Rotos [Mei]

Recuerdo del primer mensaje :

Pedí permiso en la compañía para salir antes hoy, generalmente no haría esto pero llegué a un punto que creo ya no pienso con claridad, mucho menos con la misma objetividad de antes. Estos meses han sido estresantes, me siento como un idiota, como un acosador y una gran molestia. No dejo de escribirle a Mei todos los días, a veces ni recibo respuesta pero continúo haciéndolo. Creí que las cosas estarían así un corto tiempo y luego volveríamos a ser como antes, pero dios, sí que fui ingenuo. Las cosas han empeorado, la distancia se ha hecho mayor y ni siquiera me permite hablarle o verlo. He ido a la universidad, le he llamado, le dije sobre ir a su casa y nada de eso funciona. Siento como si cada vez que le escribo resulto una gran carga, y aunque también le he preguntado sobre eso nunca obtengo una respuesta clara. A este punto ya no sé qué pasará, tampoco puedo pedir un consejo a nadie, solo a Tohru, pero me ha repetido lo mismo una y otra vez. Siento como si tuviera razón, cada día que pasa considero la posibilidad de dejarlo, pero.... no puedo, y no quiero hacerlo. Dije que lucharía por él y se lo demostraría pero me estoy quedando sin fuerzas.

Me alisté para ir a buscarlo a uno de sus torneos, gracias a que me topé a uno de los conocidos de su club es que me enteré, porque ni siquiera Jiro es capaz de ayudarme un poco, incluso discutimos porque dice que soy demasiado insistente, me hizo sentir como un loco y a poco estuve de mandarlo al diablo. No es su culpa, lo sé, pero es difícil no tenerle rencor, él es capaz de ver a Mei, de hablar con él, de salir con él, mientras yo tengo que soportar y esperar.
-Buenas tardes, disculpe -pregunté por el salón donde se llevaría a cabo el torneo, y me dijeron que hace rato que había empezado, solo espero haber llegado a tiempo.
Por fortuna fue así, cuando entré al gran salón seguía lleno de gente, y me senté en la parte trasera a esperar. No tardé en localizarlo y sonreí, sentí mi pecho agitado pero un poco de calma, al menos está concentrado, ha logrado salir adelante a pesar de que no estoy ahí.
Pasó un rato y también pude ver a Jiro al lado de los otros jugadores, no le presté atención y me concentré en Mei. Cuando terminó caminé hacia ellos, pero casi a punto de llegar, me detuve y mi sonrisa por la emoción, se borró. De nuevo retomé mis pasos, sé que no debería mostrarme con esta cara molesta después de tanto tiempo, sé que tengo que felicitarlo, preguntar cómo está, pero... no es fácil si él está al lado de su exnovio y con esa sonrisa.
-Mei -le llamé, la gente pasa cerca de nosotros y sus amigos ya se han despedido de él, pero nada de eso existe ahora. Debería correr estos pocos pasos que nos separan y abrazarlo, decirle lo mucho que lo extrañé, cuánto lo amo y preguntar cómo le ha ido, pero mi cara se quedó seria mirándolo, no puedo evitarlo, duele mucho pensar en el porqué ya no quiere verme y que esa imagen lo corrobore.

Evan:

No, sus respuestas solo son no, “no puedo, no quiero”, sin importar cuánto intente convencerlo, él definitivamente ya no quiere que esté en su vida. No ahora, no a futuro, nunca. Esas palabras retumban en mi cabeza y me voy quedando sin esperanzas, no tengo más opciones y repentinamente todo ese positivismo se va haciendo pequeño hasta extinguirse. No queda nada de nosotros, lo dañamos tanto que ahora ya es imposible recomponerlo. Él está tan lleno de culpa que se ha cerrado completamente a mí y me deja fuera, sin importar cuánto quiera acompañarlo, no parece posible que yo pueda tener un lugar en su vida.
-Si tú desapareces, también lo haré -mi expresión se volvió seria, pero mis manos se movieron automáticamente sobre él e intenté sostenerlo cuando comenzó a moverse con brusquedad, mi expresión permanece igual sin importar que sus gritos alcancen mis oídos y ocasionen un malestar. Sentí cómo me movían de ahí, las enfermeras y el médico, me pidieron espacio y me quedé mirando cómo lo sometían mientras él continuaba gritando. En una habitación llena de gente, con sus gritos, la enfermera hablándome y sus padres y el médico tensos, no existió nada más para mí que él. No puedo dejarlo, pero debo. Tengo que dejar que sane y después... después él tendrá oportunidad de rehacer su vida. Objetivamente, lo mejor es que estemos lejos, no le haría bien reponerse para después toparse con su pasado tormentoso, y sin querer admitirlo, yo formo parte de eso. Soy recuerdos tristes, culpa, odio, resentimiento y más cosas en su vida, no soy bueno.
Con ayuda de alñguien salí de la habitación, parece que incluso sin su autorización será capaces de ingresarlo, y cuando el médico comenzó a lanzar preguntas solo lo miré.
-No lo sé -no escuché lo que dijo, solo me senté con ayuda de alguien más y me quedé quieto mientras los demás se movilizaban. Hay mucho ajetreo y ruido, personas entraron en la habitación y luego de unos minutos, se volvió silencioso.
Me quedé mirando la pared frente a mí,  noté que camilleros entraron a la habitación y antes de verlo salir, me levanté. Otra vez estoy huyendo, o tal vez deba quedarme e insistir, o mejor desaparezco de su vida, o puede que sea bueno si me ve cumpliendo lo que prometí. Irme o quedarme, la decisión no importa porque como puedo, he comenzado a alejarme. Mi cuerpo se movió por instinto y miedo.
Tomé la escalera de emergencia y me sostuve de la pared para poder bajar lentamente, pero antes de llegar al primer descanso, resbalé y caí sentado. Me quedé quieto en parte debido al dolor en mi pierna, además en ese momento, sintiendo nada a mi alrededor, todo comenzó a ganar peso. El pecho comenzó a dolerme e inclinándome hacia delante llevé mi mano a mi boca y la otra a mi estómago. Las lágrimas comenzaron a brotar y mis sollozos retumbaron en el eco de ese sitio. No hay nada que pueda hacer, ¿cierto? Lo intenté todo demasiado tarde, dejé que pasara el tiempo y ahora es irremediable. Los momentos felices que tuvimos fueron escasos, su sonrisa al comer, sus caprichos en la cama, el cómo se acurrucaba al dormir, su cara llena de soberbia, sus juegos coquetos, sus abrazos premeditados, sus besos, sus caricias, sus gestos... No importa cuánto diga ahora, es tarde.
-Mei, lo siento, perdóname -mi voz sale entrecortada y descuidada, mi vista es borrosa por el cúmulo de lágrimas y mi estómago duele. Mi pecho también, mi espalda, todo duele. Pero ahora comprendo. Fue esto lo que sentiste, fue así como sonreías, en este estado es como te levantabas y andabas, es como intentabas acercarte y yo... te di la espalda. Es obvio que por ello no puedo estar contigo.

