Sad memories |Evan C.|

Hoy es uno de los días mas complicados del año para mi. Incluso he venido desde la mañana a clases porque no podía solo quedarme en casa. La soledad es mi mayor enemiga en este día. He aprendido a vivir sin Khaled, pero cuando en el calendario aparece la fecha de su muerte es imposible ignorarlo.
Una de mis compañeras de clase me da un codazo al notar que ando distraído y no me he reído del chiste que acaba de hacer. Solo me disculpa con ella, pero no cambio mi estado un poco perdido. Constantemente checo mi celular, mamá escribe este día mucho mas que lo suele hacer durante un mes completo, y Aaren, el tampoco me deja solo. Sabe que hoy es un día complicado para mi. Con el tiempo que llevamos juntos ya le he contado sobre Khaled, y sobre su muerte. El respeta mi pasado y los sentimientos que conservo ante la memoria de mi primer amor, es el mismo respeto que yo demuestro ante los sentimiento que él tenía por ese amigo suyo, al punto de que acepto que sigan siendo amigos.

La clase esta por comenzar, pero en cuanto mis amigos se sienta, yo puedo sentir un escalofrío recorrer mi cuerpo, y en mi memoria se incrustan los ojos sin vida de Khaled. Solo me levanto y voy corriendo a los sanitarios. Escupo varias veces y mojo mi cara un par más, espero a que el agua gotee hasta que ya no esta tan mojada.
Tomo mi celular, pero Aaren no ha escrito más. Por suerte estamos en la misma facultad, así que camino hasta el salón en el que debe estar.

-tan nerd- digo al localizarlo en la primera fila del salón. Tomo de nuevo mi celular, es el mismo modelo que el que pedí, así que mis dedos se mueven de manera automática sobre la pantalla "iré al cementerio a dejar flores" le escribo a mi novio. Se que parece una locura porque Khaled no esta enterrado en Tokyo, pero al menos me gusta hacer ese ritual de llevar flores de manera simbólica, a una tumba cualquiera, la que se vea la mas olvidada, aveces las limpio un poco, porque espero que alguien esté haciendo lo mismo en la tumba de Khaled.
Regreso a mi salón y tomo mi chamarra, soy tan descuidado que no he traído cosas para hacer apuntes. Pero al igual que todos los años que llevo estudiando, solo necesito el mínimo esfuerzo para mantener una nota aceptable. Claro desde que estoy con Aaren he mejorado un poco en eso, pero si un día no pongo tanta dedicación no me afecta, soy una persona con una memoria bastante buena, ¿le llaman memoria eidética? si creo que así era, la verdad no se si tengo esa clase de memoria, pero al menos un poco por encima del promedio si que la tengo, aunque cuando en mi memoria aparece el recuerdo de Khal y su muerte, desearía solo tener mala memoria y no recordar todo tan a detalle.

Lo normal sería salir de la facultad con una sonrisa en el rostro pero no la tengo, solo camino viajando entre los recuerdos y cuidando no pisar en algún lugar equivocado. Creo que solo me muevo siendo lo mas parecido a un zombie.

Me siento cansado. No es el trabajo o un desvelo. Mi alimentación es buena y aún así tengo sueño.
Suelto un bostezo mientras espero que el semáforo me indique avanzar. Debo volver a casa, me daré un baño para poder ir por Asb a la universidad y después a cenar juntos. Últimamente las cosas entre nosotros se sienten extrañas, es como si nuestras sonrisas fueran deshonestas, las caricias superficiales e incluso ambos pasamos más tiempo fuera que en casa. ¿En qué momento fue que nos desgastamos?. Tal vez desde que vi a Mei he estado distraído, y con eso hice que Asb se mostrara desinteresado hacia a mi. Y peor, me he acostumbrado a ello al grado que no me duele, simplemente pienso “sí, debería arreglar esto”, pero nunca hablamos de nada más que lo usual, no buscamos conocer la causa del detereioro de nuestra relación.
No quiero llegar a casa, no quiero ir a cenar tampoco. Prefiero perderme por ahí con la esperanza de repetir esa suerte y ese encuentro, pero ¿para qué?, Mei me odia.

Después de conducir un rato he terminado en el estacionamiento de la facultad de administración, y suelto una risa un poco escandalosa por darme cuenta de lo patético que soy, de que me he vuelto débil y dependiente de un recuerdo. Suelto el volante y quito el cinturón de seguridad para poder estirarme hasta la guantera y sacar ese teléfono que mantuve apagado durante este tiempo. Sé que perderlo no significa nada para él, incluso dejó su motocicleta. Pero para mi, el ver lo que tiene dentro significa mucho. No quiero encontrarme con su felicidad, con la idea de que no soy más que una molestia para él, un mal recuerdo. no quiero ver que es feliz con alguien que no soy yo, y que esa persona logró lo que yo no pude por tener tantas dudas, que aún años más tarde siguen complicando mis pensamientos. No comprendo mi afán por aferrarme a él, ¿quiero ayudarlo?, ¿quiero que sea parte de mi vida?. No sé, solamente me di cuenta que pese a los años lo quiero y mucho, de una manera que sigo sin comprender. Exactamente lo que me gusta de él, puede ser mucho o nada dependiendo de mi humor, y los recuerdos me torturan entre sus sonrisas y sus quejas.

-Es tan bipolar -suelto como broma mirando el aparato apagado en mi mano.
Decidido tomo las llaves del auto y mis cosas, y me bajo del vehículo, seguro habrá un mar de gente. ¿Cómo voy a entrar?, me veré extraño buscando a un alumno, pero si no lo intento estaré cada noche deseando hacerlo. Suelto el aire y busco cómo salir del estacionamiento hacia la facultad. Quiero encontrarlo, que hablemos. Pero siempre termina todo mal, siempre dejo que mi orgullo se interponga. Y luego ¿qué?, ¿es en verdad todo tan simple?. Detengo el paso cerrando el puño con el teléfono en mano, a punto estaba de arrepentirme cuando veo su silueta a lo lejos.
Mis pies se mueven por sí solos, como si hubiera una fuerza ignorando lo racional y el sentido común que me hace querer ir con él.
-Mei -grito para llamar su atención, pues a pesar de no estar tan lejos uno del otro, no me ha notado.

