Reencuentro inesperado//Evan Crawford

Falta a clase de vez en cuando es una una de las maneras en que puedo romper un poco la aburrida rutina. Así que luego de una aburrida clase de estadística, necesitaba un respiro. No me importaba la siguiente tortuosa clase que se aproximaba, yo fui directo al estacionamiento y colocando unos lentes oscuros sobre mis ojos aceleré tanto como me fue posible, alejándome de aquel recinto de conocimientos que para mi no era mas que una prisión.

El ruido del motor de la motocicleta me hace sentir en clama, y el viento chocando contra mi cuerpo, mi rostro, alborotando mi cabello, eso me hace sentir vivo.
Cuando llegué a la carretera, ahora libre del tráfico de la ciudad, aceleré como si no existiera un mañana, las llantas se derrapaban en las curvas, pero mientras la motocicleta siga en pie, yo no pienso detenerme. O al menos ese era mi plan, porque de pronto, vi aquel hermoso e imponente lugar. Estaba llegando a aquel bosque, que tantas veces había visto de reojo al pasar a toda velocidad, y aunque el lugar siempre me parece agradable nunca me detengo, y mi plan no era hacerlo, solo quería admirarle un poco. Pero la velocidad de mi moto comenzó a bajar, poco a poco terminé detenido a la orilla de la carretera.
-¡Malición no!- exclamé molesto al no poder echarla a andar de nuevo y resignado saqué mi celular para llamar a algún empleado, pero mi suerte no podía ser peor. No había señal, así que sentado al inicio de aquel espeso bosque me senté a esperar que algún vehículo pasara.
-que vergonzoso- reprocho a la nada por tener que verme en tal situación.

La ventaja de ahora solo dar clase a los alumnos mayores es que mis tardes quedan libres, inmediatamente termino me dirijo a casa, sé que Asb tiene un horario más apretado, así que aprovecho para preparar la cena, hacer compras o dedicar mi tiempo a mis amigos e incluso a mis padres. Pero también me gusta simplemente dar vueltas en coche, alejarme un poco de la ciudad y sentarme un rato en algún parque. Ese tiempo a solas es relajante, no es porque las personas me estresen, simplemente pasar tiempo leyendo con el sonido del viento y nada más alrededor, me encanta. Esta vez mi recorrido fue más lejos de lo normal, mi vida es tan tranquila que me parece irreal, tal vez Asb ya no está todo el tiempo conmigo pero el vivir juntos fue un gran paso, estoy tan feliz por ello que la sonrisa se refleja en mi rostro y el cristal de mi auto.

He prendido la radio para amenizar mi paseo, canciones modernas, noticieros, chismes que no comprendo, al final me he parado a un lado para sacar de la guantera un disco de música noventera. Lo he puesto a un volumen considerable y abrí las ventanas del coche para poder sentir el aire y apagar ese clima que empieza a darme un poco de frío.
-Qué… -mi velocidad es un poco lenta, aprovecho la solitaria carretera para desperdiciar un poco de combustible y llevar un ritmo tranquilo, y es gracias a eso que a lo lejos veo una persona haciendo una señal de ayuda.

Pase derecho para poder estacionar el auto en un hueco y no ser un estorbo en la carretera, desabroché el cinturón y salí del auto tomando las llaves y mi celular conmigo.
-¿Está bien? -inmediatamente bajé intenté comunicarme con la persona, solo espero no le haya pasado nada grave. Me agaché ligeramente a despegar una hoja de mis zapatos, y al alzar la vista y acomodarme las gafas sentí algo impactar en mi pecho, tan fuerte que me quedé quieto por unos segundos- Mei...er… oh -esto, estoy completamente en blanco.

