A kiss to build a dream on |Evan|

Recuerdo del primer mensaje :

He comenzado a retomar mis actividades, he regresado a la universidad, me ha costado un poco retomar el ritmo pero supongo que mi cerebro recuerda inconscientemente cosas que he aprendido. Mis amistades parecen tener miedo de decir cosas que puedan hacerme sentir mal o herido, pero no saben que tratarme de esa  tan cuidadosa hace que me sienta peor. Debo comenzar a ir a terapia, la verdad es que la he evitado.
Por otro lado siento que no puedo conectar con mi hermano, hay algo que simplemente no parece permitir que me acerque a él, aveces parece herido cuando digo o hago algunas cosas.
No logro encajar de ninguna forma y es tan raro para mi pasar por una situación tal.

Sigo sin saber nada de Khaled, ya me resigné a la idea de que terminamos, pero la incógnita sobre el porque me hace sentir mal. Tengo miedo de que sea por mi culpa.
La hora de la cena ha llegado y bajo a la mesa donde mi madre y su esposo me esperan. Es incomodo pasar el tiempo con ellos, aunque debo aceptar que no imaginaba que mi madre estaría así de enamorada, pero es lindo verla sonreír de esa manera cuando lo mira.
Miro la mesa, la comida se ve deliciosa y comienzo a comer pero me detengo al notar la mirada constante de mi madre.
-¿Y bien?- me pregunta y yo no se que decirle, ¿que espera escuchar de mi? -es tu comida favorita ¿lo recuerdas?-[/color] suelto la cuchara y masajeo mi sien.
-¿puedes parar?- pregunto molesto.
-yo solo quiero ayudarte a recordar, no tienes porque hablarme así.
-no tengo hambre, saldré a caminar- solo el sonido de mi silla siendo empujada por mis piernas al levantarme se escucha. Estoy cansado de los intentos de mi madre por hacerme recordar.
Subo a mi habitación, tomo ese nuevo celular, es un modelo diferente al de los otros dos que me entregaron en el hospital  con mis demás pertenencias. Sigo sin poder desbloquearlos, he revisado mi habitación tratando de encontrar alguna pista, pero pareciera que no he sido yo el que eligió las contraseñas porque nada de lo que para mi podría ser utilizado funciona.

Cuando salgo a la calle arrastro un poco los pies al caminar, no se quienes son las personas en que ahora confió como para poder buscar consuelo, así que recurro a la única persona que conozco y confío desde que he despertado. Busco su número en mi celular.
-¿Evan?- digo su nombre cuando escucho que contestan -sabes deberías invitarme a cenar- le digo con una risa divertida -¿estás en tu casa? ¿puedo ir? estoy por subir a un taxi, ¿me das la dirección?- tal vez estoy siendo impertinente, el podría tener sus planes y yo estoy casi obligándolo a que me vea, pero realmente no se a quien mas buscar.

Aun con mis miedos me dejo llevar a la cama. ¿Por qué no puedo solo decir no? me asusto de mi al descubrirme deseando ir mas lejos. Odio sentir este choque dentro de mi.
El es tan dulce conmigo, es obvio que él desea esto pero aun así me dice que podemos no hacer nada.
Incluso este abrazo tan dulce que me da hace sentir a mi cuerpo todo acelerado.
Por mi cabeza la idea de decirle "quédate así" pasa por mi cabeza y tengo que contener mi sonrisa por esa idea, es una muy mala broma, ¿por que debería causarme gracia?
-es que la verdad... yo si quiero. Pero tengo un poco de miedo- admito regresando de nuevo a mi normal comportamiento.
Lo empujo con mis brazos para que me suelte y me levanto de la cama. La idea de irme ha pasado por mi cabeza, pero solo pensarlo siento que me arrepentiré, un sentimiento conocido que no logro saber porque lo siento -de acuerdo hagámoslo- digo pero solo estoy dando vueltas por la habitación -tú sube a la cama- ordeno antes de que piense en acercarse a mi y solo sigo dando vueltas de un lado a otro. Respiro profundamente ignorando todo lo demás.
Cuando mis nervios han bajado me acerco al pie de la cama, me saco los zapatos y calcetines, sigo con la playera que dejo caer al suelo y comienzo a desabrochar mi pantalón. Todo lo hago tan en automático que no me doy cuenta. Me expongo con tanta facilidad y no me doy cuenta de la determinación con la que he hecho mis movimientos.
Mi pantalón ya esta en el suelo, y son mas también me deshago de mi boxer, pongo una rodilla sobre la cama y me quedo de piedra. Acabo de quitarme toda mi ropa y decorado el suelo con ella.
-oh por dios- comento sintiendo como mi rostro comienza a arder, ¿pero porque lo he hecho de esa manera? descaradamente lo intento incitar.
Me estiro para jalar una de sus almohadas para cubrir mi desnudes y me dejo caer sentado en el suelo.
-¡Lo siento! - digo algo asustado y frustrado, tengo ganas de llorar -¿como puedo gustarte? mira la clase de persona que soy- me asusta mucho descubrir ese lado lascivo -¡No me dejes por ser así! ¡por favor no lo hagas!- le pido con desesperación, no lo quiero perder, tengo miedo de que este lado de mi que yo desconozco lo pueda alejar de mi -no quiero que me dejes Evan, no lo hagas, yo te amo, mucho, lo hago mucho, desde que te vi en el hospital lo he hecho. Se que suena tonto e irreal, pero lo siento, pero creo que soy un pervertido o algo así ¿como podría yo gustarte?- tengo tanto miedo de saber que clase de persona era -acabo de hacer algo tan vergonzoso, seguro debes odiarme- quiero cubrir todo mi cuerpo.

