Save my Mind [Leigh]

Recuerdo del primer mensaje :

Estos días han sido como un mal sueño. Una cosa mala tras otra han estado ocurriendo a Shinya, y mis problemas con tan sencilla solución, se han vuelto algo complicado. Pero no puedo dejarlo en ese estado. Entiendo que de nada sirve esperar a que se recupere para entonces poder dar el paso, porque todavía sería muy cruel para él.
Cada palabra que me dijo hoy y estos meses siguen girando en mi cabeza. Nuestra relación no era mala para nada, y con lo que ha sucedido, era obvio que recibiría todo mi apoyo. Pero el apego ha crecido entre nosotros. Yo lo quiero muchísimo, me preocupa todo lo que está sucediendo en su vida y esto último fue lo peor. Pero no puedo dejar de lado mis sentimientos por Leigh. En el fondo sé que lo que siento por Shinya es más por compasión, por ello se ha vuelto tan complicado.
Al final opté por no ver a Leigh. Le he contado sobre lo que está pasando y decidimos quedar como amigos. Pero cada vez que lo veía, inevitablemente caí en sus brazos, y comenzamos una relación de amantes que no le hace bien a mi cabeza.

Salí del vagón y caminé a las escaleras para regresar a casa. Leigh ha estado llamándome y yo simplemente he pospuesto nuestro encuentro. No quiero verlo, si lo hago seguiré deseando permanecer a su lado. Me debato entre hacer un bien y seguir mis sentimientos.
-Me duele el estómago… creo que compraré para cenar -pasé por el minisuper cercano a mi casa. Recordar el estado en que Shinya se encuentra hace que un escalofrío me recorra el cuerpo. La manera en que lo relata, todo… He evadido demasiado pensar la clase de persona que es, porque para mí, sigue siendo ese hombre amable y amoroso. Pero no soy estúpido, evidentemente algo está mal con su vida, y es otra de las razones que me hacen cuestionarme qué debería hacer. Guiarme por mis deseos sin importar terceros, o permanecer como su principal apoyo como ha sido estos meses. No quiero dejarlo solo, esto me está agotando mentalmente.
Cuando llegué frente a casa dejé las bolsas de las compras en el suelo y comencé a buscar mis llaves. Me agaché para buscarlas dentro de mi maletín, y al sentir la presencia de alguien más, alcé la vista.
-Ah… -me puse de pie. Mis corazón se aceleró de inmediato, y agache la vista para no verlo a los ojos- me asustaste -traté de sonar como siempre, pero con él es más complicado fingir- ¿qué haces aquí? Pensé que estarías ocupado con el trabajo… -es la persona que más deseo ver, pero no puedo estar feliz, no si Shinya está luchando por recuperarse.

Jiro:

Me río, a veces cuando le ganan los celos, pareciera que le molesta aceptar mi atractivo, pero cuando se le pasa, él simplemente lo dice sin problemas. Me gusta que no pueda permanecer tanto tiempo enojado conmigo, aun con lo idiota que a veces puedo ser.


Me muevo para tomar las cosas y comenzar a lavar, me gusta cuando hacemos este tipo de cosas de pareja, cocinar juntos, ver películas y bueno creo todo en general me gusta. Al terminar seco mis manos en mi pantalón, y me siento en el lugar mas cercano para mirarlo mientras hace lo que falta.
-Trabajas demasiado- me quejo, pero es mas que nada, porque sé que esa será una razón para vernos menos. No es como que podamos vernos mucho en la calle, yo no soy una persona discreta, no podría solo actuar como si nada pasara entre nosotros, soy demasiado obvio.
-Ya veo, me parece bien. Si no te sentías como con eso debe ser lo mejor- Jiro es a veces demasiado empático, y adoro su buen corazón, pero solo cuando se trata de mi -Genial- la idea de tener la llave me hace sentir que lo nuestro es un poco más serio. Así que me desanimo un poco cuando no la encuentra.
-Cuando me la des ya no podrás sacarme de aquí- si lo pienso un poco más, creo que lo mejor sería darle la mía, seguro que en mi casa se sentiría mas seguro -Luego sacaré una copia para darte, la de mi departamento- en un movimiento termino haciendo que el salero caiga y algunos granos de sal se dispersen y comienzo a sacudir con la mano.

Me levanto y con la mano le hago una señal de que pasaré a su baño, no le pido permiso, hace tiempo que dejé de hacer eso, solo le aviso para no dejarlo hablando solo. Al lavarme las manos me miro en el espejo y con un poco de agua en mis dedos acomodo algunos de mis cabello, creo que desde que soy modelo me he puesto un poco vanidoso, más de lo que ya era.