Lo malo de elegir esta ruta es que está prácticamente desértico de tráfico. Me quito los lentes y pongo ese señal de ayuda, no pienso pasarme todo el rato con el pulgar levantado, si no aparece nadie, pues creo que tendré que caminar un poco o mas bien mucho.
El rato pasa y me relajo un poco recargando mi espalda en uno de los troncos de los arboles. No me gusta esto de relajarme, pasar tanto tiempo sin hacer nada es asfixiante para mi, necesito mover, estar en compañía de clase, hacer algo.
Me pongo de pie y sacudo mi ropa y vuelvo a poner mis lentes en mi rostro. Comienzo a mover de un lado a otro, pateo una de las llantas de la motocicleta y por milagro un auto pasa y por humillante que parezca he terminado levantando el pulgar.
La persona parece que sigue de largo, pero al final se detiene, yo solo sonrío de que no tendré que caminar kilometros de regreso, y bueno, solo necesito que me lleve hasta donde pueda conseguir señal para mi celular.

Cuando lo veo bajar del auto siento como si la saliva de mi boca se volviera espesa que no la puedo tragar. Terminé mi vida en ese colegio con mucho esfuerzo evitando mirarle y ahora aparece aquí, después de tanto tiempo. Mi corazón se hace pequeño y parece que quiere detener sus latidos porque ahora son muy muy lentos, ¿o son tan rápidos que no los noto?
-ey- saludo con una sonrisa y moviendo mi mano hacia un lado. Si me comporto como si nada pasara, como si me diera igual, como si fuera cualquier conocido. Porque este sigo siendo yo, un falso y mentiroso que no deja que nadie sepa lo que siente. Me quito los lentos en un ademán de verlo mejor y sigo sonriendo de manera afable... lo odio tanto porque no he podido olvidarlo.
El dice mi nombre de esa manera tan rara, pero al menos lo recuerda.
-mi moto falló- explico la obvio porque el parece un poco ¿confundido? no lo sé. Si estuviera en otro lugar, escaparía de él, pero ahora estoy atrapado, y aunque mis piernas solo están ansiosas por dar la vuelta y huir, no soy un idiota.

¿Hace cuánto que no me sentía así por pensar en él?, sería una mentira decir que no lo recordaba, pero mi corazón en algún momento dejó de latir con locura por ese recuerdo, empecé a tomarle como algo que pasó, ni bueno ni malo, simplemente una cosa que forma parte de mi, no es una lección ni algo de lo que deba avergonzarme, solo lo tengo como algo importante que recuerdo para mi, sin comentar a nadie y mucho menos a Asb, es simplemente un pensamiento que se disuelve nuevamente y tan rápido.
Pero ahora eso ha quedado descartado, esos latidos que llegan a mis oídos de alguna parte, mis piernas caminando lento hacia él y mi mirada fija en ese rostro que sigue casi igual, su cabello, su figura, no ha cambiado mucho.
-Oh -he repetido como idiota y me asomo a un lado para ver su motocicleta- qué mala suerte -¿qué se supone que diga?, ¿cómo estás?, ¿qué gusto verte?. No lo sé, solo me acerco a su moto estacionada y reviso… nada, no puedo concentrarme.

Tomo aire y trato de calmarme, ¿cuánto tiempo ha sido? seguramente él ya se olvidó de todo porque desde aquella pelea nunca volvimos a hablar.
-¿Alguna idea de lo que pasó?, la verdad no estoy muy familiarizado con las motocicletas, pero tú dime qué hacer y puedo ayudarte -nuevamente me dirijo a él, sigue tan radiante- que extraña coincidencia, ¿cómo has estado? -¿está bien que hable tan casual?, bueno, no lo sé, él parece bien, pero era lo mismo en el pasado. Me siento confundido y tenso, ha sido tanto tiempo y aun así me siento culpable por algo, y él ya es casi un adulto, eso, ya quedó atrás.

Relamo mis labios para humedecer un poco, hace mucho calor pero el viento pega de manera agradable, he sacado el móvil para ver la hora y de paso mi recepción, estamos en medio de la nada, es normal que no haya hecho alguna llamada. Esta coincidencia ni siquiera sé cómo tomarla, pero creo que lo pienso demasiado, solo me limitaré a ayudarlo.

Que mala suerte, justo eso pensaba cuando vi que no tenía señal, pero ahora estoy mucho mas seguro de que este no es un buen día. Encontrarlo a él, verlo... me hace sentir como en aquellos días, tan al borde del precipicio, sintiendo como esa desesperación comienza a estirar sus brazos rodeándome y susurrando que nunca podré escapar de esos sentimientos y tormentos.
-si, bastante mala- le doy la razón con mi dulce sonrisa para él.

