Back to you [Ivan]

Pese a estar conciente de lo riesgoso e inútil que son los intentos de Kajsa por hacer cambiar de parecer a nuestros padres, he decidido continuar con su plan sobre permanecer al lado de Karin, al menos hasta que lleguemos al límite.
Hoy hemos quedado en vernos en esa fiesta que organiza el comité universitario. Es una fiesta exclusiva, porque aunque es bastante gente la que seguro asistirá, comparado con todas las personas que conforman cada campus, es apenas una pequeña parte.
Convencí a Hannu y Saki de acompañarme, últimamente lo hemos involucrado más en nuestras salidas, y es agradable porque nunca ha intentado desplazarme o se molesta por que yo decida salir a solas con Hannu.
Escogí un disfraz en una tienda que me recomendaron otros compañeros de la universidad, me cambié rápido  y tomé un taxi  al salón del evento. Convencí a mi padre gracias a que Mei también estaría ahí, pero ni siquiera salimos juntos de casa.
-Hey -saludé a Hannu y Saki al llegar, y luego de convivir un rato, ellos dos se desaparecieron por turnos. No me molestó ya que en primer lugar estaré con Karin, aunque llega tarde. Platiqué un rato con algunos conocidos y al recibir su mensaje, me aparté para buscarla. Ella luce un disfraz bastante apegado a su personalidad, y sonreí al verla- te ves linda -le dije, y después busqué sus labios. Después de nuestras primeras salidas luego de la fiesta, estaba inseguro por el contacto entre nosotros, pero ahora ya no es así.
Estuvimos un rato platicando y tomando, aunque esta vez solo me limite a dos cervezas, la última vez que decidí excederme las cosas se complicaron. Bailamos también, desde que salgo con ella he mejorado mi ritmo.
Hannu se fue temprano, no me molesté porque yo estaba por mi lado divirtiéndome, y ellos necesitan su espacio, creo que las cosas le funcionan y me alegro por él.
-Iré al baño -me separé de Karin y caminé en dirección al baño. Ella dijo que iría a buscar a su hermana, pues se ha hecho tarde y acompañaré a Kajsa a su casa por si sus padres llegaron hoy de su viaje, Karin seguro se queda en mi departamento hoy.
Cuando salí del sanitario tomé otro camino para llegar cerca de la salida, y me topé con una conmoción entre la gente que comenzaba a hacerse más vistosa. Me acerqué poco a poco por curiosidad, y me llevó unos segundos darme cuenta que entre las personas involucradas, había uno de mis conocidos. Pedí permiso a las personas para pasar, y me quedé de pie a un lado. Si lo llamo seguro que no me escuchara, y todavía recuerdo cómo dolió aquel día. Pero son dos personas, y aunque sé que eso no es nada para él, me metí para que se detuviera- Ivan -lo llamé alto para que escuchara, la música está muy duro. El otro cayó al suelo y lo sostuve del brazo- ¿qué estás haciendo? -miré al suelo, creo que ese chico no se va a levantar. Pero un par de adultos llamaron a lo lejos y lo jalé hacia la gente. Él recién entrará a la universidad, esto no será bueno si toman su nombre. Caminé hasta llegar afuera del sanitario, y solté su mano cuando me giré hacia él- hola -le saludé. No creí verlo hoy, últimamente no lo he visto con Hannu, incluso le dije que podía invitarlo pero siempre me dice que se encuentra ocupado. Noté que de su boca escurría bastante sangre, y me asusté un poco, no lo noté antes- tienes mucha sangre. Eres adicto a los problemas -tomé de nuevo su mano y caminé al baño. Debería enjuagarse para ver si tiene una herida profunda- si los profesores toman tu nombre puede perjudicar en tu ingreso -agarré algunas toallas desechables y puse un poco de agua para limpiar las partes menos dañadas de su cara. Y luego me acerqué para mirar su labio e hice una mueca. Él ha enjuagado su barbilla- Ivan, debes ir al médico -dije asustado. Puse una toalla desechable en su mano y la dirigí a su barbilla para que presionara- te acompañaré.

Aaren:

Encuentro por fin a Aaren, sonrío al verlo y me acerco a él con una mirada coqueta.
-¿Solo linda?- le pregunto rodeando su cintura para quedar pegados y luego besarnos -intento despertar tus mas salvajes instintos, ¿pero solo me veo linda?- ya que su camisa está abierta, meto mis manos para tocar la piel de sus hombros.
Nos divertimos por un rato en la fiesta, y solo me quedo esperando a que regrese del baño, fui a buscar a Kajsa, pero parece estar ocupada, así que solo regreso, pero Aaren comienza a tardar mucho, así que un poco aburrida me pongo a caminar por el salón a ver a quien me encuentro para platicar. Y si, me encuentro con una chica que no recuerdo su nombre, pero siempre quiere hacerme platica y quedar bien conmigo, me cuesta un poco zafarme de ella, pero cuando lo consigo, voy por una cerveza y camino de regreso a donde estaba esperando a Aaren, pero me lo encuentro en el camino, parece que está con un amigo, así que me acerco.
-Te encontré - le digo abrazándolo por la espalda, y luego miro a su amigo para saludarlo -Hola- saludo alegre pero entonces lo reconozco, no es un desconocido para mi -¡Ivan!- digo su nombre con sorpresa y me separo de Aaren y me acerco un poco a él -Vaya eso se ve feo- no escucho mi celular pero puedo sentir que vibra, así que lo saco y miro que es un mensaje de Nana. Dice que papá y su esposa han regresado y que ya se dieron cuenta que no estamos y han mandado a alguien por nosotras -amm oye ha surgido algo, tengo que irme- levanto mi celular para que sepa que se trata de “mamá” -lo siento, prometo compensarte por esto- le robo un beso rápido de despedida -tú… me alegra verte mejor, pero cuídate más- le digo al rubio dando unos toquecitos en sus hombros y me giro para ir a buscar a Kajsa.

