A kiss to build a dream on |Evan|

Recuerdo del primer mensaje :

He comenzado a retomar mis actividades, he regresado a la universidad, me ha costado un poco retomar el ritmo pero supongo que mi cerebro recuerda inconscientemente cosas que he aprendido. Mis amistades parecen tener miedo de decir cosas que puedan hacerme sentir mal o herido, pero no saben que tratarme de esa  tan cuidadosa hace que me sienta peor. Debo comenzar a ir a terapia, la verdad es que la he evitado.
Por otro lado siento que no puedo conectar con mi hermano, hay algo que simplemente no parece permitir que me acerque a él, aveces parece herido cuando digo o hago algunas cosas.
No logro encajar de ninguna forma y es tan raro para mi pasar por una situación tal.

Sigo sin saber nada de Khaled, ya me resigné a la idea de que terminamos, pero la incógnita sobre el porque me hace sentir mal. Tengo miedo de que sea por mi culpa.
La hora de la cena ha llegado y bajo a la mesa donde mi madre y su esposo me esperan. Es incomodo pasar el tiempo con ellos, aunque debo aceptar que no imaginaba que mi madre estaría así de enamorada, pero es lindo verla sonreír de esa manera cuando lo mira.
Miro la mesa, la comida se ve deliciosa y comienzo a comer pero me detengo al notar la mirada constante de mi madre.
-¿Y bien?- me pregunta y yo no se que decirle, ¿que espera escuchar de mi? -es tu comida favorita ¿lo recuerdas?-[/color] suelto la cuchara y masajeo mi sien.
-¿puedes parar?- pregunto molesto.
-yo solo quiero ayudarte a recordar, no tienes porque hablarme así.
-no tengo hambre, saldré a caminar- solo el sonido de mi silla siendo empujada por mis piernas al levantarme se escucha. Estoy cansado de los intentos de mi madre por hacerme recordar.
Subo a mi habitación, tomo ese nuevo celular, es un modelo diferente al de los otros dos que me entregaron en el hospital  con mis demás pertenencias. Sigo sin poder desbloquearlos, he revisado mi habitación tratando de encontrar alguna pista, pero pareciera que no he sido yo el que eligió las contraseñas porque nada de lo que para mi podría ser utilizado funciona.

Cuando salgo a la calle arrastro un poco los pies al caminar, no se quienes son las personas en que ahora confió como para poder buscar consuelo, así que recurro a la única persona que conozco y confío desde que he despertado. Busco su número en mi celular.
-¿Evan?- digo su nombre cuando escucho que contestan -sabes deberías invitarme a cenar- le digo con una risa divertida -¿estás en tu casa? ¿puedo ir? estoy por subir a un taxi, ¿me das la dirección?- tal vez estoy siendo impertinente, el podría tener sus planes y yo estoy casi obligándolo a que me vea, pero realmente no se a quien mas buscar.

Sus lágrimas me hacen sentir un poco confundido, pero su expresión no se ve triste. No hubo un rechazo de su parte, y lentamente me dejé llevar nuevamente y con ese ritmo que me hace sentir abrumado y nervioso. Nuestro beso comienza en un roce un poco torpe, apenas si se mueven mis labios. Mis ojos se cierran concentrándome totalmente en la cálida sensación de su boca. Es suave, caliente. Pero deja un sentimiento tan intenso que mi pecho se siente cada vez más agitado. Mis manos buscaron con cuidado apoyarse en su cintura. Es agradable esta clase de beso lento, sentir un poco como el tiempo se detiene y dejar que este amor tan grande que siente por él se transmita en esta muestra de afecto.

Me separé un poco y tomé su barbilla. Sonreí demasiado, me siento muy feliz.
-Se siente bien -me sentí pequeño y tímido, también sentí cómo estaba más vivo ahora que en todo este tiempo desde el accidente. Es estúpido pensar de esa forma porque literalmente pude retomar mi vida con normalidad con daños menores de los que pude haber tenido. Pero saber que esa parte de nosotros ya no existe en él me deprimía. Y afortunadamente ahora tengo otra oportunidad, una grandiosa e inexplicable. Le gusto.
Tenía anhelo por un beso más profundo y lo busqué. Demonios, cuanto extrañaba su lengua, pero me tomé el tiempo que se acostumbrara. Abrí mi boca esperando que correspondiera, mis manos se aferraron un poco más a su cuerpo y me perdí entre su sabor y su aroma- lo siento -me disculpé no por arrepentirme, si no por casi dejarle sin aliento o alternativa a rechazarme. Lo abracé muy fuerte y acaricié su cabello, cerré con fuerza mis ojos y dejé que esa emoción me embarga de ahora en adelante. Quiero seguir, llegará el tiempo en que deba enfrentarlo pero por ahora, si me permite estar a su lado, lo aprovecharé.

Me separé de él y tomé su mano para que fuéramos al sofá.
-¿Quieres ver una comedia o algún otro género? -me acerqué a tomar la computadora y la puse en mis piernas sobre un cojín, y le indiqué que se sentara junto a mi.

Nunca he creído en eso del amor a primera vista, pero tengo que aceptar que esto se le acerca mucho. Con Khaled, fue un proceso largo, varios años de evolución de nuestra relación, de pasar de ser niños a adolescentes. Yo no lo ame desde el comienzo, de hecho de caía mal, y empezó a gustarme tiempo después de ser amigos. Pero Evan, con el todo ha sido tan repentino y todo esto ha sido muy intenso, al punto que prefería ignorar las emociones que el despegaba en mi.
¿Puedo tener tanta suerte? Parece que si, porque no pensaba que alguien como él pudiera sentir esto por mí. Le gusto, y estoy feliz de escucharlo.
- Mucho - admito apenas en un suspiro de voz.

