Rotos [Mei]

Recuerdo del primer mensaje :

Pedí permiso en la compañía para salir antes hoy, generalmente no haría esto pero llegué a un punto que creo ya no pienso con claridad, mucho menos con la misma objetividad de antes. Estos meses han sido estresantes, me siento como un idiota, como un acosador y una gran molestia. No dejo de escribirle a Mei todos los días, a veces ni recibo respuesta pero continúo haciéndolo. Creí que las cosas estarían así un corto tiempo y luego volveríamos a ser como antes, pero dios, sí que fui ingenuo. Las cosas han empeorado, la distancia se ha hecho mayor y ni siquiera me permite hablarle o verlo. He ido a la universidad, le he llamado, le dije sobre ir a su casa y nada de eso funciona. Siento como si cada vez que le escribo resulto una gran carga, y aunque también le he preguntado sobre eso nunca obtengo una respuesta clara. A este punto ya no sé qué pasará, tampoco puedo pedir un consejo a nadie, solo a Tohru, pero me ha repetido lo mismo una y otra vez. Siento como si tuviera razón, cada día que pasa considero la posibilidad de dejarlo, pero.... no puedo, y no quiero hacerlo. Dije que lucharía por él y se lo demostraría pero me estoy quedando sin fuerzas.

Me alisté para ir a buscarlo a uno de sus torneos, gracias a que me topé a uno de los conocidos de su club es que me enteré, porque ni siquiera Jiro es capaz de ayudarme un poco, incluso discutimos porque dice que soy demasiado insistente, me hizo sentir como un loco y a poco estuve de mandarlo al diablo. No es su culpa, lo sé, pero es difícil no tenerle rencor, él es capaz de ver a Mei, de hablar con él, de salir con él, mientras yo tengo que soportar y esperar.
-Buenas tardes, disculpe -pregunté por el salón donde se llevaría a cabo el torneo, y me dijeron que hace rato que había empezado, solo espero haber llegado a tiempo.
Por fortuna fue así, cuando entré al gran salón seguía lleno de gente, y me senté en la parte trasera a esperar. No tardé en localizarlo y sonreí, sentí mi pecho agitado pero un poco de calma, al menos está concentrado, ha logrado salir adelante a pesar de que no estoy ahí.
Pasó un rato y también pude ver a Jiro al lado de los otros jugadores, no le presté atención y me concentré en Mei. Cuando terminó caminé hacia ellos, pero casi a punto de llegar, me detuve y mi sonrisa por la emoción, se borró. De nuevo retomé mis pasos, sé que no debería mostrarme con esta cara molesta después de tanto tiempo, sé que tengo que felicitarlo, preguntar cómo está, pero... no es fácil si él está al lado de su exnovio y con esa sonrisa.
-Mei -le llamé, la gente pasa cerca de nosotros y sus amigos ya se han despedido de él, pero nada de eso existe ahora. Debería correr estos pocos pasos que nos separan y abrazarlo, decirle lo mucho que lo extrañé, cuánto lo amo y preguntar cómo le ha ido, pero mi cara se quedó seria mirándolo, no puedo evitarlo, duele mucho pensar en el porqué ya no quiere verme y que esa imagen lo corrobore.

Evan:

Lo miro con una sonrisa, parece que ya no le causa tanta gracia que me de miedo la oscuridad. Pero lo entiendo, es normal que a un tipo como yo, suene algo loco que me asuste la oscuridad, incluso algo gracioso, pero ahora se que ha cobrado un poco de sentido mi miedo.
¿Encenderás la luz?- sonrío porque en realidad no es como que haya mucho que hacer ¿O si? bueno no lo sé, evito mucho pasar por esa clase de situación, así que no tengo ni idea.

Sonrío por su respuesta, porque directamente me ha pedido que me quede, nada de sus formalizmos de siempre, me ha pedido que me quede, así sin más, sin un "si quieres, si puedes, si no es molestia".
-claro, me quedo-estiro mi brazo para dar unas palmaditas en su hombro -será divertido, hace años no me quedo en casa de un amigo- comento muy feliz. Me acuerdo de cuando pasabamos la noche en casa de Chi, luego el se fue y esa actividad se acabó, muchas cosas se acabaron cuando él se fue, y creo que nunca pensó en lo mucho que nos afecto a todos su partida -tranquilo, conmigo aquí se te pasará volando-le aseguro -solo debo avisar a mi mamá- sonrío y tomo mi celular -hola mami, un amigo tuvo un accidente, lo cuidaré esta noche. Si ya cené. Siii, mañana me encagaré de todo eso... ya sabes que nunca fallo- le digo un poquito exasperado, ella siempre quiere que consiga algo mejor en el clan, pero yo no tengo esa ambición, no quiero gente bajo mi mando porque me desesperan, son lentos y tontos y no hacen las cosas como yo quiero descansa y sueña bonito, dile a papá que no se preocupe. Bye- cuelgo la llamada y le sonrío a Evan -ammm y ahora, ¿qué hacemos?- le preguto para que esto no se ponga aburrido ¿quieres seguir conociendome?- pregunto porque no se me ocurre otra cosa -mira el es mi novio, es muy guapo ¿verdad?- comento buscando una foto que le tomé, obvio no es una foto cualquiera, se la tomé cuando me pareció se veía muy lindo y me gusta molestarlo un poquito al recordar que le tomé esta foto.