-debo comprar flores- recito como si fuera una lista de deberes que no debe ser olvidada ¿pero donde vender? si si, lo normal sería sacar el celular y buscar alguna floristería cercana, pero también venden cerca del cementerio. Ahora mi debate existencia se concentra en si comprarlas ahora o arriesgarme hasta el cementerio donde posiblemente no no haya algún lugar.

Una voz dice mi nombre, una voz demasiado familiar aun al pasar de los años, pero no puede ser, él no... claro que no, debe ser cosa de mi cabeza y este día maldito que me juega bromas muy pesadas.
Levanto la cara para mirar a algún compañero o algún conocido de alguna fiesta, pero no es así. Mi cara demuestra absoluta confusión ante la persona que veo.
-Evan- digo su nombre en ese tono tan vacío que me acompaña hoy, como si esperara no romper esa burbuja que me tenía ahora en una fantasía.
Camino hasta él aun mirando con desconfianza, como si cuando me acercara, fuera a descubrir que realmente era otra persona, pero no cambia -¿que haces aquí?- cuestiono mirando a otros lados para asegurarme que era realmente a mi a quien le hablaba. Pero claro que es a ti idiota, no es como si el mundo estuviera lleno de muchos "Mei" o al menos no en la facultad... o no lo sé.
Se que le he preguntado que hace aquí, pero antes de que me conteste, yo le interrumpo.
-¿sabes de un lugar donde vendan flores?- hoy es un día tan complicado, que no quiero ni siquiera pensar en mi corazón que aun en la pena y el dolor ha dado ese saltito emocionado -hoy es u día especial, necesito conseguir flores- digo serio.
Se que es egoísta de mi parte, ningún otro día del año, ni cuando es el aniversario de que empezamos a salir, ni en la fecha de su cumpleaños, en ninguno de esos días pienso en Khaled, pero el día de su muerte no me abandona.
-¿me acompañas a comprarlas?- estar con Evan es mejor que estar solo. Es arriesgado, pero al menos creo que el podría alejar las tristezas de mi cabeza, tal vez pelearemos de nuevo, pero al menos eso es mejor que sentir aquella abrumadora soledad y tristeza.

Escuchar mi nombre de su boca me hace pegar un saltito, como si la posibilidad de verlo fuera nula, pero no, aquí está frente a mi. Mi corazón palpita con mucha fuerza, es esa sensación que no siento al ver a nadie más, este cosquilleo que ni siquiera Asb me provoca en ningún momento. Esas enormes ganas de abrazarlo, de besarlo.
-Mei -repito cuando he llegado frente a él. ¿Que qué hago?, bueno, eso ni yo lo sé, simplemente quería desviarme para no llegar a casa y terminé buscandolo, algo que tal vez hubiera funcionado años atrás. Estoy por darle una excusa, porque sí, todo en mí cuando se trata de Mei se reduce a estúpidas excusas, pero él interrumpe con una frase que me confunde totalmente y el nerviosismo desciende. Pongo más atención ahora a su persona, luce desorientado, extraño.
-¿Flores? -estoy muy confundido, ¿sucedió algo?. Esperaba una bienvenida sarcástica, un desplante o incluso un grito, lo que sea menos esto. Y cada vez luce más perdido.
El celular que estaba a punto de sacar de mi bolsillo vuelve a él y tomo su bazo, ni siquiera tuve miedo porque él parece ausente como muchas otras veces. Cada día me convenzo más de que no se encuentra bien- podemos… podemos buscar por los alrededores, traigo el auto -digo señalando hacia atrás dejando mi mirada fija en él. ¿Qué le ocurre?.
Me preocupa que se sienta mal, que tenga uno de esos ataques. Su expresión parece vacía pero ahora no da señales de querer aterrizar en la realidad. O ¿estoy demasiado paranoico?, tal vez sí, tal vez él en verdad actuará indiferente conmigo.

-¿Eh? ah, sí, ¿quieres que vayamos en el auto o… ? -¿qué?. Esto está, no está saliendo para nada mal. Él no me rechaza, ni se ha molestado al verme. Pero tampoco parece feliz, solo está serio.
No pregunto más y me siento algo ajeno. Siento como si yo no fuera más que una persona irrelevante.

Suelto el agarre de su brazo y vuelvo a señalar el auto para después empezar a caminar.
Cuando se trata de Mei empiezo a pensar demasiado, a imaginar malos escenarios y a mi siendo quien le ayuda, pero al final terminamos mal. Nos gritamos, todo puede pasar entre nosotros pero no podemos solo hacer las paces. Creo que viviré así por siempre, porque tengo miedo que este pensamiento, el único que podría resolver la situación no funcione, y entonces estaré devastado porque será definitivamente el fin. En cambio debo conformarme con nuestra conflictiva forma de encontrarnos, aunque ahora no hay nada parecido.
Abro la puerta del auto y luego doy la vuelta para abrir la de mi lado, metiéndome dentro y echando mi cartera y teléfono al asiento de atrás.
-Ponte el cinturón -le indico para encender el coche. ¿Dónde hay una florería?, bueno, estamos en una zona comercial, no tardando encontraremos una- ¿para que son las flores?.

Muevo mi cabeza en una afirmación cuando pregunta lo de las flores, ¿es que no he sido claro? tal vez podría molestarme o indignarme por algo tan simple como el hecho de tener que repetir algo, pero no lo haré, porque este día incluso puede que mi cabeza funcione un poco mal y entonces me hace creer que he dicho algo y no lo hice o que dije otra cosa por distracción.
-el auto, que bien- digo mirando a donde señala pero sigo un poco distraído pensando en que flores debería comprar, cuantas, de que color.
Hoy no he venido en motocicleta porque, bueno es obvio que conducir así podría terminar en un mal resultado.
-el auto- vuelvo a repetir y tardo unos segundos mas en comprender las demás palabras que ha dicho -aaah, si, si, en el auto- digo tratando de sonar mas a como se supone sueno casi siempre, pero realmente hoy estoy siendo malo hasta para imitarme a mi mismo.