No esperaba que preguntara más, pero creo que mi afirmación no fue buena.
-Sí bueno, ya sabes, salimos de la universidad y dejamos de frecuentarnos y de hablar, ahora muy pocas veces nos vemos... -¿esto es siquiera relevante? No es que odie a Evan, pero con lo que ha pasado no podría decir que somos amigos, estoy seguro que él no se siente así tampoco- ¿Asb? Oh sí, ellos han sido inseparables desde que estaban en la universidad, eran mejores amigos -no sé qué tanto han hablado Evan y este chico, no puedo mencionar que es su ex simplemente porque sí. Además, ahora no sé si se hablen mucho porque a Meier no le agradaba Asb, aunque él es una buena persona y sé que no haría nada para dañar a Meier ni se metería con Evan, simplemente se preocupa por él como yo me preocupo por Meier- oh, ya entiendo, pensé que se conocían del trabajo -yo no sé mucho de Evan, algunos detalles y otras cosas que Meier me ha contado- una... conexión, ya veo -sonreí confundido. ¿No generalmente dices amigo o compañero? O conocido, pero llamar “conexión” es algo raro. Además él fue el único que se portó condescendiente con Evan, porque incluso Asb le aconsejó no ser tan impulsivo- pero es grandioso que te llamara, la verdad no tenía idea de quién podría ayudarlo además de Asb.
Él se presenta conmigo, parece un chico bastante agradable y relajado, y también joven, tal vez tenga más o menos mi edad.
-Mucho gusto, Tohru, tú puedes llamarme Jiro entonces -yo tampoco soy mucho de formalidades a excepción con los alumnos, pero el resto prefiero utilice mi nombre- no es para tanto -me reí- es más por la costumbre, ya sabes -el amigo de Evan es agradable, al menos hace un poco más amena la estadía.
Aaren se acerca y me levanto para hacer caso, y asiento cuando me pide cuidar la habitación.
-Descuida, tú también necesitas descansar. ¿Cómo te sientes? -a pesar de no hablar mucho, se preocupa por Meier, se nota afectado por todo esto- les avisaré cualquier cosa, y tú también, si necesitas hablar aquí estoy, ¿de acuerdo? -acaricié su cabello y cuando se retiró, volví a sentarme junto a Tohru- ¿entonces hace mucho que conoces a Evan ?-tal vez él pueda convencer a Evan de ser más prudente con este asunto, a mí en definitiva ya no me toma en serio.

Luego de un rato comenzamos a escuchar gritos de la habitación y rápidamente entré sin pensar. La enfermera y un médico también entraron e intentaron calmar a Meier, yo solo pude hacer a Evan a un lado, porque parece que ni siquiera está consciente de la situación y no está actuando con sentido común.
-Evan, tienes que salir -la enfermera le preguntó sobre lo que sucedió pero no respondió nada congruente. No fue buena idea juntarlos, al menos una persona tuvo que permanecer cerca, pero nos confiamos demasiado.
Lograron sedar nuevamente a Meier, se ha hecho daño en su hombro y su estado está peor que cuando llegó. Su madre ha comenzado a hablar con el médico y las enfermeras y salimos de la habitación para que prepararan el traslado. Afuera se encuentra su hermano y después de dejar a Evan sentado, me acerqué para tomar su mano, creo que ahora todos nos encontramos nerviosos, pero a su familia es a quien más debe afectarle todo esto.

Es raro hablarle formalmente ahora, pero sucedieron varias cosas y lo que pudo ser una relación más estrecha entre los dos, se rompió cuando él comenzó a salir con Evan y yo con Mei. Ellos ya no están juntos ahora, por lo que sucedió con Hannu lo deduje, pero aún así está aquí acompañándolo, tal vez estamos en una situación similar.
-Sí, era muy cansado -recordé aquellos días en que me levantaba a la fuerza y por compromiso, pero también me gustaba platicar con él, fue en ese tiempo una de las primeras personas en aceptarme- pero era agradable -nunca lo tomé en cuenta, pero incluso con él mi relación se desvaneció al igual que las demás.