foto:

-Conservar la calma. Si de casualidad nos encontráramos en un apagón, mi primera reacción sería llamarte y esperar paciente a que la luz regrese, pero si te noto extraño comenzaría a ponerme nervioso por notar tu reacción. Aunque eventualmente lo deduciría, pero ahora que lo sé, buscaré la forma de iluminarnos sin perder el tiempo en estar preguntando... En el hipotético caso -fue una explicación muy larga, pero siempre tendré una mejor reacción a algo para lo que voy más o menos preparado, que para una situación donde desconozco cosas importantes.

Aceptó rápidamente y me hizo sentir seguro, él es muy honesto, así que si fuese un problema e inconveniente creo que me lo diría.
-¿De verdad? Gracias -se nota el alivio en mi rostro, y sonreí cuando mencionó que hace mucho no lo hacía- claro, adelante -esperé que hiciera su llamada y cogí el control del televisor. ¿Está bien que lo olvide al menos por hoy? Mei me odiaría si viera que invité a alguien a quedarse justamente hoy, y pienso que tal vez debería tener un poco de duelo por lo que pasó, pero sé que lo tendré cada día a partir de hoy, así que esta noche tal vez debería intentar descansar y no pensar mucho sobre el tema. Y Tohru no se quedó para verme sufrir. Podría contarle cada cosa que pasa por mi cabeza, pero por alguna razón en cuanto comienza a hablar, dejo de desear eso y me concentro en nuestra sencilla plática en curso- en realidad no tengo nada planeado -él dice sobre conocerlo más y asiento, es mejor si la plática la lleva él, así podré evitar sacar todas mis frustraciones con Tohru- ¿tu novio? Oh, a ver -tomé el teléfono y sin querer hice una mueca rara, la foto es algo comprometedora, yo no mostraría una fotografía de Mei así, pero, él siempre es diferente al resto- sí, es atractivo -puedo admitir cuando un hombre es guapo, pero no es alguien que llame mi atención. Lo que sí puedo notar es el gran tatuaje en su brazo- tiene un tatuaje muy grande -no conozco mucha gente que los tenga, menos en sitios tan vistosos.
Le entregué el teléfono y lo miré.
-¿Es mayor que tú? Así que ese es tu tipo -él no me dijo cómo era su tipo, por eso tenía curiosidad en ver como lucía su novio- tus padres... ¿ellos saben que andas con un chico? -Tohru no es un niño, pero ya que está tan mimado, imagino que tiene confianza con sus padres.

Sonrío mientras me va contando cómo haría las cosas si eso pasara. ¿En serio está pensando tanto en mi? Se  siente lindo saber que se preocupa tanto que ya está pensando en cómo manejar la situación.
-Tu si que eres un hombre organizado- digo con un poco de burla, pero es obvio que me ha hecho feliz escuchar lo que ha dicho.

Ya que Evan es por naturaleza un poco aburrido, decidí tomar la iniciativa, porque no quiero quedarme en silencio todo el rato, no quiero aburrirme y el silencio seguro que no le hace bien a el.
Me rio por su cara al ver la foto de Touji. Hay que admitir que mi lindo novio encaja muy bien con el estilo de la Yakuza, aunque con mucho estilo y claro su belleza natural.
-Am si, lo tiene, nunca le he preguntado porque se lo hizo- comento un poco pensativo, a diferencia de otros clanes, el de Touji y el mío, han salido un poco de las reglas comunes. Aunque creo que nosotros somos un poco más extravagantes que ellos, ellos son más con una apariencia de empresarios, le preguntaré después por el tatuaje.
-Si es mayor, pero no es mi tipo- comento mirando la foto. No es que sea feo, pero creo que en hombres nunca he tenido un tipo… aunque -tal vez si lo es, creo que me gustan las personas que son lo opuesto a  mi, ¿me imaginas con alguien como yo? Eso sería una fiesta sin final todo el tiempo- me río porque un par de veces he conocido a personas con una personalidad parecida a la mía y no terminaba nada bien, soy el tipo de persona que necesita que le pongan límites.
-mira siempre le llevo flores- le digo mostrando ahora las fotos de los arreglos que le he comprado. En la mayoría de ellas salen las manos del florista.

Creo que mi explicación fue algo exagerada, pero realmente me sirve el saber esa información para poder actuar mejor en caso de que suceda. Supongo que lo tomé muy en serio.
-Eso intento -en lo que respecta al trabajo lo soy, también en mi vida personal trato de hacerlo, creo que solo mi vida amorosa es un desastre. No solía ser así, pero dejó de importarme cuando por fin tuve a Mei conmigo.

