Pájaro en jaula (Ivan)

Hace tiempo que no la paso en casa, así que obviamente todo está lleno de polvo, trastes sucios y basura y ropa por todos lados. Todavía no pongo en orden mi vida y el estar a solas aquí me hace pensar demasiado en mis errores. Al final hago siempre lo mismo, huir, aunque al menos ahora es por el trabajo. Sí, estoy tomando horas extra a propósito, pero también hay bastantes cosas que hacer en la facultad, añadiendo a eso los torneos que son más regulares y las sesiones que comencé con algunos alumnos. Empiezo a sentir el peso de eso, debería aprovechar y dormir, pero mi casa necesita estar limpia, no sé en qué momento alguien podría venir a verme.
Terminé de limpiar los trastes y junté la basura, pero decidí darme un baño antes de sacarla porque huelo demasiado a sudor. Ya pasan las once de la noche, no debería estar haciendo esto tan tarde.
Al salir elegí de nuevo  esa camisa que uso algunas ocasiones para dormir, a veces me pregunto si alguna vez lo superaré.
-Usando su ropa lo dudo mucho —me reí, pero por dentro me sentí muy miserable, todavía estoy aferrado a las cosas que él dejó aquí, y probablemente no vuelva a verlo nunca más. Él no está en el país, lo sé porque… diablos , ni siquiera puedo evitar mirar sus redes sociales.
Mi teléfono sonó y dejé la camisa sobre la cama para alcanzarlo. Es de un número desconocido, me da mala espina porque ya es bastante tarde para una llamada de alguien que no conozco.
-¿Hola? —escuché una persona que dice ser de la comisaría. Me asusté pero guardé silencio para que me dijera el motivo, no sé por qué pero pensé en Leigh— ah… Sí, claro que lo conozco, voy para allá —Ivan se metió en problemas de nuevo, pero me sorprende mucho haber sido su segunda opción. Me puse ropa limpia y tomé mi cartera, celular y llaves, no me gusta salir tan noche con efectivo, pero tal vez debería pasar a retirar algo de dinero.

Bajé y tomé el taxi que pasó primero, y estando en el auto intenté localizar a los papás de Ivan, pero no tuve éxito por más que insistí. Me bajé un par de cuadras antes y retiré algo de dinero, y después entré preguntando por él. Nunca había estado en esta situación, a pesar de ser un adulto me siento como un niño perdido
—Muchas gracias —realicé el papeleo, pagué una fianza y me disculpe reiteradas veces por el comportamiento de mi alumno. Me explicaron a grandes rasgos el motivo y las circunstancias en que lo descubrieron, ni siquiera pude mentir sobre ser un primo porque entre nosotros no hay nada similar, y por ser menor de edad pasando como su amigo no me hubiera dejado representar- no puedo creer que terminara aquí -de los pocos chicos con los que estoy trabajando, con quien menos siento un avance es con él. Cada uno tiene su propio ritmo , pero Ivan es astuto y siempre desvía la conversación hacia temas sin importancia. Pero no puedo obligarlo, así que solo queda esperar y ganar su confianza.
—Le sonreí amable, no parece tan golpeado como la primera vez que lo vi, pero tampoco le dieron atención médica— vamos, te llevaré a casa —agradeci a las personas y salimos hacia la calle. Hace frío, debí traer un sueter más grueso- ¿qué fue lo que pasó? —lo miré preocupado, debería estar molesto pero sé que se comporta así por razones más fuertes, a pesar de que no me diga nada, sé que es alguien amable y tranquilo.

Jiro:

He notado como poco a poco he ido estoy perdiendo todo se vuelve más complicado, la escuela, los cursos, mi agitada vida social nocturna. Quiero hacer todo y no pensar. Hace unas semanas he tocado fondo, consumí algo más que hierva, no volver a hacerlo ha sido no volver a buscarlo. Hoy, es justo por eso que he terminado en la comisaría. Estuve a nada de comprar un poco más, y justo hubo una redada y he sido detenido. Por suerte aun no compraba nada, así que no me han podido acusar de posesión. Aun así, al ser menor y estar en un lugar donde solo debería haber adultos me han detenido. Los policías fueron algo agresivos, y ganas no me han faltado de responder de la misma manera, pero sé que me iría peor.
Han intentado localizar a mi familia, pero mis tíos han salido de viaje para ir a ver a su hijo a America.

Al final solo se me ha ocurrido una persona para que me saque de esto. Así que he dado el número de Jiro.
Por fin vienen por mi a la celda y me sacan para ver a Jiro. Él hasta se disculpa por lo que ha pasado, y para no parecer un grosero, también hago algunas inclinaciones para disculparme.
-Gracias por venir, mis padres están de viaje, así que nadie podía venir- le explico el porque le he dado esta molestia -Si, gracias- digo cuando me dice que me llevará a casa.
-Estaba en un club, hicieron una redada, me detuvieron. Tenia la costumbre de golpear antes de preguntar, así que no me pude librar y pues por ser menor me detuvieron- claro omito algunos detalles porque seguro se podrá un poco pesado si sabe lo de las drogas, pero como hoy estoy limpio.

Le digo cual es la dirección de mi casa, es una buena zona, todo muy familiar, pero a veces me cansa un poco vivir en un lugar donde todos los vecinos me miran con malos ojos, y tener una casa tan grande para estar casi siempre solo, es un poco molesto. Los tíos viajan mucho, y cuando están en la ciudad se la pasan en asuntos de sus trabajos y mi primo, el simplemente huyó luego de lo que pasó.
-Es un poco lejos, si quieres yo puedo ir solo, prometo no me meteré en mas problemas- le digo porque no quiero seguir molestándolo.