No puedo y no quiero negarme a este nuevo beso entre nosotros. Aunque me abruma un poco lo intenso de mi sentir y más aún cuando esté beso es un poco más íntimo. Cuando abre su boca y mi lengua busca adentrarse en ella. No se ni lo que estoy haciendo. Pero creo que tengo bastante práctica en besar porque mis labios y mi lengua se mueven con cierto diferencia de lo que recuerdo, pero se siente bien, así que sólo no me importa pensar en eso. Sólo quiero saborearlo y disfrutar de su boca.
No entiendo porque se disculpa yo aún estoy saliendo del trance en el que sus labios me han dejado. Le abrazo cuando el lonhace conmigo. Creo que no me he dado cuenta de cuando, pero ya no estoy llorando. De hecho estoy un poco emocionado por lo que acaba de pasar, pero al menos en el abrazo mi cuerpo se calma.

-comedia - me acomodo en el sillón, me estoy sintiendo nervioso pero sigo feliz.
Mientras busca la película yo solo siento que no me puedo acomodar. Nos acabamos de besar y decir que nos gustamos ¿es momento de ver una película? Yo no puedo ni pensar con claridad, pero ni quiero ver una película, quiero saber qué es lo que pasa con nosotros. Nos gustamos ¿ y luego que?
- estoy nervioso - le confieso dejándome caer hacia un lado, y ocultando mi cara en su pecho - ¿esto no es un sueño verdad?- me abrazo con fuerza a su torso, no quiero levantar mi rostro.

Dejé salir un suspiro y una sonrisa, y me moví un poco para apartar la computadora de nosotros.
-Me pregunto lo mismo -paso una mano por sus hombros y con la otra acaricio su cabello. Me siento culpable por mentirle, siento que estoy aprovechándome de su falta de memoria. Recordar que él en realidad me detesta, es doloroso. Y tengo un dilema en mi interior por si debería seguir con esto, porque parece que nosotros comenzaremos algo más que una amistad, pero ¿qué pasará cuando todo se aclare para él? Puede que me deteste el doble por haberme aferrado- quieres… ¿quieres que hablemos sobre esto? -quiero escuchar sus sentimientos, por frescos o débiles que parezcan, necesito saberlo. Tal vez una parte de él también se aferra a mi, hoy quiero creer en esa clase de cosas.


Con mis manos le hago levantarse y palmeo el cojín sobre mis piernas para que él pueda recostarse. Esperaba tener una tarde aburrida, y luego una divertida con él. Pero ahora las cosas tomaron este rumbo, todavía no sé lo que pasará con nosotros, pero al menos quisiera compartir tiempo con él como algo más íntimo.
-Honestamente estoy un poco confundido, no sé exactamente qué quiero que hagamos pero, me gustas muchisimo -tomé un poco de tiempo, el no soltar lo que realmente siento es un poco complicado- así que… quiero escucharte. Quiero saber qué te gustaría. Me tienes tan embobado que haría lo que sea por ti -tal vez la única cosa que no haría es alejarme, durante estos años apenas si pude cumplir con esa parte de no acercarme, ahora que al fin pude confrontar mis sentimientos y poner un poco de orden en mi cabeza, quiero aún más el estar con él. Quiero conocer todo. Lo malo, lo bueno, eso que le resulta inolvidable y las cosas que cree irrelevantes. Lo deseo todo.

Asiento con algo de inseguridad, pero no quiero comenzar algo que no se que es. Apenas nos conocemos, pero quiero que me diga que es lo que hay aquí entre nosotros. Nos hemos besado y para mi eso no es nada, yo no voy besando a las personas solo porque sí, él es la segunda persona de la cual pruebo sus labios, no he besado a nadie más.
Llevo mi mano a mi pecho, un extraño sentimiento me ha golpeado, no se porque, se siente como si experimentara algo de culpa, ¿Será por Khaled? Seguro eso es, pero él no se ha interesado en mi, mi accidente salió en noticias como para que no sepa y si no me busco, aunque duele, significa que realmente no le importo. De nuevo siento en mi pecho esa culpa pero solo decido ignorarla, porque también me siento herido y yo tengo derecho a seguir con mi vida.
-Se que solo soy un niño- hago una pausa, y suspiro por el detalle de que no tengo dieciséis años, tengo 19, y ya casi soy un adulto ante la ley, pero lo olvido con facilidad. Aun así el es mayor que yo- eres mayor que yo, y bueno… tal vez tu quieres algo casual, pero yo no soy así, pero empezar algo serio, ¿tiene sentido? Apenas nos conocemos- hablo algo nervioso, tal vez el pensará que para ser gay tengo un pensamiento bastante anticuado… pero así soy, esa es la manera en que Khaled me enseñó debía ser una relación.

