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walk on by [Evan]
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walk on by [Evan]
Recuerdo del primer mensaje :
Dormir en la camilla es tedioso, es incomodo y mi cuerpo siente que ya ha dormido demasiado. Desde que desperté la verdad no tengo muchas ganas de volver a dormir. Tengo miedo de que pase lo mismo, de no despertar, de preocupar a todos.
Porque aunque no me digan nada sus miradas me bastan, no me reclaman, pero me siento como si fuera mi culpa el no recordarlos.
He dormido algunos minutos, pero ya pasa de la media noche y como de costumbre me he despertado ansioso, siento el corazón mi garganta, tan agitado que creo que escucho mi sangre con mis oidos. De nuevo estoy llorando y me quito frustrado el vendaje de mi ojo. Aun me duele el cuello pero ya no tengo que usar el collarin. Pero al menos mi cabello ha comenzado a crecer en la parte donde me raparon...
Mis lagrimas no dejan de salir, no se porque me siento tan triste, siempre me pasa al despertar, mis lágrimas no salen de manera salvaje pero solo no dejan de salir. Me levanto de la cama y solo quiero caminar un rato, cansarme hasta poder dormir, o hasta la madrugada que el doctor decina darme un tranquilizante.
-daré una vuelta- le digo a la enfermera que me mira al salir, ya esta acostumbra a mis paseos nocturnos, y claro, he ocultado mi ojos para que no vea que estoy llorando.
Limpio mi rostro de vez en vez porque las lágrimas me causan un poco de cosquillas.
Hoy no se por donde he caminado, llevo tanto en este hospital y aun sigo perdiendome.
Detengo mis pasos de repente al mirar que hay alguien en el pasillo en el que he terminado, no se porque, pero no puedo dejar de mirarlo, es raro, pero no puedo ni siquiera intentar esconder mis lágrimas... Siento como si fuera alguien irreal, fuera de este mundo, algo tal vez mágico.
Dormir en la camilla es tedioso, es incomodo y mi cuerpo siente que ya ha dormido demasiado. Desde que desperté la verdad no tengo muchas ganas de volver a dormir. Tengo miedo de que pase lo mismo, de no despertar, de preocupar a todos.
Porque aunque no me digan nada sus miradas me bastan, no me reclaman, pero me siento como si fuera mi culpa el no recordarlos.
He dormido algunos minutos, pero ya pasa de la media noche y como de costumbre me he despertado ansioso, siento el corazón mi garganta, tan agitado que creo que escucho mi sangre con mis oidos. De nuevo estoy llorando y me quito frustrado el vendaje de mi ojo. Aun me duele el cuello pero ya no tengo que usar el collarin. Pero al menos mi cabello ha comenzado a crecer en la parte donde me raparon...
Mis lagrimas no dejan de salir, no se porque me siento tan triste, siempre me pasa al despertar, mis lágrimas no salen de manera salvaje pero solo no dejan de salir. Me levanto de la cama y solo quiero caminar un rato, cansarme hasta poder dormir, o hasta la madrugada que el doctor decina darme un tranquilizante.
-daré una vuelta- le digo a la enfermera que me mira al salir, ya esta acostumbra a mis paseos nocturnos, y claro, he ocultado mi ojos para que no vea que estoy llorando.
Limpio mi rostro de vez en vez porque las lágrimas me causan un poco de cosquillas.
Hoy no se por donde he caminado, llevo tanto en este hospital y aun sigo perdiendome.
Detengo mis pasos de repente al mirar que hay alguien en el pasillo en el que he terminado, no se porque, pero no puedo dejar de mirarlo, es raro, pero no puedo ni siquiera intentar esconder mis lágrimas... Siento como si fuera alguien irreal, fuera de este mundo, algo tal vez mágico.
Última edición por Meier O'Brien el Lun Oct 03, 2016 10:06 am, editado 1 vez
Meier O'Brien- Puntos : 199
Fecha de inscripción : 30/05/2016
Edad : 26
Re: walk on by [Evan]
Por supuesto que lo mejor es que vaya con un terapeuta que sepa cómo manejar sus emociones y en qué momento preguntar por algun tema. Que tenga límites y nula curiosidad por cómo se siente, no yo. Peor que me haya dicho eso, sabiendo también que en el pasado era así, me hace sentir muy especial. No sé si de verdad soy una persona mágica, obviamente no pero ¿el momento? Este sí parece algo irreal, porque la facilidad con que nos acercamos es casi increíble. Estaba muy nervioso porque sabía que no podía llegar de la nada y hablarle, o presionar una charla porque seguramente pensaría que soy un chismoso muy raro. Pero las cosas no salieron tan mal al menos por este lado.
-Entonces -sonreí casi demasiado por ver como su expresión cambiaba por una mejor- en el tiempo que esté aquí, si quieres hablar con alguien ¿por qué no vienes a verme? Tengo mucho tiempo libre -me reí de nuevo, no pensé en esa restricción que me puso su madre hasta después de proponerle, pero ya no importa.
-¿De verdad? -¿un amigo?, ¿qué amigo?- bueno, creo que no tengo uno favorito, entonces -me sentí avergonzado por ser descubierto, pensará que soy poco original. Me importa lo que esta nueva persona piense de mi- tal vez me guste el púrpura -me quedé viendo sus ojos. Uno carmín y el otro púrpura. Y sí, lo dije tan intencionalmente esperando que se dé cuenta. Pero inmediatamente me avergoncé y sumí la vista en el suelo, no debería coquetear con él, no ahora, hay cosas más importantes que pensar en lo mucho que me gustan sus ojos o su sonrisa. Pero también no creo que tenga algo más importante en mente además de él.
Escuché atentamente sus pasatiempos. En la escuela no lo veía con mucha gente además de su hermano, y a veces no creo que fueran realmente importantes para él. O no sé, la verdad nunca hablamos de cosas como ¿quiénes de tus compañeros te agradan?, o también de la comida que le gusta, lo que prefiere hacer en su tiempo libre. Nos juntábamos para hablar de temas irrelevantes, pero me agradaba almorzar con él.