Ivan:

Parece que no está alcoholizado ni nada, a veces no sé cómo es que se mete en problemas si es un chico muy tranquilo y obediente, inclusive se ha disculpado y me agradeció por sacarlo.
—No te preocupes por eso, lo importante es que te encuentras bien —cuando me llamaron temí que hubiera hecho algo muy malo, o peor aún, que alguien más lo hubiera lastimado y acusado sin razón.
Me explicó lo sucedido, la persona de la comisaría exageró un poco las cosas pero dijo más o menos lo mismo, y bueno, no tiene razón para decirme mentiras, sabe que ellos me pusieron al tanto de la situación.
—Ya veo —no sé si debería reportar esto a la escuela, cualquiera en mi lugar lo haría pero le perjudicaría demasiado si lo hago, mejor lo omitire, no creo que se enteren.
Salimos a la acera a esperar un taxi. Es muy tarde y ya no hay transporte, además el lugar donde vive él es mucho más lejos que mi casa.
—No puedo dejarte solo después de esto. Mmm, ¿no tienes otro familiar a quien pueda llevarte? -no es un niño, pero no es bueno que se quede solo después de salir de detención. Si algo llegara a pasarle no me lo perdonaría- ¿por qué no te quedas en mi casa? Es más cerca, y así me aseguro que dormirás bien y mañana temprano puedes tomar el transporte a casa —debo dejar de involucrarme tanto, pero al verlo solo no puedo evitarlo. No he logrado conocerlo mucho, puede que si lo trato fuera del colegio me tenga más confianza- vamos, estaba a punto de cenar, seguramente no has comido nada, ¿verdad? -creo que no parece seguro de esto— te prometo que esto será ajeno a nuestra relación en el colegio.

Al final aceptó y tomamos un taxi a mi casa. Queda a unos veinte minutos, y en el camino apenas intercambiamos un par de frases.
Al llegar a mi apartamento le dejé pasar primero. No puedo creer la suerte que tuve al decidir limpiar justamente hoy, creo que si no lo hubiera hecho no estaríamos aquí.
—Siéntete como en casa -me quité el suéter y lo dejé sobre el sofá, le indiqué con la mano que podría sentarse y caminé a la cocina para sacar las bolsas de basura a la terraza- ¿qué te gustaría de cenar? Podemos ordenar algo, también tengo fruta, yogurt, uhm, cereal -me lavé las manos y volví a la sala- ¿quieres que te preste algo para dormir? Supongo que mi ropa debe venirte… Tal vez —me reí avergonzado. No soy tan alto pero tengo algunas prendas que me quedan un poco grandes.

Departamento :

Jiro es una persona de quien se puede sacar ventaja con demasiada facilidad, y no me gusta hacerlo, aunque gracias a eso es que he mantenido nuestras reuniones, porque no me presiona para que hable y me abra con él. Pero está vez, si he sacado ventaja, sabía que no se negaría a venir, por eso es que di su nombre y número. Aunque también es el único adulto a quien puedo buscar. Bueno tal vez a Andy, pero su hermano… que tedio lidiar con esos insufribles celos.
-Gracias- agradezco su interés por mi.

No es nada nuevo que la policía abuse de su poder y use fuerza excesiva en este tipo de cosas, siempre soy bueno escapando, pero hoy mi cabeza solo estaba deseando conseguir un poco de droga y por eso no pude reaccionar a tiempo. Me siento idiota de la manera en que mi deseo por consumir me volvió idiota.
-No, toda mi familia vive en el extranjero y mis padres están de viaje. Pero en serio, no se preocupe, puedo irme solo- la verdad, es que probablemente, bueno no. Seguramente no iré a casa, me engañaré diciéndome que solo quiero un poco más y que no volveré a hacerlo en mucho tiempo, que puedo controlarlo. Solo de pensar eso ya siento como mis manos me sudan.
-¿Su casa?- su invitación me sorprende, se preocupa demasiado por las personas.
Claro que mi primer impulso es decir que no, pero al saber lo que pienso hacer, creo que lo mejor es no estar solo. Si me quedo con él, entonces no iré a buscar nada más.
-No, no he comido nada- el pone mucho interés por buscar mi comodidad - de acuerdo- acepto un poco inseguro.

Solo miro por la ventanilla mientras vamos en el taxi, no hay nada que platicar entre nosotros, somos personas demasiado ajenas. Pese a que voy una o dos veces a la semana a verlo a su oficina, realmente no le he dicho nada importante. Cuando acepté, realmente pensaba hacerlo, pero cuando regresé, me arrepentí de inmediato y no pude decir nada.
Al entrar a su casa me doy cuenta de lo pequeña que es. Aunque ya no soy de una familia adinerada, mis padres dejaron muchos beneficios para mis tíos, y por eso tenemos una casa razonablemente grande para los estándares que se tienen en este país.
-Si, gracias- dejo mis zapatos a un lado y voy al fondo a sentarme en el sofá, no es muy grande, pero creo que se puede dormir bien en él -cereal esta bien para mi- ¿pedir algo? creo que ya he abusado demasiado de amabilidad -No, no hace falta, esta ropa es muy cómoda- el silencio no me molestaría en otro momento, pero ahora mi síndrome de abstinencia hace un poco complicadas las cosas -Su casa es linda- tamborileo con los dedos de mi mano derecha sobre mi rodilla, estoy algo ansioso.