Andy obviamente defiende a su hermano, no me sorprende para nada, de hecho es lo que esperaba, pero alguien tiene que ponerle un alto, y no parece querer razonar, así que intervengo de la única manera que parece que va a entender, porque sino no sé a cuantas personas más va a atacar.
Escucho mi nombre y me giro para mirar a esa persona que me habla.
-Aaren- no debería sorprenderme, es normal que él esté en este lugar -lo de siempre- le contesto mirando haca los hermanos.
Aaren me lleva con él, esto es extraño, apenas y me conoce pero parece preocupado por mi.
-Hola- le saludo y luego pongo atención a lo que dice de la sangre -Supongo que es mi naturaleza- y no me refiero a ser agresivo, sino a ser adicto.
Suelto su mano para abrir la llave y comenzar a enjuagarme.
-ya no me regañes, yo solo quería detenerlo, pero no dejaba de golpearme- le explico mientras me lavo para quitar la sangre. Él comienza a limpiar las partes mas heridas. Parece que el corte en mi barbilla no deja de sangrar, así que tomo el papel que ha puesto en mi cara.
-está bien, vamos- me doy una mirada rápida en el espejo y veo que creo me pondrán algunos puntos.

Mientras caminamos para salir busco mi sombrero cerca del lugar de la pelea, ya todo se a terminado, pero veo en el suelo mi sombrero y lo tomo.
-Me lo regalaron, sería grosero perderlo- le explico por estar tardando más en salir, pero aparece Karin… ¿hace cuanto no la veo? creo que ella conoció de lo peor de mi -Hola, y no, solo es un rasguño- la saludo, parece que ahora está Aaren, no imaginaba que él fuera de su tipo. Mientras hablan un poco ellos, yo me quito el papel para girarlo y que así una parte limpia se encargue de absorber la sangre -intentaré hacerlo mejor- le digo ante sus despedida.

Terminé sacándolo de allí, no porque me preocuparan sus heridas, sino los problemas que acarrea el actuar de ese modo frente a los decanos de la universidad. Pero en este momento que la luz pega de lleno en su cara, noto que no le fue tan bien. El otro parecía más lastimado, pero no es alguien que conozca, y por lo tanto no me interesa.
-No es un regaño -aclaré, pero puede que sí lo sea. Lo hice de manera automática, a pesar de que no seamos tan cercanos, me pego con facilidad a ciertas personas, y él se volvió una de ellas por extraña razón.
Esperé que se enjuagara la cara para ayudarle con algunas heridas, pro papel y agua no son suficientes para su cara tan lastimada.
Sonreí cuando aceptó mi ayuda. No pensé que lo haría, porque sé que no tiene nada que ver conmigo y no somos muy amigos, pero aquel día dormimos juntos, nos metimos en una pelea e incluso intercambiamos un beso. Eso es más que lo que suelo compartir con personas que conozco desde mucho antes.

Salimos del baño y lo sigo a donde estaba pelando hace un rato. Solo asentí a lo de su sombrero y luego caminamos a la salida. Nos detuvimos antes para que pudiera hablar con Karin, y o fue necesario presentarlos porque parece que se conocen.
-Se metió en una pelea, lo llevaré al hospital. ¿Quieres esperarme en el departamento? -pero ella explica que sus padres han regresado y las están buscando. Ya no podré llevar a Kajsa, y en parte me alegra porque me haría sentir incómodo, pero eso quiere decir que ellas tendrán que irse juntas- ¿qué harán? -no me dice con claridad, y se ha despedido como siempre, yendo a prisa hacia dentro a buscar a su hermana. La miré hasta que desapareció entre la gente, y luego volví a Ivan para que saliéramos de ahí.
Tomamos un taxi y luego de dar la dirección, recordé que ellos se conocen.
-¿Cómo la conoces? -Karin conoce demasiada gente, no sería raro que se hayan topado en algún lado. Su barbilla dejo de sangrar un poco, pero una sutura será necesaria, no puede estar todo el tiempo cerrando la herida con su mano- ¿por qué peleaste esta vez? -pregunté curioso. Subí el cristal de la ventana porque el aire frío comenzó a molestarme. Llevo la mitad del pecho descubierto, y es un poco vergonzoso, así que tomé ambos extremos de la camisa y cerré para evitar hacer notar el efecto del frío- ¿no tienes frío? -señalé su torso, él tampoco trae nada abajo, no me di cuenta hasta ahora.
Bajamos del taxi y entramos a la pequeña clínica. Él dio sus datos y me dijeron que no podía entrar, por eso esperé afuera. Estuve a punto de decir que la herida era por una pelea, pero él dio una excusa que probablemente no creyeron, pero no insistieron.
Saqué mi teléfono para mandarle un mensaje a Karin diciendo que lamentaba que las cosas no hubieran salido como lo planeamos, y que se cuidara mucho. Suspiré con pereza y cuando Ivan salió, me sentí más aliviado. Han tratado sus heridas como se debe.
-¿Te quedarás conmigo? -pregunté de una manera un poco autoritaria.