Su empujón me tomó por sorpresa, y saber que tiene miedo y con tal reacción pensé que desistiría. Está bien, aunque me siento algo ansioso por no hacerlo hoy, la verdad esperaría mucho más hasta que se sienta listo.
-Entonces pararemos -traté de estar calmado, pero repentinamente me dice que lo haremos. No sé cómo sentirme, no quiero que se obligue solo para complacerme o alguna otra razón. Quiero que lo deseé tanto como yo. Es obvio que lo quiere, pero también entiendo sus miedos. Ahora él es una persona aún más joven y debe ser complicado asimilar el hecho de que estamos a punto de tener sexo- no debes obligarte -me quedé pasmado y después obedecí a lo que me dijo, y me impulsé hacia atrás para quedar sentado en el centro. Esta situación es algo extraña, porque él está muy nervioso evidentemente y yo un poco desubicado, pero sin embargo acaté su orden y no pregunté nada más.

Iba a decirle que parara de pensarlo tanto, mi cuerpo se ha calmado y siento incluso un poco de ternura por cómo se comporta, pero entonces empieza a sacarse la ropa una por una. Me sentí nervioso, por una parte no pude evitar ver su cuerpo y sentir un cosquilleo en mi pecho, porque a pesar de que parece que se prepara para entrar a la ducha, su cuerpo sigue siendo hermoso. Pero sus movimientos se detienen, de este ángulo puedo verlo todo pero me preocupa más su expresión.
-¿Qué? -no entendí porqué se disculpaba- ¿de qué hablas? -mi voz no suena molesta, solamente no comprendo porqué siente tanta inseguridad luego de despojarse de todo tan descaradamente- hey -me levanto de la cama y me agacho en donde él está, pero estoy tan desconcertado que solamente dejo que hable mientras yo intento aclarar mi cabeza- Oye, Mei, cálmate -parece que entró en una especie de crisis, y pongo una mano sobre su hombro y la otra en su barbilla para que me mire y entienda que nada de lo que teme va a suceder. De nuevo dice que me ama, y aunque debería concentrarme en darle seguridad, mi cara se pone caliente de nuevo y empiezo a sentir esa avalancha de emociones. No se supone que esté feliz ahora que él está tan susceptible, tengo que decirle lo que pienso para que pierda el miedo, pero ahora estoy demasiado feliz, mis palabras no salen y solo me quedo mirando- escucha -estoy un poco conmocionado. Siento tantas cosas. Me da mucha ternura cómo piensa, me emociona que me diga que me ame, y además ahora mismo estoy pensando todo eso que quiero hacerle desde hace mucho- no te dejaré porque tengas el deseo de acostarte conmigo, en realidad eso me pone demasiado feliz -siento que el calor sube más a mi cara, y también baja a otra parte de mi cuerpo- me gustas mucho. Tu cuerpo es demasiado hermoso como para molestarme por lo que acabas de hacer -hice una pausa buscando palabras que describieran con un poco de racionalidad el porqué no lo dejaría y lo que amo de él, pero creo que todo lo hará parecer algo acelerado- además no podría odiarte. Nunca, ni siquiera aunque me rechazaras. Me gusta cuando eres tímido, pero también amo este lado tuyo -me acerqué a besarlo, y después besé cerca de sus ojos- te amo, y aceptaré si no quieres hacerlo, y también tus malos pensamientos. Pero no asumas que voy a dejarte por eso, confía en mí, por favor -puse ambas manos sobre su cara y pegué mi frente a la suya. Todo se vuelve caótico cuando estoy con él, incluso ahora. Pero me he hecho adicto a estos sube y baja de emociones.

