killing me softly [Evan]

Estoy emocionado, hoy simplemente puede ser un día perfecto. Peino mi cabello, elijo mi ropa, y coloco mis lentes de contacto. Miro el estuche, y pienso en llevarlo conmigo, después de todo hoy he dicho que no iba a llegar. Solo de pensarlo siento un cosquilleo en mi estomago.
Como ya es parte de mi rutina abre el cajón junto a mi cama y miro ese par de celulares que aun lo puedo desbloquear, cada día siento mas curiosidad y al mismo tiempo sigo siento esa necesidad por no encontrar una respuesta. Odio lo dividido que me siento con casi todo, pero hoy no es día para pensar en esas cosas.

Luego de ponerme un poco de loción, salgo de mi habitación, mamá tiene un evento de modas y creo que su esposo a ido con ella. Mi hermano, bueno, aunque acordamos mantenernos en contacto y eso, la verdad es que creo que él realmente no quiere compartir tiempo conmigo. Y he decidido no insistir, porque también con él me siento raro, me gusta mucho su compañía y no soy tonto, se que ese gusto no es algo sensato, por eso creo que es mejor que siga guardando distancia.

Me detengo de golpe en el estacionamiento de la casa, estoy por tomar las llaves de esa motocicleta que dicen es mía. He hecho esto de manera involuntaria. A veces me pasa, como saber donde hay ciertas cosas y detalles por el estilo, es como si mi cuerpo lo recordara a pesar de que yo no.
Solo cierro mi puño y regreso para salir por la entrada principal a tomar un taxi.
Llego al restaurante donde me ha dicho que nos veríamos, no se si ha hecho reservación o es de esos lugares que son mas casuales. Miro la hora y termino marcando su número.
-Ya llegué- comento un poco inseguro de entrar al lugar.

He estado sonriendo toda la mañana en el trabajo, incluso la gente me ha preguntado por eso, porque aunque suelo tener un humor aceptable, creo que hoy al recordar nuestros planes he sonreído exageradamente. Llegué temprano a casa para ducharme y escoger ropa menos formal  de lo normal. No soy muy fijado en cómo luzco, pero hoy quiero verme bien y casual, y me siento avergonzado por pensar en esas cosas a mis casi treinta años. Me duché rápido, planché mi ropa y me puse colonia y crema. No muchas veces cuido tanto de mi piel, procuro hacerlo pero siempre termino olvidandolo, pero hoy debo verme perfecto, he esperado por esto mucho tiempo.
Le propuse a Mei cenar fuera en un restaurante bar con música en vivo. No sé si él se sienta a gusto en esa clase de lugar, no es el más lujoso, de hecho solo sirven comida a la leña y cerveza. Sé que podría haber costeado algo más lujoso acorde a su estatus social, pero meterme con él en esa clase de sitios me da un poco de miedo. Su madre todavía me detesta, no dudo que de repente lo tenga vigilado, y encontrarla en esos lugares es más posible a que ocurra en donde iremos ahora. Además, ¿no sería mejor un ambiente donde podamos relajarnos? Las etiquetas y lujos no son lo mío, por eso pensé que sería buena idea tener una cita en un sitio normal. Y después venir a casa, o tal vez dormir en algún hotel por ahí.
Es imposible no pensar en lo que he querido hacer con él desde hace mucho, mucho tiempo. Cada día me siento más ansioso, pero también quiero que sea un momento perfecto. Mis pensamientos son muy cursis, pero es preferible para ambos de esa forma.
Tomé las llaves del coche y conduje hasta el lugar donde acordamos, queda como a cuarenta minutos de mi casa. Estacioné a unos metros del lugar y entré directo a tomar una mesa, no es la clase de sitio que requiere reservación, además es bastante amplio.

Vi la pantalla de mi teléfono al sonar y sonreí, luego respondí.
-Solo entra… ah, ya te vi -me levanté y alce la mano mientras le sonreía. Dios, se ve tan lindo hoy- hola -me acerqué a saludarlo y luego me senté en mi sitio- ¿no te perdiste? -dije un poco para molestarlo- te ves muy bien -mi cara no para de sonreír Se ve perfecto, estoy más emocionado ahora que está conmigo.

