Enfermo -Ivan Scarsi_ +18

Recuerdo del primer mensaje :

Ya han pasado semanas desde la última vez que hable con Ivan, cuando desesperado recurrió a mí en busca de apoyo ante su desconsuelo y yo lo único que hice fue imponer mis sentimientos de manera tan egoísta. Desde entonces y apenas hemos intercambiado palabra, un saludo esporádico y unas cuantas palabras cuando compartíamos alguna cena con nuestros padres que pensando que creen que nuestro distanciamiento es producto de una pelea común entre hermanos.

Todos los días al levantarme y verme al espejo me prometo a mí mismo ser honesto y dejar de vivir esa mentira que me ha atormentado durante años, pero cada que sonrió a un chico, no puedo evitar pensar que seguro me juzga asqueado de que un hombre esté interesado en él. Invitaciones a salir también he rechazado varías, tanto de mujeres como de hombres, no me siento cómodo por ahora aunque en el fondo sé que debería intentar olvidar ese amor infructuoso que siento por mi hermano.

___
Es raro que Iván se enferme, no recuerdo a ver conocido a un niño con mejor salud que él, sin embargo cuando la enfermedad logra instaurarse en su cuerpo, cae en cama completamente abatido y hoy es una de esas ocasiones. Papá y mamá como ahora es costumbre están de viaje, confiados en que sus dos hijos ya están lo suficientemente grandes como para cuidarse solos, salen con total confianza; así que ahora con mi hermano menor tumbado en la cama, debo ser yo quien se haga cargo de cuidarlo.

Intento bajar la fiebre con compresas de agua fría, sin embargo no logro que ceda, estoy preocupado y varias veces he intentado llamar a un médico  pero me niego, al final egoístamente en lo único que pienso es en pasar tiempo con Iván, ahora que no puede huir de mi lado
- ¿Quieres que te traiga un vaso con agua- pregunto mientras mojo la compresa y la depósito de nuevo en su frente. Quisiera hablar más con él, pero ahora que parecemos un par de desconocidos, simplemente no encuentro que palabras utilizar.

Lo que acabamos de hacer no acaba de confirmar mi amor por él, no espero que seamos pareja ahora, pero sí que nuestra relación cambie un poco, por no decir de manera radical, no espero escucharlo decir pronto un “te amo” pero sí que los besos y el sexo se vuelvan frecuentes, que en las noches se escape furtivo a mi habitación para hacerlo mientras nuestros padres duermen en la habitación del piso de abajo, ignorantes sobre lo que hacemos a escondidas. Tener alguna cita disfrazada de una salida de hermanos, besarnos en secreto cuando nadie nos mira, eso es lo que quiero a partir de ahora.

-Ya me di cuenta- le respondo, afilando mi mirada. La forma en que frunce el ceño no pasa desapercibida, sé que a él le molesta que tome el papel de hermano tan enserio, pero ahora no lo he dicho con esa intensión, más bien fue parte del juego de éxtasis del momento, incluso podría pedirle que me llame “oniichan” como hacen los japoneses sólo por diversión. El sabor se pierde en la boca de Ivan, aun así logro distinguirlo, no es muy agradable, pero el que no me rechace sobrepasa la sensación en mi boca.
-tú eres el que quería descubrir su sabor- lo acuso, aunque no había dicho eso, lo uso como escusa –si quieres más podría darte a probar otro poco- continuó jugando con él, es tan lindo conmigo, que me he desinhibido un poco. Aunque antes de que pueda actuar es él quien me hace probar, y de nueva cuenta y tan obediente como he sido hasta entonces, doy paso a su dedo, el cual chupo y lamo, limpiándolo por completo del líquido espeso. Antes de poder reclamar, de nuevo me besa y yo le correspondo, dándole paso a mi boca impregnada con ese amargo sabor, haciéndolo probar de manera indirecta, el producto de su travesura. Cuando se separa en búsqueda de aire, lo miro afligido, espero que no recaiga en su enfermedad –No sabe tan mal, ahora me pregunto cómo sabrá el tuyo? - le cuestiono con tono provocativo.

Acarició su rostro con cariño al escucharlo quejarse sobre su condición –y aún así hiciste eso conmigo- sonrió enternecido –deberías tomar una ducha, no puedes dormir así o no vas a recuperarte- lo beso de nuevo, pero apenas de manera fugaz –iré a traerte un poco de agua y a prepararte una ducha- le digo mientras bajo de él, yo también necesito un baño pero dudo que quiera lo tomemos juntos. Bajo de la cama y siento el semen correr entre mis piernas, de nuevo me sonrojo y tomo del suelo la camisa de Ivan que es más grande para cubrir mi cuerpo, en especial mi espalda que no quiero que vea –no duermas aún, no tardo- le aviso antes de salir. Mi trasero y mi cadera comienzan a doler y mis piernas tiemblan como gelatina, es por ello que tardo en volver con el agua.

