muebles, mi casa está un poco polvorienta, pero ya que poco tiempo estoy aquí no hay mucho desorden.
-Ah, claro -busqué el en refrigerador un poco de hielo y tomé un par de paños limpios de la cocina para poner un cubito en ellos- ¿quieres un analgésico? -él es algo bruto, por eso creo que no lo necesitará a menos que sea demasiado fuerte el dolor. Me senté a su lado y puse en paño con el cubo sobre su cara, estoy nervioso porque solo en mis fantasías era posible que él estuviera de nuevo aquí- ¿duele mucho? -todavía me siento estúpido por haberlo golpeado, ni siquiera me sentí mejor al hacerlo, pero se estaba burlando y el nerviosismo me ganó.
He terminado de curarlo y puse un paño en mi mejilla. Me quedé sentado a su lado en silencio y con la vista al frente, estoy nervioso y aunque ya no sé qué decir, lo que menos deseo es que se vaya.
-¿Recuerdas que dije que te recuperaría? Tal vez sea un a tontería para ti porque luego no… no hice nada ya. Pero ahora que estás aquí no quiero que te vayas -no sé cuántas veces hemos pasado por esto, no es sano y deberíamos alejarnos de una vez por todas. Pero es difícil, así que de nuevo, me voy a aferrar a la pequeña esperanza.

Lo miro y rio un poco, no sé si es porque esta borracho que dice estas cosas. Alguna clase de valentía rara que le despertó el alcohol.
-¿Tan seguro estas de poderme atar?- mi tono es algo retador - no lo sé... ¿Realmente quieres ser el otro en mi relación? No creo que sepas ser un amante - él es demasiado celoso para poder aceptar algo así, o eso creo.

-Asi que te cuida, suena bien- no tanto, o sea no quiero que busque a alguien como yo, que tal si encuentra a uno que es mejor que yo siendo como yo y le guste mas. ¿Tiene sentido eso?

Niego a lo del analgésico, yo con la cerveza tengo. Dejo que me cure.
-si mucho -miento pero creo que ahora he sido muy obvio - tal vez si la llames me dejará de doler -digo riendo de nuevo por eso de lamer heridas.
-y cual es tu plan para no dejarme ir? La verdad no creo que te atrevas a hacer algo- admito pensnado que su valentía se esfumará cuando esté sobrio

No estoy nada seguro, solo hablé por impulso pero tiene razón, no soportaría ser el amante de un tipo casado y ser un segundón. Pero creo que me podré acostumbrar, porque si pienso qué es más doloroso, definitivamente sería no verlo más.
-Tal vez algún día haga que me elijas… -imposible, si pensó en matrimonio con ella yo ni siquiera sería necesario. Leigh es muy fiel y seguro lo de ahora es solo por molestarme, creo que llegó al punto de disfrutar verme sufrir por él.

Asiento, es vergonzoso porque Ivan es menor y yo soy quien debería cuidarlo. Bueno, creo que es una relación donde mutuamente cuidamos del otro. En otras circunstancias yo sin duda me hubiese enamorado de él.
-Es normal cuidar de las personas que quieres, tú también cuidabas mucho de mí y viceversa -no todo fue malo, de hecho solo cuando las cosas estaban por terminar, pero los momentos más felices los viví con él. Era lindo estar juntos en casa y no hacer nada, se sentía tan natural que creí que duraría para siempre.

Le hago una mueca, creo que debí ser más directo porque ahora no dejará de molestarme con eso, es un idiota.
-Pareces con muchas ganas de eso -me acerqué apenas y con la punta de mi lengua toqué su mejilla, ha sido suficiente para avergonzarme- ya está -mi corazón no disminuye el ritmo, todo es tan raro, no sé si sentirme afortunado o lo contrario, no sé qué piensa ni qué vino a hacer aquí. Si me odiara ni me querría cerca, y él no es tan malo como para humillarme simplemente porque le divierte… eso creo.
-No tienes nada de fe en mí, ¿cierto? -no tengo derecho a queja, pero igual me hace sentir mal- pero seguiré enviando mensajes diciendo cuánto te extraño, y esperaré a que te canses de ella, aunque puede que te canses de mí primero -me reí- ah, pero primero deberías de desbloquearme, hazme un poco más sencilla la tarea -le he sonreído, por primera vez en la noche puedo mirarle y sonreír. Él se ve tan guapo, ha pasado tiempo pero él sigue siendo el hombre más sexy que puede existir, o es que me tiene tan enamorado que ya será imposible para mí ver a alguien más.