Al comienzo no capté lo que quería mientras palmeaba ese cojín, pero luego de unos segundos me acomodé como el quería. Pero no me siento cómodo, siento que es una posición que me deja en desventaja… ¿Desventaja de que? Aveces ni yo mismo puedo entender el flujo de mis pensamientos.
Mi rostro arde cuando dice que le gusto muchisimo, Evan me hace sentir muy especial.
-¿De verdad tanto te gusto?- me cuesta creer que yo pueda tener embobado a alguien -la verdad no lo sé. Hay cosas sobre mi, lo que he olvidado- mi cara se entristece un poco-Yo tenía novio… - me levanto de golpe y lo miro directo a los ojos -¡pero terminamos!- explico de inmediato porque no quiero que me malinterprete -pero no se porque lo hicimos, ni desde cuando no estamos juntos - ¿debería hablar de esto con el hombre que me gusta? No parece correcto hablarle de mi ex pareja -hoy  olvidé lo que era mi comida favorita, aveces no sé si algo me gusta o no, aun si son cosas que se desde pequeño, aveces olvido cosas que se supone que recuerdo. Se que me gustas y mucho, desde que te conocí, pero ¿te puede gustar alguien a quien le falta una parte de su vida?- mi estado me hace sentir agobiado y no lo comparto con nadie -¿que debería hacer? Me asusta seguir con mi vida cuando mi pasado está sin memorias. Me gustas mucho, pero tengo miedo. ¿Y si te aburres de mi? No quiero perder lo único bueno que tengo por una relación que puede fallar. ¿Y como puedo solo fingir que no ha pasado nada si solo quiero volver a besarte?- todo me asusta, avanzar o solo quedarme donde estoy, todo puede resultar mal. Me lanzo hacia él para rodear su cuello y hacer que quedemos medio recostados en el sofá. Mi intención era solo ocultarme de sus ojos, me pone nervioso su mirada y todo lo que hablo me hace sentir tan vulnerable, pero quedar recostado de esa manera sobre él tiene una reacción diferente. Trago la saliva de mi boca de inmediato. El huele tan bien, y me pongo… ¿excitado? ¿solo por pegar nuestros cuerpos de esta manera? Mi reacción normal sería alejarme de él de golpe, es lo que siempre hacía con Khaled cuando nuestros jugueteos me ponían demasiado nervioso. Pero mi cabeza se nubla, una sonrisa picara se posa en mi rostro, porque disfruto de este momento, acerco mi nariz a su cuello y aspiro su aroma, mordiendo un poco de su deseable piel.  Una punzada en mi cabeza me hace soltar un quejido, noto la manera descarada en que me he acomodado encima de él ¿pero que diablos estoy haciendo? Me alejo de él de inmediato sentado todo tenso y tomando uno de los cojines para ponerlo sobre mi regazo y ocultar ese bulto en mi pantalón. ¿Por que he hecho eso?
-lo siento yo… lo siento- mi cara debe estar demasiado roja por la vergüenza -no se que me pasó- admito aunque seguro que parece una pésima excusa.

Ladeo mi cabeza concentrado en su mirada, él habla tan honestamente, que me será un poco difícil el mantener detalles ocultos, aunque debo guardar todo aquello que pueda dañarlo. No es extraño para nada que yo quiera algo serio, en realidad ni siquiera estoy esperando por una pareja, ya sea casual o no, nunca fui la clase de persona que le preocupara tener todo el tiempo una vida amorosa, las veces que sostuve una relación era porque así lo quise.
-No estoy buscando algo serio, ni algo casual. No planeaba tampoco salir contigo, al menos no tan pronto -deje salir una risita avergonzada y de nuevo puse una expresión un poco seria- no debes presionarte, Meier, podemos conocernos primero, averiguar qué nos gusta del otro, pasar tiempo juntos. No tienes que pensarlo demasiado. Por supuesto que espero que sea yo la única persona con quien planees salir de esta manera, y obviamente yo no intentaré “conocer” a nadie más. Pero si te hace sentir presionado algo demasiado serio, simplemente puedo ser quien te brinde compañía hasta que te sientas seguro -he mordido un poco mi labio. Puedo tomar la oportunidad y endulzarle el oído, él parece ahora más ingenuo pero suficiente mal hago al tener una relación cuando no es consciente del daño que le hice.

Sonreí y asentí con mi cabeza, me siento tan apenado y bobo, pero es una sensación agridulce muy grata.
-Mucho -me siento ligero, el no presionar mis sentimientos al fondo para no dejarlos escapar, es muy tranquilizador. Pero en cuanto menciona a su novio me siento confundido. La primera persona que viene a mi cabeza es Aaren, pero eso es imposible, tampoco debe recordar nada sobre él. Entonces habla de aquel chico. Me sentí triste y muy inferior porque seguramente el amor que tiene por él es todavía más grande que antes. Y estoy celoso- está bien, no debes explicarme, sé que hay muchos huecos en tu memoria -llevé mi mano a su cabeza para acariciarlo- desde el principio lo sabía, no debes culparte por algo que no está en tus manos. Yo ya estoy aceptando eso -dejé salir un suspiro y rasqué nervioso mi cabeza- por supuesto que tengo un montón de dudas y temores respecto a eso, pero mi… lo mucho que me gustas, es más importante. Es… inexplicable, complicado, no puedo entender mis propios sentimientos -sí puedo, y te diría con gusto lo mucho que te amo, pero no puedo ser más egoísta, en este momento solo traería un inmenso dolor- solo sé que me gusta compartir tiempo contigo, y siento muchas ganas de besarte también.


Estaba divagando nervioso sobre mi declaración, casi dejo salir un te amo, qué idiota. Pero el abrazo repentino me hace caer acostado y mis ojos se abren un poco más de lo normal por el movimiento inesperado de su parte. Su mirada es diferente y la sensación de su cuerpo sobre el mío me pone demasiado nervioso, inconscientemente le he agarrado de la cintura. Pero él se libera en un movimiento brusco y lentamente me incorporo en el sillón.
-No, yo… -mi cara se siente caliente, igual que allí abajo. Aunque yo no tengo una reacción tan notoria, aún así llevo ambas manos al frente- no… no deberías avergonzarte -tragué saliva intentando calmarme- si te gusto es una reacción normal -quisiera no dejarme llevar, pero la reacción de su cuerpo me hizo muy feliz- no lo ocultes -sentí un mareo extraño y me acerqué con la intención de alejar el cojín. Me siento embelesado, y me acerco a sus labios tomando su mejilla con una de mis manos, mientras la otra se posa sobre su muslo- solo un poco -le di un pequeño beso y pegué mi frente a la suya.

