Reencuentro inesperado//Evan Crawford

Recuerdo del primer mensaje :

Falta a clase de vez en cuando es una una de las maneras en que puedo romper un poco la aburrida rutina. Así que luego de una aburrida clase de estadística, necesitaba un respiro. No me importaba la siguiente tortuosa clase que se aproximaba, yo fui directo al estacionamiento y colocando unos lentes oscuros sobre mis ojos aceleré tanto como me fue posible, alejándome de aquel recinto de conocimientos que para mi no era mas que una prisión.

El ruido del motor de la motocicleta me hace sentir en clama, y el viento chocando contra mi cuerpo, mi rostro, alborotando mi cabello, eso me hace sentir vivo.
Cuando llegué a la carretera, ahora libre del tráfico de la ciudad, aceleré como si no existiera un mañana, las llantas se derrapaban en las curvas, pero mientras la motocicleta siga en pie, yo no pienso detenerme. O al menos ese era mi plan, porque de pronto, vi aquel hermoso e imponente lugar. Estaba llegando a aquel bosque, que tantas veces había visto de reojo al pasar a toda velocidad, y aunque el lugar siempre me parece agradable nunca me detengo, y mi plan no era hacerlo, solo quería admirarle un poco. Pero la velocidad de mi moto comenzó a bajar, poco a poco terminé detenido a la orilla de la carretera.
-¡Malición no!- exclamé molesto al no poder echarla a andar de nuevo y resignado saqué mi celular para llamar a algún empleado, pero mi suerte no podía ser peor. No había señal, así que sentado al inicio de aquel espeso bosque me senté a esperar que algún vehículo pasara.
-que vergonzoso- reprocho a la nada por tener que verme en tal situación.

¿Tan desesperadamente quiere estar lejos de mi?, porque es obvio que alguien como él no tomaría esa decisión  a la ligera, espero tanto tiempo a la orilla y de repente tiene ganas de caminar, ¿es demasiado lo que le desagrado?, no entiendo exactamente de qué manera me ve o por qué le afecta tanto estar conmigo.
Sé que hace tiempo hice cosas sin pensar y lo lastimé, y que una disculpa apropiada no arreglara nada, si lo hago todo terminará peor porque al tratarse de Mei no sé cómo actuar, todo lo que hago o digo está mal. Estar con él está mal, huír de él también, acercarme, alejarme, ¿qué espera que haga?, y luego yo tampoco entiendo cómo debo comportarme, yo solo quiero, en este momento, estar un poco más de tiempo a su lado.

-¿Me odias, Mei? -mis ojos van al suelo, ya no sostengo su muñeca pero tampoco me voy como él quiere, lo hice una vez, me alejé y pretendí que todo terminó, pero creo que nunca inició nada. Todo entre nosotros fue extraño e intenso, él con Aaren y yo con Asb, y nuevamente salen esos pensamientos egoístas de quererlo conmigo por sobre todas las cosas, no como amante o como un amigo, simplemente que esté en mi vida. Tengo un sentimiento desesperado cuando lo veo, quiero abrazarlo, reír con él, bromear, comer juntos a ratos. Maldita sea extraño tanto esos momentos juntos, tenía que arruinarlo pero exactamente ¿a dónde íbamos?. No soy idiota, solo pretendo no saber porque aunque han pasado los años tengo miedo de aceptar que lo quiero.

Su amenaza me hace levantar la vista, siento mi pecho estrujarse y algo se atora en mi garganta, todo a su alrededor se nubla y empiezo a recordar que algunas cosas han cambiado, que ya no debería hacer esto. Pude tomar distancia antes, ahora debería ser más fácil porque supuestamente el tiempo cura las heridas y se lleva consigo sentimientos, pero no, todo por Mei sigue tan estancado en mi que me duele escucharle hablar así.
-Entiendo -doy un par de pasos hacia atrás y me doy la vuelta para caminar otros tres más- no, la verdad no te entiendo -me giro hacia él para que mi voz que a cada palabra eleva su tono, llegue a él- no entiendo por qué soy la única persona que te hace daño, o por qué me detestas, lo siento ¿ok?, lamento haber arruinado todo, lamento que aunque pasen los años siga teniendo esa estúpida necesidad por verte, ¡pero al demonio todo! -de nuevo me volteo y camino un poco más rápido hacia mi auto- carajo -susurro mientras me detengo y para no avanzar de nuevo hacia él solo me acuclillo llevando mi mano a mi boca.