Reí por su repentina afirmación. Yo solo recuerdo un chico perezoso, aunque nunca llegué a pensar de él como alguien tonto- tendré que comprobarlo con esa partida de ajedrez… o mejor algo en lo que también sea yo bueno, porque si no, sería injusto -hice una mueca pensando en algún pasatiempo común, pero no se me ocurrió nada para proponer.
-Claro -me hice a un lado para que él pudiera recostarse, aunque no era necesario, fue más un reflejo- ¿tienes sueño? espero no estarte aburriendo -bromeé- pero si quieres puedo contarte alguna historia para que puedas dormir -no es enserio, no es normal tampoco. Pero a estas alturas lo normal o no, no importan. Y no es conveniente que se quede dormido aquí, pero igual lo deseo así que ignoraré todas esas ideas.
-Entonces -sonreí casi demasiado por ver como su expresión cambiaba por una mejor- en el tiempo que esté aquí, si quieres hablar con alguien ¿por qué no vienes a verme? Tengo mucho tiempo libre -me reí de nuevo, no pensé en esa restricción que me puso su madre hasta después de proponerle, pero ya no importa.
-¿De verdad? -¿un amigo?, ¿qué amigo?- bueno, creo que no tengo uno favorito, entonces -me sentí avergonzado por ser descubierto, pensará que soy poco original. Me importa lo que esta nueva persona piense de mi- tal vez me guste el púrpura -me quedé viendo sus ojos. Uno carmín y el otro púrpura. Y sí, lo dije tan intencionalmente esperando que se dé cuenta. Pero inmediatamente me avergoncé y sumí la vista en el suelo, no debería coquetear con él, no ahora, hay cosas más importantes que pensar en lo mucho que me gustan sus ojos o su sonrisa. Pero también no creo que tenga algo más importante en mente además de él.
Escuché atentamente sus pasatiempos. En la escuela no lo veía con mucha gente además de su hermano, y a veces no creo que fueran realmente importantes para él. O no sé, la verdad nunca hablamos de cosas como ¿quiénes de tus compañeros te agradan?, o también de la comida que le gusta, lo que prefiere hacer en su tiempo libre. Nos juntábamos para hablar de temas irrelevantes, pero me agradaba almorzar con él.
Reí por su repentina afirmación. Yo solo recuerdo un chico perezoso, aunque nunca llegué a pensar de él como alguien tonto- tendré que comprobarlo con esa partida de ajedrez… o mejor algo en lo que también sea yo bueno, porque si no, sería injusto -hice una mueca pensando en algún pasatiempo común, pero no se me ocurrió nada para proponer.
-Claro -me hice a un lado para que él pudiera recostarse, aunque no era necesario, fue más un reflejo- ¿tienes sueño? espero no estarte aburriendo -bromeé- pero si quieres puedo contarte alguna historia para que puedas dormir -no es enserio, no es normal tampoco. Pero a estas alturas lo normal o no, no importan. Y no es conveniente que se quede dormido aquí, pero igual lo deseo así que ignoraré todas esas ideas.
Evan Crawford- Puntos : 177
Fecha de inscripción : 02/06/2016
Edad : 34
Re: walk on by [Evan]
Sonrío un poco emocionado por su invitación, no se porque, pero me gusta la idea, quiero verlo de nuevo. El sentirme emocionado de esta manera me hace dudar sobre mi. Dicen que aunque las personas pierdan la memoria el cuerpo es diferente, por eso las personas que pierden la memoria, saben leer, o escribir, incluso pueden hacer su firma de manera automática. ¿Será que mi cuerpo de alguna manera recuerda que he terminado con Khaled? Por eso ahora reacciona de forma inevitable ante la belleza de este hombre. Es la única respuesta que encuentro. Eso me entristece, porque no se hace cuanto terminamos como para que yo pueda sentir tal emoción por otra persona, ¿eso quiere decir que lo he superado?
-¿en que eres bueno?- pregunto aunque me desanima un poco que no vayamos a jugar ajedrez, pero supongo que cualquier otra cosa esta bien. Sería hacer mucho más de lo que hago todos estos días. Vivo con visitas de mi familia las cuales me hacen sentir incómodo, he escuchado que compañeros de la universidad vinieron un día a verme, pero el doctor no les permitió pasar porque podría ser un golpe fuerte para mi y lo creo, solo escuchar que mis amigos de la universidad habían venido me puso mal porque yo no se quienes son mis amigos, no recuerdo a uno solo de ellos, En mi memoria solo estan los amigos del colegio, con los cuales al parecer perdí el contacto hace mucho.
Me acerco para recostarme, tal vez me estoy tomando demasiadas confianzas pero yo aún no quiero irme.
-no, no es eso- comento con una sonrisa porque el no me ha resultado para nada aburrido -esque en el accidente me lastime mucho el cuello. Dicen que mi cabeza rebotó varias veces- comento como su fuera algo divertido -incluso estuve en coma- me acomodo boca arriba cuidando de que mi cuello pueda descansar -no tiene mucho que desperté y que me quitaron el collarín, pero si no tengo cuidado me comienza a doler y no quiero que mañana me hagan usar esa cosa de nuevo, es muy incómoda y me hace lucir fatal- dejo relucir un poco mi lado vanidoso, pero realmente esa cosa la detesto -¿eres un cuenta cuentos? Me gustaría escuchar uno- digo cerrando mis ojos lentamente porque me siento muy relajado.