Le sonrío para que sepa que solo estaba bromeando, con eso del regaño, de hecho me siento agradecido de que me sacara de ahí, al menos puedo mantener un poco mas de tiempo, algo de anonimato con las autoridades de la universidad, sería demasiado problemático ya meterme en problemas cuando ni siquiera he presentado el examen de admisión.
-vale, no es un regaño- especifico para que no quede duda.

Aaren platica un poco con Karin, ella le dice que primero pasará a otro primero a otro lugar pero que lo alcanza luego. No es que quiera escuchar lo que dicen, pero estoy aquí con ellos así que solo me entero. Río cuando ella le dice una cosa tonta sobre que lo que hará será ser cupido.
Al terminar la despedida camino para tomar un taxi con él.
-No recuerdo exactamente donde, pero se que fue en una fiesta- obviamente no entraré en detalles, aunque no saliera con ella no lo haría, pero lo que hicimos ella y yo, creo que es algo que debe quedar solo entre nosotros -oh, así que eres tú- comento de repente recordando lo que alguna vez me contaron, que Karin por fin había sido atrapada -tienes muchas personas que te odian por ser el novio de ella- comento, pues es verdad que hace un tiempo que Karin ha dejado de aparecer por ciertos lugares donde coincidíamos.
-Intentaba cuidar a un amigo- me río de solo pensarlo, porque creo que aunque esa era mi intención, Andy debe estar enojado conmigo -No mucho, esta cosa es caliente- comento moviendo el poncho.

Al entrar a la clínica esperamos un poco para ser atendido, digo la típica excusa de una persona golpeada.
-Me caí de las escaleras- obviamente es mentira, pero no me interesa inventar algo, solo quiero acabar con esto. Me niego a aceptar la anestecia y al final me dan unas pastillas para el dolor, mi mano tiembla un poco al tomar el frasco, y solo recuerdo lo débil que soy. No es que sea adicto a estas pastillas, es que el tomar hasta eso, me hace desea buscar algo más.

Al salir me encuentro de nuevo con Aaren, no sé porque, pero pensaba que tal vez se iría, no es como que yo esté grabe, pero sigue aquí.
Río cuando hace su pregunta, pero para nada ha sonado de esa manera.
-No has dejado de ser un mandón- comento caminado para ponerme a su lado y con una palmada en su espalda lo empujo  un poco para comenzar a caminar -me quedaré contigo si prometes cuidarme, después de todo estoy herido- digo mientras camino para salir de la clínica.

Su respuesta es lo que esperaba. Karin tiene muchísimos amigos y conocidos, creo que nunca llegaré a conocer a todos ellos.
-¿Yo? -no entiendo a qué se refiere, y luego dice que tengo muchas personas que me odian por ser su novio. Sé que ella tenía algunos pretendientes pesados, como el de aquel día, pero odiar a alguien por eso… bueno, creo que lo entiendo- no lo sabía -dije un poco impresionado- pero ella y yo no somos novios. Es complicado -no hay nada que pueda hacer al respecto por ahora mas que continuar con esto que Kajsa ha planeado.

Él siempre cuida de sus amigos, muy contraria a la imagen que puede dar superficialmente, es alguien muy amable.Creo que por eso me gusta mucho aún sin conocerlo tanto.
-Entiendo -no puedo decirle que piense en él antes de entrar en conflicto, porque luego de esa noche, entiendo cómo de repente tu mente se nubla y solo quieres proteger a alguien o evitar que lo hieran tanto- siempre eres así, ¿cierto? Cuidas de todos -por eso no pude ignorarlo. Además, cómo decirlo, me sentía un poco en deuda por lo mucho que me ayudó. Y no solo eso, creo que también puso su granito de arena para que yo aceptara a la nueva casi pareja de Hannu. Sin él aquel día, me habría vuelto un pesado y seguro perjudicaba la cita de Hannu- creo que eres increíble -sonreí para casi inmediatamente volver a mi cara habitual.

Caminamos despacio hasta la salida, sonreí porque él aceptó venir a mi casa. No sé porqué pero me pone de buen humor esto.
-No lo soy -fruncí el ceño, y asentí sobre cuidarlo, creo que eso ya quedó claro. Salimos de nuevo a tomar un taxi, mi teléfono comenzó a sonar- perdón, debo contestar -la madre de Kajsa preguntó por ella en un tono muy preocupado, me puse nervioso así que limité mis palabras- lo siento, no la he visto hoy -no di demasiadas explicaciones, solo la dejá hablar y dije sí, no cuando me pidió avisarle si llegaba a verla o saber de ella. Karin me dijo que a veces por hablar tanto se nota cuando estoy mintiendo, porque no lo hago con frecuencia- buenas noches -colgué el teléfono y lo guardé en la bolsa de mi pantalón. Solté un suspiro aliviado, el ser descubiertos me pone muy tenso, no quiero que Karin sufra más por esto, incluso Kajsa, ella es una buena persona. Y tampoco deseo que mi padre limite más mi vida.

Pagué el taxi y subimos despacio hasta mi departamento. Encendí el aire acondicionado cuando entramos, está caluroso aquí.
-Puedes sentarte donde quieras -no me importa tener demasiadas atenciones, espero que luego de ese día no sienta tanta pena al moverse por mi apartamento, porque a mí no me molesta- ¿has cenado? Tengo hambre -me senté junto a él y me acerqué a mirar su sutura, e hice una mueca de dolor. Nunca he tenido una, en parte es bueno que no me dejaran entrar porque no es algo que quisiera presenciar.