Asb aceptó mi invitación y saqué de la maquina una botella de agua para él y se la ofrecí, yo tomé mi bebida dulce.
-Pensé que te irías pronto -di el primer sorbo, es agradable para lo amargo que se sentía mi boca- ustedes dos todavía se llevan bien -no lo dije a modo de ofensa, aunque sé bien que al final a Mei no le agradaba él, yo creo que venir en este tipo de situaciones habla de la estrecha amistad que tienen. Eso lo he ido comprendiendo con el tiempo, el cómo se diferencia una relación de otra, y cuál es más duradera. Tengo ganas de llamar a Hannu, honestamente me gustaría también tener alguien en quién desahogarme, pero no puedo, tengo que estar pendiente si sucede algo y no podría prestarle tanta atención- ¿hace cuánto que conoces a Evan? -antes no quería, pero ahora quiero saber de él. Quiero entender porqué Mei lo ama tanto. Sé que Mei carga con muchas más cosas que solo su relación, pero no estaría aquí si Evan no hubiera aparecido- recientemente he pensado en qué hubiera pasado si Mei lo hubiera elegido, o si Evan no lo hubiera rechazado. Tal vez esto no estaría pasando -pero era imposible que en ese entonces lo comprendiera. Yo solo quería estar con alguien y Mei también, fuimos convenientes para el otro. Pero no fue solo eso, nosotros nos queríamos, yo estoy seguro de eso ahora- pero por otra parte, yo no me arrepiento de todo lo que pasó entre nosotros. Aún mirándolo en ese estado, yo estoy feliz por las cosas que vivimos -solté un suspiro y miré en el envase en mis manos, es cruel de mi parte porque solo pienso en lo que yo sentí, en cómo crecí y lo que me ha ayudado el haber estado con él- tal vez odio a Evan porque hizo lo que yo no pude -yo no me atreví a indagar más sobre lo que sucedió con Mei, tampoco intenté recuperar nuestra relación, ni estuve allí en esos días difíciles. No pude hacer que olvidara su pasado, no quise, tuve miedo.

De la habitación comenzaron a escucharse gritos y vi cómo Jiro y los médicos entraron, solté la bebida y corrí hacia allí, pero dos enfermeras me impidieron el paso, solo pude observar de fuera lo que pasaba y cuando llegaron mis padres, no supe qué explicarles.
-Empezó a gritar y ellos... -no sé nada, y de nuevo me quedé quieto. Su madre no esperó aprobación y entró a averiguar, incluso mi padre presionó a los médicos, pero yo... solo estoy aquí parado. Se calmó al cabo de unos minutos, hablaron con ellos y me quedé junto para escuchar las explicaciones, ahora la idea de internarlo es definitiva, incluso si Mei no da su autorización, al ser un peligro para él y los demás, es necesario. Al menos así lo han descrito.
Esperé afuera sin saber qué hacer ahora, mi padre se está encargando de todo. Sacaron la camilla con él y me levanté para verlo, está dormido. Mi padre me miró y me ordenó regresar a casa, ellos lo acompañarán.
-Sí -me volví a sentar y esperé que se fueran para también levantarme y caminar al elevador. Saqué mi teléfono mientras esperaba, pero si llamo ahora a Hannu seguramente terminaremos peleando como aquella vez.

Asb… me da curiosidad su amistad, si son tan inseparables como dice, ¿por qué no sabía de él? eso es raro, tal vez pelearon, no lo sé. Muchas cosas pudieron pasar y en lugar de ponerme a suponer, debería buscar respuestas más claras, pero creo que eso lo debo conseguir de Evan, de alguna manera creo que podría conseguir esa información. Lo de hoy puede desencadenar muchas platicas entre nosotros.
-Ya veo, parece una persona simpática- no agrego más, tampoco puedo ser tan intrusivo porque entonces ya sería demasiado sospechoso -¿En serio? lo tomaré como un halago, me haces pensar que me veo más maduro y responsable de lo que soy- bromeo por eso del trabajo -Si, aunque parece que no he sido de mucha ayuda- digo con expresión desanimada.
Al menos no se pone delicado con lo del usar nuestros nombres.

Solo observo la interacción de Jiro con el otro chico, aunque obvio lo hago de manera disimulada, que no se note mucho que les pongo atención.
-Pues unos meses, no mucho- la platica no puede extenderse más, porque los gritos nos sorprenden a todos. Por suerte toda la atención de todos pasa a esa habitación, así que dejo escapar una sonrisa. El novio es realmente peculiar, solo me hace cuestionar el por qué Evan lo ama tanto.

Evan sale y obviamente camino para seguirlo. Su imagen es tan lamentable en este momento, incluso está llorando. Me acerco y me siento a su lado, pero no lo abrazo, solo lo dejo que llore y piense las cosas que quiera pensar, ya lo consolaré cuando se sienta más tranquilo, solo toco su cabeza mientras me acomodo a su lado.
-Descuida, desahogate, yo esteré aquí para cuando necesites- le digo con voz tranquila para no alterarlo.

Destapo la botella y solo doy un par de tragos.
-No, no puedo solo irme- tal vez podría parecer loco que yo esté aquí, preocupado por mi ex y su novio actual, pero yo quiero a Evan, es mi amigo y claro que me importa, mucho más porque sé lo mucho que ama a Mei -Si, me gusta creer que nuestra amistad es mucho más fuerte que lo demás. Aun si fueran años sin verlo, yo iría si me necesita- le explico a Aaren.
-Desde la universidad- sonrío ante los recuerdos de esos tiempos, tengo muchos buenos recuerdos de esos años -Yo también lo he pensado. No puedo evitar sentirme culpable porque no dejé libre a Evan. Pero a veces es difícil saber cuando hacerse a un lado- trato de ser mejor persona, pero inevitablemente tengo mis momentos de debilidad y egoísmo.  Soy una persona como todos los demás y aunque pueda tener mis valores y moral de vida, es imposible que yo mismo haga las cosas que considero incorrectas, es parte de ser humano. Pero si hubiera dejado libre a Evan, si lo hubiera animado a luchar por el obvio sentimiento que tenía por Meier. Es como si todo se hubiera empeñado en empujarlos a tener este romance tan trágico.  Si lo comparo con mi vida amorosa, solo me doy cuenta que he sufrido por solo tonterías -Si, fueron experiencias que yo también conservo con mucho cariño- no lo puedo negar, con Evan tuve la mejor relación, la estabilidad y seguridad fue algo que me hizo crecer mucho, solo me gustaría encontrar la manera de poder devolverle un poco de todo lo que él ha dado a mi vida -¿Lo odias?- le cuestiono, pero no me molesto, es normal, además Aaren sigue siendo algo joven y por ello, es mas normal que tenga sentimientos tan a flor de piel -No puedo hacer que lo dejes de odiar, pero te aseguro que el haría lo que fuera por evitar el dolor de Meier, solo que, tristemente no puede hacer nada- suspiro con tristeza por la situación de mi amigo.