Ropa:

Entro al lugar con algo de inseguridad, no suelo venir a esta clase de lugares, o no lo sé, al menos lo que yo sé es que no. Luego de caminar un poco el dice que ya me ha visto, así que comienzo a recorrer el lugar con la mirada hasta encontrarlo. Sonrío de inmediato al verlo y trato de mantener la calma para no comportarme como al niño enamorado que suelo ser cuando me siento con la libertad de estar en privado.
Lo que no me gusta de salir a un lugar como este, es que solo no puedo comportarme como de costumbre, quiero besarlo, pero actuar de esa manera en un lugar público, eso es imposible para mi.
-No, vine en taxi- contesto con una sonrisa, ¿por que me iba a perder? El sabe que siempre ando en taxi.
Sonrío por su halago, solo estoy vistiendo un poco mas casual de lo normal, aunque me siento raro, pero he notado que mi guardarropa esta lleno de esa clase de prendas.
-gracias, tu también- al final la experiencia está resultando bastante agradable, yo nunca tuve citas como esta… creo. Pero me gusta como se siente.

Cuando miro la cara solo me siento un poco confundido.
-¿que debería pedir?- le pregunto con inseguridad pues me incomoda la posibilidad que por no conocer lo que aquí tienen, yo pueda elegir algo que no me guste.
-¿como fue tu día?- la verdad es que desearía preguntarle que es lo que tiene planeado para esta noche, pero creo que lo imagino, ya llevamos meses juntos, y luego de esa vez cuando nos hicimos pareja, yo no he sido demasiado accesible en ese aspecto, ni siquiera para volver a llegar repetir lo que hicimos esa vez. Solo pensarlo me siento avergonzado, no se de donde saque ese descaro para hacer esas cosas.
Siento como mi cara comienza a sentirse caliente y evito mirarlo, no quiero que note lo que estoy pensando.
Luego de ordenar miro un poco a todas direcciones, no tengo idea de que hacer, así que antes de que la mesera se vaya le pido una cerveza en lugar la bebida sin alcohol, creo que necesito relajarme y dicen que eso ayuda. Se que soy menor pero ella ni siquiera pide mi identificación y giro mi cabeza para mirar a Evan.
-solo hoy- el siempre cuida que yo no tome porque aun soy menor de edad, pero espero que hoy solo se haga de la vista gorda con eso.

Recibí la carta del mesero y esperé a que Mei pidiera algo, pero creo que está un poco confundido. Las cosas que ofrecen aquí son en su mayoría comida rápida. Creo que debí elegir algo menos “casual”.
-La pizza vegetariana es deliciosa, si quieres podemos pedir una para ambos. También puedes ordenar lasagna o algo más ligero, tal vez… ¿una ensalada? -una vez decidí, dejé la carta a un lado- bien, fue un día tranquilo, ¿cómo estuvo el tuyo? ¿No preguntaron en casa con quién te quedarías? -tengo un poco de miedo por eso, no sabía si era buena idea proponerlo ya que inmediatamente su madre preguntaría, pero para ser un chico supuestamente enfermo, la verdad tiene mucha libertad. Y yo debo agradecer eso, porque de no serlo nuestro tiempo juntos se vería reducido.
El mesero vino y pedimos nuestra comida, y yo ordené una cerveza, para mi sorpresa él también. No me agrada que beba o se deje llevar por esos malos vicios, pero hoy es un día especial.
-Solo hoy -sonreí, además yo estaré con él hasta mañana, y tampoco creo que un tarro le vaya a afectar demasiado.

Antes de la comida llegó nuestra bebida, y di un trago al tarro para luego dejarlo allí.
-No sabía a dónde llevarte, se me ocurrieron muchos sitios pero este me pareció lindo… ¿te gusta? -creo que estoy un poco nervioso por eso. Todo el tiempo la pasamos en casa, a veces voy por él a la universidad pero nada más. Debería invitarlo a salir más, o a este paso se chocará de mí. Pero tampoco lo conozco mucho, y eso me hace sentir bien. Entiendo su forma de ser y me he acoplado a ella, pero sus gustos y las cosas que odia… y tampoco sé si preguntar, porque de hecho él tampoco conoce muchas cosas, y lo que menos quiero es hacerlo sentir mal- por cierto, ¿cómo vas con la universidad? Te dije que podía ayudarte si algo se dificultaba -aunque a pesar de haber perdido sus recuerdos, conocimientos básicos o incluso las cosas referente a su carrera, no las olvidó por completo. Creo que le preocupa más el no poder adaptarse con sus amigos que las materias en sí, porque Mei es un chico muy inteligente.