El me suelta, ¿desde cuando me estaba agarrando? no lo noté, no lo recuerdo, mi casi perfecta memoria ahora hace gala de un fallo tremendo. Le sigo un par de pasos detrás de él, miro como sus talones se alejan y yo de manera tonta, piso justo donde sus pies han pasado. Y mi memoria comienza a funcionar un poco mejor -podemos… podemos buscar por los alrededores, traigo el auto- repito lo que el me ha dicho, pero con voz muy bajita, pero solo lo hago para tratar de recordar cuando es que el agarro mi brazo, pero aunque logro rescatar de mi distraída mente las palabras que el ha dicho en este corto encuentro, no logro recordar: sus acciones, miradas, o si quiera el noto con que ha dicho las palabras.
Entro al auto y me acomodo en aquel asiento en el que me siento un poco pequeño. Obedientemente estiro mi mano para buscar el cinturón y lo aseguro con poca destreza que me hace fallar un par de veces, pero al final lo consigo.
-para Khaled- contesto con voz débil mirando por la ventanilla pero sin ver realmente nada -es el aniversario de su muerte- termino de explicar.
Mi celular vibra, es un mensaje de Aaren que abro para leer sus palabras. Es una persona más cálida de lo que parece, al menos conmigo lo es. Su preocupación me hace sentir un poco mejor. Así que presiono el icono de aquel micrófono y comienzo a grabar un mensaje -gracias- es lo único que digo en respuesta al texto que me mando, pero se que el notará en esa simple palabra lo mucho que me ha ayudado.
-Evan, lamento arrastrarte conmigo a esto, ni siquiera me puse a pensar que podrías tener un compromiso- comento en un momento de lucidez que me ha regalado el apoyo de Aaren.

Su comportamiento es extraño e indiferente, y tengo muchas cosas por preguntar pero, al ya conocerlo, sé que si empiezo a soltar mis dudas terminaremos peleando. En realidad y por casi cualquier cosa lo hacemos. Y hoy no tengo muchas ganas, he venido aquí por voluntad y no tendría caso si lo resumo a una pésima tarde.
Solo me quedé en silencio a sus extrañas respuestas. Él no está bien, y yo no puedo ayudarlo. No sé cómo hacerlo, no conozco bien la razón. ¿Es por aquello que me dijo hace tiempo?, ¿hay algo más?. Todas esas ideas me ayudan a llevar parte del camino tranquilo hasta que él me da la respuesta.
Pero él no replicó, no la evadió, era solo eso. Y no es algo sencillo, ni siquiera sé qué decir o alguna palabra como “lo siento”, porque esas cosas no sirven, simplemente salen como una excusa, como un “siento haber preguntado”, ya que nadie desea cargar con la culpa de traer un mal recuerdo aún cuando ya estaba presente.

-¿Quieres que te acompañe también a dejarlas? -después de un rato me armé de valor para preguntar, no sé manejar una situación así, yo nunca he vivido el perder a alguien por completo, probablemente estaría peor que Mei.
Y de momento se me viene Asb a la cabeza, y todo lo que ha pasado últimamente. Estoy seguro que lo quiero, me gustan nuestras tranquilas charlas pero ¿funcionamos como pareja?, por supuesto que no, creo que nunca lo hicimos. Yo caí ante los encantos de alguien más sin siquiera darme cuenta y él no dejaba de amar a esa persona. Pero era conveniente fingir que estábamos bien. Ni siquiera supe cuándo fue que mi devoto amor se terminó. El perder la cálida sensación de amarlo me duele- no te preocupes, estoy libre -debo avisarle que no llegaré, debo llamarlo e inventar algo, que sigo en el trabajo, no sé. Pero estoy cansado de mentir que no pasa nada, y decir la verdad lo va a herir, y mentir también.
Simplemente no diré nada, porque así no debo afrontar un conflicto más en este momento.

Estaba incómodo por el silencio, así que aproveché a sacar su teléfono de mi bolsillo y lo extendí hacia él, creo que el tema es menos tedioso que cualquier otro, y preguntar sobre Khaled no es la mejor idea.
-Toma -digo esperando que tome el aparato- vine a dejarte esto -solo era un pretexto para verlo, seguro lo sabe, y quisiera que notara las ganas que tenía de verlo, ahora es imposible pero tal vez otro día lo haga- quería verte -digo de repente, enfocando mi vista en el camino.
No hay música, el ruido de las calles es lo único que conforta la incomodidad entre nosotros- oh, allá -señalo una florería que está en la siguiente cuadra, y busco en ambos lados dónde pueda estacionarme.

El se ofrece a acompañarme, y eso es raro, pero ahora no me importa demasiado ese detalle, solo se que no puedo manejar muy bien la soledad en este día.
-creo que sería bueno si me acompañas- vuelvo a perder mi vista en la ventanilla y mi mano aprieta mi celular de manera necesitada y trato de repetir en mi cabeza una y otra vez las palabras de Aaren. Pero es dificil, este día es como si mi mente estuviera empeñada sumergirme en un estado de melancolía persistente -gracias-- le digo cuando dice que esta libre, pero no es el mismo gracias que le he dicho a Aaren, es un gracias mas bien automatizado.

Veo de reojo su mano acercarse, y giro la cabeza lentamente y sin energía.
-¿mi celular?- digo pero realmente no es porque necesite una respuesta. Estiro mi mano para tomar el aparato y lo comparo con el que tengo en la otra mano, son idénticos y solo sonrío un poco por ello y en mi mano ahora conservo ambos aparatos -¿para que?- pregunto por inercia, y luego de unos instantes mi corazón me da golpea el pecho, como si esas palabras viajaran muy lento hasta alcanzarlo y solo es cuando mi corazón me ha dado esa señal es que giro mi cabeza para mirarlo. Pero en cuanto señala la florería, mi corazón se vuelve un poco pesado, como si mi cerebro lo reprendiera y le dijera "no es el día para que te emociones".