Sonrio porque el intenta saber que pasa con mi moto, pero al final dice que no sabe mucho de ellas, ¿entonces para que hace al cuento de ver que puede estar mal?
-yo solo se manejarlas- comento divertido, en realidad claro que se, cosas simples obviamente, pero cuando se trata del motor prefiero no jugar a arreglarlas, pero bueno, quedar como solo un joven mimado de siempre no esta mal para mi -pues necesito llamar a casa para que vengan por mi, pero no hay señal, si puedes acercarme a algún lugar donde el celular funcione mas que como un pisapapeles- deberle un favor, que molesto será, pero al menos creo que ya no será como en el pasado. Yo ya no soy ese niño desesperado por tener su atención, que deseaba que le amara y le cuidara.
-normal, aveces bien, aveces como hoy aburrido... la universidad es aburrida. ¿Tu?- tanto tiempo ignorándonos y ahora platicando como si nada, esto se siente tan falso para mi, aunque claro, al menos ya no siento esta necesidad de dejar salir la honestidad cuando le miro a los ojos.

Me acercó a él y le miro inclinándome un poco hacia enfrente aunque guardando una distancia razonable, no quiero ni siquiera sentir ese aroma suyo.
-estas mas viejo- le digo con un poco de burla, la verdad es que siempre lo recordé apuesto, pero ahora me doy cuenta que realmente no recordaba lo mucho que me gustaba, lo hermoso que siempre me pareció.

Todo normal, él parece haber madurado o es que su actuación se ha perfeccionado. No, él ya era así, dos años son mucho y nada, estoy muy confundido porque tal vez soy solo yo pensando demasiado en cosas que ya quedaron atrás, y tal vez él ahora lleva una vida tan normal como la mía. Es solo que, no sé, siento nostalgia por nuestros buenos ratos.
-Claro, aunque nos llevará un rato, supongo que tu moto estará bien ya no que no pasa mucha gente por aquí, ¿cuánto tiempo has esperado? -una plática común es lo que necesito, si me quedo en silencio empezaré a ponerme más nervioso de lo que ya me siento.

-Yo bien, el trabajo e ir a casa, ya sabes… la rutina -él está bien, bueno sí, no esperaba que reaccionara como en el pasado, no es como si haya pasado una década pero un par de años pueden cambiar muchas cosas. Sin embargo ambos damos una limitada respuesta, algo insinuando “no preguntes más”, al menos por mi parte así es, aunque quiero saber, preguntar, platicar con normalidad y comentar con gracia esos acontecimientos del pasado. Poder llegar a casa y decirle a Asb que lo vi, que está bien, que ha madurado y sentir que por fin todo terminó. Porque era un ciclo inconcluso, el no darnos una última frase, y aunque ahora puede ser una oportunidad perfecta tengo mucho miedo de tocar el tema.

Él se acerca apenas un par de pasos más, pensé que lo haría como en el pasado pero ha mantenido una distancia considerable.
-Ah jajaja, más o menos -comento riendo con una sonrisa honesta porque es verdad, me estoy volviendo viejo pero también creo que estoy entrando en la mejor etapa de mi vida- ya casi tengo treinta, por alguna razón las personas le tememos a esta edad -estiro mis brazos mientras un tono perezoso adorna mis palabras, luego doy media vuelta esperando que él me siga- te llevaré, vamos -¿qué hablaré en el camino?, estar en un espacio reducido y a solas no es tan cómodo. Mis manos empiezan a temblar.

Miro la motocicleta y solo muevo mis hombros con desgana, no soy un tipo apegado a cosas materiales, bien se pueden comprar cosas nuevas y mejores, no es como si para mi dejar una motocicleta representara un daño fatal para la economía de mi familia.
-no importa, puedo comprar otra- mi voz habla con seguridad y superioridad, no lo puedo evitar, tal vez porque se que eso le molesta. Al menos quiero ser ese insufrible chico que le desagradaba, ese al que no quería como amigo -no estoy seguro, ha parecido una eternidad- explico con un tono un tanto fatalista y luego solo me río.