Fue detrás de Aaren para la habitación, los gritos de Meier hacen que una sensación de dolor se sienta en el ambiente.
Evan salió y lo iba a seguir pero su otro amigo lo ha hecho. Supongo que en este momento, él sabrá mejor como ayudarlo. Así que me quedo y me siento junto a Aaren. Él parece un poco perdido. Se han llevado a Meier y sus padres se han ido con él.
Lo sigo hasta el elevador.
-¿Quieres estar solo?- le pregunto para que note que aun no me he ido.

No sé cuánto tiempo he permanecido aquí, de repente todo es confuso y mi garganta se siente irritada. Mis ojos arden, estuve llorando un buen rato al parecer y ahora me he quedado sin nada por sacar. Miré a la persona que está a mi lado y me quedé unos segundos observándolo, ¿cuándo llegó aquí? No solo ahora, realmente, ¿cuándo? Me siento confundido, todo lo que sucedió parece un mal sueño, pero sé que no lo es.
-Tohru -limpié mi cara con ambas manos y desvié la vista- lo siento -si él está aquí le estoy causando inconvenientes seguramente, lo involucré inconscientemente. De nuevo lo veo, él siempre está ahí conmigo, pero nunca le había dado tanto peso a su compañía. Actúa muy calmado, y eso se siente un poco reconfortante- sí -no sé qué debería responderle, la cabeza me duele por todo lo que ha sucedido y me recargué en él un momento- lo siento -me disculpé por aprovecharme de él, pero me siento cansado. Física y emocionalmente estoy muy cansado, ya no quiero pensar en nada, no quiero recordar mis fallidos intentos ni el cómo terminó todo así. Pero es inevitable, una cosa tras otra va y viene constantemente- ¿qué debería hacer ahora? -siento como si mi camino se hubiese cortado de repente. Delante de mí no hay nada, está completamente en blanco. No tengo sueños, aspiraciones, metas, y no sé desde cuándo es que comencé a pensar de ese modo. Las cosas que quería hacer en el mañana, lo que mantenía esperanzado, mis planes... todo involucraba a Mei. Pero él ya no... todo se arruinó. No podré verlo, él no quiere saber nunca más de mí y al ver el mal que le hace mi presencia, ni siquiera puedo forzarme una entrada en su vida.

Me sostuve de la pared para levantarme, me duele todo el cuerpo y en este momento solo desearía dormir, tal vez para siempre, pero ese pensamiento es bastante irracional y egoísta.
-Gracias por venir, iré a casa -pero me duele mucho, me volví inútil. Solté una risa y miré al suelo- lo siento, ¿podrías ayudarme a llegar al taxi? No puedo mover mucho la pierna -levanté la vista y traté de caminar- me accidenté hace tiempo, a veces duele y el golpe del auto hace un momento debió inflamarla, no sé -le di una pequeña explicación. No9 le había contado eso sobre nosotros, dentro de la historia que compartí con Tohru, a propósito omití las partes vergonzosas.

Puse atención cuando empezó a hablar de su amistad con Evan y asentí, no sé porque, simplemente lo hice. Si tuviera que pensar en alguien así, creo que sería en Hannu, así que tal vez entiendo lo que él está sintiendo.
-Esos son muchos años -ellos son muy unidos, Mei y yo intentamos serlo pero creo que no fue suficiente, si lo hubiese hecho antes tal vez el resultado sería diferente. Pero pensar en lo que hubiera hecho es inútil, al igual que esa situación entre nosotros cuatro, pensé las cosas demasiado tarde- sí, es muy difícil. Tal vez no me enamoré, pero no fue fácil despegarme del cariño de Mei -miré a Asb, él sabe cómo me siento, y es una sensación agradable en medio de todo este caos- ¿qué crees que piensen ellos? Sé que Mei no me culpa de nada, pero, ¿crees que nuestro egoísmo los presionó demasiado? -dije nuestro, pero puede que la situación de ellos sea diferente. Bueno, solo me estoy basando en lo que superficialmente sé.
Por su pregunta ahora no sé si realmente lo odio, pero en definitiva no me agrada para nada, menos luego de lo sucedido hoy.
-Tal vez, no sé. ¿Cómo sabes cuando odias a alguien? Sabes, no sé cuánta intensidad debe tener cada sentimiento, como amar u odiar... no sé cómo estar seguro de si eso siento ya que es algo que jamás experimenté antes -ni siquiera yo supe cómo ayudar a Mei, por eso me frustro y enojo con Evan, porque al menos él lo intenta, yo simplemente al no tener una respuesta, desistí- eso lo sé, pero no me agrada. Es decir, intento pensar objetivamente, pero una parte de mí todavía siente cosas por Mei y verlo sufrir tanto por solo haberlo visto... no puedo. Aquel día en que tuvieron el accidente también... siempre es él- en algún punto dejé de mirarlo- tal vez no lo odio, solo le tengo envidia -es ilógico tener envidia en una situación así, pero es porque pese a todas las cosas que suceden con ambos, siempre son lo primero en lo que piensan. No sé Evan, pero Mei... él fue lo primero en lo que pensó después de despertar, también cuando perdió la memoria se volvió enamorar de él. Suena tan irreal para mí.