Le escucho con atención, la lasagna simplemente está descartada, es algo demasiado pesado y es un platillo con el que suelo ser demasiado exigente, así que para no hacer la tarde tediosa por un capricho mío mejor debería comer algo más.
-la pizza parece bien- la idea de compartir algo es algo bobo, pero me gusta.

-no, para mi madre es mejor que haga cosas así, a ella le gusta que actuemos como si nada ocurriera- eso debería hacerme sentir bien, pero para mi mala suerte mi madre solo sabe actuar de esa manera en publico, cuando estamos solo la familia, pareciera volverse tedioso compartir tiempo conmigo. A veces creo que ella me mira con una cara llena de tristeza y no entiendo por qué, ese tipo de cosas me hace cuestionar lo que he olvidado. ¡Basta hoy no vas a pensar en esas cosas!
Sonrío victorioso porque el solo a accedido, y la verdad tengo un poco de morbo por esto de tomar. Se que seguro ya lo he hecho, pero… para mi esto es algo así como mi primera experiencia.

Lo veo tomar a su cerveza, no es la primera vez que lo veo tomar, pero siempre me gusta mirarlo, es tan apuesto, aun recuerdo como pensaba que era una alucinación la primera ve que lo vi en el hospital.
-es diferente, pero me gusta, se siente tranquilo, y siempre me gustará cualquier lugar donde pueda estar contigo- respondo un poco apenado, así que tomo la cerveza y le doy un trago de golpe. No puedo controlar la mueca en mi rostro -iuk, esto es tan amargo- me quejo del sabor dejando el tarro en la mesa.
Tomo una rebanada de la pizza y la pruebo, no sabe nada mal, así que solo como un poco más, vuelvo a tomar d ella cerveza pero ahora con mas cuidado y ya no es tan desagradable el sabor.
-cuando nos conocimos te dije que era muy inteligente, no mentía - ya he tomado un poco mas el ritmo de las clases, el tiempo que no paso con Evan lo que comenzado dedicar a estudiar porque no tengo amigos con quienes salir y porque no quiero estar todo el día pensando en lo de siempre, estoy un poco cansado de estar mortificado por todo eso.

No se en que momento he terminado por comer tres rebanadas de la pizza, por suerte es de masa delgada, y el tarro de cerveza me lo he terminado. Me siento un poco relajado, ¿esto es a lo que llaman no tener resistencia a la bebida? pero no me siento mal, solo me siento relajado.

Al final terminamos ordenando pizza. Creo que el Mei de ahora es más accesible en ese aspecto, aunque sigue siendo algo quisquilloso. No sé si es porque me tiene tan enamorado que esas cosas ya no me molestan, son parte de su encanto.
-Entiendo -no es bueno, el que todos ignoremos su estado y tratemos de pretender que puede comenzar de nuevo, definitivamente no es bueno. Soy en parte culpable también, por eso no puedo juzgarla a ella- bien, entonces te llevaré a un par de lugar más. Esta noche serás solamente mío -cuando me visita suelo mandarlo temprano a casa, no me gusta que esté hasta tarde fuera, y me siento solo cuando tenemos que separarnos. Hoy no debo preocuparme por eso, podremos estar en la calle hasta tarde, tal vez lo lleve a algún sitio divertido. Pensándolo bien ni siquiera planee algo para nuestra cita, solamente la comida y… oh dios, no debería presionar la situación, lo que es peor, ahora sonó como una insinuación descarada- me refiero, uhum, me refiero a que no tenemos un toque de queda, ya sabes. Siempre que te vas me quedo con más ganas de ti, por eso hoy me siento demasiado feliz -tampoco quisiera negar lo que obviamente quiero. Han sido meses desde que comenzamos a salir, y también años desde que lo deseo. Qué  patético, parezco un adolescente esperando intimar con su pareja.