Cuando encuentra el lugar para estacionarse yo bajo del auto. Meto los celulares en las bolsas de mi pantalón y camino a aquel negocio.
Solo entrar, la delicada fragancia de las flores se siente, tanto verde y otros colores me hacen sonreír un poco.
Miro como esperando saber que llevar, pero como cada año solo me decido por las rosas de color malva. Parece curioso que siempre llevo esas flores, y hasta hace poco descubrí que ese color en las flores nunca es asociado con cosas muy buenas, tiene mas que ver con la melancolía. Eso lo aprendí cuando conocí a una chica que parecía muy interesada en esas cosas de las flores. Es cuando noto aquel tulipán, recuerdo que fue de las pocas flores que me mencionó. Tomo uno solo para llevármelo también.
Luego de pagar camino con el ramo y aquel solitario tulipán jaspeado, o al menos eso dice en la nota.
-toma, es por ayudarme con esto hoy- le digo a Evan ofreciendo el tulipán.

Es extraño tener un momento tan tranquilo con él. Me acostumbré a su personalidad tan explosiva, espontanea, que ahora me siento un poco débil por verlo tan callado. Tengo miedo del silencio y también de lo que pueda decir, y de lo que mi imprudente boca suelte.
-¿Para que?, bueno, pues nada más -no tenía un guíon planeado, además del “pasaba por aquí y decidí traerte tu teléfono”, lo demás no lo pensé. Y no quería irme después de eso, yo siempre quiero estar más tiempo con él, siempre quiero postergar nuestras plática.

Mei, háblame de algo, extraño tu voz y su chispa, tus coqueteos sarcásticos. No quiero darme cuenta que te voy importando cada vez menos, que me quedaré arrepentido quien sabe por cuanto tiempo hasta que tú definitivamente me alejes de tu vida.

Pero ahora no es momento de tener pensamientos egoístas, él se encuentra mal, después de lo que pasó a su novio lo comprendo, cuando me enteré, me quedé sin palabras. Aunque Jiro insistió en que no buscara por mi cuenta, al tener un poco de información yo quería saber más, quería comprender su comportamiento, su manera de pensar, sus emociones. Quería saber absolutamente todo de él y es como me di cuenta de lo obvio. Pero de igual forma sigo sin actuar.

Entramos al local y me quedo en la entrada a ver la variedad de flores, nunca fui un romántico como para llevarlas, pero me parecen hermosas. Tampoco nadie me ha dado algunas, así que venir a un lugar como este es algo nuevo para mi. Espero que él elija, no tengo una opinión para él y dudo que la quiera, apenas sé el significado de unas pocas pero no se me viene nada a la cabeza, por eso solo me hago el loco un rato mientras terminamos aquí.
-¿Un tulipan? -Mei regresa y me entrega esa flor, es bonita, pero no sé qué significa. Recuerdo algo de la roja y un “amor apasionado”, ¿era eso?. Bueno, tampoco es como si Mei lo supiera. O tal vez sí, en dos años o incluso antes pudo haber aprendido toda clase de cosas. Realmente no lo conozco.

Una vez fuera caminamos al auto y con una sonrisa llevo la flor a mi nariz, huele agradable. Es estúpido que me sienta tan contento por algo tan sencillo, porque realmente no estaba dándome algo significativo, fue solo un gracias.
-¿A dónde iremos ahora? -no tengo idea de dónde quedaron los restos del chico- amm… gracias por la flor, siempre te digo las cosas muy tarde -trato de sonreír para él, es imprudente pero quiero cambiar su semblante. Soy tan egoísta que aun conociendo la razón de su rostro abatido yo quiero ver sus expresiones.

Que respuesta tan mas cutre que da, otro día simplemente me burlaría, le echaría en cara todas las conjeturas que puedo armar en un instante, buscaría hacerlo sentir mal por cualquier cosa que pudiera usar en mi favor, reclamar y acusarlo, decirle mentiroso, recriminar que solo aparezca luego de dejarme solo en la carretera.
Pero este día, es un día que me siento como enfermo de tristeza, solo no tengo ni energía para decir o reclamar nada. Reclamar por ese amor que tanto ansiaba de él, pero del cual no me considero merecedor.

-si, son flores sencillas pero elegantes, ¿no lo crees?- mis ojos buscan solos suyos por primera vez. El significado de las flores no suele ser algo en lo que las personas piensan mucho, ni siquiera yo lo hago, solo recordé algo que esa chica me comentó. Ni siquiera se si el significado que recuerdo es real o solo algo que se inventó ella, pero es por ese significado que se la entrego. Incluso este día mi corazón no puede ignorar sus sentimientos por Evan, aunque al menos mi cerebro no le permite ser tan descarado como para regalarle una rosa roja o algo por el estilo, creo que eso caería en lo vulgar siendo esta la fecha que es.

-cualquier cementerio estará bien -digo sin mucho ánimo cuando cierro la puerta, es como los sentimientos melancólicos se volvieran mas fuertes mientras mas se hacerla la hora de dejar las flores.
Ya no lloró este día, pero la tristeza me ata con fuerza, el es el día de revivir las memorias mas pesadas para mi alma -Osaka esta muy lejos, así que solo llevaré flores a alguien a quien tal vez tampoco han podido visitar, a Khaled seguro le gustaría saber que aunque no lo visito, visito a otras almas - comento sintiendo ese ardor en mi garganta.
-si, aveces las cosas se dicen muy tarde- digo perdiendo un poco en todas aquellas cosas que yo no pude decir a Khaled por la abrupta perdida, solo decido seguir ignorando la dirección que podrían hacerme tomar todo lo que dice Evan.