Su comentario me ha molestado un poco, ya que no debería tener que elegirlo si en primer lugar el no me hubiera dejado. No es que quiera ser el bueno del cuento, de hecho detesto a los buenos de las historias, siempre haciendo lo correcto y lo mejor para los demás. No, yo no soy así, cuando quería estar con él no me importaba ser el otro, mientras también fuera mio, para mi estaba bien. Con Yoko tampoco me ha importado ser el otro. Y si, ella definitivamente no es el personaje bueno de la historia, pero al menos conmigo nunca intenta ocultar ese lado suyo. Pero Jiro, tiene ese impulso por hacer lo correcto y lo mejor para los demás, si tan solo fuera un poco egoísta seguro seguiríamos juntos. Supongo que por eso él me hace sentir tan frustrado, es como enamorarse del bueno de la historia, y saber que solo no podrán estar juntos porque yo no soy igual de bueno que él.

-Así que él te quiere- comento cuando dice esas palabras, he preferido solo poner atención a eso que a lo de nosotros.

Apenas y me toca con su lengua y río.
-Eres pésimo lamiendo heridas-- digo con burla por como lo ha hecho, después de todo si, es el chico bueno -Pues no, la verdad es que no- no lo niego, pues estoy seguro que si acepto algo entre nosotros, el terminará cansado, sin poder soportar que esté con alguien más, o peor aun, que se sienta mal por ese otro hombre en su vida y bueno esas cosas.
-¿Desbloquearte? nunca te he bloqueado- comento sacando el celular, no soy tan bueno con las redes sociales, y desde que soy modelo, pues hay alguienq ue se encarga de ellas, subir fotos ciertos días y cosas así.
Tomo mi celular para mirar las redes.
-¿donde se ve eso?- pregunto moviendo con el dedo la pantalla. Toco en donde el me dice y comienzo a ver y si, lo tengo bloqueado. Comienzo a reír ante ello -Seguro fue Yoko- si, la chica mala, es capaz de ello -supongo que te tiene miedo- le entrego el telefono [b]-Puedes desbloquearte si quieres- le doy la elección a él. Pero si, no estoy dispuesto a correr a sus brazos, tengo al menos un mínimo de orgullo o eso creo. Un orgullo raro tal vez.[/b]

¿Le di a entender eso? Creo que está yendo por el lado equivocado.
-Como un amigo. No es de la manera en que piensas -¿por qué me preocupo en aclararlo? ¡Él está por casarse!, no le podría importar menos, dijo que solo era por si yo iba a tener un problema y eso- él tiene una persona que ama y con la que no puede estar, así es esto -de igual forma terminé aclarando todo, porque aunque a él no le importe si salgo con alguien más, aunque no sienta celos, yo no quiero que lo malinterprete.

Sentí un dolor en el estómago, fue momentáneo pero vaya que me afectó escucharlo tan calmado y directo hablando de eso.
-Ya veo -maldito pesimismo el mío, es en situaciones así donde más deseo salir corriendo, pero dije que sería más persistente esta vez- primero tendré que arreglar esa parte -intento sonar optimista, sí, al menos que mi estado sirva para no ser tan depresivo. Pero es en vano, cada cosa que dice me afecta positiva o negativamente- ¿no lo hiciste? -estoy algo confundido, seguro que me bloqueó en absolutamente todos lados- en tu configuración… ¿estás jugando conmigo? -me levanté para tomar mi teléfono y volví a sentarme a su lado, me mareé un poco al volver, pero eso no importa ahora- ¡¿qué?! Esa bruja… -por el enojo se me salió insultarla, pero eso no importa, él me está dando la libertad de hacerlo y yo, bueno, tomaré lo poco que me dé. Agarré el teléfono y al encontrar mi nombre ni siquiera pensé mucho y desbloquee el usuario- ¡ella lo hizo en todos lados! -me tomé la libertad de hacer lo mismo en las redes sociales que suelo usar y por donde traté de contactarlo. Suspiré y le devolví su aparato- ¿cómo sé que serás tú quien vea mis mensajes? No quiero charlar con ella y pensar que eres tú quien me está insultando -ni siquiera tuve que revisar mi teléfono y lo dejé a un lado- ¿siquiera revisas los mensajes que te mandan? -lo he mirado un poco mal, puede que no sea la persona más famosa pero sé que hay personas que lo admiran, y son muchas. Y eso lo sé porque el patético yo se hizo una segunda cuenta para verlo, dios, me doy mucha pena- aunque estoy feliz, ahora ya podré escribirte -lo miré, ¿puedo abrazarlo? Creo que podría rechazarme… pero ya he recibido unos cuantos desplantes hoy, uno más creo que podría soportarlo. Así que al final lo hice, con miedo y todo pero de manera precipitada, me acerqué a abrazarlo fuerte, como lo hacía antes.