¿No le da curiosidad por saber sobre ese tatuaje tan vistoso? Siendo Tohru tan curioso, es un poco difícil de creer, aunque claro, él no es tan prejuicioso como yo o la mayoría de la gente a1quí.
-Ya veo. Es algo... llamativo -no, debería dejar de criticar a su novio, no es correcto. Yo no creo que podría soportar un comentario fuera de lugar sobre Mei, así que tampoco lo haré. Pero me preocupa con la clase de chico que pueda estar Tohru, no me gustaría que se involucrara con alguien peligroso- ¿entonces recientemente lo descubriste? -sonreí incrédulo- yo creo que dos como tú sería... sí, tal vez un cáos. O puede que funcione, sabes, aunque podría ser algo monótono. A veces necesitamos un opúesto para dar equilibrio a nuestra vida -mis parejas antes de Mei fueron personas tranquilas, como yo más o menos, y no digo que fuesen malos compañeros o que no les quisiera, pero tampoco me provocaron las emociones que Mei, y aunque tenía relaciones estables y tranquilas, no tenía esa chispa que con Mei tuve. Claro, a estas alturas debo parecer loco por preferir mi inestable relación con Mei por sobre el resto- son lindas. Creo que hoy en día ya no tantas personas compran flores, pero si las acepta es porque seguro también le gustan mucho. Sabes, a veces basta con tener intereses en común para que algo funcione -me siento un poco celoso, pero es lindo verle contento con alguien, porque honestamente, es complicado conocer una persona que dice nunca haberse enamorado, así que si alguna vez él desea algún consejo o desahogarse por su nuevo novio, me encantaría estar allí.
-Oye, Tohru, hace un momento... ¿por qué pensaría quien te llamó que fue tu responsabilidad mi accidente? También tú lo mencionaste -hice la pregunta con mucha duda, porque tal vez esté tocando un tema delicado. Casi me disculpaba, pero... dijo que puedo saber sobre él y que tengo que ser más flexible, así que me arriesgaré. Si lo incomodo, entonces dejaré las preguntas.

¿Llamativo? no habría reparado en ese detalle si no fuera porque Evan no ha dicho ningún halago sobre el tatuaje, solo “es grande” y ahora “llamativo”. Miro a Evan con una sonrisa.
-No te gustan los tatuajes- no le pregunto, de inmediato lo declaro con una sonrisa en mi cara. Evan está tan lleno de sorpresas… es un hombre adulto que sale con alguien mucho menor, que tiene la relación más tóxica que he visto, ¿y se pone a juzgar a Touji por un tatuaje? hay que tener descaro para hacer algo así.
-Si, supongo que el equilibrio es importante, pero con dos como yo, no creo que sea monótono, para nada- me río porque si yo no pienso algo divertido para hacer, seguro la otra persona lo hará, y en eso no veo nada de monotonía.

Me dan ganas de preguntar que es eso en común que el tiene con su novio, porque a mi me parece que nada, es obvio que el tipo es de una familia adinerada, es menor que él, ¿qué puede tener en común? aunque tampoco es que parezca que lo que hay entre ellos funcione, por donde se mire no funciona…
-Si, le gustan, de hecho regalar flores es algo que me gusta hacer, siempre que puedo le llevo unas a mi mamá y ahora a Tou- bloqueo mi celular y lo vuelvo a guardar.
-¡Vaya!- exclamo con sorpresa -pero que memoria la tuya- digo como halago -¿De verdad quieres saber? - le pregunto con mi sonrisa divertida de siempre. ¿Debería contarle? él podría alejarse de mi cuando sepa quien soy… pero supongo que algún día lo sabrá… si llego a ir a su trabajo de nuevo, y ese tipo llega a aparecer de nuevo con los dedos rotos o algo más grave, ¿no comenzará a notar el patrón?
-Supongo que deberías saberlo- suspiro resignado -¿Te parece que mi novio es una persona peligrosa?pregunto eso y no dejo de sonreír -pues yo lo soy aun más- no dudo de la letalidad de Touji, pero él tiene talento para hacer lo que le pida, y es un lider asombroso, ahora que ha tomado lugar como mano derecha su de oyabun, pero yo soy de los que se ensucian las manos, los que tienen que hacer las cosas mas turbias para el clan y mi oyabun lo sabía y ahora Nobu no duda en ocupar mi talento cuando hace falta.
Levanto mi pierna y subo mi pierna a la mesa de centro, con mi mano jalo mi pantalón y dejo que se vea esa linda navaja que llevo por su se necesita, luego me levanto para ir por mi chamarra y vuelvo a sentarme y de ella saco aquella arma que pocas veces uso y la dejo igualmente en la mesa de centro.
-Dijiste que querías conocerme, pues bien esto es lo que soy- mi sonrisa ya no está en mi cara, de hecho estoy serio porque pienso que él me va a sacara de su vida de inmediato.

Agaché la mirada apenado, creo que mi reacción fue obvia y mis comentarios sobre su novio no fueron nada amables. Debería disculparme, incluso si sale con alguien peligroso, Tohru no es un niño y es su decisión.
-No mucho, lo siento si fui un poco rudo -de verdad me siento mal por haber sido tan idiota, aunque no me puedo sacar esa idea de la cabeza, es complicado para mí. Pero tal vez solo estoy haciendo conclusiones tontas y su novio solo es un chico que gusta de cosas llamativas- es cierto -me reí pero sin mucho entusiasmo, me siento avergonzado por lo de hace un momento.