Cuando llegamos a aquel cementerio, solo me adentro en él, me pierdo entre tumbas. Es muy fácil saber cuando una tumba es nueva, están limpias, tienen flores que apenas se están marchitando.
Empiezo a sacar de una a una rosas que voy dejando en varias tumbas olvidadas y solo me quedo en cuclillas frente a una de las tumbas. La ultima rosa queda entre mis dedos.
Sigo tan enojado con Khaled por haberme abandonado, se que no es su culpa, pero es mi manera de solo mantenerme. Reclamar porque rompió su promesa de estar siempre conmigo.
-tal vez pronto mi relación con Aaren terminará, mi mamá encontró una prometida para él, incluso hasta a mi me pareció muy guapa- comento como si intentara ponerme al día con Khaled, triste manera de negarse a la realidad de la pérdida de la persona amada -Evan vino conmigo- digo de pronto a la nada y siento como mi piel se eriza por completo -sabes que yo nunca he deseado que mi corazón cambie, pero la vida sigue avanzando aunque tu ya no estas. Aprender a vivir sin ti me ha costado mucho Dejo que la rosa se caiga de mis dedos y quede en el suelo abajo de mis rodillas -aun no puedo perdonarte por ser tan mentiroso, pero seguro tu me perdonarías lo mucho que he cambiado- digo por ultimo abrazando mis rodillas y ocultando mi rostro en el pequeño hueco entre mis brazos.

El amor era tan simple al lado de Khaled, simplemente las cosas eran si o no, las cosas eran así, pero parece que mientras mas pasan los años, las personas solo aprendemos a complicarnos la vida. Puedes amar a alguien pero no estas con él, puedes encontrar mas paz en otra persona. Puedes querer algo, pero no tenerlo porque no es lo correcto, porque alguien mas podría sufrir, porque estas demasiado enojado para solo dejar el orgullo de lado o solo porque es más fácil para la vida.

Observo la flor en mis manos y dejo salir una sonrisa triste. Es tal vez por su estado de ánimo que me siento así, esperaba estar al menos molesto pero no, me he contagiado. Y me siento como tonto al pensar que mis últimos días me he sentido tan decaído, aburrido de mi vida. Viendo como está él, he pensado de mí mismo como un dramático exagerado. Porque yo no cargo con la pérdida de alguien, solo de él pero es totalmente distinto, yo tengo la oportunidad de verlo, hablarle a la cara, de tocarlo, de arreglar las cosas entre nosotros. No sé en qué punto se encontraban ellos pero si fue capaz de morir por él entonces ese amor es algo que jamás podré superar.
-Es hermosa -la flor, al igual que sus ojos aunque no en el mismo tono, tiene dos colores curiosos.

No puedo conducir a donde él dice, y no sé si es prudente, no sé si aguante tantas horas en el auto pues aunque todavía tenemos tiempo, se hace tarde.
-Entonces iré al más cercano -hago caso a su petición y manejo hasta el cementerio más cercano, no es precisamente el más cuidado pero no lo han dejado al abandono. En cuanto llegamos bajo del auto y espero que él camine delante mío, no busco ninguna lápida como él, solo me dedico a seguir su espalda con la cabeza baja hasta que Mei para frente a una de ellas.

Me pongo de pie tras él, no me he acuclillado y doy un par de pasos hacia atrás dando un poco de privacidad. No sé realmente para qué, soy la clase de persona que no le gusta venerar a los muertos, pero es tal vez porque nunca he perdido a alguien tan cercano a mí, si fuera el caso puede que yo también visitara su tumba cada año, incluso platicaría con esa persona como él lo hace ahora.
No puedo evitar escuchar lo que dice y mi pecho se siente raro, e una familia como la suya es de esperar que ambos tomen un matrimonio arreglado, pero me parece que es muy pronto. ¿Y él, qué hará?. Quisiera preguntar, pero me quedo en silencio.

Siento un nudo en la garganta cuando dice mi nombre, trago saliba y avanzo esos dos pasos que nos separan. Me agaché sin pensar y pasé mi brazo por sus hombros, no espero lo corresponda, no es el deseo que comúnmente siento por él. Simplemente quiero apoyarlo un poco, que se de cuenta que en este momento no está solo. No importa cuánto me odie después, o si me reclama por meterme siempre en sus asuntos. Yo quiero que sepa que hasta el día de hoy deseo apoyarlo. Como él quiera, no importa si es uno o dos días al año, me puedo conformar con eso.
-Lo lamento -no me gusta disculparme por la pérdida de alguien, no es una palabra adecuada, pero no sé qué podría funcionar ahora.  Paso mis dedos por su cabello haciendo una ligera caricia, no me atrevo a buscar sus ojos en este momento.

Al menos le ha gustado un poco mi detalle el cual oculta algo mas que solo un gracias. No es algo lleno de pasión o amor porque en el tiempo que corre he aprendido a ser un poco mas recatado en mis expresiones. No soltaré un "te amo" a menos de tener la seguridad de que la otra persona lo dirá también, posiblemente es por eso que no se lo he dicho a Aaren, porque se que no obtendré una respuesta igual. Tal vez lo que siento por mi novio no es tan profundo como lo que sería por Khaled y no tienen la intensidad agresiva de lo que siento por Evan, pero esto seguro que le quiero mas allá de un simple "te quiero" ni aun en mi pensamiento me atrevo a decirlo, un amor diferente, eso es lo que siento aunque no se lo diga. Seguro muchos me dirian que es imposible amar a dos personas a la vez, pero yo creo que es posible. Después de todo las personas suelen amar a varias personas a la vez, sus padres, hermanos, su primer amor, su pareja actual. Amamos mucho en este mundo, y todos son diferentes tipos de amor. Pero aun así yo no diré estar enamorado de nadie hasta saber que la otra persona me ama.