Niego lentamente con mi cabeza a lo que dice.
-Yo solo quería verte probarlo- explico con pesadez a causa del cansancio que se está apoderando de mi.
Sinceramente no tengo demasiado interés en hacer una felación a Salvatore, es una actividad que no me resulta tan atractiva, aunque estoy seguro que en algún momento lo haré si durante el encuentro es necesario. Pero no es una actividad que me despierte mis instintos.
El ni siquiera necesita demasiadas indicaciones, pues ya esta lamiendo mi dedo y chupándolo de una manera bastante sugerente y mi mente divaga un poco con lo que su lengua podría hacer por mi. Solo me han dado ganas de besarlo sin importar el sabor, el cual ya no me resulta tan desagradable en esta segunda probada que le doy -seguro no es un manjar- digo en respuesta a lo de mi propio sabor. Evito sus ojos porque la manera en que ha hablado ha hecho que de nuevo imagine un poco esa posibilidad.

-me daré una ducha rápida- le aviso luego de ese beso que me ha dado -no, no me dormiré, me bañaré- digo pero no suena tan a verdad porque estoy seguro que ahora luzco mas dormido que despierto. El sale de mi habitación y me tomo un par de minutos para levantarme también, miro en mi escritorio ese vaso con agua y lo tomo con rapidez y luego solo me meto al baño. Abro la corriente del agua y luego de unos segundos me meto bajo el agua tibia. Al poner jabón en mi cuerpo me arde un poco los hombros y el pecho, Salvatore me ha causado un poco de daño con sus uñas y yo solo sonrío. Termino de darme esa ducha rápida medio seco mi cuerpo y cabello y me tiro luego sobre mi colchón.

Soy consciente de lo que acaba de pasar, y una parte de mi esta muy arrepentida porque no sé como tomará Salvatore las cosas, no es que ahora seremos una pareja feliz, aunque creo que no me negaría a un poco de sexo casual con él si es que no se pone tan pesado con eso de lo mucho que me ama y esas cosas, pero siendo él ¿eso es posible? por otra parte tengo que hablar con Yuna, me he negado tanto a avanzar con ella porque de algún modo comencé a quererla de una manera mas allá de solo la atracción física. Ella es tan linda que se ha ganado un poco de mi corazón y yo no soy la clase de hombre que debería tener en su vida, ella merece a alguien mucho mejor, a alguien que no tenga miedo de solo entregar su corazón, pero yo, aunque dejo a las personas entrar a mi corazón, no las dejo tomar ese lugar en la realidad porque no quiero enamorarme.

De nuevo afilo mi mirada, ese chico sí que es bastante directo pero me gusta, hace mucho o tal vez nunca tuvimos la confianza como la que tenemos ahora, o al menos eso creo.
-¿No te conformas con todo lo que me hiciste hacer antes?- después de todo, Ivan se había detenido siempre en los momentos cruciales y me había hecho tomar la iniciativa a pesar de mi falta de experiencia.  Supongo que poco a poco iremos aprendiendo uno del otro y nos atreveremos a hacer cosas diferentes, cosas que no me atrevería a probar con alguien más.
-No lo creo, aunque si es tuyo no creo que me moleste- le digo atrevido, no descarto la idea de hacerle una felación algún día, aunque no lo haré al menos que me lo pida con ese tono autoritario que utilizo tantas veces hoy, me he dado cuenta que me gusta ser dominado, me da una sensación de excitación que nunca había sentido.

-Espero que no mientas, no quiero que mamá me regañe por no cuidarte, ya estoy bastante grande para eso- y seguro que lo harían, mis padres aman a Ivan y si al volver lo encuentran enfermo, seguro me echarán la bronca por no cuidarlo apropiadamente – primero la ducha y después duermes- le repito al verlo con los ojos cerrados.


Ya en la cocina comienzo tomar consciencia de lo que acaba de pasar, me abrazo a mi mismo confundido, era lo que deseaba y todo parece ser demasiado perfecto para ser cierto, pero si en verdad es sólo una ilusión, que deberé hacer, por otro lado me preocupa el que Ivan parecía tan experto en lo que hacía, tengo miedo de preguntar con quién lo ha hecho antes, tal vez fue con ese amigo Souta. Lleno el vaso con agua y lo miró un rato, no quiero arrepentirme de haberlo hecho, ya no hay vuelta atrás.

Tardo un poco en volver, subir las escaleras resulta bastante pesado por el dolor que cada vez se vuelve más agudo así que cuando llego, Ivan ya ha tomado la ducha -¿tarde tanto?- preguntó con una ceja alzada –deberías cubrirte- me acerco y dejó el vaso en la mesa, para ir a buscar una manta limpia con que cubrirlo –tomaré una ducha también y vuelvo- le digo con cariño, aun evito mencionar lo mucho que lo amo, no lo volveré a hacer hasta que logre que él lo diga primero.

Sonrío de medio lado por su pregunta y solo niego un par de veces. No me avergüenzo de lo que hicimos, tampoco de mi manera de ser a la hora del sexo.
-tu podrías negarte si no quieres- digo, aunque creo que es obvio que yo no le obligaría a nada, pero el ni siquiera se mostró dubitativo a la hora de hacer las cosas que pedía. Y era imposible para mi no hacerlo. Con esa expresión de timidez en su cara, toda su aparente inocencia siendo corrompida por mis simples caprichos.