-¿en que eres bueno?- pregunto aunque me desanima un poco que no vayamos a jugar ajedrez, pero supongo que cualquier otra cosa esta bien. Sería hacer mucho más de lo que hago todos estos días. Vivo con visitas de mi familia las cuales me hacen sentir incómodo, he escuchado que compañeros de la universidad vinieron un día a verme, pero el doctor no les permitió pasar porque podría ser un golpe fuerte para mi y lo creo, solo escuchar que mis amigos de la universidad habían venido me puso mal porque yo no se quienes son mis amigos, no recuerdo a uno solo de ellos, En mi memoria solo estan los amigos del colegio, con los cuales al parecer perdí el contacto hace mucho.
Me acerco para recostarme, tal vez me estoy tomando demasiadas confianzas pero yo aún no quiero irme.
-no, no es eso- comento con una sonrisa porque el no me ha resultado para nada aburrido -esque en el accidente me lastime mucho el cuello. Dicen que mi cabeza rebotó varias veces- comento como su fuera algo divertido -incluso estuve en coma- me acomodo boca arriba cuidando de que mi cuello pueda descansar -no tiene mucho que desperté y que me quitaron el collarín, pero si no tengo cuidado me comienza a doler y no quiero que mañana me hagan usar esa cosa de nuevo, es muy incómoda y me hace lucir fatal- dejo relucir un poco mi lado vanidoso, pero realmente esa cosa la detesto -¿eres un cuenta cuentos? Me gustaría escuchar uno- digo cerrando mis ojos lentamente porque me siento muy relajado.
Meier O'Brien- Puntos : 199
Fecha de inscripción : 30/05/2016
Edad : 26
Re: walk on by [Evan]
-Mmm bueno, ¿en el tenis? -me quedé callado un poco y luego me sentí estúpido porque obviamente eso es algo que no podríamos hacer- eso podríamos intentarlo saliendo de aquí -debe pensar que soy muy idiota, es decir, tengo la pierna incapacitada. Pero no puedo contestar “juguemos cartas” o alguna otra actividad. Yo solo quiero pasar tiempo con él. Aunque no hablemos, aunque él diga mucho o hagamos cosas que no puedo. Mi comentario era una forma de bromear pero él parece preocupado por hacer algo que a ambos nos entretenga- o puedes ayudarme a perfeccionar mi ajedrez.
Pasan un montón de imágenes en mi cabeza sobre el accidente. Fueron segundos, pues no pasó mucho para que yo quedara inconsciente. Lo siguiente que recuerdo es la luz del hospital y mi desesperación muda por saber sobre él. Y a diferencia de hoy, recuerdo su cara triste, su cuerpo caminando desganado, acostado sobre el sofá trasero de mi auto. Me duele el pecho, escuchar sus pequeñas quejas me hacen sentir culpable. ¿Y qué va a pasar cuando él recuerde que fui la causa de esto? Seguramente dirá que no paro de hacerle daño, que por aferrarme solo vuelvo su vida más complicada. Lo imagino reclamando en el futuro, lo recuerdo en el pasado en la misma situación.
-Siento mucho todo lo que estás pasando -aprieto la sabana con mi puño, y tomo un poco de aire para poder voltearlo a ver de nuevo. No puedo estar todo el tiempo con arrepentimientos. Es que, ni siquiera sé ya lo que debo hacer, simplemente estoy seguro que quiero estar con él aunque sea de esta forma- entonces ponte cómodo, creo que la cama es amplia y cabemos los dos -trate de despejar las ideas tristes de mi cabeza. Siguen ahí, pero al menos ver que en esta situación sigue sonriendo, me conforta- ¿Cuenta..? no no, bueno, puedo intentarlo pero no tengo mucha imaginación -me quedé meditando para ver si venía alguna historia a mi cabeza, pero no, yo soy malisimo para esas cosas, así que a la primera historia que recordé, empecé a soltarla- mmm bien, hay un cuento que me gusta pero es un poco largo -me moví un poco para poder recostarme junto de él.
Nunca había contado este tipo de historia a alguien, y al principio mi voz temblaba, sentía nervios por seguir narrando con la voz un poco baja. Con las luces tenues y su cuerpo al lado mío. Pero poco a poco sentí que no era yo y que él era alguien más, y seguí hablando ya con mayor confianza. Tal vez hasta cambiaba mi tono de repente sonando un poco a los personajes, pero todo esto que parece una escena entre eun padre y su hijo, me hizo olvidarme de nuestros problemas.
Pasan un montón de imágenes en mi cabeza sobre el accidente. Fueron segundos, pues no pasó mucho para que yo quedara inconsciente. Lo siguiente que recuerdo es la luz del hospital y mi desesperación muda por saber sobre él. Y a diferencia de hoy, recuerdo su cara triste, su cuerpo caminando desganado, acostado sobre el sofá trasero de mi auto. Me duele el pecho, escuchar sus pequeñas quejas me hacen sentir culpable. ¿Y qué va a pasar cuando él recuerde que fui la causa de esto? Seguramente dirá que no paro de hacerle daño, que por aferrarme solo vuelvo su vida más complicada. Lo imagino reclamando en el futuro, lo recuerdo en el pasado en la misma situación.
-Siento mucho todo lo que estás pasando -aprieto la sabana con mi puño, y tomo un poco de aire para poder voltearlo a ver de nuevo. No puedo estar todo el tiempo con arrepentimientos. Es que, ni siquiera sé ya lo que debo hacer, simplemente estoy seguro que quiero estar con él aunque sea de esta forma- entonces ponte cómodo, creo que la cama es amplia y cabemos los dos -trate de despejar las ideas tristes de mi cabeza. Siguen ahí, pero al menos ver que en esta situación sigue sonriendo, me conforta- ¿Cuenta..? no no, bueno, puedo intentarlo pero no tengo mucha imaginación -me quedé meditando para ver si venía alguna historia a mi cabeza, pero no, yo soy malisimo para esas cosas, así que a la primera historia que recordé, empecé a soltarla- mmm bien, hay un cuento que me gusta pero es un poco largo -me moví un poco para poder recostarme junto de él.