-la rutina, como la odio, pero creo que por eso he terminado aquí, es como la venganza de la vida por querer escapar de la rutina- aunque incluso venir por este lugar es algún tipo de rutina, si avece tomo otras rutas, pero esta es en la que mas puedo acelerar -¿ya no vives en el colegio? ¿ya no estás trabajando ahí?- como si eso debiera importarme, pero quiero saber, ¿sigue con ese idiota de Asbjörn? que me importa, no quiero saber, no me interesa saber.

Pensé en acercarme mas y jugar a ese tonto juego de darle un beso y en alguna parte, pero ya no soy ese idiota que esperaba conseguir un poco de su corazón con esos tontos juegos, realmente que era demasiado imbecil e ingenuo cuando se trataba de Evan.
Alejo mi mirada de sus ojos porque creo que si le miro por mas tiempo terminaré regresando a ser ese niño idiota. Mi corazón se ha estrujado por mirar sus ojos, creo que sigo sintiendo debilidad por este hombre. No digo nada mas sobre su edad, solo me enderezo -gracias- le digo con la sonrisa en mi rostro. Ni siquiera me atrevo a decir su nombre...
Subo al auto del lado del copiloto y bajo la ventanilla por completo, esperando que el sonido del aire nos impida seguir con esta cordial y desagradable platica.

Solo he dejado salir una risa por su comentario, para él lo material no tiene tanto valor como para mi, no es porque sea alguien superficial, pero yo no puedo darme el lujo de desechar las cosas con tanta facilidad, me ha costado obtenerlas y aunque llevo una vida cómoda, aún así no es como si me gustara tirar el dinero.
Es gracioso cómo de tantas personas posibles fui yo quien lo encontró, si lo contara seguramente nadie iba a creerme porque ¿no es imposible?, casi imposible, encontrarme con alguien de mi pasado que fue importante y me hizo cambiar ciertas cosas, no es algo que pase normalmente y aún así, aquí estamos.

-Uno termina por acostumbrarse, aunque creo que todos llevan su rutina, solo que algunos la tienen más interesante -la mía no es mala, ir al colegio, salir y regresar a casa para estar con Asb, a veces pasear y otras permanecer acostados perdiendo el tiempo. Poco o mucho toda mi vida se ve envuelto en ella, cambia conforme voy creciendo pero nunca he pensado que es desagradable o sofocante, quitando el estrés del trabajo puedo asegurar que me siento conforme con ella, ya sea solo o acompañado.
-Sí, aunque menos tiempo, y ahora vivo por mi cuenta, al trabajar solo por las mañanas no hay necesidad para vivir allí -eso sin contar que en ocasiones doy tutoría privada, y al ser informal utilizo nuestro espacio para ello.

Subo al auto y coloco el cinturón, luego enciendo el coche. Pensaba poner el clima pero él abrió su ventana y la mía quedó así desde hace un rato.
-Tu cinturón -me inclino hacia él, estaba por abrocharlo pero he reaccionado a tiempo y me enderezo lentamente. No digo nada más, echo a andar el auto mientras mi vista no se despega del frente, ¿qué estaba pensando?, no lo hacía, por un momento actue con normalidad y tal vez eso es lo que necesito, ser yo sin tener en cuenta quién es él, solo algún conocido, mi ex alumno, un ex amigo.

Giro un poco los ojos cuando el dice ese discursito suyo, ¿no puede dejar de lado su necesidad por enseñar una lección?
-si, si, tienes razón- no voy a ponerme a discutir con él. En el pasado, aunque tuviera una opinión similar a la de él, por el simple hecho de llevarle la contraria, yo solo me ponía inmediatamente en el lado de la oposición. Solo porque discutir con él hacía que nuestros encuentros fueran mas largos.
Pero ya no tengo motivos para hacerlo, el ya no es importante en mi vida... no lo es, no importa que mi corazón golpee mi pecho en señal de protesta.