¿Odiarlo? es hiriente escuchar su pregunta, es que acaso ¿nunca ha sido obvio lo que siento? incluso Aaren lo notó aquella vez en el restaurante.
Duele, duele el saber que el ni siquiera entiende lo que he sentido por el desde hace mucho tiempo, desde que lo empecé a conocer, esa necesidad que tenía por estar con él con el pretexto de que le quería quitar a su novio. Asb dejo de ser de mi interés casi de inmediato y Evan era lo único que me interesaba.
-¿realmente no lo sabes?- el no tiene idea de lo que sentía por él, el es tan idiota que realmente pensaba que para mi era indiferente la persona que estuviera a mi lado.

Escuchar como solo acepta es la confirmación que me hace recordar que el siempre ha preferido a ese otro hombre y que yo no fui mas que... ni siquiera se que es lo que fui para él, creo que solo fui nada. Un niño que revoloteaba alrededor suyo.
¿El quería verme? si como no. Creo que cuando el dice esa clase de cosas lo odio, porque insinúa que yo le importo pero al mismo tiempo demuestra que no.
-eres un imbécil- digo cruzándome de brazos al verlo de cuclillas -¿por que me haces daño? porque te qui, quería, por eso no puedo soportarte, porque para ti yo no era mas que un crío caprichoso que solo quería a alguien que le consolara. Tomaste tan a la ligera mis sentimientos, pero yo habría dejado a Aaren si en aquel baño tu me hubieras dado una esperanza. Porque dijiste que no me dejarías solo y yo te quise creer, confié en ti, y ni siquiera pude tener tu amistad, porque para ti solo es tu amado novio y nadie mas, nada mas importa. No soporto mirar tus ojos, decir tu nombre me hace sentir miserable- quiero decirlo todo, quiero desahogarme, tal vez si lo digo pueda por fin liberarme de todo esto, cerrar este ciclo y enterrarlo por fin -fuiste la persona que se metió en mi corazón y me hizo sentir culpable porque te quise, aun cuando pensaba que no volvería a sentir nada así por nadie- claro que quiero a Aaren, pero antes le tenía aprecio y cariño, y obviamente me sentía atraído, pero nuestros sentimientos se desarrollaron a base de tiempo y paciencia -asi que deja de actuar como un idiota que no entiende lo que pasaba en aquel entonces, no eres tan estúpido como para no entenderlo, solo quieres ver lo que te conviene- le digo con todo el resentimiento que he guardado estos años.

Es cierto, soy un cobarde, me daba miedo quererlo porque mi amor pasional y recién empezado estaba fracasando, porque ese sentimiento que se mantuvo cautivo por años se vio manchado por lo que sentí por un niño, por tantas cosas estaba atormentado y no asimilaba la idea de lo mucho que me gustaba, de que sus actitudes infantiles, caprichosas y también débiles me habían atrapado. Pero es demasiado tarde, cada día hace más complicado que yo pueda hacer algo por estar con Mei, de la manera que sea siento que nuestra relación es irreparable.

-¿Mi amistad? -me pongo de pie y me quedo un par de segundos dando la espalda, después tomo aire y giro mi cuerpo a él- no querías mi amistad, Mei, y para mi fue difícil creer que tú me querías por quien era y aceptar que yo también lo hacía. ¿Crees que tus actitudes me eran indiferentes?, hacías lo que te daba la gana “inocentemente”, sí claro, ¿esperabas que para mi no significara nada?, no solo yo tuve la culpa, aunque sí, soy el adulto aquí y seguramente es más conveniente decir que fui el único que falló -camino de nuevo hasta llegar a él, sería mejor solo dejarlo, porque al final igual terminaré huyendo o él corriendo lejos de mi, y parece que nuestros pies no tienen la fuerza para al final alcanzarnos- te quería, fue complicado comprenderlo pero al final, ese mismo día acepté que te quería, tanto que traicione a la persona más importante para mi, pensé en dejarlo pero tú ya estabas con Aaren, ¿qué iba a hacer?, estaba confundido por todo lo que de repente pasaba, por verte siendo tan complaciente conmigo y luego yendo con alguien más, era… posesivo e inmaduro, estoy seguro que conoces ese lado de mi -quiero abrazarlo, pero mi orgullo me detiene por sus palabras dichas en pasado, dando entender que después del cariño que sintió por mi sólo queda el rencor.

Después de esto no hay excusa para vernos, pelearemos y no tendremos como buscarnos, es el momento perfecto para sacar todo lo que guardamos, para destruirnos y cerrar esa etapa inconclusa. No hay forma de quedar bien, de regresar a esos tranquilos días, de recordar todo riendo por ello. Nosotros no podemos ser y ya, así son las cosas.