Comencé a reírme y llevé mi mano a mi boca, luego tomé el tarro y di un gran trago de cerveza.
-¿Quieres que pida un jugo para ti? -lo molesté. ¿Será el tipo de persona que se emborracha rápido? Ahora piensa que es su primera experiencia con el alcohol, pero ni él ni yo sabemos qué tan acostumbrado estaba- solo bromeo, luego podrás agarrarle el gusto -no soy para nada un alcohólico, pero de vez en cuando me gusta disfrutarlo sin excesos- a mí me encanta estar contigo, podría haberme quedado en casa también pero es justo que tengamos una cita. Quiero hacer muchas cosas diferentes contigo -estoy más cursi de lo normal, pero ya no importa. Quiero hacerle sentir lo más seguro y querido posible, probablemente desde la vez de Asb que decidí no ser tan descuidado.
La comida es deliciosa, pedí un tarro más de cerveza y dejé que él ordenara a su gusto. No quiero ser como un padre para él, porque bien podría verlo como un lindo detalle ahora, pero seguro que en el futuro se chocará de esa actitud mía.
-¿Quieres ordenar algo más? La avenida es muy agradable, pensé que podríamos caminar un poco luego de comer, si quieres podemos ir por algún postre cerca -sus mejillas se ven ligeramente rojas, debe ser porque hoy hace un poco de calor y el alcohol, el tarro no es para nada pequeño- mientras decides iré al sanitario, ¿de acuerdo? Ya regreso.

¿Realmente hoy va a pasar? Creo que si, sino no debí haber aceptado. Ya debería estar listo. Si aquella vez casi lo hacemos, ¿por que no iba a poder hacerlo ahora? No puede ser tan malo, Evan seguro cuidará mucho de mi.
No hago mas que bajar la mirada, me siento tan apenado por mis pensamientos. No es que no lo desee, de hecho claro que lo deseo, sus besos me encienden de inmediato, pero de alguna manera siempre termino evitando que avancemos.
Cuando trata de arreglar lo que acaba de decir solo me siento aun mas tímido, “siempre que te vas me quedo con más ganas de ti”, esa frase no ayuda a que yo me sienta más tranquilo.

Lo fulmino con mi mirada por su broma y solo por llevarle la contraria tomo la cerveza y le doy varios tragos. Creo que no debí hacerlo porque entonces siento ganas de eructar, y cubro mi boca avergonzado tratando de que el aire salga haciendo el menor ruido posible.
- de acuerdo, pero al menos deberías advertirme que no tome tan rápido- levanto el tarro mirando el liquido a través del vidrio -tiene mucho gas- vuelvo a cubrir mi boca con vergüenza.
-no me gusta mucho estar en un lugar público, aprecio mucho más la privacidad, pero se siente lindo hacer algo así contigo- admiro jugando un poco con el tarro girando hacia la derecha y luego a la izquierda.
-am ok- el se levanta para ir al baño, yo aprovecho para tomar lo que queda en mi tarro, ya no me cuesta tanto pasar la amarga bebida, de hecho creo que de repente siento que no me desagrada. Me pregunto si solo me he acostumbrado rápido o de nuevo es mi cuerpo que recuerda ciertas cosas que mi cerebro no.

Aun queda una rebanada pero yo ya no tengo hambre, aun así mientras Evan aun no regresa pido otro tarro de cerveza y tomo la ultima rebanada. Lo veo regresar con una sonrisa grande grande en mi rostro.
[color:7701=cc0000]-termino y nos vamos- digo señalando mi tarro que está casi lleno, pero no tardo demasiado en consumir caso todo lo que hay en él.
-amm no lo sé, pero creo que me gustaba tomar- le comento con una sonrisa a Evan, no precisamente por mis palabras, sino porque ahora mismo me cuesta dejar de sonreír.

Intentaré no ser tan serio hoy, por eso sonrío por sus muecas y esa manera tan linda de hacer notar que no está para nada acostumbrado.
-No quiero ser un pesado hoy -dije sonriendo- pero sí, ve un poco más lento, ¿de acuerdo? -me río de nuevo por ver los efectos del alcohol, es un chico pero aun así se apena por esas cosas. ¿Le resulta desagradable? Tal vez debería ser más cuidadoso yo con eso, no me lo había planteado hasta ahora. Di un trago a mi tarro y luego me recargué en mi brazo para ver cómo juega. Me gusta cuando se porta inocente, me dan ganas de molestarlo un poquito, pero también de cuidarlo aún más y proteger ese lado tan dulce- la próxima vez tú vas a elegir el lugar, ¿te parece? También podríamos ir a un lugar más lejano, un pequeño viaje, después de todo ya puedo conducir a grandes distancias -eso sería perfecto, pasar noches seguidas a su lado. No solamente porque deseo otras cosas, cuando dormimos juntos alguna siesta, o comemos juntos, esos momentos son muy especiales para mí. Quiero probar cambios de escenario, hacer actividades anormales y llevarlo a probar cosas nuevas. Me hace sentir ansioso todo lo que podremos hacer, creo que también tiene que ver que siento un poco de miedo y deseo hacer bellos recuerdos juntos para compensar mis faltas antes que algo malo ocurra.