No entré al elevador hasta que escuché una voz y dejé de mirar mi teléfono.
-Solo... no, no quiero -miré mi celular nuevamente, estaba pensando en llamar a Hannu pero no es su nombre el que aparece en la pantalla. Quiero ver a Ivan, pero está ocupado y es alguien que a veces está, y otras no. Odio eso, pero no puedo hacer nada, solo esperar.
Entramos al elevador y me recargué en la pared, no he dicho nada porque no se me ocurre algo qué hablar. Tengo muchas dudas, hay muchas cosas que siento pero a la vez, quisiera guardarlas para mí.
-Hace poco Mei dijo que quería rendirse. Eso quiere decir que quiere morir, ¿cierto? -las puertas se abrieron y continué caminando directamente a la salida, y cuando nos encontramos fuera, me desvié hacia una de las jardineras y me senté- no le dije a nadie porque él así lo quiso, pero ahora que lo pienso habría sido mejor hablar. Esas cosas me hacen darme cuenta que aún soy un niño incapaz de tomar decisiones -limpié un poco mis mejillas. Me siento triste, pero si esto puede ayudarlo en algo, debería permanecer calmado. Nosotros no supimos qué hacer para ayudarlo, así que mínimo debemos confiar, es la ultima opción.

Parece que ni había notado mi presencia, vaya que le ha afectado lo que pasó, aunque no entiendo bien por qué. Si, el novio irá al loquero, ¿pero es para que él se ponga tan triste?
-¿Sobre que? no me has hecho nada por lo que debas disculparte- le sonrío para restar importancia a eso.
Se vuelve a disculpar y ruedo los ojos por eso.
-Venga hombre, yo estoy de maravilla, deja de disculparte- le digo pero a ver si ahora si entiende, que estar aquí sentado en el suelo no es algo de tanta gravedad que me ya no voy a querer ser su amigo.
-¿Comer?- digo más que nada porque llevamos rato aquí y yo tengo hambre y seguro él lleva más rato sin comer que yo.

Lo veo levantarse, no me ha pedido ayuda, así que no intervengo. Me levanto también yo, él se sostiene de la pared.
-Vamos- me acerco para ayudarlo cuando me lo pide -entonces iré contigo y te pondré hielo- le digo cuando me cuenta lo de su pierna.
Caminamos para salir del hospital, una persona sensata como sus otros amigos, seguro le dirían, “debes revisarte”, pero si no quiere ¿qué diferencia hace que se lo pida? esperamos un poco hasta poder conseguir un taxi que nos lleve a su casa.
Es la primera vez que estaré en su casa, pero la situación no me emociona tanto en este momento, él es solamente un despojo de lo que suele ser, eso es algo aburrido, no sé como hacer que sea como antes.
-Vamos- me he bajado primero para ayudarlo de nuevo a salir del coche. Entramos a su casa, ni me tomo el tiempo de curiosear, solo lo llevo hasta el sofá para que se siente. Doy un par de vueltas para localizar la cocina y busco en la hielera para sacar hielo.
-He tenido muchos accidentes, y el hielo siempre es lo que más ayuda- le digo, he puesto los hielos en un trapo que encontré en la cocina -pero deberías quitarte el pantalón- le digo, porque la capa de tela hará que menos frío le llegue.

-Me gusta pensar que son pocos- digo sobre los años, me gusta pensar así, porque siento que considero “ya son muchos años” como si se tratara de una carga o de algo que se ha tenido que soportar, pero si son pocos, es porque espero que nuestra amistad pueda seguir por mucho tiempo más -Si, entiendo- me sorprende que diga que no se enamoró, pensaba que con el tiempo que compartieron y al ser tan jóvenes eso pasaría -No, claro que no. Si me siento egoísta por haberme quedado con él tanto tiempo sabiendo que nuestros sentimientos eran para alguien más. Pero no los obligamos a quedarse con nosotros, no era nuestra responsabilidad decirles “oye amas a otra persona, debes estar con él”. Ellos eligieron huir de eso. Puede sonar algo feo, pero el resultado de su relación es culpa de ellos. A menos que Meier te dijera, “quiero estar con Evan” y tu lo amenazaras para que eso no pasara, si hiciste eso, si tienes la culpa, pero no creo que tu hagas ese tipo de cosas ¿cierto? solo disfrutamos de estar con una persona querida- claro que siento culpa, pero también sé que no soy responsable de las elecciones de otros.
-No lo sé, nunca he odiado a alguien. Pero creo que si no estás seguro, no debes de odiarlo- sonrío un poco. Los sentimientos negativos son imposibles de evitar, pero al menos es un al menos sé que Aaren no se ha llenado de odio aun con todo esto -si, creo que si- le doy la razón en su observación de lo que siente por Evan.

Sonrío cuando dice que no quiere estar solo, no me ha dicho que me quede con él, pero tampoco que me vaya, así que he tomado la decisión de acompañarlo, al menso hasta donde me lo permita.
Mi expresión se ensombrece por ese comentario.
-Si, creo que eso quería decir- yo no estoy al tanto de la situación de Meier, nunca he intentado saber más, porque es algo que no me corresponde, pero escuchar eso que dice Aaren me hace darle un poco de sentido a la gravedad de todo esto -No seas tan duro contigo. No llegamos sabiendo como manejar las situaciones. Tristemente debemos aprender sobre el camino y la mayoría de las veces, la vida nos toma por sorpresa. Nos equivocamos una y otra vez, muchas veces en las mismas cosas. Y no podemos corregir lo que ya ha pasado. Pero ya no eres ese Aaren que escuchó esas palabras. Cada día y cada experiencia nos cambia. Eres un mejor Aaren del que eras ese día- yo he tenido mucha suerte en la vida, y por eso siempre trato de ser positivo, aunque a veces me cuesta -Ven, vamos a mi auto- salimos del hospital y vamos al estacionamiento.
-Oye, ¿quieres un abrazo?- le pregunto mientras quito la alarma del auto.

