Pájaro en jaula (Ivan)

Recuerdo del primer mensaje :

Hace tiempo que no la paso en casa, así que obviamente todo está lleno de polvo, trastes sucios y basura y ropa por todos lados. Todavía no pongo en orden mi vida y el estar a solas aquí me hace pensar demasiado en mis errores. Al final hago siempre lo mismo, huir, aunque al menos ahora es por el trabajo. Sí, estoy tomando horas extra a propósito, pero también hay bastantes cosas que hacer en la facultad, añadiendo a eso los torneos que son más regulares y las sesiones que comencé con algunos alumnos. Empiezo a sentir el peso de eso, debería aprovechar y dormir, pero mi casa necesita estar limpia, no sé en qué momento alguien podría venir a verme.
Terminé de limpiar los trastes y junté la basura, pero decidí darme un baño antes de sacarla porque huelo demasiado a sudor. Ya pasan las once de la noche, no debería estar haciendo esto tan tarde.
Al salir elegí de nuevo  esa camisa que uso algunas ocasiones para dormir, a veces me pregunto si alguna vez lo superaré.
-Usando su ropa lo dudo mucho —me reí, pero por dentro me sentí muy miserable, todavía estoy aferrado a las cosas que él dejó aquí, y probablemente no vuelva a verlo nunca más. Él no está en el país, lo sé porque… diablos , ni siquiera puedo evitar mirar sus redes sociales.
Mi teléfono sonó y dejé la camisa sobre la cama para alcanzarlo. Es de un número desconocido, me da mala espina porque ya es bastante tarde para una llamada de alguien que no conozco.
-¿Hola? —escuché una persona que dice ser de la comisaría. Me asusté pero guardé silencio para que me dijera el motivo, no sé por qué pero pensé en Leigh— ah… Sí, claro que lo conozco, voy para allá —Ivan se metió en problemas de nuevo, pero me sorprende mucho haber sido su segunda opción. Me puse ropa limpia y tomé mi cartera, celular y llaves, no me gusta salir tan noche con efectivo, pero tal vez debería pasar a retirar algo de dinero.

Bajé y tomé el taxi que pasó primero, y estando en el auto intenté localizar a los papás de Ivan, pero no tuve éxito por más que insistí. Me bajé un par de cuadras antes y retiré algo de dinero, y después entré preguntando por él. Nunca había estado en esta situación, a pesar de ser un adulto me siento como un niño perdido
—Muchas gracias —realicé el papeleo, pagué una fianza y me disculpe reiteradas veces por el comportamiento de mi alumno. Me explicaron a grandes rasgos el motivo y las circunstancias en que lo descubrieron, ni siquiera pude mentir sobre ser un primo porque entre nosotros no hay nada similar, y por ser menor de edad pasando como su amigo no me hubiera dejado representar- no puedo creer que terminara aquí -de los pocos chicos con los que estoy trabajando, con quien menos siento un avance es con él. Cada uno tiene su propio ritmo , pero Ivan es astuto y siempre desvía la conversación hacia temas sin importancia. Pero no puedo obligarlo, así que solo queda esperar y ganar su confianza.
—Le sonreí amable, no parece tan golpeado como la primera vez que lo vi, pero tampoco le dieron atención médica— vamos, te llevaré a casa —agradeci a las personas y salimos hacia la calle. Hace frío, debí traer un sueter más grueso- ¿qué fue lo que pasó? —lo miré preocupado, debería estar molesto pero sé que se comporta así por razones más fuertes, a pesar de que no me diga nada, sé que es alguien amable y tranquilo.