- Cuento:
Todas las tardes, al salir de la escuela, los niños jugaban en el jardín de un gran castillo deshabitado. Se revolcaban por la hierba, se escondían tras los arbustos repletos de flores y trepaban a los árboles que cobijaban a muchos pájaros cantores. Allí eran muy felices.
Una tarde, estaban jugando al escondite cuando oyeron una voz muy fuerte.
-¿Qué hacéis en mi jardín?
El gigante egoísta
El gigante egoísta
Temblando de miedo, los niños espiaban desde sus escondites, desde donde vieron a un gigante muy enfadado. Había decidido volver a casa después de vivir con su amigo el ogro durante siete años.
-He vuelto a mi castillo para tener un poco de paz y de tranquilidad -dijo con voz de trueno-. No quiero oír a niños revoltosos. ¡Fuera de mi jardín! ¡Y que no se os ocurra volver!
Los niños huyeron lo más rápido que pudieron.
-Este jardín es mío y de nadie más -mascullaba el gigante-. Me aseguraré de que nadie más lo use.
Muy pronto lo tuvo rodeado de un muro muy alto lleno de pinchos.
En la gran puerta de hierro que daba entrada al jardín el gigante colgó un cartel que decía “PROPIEDAD PRIVADA. Prohibido el paso”. . Todos los días los niños asomaban su rostro por entre las rejas de la verja para contemplar el jardín que tanto echaban de menos.
Luego, tristes, se alejaban para ir a jugar a un camino polvoriento. Cuando llegó el invierno, la nieve cubrió el suelo con una espesa capa blanca y la escarcha pintó de plata los árboles. El viento del norte silbaba alrededor del castillo del gigante y el granizo golpeaba los cristales.
-¡Cómo deseo que llegue la primavera! -suspiró acurrucado junto al fuego.
El gigante egoísta
El gigante egoísta
Por fin, la primavera llegó. La nieve y la escarcha desaparecieron y las flores tiñeron de colores la tierra. Los árboles se llenaron de brotes y los pájaros esparcieron sus canciones por los campos, excepto en el jardín del gigante. Allí la nieve y la escarcha seguían helando las ramas desnudas de los árboles.
-La primavera no ha querido venir a mi jardín -se lamentaba una y otra vez el gigante- Mi jardín es un desierto, triste y frío.
Una mañana, el gigante se quedó en cama, triste y abatido. Con sorpresa oyó el canto de un mirlo. Corrió a la ventana y se llenó de alegría. La nieve y la escarcha se habían ido, y todos los árboles aparecían llenos de flores.
En cada árbol se hallaba subido un niño. Habían entrado al jardín por un agujero del muro y la primavera los había seguido. Un solo niño no había conseguido subir a ningún árbol y lloraba amargamente porque era demasiado pequeño y no llegaba ni siquiera a la rama más baja del árbol más pequeño.
El gigante sintió compasión por el niño.
-¡Qué egoísta he sido! Ahora comprendo por qué la primavera no quería venir a mi jardín. Derribaré el muro y lo convertiré en un parque para disfrute de los niños. Pero antes debo ayudar a ese pequeño a subir al árbol.
El gigante bajó las escaleras y entró en su jardín, pero cuando los niños lo vieron se asustaron tanto que volvieron a escaparse. Sólo quedó el pequeño, que tenía los ojos llenos de lágrimas y no pudo ver acercarse al gigante. Mientras el invierno volvía al jardín, el gigante tomó al niño en brazos.
-No llores -murmuró con dulzura, colocando al pequeño en el árbol más próximo.
De inmediato el árbol se llenó de flores, el niño rodeó con sus brazos el cuello del gigante y lo besó.
El gigante egoísta
El gigante egoísta
Cuando los demás niños comprobaron que el gigante se había vuelto bueno y amable, regresaron corriendo al jardín por el agujero del muro y la primavera entró con ellos. El gigante reía feliz y tomaba parte en sus juegos, que sólo interrumpía para ir derribando el muro con un mazo. Al atardecer, se dio cuenta de que hacía rato que no veía al pequeño.
-¿Dónde está vuestro amiguito? -preguntó ansioso.
Pero los niños no lo sabían. Todos los días, al salir de la escuela, los niños iban a jugar al hermoso jardín del gigante. Y todos los días el gigante les hacía la misma pregunta: -¿Ha venido hoy el pequeño? También todos los días, recibía la misma respuesta:
-No sabemos dónde encontrarlo. La única vez que lo vimos fue el día en que derribaste el muro.
El gigante se sentía muy triste, porque quería mucho al pequeño. Sólo lo alegraba el ver jugar a los demás niños.
Los años pasaron y el gigante se hizo viejo. Llegó un momento en que ya no pudo jugar con los niños.
Una mañana de invierno estaba asomado a la ventana de su dormitorio, cuando de pronto vio un árbol precioso en un rincón del jardín. Las ramas doradas estaban cubiertas de delicadas flores blancas y de frutos plateados, y debajo del árbol se hallaba el pequeño.
-¡Por fin ha vuelto! -exclamó el gigante, lleno de alegría.
El gigante egoísta
El gigante egoísta
Olvidándose de que tenía las piernas muy débiles, corrió escaleras abajo y atravesó el jardín. Pero al llegar junto al pequeño enrojeció de cólera.
-¿Quién te ha hecho daño? ¡Tienes señales de clavos en las manos y en los pies! Por muy viejo y débil que esté, mataré a las personas que te hayan hecho esto.
Entonces el niño sonrió dulcemente y le dijo:
-Calma. No te enfades y ven conmigo.
-¿Quién eres? -susurró el gigante, cayendo de rodillas.
-Hace mucho tiempo me dejaste Jugar en tu jardín -respondió el niño-. Ahora quiero que vengas a jugar al mío, que se llama Paraíso.
Esa tarde, cuando los niños entraron en el jardín para jugar con la nieve, encontraron al gigante muerto, pacificamente recostado en un árbol, todo cubierto de llores blancas.