Se que el no me obligará confío mucho en que el respetará mi decisión. El gran problema reside en que deseo que esto pase, quiero ser suyo y la sola ya me hace sentir excitado. Pero es por todo lo que desconozco de mi mismo que me siento inseguro. La tonta frase de "no eres tú, soy yo", es lo único que aplica en este momento.
-shh- hago despacito y pongo uno de mis dedos en mis labios para hacer la señal de que guarde silencio. Escucharlo me hace sentir aun mas inseguro. Si él no fuera tan amable, si solo tomara la decisión yo no podría ni siquiera resistirme, pero él me da mucho espacio para pensar y ahora pensar no se me da muy bien.

Evan debe pensar que estoy loco, yo mismo me siento de esa manera. Un segundo estoy a nada de entrar a la cama con él y al otro estoy casi llorando en el piso.
Él realmente es bueno conmigo y me hace sentir mas tranquilo con tanta facilidad, que me siento un poco sorprendido del gran poder que él ejerce sobre mi. Pero no me molesta, me alegra saber que existe una persona que puede soportarme como soy, y que sabe como hacer que encuentre calma aun con todo el caos que se crea en mi cabeza.
-Deseo hacerlo, pero tengo un poco de miedo de mi mismo, pero, lo que siento por ti es igual ahora, a cuando me pongo raro- raro... ¿como más definir mi estado? no se me ocurre nada, pero la verdad es que acabo de mentir, creo lo que siento por él se vuelve mucho mas intenso cuando pierdo un poco la cabeza.
-subamos a la cama- me siento un poco patético por como cubro mi cuerpo con la almohada, ya se lo he mostrado pero ahora me siento tímido con eso. No creo que pueda ser un chico que le guste mucho a alguien, soy mas bien flacucho, aunque tengo una espalda un poco ancha, pero no soy mas que un tipo flaco y sin gracias.
-Mi cuerpo no ha cambiado tanto y aun así se siente un poco ageno- comento acomodándome en la cama. Aunque cubro mi cuerpo no he intentado buscar mi ropa... soy demasiado obvio en lo que realmente deseo -hay otra cosa... desde que salí del hospital yo no he podido... ya sabes, ¿crees que es normal? ¿y si no puedo? o dios no dejo de tener cada vez nuevos miedos. Me recuesto en la cama abrazando la almohada ahora mas buscando consuelo en ella que protección para mi cuerpo -bésame- ordeno caprichoso y ahora no estoy seguro si solo ha sido uno de mis particulares raros reflejos o solo he sido yo, exigiendo algo de satisfacción, porque si me besa yo solo me olvido de casi todo.

Yo también empiezo a sentir un poco de miedo, o más bien tengo ese dilema si debería o no hacerlo. Empiezo a pensar que él podría desarrollar una especie de doble personalidad. Sé que es un poco manipulador, pero sus palabras ahora se sienten honestas, no creo que me esté mintiendo o jugando con la situación.
-Raro... -sonreí por escuchar la palabra, ¿exactamente qué es eso “raro” de lo que se asusta?- entiendo, entonces lo tomaremos con calma -no sé si parar, o seguir, o simplemente desistir ahora. Porque no quiero que crea que lo rechazo porque me aburrí de este cambio de emociones, pero tampoco quiero obligarlo. Esto es tan complicado, aún así voy a la cama y me tumbo esperando que él se recueste junto. Se cubre el cuerpo con mucha pena, eso me hace sentir extrañamente excitado. Debo ser un pervertido.

Me sorprendió escuchar que no ha podido masturbarse, en realidad es un poco raro que me lo diga pero, bueno, debe ser porque sus preocupaciones son más grandes y por ello no puede concentrarse si lo intenta.
-¿Lo has intentado? -me acerco un poco más a él una vez que se acuesta, y sonrío cuando me pide que lo bese. Me enderecé un poco y fui hasta sus labios si ponerme totalmente sobre él, está bien donde sea que pare, o si cambia de opinión, o si de repente se vuelve desenfrenado. De esta forma en que cambia tan radicalmente de decisión es que me siento más cerca de esa persona que conocí. Metí mi lengua casi al instante, mi cuerpo vuelve a sentir esa presión en el pecho y más abajo. Una de mis manos comenzó a acariciar su brazo, y mientras prolongaba el beso también intenté tocar un poco más. Comencé a delinear el perfil de su torso y me separé un momento para tomar un poco de aire. Me senté sobre la cama y me quité la camisa, creo que podría tener un poco más de confianza si ambos estamos desnudos, aunque podría causar el efecto contrario y por eso me dejé el pantalón por ahora.
-Si lo prefieres, puedes bajar la sábana -me siento extraño siendo tan cuidadoso. No es porque fuera un tipo tosco, creo que siempre cuide bien de mi parejas pero no a este extremo, y me hace sentir como si me estuviera acostando con alguien muy joven, y es que él realmente lo es.
Tragué saliva antes de continuar y me acerqué de nuevo para besar su mejilla, esta vez lo acorralé con ambas manos y luego bajé hasta su cuello para besarlo. Pegué mi nariz y aspiré el aroma de su piel, creo que hasta ahora nunca había sentido su fragancia tan intensamente.