Tal vez por esa soledad es que recurre mucho a los problemas, aunque antes de hoy parecía llevarla bien, pero tal vez a sus padres les haga falta poner más atención a su hijo, no me gustaría que terminara en una situación más complicada.
—Entonces mejor vienes conmigo, así me aseguro de que cenes y duermas tranquilo —estos últimos meses se me ha dado esto de cuidar a otros. No es algo que amara, en realidad detesto mucho meterme demasiado en la vida de otros o que me den muchos problemas mis compañeros de trabajo y alumnos. Pero cada cierto tiempo llegan personas como él, que realmente parece que necesitan de alguien o que simplemente me hacen tener esas ganas de ayudarlos. A Ivan no lo conozco mucho, pero la razón por la que tal vez me agrada y no me importa hacer estas cosas con él, es porque me ha demostrado no ser un chico aprovechado o manipulador. Es un buen chico.

Eso para cenar me parece muy poco, pero no insistiré mucho. Tal vez es de las personas que no cenan mucho.
—¿quieres que agregue algunas fresas? —saqué una manzana y la lavé para comenzar a picarla— gracias, es algo pequeña pero para una persona es perfecta —puse la fruta en un plato y agregué yogurt, luego tomé ambos platos y los llevé a la mesita de la sala— aquí tienes. Puedes encender el televisor si quieres —me senté a su lado, creo que está algo tenso. Es normal, es distinto a Mei que con facilidad agarró confianza cuando vino a mi casa— si te hace sentir más cómodo, no eres el primer alumno que traigo a casa —comí un poco de fruta y encendí la tv con un volumen bajo- aunque no es como si trajera a cualquiera a mi casa —reí— así que no tengas pena. Además es mejor cenar en compañía de otros que solo, ¿no te parece? Extrañaba un poco esto —miré mi plato y dejé de comer. Leigh no comía cosas tan ligeras, eran divertidas las veces que se quedaba en casa y cenabamos viendo tele, y después íbamos juntos a dormir. No duró mucho, pero los días que pasamos juntos no podré olvidarlos. De pensar en que él está ahora con otra persona… Basta, debo dejar de hacerme esto. Él es feliz con otra persona y debería estar bien para mí, es lo mínimo que merece después de lo que le hice.
iré a prepararte la cama —dejé el plato en la mesita y me metí a mi recámara. Por educación no cerré la puerta, y  comencé a respirar profundo para alejar esos pensamientos de mi cabeza.

Suelto una pequeña risa por sus palabras, me trata como si fuera un niño pequeño que necesita tales atenciones, y no sé hace cuanto que nadie hace algo así. Claro que hay veces que algunas personas tienen ciertos detalles conmigo, como Aaren, pero Aaren es más de imponerme esas atenciones.
-De acuerdo profesor- digo en tono un poquito alegre.

-No gracias- rechazo la fruta para mi cereal -Es grande a comparación de muchos de los lugares que hay en la ciudad- he escuchado sobre esos micro departamentos, que realmente solo son una habitación con apenas espacio para la cama y un baño.
-Gracias- pero aunque lo ha dicho no enciendo la televisión, no soy de una generación a la que le guste demasiado ese tipo de cosas.
No sé, pero no me sorprende que me diga que no soy el primero, seguro algún tipo aprovechando su buena voluntad. Río por su aclaración, ni siquiera me pasó algo así por la cabeza, creo que es porque tengo muy buen concepto de él como persona.
-Descuide, no pensé nada como eso- me encojo de hombros cuando menciona lo de la cena, pues tampoco recuerdo cuando fue la ultima vez que cené con mi familia, creo que solo lo he hecho con Aaren y si, fue agradable -Supongo- contesto con algo de duda. No me gusta lo recurrente que se vuelve Aaren en mis pensamientos. Además recuerdo esa llamada que le hice… ¿por qué le llamé? solo para decirle que lo extraño, eso no es algo que sea de mi estilo. Odio darme cuenta de que Aaren me gusta mucho más de lo que pensaba y aunque me digo que debo mantener distancia, cometo esa clase de errores como llamarle cuando estoy drogado y eufórico e inevitablemente pensé en él -bueno, pues hoy no tiene que extrañarlo, no está solo- digo con una sonrisa, solo quiero dejar de pensar en ese chico.
Porque él es caprichoso, demandante y creo que algo egoísta, ¿por que iba a gustarme tanto? solo por esa inocencia que a veces parece no poder ocultar, o porque a su torpe manera intenta cuidar de mi, o porque es tan necio que es imposible alejarlo como a la mayoría de las personas, ¿acaso deseo que alguien pueda ignorar mi manera de alejarlo?
-De acuerdo- he salido de mis pensamientos cuando el profesor habla, suspiro algo cansado -¿la cama?- si, apenas me doy cuenta que ha dicho que preparará la cama para mi.
Dejo el plato de cereal a medio terminar en la mesa y me levanto para ir a la habitación.
-No es necesario, yo me sentiría mejor durmiendo en el sofá- le explico asomándome por la puerta, pero lo veo y no está haciendo lo de la cama, de hecho creo que luce un poco ¿decaído? -¿Se encuentra bien?- entro a la habitación y me le acerco.

[color”#ff3333]-¿De verdad? [/color]-miré mi departamento, yo creo que es pequeño y cómodo, tampoco necesito mucho espacio viviendo solo, a veces apenas si estoy en casa todo el día, rentar algo más grande sería un desperdicio de dinero.