-Un amigo, si claro… yo lamo a mis amigos todo el tiempo- con con sarcasmo y río un poco -Como le encanta a la gente complicarse la vida romántica- si, yo mismo lo hago también, pero no tanto como otras personas. Lo que quiero lo tomo y sino pues no. Supongo que es por mi personalidad, soy algo tosco para todo.

Me río cuando le dice bruja, no es como que yo mismo no le haya dicho así.
-A ella se le da bien jugar sucio- digo riendo un poco por su reacción y si, yo no estoy sorprendido o molesto, ella es así y solo es algo que siempre he aceptado, ese lado de ella también fue parte de lo que amaba alguna vez -Ah… pues manda un mensaje como de “soy tu fan, te adoro” si contestan con un “gracias, te lo agradezco… obvio no soy yo, si te contesto con un “eres un idiota”, ese si soy yo- Lo miro cuando me pregunta si miro los mensajes -Pues no mucho, esque son demasiados… por eso alguien se encarga de eso- le digo con sinceridad -Pero supongo que puedo checar solo los de cierto usuario- es una manera de darle una oportunidad, supongo que quiero ver si es cierto que esta vez hará algo. De saber que tenía que salir un chisme de que me casaría para que pasara esto, habría esparcido el chisme hace tiempo.

Su abrazo me toma por sorpresa, se siente su misma calidez de siempre, aunque huele a alcohol y a humo de cigarro.
-Que tonto, seguro llevas las horas pensando en abrazarme o no. Siempre piensa demasiado las cosas- mi mano toca su espalda y le doy unas pequeñas palmadas -Apestas- le digo como si me molestara que huele a cigarro, pese a que yo fumo, es obvio que no tiene sentido, y seguro yo mismo huelo a tabaco. Pero no lo alejo, mi mano que antes le daba palmadas ahora descansa en su espalda -¿y tienes algún plan para convertirte en mi amante?- le pregunto al oido.

Creo que este tema no llegará a ningún sitio, y de alguna forma tiene razón, las personas nos complicamos demasiado con este tema. Pero no puedo juzgar a Ivan, sé que sus miedos no nacen de la nada ni tampoco es así por orgullo, por eso es mejor no seguir hablando de esto.

Me reí por la clase de ejemplo que dio, no tiene ni sentido porque seguramente ella sabrá que soy yo en cuanto le escriba, pero me hace sentir especial el saber que al menos tiene interés en que después de hoy le escriba.
-Es como tener nuestro código secreto -qué bobo me siento, pero el pensar en detalles que otros podrían considerar irrelevantes, me pone feliz- de acuerdo, encontraré la forma de esquivar tu sistema de seguridad -eso suena tonto, mucho, pero tendré que asegurarme de que es la persona con la que estoy hablando y no caer en las artimañas de ella- ¿también puedo llamarte? -porque eso sería más sencillo para empezar.

Este tipo de consuelo es raro, es como si me diera un rechazo amable que no se siente nada bien. Dejarme escribirle, abrazarlo y decirle todo esto, ¿para qué lo quiere? Leigh es vanidoso pero no es necesario que yo le demuestre estas cosas, la vez anterior incluso le molestaba y ahora parece que lo disfruta.
-Lo siento, tomaría un baño pero siento que te irás mientras lo hago -y claro que pienso demasiado, no deseo incomodarlo pero tampoco quiero desaprovechar la oportunidad. Mis pensamientos por sí solos conspiran en mi contra- sí, lo tengo -no, para nada, pero estoy siendo un poco valiente y debo continuar así- ¿crees que funcione enamorarte con mi cuerpo de nuevo? La primera vez fue así… -me alejé de él y olí mi ropa, huelo a borracho y eso no es nada sexy- ¿por qué me dejas hacer todo esto? ¿Estoy… interpretando bien? -mirarlo fijamente es complicado, me siento… ansioso, porque él me encanta y no me es indiferente que parezca que las cosas están un poquito a mi favor- quédate hoy -siento mucho calor, y puede que mi aliento huela a alcohol y eso le disguste, pero he agarrado el valor de acercarme y besarlo lento.

