Yearning [Shinya Ueda]

Recuerdo del primer mensaje :

Papá me dijo que iríamos juntos a una galería. Le platiqué durante los últimos días que el taller de arte me estaba encantando. Tuve la oportunidad de ingresar aún cuando es el más solicitado, a pesar de que la mayoría de las chicas lo elige por ser una materia fácil, yo pensé que sería interesante aprender un poco más sobre el lenguaje del arte. Se siente raro llamarle papá, primero lo intenté con “padre” y luego, sin darme cuenta, terminaba llamándole papá. Nuestra relación mejoró estos meses, un poco gracias a Souta, pero sobre todo porque él se abrió conmigo y me contó un pedazo de su pasado, y yo pude sacar unas pocas cosas de mí también. Fue entonces que pude sentir una conexión entre nosotros, experiencias iguales en distinto tiempo.


Me puse un sueter de rayas y un pantalón de mezclilla y botines, tal vez caminemos un  poco así que quiero ir cómoda, y hoy hace frío afuera. Estoy un poco emocionada, me siento como Emi cuando habla sobre sus paseos con su padre, aunque obviamente el mío es diferente a ese hombre, pero al menos ella es feliz, y yo también comienzo a serlo.
Agarré mi teléfono y una bolsita de colgar donde metí mis cosas, siempre cargo conmigo una pistola eléctrica, y aunque ahora iré con él yo me siento más segura cargando esa arma. Afortunadamente no he recurrido a ella hasta ahora desde que estoy con él, y además, mis clases de defensa personal van muy bien. Me siento un poco más fuerte y segura que los primeros días que llegué a esta casa.
-Listo -di una palmadita en mi bolso y salí hacia la sala para esperarlo. Estoy nerviosa, aunque platicamos más siempre es sobre cosas de la escuela, creo que debo aburrirle un poco aunque no lo parece. No pensé que fuera a ser un padre tan entregado, debo ser afortunada por haber podido restaurar mi vida, ha sido complicado, aún hay cosas a las que temo, pero al menos no me deja sola y me ha impulsado a seguir adelante.

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-¿No lo recordabas?- pregunto con bastante sorpresa. Pensaba que esa era la razón de su cambio. Si ella no lo recordaba entonces yo podría no haberlo hecho, no la perdería. Me siento bastante idiota.

-Tú me harás mucha falta- miro sobre la mesa el café que me han traído -aun si te vas, yo quiero seguir siendo parte de tu vida. Siempre que me necesites, no importa la hora, yo siempre estaré para ti- ¿y si le pido que se quede conmigo? tal vez si soy un poco egoísta por una vez podría tener un poco de lo que espero de ella. Solo la quiero a mi lado, la quiero en mi vida, sabiendo que podré mirarla todas las noches que llegue a casa.
-Mia, tu realmente eres importante para mi, y quiero que seas feliz, haría lo que fuera por hacerte feliz, incluso si eso te aleja de mi- nunca le digo lo que siento, ni mucho menos como me siento, pero esta vez quiero, aunque sea un poco decirle cuanto me importa -ya se está arreglando todo para que vayas con tu familia -mis dedos acarician la taza caliente, pero mis guantes hacen que no pueda sentir casi nada del calor de mi bebida.
-Por eso hoy quería hacer algo especial para ti. Y se que esto va a sonar feo, pero me alegra saber que nuestra despedida te pone un poco triste. Me hace creer que tú me extrañarás tanto como yo a ti- acerco la taza a mi boca pero solo mojo mis labios, solo lo hago para dejar de hablar.

-Lo siento. No es que no recordara realmente, pero pensé que solo sería algo para que dejara de estar tan deprimida. Pero eso me ayudó, aunque sabía que no podría cumplirse, el que hayas considerado eso fue algo que me animó mucho a confiar en ti -me siento nerviosa confesando eso, y me alegré cuando el mesero trajo nuestra comida porque así pude dejar que la mirada se enfocara en eso- luce rico -comenté nerviosa, y tomé la cuchara para probar un poco del postre. Es tan delicioso como luce.