Nunca había contado este tipo de historia a alguien, y al principio mi voz temblaba, sentía nervios por seguir narrando con la voz un poco baja. Con las luces tenues y su cuerpo al lado mío. Pero poco a poco sentí que no era yo y que él era alguien más, y seguí hablando ya con mayor confianza. Tal vez hasta cambiaba mi tono de repente sonando un poco a los personajes, pero todo esto que parece una escena entre eun padre y su hijo, me hizo olvidarme de nuestros problemas.
Evan Crawford- Puntos : 177
Fecha de inscripción : 02/06/2016
Edad : 34
Re: walk on by [Evan]
Le miro escéptico cuando menciona el tenis, pues mi condición no es la mejor para jugar tenis y creo que la de él mucho menos. Suelto una risita cuando el aclara que lo hagamos saliendo de aquí y asiento, no se ni porque, la verdad no me gustan mucho los deportes, sudar y eso no me gusta.
-de acuerdo- solo he aceptado.
El parece raro de repente, ¿he dicho algo malo? solo he hablado un poco de mi accidente, creo que debe ser una persona muy empatica y por eso su reacción.
-No es una gran fatalidad, así que no hay mucho de que preocuparnos- comento esperando que se tranquilice un poco.
Es un sujeto extraño, pero de alguna manera divertido.
-pero dijiste que me contarías una historia- digo con un tono un poco infantil y caprichoso.
Al final el accede, yo solo solo sonrío complacido.
El comienza la historia, realmente se siente como uno de esos cuentos para niños, incluso hay un gigante en la historia.
Escucho con cierto entusiasmo y algo de emoción, no se ni porque, pero lo hago. Cuando menciona que el niño no volvió, mi sonrisa fue desapareciendo poco a poco, esa sola mención me ha hecho sentir muy triste.
Siento como mis ojos escuecen un poco y un par de pequeñas lágrimas se escapan de mis ojos.
-eso es muy triste- no se porque pero la verdad lo que mas tristeza me ha causado fue la muerte del pequeño, ¿cuando desapareció? -el pequeño desapareció tan de repente, seguro sufrío mucho por eso- digo tragando saliva para tratar de quitar ese nudo que siento en mi garganta.
Me giro para quedar recostado de lado, me incomoda un poco el cuello pero no me importa mucho, solo me acurruco un poco contra Evan. No se si lo molestaré pero no me importa demasiado.
-me siento triste de repente- digo tal vez como excusa, pero es la verdad y le abrazo. Quiero sentir que alguien me consuela. Frente a mi familia, trato de comportarme lo mas estable que puedo, tal vez por eso lloro tanto cada vez que despierto.
-de acuerdo- solo he aceptado.
El parece raro de repente, ¿he dicho algo malo? solo he hablado un poco de mi accidente, creo que debe ser una persona muy empatica y por eso su reacción.
-No es una gran fatalidad, así que no hay mucho de que preocuparnos- comento esperando que se tranquilice un poco.
Es un sujeto extraño, pero de alguna manera divertido.
-pero dijiste que me contarías una historia- digo con un tono un poco infantil y caprichoso.
Al final el accede, yo solo solo sonrío complacido.
El comienza la historia, realmente se siente como uno de esos cuentos para niños, incluso hay un gigante en la historia.
Escucho con cierto entusiasmo y algo de emoción, no se ni porque, pero lo hago. Cuando menciona que el niño no volvió, mi sonrisa fue desapareciendo poco a poco, esa sola mención me ha hecho sentir muy triste.
Siento como mis ojos escuecen un poco y un par de pequeñas lágrimas se escapan de mis ojos.
-eso es muy triste- no se porque pero la verdad lo que mas tristeza me ha causado fue la muerte del pequeño, ¿cuando desapareció? -el pequeño desapareció tan de repente, seguro sufrío mucho por eso- digo tragando saliva para tratar de quitar ese nudo que siento en mi garganta.
Me giro para quedar recostado de lado, me incomoda un poco el cuello pero no me importa mucho, solo me acurruco un poco contra Evan. No se si lo molestaré pero no me importa demasiado.
-me siento triste de repente- digo tal vez como excusa, pero es la verdad y le abrazo. Quiero sentir que alguien me consuela. Frente a mi familia, trato de comportarme lo mas estable que puedo, tal vez por eso lloro tanto cada vez que despierto.
Meier O'Brien- Puntos : 199
Fecha de inscripción : 30/05/2016
Edad : 26
Re: walk on by [Evan]
¿Cómo no va a ser demasiado?, perdió sus preciados recuerdos. Las personas que conoció más o menos en la época en que hablábamos, él no las recuerda. ¿Qué hay acerca de su novio?, ni siquiera sé si él está enterado de lo que pasó. Puede que no recordar esa parte de su vida sea mejor pero ¿qué va a pasar cuando lo haga? Tengo miedo de muchas cosas. De cómo es ahora, diferente. Y de cómo será cuando recuerde todo. Tengo mucho miedo de que me odie.
Al final de relatar me giré despacio a él para ver si le había gustado o no mi historia. Es algo que no planeaba y no pensé mucho. No soy un devorador de libros, pero tampoco un inculto, y realmente me tomó desprevenida su petición.
-Lo sé -terminé por hacerle sentir triste. Y también me sentí un poco así. El morir cuando tu felicidad está en la cima. El perder a quien te hizo cambiar. No puedo evitar relacionar las pequeñas cosas de un cuento con mi vida actual, incluso con mi pasado.
Sentí su abrazo y me quedé sin moverme unos segundos, tengo tantas ganas de llorar, de abrazarlo, de decirle todo lo que siento. Pensé que nunca podría abrazarlo, platicar con él o siquiera verlo. Tuve tanto miedo de perderlo. La sensación de ver como la persona que amas se te va frente tuyo, ¿es así como te sentiste?