Su respuesta me hace mirarlo desconcertado. Esperaba algo más alentador, pero que siga siendo como siempre me despeja un poco. Me puse a pensar en cosas más simples y asentí, porque seguramente él debe estar cansado de acompañarme. La respuesta a todo lo que ocurre ahora no la hallaré.
-Eres alguien muy extraño -me levanté con su ayuda y asentí, supongo que aunque preferiría estar solo, no podré llegar a casa y él es la compañía que mejor me va. No pensé que pudiera actuar así, poco a poco pienso en otras cosas y eso se siente extraño. Los recuerdos siguen frescos, el sentimiento opresivo en mi pecho no creo que se vaya a ir pronto, pero él ha dejado que de momento deje de compadecerme- gracias.
Llegamos fuera del hospital y tomamos un taxi, él me ha ayudado a subir y en el transcurso no dije nada. Me recargué en la ventanilla mirando hacia fuera de nuevo pensando en Mei, una y otra vez su imagen inmóvil frente al auto, pasa por mi cabeza.

Al llegar de igual manera él me ayuda a bajar y llegar hasta dentro. La casa está como siempre, me hubiese gustado invitarlo en mejores condiciones. Ahora incluso he pensado en una formalidad como esa.
-¿Muchos? ¿Por qué? -me pidió hacer algo, pero me quedé quieto y mirando- lo siento, olvida eso. De acuerdo, lo haré -desabroché mi pantalón y comencé a bajar mi pantalón, al final aunque dolió un poco, pude arreglármelas por mi cuenta. Creo que el dolor es más intenso debido al cansancio que tengo, porque en el momento del accidente, la adrenalina me hizo moverme- se siente bien -a pesar del frío, cuando va entumeciendo el área se siente mejor. Cerré los ojos y eché mi cabeza hacia atrás, tengo mucho sueño, pero mis sentidos comienzan a despertarse más al estar lejos del hospital y el hambre, junto con el dolor de mi cabeza, empiezan a ser molestos- tengo algo de comida en el refrigerador -abrí los ojos y llevé mi mano a mi pierna- o tal vez tengas cosas qué hacer. Lo siento, no lo pensé hasta ahora, ¿interrumpí tu trabajo? -hoy, después de todo lo que pasó al fin puedo mirarlo a los ojos, más claramente que antes. Estoy sintiéndome, dentro de todo esto, un poco más centrado. Pienso en todo lo que dije e hice, y siento vergüenza y creo que tal vez si me hubiese mantenido en calma, mi actuar habría ayudado más. Pero ya me cansé de las excusas al menos por hoy, disculparme o no, expresar lo que pude o no haber hecho, da igual.
Intenté levantarme y señalé mi habitación, aunque Tohru no es como la mayoría de las personas, él no está limitando mis acciones, no me trata con cuidado, solo es... él.
-Iré por mis pastillas a mi recámara. Si no tienes algo qué hacer, ¿te quedarías a cenar? -ya le había mencionado la comida.
Me moví a la recámara y del cajón saqué mis pastillas, llevé dos a mi mano y regresé a la cocina. Tomé ambas y me senté de inmediato, debería dormirme, pero no quiero cerrar los ojos, tengo un poco de miedo de lo que mi subconsciente vaya a mostrarme.

Es una persona muy madura, se ha tomado todo con calma, es verdaderamente un adulto, ciertamente escucharlo me hace sentir mejor. Es verdad que nosotros no podemos cambiar la vida de ellos, no puedo hacer mucho por Mei aunque lo quiera mientras él no lo permita y tal vez no soy la persona que quiere que haga algo por él. No soy ese chico de su pasado, ni soy Evan, así que estoy un poco limitado. Tal vez solo me estoy excusando conmigo mismo, pero no tiene caso llorar sobre lo que ya sucedió.
-Es verdad, solo que a veces es complicado entenderlo. Es decir, lo entiendo, pero todavía se queda una sensación amarga. Es difícil deshacerse de la culpa -a pesar de comprenderlo y encontrar alguien que siente lo mismo que yo, no se va ese sentimiento por completo.
Al final él me da la razón y asentí con una ligera sonrisa, hablar con él ha sido importante para mí.