-¿Por qué te gustan tanto las flores? Es algo lindo, sabes -no se ve como ese tipo de chico. Creo que todos encajamos en un estereotipo, pero Tohru sale de la norma por donde lo mire, y cada vez que me cuenta algo de él es un detalle inesperado.
No es porque posea buena memoria que lo recuerdo, sino que cualquiera notaría eso y lo encontraría raro, más si él hizo todo lo contrario.
-Sí, por eso te he preguntado -pero mi respuesta ya no es tan segura como mi pregunta. Está raro, ¿pero qué puede ocultar? Es cierto que al inicio me daba desconfianza, pero pronto me adapté a su manera de ser y me di cuenta que es una persona confiable- no fue... supongo que lo pensé -suspiré apenado, él obviamente notó el cómo juzgué a su pareja. Pero lo más extraño no es que pregunte directamente, eso es típico de él, sino que ahora habla sobre sí mismo y dice ser más peligroso de lo que su pareja aparenta.
Comencé a ponerme nervioso, no siento peligro cuando estoy con él, es más bien porque me desconcierta dónde fue a parar esta charla.
Miro su pierna cuando la sube sobre la mesa y al ver lo que trae abajo, me quedé sin palabras. Pero apenas puedo reaccionar cuando él ya se ha levantado, y por inercia lo sigo con la mirada hasta que se vuelve a sentar. Tomé un poco de aire y abrí mi boca para decir algo, pero al final no salió nada. Él en verdad trae un arma, y es como si repentinamente me dieran un golpe para despertar bien. Esto está pasando y no sé cómo manejarlo, me refiero... es que ni siquiera me di cuenta. Supongo que si pienso bien tal vez me habrá dado alguna señal antes, pero no, ahora no puedo pensarlo con claridad.
-Okey, entiendo -no, la verdad no entiendo nada. Mi corazón va muy rápido y desvío la mirada de esa cosa, yo ni siquiera había visto un arma tan de cerca y él la ha cargado todo el tiempo- es abrumador -llevé mi mano a mi cabeza. No bromea, y además, ¿qué justificaría cargar con eso? No, pues claro que es verdad lo que dice, no necesita ni ser tan claro para entender en lo que está metido- ¿entonces has matado a alguien? -no, yo no quiero saber eso, además si me revela algo, ¿no es peligroso para mí? ¿Cómo debería ser de ahora en adelante? Obviamente eso no es cualquier cosa- vaya que eres impredecible. No te gusta lavar tu plato, tienes más de veinte y todavía le avisas a tu madre dónde y con quién estás, y entonces esto... -lentamente bajé mi mano y lo miré. ¿Ahora qué? ¿Debería decirle que se aleje? Es lo más racional, puede que lo conozca a él pero no sé qué pase con la gente que lo rodea, o su novio.
Pero solté una risa y eché la cabeza hacia atrás. Es hilarante, siempre soñé con una vida tranquila, amigos normales y una pareja estable. Pero no, tengo lo contrario, mi vida no es para nada tranquila, y yo tampoco soy para nada una persona normal ni mucho menos estable.
-Solo dime algo, ¿el estar conmigo tiene alguna relación con tu trabajo? -no lo pensé, vamos, ahora se me pueden ocurrir miles de teorías tontas sobre el porqué llegó a mi vida y porqué se ha quedado- estoy muy sorprendido. La verdad, todo hoy ha sido bastante -cerré los ojos y suspiré. Quiero dormir, pero no importa porque mañana todavía todo seguirá igual.

Solo me encojo de hombros, pues tampoco es que yo necesite que el apruebe a Touji, eso no me hace falta, solo no imaginaba que pudiera ser así de prejuicioso, solo por un tatuaje.
Si hubiera conocido a mi abuelo, seguro que se infartaba, él era uno de esos señores orgullosos de ser del clan que llenó su cuerpo de tinta.

¿Por qué me gustan las flores? en realidad no era que me gustaran, solo que yo quería agradecer a esa persona por su ayuda, pero nunca tuve el valor, así que una de esas veces que lo intenté, no escapé a tiempo y él me vió, así que señalé unas flores y terminé comprándola. Fue en el tiempo en que yo no podía hablar y tenía en la mano una flor que compré así que se la llevé a mi mana solo para no tirarla, ella se puso muy feliz y comencé a hacerlo más seguido, las flores hacen a las personas sonreír.
-Am, no lo sé, tal vez porque mi mamá se pone de buen humor siempre que le llevo unas- mi respuesta no dice mucho, pero es sincera.