Me reí apenado. No es que sea un adicto al trabajo, simplemente me adapto al horario que tengo y además me gusta ganar dinero suficiente.
-Sí, quién lo diría -incluso mi madre a veces me lo dice, pero ella más bien parece feliz por eso. Supongo que no esperaba que el inútil de su hijo madurara- aunque me gustaba, pero supongo que debería prepararme más para eso -me sentía un poco más útil que solo enseñando a universitarios. Pero el que algo te guste, no quiere decir que seas bueno para ello. Y es que perdí demasiado tiempo, y al final terminé deseando eso que evitaba tanto.

La idea de la copia de la llave parece hacerle feliz, y a mí también. Es raro cómo nos acercamos y formalizamos más lo nuestro cuando las cosas no están del todo resueltas.
-Está bien, al menos así podré verte luego del trabajo -es demasiado complicado tener una cita, porque no podemos actuar como si nada. No solo porque todavía estoy con Shinya, sino por ser dos personas del mismo sexo- oh, no tienes que hacerlo solo porque yo lo propuse -me puse feliz y traté de disimular mi alegría, pero soy malo fingiendo- aunque estaré esperando ansioso -hablé más bajo y le di la espalda. Estas pequeñas cosas me hacen feliz, y todo el estrés que he venido acumulando en días pasados comienza a ser menos pesado.
Los fideos salieron rápido, después de todo era el punto de no hacer una comida formal.
Mientras él fue al sanitario yo puse la mesa, me siento como la típica ama de casa.
-Está listo -al ver los platos servidos me arrepiento un poco de lo que ofrezco para comer, pero de igual modo me senté- hoy por la mañana fui a conocer el campus en donde estaré trabajando -llevé la cuchara a mi boca- vi uno de mis viejos alumnos, pero no me reconoció -supongo que en medio de tantos maestros atractivos, mi cara era fácil de olvidar, además solo hablamos una vez.

-Mientras te guste, está bien- trato de sonreír sincero, pero no puedo evitar un ligero gesto de decepción. Yo amaba mi trabajo en la editorial, odiaba ser profesor, pero en la editorial me sentía tan bien. Puede parecer mentira que disfrutara mi tiempo encerrado en un cubículo, pero realmente lo hacía, podía pasarme horas y no sentir que el tiempo pasara realmente. Ahora gano mucho más, trabajo menos días, y no es que odie este nuevo trabajo, pero fue algo que tomé porque no encontraba otra cosa y las deudas aumentaban. Pero era permanecer en la editorial o conservar un poco de mi orgullo ¿Cómo iba a seguir ahí trabajando para el hombre que me había quitado a la persona que amo?

-¿En serio? vine a rogarte, no me voy a espantar por darte la llave de mi casa- me río, se que a muchas personas este tipo de cosas en sus relaciones los asustan. Pero para mi, mientras más serio se sienta esto, más puedo soportar -te la traeré mañana en al noche- sonrío mirando su espalda, imagino que debe estar sonriendo.
Regreso y me siento para poder comer con él.
-¿Que facultad es?- pregunto curioso -Prometo que si un día voy a verte me voy a comportar- levanto mi mano como si se tratara de un juramento -¿En serio?- pregunto por lo que dice de uno los estudiantes que tuvo - creo que yo no recordaría a ninguno -me encojo de hombros. Yo no fui buen profesor y si causé impacto en alguno de ellos, fue porque nunca fui de los que ocultaba mi desagrado por la enseñanza -Bueno, si, hay uno que si recuerdo- comento malhumorado -ese niño que se te pegaba tanto, como si tu no pudieras cuidarte solo- no puedo evitar que unos pocos de celos se hagan presentes, ¿no es tonto? en estos tiempos comparto a Jiro con otra persona, pero me pongo celoso de un adolescente de hace años -Así que mejor que no te reconozcan- refunfuño metiendo más comida a mi boca.