Jiro:

Hubiera preferido que no lo dijera, porque es peor el que sea mi paciente a que sea mi alumno. La peor cosa que pude haber hecho en mi relación con el paciente es esto, involucrarme sentimentalmente con él. No es que me vaya a enamorar de Ivan o viceversa, pero el tener algo físico repercutirá en nuestro desempeño. Aún así ya no puedo detenerme.
Observé su cuerpo, es verdad, trae más perforaciones que de costumbre. Antes solía estar con hombres muy normales o promedio, porque no me considero alguien tan atractivo como para tener estándares muy altos, pero creo que he tenido suerte estos últimos años.
-Tal vez lo haga -sonreí coqueto, eso no es lo que me importa en este momento. Ya dejó claro que puede ser un chico muy seductor, y es agradable conocer esta faceta de él.  Pega bastante con su físico, solo que después de tratarlo formalmente y sentir que ponía límites conmigo, no pensé que llegaría a verlo de esta forma.

Aunque esto ha sido impulsivo él se tomó la molestia de preguntar. Yo no pensé en ello, deduje que era activo porque es alguien dominante, pero… ¿qué haré si es lo contrario?
-Estoy acostumbrado a estar abajo, así que puedes hacer lo que te plazca -ha sido vergonzoso decir eso, y como siempre se nota en mi voz. Pero creo que decirlo mientras lo estoy tocando no me hace ver tan inexperto. Nunca he sido activo, no está dentro de mis preferencias tomar a ningún hombre pero eso no quiere decir que no sepa cómo complacerlo.
Intercambiamos besos mientras acariciaba su entrepierna, también mordí su oreja e introduje mi lengua para jugar un rato. Besé su cuello y sonreí, me gustan sus expresiones eróticas. Pero su tacto hace que deje de actuar y comience a disfrutar. Tiene lindas manos, puedo sentir sus dedos delgados moverse por mi torso y solté un par de gemidos por el placer. Un escalofrío recorrió mi espalda, y entre besos terminé recostado sobre la cama y él encima mío. También me gusta su cabello, me contuve mucho este tiempo como para notar su atractivo, algo de verdad está mal conmigo porque lo que sería una de las primeras cosas en ver, ha sido la última.
Al besarnos la pieza que tiene en su boca me da una sensación excitante, me gusta disfrutar hasta que me falta el oxígeno, separarnos para recuperar el aliento y volver a su boca.
-Preservativos… -señalé el buró junto a la cama y esperé que los sacara del cajón, en este momento ya no me importa nuestra relación de antes, aunque todavía siento culpa pero sé perfectamente que no se trata del cómo éramos antes de entrar en mi casa. Sé que la punzada en mi pecho es porque, a pesar de que lo estoy disfrutando, siento como si lo estuviera traicionando. Es estúpido porque nosotros hace meses que no somos nada, probablemente él ya esté rehaciendo su vida por allá y es lo mejor. Y yo soy tan idiota que incluso al tener sexo con otro sigo pensando en él- no tienes que ser tan cuidadoso -le sonreí y mordí su labio al besarlo. Su cara es linda, tiene un cuerpo envidiable y se nota que es bueno en esto. Solo debo dejarme guiar por el placer y no pensar en nada además de nosotros.

Sé que mis perforaciones suelen despertar el morbo de las personas, y es algo que debo admitir, me resulta agradable y además es algo así como un filtro. Creo que no podría estar con una persona que rechace mi aspecto. Aunque es curioso, muchas veces las personas parecen rechazarlo y al final resulta que les atrae, al final solo queda claro que todo el mundo no muestra todo de ellos, que ocultan lo que consideran vergonzoso, incluso si eso es un gusto por las personas como yo.