Supongo que al final ella sigue siendo ella, siempre me agrado porque no buscaba nunca nada serio, solo divertirse y ya, eramos muy compatibles en muchos aspectos, aunque ella es mucho mas vivaz y aunque no lo parezca, es bastante pretenderte.
-entonces debes ser demasiado especial, ya que ella nunca tiene nada complicado con nadie- comento porque para mi que son novios, solo que ella le huye a la etiqueta -Pero ya que es algo complicado, no hablemos de eso, no tengo muchas ganas de pensar en cosas complejas- la relación de ellos no es mi asunto, solo me sorprendí un poco.

-no de todos, eso me terminaría matando, pero si de quienes lo necesitan- no es que yo sea una gran persona, yo más bien soy un poco débil ante los que necesitan ayuda -eso es exagerado- comento evitando su mirada pues esas palabras me han hecho sentir un poco raro. Digo, nuestro primer encuentro fue bastante diferente, yo no le agradaba nada y ahora me dice algo como esto.
-Claro que lo eres- aseguro con una sonrisa -Adelante- me aparto un poco para que tome la llamada. No habla mucho, y se ve bastante tenso, no sé si debería preguntar que pasa, pero hacerlo creo que sería algo indiscreto, así que no pregunto.

Subimos al taxi y llegamos a su edificio, aun recuerdo el lugar, pero aun así camino detrás de él.
Camino por el departamento en una de mis manos llevo el sombrero y en la otra el frasco de pastillas, dejo mi sobrero en la mesa de centro, y hace un poco de calor y el pocho me acalora un poco, así que me lo quito y como me ha dicho me siento donde quiero, que es en el lugar mas cerca a mi y miro en mi mano el frasco. Despego la mirada del frasco y lo miro a él cuando se sienta junto a mi.
-pues solo la botana que había en la fiesta- levanto un poco mi cabeza para que vea la sutura y hace una mueca y yo me río -eres un morboso, si te desagrada ¿para que miras con tanta atención?- le digo recordando como antes parecía estudiar mis perforaciones.

Sonreí cuando dijo que soy alguien especial para Karin. Ella no quiere formalizar nada entre nosotros, y tiene mucho sentido, más ahora que las cosas se han vuelto más complicadas.
-Está bien -me quedé con esa sensación cálida. Me gusta pensar que lo de ella y yo será algo especial incluso si termina. Cada vez siento que la quiero más, las cosas terminarán pronto probablemente, pero sería más doloroso no volver a verla y desperdiciar el tiempo libre que me queda lamentandome. Es algo que ella me mostró.

-¿No es eso lo mismo? Tampoco tendría sentido pelear de la nada -las dos veces que lo vi fue por defender a alguien. No nos conocía bien a Saki y a mí, pero no dudó en ayudarnos- no exagero -negué con la cabeza- para mí significó mucho -y ya dejó de parecerme extraño que antes no me agradara, pero él tuvo la culpa, no me gusta que nadie se burle de mí y parecía un blanco fácil para alguien como Ivan. Por eso fue que al conocer este lado suyo quedé como fascinado.

El se quitó la parte de arriba de su traje, y no pude evitar mirar su torso. No me avergüenzo por esas cosas, y sé que a mucha gnte mi mirada le resulta indiscreta.
-¿Quieres que te preste una pijama? -por mí puede andar desnudo si quiere, pero se va a resfriar- entonces podemos comer algo. Uhm… por la tarde compré algunos postres. ¿Te gusta lo dulce? -no sé cocinar, no me ofrecería a preparar algo que no domino.
Me hice un poco hacia atrás e hice una mueca.
-Eso fue rudo -respondí. Pero él ríe, no creo que me haya insultado- supongo que tienes razón -admití, y me volví a acercar- cuando alguien me interesa, me gusta mirar sin reservas. Por eso suelo incomodar a las personas. Ah, pero era peor en el pasado -se ve doloroso, no es eso algo que podría mirar por tanto tiempo como sus perforaciones o algún tatuaje, por eso me enderecé- ¿te incomoda? -he aprendido a preguntar y en caso de que sea un problema para la otra persona, hago el esfuerzo por no violar su espacio personal.
Mi estómago rugió y lo miré. No pude comer casi nada esta noche.
-Ven conmigo a la cocina -le tomé de la mano para caminar a la cocina, y luego le pedí que se sentara en la barra mientras yo sacaba la caja con los aperitivos del refrigerador. Cuando la abrí esbocé una gran sonrisa, me gusta el olor dulce- ten -le extendí un plato y busqué dos cucharas para comerlos- puedes escoger el que quieras. La persona de la pastelería dice que el té es lo mejor para acompañar. ¿Quieres un poco? -puse a calentar agua y me quedé de pie frente a él del otro lado de la barra. Tomé una cucharada del postre que me había servido, tengo mucha hambre, no sé si esto sea suficiente- uhm, Hannu dice que has estado muy ocupado. El otro día le pedí que saliéramos y te dijera, pero ni siquiera pudo preguntarte a tiempo-me giré para apagar el agua a la estufa- ¿me darías tu número? -serví dos tazas y las dejé en la barra, y di la vuelta para sentarme junto de él.