Caminé al sanitario y entre a una de las cabinas a orinar, y rápido salí a lavarme las manos. Revisé mi teléfono para ver la hora y calcular el tiempo que podríamos tardar en llegar a un bonito hotel. No quiero ir de inmediato, pero no sé si él esté dispuesto a caminar un rato. Eso me recuerda que no he podido reunirme de nuevo con Asb. Mei no me prohibió verlo, y yo en serio quiero disculparme con él en persona, pero todo lo que pude hacer es mandarle un mensaje aquella noche.
-No es tiempo de pensar en eso -sonreí al espejo y salí hasta la mesa, parece que ha ordenado más cerveza- no debes apresurarte, podemos quedarnos otro rato -yo también ordené otro tarro, y antes que llegaran con mi bebida él ya había consumido el suyo- ¿cuántos llevas ya? -pregunté sonriente, pero no me hace sentir muy cómodo verlo tan apresurado. Creo que la caminata quedará descartada, aunque todavía podemos andar por ahí en auto, es una ventaja- tus mejillas están rojas, te ves lindo -no me cansaré nunca de decir lo mucho que me gusta, su físico, o sus actitudes. A diferencia del pasado ahora no me avergüenza expresar cómo me siento.

Lo miro y hago un gesto infantil por sus palabras, pues aunque dice que no quiere ser un pesado ya me anda diciendo esas cosas. A veces creo que me sobrepoteje demasiado, después de todo ya tengo diecinueve años, casi veinte, tal vez perdí memorias de varios años, pero aun así ya casi soy un adulto. Obviamente solo me siento un adulto cuando quiero sacar ventaja de ello, si es para otras cosas, sigo comportando como el adolescente que me siento. Me pregunto un poco si era una persona madura o era casi como ahora.
-soy casi un adulto- me quejo y doy otro trago como si ese acto fuera a probarlo.
No sabría que lugar elegir, esa posibilidad solo me hace sentir un poco estresado, no conozco ningún lugar. Tal vez eso de un viaje suene mejor para mi -de acuerdo - contesto vacilante.

-pero ya no tengo hambre- no veo el sentido a quedarnos un rato, más.
Levanto mi mano y con una gran sonrisa le muestro dos dedos, que es el numero de tarros que llevo, no es mucho, solo dos, claro que estoy omitiendo el hecho de que su tamaño es bastante grande.
-no digas esas cosas- me siento avergonzado por sus palabras, no es que no me guste que me lo diga, de hecho me encanta que me diga ese tipo de cosas, pero estamos fuera, y me cuesta demasiado ocultar mis reacciones.
Estiro mi brazo para tomar su tarro y acercarlo a mi, solo le doy algunos tragos y se lo regreso.
- hoy estaba muy nervioso, pero ya me siento mas tranquilo- mis movimientos se siente un poco torpes pero no me importa, solo me siento bien.

Espero a que termine su tarro, y decido que debería pasar al baño antes de irnos. Así que saco mi billetera y dejo algunos billetes para pagar una parte de la cuenta.
-ya vuelvo -camino a los sanitarios. Creo que la cerveza hace que me den mas ganas de orinar. Al salir me lavo las manos y me miro en el espejo. Es verdad que mis mejillas están rojas y me siento un poco mareado, pero aun así estoy sonriendo.
-patético
Esa palabra se atraviesa en mi cabeza y se borra mi sonrisa. Creo que a veces yo mismo rechazo mi propio comportamiento. Sacudo mi cabeza y solo decido ignorar esa voz, cada vez me cuesta un poco menos ignorarla.
Solo ver a Evan mientras me acerco hace que mi sonrisa regrese.

Me reí de nuevo y asentí con la cabeza. Cuando lo conocí se comportaba mucho más seguro que ahora, y aún así sentía ese impulso por cuidarlo porque sabía que era demasiado joven. Ahora que es más grande, a veces da un aire de ser incluso más joven que en esa época, y pensandolo bien eso me hace sentir algo culpable. Creo que me fijé en alguien demasiado joven, y me siento mal por a veces perturbar su inocencia de ahora.
-Oh, es que pediste más alcohol, por eso lo pensé -aunque no, él no es más un niño. Esa forma de comportarse cuando estamos en la intimidad no lo haría alguien que es ajeno a ese tipo de cosas. Mordí mi labio y desvié la vista, no debo pensar en lo que él pudo experimentar con otras personas, es inútil sentir celos de su pasado, sobre todo porque pude haber  sido parte de él, pero cobardemente huí.