Mientras habla, yo me siento un poco decepcionado, tontamente creo que esperaba alguna respuesta mas romántico. Aunque al menos insinúa que si pensaba que algo podría pasar entre nosotros. Creo que no puedo tener mi cuento de hadas. Es obvio que mi inmadurez me hace pensar de una forma tan tonta y romántica. Me pregunto si era de la misma manera antes del accidente, o si aunque yo siento que soy el mismo, he cambiado.
-si, es pronto- los nervios y tal vez un poco de mi decepcionado corazón se notan en mis palabras. Yo mismo he dicho que esto es muy repentino, pero ahora que el lo confirma me siento un poco triste.
-Ni yo mismo me entiendo- admito y el desanimo que siento no lo puedo ocultar -¿conocernos significa salir?- pregunto confundido -si salimos, ¿en que momento se vuelve algo serio? Yo no quiero conocer a nadie más- todo me parece tan inexacto y libre para malas interpretaciones. Creo que para mi es mas simple, o tenemos algo romántico o no.

Él me acepta con todo lo que soy, incluso con todo lo que me falta. ¿Es tan bueno conmigo solo porque le gusto? Realmente me hace sentir especial, incluso apoyado. También es él único que no me presiona para recordar, aunque debe ser porque nuestros caminos apenas se cruzaron así que no siente la frustración que mi madre siente por todo esto.
-Me haces sentir muy especial, pero hablas en serio ¿verdad? No quiero ser solo un juego para ti, se que hay personas que hacen esas cosas, seducen a otros y luego solo los dejan- bajo la mirada con pena por mis palabras, pero carezco de experiencia en estas cosas y me asusta un poco esa idea de que para él esto solo sea un juego, enamorar al tonto niño sin recuerdos y luego botarlo. Pero no se puede fingir tanta preocupación ¿ o si? Además me ha dado la llave de su departamento, eso no lo haría si yo fuera solo un pasatiempo para él.

-No, claro que no es normal, yo no soy así. Lanzarme sobre alguien, ser tan… invasivo yo no soy así, por eso no entiendo- digo un poco preocupado por mi comportamiento, eso es mucho mas normal de Khaled, a él le encantaba ponerme nervioso con sus juegos algo descarados. Comienzo a sentirme un poco mal por la confusión que siento, pero la presencia de Evan solo disipa esas preguntas que tengo. Mis manos se cierran con fuerza sobre el cojín avergonzado porque el notara lo que me está pasando...¡Dios que vergüenza!
Ahora es él quien se acerca, mi corazón late tan fuerte que creo que lo escucho. Mi respiración se vuelve profunda y siento sus manos que me hacen contener la respiración. De nuevo nos besamos, es un peso corto y cuando se aleja permanezco con los ojos cerrados.
-Solo un poco- repito lo que el ha dicho y ni siquiera se a que se refiere, solo lo he dicho luego de ese beso. Sus labios me gustan mucho. Cuando me besa realmente no me importa demasiado nada más. Mis dudas y miedos se me olvidan. Quiero besarlo mucho mucho más.
Me siento como un tonto enamorado y me gusta. Mis manos que cuidaban tan celosamente ese cojín solo lo sueltan y buscan rodear el cuello de Evan.

Solté una risa y un suspiro.
-Mmm, me refiero a… ¿cómo puedo explicarte? -no quiero que lo malinterprete, o que piense que únicamente me interesa tener algo físico- quiero que estés conmigo sin la presión de tener que complacerme o darme tu tiempo. Quiero que, si de algún modo no quieres seguir con esto, me lo digas. Obviamente quisiera tener algo formal contigo, pero en este momento sé que tienes otras cosas en qué pensar y ocuparte. Simplemente quiero estar ahí para ti cuando lo necesites y convivir para conocernos más… -hice una pausa y me sentí algo tonto, realmente soy pesado con las relaciones, lo que para mí es algo sencillo, para los demás es una relación normal- bueno… creo que entonces sí tendríamos un noviazgo normal -estoy nervioso, no sé cómo explicarle que lo quiero sin tener que ser tan intenso, porque mis sentimientos por él son así, todo es muy fuerte, pero para él a estas alturas, parecería falso- por supuesto que no -dije seguro- de todos modos, con el tiempo te darás cuenta que mi cariño por ti es real… ¿crees que es muy pronto para decir que te quiero? Bueno, tal vez un “te quiero en mi vida” o “te quiero en mi pensamientos la mayor parte del tiempo”... lo siento, creo que , umm, pienso demasiado -no, claro que decir “te quiero” no tiene lógica para él, solo espero que no se arrepienta. Soy un adulto, pero incluso siendo uno mentimos sobre la intensidad del cariño para obtener algo a cambio, si duda de mí por eso es completamente normal.


Llevé ambas manos hasta su cintura y lo besé de nuevo. No tengo mucha resistencia cuando se trata de Mei, soy imprudente. Pero al menos ahora no me rechaza. Duele un poco pensar que hay dos partes de él, una que me odia y la otra que no duda en entregarse a mi. Es complicado y excitante.
Abrí mi boca e introduje mi lengua despacio, mi pecho arde y siento que mis latidos hacen un sonido muy alto, pero es porque soy demasiado consciente del estado en que me pone. Mis dedos apretaron su piel, y me separé un poco para tomar aire y dejar mis lentes caer al suelo.
-Eres muy lindo -pasé una mano por su mejilla y le di un beso en su nariz, mi cuerpo y mi corazón están reaccionando, y estoy muy confundido por si debería o no continuar. Por una parte no quiero repetir ese gran error de antes, pero él es más inocente, además si yo le gusto tanto creo que no hay mucha prisa. Aún así lo deseo demasiado.