Él responde, y obtengo la respuesta que resulta más conveniente para este encuentro. Claro que esperaba que fuera de esta manera, pero no quería que mi juicio apresurado arruinara las cosas.
-Bien- contesto, aunque la verdad no es tan sencillo mantener una conversación cuando la otra persona sigue marturbándote.
Dejo que por un momento el exprese sus deseos, lo dejo tocarme y besarme mientras me limito a responder. Disfruto de cada uno de sus movimientos, pero si me he tomado un tiempo no es por ser egoísta. He aprendido que si una persona te besa el cuello, es porque para esa persona, es una zona sensible, básicamente, hacemos lo que sabemos que da placer a nosotros. Cuando creo que he comprendido lo básico de sus gustos, comienzo a mover mis manos sobre su piel. Bajo mis dedos sintiendo los huesos de su columna, delineo sus costillas.
Mientras nos besamos lo tomo entre mis brazos para girar y ser yo quien quede arriba. Nos besamos un poco más y solo me separo de él para estirarme y buscar los condones en el cajón.
-¿Tienes lubricante?- le pregunto mientras busco otro poco en el cajón.
Me acerqué de nuevo a él para continuar con los besos, y dice eso sobre ser cuidadoso. En general suelo serlo.
-No puedo evitarlo, me gusta cuidar a las personas que me gustan- le digo acariciando su rostro con algo de ternura. Mi otra mano comienza a bajar para prepararlo un poco. Y aunque lo ha dicho, comienzo a hacerlo pero con cuidado. Me gusta que las personas que están conmigo solo puedan recordar algo agradable, supongo que mi ego me hace una persona un tanto metódica en cuanto al sexo. Me separo de él para ponerme el preservativo -creo que ya puedo dejar de ser cuidadoso- le digo con una sonrisa. Lo tomo de las caderas y lo levanto un poco para acomodarme. Mientras lo penetro no puedo evitar un jadeo por la placentera sensación. Mientras comienzo a moverme, me vuelvo a acercar a él para besar un poco su cuello.

Asentí y esperé muy poco para que él regresara a mi lado. Lo miré con una pequeña sonrisa, es joven pero se toma más cuidados que muchos hombres adultos, se preocupa por lo que su pareja siente y es agradable encontrar alguien que no quiera simplemente meterla y ya. La mayoría de los hombres odian el juego previo pero a él no parece importarle.
-De acuerdo -cerré los ojos para disfrutar de ese gesto, es muy amable, no estaba acostumbrado a estos tratos especiales antes de tener una pareja seria porque lo consideraba cursi e innecesario, sobretodo cuando deseas una relación casual. Pero ahora no me molesta, creo que él es lo suficientemente maduro para saber que nosotros no podríamos tener algo serio. Aunque no lo sé, tal vez me pongo estas limitaciones porque es menor que yo, pero sino, ¿podríamos? Abrí los ojos solo unos segundos para mirarlo- me gustas -no le había dicho eso, se sintió un poco raro pero agradable.

Gracias al placer que me dan sus dedos he dejado de pensar,, mi respiración está muy agitada y moví mis caderas, si continúa haciendo eso puede que ni siquiera pueda continuar. Pero tal vez nuestro intercambio de miradas le dio a entender lo que quería, y mordí mi labio al ver cómo comenzaba a entrar en mi cuerpo. Estrujé la sábana con mis manos y solté un ligero quejido, respiré hondo y traté de contener mi voz en cuanto se comenzó a mover. El ritmo ha acelerado y los tratos amables se quedaron atrás, pero esta repentina brusquedad me gusta, y cada estocada se siente más profunda. Sus besos en mi cuello provocaron que un gemido saliera y luego jadeos. Me aferré a su espalda y enterré las yemas de mis dedos, y después comencé a besarlo hasta sentir que el aire me faltaba, y el separarnos no mejoraba eso, realmente siento que me ahogo, pero el placer recorrió mi espalda baja y me moví a su ritmo acelerado para que la sensación se prolongara por más tiempo hasta sentir cómo iba llegando al orgasmo- ah -tomé su cara con una de mis manos y toqué con mi lengua la suya, saboreando ese momento final y soltando algunos jadeos cuando sentí como me venía.

Mi pecho se siente muy agitado, y después de terminar me tomó algunos segundos recuperar el ritmo de mi respiración.
Después de que él se acomodara junto de mí en la cama, llevé mi antebrazo a mi cara para cubrir mis ojos. Como pensé, el peso de la realidad vino inmediatamente después, realmente me acosté con este chico. Pero no me permito hacer sentir mal a mi pareja, así que me giré hacia él y lo abracé.