Apreté mi mano, ya sabía el significado de eso pero no es fácil digerirlo. Si lo pienso creo que en algún momento también deseé lo mismo, o bueno, tal vez no tal cuál. Simplemente desaparecer, pero no era un pensamiento firme, era algo pasajero y con Mei... él sonaba muy seguro y cansado. Pensar que esa idea estuvo todo el tiempo en su cabeza y no hice nada, de nuevo me frustra. No es mi culpa, realmente no sé si es una situación en la que alguien es completamente responsable.
Lo miré y sentí de nuevo cómo mis ojos soltaron lágrimas, no estaría seguro si realmente cambié. No hice nada cuando estábamos juntos ni tampoco ahora, eso quiere decir que soy el mismo.
-No he cambiado.
Tragué saliva y asentí con mi cabeza, y le seguí hasta el estacionamiento para ir a su auto. Me he calmado en el camino a su coche,  tampoco es como si hubiese llorado tanto, simplemente necesitaba desahogarme un poco y eso debió ser suficiente. Pero no, porque él preguntó algo inesperado. Me hizo sentir débil de nuevo y no le respondí, simplemente me acerqué y fui yo quien buscó consuelo.
Los abrazos siempre me hacen sentir mejor, Mei también lo hizo para mí cuando sucedió lo de Karin y ese día que charlamos quise transmitirle lo mismo, pero tal vez su perspectiva es distinta. Pero en este momento es reconfortante y me aferré a la camisa de Asb creo que apreté muy fuerte su cuerpo sin querer, y con ello pude hacer que mi posible llanto, se volvieran solo algunas lágrimas. Contrario a lo que creí, abrazarlo me ha calmado.
-Gracias -tomé distancia y sonreí- muchas gracias -llevé mi mano a mi pecho y empecé a llorar, pero también un poco por felicidad. La vez anterior me sentía solo, fue hasta mucho tiempo después que pude recuperarme y apreciar la compañía de mis amigos y su manera de consolarme. Tal vez si aquella vez le hubiese dicho a Hannu que solo quería abrazarlo, habría sido distinto. Pero no lo sabía, nunca había pasado por una situación similar y estaba desorientado- tienes razón, lo que estabas diciendo hace rato es cierto. Pensé que los cambios tenían que ser muy notorios, pero creo que se dan lentamente -para alguien desesperado como yo es complicado notarlo, soy alguien que espera mucho o nada.

Subimos al auto y por fin me sentí despejado. Todavía pienso en cómo debe estarse sintiendo Mei ahora, o qué hará una vez despierte, seguramente me odiará por no decir que se sentía bien y de alguna manera, traicionar su confianza. Pero no lo dejaré solo, esta vez haré mi mayor esfuerzo.

Me río cuando me dice que soy extraño.
-No tienes ni idea de cuanto- digo con orgullo. La gente suele pensar que ser “raro” o “extraño” son términos malos o que te hacen demasiado especial. Yo solo creo que soy la clase de persona que él no ha podido tratar. Pero me gusta saber que resalto un poco más que la mayoría, significa que los de mi clase no abundan mucho entre las personas que conozco.

Estaba por contarle algunas de mis historias, pero luego me pide que lo olvide, es me molesta un poco, odio que quiera respetar tanto mi vida privada, ¿acaso no quiere conocerme?
-Ok- solo me encojo de hombros aceptando no decirle nada. Juego un poco con los hielos mientras espero a que se quite el pantalón y siento como mis manos se van enfriando. Cuando está listo le pongo el hielo, de hecho su pierna se ve algo hinchada.
-Genial, hace un poco de hambre- sonrío y me estiro un poco al levantarme pero me detengo cuando sale de nuevo con su “si pero no”, “ven a verme, pero si tienes cosas que hacer mejor no” “quiero saber de ti, pero mejor no” “hay comida, comamos, pero mejor no” -yo no tengo un horario de trabajo como tu, lo mío lo puedo hacer a la hora que me de la gana y los días que quiera- le explico pero no me muevo para ir a la cocina. Tal vez quiere estar solo y ponerse a llorar como un idiota, pues si eso quiere entonces debería largarme, no veo ni porque esforzarme si a cada avance de inmediato me hace retroceder, Evan es la persona más frustrante que he conocido.
No me ofrezco para ir por sus pastillas, porque no me lo ha pedido, si, mejor me voy. Espera, aun está hablando.
-ok, cenemos juntos- suelto un suspiro. El me desespera, pero aun así me quedo.
Voy a la cocina y busco lo que tiene.
-¿Lo caliento en el horno? si lo pongo al fuego seguro lo quemo- le digo levantando mi voz para que me escuche -oye Evan, ¿no ten cansas ?- le pregunto mientras me sirvo un poco de agua -Somos amigos ¿no? al menos eso pensaba. Pero siempre eres tan correcto, y esas cosas. Deberías relajarte. Si yo no pudiera estar aquí, si tuviera algo más importante que hacer, ¿crees que me quedaría? claro que no, bien pude decirle a alguno de tus otros amigos, “oye cuida de Evan”- suspiro un poco y luego tomo del agua -como sea… supongo que vemos la amistad de una manera diferente- o simplemente no me ve como su amigo, he creído tener algo de importancia porque me llamó, pero al final tal vez solo fui un numeró que marcó sin darse cuenta.

Asiento con una sonrisa cuando explica lo que siente, es de lo más normal.
-Bueno, creo que deberías preocuparte si no sintieras nada de culpa. Se trata de alguien que te importa, pero lo importante es entender que no eres responsable de las cosas. Las personas solemos culparnos por todo lo que pasa mal en nuestro entorno, pero la verdad es que tenemos control de cosas muy limitadas- tal vez no lo parece pero hasta es un poco egocéntrico pensar que tenemos la culpa de tantas cosas. Yo me he culpado de demasiadas cosas, por mucho tiempo. Pero he comenzado a entender que no es así, no me siento bien por las cosas malas que han pasado, tampoco indiferente, pero sé que no llevo tanta culpa en mi espalda como muchas veces lo he creído.

Me conmueve un poco la manera en que dice que no ha cambiado. Tal vez no lo nota, pero yo claro que observo un cambio, me doy cuenta principalmente porque no compartimos tanto tiempo juntos. Cuando pasas el tiempo con una persona es complicado notar los cambios, porque son lentos y al estar cerca, a veces no los percibimos. Pero yo puedo notar lo diferente que es.
-Lo has hecho, es imposible no hacerlo- pongo mi mano sobre su hombro -¿Recuerdas la ley fundamental de la dinámica? para que un cuerpo altere su movimiento es necesario que exista algo que provoque dicho cambio- recito la ley como la recuerdo -ahora imagina que tu eres ese cuerpo. Si no hay otro cuerpo que actúe contigo permanecerás estático, pero todo lo que te rodea interactúa contigo, así que todo de alguna manera provoca un cambio- tal vez es un poco raro ponerme algo filosófico usando la física como base, pero creo que es una de las maneras más sencillas para que alguien como Aaren comprenda lo que quiero decir.