-Te quiero, mucho, tal vez hasta me enamoré de ti, de tus caprichos, tu personalidad falsa y tus sonrojos honestos. De tus intentos por fastidiar mi relación, por quitarme a mi pareja, de tus besos descuidados y tu llanto repentino. Y no me di cuenta hasta después de que mi deseo iba más allá de lo sexual. Quería ser tu estúpido héroe -levanto las manos a los laterales en forma de burla a mí mismo, porque siempre espero ser el salvador de aquellos que quiero, pensé que sería tan sencillo como fue con Asb pero en el intento solo me enamoré de él y su complicada forma de ser, tan estúpido, me hago más viejo y nada en mi cambia- si nos mandaremos al diablo al menos quiero decirte todo lo que pienso.

Me rio por lo que dice.
-claro que no quería tu amistad, pero con eso me conformaba, ¿acaso no lo notabas? yo hacía solo lo que tu me permitías, no toqué tus labios nuevamente, era feliz con lo que me ofrecias, yo esta bien con eso hasta ese día en tu habitación- pero el tenía que besarme el tuvo que cruzar esa lineas hasta un punto donde fue doloroso saber que no podía ser mío, pude entregarme a él, pero no me atreví a manchar aun mas su relación con la persona que ama, incluso ahora mismo le he dicho que se aleje de mi por Asb, ¿esque ni siquiera cuando intento hacer algo correcto lo puede ver? no iba a tomar algo que no era para mi, tener su cuerpo no iba a llenar mi vacío y a el lo iba a convertir en una persona llena de culpas -¿en que fallé yo? en intentar que me miraras como yo te veía a ti, porque no veo en que mas fallé. Desistí de buscar tener tu corazón, vivía bien con el tiempo que me dedicabas, con molestarte un poco y luego dejarte ir. Pero era tan debil, mi alma se caía en pedazos por los recuerdos, por los sentimientos que sentía, por la culpa. ¿hice mal en refugiarme en alguien? ¿acaso es tan malo? ¿Asbjörn podía refugiarse en ti, pero yo no podía hacerlo en alguien mas? fue hasta que tuve a alguien conmigo que tu me besaste de nuevo, que tu... ¿Por que hacerlo solo hasta entonces?- lo recuerdos son tan reales tan vividos, que no se si el enojo me hace agitar la respiración, o solo es el recuerdo de sus besos de sus manos... de ese apasionado e inconcluso encuentro.

Claro, es mi culpa por no correr a sus brazos y buscar mendigar su amor. Porque entonces no le entiendo, ¿estaba mal que yo estuviera con Aaren, pero no era malo que el siguiera con Asb? no hice nada diferente de lo que el hacía.
-claro- en realidad no estoy seguro de que es lo que conozco de él o sobre él. Dice que me quería entonces, pero el no dejaba de ser tan ambiguo en sus respuestas, donde apenas y aceptaba que yo podía ser importante para él.

Mirarlo frente a mi escucharlo decir te quiero, en tiempo presente, eso me hace confundir y termino retrocediendo un paso mas.
-pero solo podías ser el héroe de una sola persona- yo era un caso perdido en aquel entonces, tal vez lo sigo siendo, pero al menos ya no pierdo el control como en ese tiempo, todo esta tan guardado que he aprendido a vivir así.
-bien, pues dilo, te escucho di todo lo que tengas que decir- sigo con los brazos cruzados en un intento de darme un poco de fuerza de voluntad.
En el pasado, con un simple te quiero me habría lanzado sobre de él, pero ya no soy ese niño, he comenzado a ser un adulto, un hombre que no va a renunciar a lo seguro. Eso lo que todos hacen desde entonces, solo tomar lo seguro y cómodo.

Entonces yo desde el comienzo tenía que adivinar sus deseos, a pesar de ver cómo coqueteaba con Asb tenía que pensar que él se estaba fijando ahora en mi. Lo que al principio pensé que era una amistad honesta, intentar verlo como un latoso hermano, ¿cómo mierda iba a saber todo eso?, si él mismo se cubría con falsedad, hay un límite para lo que yo podía ver, no soy un maldito adivino.
-Lo sé, fui yo quien te saltó encima ese día -porque desde que me besó aquella noche empecé a verlo diferente, cada vez que se acercaba a mi era consciente de sus labios. Pero no fue hasta después que entendí que lo que yo sentía por él era algo similar al amor, obviamente no tan fuerte, pero empezaba a crecer ese sentimiento. Y aquel día perdí el control, verlo tan vulnerable me hizo olvidar todo excepto a él.