La presencia de Evan es como si el estuviera pero al mismo tiempo no. Pero creo que así me sentiría con cualquiera que estuviera aquí conmigo. Pero cuando suento su brazo rodear mis hombros yo solo dejo caer mi cuerpo hacia el y escondo mi rostro en su pecho y trato de llenar mis pulmones de su aroma.
-no deja de doler- digo sintiendo mis ojos arder con el anuncio de las lágrimas que luchan por querer salir. y solo termino sentado en el suelo, sin importar que mi ropa se ensucie y me abrazo a Evan -nunca me pude despedir, nunca pude decirle nada de lo que deseaba decirle, ¿como se puede cerrar esa parte de mi vida? imaginar, siempre dicen que imagines lo que le dirías, pero eso no sirve, nunca sirve porque siempre es diferente, porque mi imaginación no es él, nunca podré saber lo que me diría, nunca tendré respuesta a nada- y ese es el motivo por el cual yo no suelo guardarme nada, le dije a Aaren que me gustaba porque nada me aseguraba que no pasaría algo que impediría que eso pasara, le dije a Evan casi con desesperación que me eligiera y yo lo elegiría a él por miedo a que en otro momento no pudiera decirlo. Vivir de esta manera donde no quieres guardarte nada pero que tienes que vivir la vida que te eligen, no es nada fácil, no existe un equilibrio, solo he decidido vivir libremente hasta el momento donde deba volverme responsable y tenga que comenzar a callarme las cosas. Ya he empezado a hacerlo, comenzado a guardar poco a poco pensamientos y sentimientos. Como no correr a los brazos de Evan a la mínima oportunidad, como aceptar que Aaren y yo no podremos tener un futuro como pareja, crecer parece que significa dejar de vivir libremente y solo hacer cosas por el bienestar común.
Solo salen unas cuantas lágrimas de mis ojos y comienzo a sosegar mi estado. Mis manos que se aferran en puños a la camisa de Evan comienza a aflojar su agarre.
-perdoname Evan, hoy no es un buen día para mi- me separo lentamente de él pero no le miro no puedo mirarlo porque me siento demasiado vulnerable. Mi sentido común y moral podría fallar en un momento como este -¿Eres feliz Evan? dime que Asb te hace feliz. Los dos se veían bien juntos, seguro el te hace muy feliz, el te entiende mejor que yo, el te conoce y te entiende. Hiciste lo correcto al rechazarme en ese baño- solo estoy soltando esas palabras porque en este momento tengo el deseo de que el deje de aparecer en mi vida, no lo quiero volver a ver nunca más, porque mientras mas pasa el tiempo, mas me alejo a la posibilidad de atreverme a luchar en nombre de mi amor. No quiero que el haga nacer ese deseo infantil en mi, no debo -solo dime que eres feliz- pido, o mas bien suplico que el me de la respuesta que espero, porque no solo se trata de poder o no luchar, sino del miedo de perder a la persona amada. No podría de nuevo, en el fondo ya me cuesta aceptar que Aaren ya no será para mi, aunque al menos me quedará para siempre el saber que somos hermanos, eso es un tipo de consuelo, pero mientras el día se acerca mas miedo tengo a perderlo.

...No quiero perder a nadie mas...

Me tambaleo un poco cuando él se acerca, y hago uso de ambos brazos para rodearlo. Sé que en este momento no puedo hacer nada, pero me gustaría sanarlo, hacer que sus recuerdos dejen de torturarlo, demostrarle que puede seguir adelante. Pero no tengo idea de cómo, y cuando pude estar con él yo me escapé como cobarde. Desperdicié estos dos años.

-Lo siento -me disculpo de nuevo, no puedo decirle que algún día lo va a superar porque no es así, o que en alguna cosa en específico encontrará la paz- no sé qué hacer, ni qué decir para que te sientas mejor. Solo puedo apoyarte de esta forma. Lo lamento -¿qué hago?, no quiero que llore más, no quiero que esté molesto o enojado, quiero verle sonreír, en paz, no importa si está conmigo o con Aaren, o con la futura esposa que seguro ya eligieron para él. Solo deseo que no se derrumbe más de lo que ya está, que pueda caminar tranquilo, llorar por trivialidades, reír sin sentirse culpable. Me siento tan triste ahora, pero mis ojos no sueltan lágrimas, solo me dedico a abrazarlo sin presión. Quiero estrujarlo fuerte, pedirle que saque todo lo que tiene dentro pero no sé cómo lo voy a manejar, si realmente sirve eso ya que ahpra me siento como la persona menos indicada, pues las cosas que sé sobre esto no las escuché de su boca.

Siento la distancia entre nosotros y busco su mirada.
-No te disculpes -es evidente que no está bien, nunca lo está pero hoy definitivamente es distinto. Y no me atrevo a agregar nada sobre nosotros, creo que de alguna forma respeto el luto que él tiene sobre ese chico. Pero de repente me hace esa complicada pregunta, la misma que me hago yo cada día al levantarme, antes de dormir, de la que intento forzar su respuesta con un estado de ánimo positivo, pero al final fracaso.
Me quedo callado un momento, no sé si es buena idea seguir hablando de nosotros, de mi y de Asb. Ni siquiera sé si lo que él veía era auténtico, si Asb y yo realmente fuimos felices o nos empeñamos por demostrar que lo éramos.
-No -agaché la mirada y dejo que mi cuerpo caiga al suelo sentado, me ha dolido un poco el golpe pero no es algo tan grave, y mis piernas quedan un poco abiertas, llevando mis manos juntos al centro mientras las recargo en mis rodillas- no soy feliz, no tengo una maravillosa vida de pareja, y no creo que él me entienda. Mucho menos yo.

Hago una pausa y suelto una sonrisa, porque darme cuenta que la relación que llevé por estos años no fue más que una fachada, una necesidad por superar el pasado y ser personas felices. Porque aunque no ame a Asb lo quiero demasiado, pero mi cariño y estima se conservan por ese que fue mi amigo, por la clase de persona que es. Porque aunque sé que no me ama, aun así es una buena persona, tan atento, dedicado, amable, fiel. Es un buen tipo y tenemos química en muchas cosas, gustos en común y nuestra casa está perfectamente adaptada a la necesidad de ambos. Pero no logro ser feliz. Me frustra tener todos los recursos para la felicidad y no la capacidad para serlo, me desespera estar tan aferrado a Mei, que la única manera en que mi vida tenga emoción y esas reacciones salvajes en mi cuerpo es cuando veo a Mei, cuando nos enojamos.