Pasé uno de mis brazos por encima de su cuerpo y con mi mano atraje su cabeza a mi pecho.
Estoy llorando, no lo hago de manera incontrolable como aquella vez, son solo lágrimas cayendo de mis ojos sin emitir sonido, pero ahora el peso en mi pecho es más grande. No dejo de repetir una disculpa para él en mi cabeza, porque no puedo ser más egoísta y darla en voz alta para poder sentirme mejor.
-Está bien si lloras -me pegué un poquito más a su cuerpo, lo que mis propias heridas me permiten- estaré contigo cada vez que te sientas triste, así que puedes llorar lo que quieras -debe ser raro que un extraño sea tan familiar, que te consuele sin compromiso. No soy un altruista, pero tal vez si piensa eso de mi y me permite abrazarlo está bien.
Al final de relatar me giré despacio a él para ver si le había gustado o no mi historia. Es algo que no planeaba y no pensé mucho. No soy un devorador de libros, pero tampoco un inculto, y realmente me tomó desprevenida su petición.
-Lo sé -terminé por hacerle sentir triste. Y también me sentí un poco así. El morir cuando tu felicidad está en la cima. El perder a quien te hizo cambiar. No puedo evitar relacionar las pequeñas cosas de un cuento con mi vida actual, incluso con mi pasado.
Sentí su abrazo y me quedé sin moverme unos segundos, tengo tantas ganas de llorar, de abrazarlo, de decirle todo lo que siento. Pensé que nunca podría abrazarlo, platicar con él o siquiera verlo. Tuve tanto miedo de perderlo. La sensación de ver como la persona que amas se te va frente tuyo, ¿es así como te sentiste?
Pasé uno de mis brazos por encima de su cuerpo y con mi mano atraje su cabeza a mi pecho.
Estoy llorando, no lo hago de manera incontrolable como aquella vez, son solo lágrimas cayendo de mis ojos sin emitir sonido, pero ahora el peso en mi pecho es más grande. No dejo de repetir una disculpa para él en mi cabeza, porque no puedo ser más egoísta y darla en voz alta para poder sentirme mejor.
-Está bien si lloras -me pegué un poquito más a su cuerpo, lo que mis propias heridas me permiten- estaré contigo cada vez que te sientas triste, así que puedes llorar lo que quieras -debe ser raro que un extraño sea tan familiar, que te consuele sin compromiso. No soy un altruista, pero tal vez si piensa eso de mi y me permite abrazarlo está bien.
Evan Crawford- Puntos : 177
Fecha de inscripción : 02/06/2016
Edad : 34
Re: walk on by [Evan]
El me brinda refugio en sus brazos y me comienzo a sentir un poco mas tranquilo, aun triste pero diferente. Aspiro su aroma, el olor a hospital se ha vuelto lo normal, pero su aroma es muy agradable, tal vez hasta nostágico, pero no se porque.
Cierro mis ojos, hay algo en mi cabeza, de nuevo siento esa sensación de que mis pensamientos se mueven entre una espesa niebla. Ni siquiera comprendo pero algo pasa, muy rápido, un parque, una banca, y alguien sentado mientras mi cabeza descansa en sus piernas. Pero esa imagen que parecía tan grabada en mi memoria de repente se va, hay no tengo los detalles, solo vuelve a ser algo borroso.
-no quiero llorar más- le digo bajito abrazándole con un poco mas de fuerza -pero tal vez venga a verte aunque no esté triste- digo porque no quiero venir a verlo solo en esos momentos. ¿por que estoy pensado de manera tan considerada para con un desconocido? ¿realmente eso importa ahora? solo abrázalo y ya. Se siente tan bien este contacto, me gusta; tal vez demasiado para tratarse de un extraño.
Poco a poco me relajo, olvido mi tristeza por la historia, o por mi simple condición desde que desperté, solo soy yo sin preocuparme por nada más que escuchar la respiración de este desconocido que me tiene fascinado.
-¿de verdad te gusta el purpura?- pregunto recordando el tema que decidí ignorar hace rato porque no es como si el fuera a descubrir su color favorito de golpe -mis ojos lo son- comento sin recordar el detalle de que no tengo el lente de contacto -¿mis ojos podrían gustarte?- pregunto un poco embelesado por su aroma y cercanía. Recuerdo todas las veces que mi madre mencionaba lo feo que eran mis ojos, así que de pequeño siempre cubría uno de ellos, ya en la primaria me compró mis primeros lentes de contacto. Pero siempre que alguien mencionaba que mis ojos eran lindos yo jamás lo creía, ni siquiera a Khaled, de los recuerdos que conservo, se que jamás le mostré mis ojos porque tenía miedo a su rechazo... supongo que tiene que ver con el hecho de que yo odio mis ojos de la misma manera en que mi madre lo hace -la verdad es que no son bonitos, no te gustarían- digo bostezando un poco.
Cierro mis ojos, hay algo en mi cabeza, de nuevo siento esa sensación de que mis pensamientos se mueven entre una espesa niebla. Ni siquiera comprendo pero algo pasa, muy rápido, un parque, una banca, y alguien sentado mientras mi cabeza descansa en sus piernas. Pero esa imagen que parecía tan grabada en mi memoria de repente se va, hay no tengo los detalles, solo vuelve a ser algo borroso.
-no quiero llorar más- le digo bajito abrazándole con un poco mas de fuerza -pero tal vez venga a verte aunque no esté triste- digo porque no quiero venir a verlo solo en esos momentos. ¿por que estoy pensado de manera tan considerada para con un desconocido? ¿realmente eso importa ahora? solo abrázalo y ya. Se siente tan bien este contacto, me gusta; tal vez demasiado para tratarse de un extraño.
Poco a poco me relajo, olvido mi tristeza por la historia, o por mi simple condición desde que desperté, solo soy yo sin preocuparme por nada más que escuchar la respiración de este desconocido que me tiene fascinado.