No tengo respuesta para eso, para nada más, sea lo que diga nada va a cambiar, yo no dejaré a Asb y él no dejará a Aaren, no somos tan estúpidos para solo huír juntos, ni siquiera nos soportamos en esta parte de nuestra vida, ya todo está de más porque nosotros ya fuimos, tuvimos una oportunidad pero yo fui muy cobarde para hacerlo.
-Sí, no podía dejar a Asb, lo conozco de años, no podía abandonarlo después de prometerle que lo apoyaría. Ya sea a ti o a él los lastimé, lo siento por eso -es muy tarde para disculparse pero ha sido sincero en ello, busque pretextos, culpables, pero al final todo termina recayendo sobre mi.

Me he quedado mudo, mis pensamientos caen en un agujero y mi mente queda en blanco, él es tan frío, ha cambiado.
-Dije lo más importante, es suficiente -¿qué puedo agregar?, le dije que lo quiero, que actué estúpido por mi inseguridad y egoísmo, asumí la culpa y, ya, no queda más que eso. No puedo abandonarlo, si fuera alguien más insistiría un par de veces pero no me quedaría a rogar. Pero es Mei, será el último día que le vea, quiero rogarle tanto como pueda. no sé qué hacer.
Camino más cerca de él, si lo abrazo ¿me golpeará?, nunca lo ha hecho, sería lo único que faltará entre nosotros.
-Me he quedado, ¿qué pensabas hacer?, me amenazaste hace un rato ¿no?, ¿lo vas a cumplir? -diablos, me veo tan desesperado, él puede mentir sobre hablar con Asb o algo así, no sé yo quiero que haga algo estúpido como aquella noche en que nos besamos por primera vez.

Odio sus explicaciones, no las necesito, o, mas bien no las quiero, no quiero escuchar que me diga porque no podía dejarlo, porque era él y no yo, ¿es que no se da cuenta que me sigue lastimando? que solo deje las cosas como estás, que me deje en paz de una buena vez, que deje de decir sus motivos para no quererme.
Y esa disculpa, ¿no es muy tarde para eso? realmente desprecio tantas cosas de él.
Le he dado la oportunidad de hablar y se cierra de inmediato, ¿es que no puede dejar de ser un idiota? se supone que yo soy el joven e inestable de los dos, pero no es que el parezca tan cuerdo después de todo. Siempre soltando sus reclamos y sus justificaciones. Al menos yo acepto lo que hago y lo que siento y no me escudo en tontos pretextos.
-si eso quieres- supongo que por fin se acabó,  yo dije lo que tenía que decir y el ha hecho lo mismo, o al menos lo ha intentado.

Pero no con Evan las cosas parece que nunca terminan. No puedo escapar de sus brazos, había olvidado lo mucho que me gustaba estar así.
Su aroma me envuelve y yo no puedo hacer mas que cerrar mis ojos para dejar que toda su presencia me golpee con la realidad de que lo que siento no ha disminuido en todo este tiempo lejos.
Mis manos se posan sobre su pecho y recorren lentamente hacia arriba para poder rodear su cuello.
-siempre imaginé las cosas que te habría dicho aquella vez en el baño si tu hubieras creído mis sentimientos, si yo hubiera insistido un poco mas- digo en un susurro pegando mi cuerpo al de él tanto como me es posible, mis dedos juegan con el cabello de su nuca y la piel de su cuello -nunca me dejes, eres tu la persona, la única que ha despertado mi corazón, la única que ha hecho que mi cuerpo desee se de alguien mas. Quiero perderme en tu piel y encontrarme reflejado en tus ojos, quiero darte mi alma rota y mi corazón herido, quiero ser tuyo- mi voz se invade de todo el sentimiento que tengo por él. Dejo un beso en su hombro y con mi nariz toco su cuello, aspirando su aroma y recorriendo poco a poco hasta llegar a su oreja y dejar un suave beso en su lóbulo -son el tipo de cosas que te habría dicho- declaro volviendo mi tono ahora mas serio. Me separo de él lentamente -ahora soy yo el que ya no te elige, porque no importa lo que sentía o sienta por ti ahora. Yo ya no confío en ti, quererte o que tu me quieras no es nada si no existe confianza. Soy un mentiroso y falso, así que entiendo que mi sinceridad nunca pudo alcanzarte, y así como tu no podías creer en mi, yo ya no puedo creer en ti- ya no siquiera hablo enojado, solo hablo por hacerlo, cansado del peso que siente mi corazón ahora que dejo que la razón me controle, porque quiero terminar, quiero enterrar lo que siento por Evan.