Ignoré un poco el hecho que tomó de mi bebida ya que ahora se siente más cómodo que al principio. No lo noté tan nervioso, pero me alegra que esté más relajado.
-Yo también me sentía un poco nervioso. Tardé mucho escogiendo la ropa que me pondría, fue bastante extraño cómo el tiempo se me fue tan rápido -el saber que ambos estábamos emocionados y nerviosos por esto me tranquiliza. Creo que soy muy precavido con mis acciones, pero no quiero llegar a desagradarle como antes.
Terminé mi tarro de cerveza y pedí la cuenta mientras él iba al sanitario.
-¿Debería tomarlo? -vi el dinero en la mesa y le resté importancia y lo tomé para pagar parte de la cuenta, yo le invité aquí, pero no quiero entrar en discusión por una pequeñez como esta.

Cuando salió del sanitario me puse de pie para irnos del restaurante, ya se siente un poco fresco afuera.
-Mi auto está cerca de aquí, ¿quieres dar un paseo? -caminamos el corto trayecto y al llegar le abrí la puerta para que subiera, y al abordar me puse el cinturón de seguridad y le pedí usar el suyo- hay un lugar que me gusta bastante, es muy tranquilo y bello… -oh, no, no podemos ir ahí, lo había olvidado por completo- ahm, oh sí, supongo que no tienes más hambre, así que conduzcamos hasta decidir dónde parar, ¿te parece?. Si te sientes cansado podemos alquilar una habitación -le sonreí y luego me acerqué para besarlo. Desde que lo vi quise hacerlo, pero estábamos en un lugar muy concurrido. Además tengo esa molestia en mi pecho y un poco de miedo. No lo pensé antes de invitarlo, pero hacer que suba a mi auto nuevamente me hace recordar lo que sucedió, por eso la repentina inseguridad.

-Solo, quería saber lo que era tomar, no tengo amigos con quien vaya a hacer esto, así que... mejor lo hago contigo- me siento un poco tonto de admitir esto, tal vez necesito conseguir amigos, pero nunca he sido bueno para eso. Los amigos que tenía cuando era mas pequeño eran mis amigos mas que nada porque éramos del mismo estatus social. El único amigo de verdad que tuve fue Khaled.

No esperaba que Evan dijera que se ponía nervioso por cosas así. Él es un hombre ya con experiencia. No creía que alguien como él experimentara los miedos que un chico como yo.
-pues te ves muy bien- me avergüenzo un poco de decir ese halago.

Caminamos a la salida, lo sigo a donde indica que está su carro. Subo en el lado del copiloto y le obedezco con lo que me dice del cinturón.
-¿Querías ir a otro lugar a comer?- le pregunto un poco confundido, pero luego me cae de golpe lo ultimo que dijo -¿una habitación? - pregunto mas nervioso que cualquier otro sentimiento.
¡Por fin puedo tocar sus labios! no pienso demasiado que aun estamos en la calle y que la gente que camina por ella nos puede ver, yo solo correspondo a su beso -tenía tantas ganas de que me besaras- admito dejando escapar un suspiro -te amo- muerdo mi labio en un gesto un poco coqueto. Creo que si no fuera por esas cervezas no lo habría hecho pero de alguna manera no lo pude controlar.

Trato de mirar por la ventanilla pero no puedo evitar que mis ojos lo busquen a él.
-¿por que quieres rentar un lugar? ¿no quieres que estemos en tu departamento?- ¿acaso el quiere que vivamos toda la experiencia? tengo un poco de miedo, ¿y si al final me termino arrepintiendo? seguro se va a cansar de mi. La idea de tener relaciones me asusta, pero también el no tenerlas por lo que pueda pensar él.

Me agrada que tenga tal confianza en mí como para pedirme acompañarlo en algo que incluso él sabe no estaré muy de acuerdo, aunque obviamente terminaría cediendo. Pero quisiera que hiciera nuevos amigos, o intentara acercarse a sus viejos conocidos. Sé que no debo insistir en eso, para él debe ser muy complicado comenzar de cero, y me siento un inútil nuevamente, quisiera encontrar la manera de poder ayudarlo y no simplemente ser la distracción al problema.
No profundicé más en el tema, nuevamente lo evado pero… pero hoy es un día especial para nosotros. Suena a excusa, pero no quiero arruinar el ambiente.