-oh- no debí preguntar, ahora solo estoy recordando aquella vez en su habitación. Yo le quería tanto que era doloroso y el solo no me creía, pensaba que solo quería estar con cualquier persona que llenara mi vacío -que bien- digo con ese tono sincero y alegre, pero en realidad desearía solo ser indiferente, demostrarle que no me importa, pero no puedo hacerlo, no dejaré que él; después de tanto tiempo, me siga afectando de esa manera. Nada de arrebatos de sinceridad, nada de ese descontrol de mis emociones, no lo dejaré verme como el patético niño que el recuerda.

¿Por que el es así? he notado de reojo como se acerca para ayudarme con el cinturón. ¿Es que acaso hace eso con todo el mundo? no soy una chica, si, el sabe sobre mi sexualidad, pero no por eso debe tratarme de esta manera. Pero al menos se detiene. Estiro mi mano para tomar el cinturón y lo coloco.
-listo, señor seguridad- comento con burla y coloco de nuevo mis lentes de sol sobre mis ojos, porque no quiero mantengamos contacto directo, es absurdo pero al menos así me siento mas seguro.
-¿y como esta Asbjörn?- ya se que soy un idiota, no quiero saber nada de él, nada de ellos, pero necesito saberlo.

Creo que su actitud cambió, lo que pudo haber desatado algo se quedó en un simple “ya entendí”, y para él que yo me acerque no significa nada, no mide la distancia como yo, no toma en cuenta cada detalle de esta conversación para tratar de entender, solo habla como hablaría con cualquier conocido.
Me siento un poco decepcionado, soy horrible, debería estar tranquilo  porque así tengo la oportunidad de preguntar cómo se encuentra con sinceridad, de recordar sus viejos comportamientos en clase, reír estúpido por cómo era él, por cómo fui yo. Pero no, yo quería tal vez que él se tensara como yo, como pensé, muy dentro de mi deseo que no me olvide, siempre que venía a mi cabeza me preguntaba si de casualidad alguna vez él se acordaba de mi. Tal vez sí pero gradualmente se fue borrando la importancia que yo tenía en su vida.

-¿Eh?... -¿por qué ha preguntado por él?, bueno, es normal, supongo- bien -digo regresando la vista al frente- desde que dejó la escuela está más ocupado, pero le gusta lo que hace, puedes sentir que está en verdad contento con eso… -creo que bastaba con decir que se encuentra bien pero, quería demostrar que así era, porque sí, el alejarse de Min ayudó a que nuestra relación avanzara, y aunque yo no deje de enseñar no busqué a Mei, y todo eso fue nos hizo tener la vida de ahora- y Aaren, ¿cómo está? -ellos deben verse, además de amantes son hermanos, lo normal es que hasta vivan bajo el mismo techo. Le tengo un poco de envidia, porque no importa cómo y si algún día ellos terminaran, su relación se mantendría de alguna forma, pero nosotros no, solo somos dos extraños, con suerte me considera un conocido pero nada más- ¿siguen juntos? -debería morderme la lengua para no seguir hablando, pero quiero saber si él sigue con ese tipo apático, si viven juntos, si se aman… es una estupidez de mi parte, no me concierne y no ayuda que yo sepa algo sobre la vida personal de Mei.

¿Qué se habla normalmente con alguien que no ves hace mucho?, preguntar sobre cómo está, cómo le va en la escuela… no, eso sería demasiado desesperado, pero si no terminaré preguntando cosas incómodas, aunque también podría darme cuenta si lo que yo diga tiene peso en él, y si no es el caso entonces da igual si soy un poco curioso ¿no?. No lo sé, debería acelerar para llegar más rápido, pero mantengo la velocidad estable.