Su expresión ha cambiado por completo, no me sorprendo, ni siquiera sé que es lo que esperaba al momento de decidir contarle la verdad sobre mi.
-wao, esa es tu primera pregunta- me siento herido de que sea eso lo primero que quiere saber, ahora todo se reduce a esto… ahora me tendrá miedo -¿qué? ¿tú piensas que todos los matones somos de un tipo? ¿por que alguien como yo no debería tener una madre que se preocupa por él?- no debería importarme que él solo se cierre a mi, es normal, es solo una simple persona que ha vivido en una burbuja diferente a la mía.
-Oh vaya, eres sorprendente- tomo mi arma para guardarla -¿Quien te crees que eres para que tenga que ver con mi trabajo? ¿eres importante? ¿alguien quiere matarte? - resoplo molesto -Pensé que eras mi amigo, pero supongo que me equivoqué. Pero sabes una cosa… si no estas preparado para conocer la verdad sobre alguien, entonces no deberías preguntar-mi voz se a quebrado mientras hablo, no sé porque esto me afecta tanto, porque me duele la garganta al sentir ese nudo y los ojos me escuecen -supongo que ya que soy lo que soy, preferirás que me vaya. Pero al menos dímelo, dime que me vaya y que ya no quieres tener nada que ver conmigo- ha dicho tantas cosas que me han herido y aun así yo estoy actuando de esta manera. ¿Por que me vuelvo tan débil cuando se trata de él?

No supe qué responder, todo esto me ha caído de sorpresa y no tengo idea de si debería seguir con la conversación. Esto es tan extraño que hasta parece irreal.
-Imagino que no -no sé nada sobre el tema, no conozco nadie que lleve el mismo tipo de vida y solo estoy tanteando lo que sé por cosas que se dicen, pero yo nunca he convivido con ese tipo de personas. Siempre imaginé que eran gente frívola, pero Tohru es un chico muy sincero y expresivo, es juguetón, buen amigo... él casi parece un niño. Por eso la noticia no me ha sentado bien, nada hoy lo ha hecho y ahora se ha sumado una preocupación más. Normalmente no me importa lo que mis amigos hagan, pero esto es nuevo, nunca lo habría imaginado como una posibilidad y por eso no sé manejarlo.
-No, claro que no soy alguien importante -llevé mi mano a mi cabeza y la pasé por mi cabello. De repente pensé en la madre de Mei, aunque no creo que ella llegara tan lejos pero le hice tanto daño a su hijo que hasta yo lo pensaría. Aunque no es el caso, y me doy cuenta porque la manera en la que habla va cambiando. Lo miré y mi expresión también cambió, no está reaccionando con agresividad, está más bien decepcionado de mí y lo que pienso- ¡ya lo sé! ¿Crees que es la primera vez que me pasa? -terminé gritando y llevé mi mano a mi boca, no puede ser, por un instante pensé en Mei y todo su pasado. Recordé la charla del parque, mis promesas... soy un idiota. Y no solo con mi vida amorosa, ahora soy completamente un fracaso. Pero es inevitable, siempre reacciono de la misma manera, tengo demasiado miedo de no poder manejar la situación, y soy muy orgulloso como para fracasar.
Me Levanté con ayuda de mis manos, he sido demasiado duro con él, incluso le empujé a decir eso.
-No, claro que no quiero que te vayas -sentí una presión en el pecho y me acerqué a él- perdón, Tohru -tomé su brazo con una de mis manos, no fue un agarre fuerte, pero al menos así no podría salir huyendo. Además si lo pienso no sentí miedo a su persona, solo a lo desconocido de todo esto y el creer que es alguien diferente a quien he conocido estos meses- tienes razón, no estoy preparado para enfrentar muchas cosas, y tampoco soy muy responsable de lo que hago -lo solté y miré su rostro. Creo que es la persona más inocente que he conocido, y no dejaré de pensar que es irónico luego de lo que me contó, supongo que sí soy demasiado prejuicioso- bien, me pediste que siempre fuera honesto contigo así que lo seré -tomé aire y lo miré. Tengo que calmarme y pensar racionalmente, él no me hará daño y probablemente fue difícil revelar eso. Además se ve afectado, no creí que podría ponerse así por mi culpa, es la primera vez que lo veo de esta forma- no estoy acostumbrado a muchas cosas, digamos que crecimos en mundos diferentes y todo eso es desconocido para mí. Además lo dijiste de repente... y lo admito, ¿ok? Admito que pensé que tu novio se veía peligroso, y no me gustó, no quisiera que corrieras riesgos por una pareja, por eso... lo juzgué muy duro, disculpa -desvié la mirada. Es más fácil ser honesto con él porque es mi amigo, pero también he aprendido gracias a mis fracasos con Mei- así que más bien, ahora eres tú quien querrá mandarme al demonio. Pero si de mí dependiera... no, no quiero que te vayas o te alejes -podría decirle que jamás volveré a hacer algo así, pero seguro que lo haré. Es la primera vez que lidio con esto con un amigo. Asb siempre fue condescendiente conmigo, no solía reprocharme nada y por eso yo hacía cosas que lo herían, por eso ahora me siento un poco extraño, porque la única persona que me hizo sentir similar fue Mei.

Esperaba demasiado de una persona que apenas y me conoce, no lo sé, pensaba que así como es de entregado a su novio el loco, podría tener un poco de esa entrega como amigo, pero no es así. Lo he idealizado demasiado.
Lo miro cuando me grita, pero no me asusto ni nada, creo que ahora solo me siento traicionado, pensaba que había hecho un amigo, que podía tener algo así fuera del clan, algo como tienen la mayoría de personas, pero mi forma de vida parece ser un peso para él.
Solo quiero que me diga que me vaya, quiero que lo haga para poder cambiar mis sentimientos por él, para confirmar que yo no puedo tener algo más que desprecio, porque ser parte de la mafia te convierte automáticamente en mala persona.
-¿Qué?- ¿en serio me ha pedido perdón? eso si que no lo esperaba.

