Rotos [Mei]

Recuerdo del primer mensaje :

Pedí permiso en la compañía para salir antes hoy, generalmente no haría esto pero llegué a un punto que creo ya no pienso con claridad, mucho menos con la misma objetividad de antes. Estos meses han sido estresantes, me siento como un idiota, como un acosador y una gran molestia. No dejo de escribirle a Mei todos los días, a veces ni recibo respuesta pero continúo haciéndolo. Creí que las cosas estarían así un corto tiempo y luego volveríamos a ser como antes, pero dios, sí que fui ingenuo. Las cosas han empeorado, la distancia se ha hecho mayor y ni siquiera me permite hablarle o verlo. He ido a la universidad, le he llamado, le dije sobre ir a su casa y nada de eso funciona. Siento como si cada vez que le escribo resulto una gran carga, y aunque también le he preguntado sobre eso nunca obtengo una respuesta clara. A este punto ya no sé qué pasará, tampoco puedo pedir un consejo a nadie, solo a Tohru, pero me ha repetido lo mismo una y otra vez. Siento como si tuviera razón, cada día que pasa considero la posibilidad de dejarlo, pero.... no puedo, y no quiero hacerlo. Dije que lucharía por él y se lo demostraría pero me estoy quedando sin fuerzas.

Me alisté para ir a buscarlo a uno de sus torneos, gracias a que me topé a uno de los conocidos de su club es que me enteré, porque ni siquiera Jiro es capaz de ayudarme un poco, incluso discutimos porque dice que soy demasiado insistente, me hizo sentir como un loco y a poco estuve de mandarlo al diablo. No es su culpa, lo sé, pero es difícil no tenerle rencor, él es capaz de ver a Mei, de hablar con él, de salir con él, mientras yo tengo que soportar y esperar.
-Buenas tardes, disculpe -pregunté por el salón donde se llevaría a cabo el torneo, y me dijeron que hace rato que había empezado, solo espero haber llegado a tiempo.
Por fortuna fue así, cuando entré al gran salón seguía lleno de gente, y me senté en la parte trasera a esperar. No tardé en localizarlo y sonreí, sentí mi pecho agitado pero un poco de calma, al menos está concentrado, ha logrado salir adelante a pesar de que no estoy ahí.
Pasó un rato y también pude ver a Jiro al lado de los otros jugadores, no le presté atención y me concentré en Mei. Cuando terminó caminé hacia ellos, pero casi a punto de llegar, me detuve y mi sonrisa por la emoción, se borró. De nuevo retomé mis pasos, sé que no debería mostrarme con esta cara molesta después de tanto tiempo, sé que tengo que felicitarlo, preguntar cómo está, pero... no es fácil si él está al lado de su exnovio y con esa sonrisa.
-Mei -le llamé, la gente pasa cerca de nosotros y sus amigos ya se han despedido de él, pero nada de eso existe ahora. Debería correr estos pocos pasos que nos separan y abrazarlo, decirle lo mucho que lo extrañé, cuánto lo amo y preguntar cómo le ha ido, pero mi cara se quedó seria mirándolo, no puedo evitarlo, duele mucho pensar en el porqué ya no quiere verme y que esa imagen lo corrobore.

Evan:

Después de enviar el mensaje lavo mis manos y comienzo a preparar el desayuno. Le llame a Tohru hace un rato pero parece que yo me encargaré de ello, por eso me decido por algo sencillo como hot cackes y un poco de café
Cuando lo veo salir de la recámara sonrío, apenas si tiene abiertos los ojos, y en cuanto se sienta me recargo en la barra y lo miro.
-No te preocupes, estaré aquí para vigilarte -camino hacia él y tomo su mano para que se levante. Ya está la masa lista, solo falta prepararlos y agregarles algo encima- sabes usar la licuadora, ¿cierto? -lo miro dudoso, y luego suelto un suspiro- -bien, te encargaras de poner los platos y los vasos -como aun lo llevo de la mano, lo conduzco hasta la alacena porque todavía luce adormilado- aquí platos, vasos, y allá hay cosas como chocolate, mien y algunas cosas para agregarles. Si quieres con tocino pásame unas tiras del refrigerador -volví a la estufa y terminé de preparar el desayuno, y serví en los platos que él dejó sobre la barra. Luego serví café para ambos y me senté junto a él en la barra.
-¿Dormiste bien? -parece que podría dormir más tiempo, tal vez debí dejarlo descansar, aunque yo debería prepararme para trabajar pero ya es tarde, avisaré en un rato, aunque seguro me espera un gran regaño, pero no me siento en condiciones de ir- ¿tienes algo que hacer hoy? -continuamos desayunando. Me siento a gusto estando con él, aunque también estoy pensando en aprovechar el día e ir a buscar a la madre de Mei, no quiero dejar pasar mucho tiempo.
Terminamos el desayuno y comencé a lavar los trastes, aunque le hice a él que los recogiera, es divertido mirarlo así, parece que en su casa no hace nada de esto.

Resoplo al ver que el insiste en que debo ayudar, ni sé para que quiere que lo haga, obviamente puede solo, no sé porque insiste tanto con esto. Como me toma de la mano lo sigo sin nada de ganas.
-Supongo- no parece un aparato complejo, he visto a mamá usarla, pero creo que el nota que ni siquiera eso he hecho antes, así que me lleva a otra parte de la cocina.
comienzo a poner los platos y vasos, y saco las cosas para agregar. Busco un poco de mantequilla para los míos.
-Si, bastante, por lo general despierto temprano para hacer algunos encargos- en cuanto termino de poner las cosas me vuelvo a sentar -¿Y tú?- parece de buen humor, pero intento seguirle la platica -Si, tengo que hacer unas cosas para Nobu, es uno de mis amigos y mi jefe, supongo- en realidad yo no lo veo como mi jefe, pero en el clan tiene un rango mucho mayor que el mío.
Desayunamos juntos, y poco a poco me voy despertando, y platicamos de cosas algo irrelevantes, pero divertidas.
Al terminar regreso a la habitación y tomo mis cosas.
-Bueno, me voy, hoy si tengo que hacer algunas cosas- le sonrío y camino a la puerta, pero antes de salir me giro para abrazarlo rodeando su cuello -pasé una linda noche- me siento feliz porque por primera vez he hecho un amigo fuera del clan, y me ha aceptado incluso sabiendo la verdad.
Me separo de él y le doy un golpecito en el hombro.
-Si me necesitas, solo llámame- salgo de su casa y tomo un taxi, checo mis pendientes de ayer, no son muchos y los de doy, parece que son cosas que puedo terminar temprano. Tengo ganas de poder ver a Touji y contarle lo que ha pasado, seguro se pondrá feliz por mi, al saber que he hecho un amigo de verdad.