-¿Eh? No no, era por si tenías algún antojo en especial, pero con la comida obviamente no -me reí nervioso- sí, bueno, todo el tiempo te tengo encerrado en mi casa, me sienta un poco mal el no romper nuestra rutina -además quisiera hacer algo especial por eso… me siento tan idiota por pensar así- no me mal interpretes, me encanta pasar tiempo  contigo de esa forma, solo pensé…. soy muy obvio, ¿cierto? -me reí y sentí que mi cara se ponía colorada. Su mente es la de un chico menor de edad, no debería presionarlo, porque siento que todavía está inseguro sobre hacer eso conmigo.
Sus labios calmaron mis nervios, y dejé de pensar en el sitio donde estábamos, tomando su rostro entre mis manos y acelerando el ritmo de mi lengua jugando dentro de su boca. Me siento ansioso por tenerlo, sé que debería considerar sus sentimientos, pero cada vez que lo beso o lo toco un poco deseo poseerlo hasta el final- te amo demasiado -me separé de él y acaricié su cabello, y prendí el auto para avanzar sin prisa por las calles- bueno… -me quedé unos segundos en silencio mientras daba vuelta por una de las avenidas- no tengo problema con estar en mi departamento, solo pensé que podría ser lindo -creo que lo presiono demasiado sobre esto. Paré en un semáforo en rojo y volteé a verlo- lo siento, no quiero presionarte a nada. Creo que solo daremos vueltas por ahí, bajaremos luego a comer un helado y vamos a mi departamento, ¿te parece? Podemos desvelarnos viendo una película -no es diferente de lo que normalmente hacemos, pero no quiere decir que deje de ser especial. Después de todo, se quedará toda la noche conmigo, por ese detalle ya es mucho más importante que otros días.

Evan piensa en todas esas cosas, es obvio que tiene mucha mas experiencia que yo en esto de salir con alguien. Creo que debería dejar de ser tan desconfiando y solo dejar que el me siga regalando todas estas experiencias.
-entiendo -contesto con una sonrisa gentil y algo relajada; creo que por el alcohol -¿obvio? - pregunto un poco perdido porque no entiendo bien que intenta decir. Para mi solo ha quedado claro que él deseaba hacer esta cita algo especial. Noto entonces su cara enrojecida -¿hablas sobre hacerlo?- pregunto un poco inseguro, y apenado de solo mencionar en una pregunta. ¡Espero que sea eso porque sería demasiado vergonzoso si dice que no!

Le entrego todo el control sobre mi boca, es demasiado fácil solo olvidarme del mundo cuando Evan me besa de tal manera. Sus labios tienen en mi un efecto aun mayor que el alcohol que he tomado. Solo me siento perdido, y deseoso de sentir su amor de todas las maneras que el quiera. Es obvio que lo deseo, y a veces ni siquiera comprendo bien que es lo que me ha frenado a no entregarme  a él.
No puedo evitar sonreír cuando dice que me ama, me encanta escuchar esas palabras de sus labios.
-vamos a donde quieras- digo sin poder salir todavía del embeleso en que me ha dejado su boca.

Mientras avanzamos, yo hago un poco hacia atrás el respaldo del asiento quedando así semi recostado. Me río un poco como un idiota y ni se de que. Tomo con mis manos mis mejillas, se siente entumecidas así que doy unas palmaditas y me río, se siente tan chistoso.
-no sé si es mi cara la que se durmió o son mis manos- me giro un poco para mirar a Evan y llevo una de mis manos a su pierna -¿tu sientes todo normal?- cuestiono juguetón mientras mi mano sube un poco y luego me río nervioso por mi atrevimiento y solo quito mi mano para cubrir mi rostro por la vergüenza que estoy sintiendo.

No pude evitar soltar una pequeña carcajada, aunque intenté ahogarla apretando mis labios. Me sentía muy nervioso por si lo estaba presionando muy obviamente.
-Sí, hablo de eso -aunque todavía estoy apenado, ¿y si él no quiere? A veces parece que lo desea tanto como yo, pero si se ha negado es porque todavía no está seguro de quererlo. Intento hacerlo sentir cómodo, y siempre voy muy lento en mis caricias pero, creo que no es suficiente o todavía no es tiempo. Se suponía que no pensaría mucho en eso, pero obviamente la idea está rondando todo el tiempo en mi cabeza, sobre todo hoy que extenderemos nuestro tiempo juntos.