Sonrío cuando me dice que le gusto.
-Lo imaginaba- contesto soltando una pequeña risita, como insinuando que eso ya me parecía obvio. En realidad no he escuchado muchas veces esas palabras. Con las personas que he tenido algo, simplemente doy por hecho que les gusto y ellas a mi, de ser contrario, creo que nada se daría.

Cuando he dejado de lado mis atenciones para con él, pongo más interés en mi propio placer. El sonido de nuestros cuerpos chocando y sus jadeos, y claro los míos propios; son lo único que se escucha.
Siento sus manos en mi espalda, no duele que entierre sus dedos, sino que un par de ellos está presionando uno de los moretones que tengo en la espalda, pero aun así no me detengo, un pequeño dolor como ese es tolerable. Él busca mis labios, parece que es una persona que disfruta mucho de besar, así que lo hago.
Cuando él termina, yo sigo moviéndome por unos segundos más para poder alcanzar el máximo placer. Mis movimientos se hacen lentos hasta que me detengo por completo. Me quito y me acomodo a un lado en la cama.

Me quito el condón haciendo un nudo para no hacer un desastre y lo dejo a un lado.
Jiro está a un lado, está callado y cubre su rostro con su brazo, solo lo observo de reojo, pero no le digo nada, no sé si tal vez debería irme, tal vez es lo que él preferiría. Cuando se mueve un poco, siento que me abraza. No sé que ocurre, creo que fue una experiencia bastante placentera, pero está muy callado.
-¿Te arrepientes?- le pregunto mientras juego un poco con su cabello -¿Que te haría sentir mejor al respecto?- hay algo de preocupación en mi pregunta. Odio ser así, y no sé como controlar este molesto interés por el bienestar de los demás -¿Que deje de ir a terapia? - río un poco, porque creo que eso no cuenta como terapia, hablo cosas que no llegan a nada -Tal vez deberíamos cambiar el tipo de terapia. Esto me gusta más- digo bromeando un poco. Me giro hacia él, mis dedos pasaron por su frente para mover algunos de sus cabellos -por cierto, tú también me gustas, por si tenías dudas- comento recordando aquellas palabras de hace un rato, me acerco para darle un corto, pero intenso beso y vuelvo a acomodar mi cabeza en la almohada.

¿Fui muy obvio? Creo que sí, pero no me arrepiento porque haya sido malo, solo tengo miedo de echar a perder el poco progreso que hicimos, y que él ya no crea que soy alguien confiable solo porque nos acostamos, claro, si es que lo pensó en algún momento.
-No, es eso... -no pensé que fuese a ser un chico tan cariñoso. También parece importarle lo que pienso y me hace sentir mal, no debería dudar, ya lo hice y a partir de ahora el arrepentimiento no sirve de nada- ¡no! -lo mire y fruncí el ceño, ¿por qué se ríe? Sé que no le agrada ir pero dejarlo no es una opción, eso me haría sentir peor. No quiero dejar de verlo, y estoy confundido ya que al inicio él se abrió un poco más conmigo, pero ahora hicimos esto y... no sé bien qué está pensando o lo que desea.. No lo veré de la misma forma, y no sé cómo hacer para separar una cosa de la otra.
Recibí y correspondí su beso, dijo que le gusto y sentí una punzadita en mi pecho.
-No quiero que dejes de ir-me volví a acurrucar y comencé a hacer pequeños círculos en su pecho con uno de mis dedos- estoy asimilándolo aún -reí- nunca creí llegar a hacerlo con mi paciente y me siento un poco culpable. Por eso no quiero que dejes de ir. Sé que no soy de mucha ayuda y a veces eres más listo que yo -volví a reír, porque él sabe cómo hacer pasar el tiempo sin tener que entrar en algún tema importante, pero no estoy allí para obligarlo, no importa si hago las preguntas correctas, él sabrá cómo evadirlas aún sabiendo que eso no lo ayudará- pero me gustaría que lo intentáramos -me levanté un poco y lo miré serio, tengo que ser el adulto aquí-. aunque si crees que es imposible, entonces puedes solo recurrir a mí de manera extraoficial -me acerqué a él y lo besé. Dijo que la formalidad no va con él, puede que siendo amigos pueda ser un mayor apoyo- si puedo ser una distracción y apoyo para ti, por mí está bien -me recosté de nuevo, me gusta la sensación de ahora, estar acompañado y no sentirme tan solo. Nunca tuve problema con la soledad, pero tal vez era porque no había experimentado el estar con alguien y que este se volviera tan importante en tu vida.
Me levanté para sacar una manta del closet, después de que mi cuerpo se enfrió comencé a sentir frío.
-Bien, ahora nadie tiene que volver al sofá -le sonreí y nos cubrí con la manta para luego acurrucarme a su lado. Espero que no piense que soy demasiado molesto por pegarme mucho a él, pero su compañía me gusta.