Comencé a reír. A pesar de mis dudas él siempre sabe cómo darme seguridad de la manera más cómica y confiable. Sé que no se obligaría a nada, o al menos me daría cuenta, es muy honesto.
-Bien, entonces tal vez también me tengas seguido ahí -yo todavía me siento un poco raro con todo esto. No sé si realmente podría llegar a su casa si él no está y acomodarme a gusto, pero tener la llave es algo simbólico e importante para mí. Creo… creo que si las cosas no estuvieran de este modo, tal vez le propondría vivir juntos. Aunque es muy pronto, ¿no? Mi cara se ha puesto roja de pensarlo.
Sería lindo recibir una visita suya, pero también se me notaría muchísimo que es más que un amigo.
-Economía. Será una clase extracurricular -aparte él gana popularidad cada día más, y las mujeres de esa edad son las principales consumidoras, no me gustaría que lo reconocieran. qué tonto, otra vez teniendo celos de una situación que ni siquiera sé si pasará- es una promesa -amenacé con los palillos en mi mano- sí, hay alumnos que se me quedaron sus caras grabadas -y bueno, él era algo especial. No para mí, pero sí me consternó su caso, aunque nunca pude ayudar. Solté un suspiro y llevé los fideos a mi boca- ¿hm? -¿acaso se llevaba con alguien? No, nunca noté que le diera trato especial a alguno de ellos. Terminé mi bocado y lo miré confundido unos segundos- oh, cierto, Blake -dije en voz alta, y me reí por cómo se expresó de él- jaja es cierto, a veces me hacía sentir como un mocoso que sufría de acoso. Pero, ¡oye! Había días que realmente me fastidiabas -hice una mueca y luego reí. Es agradable recordar esos días, al menos ahora que estamos juntos- nunca pude despedirme de él por tu culpa -suspiré. Él era un buen chico, y nuestra relación era más como si yo fuera un cachorro del que debía cuidar. Eso es desalentador ahora que lo pienso, pero era una buena persona. Espero que esté bien- supongo que sí, es mejor así -pero tengo la intriga de si está bien o no. No debería meterme, sobre todo porque después Evan tampoco siguió con su extraña relación con él- dime, ¿te ponías celoso en ese entonces? -ladeé la cabeza y sonreí. Hoy puedo ver más claro cómo algunas de sus acciones demostraban que yo no le era tan indiferente.

-Mmmm mientras más, mejor- no sé que tan cierto pueda ser, él puede sentirse muy seguro de lo nuestro en este momento, pero en cuanto tengamos que separarnos para ir a trabajar, él, podría comenzar a dudar de nuevo, Jiro reacciona de esa manera, por eso tengo que aparecer y obligarlo a enfrentar sus sentimientos por mi, para que así no me deje, pero no se que tanto durará esta pequeña seguridad que le he dado, solo espero que ese idiota no lo llame y le diga “ay se murió mi periquito” porque creo que es lo único que le falta -¿Estás pensando cosas pervertidas?- pregunto juguetón al notar el rojo en sus mejillas.

-¿Solo será esa clase? - pregunto un poco confundido -pensaba que sería en medicina, o en una de esas sociales- tamborileo con las yemas de mis dedos indice y medio la mesa -Oye soy un inglés con muchos modales- me río de lo que digo, porque realmente jamás encajé en el perfil de un inglés, soy demasiado ruidoso y mal educado.
Hago una mueca de desagrado cuando dice su nombre, ese niño me desagradaba tanto -bueno yo era pesado, ¿pero tenias que tener a ese tipo de guardaespaldas? era taaaan molesto- me quejo, y creo que es algo que siempre haré -pues que bueno- no se como pudo ser mi culpa, pero da igual, prefiero que no se despidieran, porque capaz y el mocoso ese le decía algo y me lo hubiera ganado, no soy idiota, estoy seguro de que Jiro no le era indiferente, la manera retadora en que me miraba era obvia -pues, si, ahora no me cuesta aceptarlo, aunque si me hubieras preguntado en ese entonces seguro lo habría negado. Pero detestaba verte con ese mocoso, y con esos profesores amigos tuyos, el de cabello rosita era tan molesto con su sonrisa - me quejo de manera sincera -era un infierno, era una escuela de puros hombres, con solo profesores hombres, pensaba que cada persona que se te acercaba quería arrebatarte de mi- puede sonar melodramático, pero no miento, lo peor es que yo no tenía el valor para aceptarlo.

Al terminar de comer lo ayudé con los platos, ya que el cocinó, yo decidí levantar la mesa y lavar los trastes. Disfruto este tipo de cosas, no es que ame los quehaceres, de hecho no, pero el compartirlo con él es lo que le da valor.

-N-no -le hice una mueca y sonreí. Prefiero que piense eso a que sepa lo que en realidad imaginé, porque aunque Leigh es muy serio, no sé cómo tomaría una propuesta de ese tipo. Aunque en estas condiciones es imposible, pero para cuando todo se calme quiero tener el valor de proponerlo.