-Tenía un amigo que peleaba de la nada, peleaba tanto, y por eso es que yo aprendí a pelear, él era muy pequeño así que tenía que ayudarlo- no se porque le cuento esto. No me gusta traer a Sou a conversaciones, hace tanto que se salió de mi vida que estoy un poco molesto por la manera en que me hizo a un lado. Lo peor es que recuerdo que nuestras ultimas conversaciones fueron para decirme que se iba a aferrar en recuperar al idiota de Ilkin -Lo que quería decir es que si hay personas que pelean solo por pelear- digo cortando mi propio tema.

Siento su mirada sobre mi, y no se como interpretarlo, reconozco las miradas de deseo y las de rechazo, pero no se como tomar la de él, no parece indiferente porque mira un poco más de la cuenta, pero no veo algo que me indique molestia o agrado. Él, es un poco raro, hay cosas en las que es muy fácil leer, pero en casos como este, realmente no logro descifrar lo que hay en su mirada, pero al menos no parece molesto, si creo que no le molesta.
-No hace falta- como parece que no le incomoda que esté medio desnudo, así que no veo la necesidad de ponerme ropa -¿Quieres postres a esta hora?- me parece un gusto un poco peculiar -está bien, si me gusta lo dulce- acepto mas que nada porque el parece entusiasmado con comer eso.
Río un poco mas por la mueca que hace pero al menos luego el también se ríe -¿como podía ser peor?- pregunto algo incrédulo, pues ya lo considero demasiado… curioso -Más bien, interesante- no tengo problemas con el contacto o las miradas, pero lo de él es un escalón más arriba, pero me parece lindo la manera en que lo hace.

Él me hace acompañarlo a la cocina, y me senté donde me indicó, realmente es un mandón…
Lo veo preparar todo para comer y cuando me dice que elija, busco tomar el mas pequeño, no porque no tenga hambre, sino porque a esta hora no me pone muy emocionado algo dulce, aunque la idea del té suena bastante bien -Si, por favor- me doy cuenta que hasta ahora sigo con el frasco en una de mis manos y con cuidado lo coloco a un lado.
-¿Mi número? ah, ok, si- contesto apresurado como si me sintiera atrapado por estar soltando el frasco. Respiro un poco más tranquilo mientras sirve el té, no le agrego azúcar y comienzo a comer y a tomar el té -¿Pero, quieres salir conmigo aun sabiendo que puedes terminar en una pelea?- pregunto con un tono de advertencia en mi voz.

No había entendido su referencia hasta que al final aclaro. Igual él seguía teniendo una razón, ayudar.
-Mmm, bueno, sí, pero sigue sin tener sentido. Pero… tal vez en el fondo siempre hay una razón -llevé mi mano a mi cabello, creo que estoy pensando mucho eso, y sacudí mi cabeza ligeramente para dejar el tema.

-Está bien -no le insistiré- te resfriarás, pero está bien -tomé el control del aire acondicionado y puse una temperatura menos fría- sí. No hay una hora que no los quiera, creo -hay algo que nunca he respetado, y ese es el horario de comida. A mi padre no le gustan este tipo de cosas, pero desde que vivía en el dormitorio lo hacía cuando me daba la gana, y viviendo por mi cuenta ya ni siquiera pienso en esos pequeños detalles como la hora o el momento. Él aceptó acompañarme a cenar, si tuviera algo más le ofrecería, pero ya son pocas las veces que duermo aquí, a mi padre le gusta tenerme en casa los fines de semana y a veces mediante, hoy fue la excepción.
Me quedé pensando en alguna situación del pasado para que comprendiera, pero fueron tantas las veces que lancé comentarios inapropiados que lo he olvidado.
-A veces entraba demasiado en detalle sobre lo que veía en las personas -le miré nuevamente- tomándote como ejemplo, sería algo así como… Me gusta ese lunar que tienes cerca del abdomen, porque en conjunto con tu color de piel y la forma de este, se ve bien… o cosas así -aparté la mirada de nuevo- ahora los detalles suelo callarlos. O lo intento -bueno, pero él no parece enojado porque yo diga eso- y no siempre era sobre cómo las cosas me gustaban. Antes no sabía cómo tratar con las personas, y decía lo primero que venía a mi cabeza. Mmm… -me quedé pensando- creo que sigo haciendo eso -tal vez sí tengo un problema.

Me acomodé a su lado y llevé otro pedazo de postre a mi boca.
-¿No puedes salir sin tener una pelea? -pregunté con seriedad- en ese caso, te invitaré solo a casa. No podrías pelear porque yo no me atrevería a lanzarte un golpe -le sonreí. Creo que exagera con eso, porque incluso las personas más conflictivas tienen su momento de paz. Y él es bastante calmado- me agradas. Me gustó salir con ustedes tres ese día, por eso pensé que sería divertido, pero si no quieres está bien -tomé la taza para soplar, está caliente y se siente bien.
Comencé a sentir incomodidad por la venda en mi abdomen, y comencé a quitarla.

Solo asiento, pero no sigo hablando del tema, haber sacado el tema sobre Souta fue algo tonto, ni siquiera se porque lo he hecho. Tal vez me sentí demasiado cómodo, creo que esta es la razón por la que me alejé de ellos, me agradan , me siento bien, incluso me abro un poco más de lo que acostumbro.