-Si, como un código- Ni siquiera estoy seguro de que realmente me vaya a escribir, supongo que Jiro me hace sentir de esta manera, con miedo de que solo se arrepienta mañana de todo lo que ha dicho hoy.
-Ah, si, supongo que una llamada sería más sencillo- de verdad parece determinado, no sé como sentirme con eso, un poco emocionado, pero no quiero sentirme así y que luego llegue la decepción porque no pasa nada.

Me río por su comentario que ha sido bastante descarado. Pero tiene razón, por algún motivo que no entiendo, él me atrae mucho fisicamente, y no lo entiendo porque no me ha pasado con otros hombres. Supongo que en cuanto a mi gusto por hombres soy demasiado exigente.
-No soy tan debil- la verdad es que ni yo me creo lo que acabo de decir, y supongo que Jiro recuerda lo simple que soy en cuanto a mi deseo que se despierta casi con solo decirme hola.
-No lo sé, tal vez el golpe que me diste me dejó mal- lo dejo hacer lo que quiere, la vez anterior que nos vimos, él dijo que haría algo, pero ni en ese momento se atrevió a dar alguna muestra de algo. Pero hoy, estaba tomando por mi, estaba en una pelea, e incluso me dio un puñetazo. Es de las pocas veces que lo he visto actuando en lugar de solo hablar.
No lo rechazo, acepto ese beso que él me da, y como si le echaran gasolina al fuego, mi deseo simplemente crece. Lo abrazo con fuerza para hacerlo sentarse en mis piernas, y hago del beso mucho más profundo y ansioso.
-Me quedo- digo en un pequeño instante que me separo de sus labios y regreso a ellos de inmediato. Soy demasiado fácil con las personas que amo. Si, si, lo amo, no he logrado arrancar ese sentimiento de mi corazón.

Eso es mentira, cuando se trata de sexo Leigh es bastante fácil de persuadir, al menos sé que mi cuerpo le sigue gustando, tuvo muchas oportunidades de rechazarme hoy y no lo hizo.
-Debería golpearte más seguido -es una broma, no me atrevería a hacerlo de nuevo- así podré tenerte para mí -no sé si sobrio podría decir estas cosas, al menos no después de nuestra ruptura.

Su intensa respuesta provocó que mi intento por controlar mi deseo se fuese al diablo. Me senté sobre él y comencé a besarlo con la misma necesidad, porque puedo sentirlo, él también anhela esto y eso hace que mis inseguridades se vayan al menos por este momento, haré como si nada pudiera romper la conexión que aún tenemos.
-Cama… vamos a la cama -dijo que se quedaría, eso quiere decir que tenemos tiempo, pero yo no puedo esperar más. Estoy abrazado a él y aunque intento levantarme para caminar a la habitación, no puedo parar de besarlo- al diablo la cama -me acomodé sobre él con las piernas alrededor de su cintura, le sonreí y de manera coqueta, presioné mis caderas hacia él. Mi mano se cuela bajo su camisa y no tardo en recorrer su torso con mis dedos, esto parece casi una de mis fantasías. Mordí mi labio antes de acercarme de nuevo a su boca y morder el suyo. Sabe a cerveza, huele a tabaco, a él- te haré volver a mí -entre el alcohol y la adrenalina hacen que diga cosas bochornosas y sosas con una sonrisa estúpida en mi cara, pero quiero hacerlo mío de nuevo sin tener que compartirlo con esa mujer odiosa. Esta vez seré yo quien lo aparte de su lado y me esforzaré por no volver a perderlo, aunque eso me haga una persona horrible.