-Si pero, es muy raro, porque incluso mi cuerpo ha cambiado, lo noto diferente y... bueno, seguro suena a una tontería, pero sería como hacérselo a un desconocido- de hecho aunque al principio había mucho de eso, ya me he acostumbrado casi por completo a mi cuerpo, lo que más me afectan son esas fantasías en mi cabeza, pero decirle a mi novio que fantaseo con mi hermano, no parece correcto.
Creo que Evan pone mucho cuidado en mi, me hace sentir muy especial que sea de esta manera. Incluso me besa aun cuando lo he pedido de una manera tan desagradable, pero creo que en el fondo; aunque Khaled me volvió una mejor persona, yo nunca podré dejar de ser solo un niño rico y caprichoso. El beso que él me ofrece es muy apasionado desde el primer momento, pero no me molesta, yo solamente sigo el ritmo e intensidad que el marca y de nuevo me siento perdido, y entusiasmado.
Mis ojos no le pueden ignorar cuando se quita la camisa, él es demasiado perfecto, solo mirar su torso ya es placentero y me hace sentir un poco acelerado.
Ni digo si o no, solo comienzo a mover mis pies y manos para bajar la  sábana y me deshago de la almohada. aunque con solo una tela cubriendo la parte baja de mi cuerpo, ya no hay forma de ocultar lo que me está pasando.
La mezcla que siento entre nervios y excitación me va a volver loco. Trago saliva al mirar como se acerca a mi. Cierro mis ojos por ese beso en mi mejilla y jalo aire de manera irregular cuando el baja a mi cuello y es su respiración la que hace erizar mi piel.
Cierro mis ojos con fuerza, este momento es tan perfecto y aun así siento un impulso por decir algo que no se que es, y ¿juguetear un poco? Todo es tan absurdo en mi cabeza ahora. Solo cierro mis ojos con fuerza para contener esas actitudes tan raras y me concentro en lo que Evan me hace sentir. Pero es precisamente Evan quien parece despertar mas en mi esas cosas
-eres todo un pervertido-pienso de manera burlona -lo siento- me disculpo por mis palabras en mi mente. Pero justo ahora no se realmente que es lo que digo y que se queda solo en mi cabeza.
Mis manos por fin toma el valor para tocar la parte de su cuerpo que esta expuesta. Se posan a la altura de sus costillas y lentamente se mueven para tocar su espalda y abrazarle un poco.
De nuevo siento dentro de mi esa gran felicidad, como si esto fuera algo tan anhelado.
-Dime que me amas- le pido en un susurro, deseo escucharlo de nuevo. Quiero sentir la sinceridad de sus palabras.

No entiendo lo que siente pero lo que dice tiene lógica,son alrededor de tres años lo que perdió en el accidente, en ese tiempo su cuerpo debió cambiar, y además sus recuerdos más frescos no viven en el presente.
-Puedo ayudarte con eso -si me pongo a pensar demasiado sobre el problema él también lo hará, y al venir aquí no pretende eso. Tal vez distraerlo no sea la solución, eso lo sé, pero no tengo otra forma de ayudarlo, no puedo presionar sus recuerdos ni le obligarle a intentarlo si le hace sentir tan mal cosas tan mínimas.

Cuando escuché su disculpa quería parar. De repente tuve miedo porque no entiendo a quién o porqué lo dice, pero no, a este paso solo le daré más espacio para dudar. Porque no parece que él quiera detenerme realmente.
-Te amo -hablé muy cerca de su oreja y muy bajo, me siento nervioso de decirle esa frase, para mí es muy importante y parece que él no piensa que sea raro que yo la utilice. Al menos puedo expresarle mis sentimientos de esta forma sin que quiera huír de mí. Deslicé una de mis manos por su pecho hasta llegar abajo. Está erecto, y en cuanto sentí esa parte un escalofrío me recorrió el cuerpo. Es la primera vez que hacemos esto, no es el momento perfecto como imaginaba pero él sigue siendo casi el mismo. De repente siento a ese chico del que me enamoré, y aún sigue siendo tan caprichoso- eres adorable -di un beso en su pómulo y busqué de nuevo sus labios en un beso lento y profundo. La sábana es muy delgada, y siento mi propia respiración acelerarse. La presión en mi pantalón empieza a incomodarme, pero me gusta tocarlo y no quiero separarme de sus labios. Creo que es lo que más me gusta hacer con él, besarnos. ¿Cómo no me percaté que estaba tan enamorado? Me atrapó tan rápido pero mi orgullo me ponía terco.