La emoción por toda esta experiencia me acelera el corazón. No pensaba que podría conocer a alguien que me hiciera sentir tan especial y emocionado. Creo que fui un poco ingenuo al pensar que Khaled seria la única persona que me haría sentir esta clase de cosas. Por otra parte creo que él y yo no terminamos en los mejores terminamos, siempre que pienso en él me siento triste. Aunque ahora junto a Evan esa sensación de pesadumbres se aleja de mi.
-¿noviazgo'- solo decirlo me pongo nervioso, soy demasiado tonto y por eso Khaled solía burlarse de mi. Con los demás chicos de la escuela solía ser desagradable y me gustaba molestar a cualquiera que se dejara, pero con Khaled me volvía tonto y tímido. Así como ahora me pasa con Evan.
Amo a Khaled, los recuerdos que tengo de nosotros son tan especiales, pero no me voy a atar a él, aun si no recuerdo porque nos hemos separados, no quiero aferrarme a una relación que obviamente por alguna razón no funcionó. Aun si fue mi culpa, creo que ya es tarde para arreglarlo.
-Seamos novios- juego con mis dedos tratando de calmar mis nervios por lo rápido que está pasando todo esto.

-Los dos pensamos demasiado- no soy una persona hiper-racional, pero he notado que a veces  pienso las cosas demasiado, me descubro a mi mismo observando a las personas, poniendo atención en detalles. No se porque lo hago, es como si mi cuerpo lo hiciera sin que yo lo piense. Aunque realmente no se que es lo que realmente estoy mirando.

La forma en que me besa deja claro que el tiene mucha más experiencia que yo. Eso me hace sentir nervioso, creo que por la pena de hacer las cosas mal es que entre Khaled y yo todo iba tan lento. separé un poco mas mis labios para dejar que su lengua siga el recorrido que desea.
La manera en que Evan despierta mi libido es algo que no me esperaba, me creía una persona con mas autocontrol sobre mis impulsos. Me ha dejado sin aliento cuando se separa de mi. y luego dice esas palabras que me ponen nervioso.
-¿Cómo puedes decir cosas tan vergonzosas?- pregunto esquivando su mirada por lo nervioso que me pone y para mi propia sorpresa, en un intento de huir de su mirada busco sus labios. Trato de imitar lo que el ha hecho con su lengua, no es que nunca lo haya hecho, solo que no tengo mucha practica en eso, y con lo nervioso que estoy, temo que lo hago pésimo. Pero de nuevo mi propio cuerpo me sorprende. Mi lengua comienza a realizar movimientos diferentes, ni siquiera lo pienso, y como disfruto de lo que está pasando no le doy importancia. Me acomodo sobre el sillón y de nueva cuenta comienzo a colocarme encima de él. Coloco mis dos manos en su cuello y profundizo aun mas el beso mientras acelero el ritmo. Muerdo su labio mientras tomo un segundo para recuperar el aire que mi cuerpo necesita.
Todo esto es tan perfecto, excitante de una forma que desconozco o tal vez que no recuerdo.
-Aa- detengo lo que estoy por decir, y me separo levemente de Evan. No lo he dicho, pero se lo que estaba por salir de mis labios. Era el nombre de mi hermano -algo está muy mal conmigo- le digo rodeando su cuello buscando refugió. Comienza a asustarme un poco la clase de persona que era y que no recuerdo. No tengo memorias, pero mi cuerpo, mis acciones, a veces solo ocurren -tengo miedo de ser una mala persona. Si algún día descubres que soy una persona desagradable... no quiero que me dejes- besarlo de esta manera, ir sobre de él, luego casi decir el nombre de Aaren, ¿por que soy así? -no quiero dejar de gustarte- externo mi miedo a perderlo, porque lo quiero, yo lo sé, lo puedo sentir, pero también hay algo mal en mi.

Mi sonrisa se hizo más ancha e incluso emitió un sonido. No puedo evitar sentirme tan contento y emocionado con la idea que “noviazgo” implica, y también nervioso, porque, ¿no es como si él se me hubiera propuesto? No en algo tan serio, pero definitivamente dio el primer paso entre nosotros, yo soy más precavido y no pensé que realmente le gustara de esa forma en este momento.
-Sí -le sonreí ahora viéndolo a los ojos- sí quiero, sí -creo que la emoción se nota demasiado, ya ni siquiera me preocupo por mantener un perfil bajo, porque diablos, ¿esto es real? La oportunidad que no sabía si iba a funcionar, de la que dudé e incluso esperé para actuar, esa que llegó sola y de una forma tan positiva y accesible. Es increíble todo lo que está pasando, me siento como en un buen sueño.

-Porque me gusta tu forma de reaccionar -no me da vergüenza hablar así, mucho menos a él con quien esperé tanto tiempo para hacerlo. No hay forma que pueda dejarlo ahora, ya estoy muy absorto en la idea que nosotros podamos funcionar como pareja y por supuesto que este momento era de las cosas que más esperaba.
Sus besos se hicieron más intensos y su lengua comenzó a moverse con más agilidad. De repente es torpe y lento, y entonces cambia a este Meier que le gusta jugar conmigo y ser el tipo más sensual. Presiento un poco de ambas partes, es tan extraño el sentimiento de haberme fijado en la misma persona con diferentes personalidades, pero todo él, cada parte que voy conociendo, me hace enamorarme. La ternura, esta manera salvaje de besarme, su timidez y cómo me seduce para tenerme rendido a él.