-Pero no es responsabilidad de Asb hacerme feliz, simplemente las cosas se deterioraron a tal grado que no queda más que hacer -me detengo al recordar el sitio en el que estamos, y también la situación- perdón, no debería contarte esas cosas -levanto la vista y estiro mi mano hasta su rostro. Quiero que me mire, solo una vez. Y al sentir mis dedos tocar su piel tengo una especie de espasmo, es un contacto muy superficial, pero aún así yo estoy emocionado por algo tan simple.

Creo que no existe persona en el mundo que sepa que hacer o decir en momentos como este, nadie podría dar consuelo, solo el tiempo, y yo lo he conseguido de alguna manera, ya no pierdo el control a la menor provocación, soy una persona mas estable, no caigo mas en esos episodios psicóticos de los que me costaba tanto salir. Los recuerdos, la perdida del sentido de la realidad y solo sumergirme en los recuerdos de ese día. Eso ya no me pasa, o al menos no a tal grado, tengo cierta estabilidad, pero eso no significa que ya no sienta nada, solo he aprendido a sentirlo de una manera diferente, pero este día, es solo imposible no caer de nuevo en un estado similar.

No es feliz, no es feliz, no es feliz... ni siquiera en esto puedo obtener una clase de ayuda. Pero yo, yo... yo si he sido feliz, Aaren a su manera ha logrado ayudarme mucho ¿Por que Evan no es feliz? estaba tan enamorado, y yo solo me interpuse. Pero pensar que es por mi, eso es no tiene porque ser cierto. Pensar que tiene que ver conmigo, es considerar que influyo mucho en la vida de terceros, y dudo realmente tener tal poder, solo estuve en su vida por unos meses. Unos meses intensos y peligrosos, le quería con tal ansiedad que casi me entrego a él. El solo recuerdo de ese día hace sentir un ligero ardor en mi rostro y bajo la mirada.
-tienes que ser feliz- mi mano acaricia uno de los pétalos de la rosa que aun sigue muy cerca de mi -esta flor debería ser para mi- digo como si hiciera una confesión, aunque ahora que lo pienso, el no parece sorprendido por nada de eso, pero tal vez solo es porque quiere comportarse como siempre; el hombre maduro -piensa en la persona que mas amas, que hace a tu corazón sentirse cálido, y están viviendo el día mas perfecto de todos, porque cualquier día a su lado, era perfecto- mis palabras tratan de crear un escenario imaginario pero al mismo tiempo se mezclan con mis recuerdos -luego piensa en una sombra demoniaca que aparece frente a ustedes, que te mira con sorna y te apunto con el cañón de un arma. No puedes mas que quedar paralizado, asustado, porque no importa que intentes quitarte, no puedes ser mas rápido que una bala, sabes que vas a morir, y solo tienes unos segundos para prepararte para eso. pero esos escasos segundos, la personas que más amas no se detiene a pensar como tu lo haces, esa persona solo se movió para protegerte en cuanto supo que estarías en peligro. El arma suena, el aroma a pólvora se siente, y tal vez el aroma de la sangre también, pero tu estas bien, y frente a ti está esa persona, a quien no puedes decir nada porque no te escucha, ya es muy tarde para decirle algo -mis ojos están húmedos pero las lágrimas solo se amontonan en ellos haciendo que veas borroso -¿puedes saber el dolor que se sentiría en esa situación? la respuesta es no, nunca sabrás lo que se siente hasta que te pase, y lo mejor es que muchos no tienen que vivir algo así- limpio mi nariz y mis ojos con el cuello de mi playera -deberías ser feliz porque sino la vida podría enojarse contigo y hacerte ver lo que es realmente sufrir.

Pensar en mi, en mi amor por Evan, en que no es feliz, eso me hiere, pero eso no me da la seguridad de que a mi lado habría sido feliz, ¿quien puede soportar a alguien como yo? Aaren lo hizo, el me dio una oportunidad aun sobre la persona a quien amaba. ¿Tengo derecho a ambicionar el amor de Kahled o Evan en una situación así? no, no debería, pero aun así Aaren me perdona por mi estado errático en esta fecha, y acepta que Evan aun me altere luego del encuentro en la carretera.
-busca ser feliz Evan, te lo digo hoy, porque mañana no haré mas que reclamar el hecho de que no me eligieras a mi en lugar de Asbiörn- suelto una risa tomando la rosa y dejándola por fin en al pie de la lapida -incluso si me descuido un poco, en un rato podría estar gritandote por eso- digo riendo como si acabara de decir una broma.

Siempre he pensado que mi felicidad no depende de otra persona, y si en este momento yo no me siento así no es culpa de Asb, si no mia. Porque decido darle la total importancia a mi vida de pareja, porque no veo las ventajas de tener un buen trabajo, una casa propia, buenos amigos. He enfocado mi atención solamente a Asb y yo, a lo que no pude ser con Mei. Tampoco sé si nosotros hubiéramos podido estar juntos, porque a pesar de que mis sentimientos por él son tan ardientes, tan alocados, no tengo una seguridad de que eso durara mucho. Porque a esta edad yo ya no creo en esos amores eternos, en tener un romance perfecto o que mi pareja me apoyará en cada momento y nuestras circunstancias van a favorecernos siempre.

Somos distintos, debe ser el accidente lo que influyó a su manera de ver la vida y que todo gire en torno a ser amado. Para mi es distinto, ser amado es un placer pero no lo que me mantiene vivo. Mi soledad, mi trabajo, mi familia. Hay muchas otras cosas que me mantienen con vida, y si ahora soy infeliz es porque estoy dejando una decisión para después, una que tal vez me duela pero sé que va a mejorar las cosas. Yo, a diferencia de Asb o de Mei no le temo a la soledad, tampoco creo que le tema ya a perder a Asb, después de tantos años creo que nuestra relación se va a mantener como una amistad por los siguientes años, porque lo conozco y a mi también. Y si de casualidad las cosas no resultan así, yo estaré bien, y él de igual forma.