Conduje por avenidas menos transitadas para poder ir a uno de los parques afuera de la ciudad. El cielo está despejado, para cuando lleguemos ya habrá anochecido y podremos ver las estrellas. Me gustan ese tipo de encuentros, en el pasado no los llevaba a cabo porque las personas con las que estuve gustaban más de ir a otra clase de sitios, aunque tal vez a Asb le hubiera gustado.No debería pensar en eso ahora.
-Bien, te llevaré a un sitio que me encanta -al final sí iremos por ahí, por ese sitio donde lo encontré por primera vez luego de dos años. El camino es muy extenso, y hay un parque a lo alto en una de las entradas con una excelente vista a la ciudad, me tomará unos cuarenta minutos llegar. Mi vista va fija al frente, pero el camino está más despejado que hace un rato, el mirarlo de repente no será peligroso, y no quiero perderme de esos lindos gestos que está haciendo ahora- es porque estás borracho -miré de nuevo al camino, pero al sentir su mano di un vistazo rápido a mi pierna y comencé a ponerme nervioso- no deberías hacer eso mientras conduzco, es peligroso -disminuí la velocidad hasta encontrar un espacio en la orilla del camino y estacioné el auto- si haces eso ni siquiera podré llevarte a donde planeaba -me quité el cinturón de seguridad y me estiré hasta su asiento. Es incómodo, pero me apoyé con uno de mis brazos en la parte de arriba de su asiento para poder alcanzarlo y besarlo. Tuve que hacerle enderezar un poco. Una de mis manos fue hacia su abdomen mientras lo besaba, y comencé a tocar sobre su camisa. Pero la posición no es la mejor de todas, y me separé apenas para sonreírle y dejar un beso en su frente- es estrecho -me reí y regresé a mi lugar, quitando las llaves del auto y abriendo la puerta para bajar- ven, baja -esperé a que lo hiciera y puse la alarma del auto, y luego tomé su mano para caminar un poco dentro del camino boscoso. No dije nada, solo me alejé de la orilla hasta no ser tan visibles, con una sonrisa en mi cara. Me giré de golpe y tomé su rostro entre mis manos para de nuevo juntar nuestros labios. No soy la clase de persona que hace locuras como esta, pero mi resistencia está flaqueando mucho, y tengo necesidad no solo por besarlo, también por tocar su cuerpo. Mis manos bajaron a su cintura y pegué su cuerpo más al mío.

Me siento aun mas avergonzado pero porque el dice que si, al menos no es vergüenza de haberme equivocado, ¡dios! Ni siquiera logro que mis pensamientos tengan sentido… pero así me siento, avergonzado, pero no avergonzado de ese tipo, sino del otro, realmente soy un bobo.
-ah- digo muy bajito.

-se siente bien estar borracho, creo que no me relajaba así desde que desperté y me refiero a salir del coma, no a despertar esta mañana- tan relajado que incluso creo que estoy hablado demasiado, ¿o pienso demasiado? No, no, yo siempre pienso demasiado.
-lo siento- me disculpo pero solo sigo riendo divertido y nervioso por lo que acabo de hacer.
Evan sabe muy bien como hacerme ruborizar, muerdo mi labio mirando como se acerca a mi, y cierro mis ojos para disfrutar de sus labios. Siento como comienza a tocarme, y no pongo resistencia o hago algo para interrumpirlo, solo disfruto y noto como mi respiración se agita un poco.
Me río cuando dice que es estrecho, pero la verdad es que no siquiera se de que habla, solo he reído porque me siento feliz de estar con la persona que amo.

No me gusta la manera en que se alejado de mi, yo quiero que siga besándome y tocándome. Bajo del auto cuando me lo indica y dejo que me lleve de la mano a no se donde, yo la verdad lo voy viendo a él. Nunca he comprendido como es que me he podido enamorar de esta manera tan intensa de él, pero soy tan feliz de hacerlo.
Mientras avanzamos una sigo riendo como un tonto, pero de golpe dejo de hacerlo. Cuando me doy cuenta ya esta besándome de nuevo y yo no tardo nada en corresponder. La necesidad que tengo de él es tan grande que sigo sin entender como he resistido todo este tiempo. Lo deseo, todo mi cuerpo lo desea, la voz en mi interior lo desea.
-entiendo que no querías hacerlo en tu departamento, ¿pero esto no es demasiado?- pregunto burlón y no se ni por qué, solo no he podido controlar ese comentario.