Levanté la vista con la cuchara en la boca y sentí como el calor iba cubriendo mis mejillas, es raro que lo diga tan directamente. No termino de comprender porqué me quiere tanto, pero es obvio que le importo honestamente. Tal vez porque su situación fue similar, sí, debe ser eso.
-Yo... estaré en contacto -tragué el bocado y tomé una servilleta para limpiarme- me llevaré esto para poder hablar contigo y con Emi -le señalé el teléfono, supongo que me dejará conservarlo- o podremos hacer vídeo llamadas, una compañera de la escuela me enseñó cómo funciona. A, a-así puedo también hablar con la Señora Tanaka -hablé muy rápido al final y me metí más comida a la boca. No quiero llorar, pero la verdad me pone más triste de lo que imaginé el pensar que ese día pueda estar cerca, además que él parece afectado. Me gusta mi familia, pero ahora tampoco está mal. Todo esto que él construyó para nosotros lo extrañaré mucho.
Tomé algo de té y dejé esperar la mitad del postre.
-¿Qué? -realmente será pronto. Me quedé viendo la taza de té sin decir nada, ¿cuando? Pero tampoco quiero saber, aunque me lo dirá si eso es pronto pero... me siento mal- ¡claro que te voy a extrañar! -levanté un poco la voz y me sumí en el asiento luego de notar como algunas personas nos veían- perdón... -me quedé sin decir nada. Pero debería hacerlo, él hizo mucho por mí, fue paciente, persistente y un buen padre. Era prudente, y a la vez me alentaba a seguir y ser alguien- tú eres un buen padre, cómo podría no extrañarte -susurré bajito y limpié un par de lágrimas en mis mejillas- sé que no hablo mucho, pero no quiere decir que no te tenga cariño. Emi, la señora y Touji. A mis pocas amigas y mis maestros, los voy a extrañar -alcé la vista un poco avergonzada- obviamente a papá lo extrañaré más. Me ayudaste demasiado y aunque fue muy duro, me ayudaste a tener una mejor vida... -me sentí más avergonzada a pesar de estar llorando un poco- o-obviamente a Emi la extrañaré más pero... bueno -tomé el último sorbo de mi taza. Aunque me siento apenada, aun así estoy un poco triste, no debería, pero es imposible que no sienta nada por él después de tanto tiempo.

-Jamás te diría algo solo para engañarte- comento un poco desanimado porque piense de esa manera de mi. Parece que al final no puedo dejar de ser el malo ante los ojos de ella.

Me hace sentir un poco menos ansiosa saber que ella no desea cortar el contacto conmigo. Pero aun así me siento mal por perderla. Tengo una actitud bondadosa con las personas, sobre todo los miembros del clan, pero Mia es diferente, yo entiendo su dolor y sus miedos. Desde el momento que la vi en ese lugar; tan hermosa y con un alma tan malherida. No pude mas que quedar cautivado por ella. Quise ser su salvador así como yo tuve uno. Aun así sigo considerando, que ella es mucho mejor que yo. Yo dejé que todas mis experiencias me marcaran a tal grado de convertirme en una persona que puede matar a alguien solo por un enojo repentino. Soy una persona llena de ira, que le gusta saber que tiene el poder para no dejar que nadie le haga ningún daño, y para proteger a las pocas personas que realmente quiere. Incluso para tener el lujo de cobrar venganza a las personas que me hicieron daño.
Pero Mia es diferente, ella sigue siendo una persona realmente dulce. No me importa si su cuerpo ha sido manchada con la lujuria de hombres asquerosos. Ella conserva una pureza inigualable, y yo, aunque probablemente me parezco mucho a esos hombres que la lastimaron, quiero cuidar esa pureza suya. Aun si nunca puedo tocarla, yo solo la quiero feliz.
-Es tuyo, claro que te lo puedes llevar- confirmo con una sonrisa afable.

Sonrió cuando dice que soy un buen padre, la verdad es que esas palabras me lastiman un poco. Yo deseaba ser todo para ella, pero creo que eso jamás pasará. Solo puedo ser un buen padre ante sus ojos. Por eso estoy con Jiro, me había resignado a esa realidad sobre que es la única manera de que exista un "nosotros" para ambos.
-bueno, no sigamos hablando de cosas tristes, ¿quieres hacer algo más? papá consentirá a su hija favorita en todo lo que ella pida- le sonrió ocultando de la mejor manera que puedo mi tristeza.

Ahora sé que es una persona que cumple su palabra, pero antes no confiaba en él en ningún modo. Me aterraba su mirada, la sentía similar a la de aquellos hombres que solo les interesaba tomar y maltratar mi cuerpo. Para mí no había lógica en sus acciones y por eso concluí que él me haría su juguete personal. Sin embargo luego de conocerlo, supe que él era diferente a esas personas. Tiene tantos secretos, trabajos turbios y seguramente un lado que desconozco, pero esa persona que se preocupa por su familia, procura a sus subordinados y ayuda a dos niños desamparados, no puede ser tan malo.
-Ahora lo sé.

Limpie mi cara y le sonreí. Es verdad, el paseo ha sido agradable y él me ha dado una buena noticia, debería mostrarme más agradecida. Aún no sé cómo me sentiré cuando el día llegue, pero si no quiere cortar lazos conmigo quiere decir que podré seguir sabiendo de ellos por mucho tiempo, eso me tranquiliza un poco.
-Está bien -tomé el resto del té y limpie mi boca- mmm, ¿podemos solo caminar? No me gusta mucho el frío pero la ciudad... no la conozco mucho -al menos antes de irme, quiero ver un poco más de esta país donde llegué sin pedirlo, si aviso, pero que en medio de todo ese infierno, me hizo conocer personas maravillosas.
Papá pagó la cuenta y nos levantamos para irnos. Tallé mis manos al salir por el frío que hacía, y las metí a mi pantalón para calentarlas. Lo extrañaré, así que espero salir un poco más de tiempo por hoy y si él quiere, otros días antes de irme.