Sus respuestas son un poco cortantes, creo que no será fácil ganar su confianza, pero me conformo con que se sienta tranquilo luego de lo que pasó, no sé si sea la primera vez que termina detenido y por ahora es mejor no tocar el tema, le dije que al venir sería ajeno a nuestra relación en el colegio, y es mejor cumplir con mi palabra para que en alguna otra ocasión también pueda confiar en mí.
-Es cierto, es cierto. ¡Provecho! -eso ha sido positivo de su parte, y le sonreí emocionado. Creo que a veces me porto un poco infantil con mis alumnos, tal vez por eso no me tienen demasiada confianza o terminan abandonando la terapia, pero no creo que presionarlos todo el tiempo y regañarlos constantemente funcione, a veces no sé qué podría servir. Es triste darme cuenta que en realidad no he cambiado mucho, pero al menos ahora me esfuerzo por hacer bien mi trabajo, es lo único que tengo y si fallara en eso... bueno, creo que ahí sí tocaría fondo.

Estando en la habitación tomé la camisa y la miré. A veces me pongo a pensar en lo que él tuvo que soportar por mi culpa y por ello no debería quejarme, o en cómo lastimé a Shinya y que hora no tengo derecho a sufrir. Debo estar bien, nadie puede morir por estas cosas y soy un adulto además. Y sin contar que todo lo sucedido fueron consecuencia de mis malas decisiones.
Mordí mi labio, debo estar muy cansado, tengo que apurarme y dejarle dormir para yo también pueda hacerlo, fue un día agotador.
-¿Cómo? -rápidamente miré al chico y sonreí- sí, sí, lo siento. Lo que pasa es que hoy fue un día muy cansado. Estuve limpiando y haciendo las cosas que usualmente no hago, por eso, sí, fue agotador -comencé a expĺicarle muy rápido, cuando me pongo nervioso suelo decir ocurrencias y hablo a prisa- oh, sí, la cama -me moví y dejé la camisa en la orilla para comenzar a bajar las sábanas- ¿estás seguro que no deseas un cambio de ropa? Si quieres puedes darte un baño -terminé y me giré a él- no tengo mucho, pero puedes usar lo que gustes, ¿de acuerdo? Si llegase a darte hambre en la madrugada puedes tomar algo de la nevera-abrí el closet y saqué un juego de pijama. No puedo usar eso hoy, porque obviamente sabrá que no es mío. No oculto mis preferencias, pero trato de mantenerlo al margen de las personas de la universidad. De por sí la gente ya habla sobre eso y comienzan a preguntar, no quiero dar razones para chismes. No es que él vaya a hacerlo. Creo que solo busco una razón para comenzar a dejarlo.

Mi debilidad por las drogas me ha vuelvo un poco ajeno a lo que me rodea. Suelo ser observador para así saber cuando alejarme de alguien, o para saber si tiene algunas intenciones mal intencionadas. Soy una persona desconfianza por la manera en que me educó mi padre y ese comportamiento se arraigó mucho más en mi luego de su muerte. Pero eso mismo he volvió un poco bueno para leer personas y contextos. Pero mi inminente recaída me hace omitir demasiadas cosas obvias.
Jiro habla muy rápido, a comparación de como lo hace habitualmente, está nervioso, es obvio que algo le pasa, ¿pero tengo derecho a querer sabes? si yo soy el primero en huir de las cosas.
-Y luego lo llaman por mi culpa. Lo siento- no puedo obligarlo a decirme nada, aunque la verdad no estoy acostumbrado, las personas suelen ser muy abiertas conmigo, creo que me he mal acostumbrado por eso.
-Amm profesor- él sigue ofreciendo cosas, y más me hace creer que no está bien -ya que hoy no es una relación de profesor alumno, ¿puedo llamarle Jiro?- me acerco a la cama y me siento en la orilla.
-¿En serio todo está bien?- vuelvo a preguntar, mi otra mayor debilidad además de las drogas, es que pesé a todo lo que me digo, siempre termino poniendo demasiado interés en los asuntos de los demás, porque parece tengo un deseo tonto e idealista porque las personas sean felices… es irónico si se piensa en lo desconfiado que suelo ser.
-¿Estoy siendo demasiado indiscreto? lo siento, creo que supongo que es algo que no puedo evitar-siempre me digo que debo dejar que todos se abran cuando deseen hacerlo, pero la verdad es que ni yo sigo esa regla, mucho menos cuando veo a alguien que está mal.
-Tengo una costumbre de querer ayudar cuando no me lo pide, de hecho por eso nos conocimos- sonrío débilmente al aceptar ese detalle sobre mi persona.
Guardo algo de silencio y me levanto de la cama.
-Creo que aceptaré ese baño, para limpiar los golpes que tengo- comento solo cambiando de tema para no seguir molestándolo y ya no ser como esas personas que suelo decir que me molestan.
El menos el haberme preocupado por él hace que mi ansiedad anterior se controle.
Tomo lo que él cree que me servirá para dormir, la verdad es que a mi me da igual eso. Paso al baño, el agua está caliente, tal vez demasiado, porque al entrar siento un poco de ardor en algunos golpes, creo que la piel se abrió un poco en algunos de ellos. Se han empezado a formar algunos moretones, pero no es nada de importancia. Tal vez esto debería ser preocupante, pues es algo a lo que ya me he acostumbrado. ¿Hasta donde seguiré con esto? tal vez algún día conseguiré que me maten, y no es lo que quiero, pero parece que es lo que busco.
Me doy un baño bastante rápido y me pongo la ropa que el me ha prestado, me queda algo justa y es un poco incomoda porque la camisa me liga un poco de los brazos.
Salgo del baño secando mi cabello.
-¿donde pongo la toalla? - pregunto para no dejarla en cualquier lugar.