Al sentirlo cerca esa necesidad por abrazarlo crece, pero mis manos caen a mi costado sin moverse, porque si lo abrazo, si lo aprisiono entonces no voy a dejarlo ir, cometeré los mismos errores del pasado y eso sería injusto para Asb. No puedo cambiar lo que siento, dos años no me bastaron para olvidar, no sé cuánto me tome, no sé qué pasará en el futuro con nosotros, no quiero tener esperanza porque ésta al mismo tiempo dañará a alguien. Mis sentimientos por Asb son fuertes, lo quiero, la vida que tengo con él es lo que siempre quise, ese ritmo tranquilo, esa rutina agradable. Con Mei es diferente, mis emociones se descontrolan, todo razonamiento se va y no me importa actuar más egoísta de lo normal. Soy una pésima persona a su lado, no lo culpo, porque al final tomo mis decisiones en base a mis deseos.

Su aliento en mi oreja y sus dedos en mi nuca me estremecen, pero sus palabras son las que ponen a mi corazón a latir rápido. Todos sus deseos tan claros, la manera en que se expresa me hace sentir y creer en ello, pero no es suficiente, no ahora, si en el pasado lo hubiera hecho ¿qué habría pasado?, probablemente nada, porque yo no estaba preparado para afrontar a todo por él, porque seguía dudando pero a la vez queriendo ser más, meterme en su cabeza a tal grado que hiciera que se enamorara de mi. Inconscientemente deseaba eso y lo hice realidad, tal vez no tan intensamente, pero logré hacerle caer para después dejarlo. Y es que ahora entiendo pero sigo sin actuar, y ya es tarde, él no está interesado en estar conmigo y tampoco es como si yo le propusiera olvidar todo y a todos. Cosas que no van a ser nunca, pensé que con Asb sería el caso pero ahora veo cuál es mi verdadero amor no correspondido.

Después de tomar distancia vuelvo la vista hacia él.
-Lo sé -te quiero, te quiero tanto que me quema el pecho, que mis sentimientos surgieron tan frescos después de tanto tiempo, que pensé nuevamente en dejarlo, estaba dispuesto, feliz, necesitado por ti. No sé qué clase de cariño tan fuerte sea, no es similar a lo que siento por Asb, tampoco se parece a esa pasión que tuve con Kaori. Nada ni nadie puede crear un punto de comparación y, si antes evadía nombrarle por lo que es, ahora ni siquiera tiene caso- Cuidate.

Me doy la vuelta y camino calmado hasta mi auto, no he girado la vista porque sería regresar a ese círculo vicioso. Abrí la puerta y me metí lento, coloqué el cinturón y deje salir el aire acumulado en mi estómago- demonios… -mi cabeza golpea despacio el volante, y permanezco un par de minutos ahí, pensando, recordando, dudando si debería irme o insistir más. Pero no hay razón para hacerlo, él está decidido y no es novedad que yo deje que él sea el que tome la responsabilidad. Coloco las llaves y arranco el auto a velocidad moderada, he evitado mirar a la orilla pero al pasar junto a él veo su silueta de reojo, y solo sigo, acelero un poco más porque dudaré por cada pequeña cosa.

No sé cuánto ha pasado desde que lo deje, siento el nudo en la garganta, mi pecho me duele y tengo miedo de muchas cosas. El sonido de un celular me saca un poco de ese hoyo en el que me sumergí, deja de sonar pero insiste un par de veces más que detengo el auto y prendo las luces intermitentes por si acaso.
-No puede ser… -al mirar el asiento de junto veo su celular en el suelo, y para poder agacharme por él he quitado el cinturón nuevamente. Éste vuelve a sonar y miro el nombre en la pantalla, no puedo regresar, pero tampoco lo dejaré a su suerte.

-Mei, ¿por qué no respondías?, salí temprano de clase, pensaba comprar comida para ambos, ¿estás en casa?... ¿Mei?...

Ah, “en casa”, si, no es novedad que vivan juntos, incluso yo vivo junto a mi pareja.
-Está en la carretera Ninohara, dos kilometros bajo la altura del bosque. Apresúrate porque no tiene vehículo ni móvil en mano -no dije nada más que eso, escuché un replicar incompleto porque he colgado antes de que él dijera algo más, es a quien menos deseo oír ahora.
Aventé el celular a la guantera y continué mi camino de mal humor, ni siquiera me tomé la molestia de colocar el cinturón de nuevo.