Me separé de él para sentarme a un lado y sacarme el pantalón.
-Mei, Meier… sé que te molesta que acorte tu nombre pero siempre me ha gustado llamarte por el primero -hice una pausa y sentí que el aire me faltaba, y me recosté junto a él tocando su cara- en este corto tiempo, ¿lo has notado? -tengo lapsos donde olvido que para él soy un extraño, aunque diga que me ama y mis besos no le sean tan ajenos, yo soy una persona nueva en su vida- te amo demasiado.

Supongo que es por estas cosas que se supone tengo que ir a terapia con un psicólogo, pero me cuesta tanto abrirme con las personas cercanas a mi ¿como lo haría con un extraño?
- ¿ayudarme?- pregunto un poco confundido y mi cara seguro piso de su color natural a completamente roja. No sé si soy demasiado inocente y por eso tarde en entender o soy un pervertido y estoy imaginando cosas que ni al caso.

Escuchar esa frase tan común,  "te amo", ahora me resulta completamente satisfactorio, cada vez que lo dice siento una calma y felicidad, como algo que deseas escuchar pero se te es negado tanto que cuando ocurre no quieres que pare nunca más.
- yo a ti - apenas salen como en un suspiro mis palabras al sentir su mano ir bajando por mi cuerpo.
Tan siento tan perdido. Mi cabeza llena de tantas dudas y miedos ahora está en blanco. Muerdo mi labio porque siento vergüenza de los sonidos que salen por mi boca.
- pues adorame- de nuevo doy una respuesta un poco rara.
Entre el tacto de su mano y sus labios me siento tan excitado. Todo esto es tan placentero que temo que si no se detiene terminaré en nada.
Pero ese punto culminante no llega porque el se detiene, abro mis ojos y lo veo un poco borroso y confundido porque se alejó de mi.
- Mei suena como nombre de chica - si, es verdad que soy gay, pero no dejo de ser un hombre, seguro parece absurdo, pero para mi es algo de mucha importancia y jamás lo he compartido con nadie -¿como sabes eso?- pregunto de repente - yo nunca le digo eso a nadie - hablo un poco abrumado aunque esas palabras de amor me calman un poco. Suelo presumir mi memoria casi perfecta ¿pero ahora tengo derecho a confiar en ella? - lo siento, esque no lo recuerdo - toco mi cabeza porque ha comenzado a doler y cierro mis ojos con fuerza. Supongo que sí he olvidado varios años de mi vida, puedo olvidar que le compartí algo como eso - nunca se lo dije a nadie, pero contigo todo es diferente, supongo que te lo dije - quiero recordar cuando se lo dije, si es un recuerdo de nosotros quiero tenerlo y conservarlo. No quiero olvidar nada sobre Evan. Pero cómo siempre que persigo algún recuerdo, mi cabeza duele.
- este debe ser tu peor encuentro sexual - comento tratando de bromear y aunque hace unos momentos estaba cerca del orgasmo, mi cuerpo ahora parece haberlo olvidado. Sigo tomando mi cabeza y con los ojos cerrados, no sabía que recuerdos más recientes me causarían estos mismos malestares. Pero más que nada me siento mal por arruinar el momento entre nosotros... De nuevo.
Muevo mi mano a tientas para buscar su hombro y hacerlo recostarse a mi lado.
- soy bueno arruinandolo entre nosotros- digo un poco apenado acariciando su rostro con mis manos. Al menos así se donde están sus labios porque sigo si abrir mis ojos y le besó. Es un beso pequeño pero lleno de emociones y disculpas por olvidar algo de nosotros.
- te amo tanto - mi mano se posa en su pecho, quiero compensarlo por todos los momentos malos que hoy le he dado. Pero solo tocarlo ya me pone nervioso, el pensar en rozar su pezón ya me pone un poco más tonto, aún así lo intento y con demasiada torpeza. Hago nuestro beso más profundo buscan un poco de ese exceso de confianza que aveces siento.
Sobre lo que he olvidado, ya me ocuparé después de recordarlo, tal vez preguntándole cuando fue, el seguro me ayudara, así que por ahora sólo quiero disculparme y ser completamente suyo.
Realmente me siento muy torpe al jugar en su pecho, mis dedos parecen muy tiesos pero al menos con los besos mi dolor de cabeza parece disminuir. Al sentirme mejor tomo un poco más de iniciativa y puedo decir que realmente soy yo y no uno de mis arranques raros. Me coloco a horcajadas sobre él, quisiera poder abrir mis ojos y admirar su cuerpo, pero por el dolor que aún tengo mejor no lo hago. Mis manos le tocan un poco y poco a poco de su torso y me recuesto sobre él.
-eres muy grande - declaro con mis manos sobre sus hombros y obviamente hablo sobre su cuerpo en general pero creo que se escucha un poco...
Me rio nervioso y escondo mi ardorosa cara entre su cuello. Aún así me apoyo sobre mis rodillas para levantar mis caderas y dejar un espacio entre nosotros por donde paso mi mano. Llegó hasta su entre pierna y de nuevo toco con algo de torpeza, trago saliva por los nervios y comiendo a mover mi mano sobre su miembro -¿asi esta bien?- pregunto nervioso como de costumbre pero también algo excitado.