No noté que en mi rápida excusa dije algo que lo hizo sentir mal, soy un idiota, debo concentrarme. ¿cuál es el sentido de haberle ayudado si de todos modos parece que le reprocho?
-Oh, no no, cómo crees -negué insistente con las manos miré al suelo- no tienes que disculparte. ¿No dije que te ayudaría cuando lo necesitaras? Es más, me alegro mucho que recurrieras a mí, me hace sentir un poco más cercano a ti -estoy nervioso, pero esto no ha sido una mentira como lo anterior. Claro que de momento fue inesperado, pero es mejor si él se encuentra tranquilo y a salvo.
Giré para mirarlo, tengo que mantener una fachada tranquila, además él la debe estar pasando peor por el susto.
-Sí, adelante -eso de tutearme no lo esperaba, y sonreí emocionado, creo que poco a poco se va abriendo conmigo. Pero insiste en preguntar y mi sonrisa se hace un poquito más falsa. ¿por qué pregunta tanto? Ya sé que soy alguien fácil de leer, pero hace tanto que nadie me pregunta cómo estoy que se siente raro, me hace querer decir las cosas que pienso, pero... no, no, son cosas insignificantes, ¿y qué andaré ventilando con mi alumno?- hace tiempo que no me preguntan eso -me reí. Él confesó que tiene ea debilidad por ayudar a otros, y solté un suspiro acompañado de una sonrisa. Eso como que lo sospechaba, o bueno, el día que llegó a mi oficina se metió en problemas por defender a alguien, ¿cuánta gente hace eso actualmente? Y ahora no parece preguntar por curioso, él siempre mantiene la plática dentro de lo casual, no me dice mucho ni tampoco pregunta cosas importantes- lo recuerdo -lo miré a los ojos. No sé qué cosas guarde, a veces me gustaría regañarlo por no decirme nada, pero solo lograría que se alejara, y la verdad tampoco ha hecho algo malo, bueno... hasta hoy. Aún así, de repente llegaba con heridas pero poco dice sobre eso.
Nos quedamos en silencio algunos segundos repentinamente él aceptó el baño.
-Me parece bien, te daré algo de ropa limpia -estuve a punto de decir algo, pero mejor no lo agobio con mis cosas.
Le entregué la ropa limpia y le acompañé al baño, y luego regresé a la habitación para cambiarme.
-Eso fue extraño -me reí y comencé a quitarme la ropa. Guardé la muda que me quité y me senté en la cama, me duele el pecho, ya no quiero pensar en mis errores, creo que solo hacen que el arrepentimiento se haga más y más grande y piense en lo que pude haber hecho pero que al final no pasó. Me repito muchas cosas, revivo en mi cabeza momentos y esto solo me está desgastando. Tampoco es como si fuese tan malo, ¿no? Él está bien, yo también, dentro de lo que cabe. Somos adultos y eso eventualmente podía suceder. Pero es tan complicado- ¡ah, si! -no me di cuenta cuando entró de nuevo a la recámara y me asusté, luego me reí avergonzado, debe pensar que soy muy idiota- la colgaré afuera -tomé la toalla-¿cómo te sentó el baño? -lo miré, mi ropa le queda justa, la camisa se le ve apretada-creo que no estás muy cómodo con eso, ¿cierto? Espera -dejé la toalla en la cama y busqué una playera más grande. ¿Por qué uso ropa tan ajustada?- tal vez esta te quede, toma-le entregué la camisa y esperé que se la cambiara, pero cuando se quitó la camisa... ah, diablos, no debería ser consiente de eso. Tampoco me puedo salir de la habitación porque me vería muy sospechoso, así que solo desvié la vista. No quiero que mi mirada lo haga sentir incómodo. Él es un chico muy atractivo, pero ver su torso desnudo ha marcado una diferencia en mi cabeza-¿listo? Mejor, ¿no te parece? agarré la otra playera y la doblé par guardarla. Saqué una manta del closet para usarla yo- bien, mejor te dejo descansar -iba a tomar la toalla de la cama, pero me quedé unos segundos mirando el suelo y luego alcé la vista hacia él- gracias por preguntar, eres una buena persona -llevé mi mano a su cabello y me detuve, alejé mi mano y me reí, por un momento actué como a veces hago con Mei, qué estúpido.

-Sabía que usted no me dejaría ahí, pero no significa que eso no sea una molestia. Así que lo siento- al ser extranjero, muchas veces saco ventaja y me ahorro los protocolos que aquí se suelen usar. Muchas veces me gano malas miradas por eso, pero no me importa, pero aun así, creo que a veces es necesario hacer las cosas bien -gracias por ir, las noches en prisión son de lo peor- me río al recordar las veces que no he tenido la suerte de que alguien pueda ir por mi. Se pasa frío y no se puede dormir, todo el ruido, es como si no nos quisieran dejar tener un descanso adecuado por ser “malos”.

-Oh, ya veo. Yo a veces deseo que nadie lo pregunte, pero tengo la mala suerte de que lo preguntan muy seguido- más desde que soy amigo de Hannu, es un buen chico y muy atento con sus amigos, por eso a su manera parece siempre estar al pendiente de mi. Eso me parece tierno, pero a veces es un poco incomodo -Y ya que no me ha dado una respuesta, supongo que debo dejar de preguntar- sonrió porque ahora eso parece obvio.

Él toma la toalla para encargarse de ella, yo soy un poco descuidado con esas cosas, en casa solo la dejo en el respaldo de mi silla, a veces en la cama, aunque la tía siempre me regaña porque así se humedece la cama.
-Bien, fue agradable- río por lo que comenta de la ropa, no iba a decir nada para no dar más molestias, pero él solo lo ha notado -Am, gracias- tomo la prenda que me ofrece, la dejo en la cama para poder quitarme la que estoy usando. Al igual que la anterior la pongo sobre el colchón y tomo la otra y me la pongo. Aunque tengo algunos golpes, no tengo problemas con mis movimientos, creo que estoy demasiado acostumbrado al dolor -Si, mucho más cómodo- él es un tipo extraño.
-Gracias- mi calidad como persona es algo muy subjetivo, aunque creo que para todos lo es -La verdad, no tengo sueño. ¿Le molesta si veo la tele un rato?- hace rato la encendió y sigue sonando, creo que será una buena salida para distraerme.