Esta bien, así que sigue juntos... supongo que era lo mas lógico, si no terminaron cuando Evan le engañó conmigo, creo que es imposible que lo hagan. Sonrío con complacencia como si saber que ese maldito esta bien. Desearía que no fuera así, desearía que Min, nunca se hubiera rendido con ese profesor tan molesto. Que incluso Aaren se huira esforzado por su persona amada. Lo quiero, lo quiero mucho, sin Aaren yo estaría en algún manicomio o muerto, realmente le quiero como mi pareja, y tal vez mis sentimientos por él ya van un poco mas allá, solo que aun no me atrevo a decírselo, es que eso no se lo he dicho a nadie mas que a Khaled. Pero en el pasado solo estábamos juntos porque era cómodo, y nadie, ni Aaren, ni Min, ni Hannu, mucho menos Asb y Evan, ninguno de ellos hizo el esfuerzo por estar con quien amaban, yo era quien menos derecho tenía a intentarlo, aunque deseaba hacerlo.
-genial, desapareció tan de repente, pero es bueno saber que esta bien- claro, como si me importara. Cuando el dejó la escuela pensé que Evan podría intentar buscarme pero no pasó. Suelto un suspiro mirando por la ventana. El paisaje no deja de cambiar, pero yo ahora no puedo apreciarlo ni un poco -que bueno que les va tan bien juntos- claro claro... muy bueno, personas como ellos deben estar juntos.

-seguro anda metido en los libros como siempre- comento riendo un poco por la manera de ser de mi hermano y novio. Yo sigo siendo mal en la escuela, solo hago lo mínimamente necesario para pasar materias, pero es que es tan aburrido.
-si- no entro en detalles como Evan lo ha hecho, no necesito decir que estamos bien, porque no quiero parecer presumido, se que si digo algo, solo lo haré para buscar alguna reacción de él, pero se que no habrá nada, si en el pasado no fue tan importante, ahora menos.
Lo bueno es que he desarrollado sentimientos por Aaren y él por mi. El fue mi mayor apoyo en mis peores momentos, pero no tengo porque hacer una exhibición de mis sentimientos por él, solo sonrío al recordarlo. Se que nuestra relación tal vez terminará pronto. Nuestros matrimonios están siendo arreglados, y no creo que Aaren quiera seguir conmigo cuando tenga que lidiar con eso, tal vez por eso no fui a vivir con él, porque sería dejar que lo nuestro avanzara a un mas. Nuestro futuro me aterra.

El conduce tan lento es hasta un poco aburrido, si no va mas rápido tengo miedo de que mi fachada comience a resquebrajarse.
-conduces muy lento- comento tomando mi celular para ver que aun no tengo señal. Evito mirar hasta de reojo a Evan, así que asomo un poco mi cabeza por la venta -¿no puedes acelerar?- es cansado platicar contigo, es agotador mantener la mascara cuando se trata de él y de lo que aun me hace sentir.

Aquella vez en que Asb decidió renunciar fue complicado para ambos, no era por el trabajo, él es muy capaz y sabía que incluso una oferta mejor vendría, fue esa forma tan desesperada que tuvo por salir de la vida de ese niño, de no tener más tropiezos en nuestra relación. Yo soy egoísta, no dejé el colegio pero al menos no busqué a Mei, me mantenía ocupado, lo evadía, había veces que incluso pasaba la tarde entera trabajando para no caer en el error de buscarlo, porque lo quería demasiado, quería ir a verlo y preguntar por él, por decirle que lo sentía, pero no, eso era injusto para ellos y aunque fue complicado, cuando se graduó fue todo un alivio.
Y aun ese último día mis ojos de repente se desviaban para verlo por última vez, porque lo extrañaba y quería acercarme para desearle buena suerte, para darle una última palabra, algo. Incluso presioné a Jiro y terminé expuesto, ni siquiera logré que me dijera algo, tal vez eso me hizo rendirme con tener algo que ver en su vida.
-Gracias -no es algo que quiero escuchar de él.

Sus respuestas son tan cortas, pero siguen juntos, bien, después de un par de años cualquiera puede desarrollar sentimientos fuertes por su pareja, eso quiere decir que Aaren pudo hacer que Mei mejorara y ahora llevan algo bueno.
Entonces ya, yo no tengo nada más que decir sobre el tema, no puedo preguntar porque no me interesa ver la bonita vida que llevan juntos. Está bien ¿no?, yo quería ayudarlo pero al final fue alguien más, pero si el propósito era su estabilidad ¿importa quién fue?, no, no debería pero, me siento celoso. Estúpido, soy un hombre que no comprende de sus propios sentimientos.