-¿de verdad te gusta el purpura?- pregunto recordando el tema que decidí ignorar hace rato porque no es como si el fuera a descubrir su color favorito de golpe -mis ojos lo son- comento sin recordar el detalle de que no tengo el lente de contacto -¿mis ojos podrían gustarte?- pregunto un poco embelesado por su aroma y cercanía. Recuerdo todas las veces que mi madre mencionaba lo feo que eran mis ojos, así que de pequeño siempre cubría uno de ellos, ya en la primaria me compró mis primeros lentes de contacto. Pero siempre que alguien mencionaba que mis ojos eran lindos yo jamás lo creía, ni siquiera a Khaled, de los recuerdos que conservo, se que jamás le mostré mis ojos porque tenía miedo a su rechazo... supongo que tiene que ver con el hecho de que yo odio mis ojos de la misma manera en que mi madre lo hace -la verdad es que no son bonitos, no te gustarían- digo bostezando un poco.
Meier O'Brien- Puntos : 199
Fecha de inscripción : 30/05/2016
Edad : 26
Re: walk on by [Evan]
En medio de mi tristeza y la suya, sonrío. Debo ser un tipo con suerte, el que él esté ahora entre mis brazos permitiendo que le consuele, o tal vez él me consuela a mi.
-De acuerdo, me dará mucho gusto verte -pienso que en el fondo me recuerda, ¿o es así con todo el mundo? Siempre fue alguien amistoso, con Asb y conmigo siempre se portaba tan familiar. Pero fuera de eso siempre lo vi actuando normal con el resto. No importa por la razón que él esté ahora pegado de mi, quiero atesorarla. Quiero enamorarlo. No sé si él llegó a sentir cosas tan fuertes por mí, pero ¿no es esto una segunda oportunidad? Quiero creer que sí.
Sonreí cuando preguntó por el color de sus ojos. Pensé que le había restado importancia, estoy contento porque lo mencione. ¿Puedo decir que me encantan sus ojos?, quiero verlos, y decirle que no solo me gustan, y no solo es eso.
-La verdad no tengo un color favorito -no dije nada cuando menospreció sus ojos o esa característica en uno de ellos. Sigo pegado a él, no puedo ver la clase de expresión que pone pero quiero estar cerquita- lo dije porque vi el color de uno de tus ojos, y pensé “es tan bonito que ahora mi color favorito puede ser el púrpura”, pero tal vez no me gusta el púrpura en realidad -hice una pausa para ayudar a mi estado nervioso, supongo que deriva del pequeño miedo a ser rechazado- tal vez solo me gustan tus ojos. Pero tienen distinto color, entonces supongo que podría tener dos colores favoritos -¿no suena demasiado a que trato de coquetearle? y mi voz temblaba. Es una ventaja que él ahora no vea mi cara. Dios, ese comentario fue completamente inapropiado -tus ojos son muy bonitos, Meier.
Mi corazón late muy fuerte, y con él a la altura de mi pecho seguro se da cuenta. Quiero que lo note. Creo que me estoy arriesgando demasiado. Pero no quiero arrepentirme después. Puedo espantarlo con mi actitud, o tal vez y si tengo más suerte suceda lo contrario.
-De acuerdo, me dará mucho gusto verte -pienso que en el fondo me recuerda, ¿o es así con todo el mundo? Siempre fue alguien amistoso, con Asb y conmigo siempre se portaba tan familiar. Pero fuera de eso siempre lo vi actuando normal con el resto. No importa por la razón que él esté ahora pegado de mi, quiero atesorarla. Quiero enamorarlo. No sé si él llegó a sentir cosas tan fuertes por mí, pero ¿no es esto una segunda oportunidad? Quiero creer que sí.
Sonreí cuando preguntó por el color de sus ojos. Pensé que le había restado importancia, estoy contento porque lo mencione. ¿Puedo decir que me encantan sus ojos?, quiero verlos, y decirle que no solo me gustan, y no solo es eso.
-La verdad no tengo un color favorito -no dije nada cuando menospreció sus ojos o esa característica en uno de ellos. Sigo pegado a él, no puedo ver la clase de expresión que pone pero quiero estar cerquita- lo dije porque vi el color de uno de tus ojos, y pensé “es tan bonito que ahora mi color favorito puede ser el púrpura”, pero tal vez no me gusta el púrpura en realidad -hice una pausa para ayudar a mi estado nervioso, supongo que deriva del pequeño miedo a ser rechazado- tal vez solo me gustan tus ojos. Pero tienen distinto color, entonces supongo que podría tener dos colores favoritos -¿no suena demasiado a que trato de coquetearle? y mi voz temblaba. Es una ventaja que él ahora no vea mi cara. Dios, ese comentario fue completamente inapropiado -tus ojos son muy bonitos, Meier.
Mi corazón late muy fuerte, y con él a la altura de mi pecho seguro se da cuenta. Quiero que lo note. Creo que me estoy arriesgando demasiado. Pero no quiero arrepentirme después. Puedo espantarlo con mi actitud, o tal vez y si tengo más suerte suceda lo contrario.
Evan Crawford- Puntos : 177
Fecha de inscripción : 02/06/2016
Edad : 34
Re: walk on by [Evan]
El que diga que no tiene color favorito me entristece un poco, ya sabía yo que en realidad mis ojos no pueden gustarle a nadie.
Me pongo tenso cuando menciona lo de mi ojo, me hace caer en cuenta que no he cuidado eso, no traigo mi lente, no tengo vendas. He sido tan descuidado, seguro deben parecerle raros, lo raro no le gusta a las personas. Y me siento un peor cuando dice dice que tal vez el purpura no le gusta en realidad. Me pongo tenso, de una manera extraña cuando dice que le gustan mis ojos, ¿lo dice en serio? no, no puede ser.
Mi corazón solo se acelera cuando repite que son bonitos, no le creo, pero aun así voy a creer esa mentira esta noche.