Todo lo que ha pasado, lo que ha dicho, todo eso deja de importar cuando dice que no quiere que me vaya. Sonrío y lo jalo para abrazarlo rodeando su cuello.
-Eres medio idiota, pero te quiero- no me ha echado, y aunque está confundido y tal vez le pueda asustar mi vida, no me ha pedido que salga de la suya -Tenía la esperanza de que tú podrías aceptarme aun sabiendo la verdad sobre mi. Me asustaste mucho porque pensé que ya no querrías verme, pero no lo hiciste- lo abrazo con fuerza porque me siento muy feliz.
-Y descuida, te prometo que nada de lo que pasa en mi vida te afectará. No dejaré que mi mundo afecte el tuyo- le digo comenzando a separarme de él -Yo te cuido- le aseguro con una sonrisa -Ven vamos a la cama- lo tomo de la mano, y comienzo a caminar a su recamara, puse atención cual era cuando fue por sus pastillas -¿Podemos dejar esa lampara encendida?- pregunto porque obviamente no quiero dormir en completa oscuridad.
-Sabes, eres el primer amigo que hago. Tengo amigos, pero los conozco desde que nací, pero tú, eres la primera persona que me interesa- le digo mientras me recuesto en su cama.

Sentí el jalón y con torpeza puse mis manos alrededor de su cintura. Tohru tiende a cambiar su humor drásticamente, es como un niño que se puede enojar por una cosa pequeña y con la misma ponerse feliz. Pero me alegra que sea así, me alegra que a pesar de las cosas que dije sin tomar en cuenta sus sentimientos, aún así él no se haya ido.
Sentí una punzadita en el pecho y sonreí, yo también lo quiero, este tiempo que hemos convivido nos hemos acercado y ahora no es simplemente un conocido para mí, pero creo que hasta ahora no sabía que para él yo fuese tan importante.
-Lo siento, también me asusté pero eso no quiere decir que te sacaré de mi vida -esto se siente muy extraño, tengo que trabajar mucho en mí, y aunque será complicado hacer como si nada con lo que acaba de decir, quiero dejarlo de lado, porque Tohru es importante y no me gustaría que nuestra relación terminara.
Comenzamos a caminar hacia mi recámara, me siento desconcertado con todo, con lo que dijo, la manera en que me habla y ahora el cómo se está portando. En especial esa última frase, pues es lo más tierno que me han dicho de un tiempo a la fecha y aunque se sintió muy bien, también me queda otra sensación.
-¿La luz? Oh, sí, claro -entramos a la recámara... ya veo, dormirá conmigo. En efecto es como un niño, yo lo había pensado pero me dio un poco de vergüenza mencionarlo, pero él lo ha hecho naturalmente- ¿de verdad? -al igual que él me subí a la cama, solo que por el lado contrario y permanecí sentado- para mí es lo contrario, no tengo un solo amigos desde que era pequeño -me reí y lo miré- ¿estás bien durmiendo con esa ropa? Aunque no tengo pijamas, pero alguna bermuda puedo prestarte si quieres, aunque tal vez te quede grande -no tenemos tanta diferencia, pero creo que sí le quedaría un poco holgada, es gracioso imaginarlo.
Me recosté y miré hacia arriba, es raro estar así, la última vez que dormí con un amigo fue en la universidad, y era porque era demasiado tarde para mandarlo a casa o terminábamos tomando hasta madrugada y perdíamos la noción del tiempo hasta quedar tendidos en la cama.
-Desde hace tiempo que no dormía con un amigo, la verdad ni pensé que volvería a pasar -lo miré y me reí, con Asb era diferente porque éramos una pareja- aunque hoy quería pedirtelo. Al final no lo hice, pero fue casi como si leyeras mi mente -de alguna forma toda la charla de antes sirvió. Estoy confundido, pero al menos el miedo por que se vaya ya no está, y la situación de Mei aunque sigue ahí, no me tiene tan devastado, pero solo es porque él está aquí y ha hecho que me distraiga. Al menos esta noche estaré bien, y eso me deja un sentimiento de culpa.

Él ha dicho cosas feas, cosas que lastiman, pero ha hablado solo desde el miedo y desconocimiento, así que puedo perdonar algo como eso, al menos no me ha rechazado, no me ha sacado de su vida y eso es lo que importa ahora. Me siento feliz, Evan es realmente una persona especial, alguien para poder tener en mi vida.
-Está bien, supongo que debí ser más sutil, aunque no tengo idea de como es una buena manera para confesar algo así- me encojo de hombros, nunca había tenido que buscar una manera de suavizar lo que soy, siempre me ha gustado que las personas se puedan asustar con facilidad, me gusta tener ese respeto, pero Evan no es cualquiera.