Él se separa de mí y aprovecho para tomar aire, no tomé mucha importancia hasta que noté ese tono de voz y lo que decía. Realmente está dudoso si debería estar conmigo.
-¿Por qué piensas eso? -me sentí raro, lo normal es que yo me sienta una mala persona porque estoy jugando con él, sé que le hice daño y que me quería fuera de su vida, e insistí en quedarme e incluso aprovechándome de la situación, lo conquisté- hey, no te voy a dejar tan fácilmente, ¿sabes cuá... ? -me detuve y me separé un poco de él. Conozco su lado malo, su lado odioso e incluso sus momentos de crisis los he visto. Probablemente conozco más su lado malo que el bueno, pero no es algo que pueda decir- escucha, las personas tenemos cosas malas. Incluso si no recuerdas nada, hay hábitos que no cambian. Me gustas, y eso quiere decir que acepto esas malas cosas que aun no conozco de ti -y aunque lo haga, esas cosas me hicieron desearlo- además yo también estoy lleno de errores, probablemente seas tú quien termine dejándome -sonreí triste. Me di cuenta que eso en realidad es lo que pasará si él llega a recordar, porque dejé esperar demasiado y a estas alturas lo único que él sentía por mí es odio- no pienses en lo malo, estamos comenzando algo. Lo que sea que te preocupe puedes compartirlo conmigo -lo abracé de nuevo y le di un beso en su cabeza, solté un suspiro y luego busqué nuevamente sus labios- me gustas mucho -las palabras solo son un sustituto de lo que en verdad siento, pero por ahora es suficiente.

En el fondo no puedo evitar sentirme un poco culpable. Estoy comenzando una nueva relación así de rápido, aunque, tal vez no es tan rápido. Peor al no recordarlo, hace que sienta como si fuera hace poco tiempo cuando Khaled y yo salíamos. Pero Evan me gusta mucho, es para mi una sorpresa lo mucho que me atrae, desde el primer momento fue así, y el saber que le gusto y al parecer casi tanto como él a mi. Creo que tengo mucha suerte.
Apenas nos conocemos, tal vez muchos dirían que es irresponsable comenzar a salir tan rápido. Pero, ¿quien dice que tienes que conocer a alguien a la perfección para salir con él? No es como si fuéramos a casarnos mañana.

Debe ser por nuestra diferencia de edad, yo no podría decir cosas como esa con esa seguridad. Si hasta me siento un poco tonto cuando lo pienso, decirlo sería algo demasiado vergonzoso.
-¿entonces lo haces para molestarme?- pregunto, y mi voz tiene un tinte de reproche - reacciono como cualquier persona- comento un poco caprichoso, porque no se como mas reaccionar, me siento intimidado, pero no quiero ser tan obvio en lo nervioso que me pone con sus palabras.

-porque a veces mi cuerpo y mi mente parecen tomar decisiones que no comprendo- comento algo perturbado. Se que puede parecer un absurdo, pero sentir que no tienes el control absoluto de tu persona es muy extraño.
Evan es tan bueno conmigo, y me gusta escuchar que no me dejará tan fácil, no se porque, pero me emociona que lo diga. ¿Puede ser verdad que me acepta con todo lo que incluso yo desconozco?
Me río como si la idea de dejarlo fuera una broma, algo que no puede pasar. ¿Pero no era eso mismo lo que pensaba de Khaled y yo? La vida puede dar giros que cambian todo aun si uno dice que no pasará.
-también me gustas mucho- admito sonrojado por ese beso o tal vez por sus palabras, o puede ser solo por estar con él.
Supongo que en algún punto de mi vida he obtenido más experiencia de la que recuerdo, es obvio por la manera en que le he besado y lo que he hecho. ¿Será que yo ya..? la idea me asusta un poco, pero imagino que tal vez Khaled y yo llegamos hasta ese punto.
Sacudo mi cabeza, quiero dejar de pensar en todo eso, solo quiero disfrutar de lo que ahora estoy viviendo.
-podemos- ir a tu habitación... ¡vamos dilo! muerdo mi labio y no puedo terminar lo que iba a decir. Obviamente lo deseo, mucho más de lo que puedo aceptar, pero es obvio. Más allá de todas las dudas que experimento, mi cuerpo solo sigue reaccionando ante el mas mínimo contacto con él. Me hace sentir un poco como un pervertido -creo que necesito agua- me río nervioso regresando mis manos al cojín que cubre mi entrepierna. ¿Como puede alguien permanecer excitado aun cuando en su mente tiene tantos problemas existenciales?
Pero la verdad es que ya no soy un niño, tal vez no debería ser tan tímido con todo esto. Además ya somos pareja... soy gay y aun así la idea de comportarme de manera algo liberal me asusta.

Me reí muy bajo y toqué su cara con mi mano para levantar su mirada, e incliné un poco mi rostro.
-No lo hago por molestarte, simplemente la forma en que reaccionas me parece adorable. Y no, tus expresiones son más lindas que las de cualquiera -para mí él es un chico demasiado atractivo. Sus ojos, su cabello, su cuerpo y su cara están arriba del promedio. Sin contar que mis sentimientos se enredaron y desarrollaron rápidamente y en parte gracias a él. Es imposible que no me fascine por ver sus expresiones tímidas causadas por mis palabras.