Pensaba que tal vez rechazaría lo del abrazo, pero es él quien se acerca para buscarlo, así que lo abrazo. No puedo hacer mucho para ayudarlo, pero tristemente todos estamos limitados para ayudar a otros. No podemos solucionar las cosas en las vidas ajenas, muchas veces ni podemos solucionar lo que pasa en nuestras propias vidas, pero lo que puedo hacer es darle un poco de compañía.
-De nada- le digo cuando nos separamos -ves, siempre hay un cambio- pongo mi mano en su cabeza en gesto cariño.
Subimos al auto y señalo la guantera.
-Hay pañuelos ahí- le digo para que tome algunos.
Comienzo a conducir, pero antes de salir del estacionamiento me doy cuenta que no sé a donde voy.
-Entonces me dices el camino, no sé donde está tu casa- le digo mientras veo que pasa un auto para luego tomar la salida de estacionamiento.

Parece que Tohru se quedará a cenar, y sonrío, es mejor tener un poco de compañía y me gustaría compensarlo de alguna forma por todas las molestias que le he dado hoy.
-Entiendo -me alegra que su trabajo sea flexible, también me alegra que haya sido él quien llegó ahí, aunque no fui muy consciente cuando lo llamé, ahora estoy seguro de que fue una buena decisión. Él no me ha obligado a quedarme y tampoco me está bombardeando con preguntas, ni me está dando sermones, nada, él simplemente permanece como si nada de eso hubiera ocurrido. No creo que sea por simpatía, Tohru es alguien honesto y si piensa algo, generalmente lo dice, creo que simplemente no le toma tanta importancia y eso me hace sentir extraño. No mal o bien, simplemente extraño.

Regresé a la cocina y dejé que se encargara de calentar la comida ya que se ha ofrecido.
-Sí, está bien allí -me levanté para traer un par de platos, hace mucho que no me siento a comer con alguien en casa, con Mei solíamos hacer de comer juntos y pasar la tarde encerrados...- ¿a qué te refieres? -¿cansarme? Su pregunta me tomó por sorpresa y me puso un poco tenso. Pero no resulta tocar el tema de hace un rato o algo parecido, dice algo que ni siquiera había notado. En general sé que soy de ese modo, pero no creí que a alguien le llegase a molestar- oh -estoy un poco desubicado, no sé qué responderle. Probablemente un “no”, porque he sido así la mayor parte del tiempo- bueno... supongo que es eso, el tener diferente perspectiva -aunque si me pongo en su lugar, yo también pensaría algo similar, pero a diferencia de él no lo diría a la otra persona, es algo que podría malinterpretarse y hacer sentir mal a la otra parte- yo te considero mi amigo, es por eso que te llamé. No fui muy consciente de eso, pero incluso en ese estado fuiste la primera persona que consideré. Solo que estoy tan acostumbrado a ser así con todo el mundo que ni siquiera creí que estaba mal o denotaba poca confianza -me quedé mirándolo y cuando el horno sonó, esperé que sirviera- gracias, eso quiere decir que viniste porque realmente lo querías y no porque te sintieras comprometido. Generalmente las personas en una situación así acuden porque se trata de algo delicado, y como dicen, “los amigos deben estar en las malas”. Pero escuchar que para ti es diferente y no tomas en cuenta esas formalidades, me hace feliz. Aunque más o menos lo sabía, eres diferente de las personas que he conocido -busqué los cubiertos y un vaso para mí, y volví a mi asiento en la barra.

¿Debería preocuparme si no siento nada en esa clase de situación? Pensé que sería más favorable, porque antes era así y mi vida era mucho más sencilla, ahora está llena de cosas que tardo en comprender o no sé resolver a la primera, es bastante frustrante. Pero si él lo dice, debe ser así, siempre me dio la impresión de ser alguien muy experimentado, siempre me daba buenos consejos.

No le creo, aunque su ejemplo me ha hecho pensar en muchas cosas, en cómo cambié cuando conocí a Hannu, luego a Mei y a Karin, y también ahora a Ivan. He conocido muchas personas pero ellos han sido quienes principalmente han afectado mi vida.
-Si lo pones así, no puedo decir lo contrario -aunque yo no lo siento, o más bien, los cambios que he tenido no son tan significativos como esperaba.
Pero al final me hizo comprenderlo, con su explicación y también con compartir cómo se siente, y no solo eso, me ha hecho feliz saber que aunque a veces lo siento, no estoy completamente solo. Tal vez debería ser menos orgulloso, pero es complicado.
-Sí -solté un suspiro, ha sido agradable su compañía, ahora tengo muchas más ganas de hablar con Ivan o con Hannu, creo que debería llamar a mi amigo cuando llegue a casa- ah, gracias -me estiré para alcanzar la caja y saqué dos pañuelos para poder limpiar mi nariz y mis ojos- pondré el gps, ¿está bien? -saqué mi celular y puse la dirección de mi departamento, en casa no habrá nadie, aunque tal vez mi padre se moleste pero no quiero estar allí- aquí -dejé el teléfono donde pudiera verlo y sonreí- ¿y cómo has estado? Hace muchísimo que no te veía -olvidé preguntar por él, he hablado mucho de mí, a veces ni me doy cuenta de eso- la última vez fue cuando tuvieron el accidente. ¿Sigues siendo profesor? -no sé mucho de él ahora, y mientras llego a casa quiero preguntar, tengo curiosidad por saber cómo va su vida, después de todo, él y yo nos llevábamos bien antes.