-¿En serio? pues no te pierdes de mucho, bueno si, son como mis hermanos, pero siempre han estado ahí, nunca tuve que esforzarme para que estuvieran conmigo- no me quejo de mis amistades, y no es que ahora desee hacer nuevos amigos, creo que esta experiencia quiero reservarla solo a personas especiales, y como suele pasar mucho, casi nadie es especial -¡oh genial! - me levanto y camino al que parece su ropero -¿Donde busco?- busco una bermuda como me ha indicado -¿saco para ti?- le pregunto, cuando termino, regreso y dejo las prendas en al cama para comenzar a cambiarme. Me siento en la cama para quitarme los zapatos y los calcetines, dejo mi navaja en el mueve junto a la cama, me quito la playera y luego el pantalón y me pongo la ropa que me ha prestado.
Me acomodo de nuevo en la cama.
-Pues si, ¿para que me ibas a invitar a quedarme? si duermo en la sala ¿como podría ayudarte a sentirte mejor? - ni siquiera lo había duda, porque sería tonto pedir a alguien que se quede contigo, cuando estás mal y tenerlo en otra habitación ¡pero que tontería!
-Yo te ayudaré a que te sientas mejor. Siempre es posible sentirse mejor- he vivido toda clase de situaciones, obviamente la más pesada para mi fue la de mi infancia, pero aquí sigo, si yo sobreviví a eso, él puede superar esto.

Suspiro aliviado y hago un movimiento de cabeza, yo tampoco sabría cómo decir algo así, aunque creo que yo reaccioné peor que la gente normal, pero al menos al sincerarme Tohru me ha comprendido.

No tengo hermanos ni primos cercanos, fui alguien que creció lejos de familiares pero no por ello creo que haya sido malo, solo desconozco esa sensación que describe.
-Suena lindo, aunque con la familia uno también debe esforzarse a veces -pues eso creo que es normal, aunque como lo dijo suena un poco mal. No debería tomarlo así- pero me da gusto ser tu primer amigo fuera de las personas con las que creciste, me hace sentir especial -es raro cómo me hace sentir tan relajado, es como si me contagiara esa actitud suya de tomar las cosas menos en serio.
Me senté de nuevo sobre la cama y lo miré acercarse al closet, me reí antes de responderle, porque la verdad, la mayoría creo que sería más formal en este tipo de situaciones.
[color:8cf3=660099]-Están doblados a un lado -señalé la parte del costado del closet- ah... sí, por favor, una bermuda o pantalón, lo que sea ¿También podrías pasarme una playera? -recién recordé que no estaba usando nada desde hace un rato, me dio un poco de vergüenza pero pasó rápido, él ni siquiera se interesa por esas cosas.
Tomé la bermuda que me dio y me la coloqué, y luego me quité la camisa. Junté mi ropa y la lancé a una esquina del cuarto, mañana temprano la pondré en su lugar, estoy un poco cansado para cuidar tantos detalles.
-Suena lógico si lo dices tan claramente -yo soy del tipo que pregunta demasiado, así que primero pediría permiso antes de meterme en su cama- gracias -me acosté de nuevo y me giré a él, no creí que a estas alturas podría conocer a alguien así, y hacerme de un amigo tan cercano, pero al no buscar las cosas llegan más fácil y por sí solas- me ayudaste mucho hoy, Tohru, si no fuera por ti estaría en muy mal estado. Y creo que no solo hoy, las veces que salíamos juntos me ayudaban a soportar la soledad -solté un suspiro y cerré los ojos- es raro, no soy alguien que esté solo. Tengo mis padres, amigos, compañeros de trabajo que me agradan... pero a veces me sentía así solo porque Mei no quería verme -abrí de nuevo los ojos, tal vez ya le tengo aburrido con mi charla sobre esto, incontables veces he expresado lo mucho que extraño a Mei- pero cuando estoy contigo es más fácil de llevar -le di una palmada en el brazo y sonreí- bueno, creo que debes estar cansado, es mejor si dormimos. Mañana seguro la hinchazón bajó, así que prepararemos juntos el desayuno -eso sonó un poco como amenaza, sentí como si lo estuviera amenazando pero no me dejó una sensación mala, todo lo contrario.

Sonrío, porque tiene razón, él es especial, ya quiero contarle a Touji sobre esto, tal vez a Chi también, aunque desde que regreso no tiene mucho tiempo para mi, hasta pareciera que éramos más cercanos cuando estaba lejos y no ahora que ha regresado. Al comienzo todo era Yuu, Yuu y Yuu, y bueno eso lo entiendo, Chi siempre ha tenido que estar corriendo en círculos al rededor de Yuu buscando su atención para todo. Pero ahora, veo muchas veces solo a Yuu, y solo me dice que Chi salió. La verdad estoy un poco molesto con él por como me ha hecho un poco de lado, por eso no le he contado nada.

Busco la ropa donde me ha indicado, como se veía cómodo, pensé que tal vez no le importaba dormir así, pero como me ha ofrecido una prenda para mi, supongo que está acostumbrado a dormir así, por eso le ofrezco una para él. Busco una playera porque la ha pedido, al final parece que es más pudoroso de lo que pensaba, como se comportaba tan tranquilo desde que se quitó el pantalón, pero al parecer me equivoqué.