La tensión entre nosotros desaparece en cuanto nuestros labios se unen, es como la manera más sencilla de derrumbar las barreras del otro. Creo que al final nuestros cuerpos son los mas sinceros entre nosotros, más que las palabras.
Dice sobre ir a la cama, pero estoy tan entregado al beso y a recorrer su delgada espalda para poderla sentir a través de la tela de su ropa.
-Perfecto- digo cuando decide que ir a la cama no importa, y por la manea en que se presiona contra mi, yo suelto un jadeo -Eres demasiado engreído. Solo piensa en que ahora estoy aquí- le digo sin darle tiempo a contestar nada, solo vuelvo a adueñarme de sus labios.

Busco quitarle esa chamarra que tiene, y su camisa, y veo su torso desnudo. Aun besándolo lo acaricio, tratando de recordar si siempre había sido tan intenso tocarlo. Sé que siempre lo era, pero por este momento siento que nunca había sido mejor que ahora.
-No seré amable- le advierto porque la verdad hoy solo quiero tenerlo en este momento, no quiero perder nada de tiempo yo solo quiero volver a sentirlo mío.
Me desespero un poco con su pantalón, odio los pantalones.
Me levanto con el en mis brazos, sigue pesando poco, así que lo dejo caer en el sillón para poder encargarme de sus pantalones, apenas y logro sacarlo por completo de una de sus piernas al igual que su ropa interior. Ni me he preocupado por quitarme mi propia chamarra y menos mi playera solo me ocupo de abrir mi pantalón apenas lo necesario.

La ropa no sale con facilidad debido a lo desesperado de sus movimientos y mis manos ansiosas tampoco ayudan mucho. He sentido un escalofrío cuando comenzó a tocarme, sus manos están un poco frías pero se siente bien el tacto. Soy demasiado sensible en este momento, él apenas comienza y yo siento que estoy derritiéndome de placer.
-Haz lo que quieras -eso me ha asustado un poco, pero al mismo tiempo me enciende esa manera agresiva de hablarme. Tal vez estoy mal de la cabeza, nuestra relación no es precísamente sana, pero ya no puedo negarme a lo que tenga que ver con él.

Mi pantalón parece ponerle trabas, he ayudado pero apenas un poco y suelto una risita. Pero verlo tan imponente sobre mí me hace temblar, estoy nervioso y ansioso, y mi cuerpo entero quema. Él ni siquiera se quita la ropa, me trae sensaciones mezcladas pero al final el deseo es más dominante. Él va en serio, parece que no pretende tomarse el tiempo y sin pensarlo comienzo a tocarme.
-No seas tan brusco -casi he suplicado, pero aunque estoy nervioso no detengo sus acciones, simplemente cedo. Con el simple hecho de estar con él es suficiente para mí, porque no creí que esto podría volver a ocurrir. Tal vez no tengamos el encuentro más romántico, pero la obvia desesperación es la muestra de cuán desesperados son nuestros sentimientos. El tiempo que pasamos separados y nuestros reencuentros son similares, guiados por la desesperación de nuestro fracasado amor. Porque no es solo deseo, no sé si estoy mintiéndome, pero creo en él y sé que no haría esto de no quererme al menos un poco.

El solo dice que lo haga,  eso sin duda hace que me sienta mas determinado a buscar lo que deseo. Se que para nada este es el encuentro típico de dos amantes, con todas esas cosas cursis y confesando su amor el uno al otro a cada segundo. Podría pasar pero creo que no estamos en ese punto, o al menos mi orgullo no me deja admitir todo lo que puedo sentir por él. La verdad quiero confirmar que él desea luchar por mi, intentar hacer algo más que solo aceptar que yo esté con alguien más. Quiero que solo deje de ser el chico bueno y sea el hombre que necesito, uno que quiera al menos luchar por mi aun si parece que tiene pocas oportunidades. Entendería que no deseara hacerlo si yo hubiese cerrado todas las oportunidades, pero creo que siempre he dejado un poco de esperanza a lo nuestro. Diablos yo realmente deseo sentir que él me quiere a su lado.