-Claro que no me voy a resfriar, uno se resfría por un virus no por la temperatura- le digo porque su comentario ha sido algo así como el de una mamá preocupada. Mi mamá siempre me regañaba porque no secaba mi cabello luego de bañarme y me decía que me iba a enfermar. Ahora sigo sin hacerlo porque es como imaginar que cuando salgo y ella me ve me regaña por lo mismo y me obliga a secarme el cabello. Es una fantasía un poco tonta, pero es que mi tía nunca me dijo esas cosas, creo que me dejaban hacer de todo porque era el pobre niño que acababa de perder a sus papás.
-En serio amas las cosas dulces- río de imaginarlo, se ve tan serio y controlado que parece extraño imaginar que le gusten ese tipo de cosas -A mi me gustan pero mas bien cosas como caramelos y paletas- buscando en mi pantalón para sacar una de las paletas que no puede faltarme.

Bajo mi cabeza para buscar el lunar que el menciona, yo ni siquiera le presto atención a esas cosas ¿ya lo tenía o es un lunar nuevo? no tengo idea pero aun así sonrío por lo que dice.
-oh, pero sigue sin parecer incomodo- solo me encojo de hombros. Seguro que a otras personas puede incomodarlos, pero tengo una tolerancia demasiado grande para estas cosas, incluso si se acercara a tocar mi lunar no me molestaría -bueno, a mi no me molesta, así que no tienes que esforzarte en callar nada- le ánimo par que no se tenga que preocupar de eso conmigo -es una lastima no haberte conocido antes, me habría agradado conocerte en ese entonces- tal vez así podría haberme dado el lujo de ser amigos, un amigo más a mi lista, así al menos aun tendría uno -un poco, más cuando las personas no te agradan- me río porque he recibido los dos tratos de él.

-Si hablamos de estadísticas, me has visto tres veces, y dos de ellas estuve en una pelea, así que un 33.3333 % no tengo peleas- parece algo sacado de la manga, pero si, creo que es más de la mitad de las veces que termino en una pelea. Lo miro de reojo, suena lindo lo que dice, es bastante tierno, tal vez y solo tal vez, pueda seguir manteniéndolos en mi vida si procuro alejarme de problemas para no arrastrarlos conmigo. Solo me río por la manera que dice que también está bien si no quiero, no he dicho nada y el ya se ha preparado para el rechazo.
Lo observo fijamente mientras se quita la venda, observo los movimientos de su mano y sigo con mis ojos las lineas en su abdomen y lo tocaría si no fuera porque estoy seguro que mis manos delatarían otras intenciones, así que solo me limito a observar.
-te daré mi número, y saldremos de vez en cuando, sería agradable pasar tiempo con ustedes- creo que comienzo a cansarme de la soledad y de ser un alma errante. Tal vez los perderé, como perdí a mis padres, como perdí a Souta y a Salvatore… todos decían quererme, incluso decían amarme, pero me han dejado y me siento realmente solo, ¿Puedo tener personas que esta vez no desaparezca? la idea me aterra, no quiero perder a nadie más. Mi mirada regresa a mi té, y como un poco más para luego tomar un trago. Pensar en eso hace que sienta más el síndrome de abstinencia, es algo psicológico, pues mi cuerpo esta limpio, no necesita nada, solo es mi mente que exige algo para dejar de pensar en ellos y en el dolor que dejaron. Es esa una de las razones por las que no tengo nuevas amistades, al menos nada profundo, porque, puede sentirse bien, pero al final podrían ser la razón de volver a caer.
Termino de comer bastante rápido, como si el azúcar lograda hacer milagros... tomo el frasco que he dejado a un lado y camino a donde está el bote de basura y las tiro.
-¿Quieres hacer algo más o solo iremos a dormir?- le pregunto regresando a su lado para seguir tomando mi té.

-Oh, es verdad. Creo que es la segunda vez que me lo dices -sino fue él, seguro fue Hannu.
Sonreí y asentí. Es fácil amar cierto tipo de comida, y me alegró escuchar que él también, aunque otro tipo de dulce.
-Si por mí fuera es lo único que comería. Pero además de tener problemas de salud, sería mucho muy gordo, porque además odio el ejercicio -miré mi abdomen, tal vez sí debería engordar, soy muy flaco- aunque valdría la pena -él sacó nuevamente uno de esos dulces. Es fácil recordarlo porque cada vez que veo algo parecido, Ivan viene a mi cabeza- tus deliciosas paletas -miré su mano como deseando que me regalara una.

Lo miré serio, porque es la primera vez que alguien me dice que no me reserve con las palabras. Mis amigos de la universidad suelen tolerar estas cosas, pero por sus expresiones incluso yo me doy cuenta qué no debería decir.
-¿De verdad? -pregunté emocionado, así seríamos más cercanos ahora. Me pregunto cómo habría influenciado en mí  el haberlo conocido antes. Pero es la clase de persona que evitaba, no creo que hubiera funcionado- pero, no sé si a mí también, porque las circunstancias ahora han hecho que me agrades y me dé cuenta de cómo eres, no solo juzgándote superficialmente. Tal vez no me habría dado la oportunidad de conocerte -y lo confirma ese último comentario suyo, porque la primera impresión que me dio la era del tipo que me desagradaba, y no fui alguien amable- ¿lo ves? Por eso estoy feliz de que las cosas sucedieran en el momento correcto -es agradable pensar en nosotros en los días de aquella escuela, pero me gusta ahora, así que estoy bien.