-No dejaré mi trabajo en psicología, solo tomé horas extra -sé que no es tan importante lo que haré ahora, solo algo para sustituir las horas que perdí al dejar orientación, y creo que también servirá para que mejore mi método de enseñanza. Aunque en estos dos años me ha ido mejor. Y es que enseñar a universitarios que en su mayoría son de clase media es mejor que tratar con un montón de mocosos adinerados y caprichosos.
Me reí por cómo reaccionó. Parece que está celoso, y me hace sentir a gusto.
-No es como si yo se lo pidiera -me excuso. aunque había días que sí me sentía un adulto fracasado, pero Blake era demasiado agradable como para pedirle que parara con eso. Era extraño, porque era muy atractivo, y su personalidad era buena, pero yo ya tenía alguien en quien pensaba demasiado.
Comía mientras lo escuchaba. No pensé que incluso de ellos se sentiría así. Sabía que Evan no le agradaba, pero creí que era por la clase de persona que es. Ellos dos son muy opuestos.
-Nadie estaba interesado en mí -agaché la cabeza y sonreí. Mi cara arde. No es bueno sentirme feliz con esa clase de posesividad, pero lo cierto es que me gusta la sensación de que incluso en el pasado, él me veía de ese modo. No quiero pensar en “y si tan solo hubiera…” porque él mismo dijo que lo habría negado- no importa cuántos hombres y cuán guapos fueran, fuiste el único que me atrapó -además yo siempre fui cobarde, no me gustaba involucrarme con mis compañeros de trabajo- tal vez como te sentías es como ahora yo me siento. Pienso en las chicas lindas de las que te rodean siempre. Cómo interactuan o a veces deben incluso tocarse. Esas cosas me hacen sentir inseguro, y mi cabeza empieza a imaginar situaciones que probablemente no ocurrirán, pero no puedo evitarlo… -me siento avergonzado. Por demás conozco lo vital para una relación estable y saludable, y lo que debo hacer para generar más amor propio y elevar mi autoestima. Pero entre la teoría y lo que puedo lograr hay una brecha grande- además, nunca pensé en tener una relación formal con nadie, caer enamorado siempre me pareció estúpido. Así que, no sé qué diablos me hiciste, pero mira. A veces pienso que no importa qué pase, yo te seguiré amando -mi cara no puede estar más caliente. No sé si se nota, pero por las dudas he agachado la vista.

Como él se ofreció a lavar los platos, yo fui al sanitario a lavar mi boca.
Mi corazón late fuerte todavía. Hablar del pasado ya no resulta doloroso como al principio, y ver cómo poco a poco superamos obstáculos me hace tener esperanza en esta relación, aún cuando es así de excéntrica.
-¿Quieres hacer algo en especial? -al salir fui directamente tras él y me colgué de sus hombros.

Lo miro con expresión de no creer en su respuesta, pero aunque podría molestarlo un poco más con eso, no lo hago, solo me tomo un tiempo para mirarlo sonreír, lo he extrañado tanto y me gusta verlo con esa expresión y no con esa cara de preocupación que últimamente parecía ser la única que tenía.

Si lo pienso un poco mejor, parece buena idea que trabaje estas horas extras, será tiempo que no estará con ese tipo, el pretexto del trabajo, ya sea preparando alguna clase o calificando exámenes, yo usé esas excusas muchas veces, así que seguro a él también le servirán.
-Bueno, es que en ese tiempo parecía que me odiabas, seguro ese mocoso pensaba que te molestaba demasiado, creo que eso todos lo notaban- yo nunca tuve buena fama en ese trabajo, no logré llevarme bien con casi nadie, solo con Ian, y ya, porque Jiro y yo nunca nos llevamos bien en ese tiempo, aunque siempre hemos sido apasionados hasta para pelear.
-¿Estás seguro? yo creo que más de uno lo estaba- lo digo sin mucho entusiasmo, no me agrada mucho aceptarlo porque soy celoso pero Jiro tiene cierto magnetismo, sé que no solo yo lo he sentido, hay algo en él que termina atrayendo y haciendo que sea notado.
-¿Te atrapé? diría que fue al revés- creo que es obvio porque digo eso -pero al menos tu puedes tener la certeza de que solo me interesas tú, en ese tiempo lo de nosotros era tan confuso- puede que muriera de celos, pero no tenía derecho a decir nada, porque vivía empecinado en la negación de que yo no podía sentir deseo por un hombre -eres lindo cuando te pones celoso, pero ya he sentido la horrible sensación de perderte, dos veces… créeme cuando te digo que no quiero volver a sentirlo- le aseguro con una gran sonrisa -es porque soy irresistible, eso fue lo único que te hice- guiño mi ojo de manera coqueta.

El se acerca mientras estoy terminando de lavar, acomodo el ultimo plato para dejarlo escurriendo.
-Claro que si- contesto girándome para quedar frente a frente, mis manos aun mojadas las pongo en su cuello y lo acerco a mi para besarlo -estoy seguro que sabes lo que quiero- le digo al separarnos. Entre más besos lo llevé a la habitación, y no perdí tiempo. Cada uno se encargó de deshacerse de la ropa del otro, buscando saciar la necesidad que cada uno tenía del otro.
-Te extrañaba tanto- digo aun con la respiración agitada mientras busco cubrirnos con una sabana y me acomodo abrazándolo.