Me siento tan bien cuando me dice que me ama, incluso cuando me lo pide. Este momento de intimidad que he anhelado se siente real gracias a su peculiar carácter. Me asusta un poco, pero he aprendido a amar sus cambios de humor, su sarcasmo y su honestidad. Aunque ahora es solo un chico tímido, sé que tarde o temprano regresarán sus memorias. Quiero que lo hagan, que el pasado y nuestro presente lo tenga con él, aunque también temo por si me odiará, yo quiero que recuerde todos sus momentos conmigo.

Hablé sin cuidado y él puso más atención de la que esperaba, realmente, ¿cuándo fue que lo dijo? Ni siquiera yo puedo recordarlo, pero fue por supuesto antes del accidente.
-¿Es así? -contesté casual y evasivo. Sentí esa adrenalina que te llega cuando te ves expuesto- no debes disculparte, pero, ¿estás bien? -le miré un poco preocupado, parece incómodo. Creo que realmente debería parar esto- yo tampoco recuerdo bien, lo siento -y es verdad, aunque mi disculpa fue por mencionar algo que del pasado. No sabía que eso era algo que nadie más había escuchado, pensé que era una información casual como al decir “hey, prefiero que me llames de esta forma”, pero él es tan complejo y reservado.
Solté una risita y un suspiro. En realidad este es el encuentro más especial que he tenido. Siento demasiadas cosas, pienso demasiado. No me importan las interrupciones o si al final él dice que no. Yo solo quiero complacerlo, ir a donde me indique y quedarme en donde él quiera.
-Es el encuentro más extraño -me reí y luego me recosté junto a él. Mi respiración se había regularizado, pero sus palabras suenan tan honestas que la emoción no se hace esperar. Lo amo, más de lo que podría expresar. He estado en ese estado embelesado con solo hablar con él, y ahora que dimos un paso más cerca del otro y que me ha permitido amarlo, me siento tan lleno- no tanto como yo te amo a ti -me sentí avergonzado y sonreí, me siento como un niño con su primer amor. Empecé a sentir cosquillas en el pecho de una manera extraña y agradable. Tuve una relación de dos años con Asb pero pocas veces dejé que jugara conmigo, y nunca le permití tener el rol activo.
-¿Lo crees? -me reí avergonzado, realmente me hizo sentir bien que lo dijera. Pero lo que más me excita ahora es su imagen sobre mi. Sus besos dificultaron mi respiración y el roce de su mano me hace sentir cosquillas en el estómago. Y sin pensarlo pongo mis manos en su cadera y acaricio despacio, rozando con las yemas de mis dedos de arriba hacia abajo- sí… -cerré los ojos y disfruté de sus caricias. Ni siquiera me pongo a pensar en su técnica, pues el hecho de que él me toque ya es algo excitante para mí.
Pasé una de mis manos hacia adelante para acariciar su erección y busqué sus labios nuevamente. La sensación al tocarlo me hizo ahogar un gemido en su boca y tuve que separarme para tomar un poco de aire.
-Abre un poco tu boca -metí dos de mis dedos lentamente, jugué un poco con su lengua y delineé en su espalda con la punta de mis dedos hasta llegar justo donde terminaba su columna- no tienes idea de lo mucho que deseaba hacerte esto... -mi voz sonó ronca, mi respiración se siente pesada y con el solo movimiento de su mano siento que podría acabar.

El no me ha una respuesta clara, supongo que no es de lo que da tanta importancia a ese tipo de cosas.
-No te disculpes, obviamente tuve que decirte, solo me sentí sorprendido porque nunca lo había dicho a nadie- por ahora parece que no obtendré una respuesta sobre como y cuando se lo dije, pero... supongo que puedo vivir con eso, ya vivo con un vacío de años.

Creo que no puedo negar lo que él siente por mi, después de todo esta soportando a alguien tan raro como yo. Mis propios cambios, parece que me asustan mas a mi que a él. Me pone tanto cuidado y su forma de mirarme me hace sentir tan lleno de sus sentimientos.
-¿me amas aunque estoy loco?- pregunto jugando un poco, pero la verdad es que siento que si estoy un poco loco.
Ya no digo nada sobre lo que he mencionado de su tamaño, solo suelto un "aham" porque creo que decir un "si" me podría un poco mas tonto.