-Oh, bien -respondo acelerando un poco- ¿te incomoda estar conmigo a solas? -he sacado una broma tonta mientras me giro a verlo y sonrío como si fuera gracioso- lo siento, acostumbro a llevar este ritmo, sobre todo en esta ruta -mis ojos van hacia el frente y a ratos se desvían a él, su cabello sigue igual, tal vez ligeramente más largo. Sin pensar llevo mi mano a su cabeza y acaricio como si él fuera un niño- has crecido -¿a qué edad dejamos de crecer?, no era necesario decirlo y mucho menos acariciarlo, pero al menos mis manos han regresado al volante.

Parece que el intercambio de palabras entre nosotros a llegado a su fin, hemos dicho que estamos bien, que estamos con nuestras parejas. Pero aun así duele escuchar de su propia voz que sigue con esa persona a quien jamás fue una opción dejar por mi.
Desearía tener señal, creo que lo primero que haré será llamar a Aaren y decirle que lo extraño y disculparme porque hoy no podré quedarme con él. Si voy creo que se dará cuenta que no estoy bien, no quiero hacerlo preocupar por mi.

Juego con el celular en mis manos girándolo entre mis largos y delgados dedos. Mi madre siempre dijo que debí aprender a tocar el piano, pero era tan aburrido que jamás pase de solo unas clases.
-ja, ahora eres comediante- comento con un tono que deja ver que es malo haciendo chistes, pero me he comportado, no he dejado demostrar que no deseo tenerlo cerca, pero que lo diga me hace sentir un poco atrapado, como si me sintiera descubierto en el hecho de que aun estoy sintiendo esas cosas.
Mi celular se resbala de mis manos y cae entre mi regazo, todo porque el a tocado mi cabeza. Odio cuando hace eso, siempre lo he odiado. Empujaría si mano de un manotazo pero el la aleja antes de que pueda hacer algo.
-no me toques- pido muy serio -¡Maldición deten el auto!- grito con enojo, mientras desabrocho mi cinturón.

En cuanto es posible bajar del auto lo hago, mi celular cae al suelo le vehículo, pero no lo notó, he olvidado que lo tenía. Cierro la puerta con todas mis fuerzas.
-¿es que no podías seguir con ese aburrido teatro? ¿tenías que creértelo y atreverte a hacer una broma tan cruel? ¿tenías que tocar mi cabeza?- escupo las palabras enojado. Quito mis lentes y tallo mi cara con frustración y luego peino mi cabello -me iré caminando, no puedo soportar estar mas tiempo contigo- declaro solo comenzando a caminar por la orilla de la carretera.
Trago la saliva de mi boca, y limpio mis ojos por mero reflejo, pero no estoy llorando, hace tanto tiempo que no puedo llorar.

Terminé riendo nervioso, solo buscaba una broma estúpida para romper la tensión pero en cambio lo he empeorado. Pero no pasa nada más hasta después de esa caricia, en verdad creí que estaba bien... no, esperaba algo, una reacción, un reproche, quería ver lo que sea menos su indiferencia. Y obtengo ambos de la manera más violenta posible, mi corazón nervioso empieza a palpitar rápido y cuando veo cómo se saca el cinturón de seguridad disminuyo la velocidad y detengo el auto a la orilla de la carretera, irónicamente como él lo ha pedido.

-Mei, cálmate -sin embargo él es más rápido y sale del auto apenas me estaciono, a eso le sumo mi torpeza para reaccionar. Me quito el cinturón con dificultad, luego tomo las llaves y salgo a prisa tras de él- ¡Mei! -he gritado su nombre mientras camino tras de él. ¿Fingir?, él ya debería saber que yo soy pésimo fingiendo, que me afecta su presencia e inevitablemente intentaría algo estúpido. Porque al estar con él me vuelvo estúpido, irracional, inmaduro y todo eso que odio, soy alguien diferente y que actúa por instinto más que en cualquier otra ocasión- espera -he tomado su brazo y le obligo a parar, no puedo dejarlo en medio de la nada- estás muy lejos aún, no seas terco y deja que te lleve -ahora he intentado tomar su muñeca para regresar al auto, pero él no será tan obediente, necesito hacer algo porque dejarlo tirado no es opción, es decir, está tan alejado, alterado… necesito regresar, llevarlo, ¿dónde está mi celular?, pero creo que todavía no tengo señal.