Regreso a la sala, veo mi plato con cereal a medio terminar, me parece grosero no haberlo terminado, así que lo termino comiendo. Me levanto para lavar el plato y tomándome un poco de confianza me sirvo un vaso de agua que llevo conmigo a la sala.
Cambio de canal varias veces, no veo nada interesante, y al final lo dejo en un canal donde está e rey león, soy demasiado infantil en mis gustos cinematográficos. Mi celular suena y lo tomo.
-Tío- digo cuando escucho su voz, parece que escuchó el mensaje que le dejaron los policías -No ha sido nada, ya estoy libre, no, dile a la tía que no se preocupe -Amm, si, fue el profesor, ¿el del permiso que firmaron? si, ese. De acuerdo. Si, la casa está bien, cuando regresen todo seguirá igual- él solo esta jugando, sabe que no soy de los que hacen fiesta en la casa -si, intentaré no meterme en problemas, ok tío, disfruten del viaje- termino la llamada y dejo el celular en la mesa.

Sonreí débilmente. Esa ha sido una opinión muy honesta, y creo que entiendo porqué las personas se acercan a mí cuando tienen problemas. No es que yo sea muy confiable, es que soy la alternativa segura. No diré que no a nadie, incluso las cosas que no deseo hacer, al final las hago. Por eso los demás siempre demandan cosas, ya sea el trabajo o mi vida personal. Y es desalentador darme cuenta que en realidad no confían en mí, simplemente necesitan a alguien y yo soy quien está disponible.
-De nada -así que ha estado otras noches allí, pero no me atrevo a preguntar más porque he perdido las ganas, y estoy seguro que incluso insistiendo él no me va a decir mucho.

Me reí nervioso porque básicamente ha dicho que soy un entrometido, esa ha ido muy directa.
-Esas cosas pasan -yo no sé, nunca he tenido alguien que esté verdaderamente interesado en mí además de Leigh. Mis amigos siempre me agarraban de consejero, y una vez satisfecha su necesidad cambiábamos de tema. Tampoco me preocupaba por contarles mis problemas porque en realidad no los tenía, entonces por mi parte estaba bien. Ahora es un poco diferente, pero tampoco es como si los frecuentara, y además, ¿qué voy a decir? Mi corazón roto no es tan importante como sus problemas reales, y a fin de cuentas estoy sufriendo por mis malas decisiones- pero es lindo tener quien se preocupe por ti, me alegro que tengas buenos amigos -porque pues, son sus amigos yo creo. Y no lo dudo, él es muy agradable, aunque no lo conozco a fondo, conmigo ha sido amable y definitivamente lo recordaría como “el alumno problemático pero educado”, es una combinación rara, pero no puedo omitir esa última e importante parte- jaja gracias por preguntar de todos modos.

Su cuerpo luce golpeado, pero hace un rato insinuó que no le gustaba que preguntaran, y yo le dije que esto sería un extra a nuestra relación en la escuela, es decir que no tengo la obligación de hacerlor. Aún así me preocupa, y me gustaría al menos saber si le duele, pero seguro me dice que no, porque no se ha quejado para nada.
-Claro -pensé que encendería el televisor de la recámara, pero regresó a la sala y lo seguí. Ya tenía ganas de dormir, pero ahora tedebo esperar que a él le dé sueño.
-¿Deseas algo más? ¿Seguro que con eso es suficiente? -mientras secaba el plato que desocupé y lavé, él hizo lo mismo con el suyo, y por observarlo no me dio tiempo decirle que no lo hiciera, aunque no es gran cosa.
Regresamos al sofá y me senté en la esquina de este. Subí mis piernas y las abracé, y me dediqué a ver la película que él eligió. No me gustan mucho las películas infantiles, pero en algo debo ocupar el tiempo. Su teléfono comenzó a sonar, deben ser sus padres.
-¿Todo bien? ¿No te han regañado...? Ah -espera, él le dijo tío, ¿por qué sus padres no le llamaron? Dijo que estaban en el extranjero, ¿están muy ocupados que ni siquiera pueden hacer una llamada a su hijo que metieron a prisión? Fue una cosa menor pero ese tipo de comportamientos no son algo que se pase por alto. Es confuso, y ahora que recuerdo cuando nos conocimos él me dio un apellido diferente- -¿No fueron tus padres quienes firmaron la autorización? -hay una posibilidad que sus tíos lo estén encubriendo, o también... que sus padres no estén en su vida, porque la persona que firmó era su representante legal, y sería complicado burlar la autoridad de la universidad y ahora de la policía- lo siento, dije que no haría ese tipo de cosas hoy -giré mi vista a la pantalla. A pesar de los meses que ha estado conmigo yo no sé nada, apenas si habla. Tiene una habilidad increíble para hacer pasar el tiempo en pláticas sin importancia, y yo soy tan ineficiente.
Me levanté y abrí el refrigerador, y saqué una lata de cerveza y la abrí. Odio la cerveza, su sabor es tan amargo. Di un trago y volví hasta la sala, en este momento tengo muchas ganas de olvidar, y esto es lo único que tengo en casa.
¿Quieres una? -le estiré la lata y me reí- es broma, no soy tan irresponsable -llevé la lata a mi boca e hice una mueca por el mal sabor, también porque me siento fatal.