Intenté calmarme y pensar como si en verdad no le conociera, y opinar sin miedo sobre sus sentimientos de ahora.
-Eso es normal, ¿no te parece? Como te dije, hay hábitos en nuestra vida, inconscientemente realizas o sientes cosas porque tal vez tu cuerpo se acostumbró a ello -pasé mi mano por su mejilla para calmar sus pensamientos negativos, y le di otro beso corto luego de que él repitió que le gustaba- trata de no pensarlo demasiado – le abracé nuevamente, le di un beso, y así continué con pequeñas caricias en su rostro y en sus brazos. Mis ganas de tumbarlo están por dominarme, pero no quiero asustarlo ni presionarlo, pues ahora creo que es un chico que seguramente piensa no haber experimentado esta clase de cosas. Sin embargo no pude evitar sentír una punzada en el pecho y un calor recorrer mi cuerpo al ver su cara seductora. Aunque parece un poco frustrado, ¿tal vez?- ¿podemos...? -me reí y me incliné cerca de él sin besarlo, simplemente para sentir su respiración cerca. Siento cómo lo acorralo sutilmente, y aunque una parte de mi pide que tenga un poco más de control y consideración, la otra me indica que lo haga. He esperado demasiado, lo he soñado, y ni hablar de las veces que lo imaginé.
Me dispuse a besarlo nuevamente, y esta vez pensé en deshacerme del molesto cojín que parece una barrera entre nosotros. Metí mi lengua en su boca a la vez que jalaba el cojín con fuerza para lanzarlo donde sea que cayera, y deslicé mi mano por su cuello disfrutando el calor y la suavidad de ese corto trayecto. Siento sus cabellos con la punta de mis dedos, y la posición de mi mano ayuda a profundizar más nuestro beso. Estoy nervioso, y evité pensar tanto para llevar mi mano hasta su pecho y buscar con mis dedos  sus pezones sobre su camisa. Aunque no llegué a sentir nada aún porque mis movimientos se entorpecieron con mis nervios, el estar tan cerca y acelerar el ritmo de los besos me hace sentir acalorado. Mi cuerpo reacciona, y de a poco voy perdiendo el miedo y empiezo a tocar un poco más.

Mi cara arde por sus palabras, tiene una facilidad para hacerme sentir de esta manera. Me siento un poco tonto por ser tan obvio, porque creo que eso es lo que le gusta, que no puedo ocultar nada de lo que siento. Incluso lo que pienso aveces es demasiado obvio.

El pensar que mi cuerpo está acostumbrado a ciertas cosas, como algo tan intimo como lo que estamos compartiendo, me hace sentir nervioso. Estar acostumbrado a esto y no recordarlo me hace sentir algo incomodo, y peor aun porque esa otra persona se a cruzado por mi cabeza. No es la primera vez que me pasa. Como todo chico a veces me gusta auto complacerme, pero desde que salí del hospital solo lo evito, porque mi imaginación me juega bromas extrañas y Aaren aparece en mi cabeza de vez en cuando, y uno no debería tocarse pensando a en su hermano.
-Lo intentaré- no sé como no pensar demasiado en las cosas, yo mismo me sorprendo y a veces me asusto de descubrir cosas sobre mi.

Ahora es él quien se acerca a mi, y yo llevo mi espalda hacia atrás, en un gesto intimidado por notarlo a él tan cerca.
Muerdo mi labio nervioso de que el pueda notar lo que estaba pensando. Soy realmente un pervertido y el se ha dado cuenta.
-no, yo... no... nada- digo nervioso, pero mi voz escapa de mi sonando particularmente afectada por mi; de nuevo creciente excitación.
No puedo resistirme a su apasionado e invasivo beso, mi boca se abre sin poner resistencia y jadeo en protesta al sentir como retira el cojín pero mis ojos se vuelven a cerrar lentamente, creo que no tengo mucha fuerza de voluntad ahora.
Cierro mis puños con fuerza, pues aunque quiero intentar decirle que se detenga, que me siento nervioso. Me siento demasiado rendido ante sus labios y sus manos.
Mis manos inseguras se posan en su costado intentando abrazarle pero mis manos se aferran a su camisa.
Ese otro lado mío quiere tocarlo, acariciarle con descaro pero no me atrevo, ¿no sería desagradable si soy demasiado descarado? no puedo decidir como reaccionar, y solo se que estoy rendido completo ante él.
-te amo- este sería el momento de detenerme por lo que acabo de decir, le he dicho que lo amo y apenas nos conocemos, pero, no soy consciente de mis palabras, solo han salido sin que yo pueda notarlo ni siquiera.

Quisiera saber exactamente qué es lo que le preocupa, pero no sirve de nada presionarlo y ahora, aunque parezca un insensible, hay algo más con lo que desearía avanzar. A la hora de hablar digo demasiado, a veces termino arruinando las cosas y no quiero que esta vez que estoy tan cerca de él me pase. Estoy disfrutando nuestro momento tan íntimo, quiero quedarme así, olvidar todo. Solamente recordar lo mucho que me gusta, que lo amo y que soy afortunado por gustarle tanto también.