Pensé sobre cómo plantea su relación con los conflictos y la frecuencia de ellos en su vida. Pero también el que haya mencionado solo tres, son pocas veces comparado con otras personas que no considero tan relevantes.
-No me importa entonces -no se, pero quiero verlo. Es divertido salir con él o platicar, incluso cuando me molesta. Me olvido de todo y solo me concentro en lo que él está contando o en cómo hacer que no me moleste, o que entienda lo que quiero decir. Además creo que los cuatro hacemos una buena combinación- es una promesa -lo miré fijo, sonreí como si hubiera obtenido una victoria- es que, sabes, creo que somos compatibles. Tú, yo, y ellos dos también. Con Hannu a veces me siento inestable y entramos en desacuerdo, a pesar de eso lo quiero mucho. Pero con ustedes dos presentes siento como si eso no existiera. Me gusta esa sensación -mañana le avisaré a Hannu, tal vez deba planear algo pronto, no quiero que después se arrepienta y comience a poner excusas como hacen algunas personas.
Yo no terminé tan rápido, y mientras como él se levanta a tirar las pastillas que le han dado en el hospital.
-Las necesitarás después, son para el dolor, ¿no es así? -pero si constantemente se mete en peleas debe tener las suyas en casa. Aún así es un desperdicio desecharlas- no tengo sueño -llevé otro pedazo a mi boca, él terminó así que trato de comer más rápido- ¿se te ocurre algo qué hacer? Tengo películas, música, videojuegos, libros, revistas, algunos juegos de azar y estrategia… ¿o quieres platicar? -terminé e hice a un lado el plato para apoyar mis codos sobre la superficie- me gustaría conocerte más -recargué mi rostro en una de mis manos, por eso lo traje, me intriga mucho y aproveché la oportunidad.

-No, es la primera- comento porque se que no se lo he dicho antes, ¿por que le diría algo así?

Debe ser una persona que sabe controlarse muy bien, si le gustan tanto y no le gusta hacer ejercicio, es delgado como para tener esos rasgos determinados.
-tal vez tienes un metabolismo rápido- digo en voz alta porque solo era un pensamiento que me cruzó por la cabeza -bueno, si tanto te gusta tal vez podrías comer un poco más, aunque no tanto como para que haga daño a tu salud- seguro que suena hipócrita decir eso, pero haber cometido errores no me vuelve una persona inapropiada para decir esas cosas, tal vez incluso tengo un poco mas de credibilidad, aunque mi problema no eran las calorías o el azúcar -si, las mismas- comento con una sonrisa y no puedo creerlo, pero pareciera que mi mira como un niño anhelando el caramelo, así que estiro mi brazo -Tómalo, yo ya comí de los tuyos- ofrezco pues no es que me moleste quedarme sin dulces.

-Si, de verdad- es curioso ver lo mucho que parece gustarle lo que he dicho, me gusta mucho eso de él, es demasiado transparente, y no me canso de repetirlo -Bueno si, en ese entonces dudo si quiera que me hubiera acercado a ti, no me gustaba hacer amistad con nadie de la escuela. No me agrada mucho la gente que tiene dinero- admito porque yo mismo guardo ciertos prejuicios, y no digo que todos sean así, pero prefería evitarme la molestia de tener que conocerlos -La manera correcta. No lo había pensado así, pero suena bien- tiene una perspectiva bastante interesante, no se como interpretar su personalidad, es mucho más complejo que la mayoría, tal vez porque nunca he conocido a nadie parecido a él. Bueno tampoco es que conozca a muchas personas como Hannu, pero él es mucho más simple.

Es una promesa, y eso no me hace sentir esperanzado, la persona se la pasa rompiendo promesas todo el tiempo, me obligan a hacer promesas para ser ellos mismos los que se encargan de romperlas. Supongo que una más está bien, no creo que esta me vaya a dolor si no se llega a cumplir.
-Es una promesa- repito para confirmar que acepto de alguna manera esta clase de trato -¿en serio? pensaba que serías de las personas que mejor se puede comunicar con él- comento con algo de sorpresa -pero si, fue agradable el día que salimos, omitiendo claro, la pelea- que salga con ellos no significa que me abriré y compartiré mis asuntos personales, solo será para divertirnos y ya.
Miro el bote cuando el pregunta, me pasa por la cabeza meter las manos para volver a sacarlas.
-No las necesito, no duele realmente- trato de aminorar la importancia de las pastillas. Al menos mi intento por desviar la conversación ha funcionado bien -¿Conocerme más? no hay mucho que conocer sobre mi- justamente lo que menos me interesa hacer es compartir mucho sobre mi, acepto que el me cuente todo lo que desea sobre él, pero de mi, prefiero que todo se mantenga muy superficial -¿que te gustaría saber?- decir ahora que prefiero una película u otra cosa, es declarar de manera directa que me niego a platicar para que me conozca, así que opto por limitar la información que pueda dar, además de que yo también quiero conocerlo mejor.

Al final me terminó regalando uno de sus dulces, y sonreí. Pero no es algo que vaya a comer de inmediato, y lo mantuve en mi mano, jugando con el palito de la paleta.
-Gracias -me gusta eso de consumir a mi antojo, desde hace tiempo lo hago, pero realmente no podría consumir solo azúcar.