Me encojo de hombros, como insinuando que no es tan lindo. Implica muchas cosas tener amigos que se preocupen por uno. Aunque pare mi, se vuelve complicado desde que se crea un pequeño lazo que va más allá de ser solo conocidos. Parece que mi naturaleza es obvia, querer y cuidar de las personas, y siempre me aferro a ir en contra de eso, y siempre fallo. Era mas o menos sencillo cuando Souta estaba conmigo, él era muy bueno alejando a todo el mundo, así que solo tenía un lazo con una persona, y con eso estaba bien. Pero luego salió de mi vida y no pude evitar acercarme a otras personas, sin Sou a mi lado, no es tan sencillo repeler a otros.

-Si, nunca ceno nada demasiado pesado, tengo pesadillas si lo hago- le explico para que no se preocupe por ese detalle, ya es suficiente con cenar algo.

Sonrío por su pregunta, por ser tan problemático, suelen pensar que tengo problemas en casa o que debo llevar una relación familiar demasiado tensa, pero siempre ha sido todo lo contrario.
-No, que va, solo quería saber que estaba bien- ¿eso habla mal de los tíos? no son malas personas, solo creo que confían demasiado en mi, prefiero pensar eso a que simplemente les da igual mi vida, porque si algo sale mal conmigo, ellos perderán ciertos beneficios que tienen por cuidar ahora de mi.
-¿eh?- por la costumbre de llamarles tíos, me no puse cuidado en lo que el profesor podía escuchar, eso ha sido un descuido demasiado tonto.
-Amm, son mis padres adoptivos, pero también son mis tíos- tal vez esto es de lo más personal que he compartido con él, es un poco extraño, pero creo que no me siento tan incomodo a como sería decirlo en esa oficina suya.
-Descuide, ya que yo pregunté hace un rato, esta bien que usted pregunte… aunque yo no gane una respuesta- digo como si así el marcador estuviera mas o menos parejo.

Miro con sorpresa la cerveza y estoy por tomarla cuando el dice que solo está bromeando. Claro que es una broma. Realmente mi capacidad ha bajado mucho por la turbación que hay en mi mente. Todo es culpa de solo un error, volví a consumir y no sé cuanto tardaré en pensar con más claridad.
-Ja, me lo creí- comento con una sonrisa, estiro mi mano para tomar ese vaso que tengo y le doy algunos tragos -realmente me trata como un niño. No lo soy sabe- comento con una sonrisa de medio lado, no puedo hacer nada para cambiar su pensamiento de mi, pero es un poco raro que me tenga tantas atenciones. Soy un hombre que vive prácticamente solo, así que no estoy acostumbrado a esto.
-Ya que esto no es como estar en su oficina. Le parece si jugamos? hoy puede preguntar lo que quiera y si respondo, a cambio usted me dará una confesión suya, algo que sea equivalente a la respuesta que le he dado, ¿que le parece?- de nuevo lo estoy haciendo, buscando la manera de poder saber que le pasa, que hasta ofrezco mis propios secretos para poder hacer algo por él.

Parece que se lleva bien con ellos, y sonreí asintiendo, porque de verdad no quiero incomodarlo con mis preguntas, solo que se me hizo tan raro todo este asunto y no soy el maestro de la discreción. Y sí, por culpa de mi reacción él se ha dado cuenta que puse atención a su llamada, pero no luce enojado, eso me tranquiliza.
—Entiendo, perdón por la indiscreción —lo miré arrepentido, pero él no se enoja conmigo, por el contrario parece excusarme e incluso me da un pequeño reproche, pero solo hizo que me causara gracia, porque no se sienten malintencionadas sus palabras.— lo siento -aun así no le dije nada, porque ¿qué puedo responder? Me da vergüenza, y prefiero que piense que no pasa nada, pero no he aclarado otra vez que estoy bien.

Él de verdad iba a tomar la cerveza, yo pensé que me iba a mirar mal y decir que soy demasiado raro e insistente por querer bromear con él o ser cercano.
—Pude notarlo -sonreí y tomé otro trago, el sabor es tan amargo que casi estoy dispuesto a cedersela, pero mejor mantenerlo lejos del alcohol— no es verdad… ¿o sí? —claro que no es un niño, lo supe hace un rato al mirar su cuerpo y además los niños no consumen cosas ilegales ni terminan en prisión— puede que un poco, ¿te molesta? ¿Cómo debería tratarte? —al menos en este momento, porque en la universidad él seguirá siendo un alumno y la relación será como siempre.
Lo que propone al principio me dejó mudo, y luego solté una risita. ¿Tanto así quiere saber qué me sucede? Ni siquiera es algo interesante, pienso que si lo escucha se decepcionará de mí.
—Estás muy empeñado en ello —reí, pero esta puede ser una oportunidad única, aunque lo que diga no lo podré mencionar en la escuela— [/color]okey, pero te advierto que mi vida no es naada interesante, no sé porqué asumes que algo malo me pasa [/color]—le di un trago a la cerveza, la dejé sobre la mesita y me acomodé mirando hacia él cruzando mis piernas — bien, primero, ¿por qué te gusta tanto pelear? Debes dar una respuesta honesta —lo miré a los ojos, tiene un color bonito y es algo pesada su mirada.
Después que respondió no supe si decirle algo, porque en verdad no hay nada interesante que decir sobre mí.
—Va mi parte del trato —reí nervioso. Me quedé unos segundos pensando, como creí no puedo hablar sobre eso— veamos… En serio no tengo nada interesante que decir, ¿no es mejor si preguntas? Llevo una vida muy monótona —podría asustarlo si le digo sobre mis preferencias, también si le cuento sobre mi ruptura, él tiene mejores cosas de qué preocuparse, no sé porqué insiste tanto.