Estaba por solo dejarme llevar a mi antojo pero de repente, me dice que no sea brusco y creo que solo estoy siendo demasiado egoísta.
-Eres un aguafiestas- comento con mi erección entre mi mano -Vale, intentaré no serlo- digo respirando profundamente, muy pero muy profundamente, un par de veces más. Me levanté y lo dejé en el sofá y fui a su recamara, ya que dice que tiene un amante ocasional supongo que debe tener lubricante donde siempre. En cuanto lo tengo regreso donde él. En todo el recorrido he dejado mi camisa y playera por la casa y regreso al sofá.
-Bien ammm, ¿puedes ayudarme con lo mío mientras yo me encargo de lo tuyo?- señalo mi erección mientras abro el lubricante y pongo algo en mis dedos.
Acerco mis dedos y comienzo a hacer unas caricias antes de comenzar a prepararlo.
Estaba tan desesperado por hacerlo mío y él solo va y pide que no sea tan busco y yo le hago caso. Tiene tanto control sobre mi, ¿como es que no se da cuenta que puede manejarme a su antojo?
Uno de mis dedos comienza a entrar buscando que el lubricante pueda cubrir bien. Y pensar que todo esto me tomó bastante tiempo aprenderlo y seguro que aun así sigo sin hacerlo del todo bien.

He hablado sin pensar y apenas en un susurro, pero él se detuvo aún cuando se queja. Leigh puede ser un bruto, pero sorprendentemente es muy considerado conmigo y mis peticiones y eso me hace feliz.
-Oh… okey -lo miré irse a la recámara y no hice nada, creo que ha ido a buscar algo para lubricarme. Es tan tierno a veces, aunque le costó mucho adaptarse a mí y esta forma de tener sexo completamente nueva para él, se esforzó por hacerlo placentero para ambos- con gusto -esto es mejor de lo que esperé, estaba dispuesto a soportarlo pero él comienza a ser tierno conmigo. Así que no tardo en  acariciarlo, me gusta mirar su cara mientras lo hago y aunque me muera de vergüenza, continúo sin apartar la vista.
He comenzado a jadear, los espasmos son más fuertes de lo normal solo por tratarse de él y no me preocupo por contener mi voz. Siempre he sido un poco escandaloso, pero… es inevitable, y con el alcohol que queda en mi sistema me siento más ligero como para preocuparme por todo.
-Espera… -mi mano se apartó de él y tomé la suya para presionarla un poco más adentro- ya está bien -mi voz sale entrecortada, estoy seguro que él entiende y suelto su muñeca. Respiro hondo para tratar de calmarme, pero no funciona, la ola de placer se hace más grande y muerdo mi labio al sentirlo.

Es obvio que en cuanto me dice que está listo, yo dejo de lado todas las delicadezas y obviamente retomo mi idea de no ser el más gentil. No lo puedo evitar, estoy desesperado por hacerlo. No he aprendido aun a ser del todo paciente cuando se trata de hacerlo mío, si me costaba cuando estábamos juntos, ahora que llevo mucho tiempo si estar con él, menos podría resistir.
Me muevo con fuerza haciendo chocar nuestros cuerpos, lo beso, lo abrazo, lo muerdo y lo lamo todo lo que puedo, es como si deseara hacer todo y no me decido porque empezar. Mis dedos presiona su piel a tal punto que mis uñas se le comienzan a enterrar. No soy de los que rasguñan, pero por alguna razón en este momento quiero hacerle de todo lo que pueda, quiero escucharlo jadear y gemir tanto como sea posible. Estoy tan desesperado por este deseo que me quema el pecho.
El sonidos de nuestras voces se escucha por toda la casa y el golpeteo de nuestros cuerpos al choca se hace más fuerte también. Él tiene razón su cuerpo me enloquece y ni siquiera lo entiendo, pero solo el me provoca esto. Si, no es que nunca haya sentido esto con Yoko, lo sentía cuando estaba enamorado de ella. Si aun la deseo cuando estamos juntos, pero ya no está este fuego que me hace caer en esta desesperación por poseerla. Creo que para que eso pase yo debo amar a la persona como lo amo a él. Me tomó años superar a Yoko, de hecho solo pasó hasta que Jiro apareció en mi vida, y para superar a Jiro debería enamorarme de alguien más, pero creo que hasta lo he evitado, por eso regresé con Yoko, es algo más seguro. Debe sonar a locura pensar que Yoko es algo seguro, pero siento que ya no podría volver a amarla como lo hice.
Ahogo mi jadeo de culminación en sus labios y siento como mi cuerpo tiembla por esa descarga de placer, dejo caer mi cuerpo encima de él en el sofá, apenas y cabemos pero me siento tan agotado que solo quiero descansar en su cuerpo, escuchando su acelerado corazón en su pecho.
-Hoy no vamos a dormir- digo como advertencia, avisando que en cuanto me recupere sin duda lo volveremos a hacer.