Me relajo un poco cuando dice que si. Además no es como que no sepa hacerlo, lo he hecho conmigo. Estoy tratando de complacerlo en recompensa por lo que le he hecho pasar  me concentro solo en eso. Pero mis intenciones se ven un poco afectadas cuando el comienza a hacer lo mismo conmigo. El sonido de placer que quiere salir de mi boca es apagado con sus labios.
Estoy por buscar con desesperación sus labios cuando se separa de mi pero el habla y no sé para que lo pide, si no con mi violeta respiración y jadeos no puedo mas que tener la boca medio abierta. Pero como lo pide abro un poco más.
Metió dos dedos en mi boca, es algo extraño y me avergüenza un poco el como he de verme ahora ante sus ojos.
Hundo mi rostro entre su cuello y mi cuerpo se estremece con el recorrido de sus dedos aunado a las palabras que dice.
-tengo miedo- comento bajito y con la voz obviamente alterada, incluso he detenido el movimiento de mi mano sobre él.

-Aunque realmente lo estuvieras, aún así te amaría -muchas veces pensé que él tenía serios problemas, sacaba cosas fuera de contexto o se deprimía de la nada. Pero esa idea de que él estaba algo loco era por mi ignorancia, no tenía idea de lo que había sucedido y porqué se comportaba malcriado o de la nada se ponía tan triste. Ahora entiendo muchas cosas, y decidí ser honesto con mis propios sentimientos, a no asustarme de lo que siento por él.

Este lado de él tan lascivo anhelaba tanto verlo. Aunque la mayor parte del tiempo me preocupaba por su bienestar, también soy un hombre que piensa en cómo quiere devorarse a la persona que le gusta. A él lo imaginé de tantas formas. Ese chico travieso y descarado, o tal vez la timidez que me dejó ver aquel día. Al final resultó ser ambas, y no sé si fue así siempre, tampoco quiero pensarlo demasiado porque siento celos de las personas que le enseñaron algunas cosas.
Mis dedos delinearon su espalda, tengo el impulso por hacerlo mío pero sería egoísta él presionarlo más de la cuenta. Seguí masajeando su erección, su aliento pegando en mi piel me hace estremecer y por consecuencia acelero el ritmo de mi mano.
-No llegaré tan lejos, solo relájate -él dejó de tocarme y sentí un poco de pesadez, pero sentir su piel desnuda pegada a la mía me hace sentir caliente- te amo, Mei -en mi cabeza solo está la sensación de su piel, nuestros besos, el aroma de su cuerpo. Mi pecho se siente caliente y aunque él ha dejado de tocarme, el yo hacerlo me mantiene excitado.

El dice solo relájate, como si con solo desearlo pudiera pasar, pero no se como hacerlo.Tengo nervios, miedo y ansiedad. Tal vez parece algo exagerado, pero es muy fácil ser lastimado ¿no? y para nada es algo que me resulte atractivo.
Aunque el aumento en el ritmo de sus movimientos sobre mi  me hace desconcentrar sobre lo que podría pasar.
Cuando vuelve a decir, e intento decirle que yo a él pero no se si quiera si mis palabras se entienden, pues creo que lo que más se notan son mis jadeos.
Mi mano le envuelve de nuevo e intento retomar moverla al mismo ritmo que el marca. Pero esto es demasiado, ¿como puede hacerme sentir tan excitado? no sabía lo que era estar con alguien, lo mucho que me estimularía solo mirarle desnudo, escucharlo y tocarlo, o cuanto mas placentero me resultaría que una mano ajena me tocara.
-espe- pido entre mis gemidos pero simplemente no puedo más, siento como no puedo calmar mi excitación. Todo esto es demasiado para mi. Mi cuerpo se estremece por completo y siento mi semen cayendo entre nuestros cuerpos.
-lo siento- me disculpo porque me siento apenado de que antes he dicho que yo no había podido hacer esto desde que desperté y luego con él solo bastaron unos minutos. Y me siento un poco culpable porque seguro que él no se siente satisfecho con esto. Y solo por ahora desearía ser un poco más ese Meier descarado que parece que soy.
-¿Qué hago ahora?- le pregunto un poco confundido sentándome en sus muslos para tener así su miembro frente a mi y poner mis dos manos frente a él. Dejo de algo de mi saliva caiga de mi boca hasta la punta de su pene y con mis manos comienzo a humedecerlo todo para que se muevan con mayor facilidad.
Aunque ya he terminado, no puedo dejar de sentir excitación por todo esto -siéntate- le pido pasando una de mis húmedas manos por su abdomen. El simplemente me encanta, espero a que se siente para subir mi manos por sus pectorales y luego a su cuello para buscar un apasionado beso y algo mojado beso, mi otra mano solo sigue buscando darle aun mas placer.
-quiero que lleguemos tan lejos como tú quieras- confío en él, no hay nadie en el mundo en quien tenga mas confianza, y quiero que si esto pasa, sea con él... Pero ya pasó y no fue con él. Ese pensamiento como todos los de esa clase me molestan, así que solo lo ignoro y trato de fundirme aun mas en nuestro beso.