De nuevo no me da ni una respuesta, debe ser algo importante para él, porque jamás lo había visto ser tan evasivo, aunque tampoco he intentado saber sobre su vida. ¿Ha tenido esa mirada preocupada en las sesiones? de verdad que no logro recordar.

Claro que si, hasta la cena me preparaste, solo te falta quererme arropar y contarme un cuento para dormir- comento con una risa divertida de solo imaginar algo como eso -Supongo que no importa, si usted me ve de esa manera, creo que aunque se lo pida no cambiara la manera en que me trata- me encojo de hombros dando por perdida esa batalla.
-No lo asumo, se le nota- señalo sus ojos por un momento, para indicar que su expresión lo delata por completo -Y no tener una vida “interesante” no hace que las cosas carezcan de importancia. Solo digo- le sonrío con expresión afable.
-No me gusta pelear- digo serio, sé que todos tienen ese pensamiento de mi, pero nunca he considerado las peleas como algo que sea de mi agrado ¿Decepcionado?- suelto una risita divertido --si quieres saber ciertas cosas, debes hacer las preguntas adecuadas- tomo un poco más de agua y aun con mi sonrisa vuelvo a hablar -bueno, por ser la primera, agregaré un poco más de información- le digo, doy otro trago al agua y me la termino -No temo pelear ni ensuciarme las manos, pero no lo convierte en algo que me guste - tal vez el esperaba algo mucho más revelador, como que todo el tiempo estoy enojado o algo como algún tipo de furia contenida que solo se sacar de esa manera -Un ejemplo de eso, es hoy. No le levanté la mano a nadie, no hice nada y aun así fui atacado. Si fuera algo que me guste, creo que ni siquiera en momentos como los de hoy podría contenerme- me levanto para ir por otro poco de agua y regreso. Bien podría contar cosas sobre Souta, pero eso no es lo que ha pregunta, solo el saber porque me gusta tanto pelear, y eso es justo lo que he respondido.

-no, tu me dirás algo que creas que es equivalente a lo que te he dicho. No lo sé, así sea que te gusta el helado o que te gusta dormir del lado izquierdo de la cama. No importa lo que sea- es mi manera de no obligarlo a contarme nada, pero a que se sienta comprometido si es que yo revelo algo importante.
-¿Entonces?- lo miro con una sonrisa, esperando a que me de ese fragmento de él.

Reí fuerte al imaginar la situación, y es gracioso porque es algo que ya hice con Meier antes, aunque no lo traté como un niño a propósito, pero él me da ese impulso por cuidarlo.
-Pero al final no te dejaste -bromeé entre risas, porque Ivan es un poco más distante que Meier, y también parece que ese tipo de tratos no van con él, recién vengo a notarlo ahora que hablamos un poco más informal- bueno, ahora que sé que te molesta intentaré no ser tan protector, ¿vale? -creo que es difícil, porque obviamente se ha vuelto un poquito más especial que el resto de los chicos con los que trato. Y es que su personalidad hace que yo quiera cuidarlo, es tan buen chico.
Oh, se dio cuenta. Sonreí y no dije nada, no veo el punto de mentirle pero tampoco de hablar. O tal vez deba soltar un comentario sencillo y tal vez así deje el tema.
-Es porque he tenido mucho estrés últimamente, y también dificultad para dormir. Por eso estoy así de ojeroso -y no miento, estos días me acuesto muy tarde y debo levantarme temprano, a veces el trabajo y otras ocasiones porque ya me he acostumbrado a este ritmo.

Dice que no le gusta pelear, y luce tan serio que le creo. Él sugirió este juego, así que mentir está fuera de discusión.
-No exactamente. En realidad es... ¿bueno? Sí, ¡bueno! -entonces hay algo más por qué lo hace. Y como lo platica parece que los problemas lo persiguen, ¿es eso realmente posible? Pienso que nosotros somos quienes vamos a ellos a veces inconscientemente- de acuerdo. Entonces, ¿por qué peleas tanto? Tienes el torso marcado. Y, ¿sabes algo? Yo me estaría quejando si tuviera esas heridas -me reí, porque yo no soy muy tolerante al dolor físico- pero tú pareces no tomarle importancia. ¿O es que te estás aguantando? Eres muy valiente. Conocí alguien parecido -desvié la mirada y sonreí, no sé porqué todo termina en él, tal vez ese será mi castigo, no dejar de encontrar similitudes en otros.
Suspiré y lo miré confundido. Eso no es realmente importante, lo que es más, no sé cuán importante es para él lo que acaba de contarme. ¿No es esto una trampa para saber lo que siento? Y lo hace muy bien.
-Bien, uhm... a veces odio a mis superiores en el trabajo -me reí avergonzado, no sé si eso es suficiente- tengo un problema, sabes. Siempre hago lo que las personas dicen incluso cuando lo odio. Sé que está mal y que es mi culpa, pero... hay veces que no puedo negarme -llevé la lata a mi boca y di un trago largo seguido de una mueca- pero a veces por ser joven te subestiman, y tienen la mentalidad que saben más que tú. Aún así me gusta mi trabajo, raro, ¿no? -lo miré y reí, creo que quejarme del trabajo es bueno, al menos así me distraigo y desahogo ese estrés diario- veamos... ¿qué puedo preguntar? Me recuerda a esas reuniones de la universidad -tal vez debería verme con amigos o salir como antes, el encerrarme no traerá nada nuevo- ¿qué piensa tu novia de que siempre luzcas tan golpeado? -es una pregunta rara, pero si averiguo sobre algo que realmente sea importante, no sé si podré ignorarlo para después en la terapia. En realidad ya estoy mal desde que acepté este juego.