Su respuesta tiene un poco más de energía de la que esperaba y por eso sonrío. Pero creo que habría sido decepcionante que por esto él, prefiriera que dejara de ir a las consultas. Sería como si lo que ha pasado tuviera una importancia mucho mayor.
-De acuerdo, no dejaré de ir- le sonrío, para que vea que no es algo de lo que deba darle importancia.
Él es una persona sincera, y siempre tengo debilidad por ese tipo de personas, por eso me acerqué a Hannu, aunque él es tan despistado que ni siquiera supo interpretar mis intenciones al comienzo y por eso solo quedamos como amigos, y Aaren también lo es, todo él siempre es demasiado sincero, sus palabras, sus expresiones, su cuerpo. Jiro y él se parece un poco en eso.
-¿Lo crees? no creo ser listo. Solo tengo años de práctica evadiendo temas- lo digo como si fuera una cualidad para presumir, aunque para mi si que lo es. Correspondo a sus labios y sonrío -¿Y no pueden ser las dos?- comento mientras el se levanta por algo para cubrirnos.
-Es bueno que encontramos una solución para que ambos podamos dormir cómodos- me muevo un poco para que así estemos cómodos.
-¿Cual es la mayor duda que tienes sobre mi? la primera pregunta que te haces cada vez que entro a tu oficina, ¿Cuál es?- recuerdo lo desesperado que estaba cuando me llevaron la primera vez con él, tal vez no se notaba, pero de no haber estado así de desesperado, jamás habría regresado. No he hablado, pero creo que en el fondo deseo hacer, por eso sigo yendo.
-Sabes, me pasa algo curioso, como toda persona, deseo habla y contar lo que me pasa, pero cuando llega el momento todas esas confesiones no pueden pasar de mi cabeza y convertirse en mi voz. Estoy muy acostumbrado a callar y guardarlo todo, que ahora todo eso no puede salir, incluso cuando lo intento, nunca dejo escapar demasiado, solo lo que considero mínimamente indispensable. Como hace un rato. En realidad no compartí nada importante, ¿ser adicto? si, es la primera vez que lo digo, pero creo que es algo que fácilmente se puede deducir- mis dedos acarician la punta del cabello cerca de su oreja mientras hablo.