Sonrío bien grande mientras me cuenta lo mucho que lo he ayudado. Siempre me ha molestado cuando se pone a hablar del novio, casi lo odio, pero saber que yo le he hecho sentir bien, eso me compensa.
-Lo notaba- desde el primer día en tratarnos, él habló de “Mei”, de hecho eso fue lo que despertó mi interés en él -Es es porque soy una persona muy divertida- la verdad tampoco hago mucho, pero si lo ayudo a dejar de pensar en el loco ese, pues me alegro -¿Yo ayudar para el desayuno? no juegues, eso no pasará- le digo riendo porque si quiera se le ocurra pensar que podría ser de esa manera.
Me acerco para acurrucarme a su lado y creo que el confirmar que somos amigos y que me acepta como soy, me ha hecho soltar un gran peso, y no tardo casi nada en quedar dormido.

Le sonreí por su modestia, pero no me molesta, él tiene razón y aunque normalmente creo que estas actitudes son un poco soberbias, Tohru lo dice muy natural y no lo hace ver como un presumido.
-Sí, eres divertido, es muy agradable pasar tiempo contigo -últimamente no he salido con amigos, a veces con colegas del trabajo pero nuestras pláticas siempre son sobre eso, nunca pasamos a temas íntimos y la plática se siente un poco forzada. Pero con Tohru no es así, desde el primer encuentro me abrí con él y por eso ahora es la persona a la que me siento más cercano. Asb es un amigo irreemplazable para mí y el tiempo y las cosas que vivimos juntos dudo las pueda tener con alguien más, pero Tohru también es una persona con la que ni siquiera aspiraba a estar, no es el tipo de chico que me interese para ser mi amigo, sin embargo con el tiempo me di cuenta que nuestra espontánea relación es más especial que muchas de las que tuve en el pasado.
Solo me reí de él, definitivamente haré que se levante mañana a preparar conmigo el desayuno, será divertido verlo hacer algo de comer si es que nunca lo hizo antes.
-Descansa -él se acurrucó conmigo y fue un poco raro, pues aunque somos amigos este tipo de contacto me parece demasiado íntimo y no estoy acostumbrado. Pero no le pedí que se moviera, porque de alguna forma me hizo sentir bien y pasé mi brazo alrededor de sus hombros para luego cerrar los ojos. No me siento tan solo, y tal vez porque en este día tuve demasiadas emociones fuertes que caí rendido sin algún sueño que se pasara por mi cabeza.

Por la mañana sentí el brazo entumido y me moví para buscar comodidad. Abrí los ojos y tallé mi cara, y miré a Tohru aún dormido a mi lado. Me quedé un rato recostado mientras el sueño comenzaba a irse, él no se mueve para nada y yo tampoco, pero al comenzar a percibir el dolor en la pierna, me senté con cuidado para tomar mis pastillas.
-Diablos, las dejé en la cocina -miré de nuevo a Tohru, esto es un poco incómodo porque estábamos algo pegados y mis reacciones matutinas son inevitables, pero él sigue dormido así que pude levantarme al baño sin tener la necesidad de explicar nada, aunque él probablemente ese igual que yo.
Luego de pasar al baño y lavar mi cara, salí del sanitario y busqué el frasco, tomé dos píldoras y prendí la cafetera, y regresé a la habitación para levantar a Tohru. No es tan temprano, así que supongo pudo dormir bien.
-Tohru -me senté a un lado en la cama y di un par de palmadas en su hombro- ¿no quieres desayunar? -comencé a acariciar su cabello y cuando despertó, me levanté- te esperaré en la cocina, ¿qué te gustaría desayunar? -estaba por salir y me detuve, me giré a verlo y sonreír- recuerda que debes ayudarme -me fui de la habitación. Aunque le dije eso, aún así comencé a preparar algo de comida para ambos.
Revisé mi teléfono y suspiré, ayer ni siquiera hablé con la madre de Mei después de eso, por eso escribí un mensaje a Jiro para pedir su número de contacto. Ya lo decidí, no pienso dejarlo, y si lo hará quiero que sea cuando se encuentre completamente bien. Hasta entonces, no aceptaré terminar esto.

Siento algo de movimiento en la cama, pero he dormido tan a gusto que no me quiero despertar. Pero luego sentí esas caricias en mi cabello y con pesadez abrí mis ojos.
Veo una silueta borrosa, que poco a poco toma forma y logro distinguir a Evan y sonrió.
Lo veo mientras sale, de la habitación. ¿Que dijo antes de irse?
-¿en serio quiere que le ayude?- me quejo tallando mi cara.
Doy un par de vueltas en la cama para intentar dormir, pero él ha dicho que lo ayude, así que aunque no tengo ganas, me levanto de la cama.
Paso al baño, como no logro despertar del todo lavo mi cara para ver si eso me ayuda.

Salgo de la habitación arrastrando los pies, suelto el aire en un suspiro.
-ya me levanté- le aviso, aunque llego a sentarme en el primer lugar que encuentro -oye nunca he hecho esto, mejor me quedo aquí sin estorbar- sugiero con una sonrisa grande y de niño bueno para que no me haga hacer eso.