Esta parte de él nunca la conocí, solo tomé un poco hace tanto pero no tengo conocimiento sobre cómo es en la intimidad. Siento celos de Aaren, de ese otro chico que también conoció a un Meier avergonzado, lascivo. Quisiera ser el primero en su vida no solo ahora, sino desde siempre. Es un pensamiento egoísta e inevitable, yo tampoco me contuve y disfruté de mi vida mientras él no estuvo. Pero aún así es inevitable el sentirme inferior a quien tuvo la valentía de tocarlo, pues yo tuve miedo y lo dejé ir.
Sus labios me hacen olvidar las dudas e inseguridades sobre nosotros, mis manos toman un poco de valor y mientras una baja hasta su cintura, la otra se dedica a tocar su pecho. Siento los latidos de su corazón que van a un ritmo similar al mío y me hace sentir aun más emocionado. Voy subiendo un poco su camisa dispuesto a recorrer su torso, pero detengo el movimiento de todo mi cuerpo y me separo lentamente de él. Abro los ojos, siento mi pecho pesado y unas intensas ganas de llorar. Pero muerdo mi labio inferior y sonrío. No sé si por felicidad, porque estoy muy confundido. No sé si esa frase la dijo pensando en mi o en nosotros, o simplemente recuerda un fragmento del pasado y tuvo la necesidad de expresarlo. Quiero adueñarme de ellas, y estrujo su camisa pegando mi frente a la suya y cerrando los ojos.
-Te amo, Mei -tragué saliva, mi voz tembló y mi cara está ardiendo- en verdad te amo -estoy perdido. Tal vez él lo dijo sin querer o por el calor del momento. Pero quiero creer que es por mi, que tal vez todavía me amaba, que llegó a hacerlo y ahora el subconsciente habla por él- no preguntes porqué, solo créeme -no sé siquiera si eso pueda convencerlo. Podría burlarse, o dudar, puede pensar que voy muy a prisa no solo por tener la intención de acostarme con él, si no por dejarme llevar con la corriente. Parece un sentimiento tan superficial, ¿no es así? Pero en verdad necesitaba decirlo, y escucharlo me hace volverme loco.
Me levanté del sofá y tomé su mano para que me siguiera a la recámara, no pregunté por si lo quería, yo solo asumo que él estará dispuesto.

Todo me parece tan perfecto, me siento tan emocionado y feliz, de hecho me siento abrumado por las emociones que fluyen dentro de mi. Es tan extraño, pero siento tantas cosas que no puedo explicarme.
Cuando él se detiene me confundo un poco, abro un poco mi boca al descubrir lo que he dicho, se que lo he dicho, pero solo no lo pensé. Me siento un idiota, seguro pensará que solo soy un niño que se ha clavado demasiado con él. Lo he arruinado y no se como arreglarlo, solo no me salen las palabras. Pero… él sonríe.
Creo que ahora debería ser yo el que se asusta, pero mi corazón salta emocionado cuando lo escucho hablar. Todo esto carece de sentido, debe ser una ilusión. No puede ser real pero aun así me siento muy feliz, tanto que quiero llorar.
Muevo poquito mi cabeza en una afirmación de que no preguntaré, creo que solo el saber que lo siente me basta.

El se levanta tan rápido que yo me siento un poco perdido, y apenas atino a dar los pasos coordinados para no tropezar. Le sigo y llegamos a su recamara.
Obviamente todo esto está pasando muy rápido, demasiado rápido. ¿Por qué me emociono tanto por todo esto? una sonrisa burlona se posa en mis labios y la idea de decirle un "¿tan desesperado estás?" pasa por mi cabeza, pero burlarme sería un poco raro. Sacudo mi cabeza y borro esa sonrisa de mi cara.
-Yo nunca - detengo mis palabras, porque realmente no se si yo nunca he hecho algo como esto -¿estás seguro?- pregunto mirando la cama como si fuera un monstruo que me aterra, porque me hace consciente de lo que pasaría entre nosotros, y bueno, hacerlo con un hombre puede no ser tan agradable sin ciertas medidas previsoras... -podría no ser muy agradable- digo un poco inseguro. La emoción de hace un rato me ha abandonado y solo comienzo a sentirme apenado por lo que podría pasar.

Estoy asustado y ansioso, y probablemente él más. Quisiera saber qué piensa, si me sigue la corriente, si le da gusto escuchar esas palabras o siquiera las cree. Quiero saber lo que siente por mí realmente o lo que sentía antes. Pero ¿no es eso? Esa frase no es algo que Mei diría fácilmente, ¿cierto? Puedo justificar mis sentimientos, lo he arrastrado por tanto tiempo y al verlo de nuevo ese calor en mi pecho volvió a sentirse. El recuerdo de sus manos, de sus labios. Amo su sonrisa, sus bromas pesadas. Sus palabras con desprecio son las que más me han lastimado de todas las personas también. Tiene demasiada influencia sobre mí. No puedo decir que tomé una mala o buena decisión. Incluso ahora tengo demasiadas dudas sobre si lo que hago es correcto. Soy egoísta por pensar que estaría bien si él solo se queda así por siempre, en un momento donde me ama y me permite hacerlo también.

Llegamos a la habitación, de repente está tan silencioso que puedo sentir mis latidos pegar con más fuerza.
-Lo estoy -me quedé mirándolo y a paso lento terminé sentado en la cama, tomé sus manos y las besé- está bien si tienes miedo, si no lo quieres, me detendré -mentiría si dijera que no lo quiero de inmediato, que estoy un poco desesperado por poseerlo. Pero verlo asustado con el riesgo de que obtenga nuevos malos recuerdos de esto luego de no tener nada, me hace conservar un poco de calma. Lo abracé por la cintura y recargué mi cabeza en su pecho- si quieres solamente compartir un abrazo, yo estoy bien. Besarnos, tocarnos un poco. Pararé donde tú lo decidas. O puedo quedarme así simplemente -solté una risita. Mi cara se siente muy caliente pero me siento un feliz de no sentirme extraño al ser tan cursi. Deseo recorrer todo su cuerpo, pero el hecho de estar aquí sin nadie que pueda molestarnos y platicando un poco sobre cómo nos sentimos, es demasiado agradable.