Hice una mueca, él no intenta ocultar que ha estado evadiendo temas importantes, han pasado poco más de dos meses y no hemos avanzado. Pero pensaré en positivo, ya dijo que no dejará la terapia, incluso insinúa que continuemos con ambas cosas, no sé si podré hacerlo. Él me gusta, y no quiero cometer una imprudencia en la escuela, soy alguien muy fácil de convencer.
-Las dos -repetí. Se siente cálido a su lado, además que su amabilidad hace que la culpa no se sienta tan pesada. Este chico seguro es bueno conquistando a otros, al menos en ese aspecto confío más en mi juicio y sé que no saldrá herido ninguno de los dos- de vez en cuando... sí, porqué no -mis mejillas arden, acepté tener una relación casual con él. Me puedo arrepentir en cualquier momento, pero también estoy un poco cansado de padecer por mis errores, tengo que avanzar y aunque esto no es precisamente lo mejor, me ayudará a despejar mi mente.
Me quedé pensando sobre mis dudas sobre él. Tuve tantas que no sé por dónde comenzar, ¿me está dando una oportunidad? Eso me alegra, tal vez para él  el sexo es una forma de establecer confianza.
-”¿Cómo habrá estado su día?” Siempre dices que estás bien, o las cosas que pasan en tu vida son siempre banales, como si realmente no necesitaras estar allí -guardé silencio esperando una respuesta, pero en lugar de eso, él empezó a sincerarse conmigo. Sé que no es sencillo hablar sobre lo que sentimos, incluso visto desde una perspectiva objetiva es complicado expresar las cosas que te están atormentando- no importa si se deduce fácilmente. Un adicto nunca admitirá que lo es, y que lo hayas hecho en voz alta es un gran avance -me despegué un poco de él para mirarlo a los ojos y sonreí- todo lo que digas, por muy pequeño que parezca es importante. Lo mencionaste antes, ¿no es así? Lo complicado que a es expresarse -acaricié su cabello y di un corto beso en sus labios- además no estás solo. No importa lo mucho que nos tomé, pero quiero que esto funcione. Además soy alguien acostumbrado a esperar, notienes que presionarte para decirme o que sientes. Los cambios no se dan de la noche a la mañana, valora cada pequeña cosa que te atrevas a expresar, eso te dará más coraje para ir al siguiente paso -me volví a acomodar a su lado y cerré los ojos- sabes, pienso que eres increíble. Desde las primeras veces que hablamos noté que eras alguien amable y considerado, también respetuoso. Por eso quiero ayudarte, y ahora... bueno, estoy más motivado -solté una risita- por eso no dudes en llamarme si necesitas algo. Hablar, o solo alguien que te acompañe -me gustaría estar más cerca de él. Sé que mis sentimientos por Leigh no se apagaran de la noche a la mañana, también creo que sería imposible enamorarme de nuevo y no planeo jugar con él. Pero al menos de otra forma hacer fuerte esta conexión y que se vea beneficiado, que crea y confíe en mí. Y sí, seguir teniendo este sentimiento de paz gracias a él.

Al menos no niega que esto se pueda repetir, así que eso me hace sentir bien, debo gustarle lo suficiente como para querer repetir este “error” de ir a la cama con su paciente.
Río un poco, pero no esperaba que esa fuera a ser la pregunta.
-¿En serio esa?- vuelvo a reír, de verdad que es una persona particular -Mis días son caóticos, me gusta hacer cosas para no pensar. Fiestas, sexo, drogas, incluso la escuela- lugares con música estridente que taladre mi cabeza para no poder pensar con claridad, mis calificaciones son excelentes aunque manchadas por mis reportes de conducta -pero en general, son días aburridos- pese a que debería parecer la vida que todo adolescente quiere llevar, fiestas y desenfreno, para mi, suele ser aburrido, porque ya se ha vuelvo mi rutina.
-Supongo, aunque en general soy bueno aceptando mis fallas- si no lo hago yo, nadie lo hará porque en general, no muchas personas se preocupan realmente por mi. Los tíos viven en su burbuja y prefieren ignorar muchas de las cosas sobre mi.
Él tiene palabras tan motivadores, pero en realidad no tienen efecto en mi, ese tipo de frases me hacen solo preferir cerrarme, porque en el fondo, detesto todos esos pensamientos positivos, odio el idealismo y esas tonterías, no es culpa de él, supongo que es una persona que trata de ver el lado bueno y eso va en contra de mi manera de ver el mundo.
-Es un gusto saber que te he motivado- digo con tono coqueto sabes que también tú puedes llamarme ¿cierto? me gusta que esto sea equilibrado- le digo porque es obvio que he desarrollado cierto interés y me preocupo por él.
-Bueno, hoy ya no te diré nada más, así que durmamos- le doy un beso, me giro para dormir de lado y así poder abrazarlo -buenas noches profesar- vuelvo a besarlo un poco más profundo.
Luego de un rato me duermo.
A la mañana siguiente desayunamos algo juntos y luego de eso salgo rumbo a mi casa.