Es curioso lo que ha dicho sobre la gente de dinero. Tendrá que ver tal vez con algo de su pasado. ¿Debería preguntar? A la gente no le gusta hablar sobre eso, pero él dijo que no me contuviera.
-¿Por qué no te gusta? -incluso si él no hubiera dicho aquello, mi curiosidad habría ganado- ¿aun si yo me hubiera pegado a ti como ahora? -lo miré serio. Con Hannu fue algo similar, y con Mei, también Karin. Debo resultar una molestia en algún punto, pero si ellos no lo dicen directamente, no creo que de verdad me quieran lejos. Nunca he tenido esa sensación de querer alejarme de alguien. O sí, precisamente él, y recuerdo haber sido bastante obvio. Ahora me alegro que hiciera caso omiso a mi comportamiento. Qué cambio tan raro.

Sonreí y asentí. No entiendo cómo pueden pensar que Hannu y yo no tendremos desacuerdos si ambos somos tercos. Tal vez por ser un poco diferentes, como diciendo “entre los raros se comprenden”.
-¿Te parece? Bueno, sí, no creo que me cueste comunicarme con alguien en particular, no después de un tiempo -puede que con mi padre, pero no es algo que quiera hablar ahora- solo que suele ser demasiado directo. Es como tener un espejo, y en algunos casos era difícil. Pero al final siempre termino agradeciendo esa parte de él. Por eso es una de las personas que más quiero -tomé el último trago del té. No pensé en si él se había divertido con nosotros, supuse que sí, porque incluso se quedó aquí y platicamos un rato a solas- la pelea… ahora puedo verlo como algo divertido. Pero no quiero repetirlo -es como un buen recuerdo, esa manera de huir o cómo se veían confrontando a otros. Pensé que esas cosas solo sucedían en las películas de pandillas, pero fue interesante vivirlo.
-Es porque te dieron alguna en la clínica -él simplemente no las quiere. Es como las veces que vas al médico, tienes una enfermedad y solo tomas la mitad del tratamiento. Tal vez se ahorra todo el proceso de mantener pastillas hasta que caducan y las tira directamente- mmm sí -olvidé el tema, porque saber de él es más importante que un montón de pastillas- eso no lo había pensado. Creo que decir todo es demasiado. Uhm… -pensé en qué podía preguntarle. Uno solo dice  querer conocer a otros, pero nunca te planteas qué quieres saber exactamente- oh -me reí. Recordé de nuevo las preguntas básicas y las prohibiciones- cuando comencé a hablar con Hannu establecimos reglas, sabes. Es algo que ya violamos, pero se vino a mi cabeza. Mmm primero, ¿tu color favorito? -no, esa pregunta es demasiado simple. Pero si alguna vez deseo regalarle algo, me servirá- lo que te gusta hacer en tu tiempo libre -fui recordando esas preguntas, pero ahora me parecen muy típicas- ¿hay algo que te moleste de mí? -eso no entra dentro de la categoría de querer conocerlo- olvida esa última -y no, si dice algo no sé cómo me sentiré.

-Prejuicios- es una respuesta demasiado básica y no se como se podría sentir conforme con ella, así que pienso un poco sobre como profundizar en ello sin decir demasiado -Actúan como si el dinero fuera demasiado importante y hacen cosas solo por mantener su acomodada vida- eso fue lo que hicieron las personas que se encargaron de destruir el legado de mis padres, es lo mismo que la persona que alguna vez amé hizo. Prefirió comprometerse con otra persona solo para mantener su estatus porque yo no puedo ofrecerle nada. Hace tiempo que no pensaba en ella, y aun se siente esa tristeza -no lo sé, tal vez te habría golpeado- ya tenía a mi amigo y con eso me sentía satisfecho, no necesitaba a nadie más.

Sonrío por lo que me explica de Hannu, creo que eso mismo me agrada, todos ellos me gustan por eso, son directos y muy transparentes con lo que sienten, incluso Saki por lo poco que lo pude tratar, sentí que era también ese tipo de persona. Hay una nobleza en ellos que ya no es tan fácil encontrar.
-Entiendo. Pensaba que por los años de amistad ya estarías acostumbrado- sonrío, de nuevo Souta viene a mis recuerdos, era una persona muy  y necia, pero yo siempre lo entendía, incluso lo entendía mas que él a si mismo. Por eso yo era su único amigo, aprendí a ajustarme a su temperamento, me esforcé mucho para mantenerlo en mi vida -si pasa de nuevo, intentaré cuidarte mejor- me gustaría asegurar que no pasará nada de nuevo o que podré mantenerlo seguro por completo, pero no puedo hacer realmente esas cosas, solo decir que lo haré lo mejor que esté en mis manos.
-SI, puede ser que eso sea- decir que me negué a la anestesia creo que está de sobra.
-¿Reglas? me gustaría decir que me sorprende, pero supongo que pega con ustedes- ellos destacan con sus peculiaridades -Verde- muevo mis dedos para señalar mis ojos, es algo vanidoso, pero mis ojos me gustan -ammm salir a algún club, a veces tomar fotografías, ammm ejercitarme supongo- -no sé en que más pensar, no tengo una vida tan interesante o pasatiempos asombrosos. Lo miro con una sonrisa por su ultima pregunta, esa no me la esperaba pero es algo lindo que la haga, no pensaba que le interesara mucho lo que pienso de él -No, me pareces bastante lindo, así que aun no encuentro nada que me moleste de ti- pongo mi coro en la barra y recargo mi pómulo en mi puño cerrado. Duele un poco, creo que recibí un golpe, pero es soportable. Todo el rato no he quitado mi sonrisa, esto es divertido -Ahora tu contesta las preguntas- le animo para así yo también saber esas cosas sobre él.