El descaro en sus palabras me resultaría atrevido sino fuera por las palabras que ha usado, esa sensación de que solo por ser yo a él no le molestarían algunas cosas. Solo me encojo de hombros porque no se que respuesta ofrecerle. Le podría decir, si quieres saberlo entonces prueba, pero esta ese otro lado de mi que se siente limitado a causa de sus sentimientos. Lo voy a herir y no quiero hacerlo, yo no puedo ser esa persona que el desea, pero no quiero lastimarlo, tal vez si solo le ofrezco lo poco de mi que puedo ofrecerle, ¿el se conformaría? Hasta yo se que esa es una mentira. El ahora me esta tratando de manera coqueta y linda, como si lo que acaba de pasar fuera algo que una pareja ha planeado y está feliz por ello.

Incluso menciona a sus padres, ¿pero que pasa por la cabeza de Salvatore? Realmente no lo comprendo, ¿tanto deseaba que esto pasara que todo lo demás deja de tener importancia para él?
-si, si, primero me daré un baño- le digo somnoliento haciendo lo mismo que él hace. Ignorar el mundo externo y no pensar en ninguna de las consecuencias de nuestros actos.

Cierro mis ojos esperando quedar dormido pero mi mente tan pervertida no deja de repasar los gestos y sonidos que han quedado grabados en mi memoria.
-el me gusta mucho- me digo como si eso fuera algo malo. No tarda en aparecer el hombre que no sale de mi cabeza y abro los ojos para mirarlo -un poco- le respondo sentandome y estirando mi mano para tomar el agua. Solo bebo hast la mitad porque ya no tengo tanta sed y dejo el vaso a un lado del frasco de jarabe para la tos.
El dice que se dará un baño y yo me vuelvo a recostar, toso un par de veces pero nada importante, ni siquiera me da un ataque de tos. Cierro mis ojos para intentar dormir pero los recuerdos aparecen de nuevo. No puedo creer el grado de lujuria que este hombre despierta en mi. Mi mano baja a mi entrepierna para acariciar un poco. Nada de importancia, solo un poco de estimulación pero sin buscar realmente llegar a terminar de nuevo.
-quiero estar en tu boca- repito lo que en mi pequeña fantasía se esta desarrollando, aunque el cansancio termina venciendo, pues mi mano solo se detiene al quedarme dormido pero al menos mi fantasía se desarrolla de manera más vivida.

Hay tantas cosas que quisiera preguntarle pero no quiero romper la atmósfera que se ha formado, esas preguntas llegarán como una aguja que revienta un globo y definitivamente hemos dejado que este se infle demasiado
-Es verdad, jamás haría algo que no quiero- le dejo entrever que todo lo que hice no fue sólo para complacerlo, sino que bajo voluntad propia decidí aceptar hacer todas esas cosas, aunque muriera de vergüenza, complacerlo es parte de mi propio egoísmo.

Me siento en una extraña confianza al hablar con él, y aunque no responde a todo lo que le digo, me consuelo pensando en que es porque no se siente bien aún –eso espero- confío en él y sé que hará lo que le pido, ya que seguro él también sabe que lo necesita.

Al entrar con el vaso de agua lo escuchó murmurar algo, sin embargo no le doy mucha importancia, ahora sólo pienso en consentirlo –lo siento, no era mi intención, pero…- me sonrojo al recordarlo –olvídalo, bebé tu agua- completo serio, no voy a decirle que estoy adolorido por lo que acabamos de hacer, más cuando fui yo el que marco el ritmo la mayor parte del tiempo. Me espero a que termine de beber el agua antes de marcharme, quiero ver que está bien.


Una vez que termina sonrió y acarició de nuevo su frente para dejarlo dormir, seguro debe estar cansado si yo mismo estoy exhausto. Camino hacia la puerta y es entonces que lo escucho murmurar aquello, mi hermanito es tan travieso –La próxima vez, ahora sólo preocúpate por recuperarte-  le respondo –te amo- al fin digo las palabras que tanto me quemaban al permanecer en mi interior y salgo de la habitación. La ducha la tomaré en mi habitación.

Mientras el agua comienza a fluir por mi cuerpo, los pensamientos lo hacen por mi mente comenzando el tormento una vez más, no quiero huir pero soy un cobarde, necesito su apoyo y sé que él no me lo va a dar, empiezo a arrepentirme de lo que he hecho, me convertiré en un objeto y después me recriminaré una vez más. Tiro todos los artículos de baño después de terminar, no quiero verlo, la culpa me ha invadido, siento que me he aprovechado de su necesidad. Salgo del baño sin siquiera vestirme, miró hacía el armario dónde está mi castigo, pero esta vez no, no quiero añadir nuevas cicatrices a mi espalda, me recuesto y cierro mis ojos, no dormiré pensando en que será el mismo Ivan quien se encargará de hacerme pagar el cruzar un muro que jamás debí cruzar.