-a mi me gustan los tuyos- digo soltando un bostezo y busco acurrucarme mas contra él, aunque creo que es imposible acercar mas nuestros cuerpos.
-Evan- digo su nombre medio dormido y no se porque, solo creo que quería decirlo.
Me voy sintiendo muy relajado y solo me pierdo en su aroma, en el sonido del latido de su corazón y su respiración, no se como o cuando, pero pro primera vez desde que salí del coma, quedar dormido no me cuesta y las pesadillas no me atormentan.
Me pongo tenso cuando menciona lo de mi ojo, me hace caer en cuenta que no he cuidado eso, no traigo mi lente, no tengo vendas. He sido tan descuidado, seguro deben parecerle raros, lo raro no le gusta a las personas. Y me siento un peor cuando dice dice que tal vez el purpura no le gusta en realidad. Me pongo tenso, de una manera extraña cuando dice que le gustan mis ojos, ¿lo dice en serio? no, no puede ser.
Mi corazón solo se acelera cuando repite que son bonitos, no le creo, pero aun así voy a creer esa mentira esta noche.
-a mi me gustan los tuyos- digo soltando un bostezo y busco acurrucarme mas contra él, aunque creo que es imposible acercar mas nuestros cuerpos.
-Evan- digo su nombre medio dormido y no se porque, solo creo que quería decirlo.
Me voy sintiendo muy relajado y solo me pierdo en su aroma, en el sonido del latido de su corazón y su respiración, no se como o cuando, pero pro primera vez desde que salí del coma, quedar dormido no me cuesta y las pesadillas no me atormentan.
Meier O'Brien- Puntos : 199
Fecha de inscripción : 30/05/2016
Edad : 26
Re: walk on by [Evan]
¿Será verdad? No tiene razón para mentir, y a como se ha portado creo que de verdad le gusto un poco. Soy bastante arrogante por preocuparme por eso a estas alturas, pero que aún después de todo él diga que le gusta algo de mi, me pone muy feliz. No es como que yo le guste, simplemente dijo que mis ojos pero… diablos, en verdad esto me ha alegrado demasiado.
La forma en que nos acurrucamos es muy cómoda y cálida, y llevo una de mis manos a sus orejas para acariciar las puntas de su cabello que pegan con ellas. ¿Se molestará?, pero de todos modos ya lo estoy haciendo, y él parece estar bien si lo toco o lo halago.
Pensaba quedarme quieto esperando que durmiera, algo no muy razonable dada nuestra situación pero preferí arriesgarme por tener un momento con él, y cerré mis ojos intentando dormir también. Sin embargo y por la manera como me llamó los abrí de nuevo, me sentí como en el pasado, y le di un pequeño beso en su cabeza, si lo hubiera tenido de frente tal vez hubiera besado sus labios.
-Descansa -seguí acariciando su cabello cerca de sus orejas y su cuello, y poco a poco me fue venciendo también el sueño.
La forma en que nos acurrucamos es muy cómoda y cálida, y llevo una de mis manos a sus orejas para acariciar las puntas de su cabello que pegan con ellas. ¿Se molestará?, pero de todos modos ya lo estoy haciendo, y él parece estar bien si lo toco o lo halago.
Pensaba quedarme quieto esperando que durmiera, algo no muy razonable dada nuestra situación pero preferí arriesgarme por tener un momento con él, y cerré mis ojos intentando dormir también. Sin embargo y por la manera como me llamó los abrí de nuevo, me sentí como en el pasado, y le di un pequeño beso en su cabeza, si lo hubiera tenido de frente tal vez hubiera besado sus labios.
-Descansa -seguí acariciando su cabello cerca de sus orejas y su cuello, y poco a poco me fue venciendo también el sueño.
Evan Crawford- Puntos : 177
Fecha de inscripción : 02/06/2016
Edad : 34
Re: walk on by [Evan]
Escuchó mi respiración, se escucha realmente fuerte, así que comienzo a despertar y poco a poco me doy cuenta que no es mi respiración la que estoy escuchando. Me separó lentamente de él con una enorme sonrisa en mi rostro, pero en cuanto lo veo mi sonrisa desaparece. No es Khaled... Es el hombre que conocí anoche.
Me levanto con cuidado de no despertarlo, se ve muy tranquilo y cómodo, aunque no se como es que yo he logrado descansar también, las camas son realmente pequeña. Pero es curioso, porque no recuerdo haber tenido pesadillas, aunque sigo sin recordar nada de lo que pasó en mis sueños.
Me quedó un poco idiotizando mirándolo descansar, pero la luz del sol ya se a asomado... es tarde.
Así que salgo de su habitación y camino un poco... no se como llegar a mi habitación así que pido ayuda a una enfermera que me indica el camino.
Me encuentro con mamá cuando ella apenas está llegando y me pregunta donde estaba, yo bajo la mirada por que se que ha notado mi ojo.
-salí a caminar- le explico y entró rea mi habitación para recostarme de nuevo.
Me levanto con cuidado de no despertarlo, se ve muy tranquilo y cómodo, aunque no se como es que yo he logrado descansar también, las camas son realmente pequeña. Pero es curioso, porque no recuerdo haber tenido pesadillas, aunque sigo sin recordar nada de lo que pasó en mis sueños.
Me quedó un poco idiotizando mirándolo descansar, pero la luz del sol ya se a asomado... es tarde.
Así que salgo de su habitación y camino un poco... no se como llegar a mi habitación así que pido ayuda a una enfermera que me indica el camino.
Me encuentro con mamá cuando ella apenas está llegando y me pregunta donde estaba, yo bajo la mirada por que se que ha notado mi ojo.
-salí a caminar- le explico y entró rea mi habitación para recostarme de nuevo.
Meier O'Brien- Puntos : 199
Fecha de inscripción : 30/05/2016
Edad : 26
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