Al contrario de su petición incompleta, mi mano siguió el ritmo hasta conseguir que él llegara al orgasmo. La sensación caliente sobre mi piel y su aliento cortado me hizo sonreír. La satisfacción de haber logrado eso es inexplicablemente agradable. Puede parecer pequeño, pero cada gesto nuevo de él causado por mí, es importante.
-Está bien -no puedo parar de sonreír, sus expresiones son tiernas pero también eróticas, y mi mano tiene un poco de residuo- no debes preocuparte por eso, estoy bien  -aunque aún tengo una erección, el haber parado de tocarme hace que no me sienta tan excitado como hace un rato, aunque mi corazón sigue acelerado. Pero la posición que ahora toma es demasiado, y he comenzado a desear nuevamente que me toque. No podría pedirle directamente, no soy tan autoritario y siempre me ha bastado con satisfacer a mi pareja, además hoy es la primera vez que intimamos, soy un poco conformista y lo que sea que quiera y no, yo lo aceptaré.


Tragué saliva al sentir la humedad y su toque, y como él me indicó, nuevamente obedecí y me senté en la cama con ayuda de ambas manos. Tomé su cara para profundizar el beso, y ahora no pongo tanto cuidado al hacerlo, pues la saliva deja un rastro por mis labios y los suyos, y doy un par de jadeos mientras tomo aire en intervalos para seguir con el beso mientras él se dedica a acariciarme.
-Te amo  -me sentí con más confianza y lo besé con desenfreno a causa de sus caricias en mi erección, y mi mano busco de nuevo tocarlo. Me separé de nuevo para tomar aire,  pero también para llevar mi mano a sus pezones.  Me relamí los labios y solté un gemido. Mis dedos comenzaron a jugar con su pecho pero el placer que su mano me da hizo torpes mis movimientos, y me incliné hacia él para besar su oreja y morder su cuello. Con mis manos a traje más su cuerpo,  y luego se deslizaron a acariciar su trasero dejando ligeros rasguños sobre su piel- creo que…  - solté el aliento y sentí como el placer comenzaba a aumentar precipitadamente. De nuevo busqué sus labios y al momento de venirme me separé en busca de aire.  Una de mis manos se aferraba a su cadera y la otra descansaba sobre su cuello.
Lo siento  - traté de calmarme y sonreí,  me siento un poco avergonzado- eso se sintió bien - tal vez él esperaba algo más intenso, realmente no lo entiendo bien.  Pero para mi este momento es más de lo que esperaba y mi corazón aún se mantiene alterado- me encantas - dejé un beso en su mejilla y luego otro más lento en sus labios.

Una risa de satisfacción aparece en mi rostro al mirar el efecto que mis manos tienen sobre él. Los sonidos y los gestos en su rostro son tan sensuales.
Pero se que él tiene más experiencia en todo esto, así que me pregunto que tanto mas necesitará él para poder llegar al éxtasis. Por mi cabeza pasa la idea de que podemos llegar hasta el final. Aunque me asusta un poco, el me gusta y quiero ser suyo. Pero ahora que soy yo quien tiene el control, quien provoca en él el placer, ¿y si yo quiero ser quien lo haga mío? Muerdo mi labio pues siento como la confusión comienza a molestar. Creo que he estado con mas personas, ¿pero era activo o pasivo?
Por suerte los besos de Evan hacen que ya no pueda pensar más en eso, solo dejo mi mente en blanco.
Pensaba que el necesitaría mas que solo masturbarlo para terminar, pero solo observo como se separa de mi, y entre mis manos sus miembros tiene esos espasmos.
Sonrío por sus palabras, me siento como un niño al que le han dicho que ha hecho algo bien.
-tu a mi- contesto y correspondo a a ese beso lento.
Me cuesta entender como me siento, pero definitivamente ahora me siento muy feliz.
-esto es asqueroso- comento pero realmente mi cara no demuestra que sienta asco, pero aun así toco un poco de su semen que ha caído en mi cuerpo y luego solo me abrazo a él con fuerza pegando nuestros cuerpos y haciendo que nos recostemos en el colchón. Creo que me siento tal vez demasiado feliz, solo quiero estar pegado a él, sentir su piel, abrazar y darle besos. Luego de unos segundos puedo controlar mi arrebato de cariño y solo quedo recostado a su lado abrazándolo con mi brazo y pierna.
-bañémonos después de dormir un rato- comento con voz baja ya un poco más vencido por el sueño y la sensación de relajación y no me percato de nada más, ni de mi insinuación a bañarnos juntos, que en un estado mas despierto me haría sentir avergonzado, solo me quedo dormido aferrado al hombre que amo.