Mi corazón está como loco, el sentir mis dedos tocando su piel ¿hace cuánto que no estábamos tan cerca?. Pero siempre termina mal, él está enojado y con justa razón, o no lo sé, no entiendo nada, ¿cómo se supone que adivine que él aún siente algo por mi? y es que no tengo claro si es enojo, odio, cariño. Ni siquiera entiendo lo que yo siento.
-No te voy a dejar ir, no seas estúpido, ¿cuánto crees que tienes que caminar para conseguir ayuda? -¿soy tan desagradable para él?, pero no voy a soltarlo tan fácil, han pasado dos años, uno haciendo uso de todas mi fuerza para no buscarlo y otro más perdiendo su rastro, no puedo dejarlo y desearle buena suerte, ni siquiera importa que estamos no sé dónde, yo solo quiero que se quede un rato más pero ¿para qué?. Debo disculparme pero seguramente se molestara conmigo. No lo entiendo, no sé qué quiere y soy tan necio que por la fuerza espero quedarme otro poco, porque después sé que no tendré tanta suerte y él desaparecerá frente a mi.

No puedo solo seguir fingiendo, no con él, menos si estamos solos. ¿Por que él me hace ser tan débil? perder mi voluntad, mi dignidad es algo tan fácil frente a él.
El detiene mi paso, yo lo sabía, sabía que no me dejaría solo, estamos en medio de la nada, pero es solo por eso, él y su estúpida forma de ser, jamás se permitiría abandonar a alguien aquí, no es porque sea yo, solo es su estúpida moral.

He dejado de caminar porque él me detiene, y solo miro al suelo, el dice que lo deje que me lleve. Yo solo quiero que me suelte, no quiero sentir su piel tocando la mía,  quiero dejar de escuchar su voz, su respiración, dejar de ser consciente de su existencia. Porque aun le quiero, le quiero tanto, dejar de pensar en él no ha borrado lo que mi cuerpo siente ahora que lo vuelvo a ver.
-pues ya deberías saber que soy estúpido, no me importa cuanto tengo que caminar, no quiero estar cerca de ti- digo con desprecio pero mis ojos siguen en el suelo, jalo mi mano para que me suelte, no puedo seguir soportando su tacto, porque eso me hace recordar las cosas de manera mas vivida y dolorosa.

-me haces daño, ni siquiera puedo pronunciar tu nombre- esto me hace sentir tan miserable, yo siendo todo esto por él, todos esos sentimientos enterrados y la culpa que tiempo atrás casi me hizo enloquecer, lo siento de nuevo -no te quiero ver, no te quiero escuchar, quiero pensar que no existes, desde el momento que me diste la espalda eso es lo que he pensado- y de alguna manera lo hice, le ignoraba por completo en la escuela, mis ojos jamás volverieron a encontrar los suyos. Era buen alumno en su clase para así ahorrarme el que me tuviera que reprender, no me dormía y solo estaba callado y atento a mi libro. Suelto una risa irónica, porque el me dijo que quería ser mi soporte, que quería ayudarme, pero no dudo en dejarme de lado por la persona a quien ama.
Mi voz falla, me duele la garganta, esa sensación molesta que se siente cuando quieres llorar, pero mis ojos están secos, parece que ya ni siquiera Evan puede hacer que yo llore. Al final creo que he dejado que parte de mi alma muriera y se fuera con Khaled, eso fue lo que tuve que hacer para mantenerme hasta el día de hoy.
Y mis ojos siguen mirando el asfalto, no me atrevo a mirarlo a él, no quiero perderme en sus ojos que tanto me hipnotizaban.
-déjame, has eso por mi, por favor, solo vete- le pido mientras doy un pequeño paso acercándome a él -vete o haré que te arrepientas aun mas de haberme encontrado de nuevo- levanto por fin mi mirada, sigo sin poder llorar, me mis ojos me arden por querer hacerlo -si amas a Asbjörn vete.