-Mei -después de oír su relato poco a poco mi mano se aleja de su rostro, sigo con ese nudo en la garganta por imaginar la situación tal cual él me la ha planteado, y sí, debe ser lo más doloroso el perder a quien amas. Pero si no amas a nadie ¿no puedes vivir?, si esa persona ya no está ¿quiere decir que yo debo morir?, por supuesto que no, comprendo que mi falta de empatía con la situación es porque no lo he experimentado, o porque quiero que Mei se aferre a la vida. Por mi, por quien sea o lo que sea, porque no me gusta que su existencia se estanque en su pasado, teniendo tanto… no quiero verlo caer y yo planearme una bonita vida solo por sus recuerdos amargos- no puedo ser feliz solo por desearlo, incluso si tengo los recursos no quiere decir que mis sentimientos cambien tan rápido. Sin embargo estoy bien, estoy incómodo, molesto, me gusta huir de casa de repente pero me siento bien, he aprendido a amar el tiempo conmigo, a disfrutar de los fragmentos de felicidad que me da el pasar una tarde en el pasto, leyendo en la playa, en una banca en el parque. Quiero mucho a Asb pero ambos estamos en el límite, y forzar las cosas solo nos va a llevar al odio mutuo, y tampoco quiero odiarle. Lo quiero, me gusta verlo pero… no quiero estar con él como ahora, quiero otra cosa para nosotros, hay algo más para nosotros. No voy a mentirte solo para que quedemos tranquilos, tampoco a él… -debería solo hablar con él, esto era necesario desde aquella vez, y sí, siempre me arrepiento de no haber elegido a Mei, pero si hubiera pasado mi voluble corazón se habría arrepentido de cualquier forma.

Es la primera sonrisa que él suelta, y aunque no es por felicidad me alivia el ver cómo puede considerar el molestarse conmigo, así que también sonrío.
-Estás en tu derecho -digo apoyando mis manos en mis rodillas para poder levantarme, y luego estiro una de mis manos para que la tome si es que quiere levantarse- y lo haré, seré feliz una vez arregle algunas cosas en mi vida, es cosa de ser… un poco más valiente -quisiera decirle lo que siento, pero seguro termina gritandome, y no quiero que piense que es por compasión, ya no. Además ahora me siento tan tranquilo, no me aflijo por su historia, me preocupaba más hace un momento y eso no tiene nada de sentido. Pero me voy acostumbrando a las incoherencias de mi cabeza cuando de Mei se trata.

-Eres tan aburrido Evan - comento como si me quejara de ello por todas las cosas que me dice, no es un secreto que la manera de pensar del hombre jamás ha sido de mi agrado, somos tan opuestos que solo no entiendo como es que pude crear sentimientos tan fuertes por él, pero tampoco es que yo fuera muy similar a Khaled o a Aaren, dudo siquiera que yo pueda aguantar a alguien parecido a mi, además de que sería aburrido no tener algo para discutir o molestar a esa persona - ¿no te cansas de ser tan centrado y realista?- seguro que no, y tengo la duda de si puede ser diferente, mas espontáneo, pero incluso su espontaneidad es muy controlada. Aquella vez que me besó, pudo dar un breve momento para que yo detuviera lo que estaba pasando.

-claro que lo estoy, porque eres una persona muy cruel- digo con un poco de reclamo en mis palabras. Y no, no es que ya me sienta bien, no es así de fácil. Pero el abrazo de este hombre me hizo regresar un poco al mundo real.  No puedo perder la cabeza de nuevo frente a él, han pasado años y al menos quiero que lo último que recuerde de mi, es que ya no soy esa persona mentalmente inestable, o al menos no tanto.
- valiente ¿tú? señor solo quiero una vida apacible, ¿tú vas a ser valiente?- digo con una burla infantil -no tienes que saltar sobre un poso con serpientes, así que suerte con eso- mi voz es ahora como si le diera ánimos, pero luego de eso mi mirada se pierde de nuevo por unos segundos, pues es como si la tristeza me reclamara.
- creo que deberíamos irnos- hoy el sol está radiante, un día hermoso, no es como que el clima se pusiera de acuerdo con mi estado de ánimo, es mas bien como si se burlara de mi.
Me levanto y sacudo mi pantalón, otro día estaría quejándome de estar sucio, pero como ya ha quedado claro, hoy no es para nada como un día normal.
Camino con mi ánimo bailando entre sumirme en la tristeza y entre fingir que no estoy tan mal. Entro al auto en la parte de atrás y solo me dejo caer recostado en el asiento luego de cerrar la puerta.
Hay algo que odio de mi, pero no puedo cambiar, mi manera de pensar, mis prejuicio, las cosas que rigen mi vida cambian dependiendo de mi estado de ánimo. Solo cierro mis ojos con fuerza, como deseando que el sueño llegara y así no pudiera despertar hasta el otro día.
-tengo tantos deseos de dormir, pero hoy no podré, tal vez debería ir a alguna fiesta y luego esperar el amanecer- me abrazo a mi mismo. Me siento un poco desesperado al respecto, fingir no fusiona, quiero llorar, quiero gritar, quiero olvidar, solo quiero que se acabe el dolor, el recuerdo tan vívido, fingir estar mejor, aunque solo sean unos segundos me esta haciendo daño. No soy una persona madura, sigo siendo infantil, caprichoso, orgulloso que odia todo lo que Evan le ha dicho y hecho hoy. El celular, decir que me quería ver, confesar que no es feliz, ¿pero como puedo pensar en reclamar cuando es hoy el aniversario de la muerte de khaled? Siento lágrimas en mis ojos por el recuerdo, por la tristeza, por el coraje y frustración.