Primera cita -Aaren O'Brien

Hoy tendré mi primera cita. No es con la persona que esperaba sería, pero sigue siendo mi primera cita, y eso me hace sentir nerviosa. No encuentro nada en mi guardarropa que parezca lo indicado para este día. Todo parece demasiado ostentoso o demasiado simple, y yo quiero que sea perfecto, quiero que cuando Abren me vea piense “si que tengo una prometida hermosa”.
Suspiro un poco resignada a que no se que usar hoy, elijo un lindo vestido blanco a juego con unos zapatos.  
Él es un chico atractivo, y siempre lo he aceptado, pero creo que para sus ojos yo no sobresalgo ni un poco, es realmente un sujeto raro, pero supongo que me gustas los tipos raros.

Me maquillo un poco pero con un toque natural, nada exagerado.  Hemos quedado de vernos ya en un punto en especifico, aunque mamá se ha molestado y dicho que como mi prometido puede ser tan descartes y no venir por mi. A mim me parece bien, aunque habría sido un lindo detalle ya no estamos en los años en los que vivio mamá.
No se si debería salir ya, la verdad aun es temprano para la hora que hemos acordado, pero he pasado toda la mañana pensando en ese momento, siento todos mis nervios en el estomago, no quiero ni pensar lo que se siente salir en una cita con una persona que se quiera.

Salgo de casa cuando parece la hora prudente, todo el trayecto siento esas mariposas en mi estomago, y la sensación es mas intensa cuando llego al lugar. Camino un poco tratando de encontrar a mi prometido.
Se que hemos estado juntos antes, pero yo la verdad no ponía mucho de mi parte, tenia la esperanza de poder vivir un amor verdadero y no algo acordado por mis padres, pero creo que es momento de aceptar lo que me ha tocado. Y Aaren siempre me pareció la mejor opción entre nuestro circulo. Solo pensar en que podría comprometerme con alguien con el hijo de los Kozlov, no podría ni siquiera soportarlo. Al menos Aaren tiene un aire misterioso que atrae.  
No lo veo por el lugar, aunque tampoco es que me esfuerce tanto en buscarlo, mejor tomo mi celular y le escribo un mensaje, “Yo ya llegué, ¿y tú?” no quiero tener que quedarme esperándolo, eso sería demasiado molesto para una cita.

Kajsa:

No me siento muy emocionado por la cita que tendré con Kajsa, y no es porque ella me desagrade. Cuando se lo propuse me pareció una buena idea, sé que de vez en cuando yo debo tener encuentros con ella para acoplarnos al otro, pero esa vez nació como algo espontáneo, algo muy raro en mí. Sin embargo no me he sentido bien desde que vi a Meier, darme cuenta que a pesar de su estado esa persona sigue siendo más importante aunque sea de manera inconsciente, me lastima, y también me molesta. He continuado con mi rutina, un poco más apegada a lo que era antes de decidir cambiar un poco. He visto menos a Karin y a mis amigos, y me concentro únicamente en sacar buenas notas y avanzar los proyectos de la universidad. Al menos eso distrae mi cabeza un rato. Y no entiendo ya si lo que siento ahora son celos o simplemente dañó mi orgullo. Estoy muy confundido, pero aún así lo he visitado algunas veces, porque todavía no puedo despegarme de ese cariño por completo.

Me puse una ropa casual, de esas prendas que compré hace tiempo y no he usado porque es más cómodo utilizar las que siempre están a mi alcance. Quiero intentar ya no pensar en esto, por eso puse un poco más de empeño en arreglarme. Mi cabello está creciendo, tal vez debería cortarlo.
Salí temprano de casa, no tengo más qué hacer hoy y no me gusta llegar tarde. Llevo conmigo el obsequio que compré para ella hace tiempo. Poco después de que se lo propuse, se me ocurrió que sería un lindo detalle, porque usualmente los chicos llevan flores y esas cosas, pero quería algo que no le durara solo un instante. Al final terminé eligiendo un collar de plata con una piedra del color de su cabello, me gusta su cabello largo. Ella es en verdad atractiva, solo que no sé cómo hacer para que no se aburra conmigo o planear algo que le guste. De cualquier forma, hoy intentaré solo concentrarme en ella, es necesario que ya me haga la idea y deje de preocuparme por él o en quien sea que piense, porque al final, ni aunque me correspondiera de nuevo, podríamos estar juntos.

No sé cuánto tiempo estuve caminando por la plaza, y fue porque mi teléfono sonó que supe ya era tiempo de verla.
-Hola -no estaba tan lejos de nuestro punto de encuentro, y me alegra que ella no llegara tarde- tu cabello… -no pude evitar notar ese gran cambio, creo que ya tiene un poco de rato que no nos vemos- te queda bien -aunque ahora la piedra del collar ya no hará juego.

No puedo ignorar lo bien que luce hoy, es muy atractivo y aunque puedo decir que a veces pienso que no coincidimos en mucho, sin duda sigue siendo la mejor opción para estar comprometida. Es responsable, no se la vive en fiesta como los demás chicos de nuestra edad que ya tienen bastante mala fama.
-Oh eso, si decidí cambiar un poco- no recordaba que hace tanto no nos veíamos, yo incluso ya me he acostumbrado a mi nuevo color, pero al comienzo si me sentía un poco extraña y ni mencionar la reacción de mamá, creo que se enojó un poco conmigo, lo consideró algo así como un gesto de rebeldía --gracias, tu te ves bien muy bien hoy- no me pongo nerviosa o ansiosa al hablar con él, pero creo que es mejor no actuar como una tonta solo por sentir mariposas en el estomago. Pero tampoco es como que sepa mucho sobre que hablar con él, un silencio se hace presente y es algo incómodo, al menos para mi lo es.

-¿y que te gustaría hacer? me gustaría poder conocerte un poco más, creo que no nos hemos dado la oportunidad- no fue para nada la persona más simpática o interesada al comienzo, la verdad me la pasaba más imaginando como sería si fuera correspondida, imaginaba como me revelaría contra mis padres y las cosas que haría en nombre del amor. Pero no puede ni ser amor, quiero decir, me gusta mucho, pero realmente no lo conozco y no creo que él esté interesado en conocerme más allá de lo que nos hemos conocido y solo ha sido por obligación, para él era solo un trabajo.
Miro a Aaren esperando a que me diga lo que quiere hacer, estoy determinada a esforzarme y bueno, prácticamente mi madre ha puesto todo su empeño en convertirme en la mujer en una mujer que pueda adecuarse a su marido. Aunque si pienso en eso, no me gustaría terminar como ella...

Realmente teníamos mucho sin vernos. Entre mis ocupaciones y las de ella, el tiempo para “nuestras citas” siempre se posponía. Y no éramos tampoco muy insistentes con eso, creo que no poníamos especial interés en el otro. ¿Para qué invertir tiempo en el cortejo? De todas formas vamos a terminar juntos, nos gustemos o no, la decisión no está en nosotros.
Pero hoy siento un ligero cambio en su actitud, generalmente trae esa cara desanimada y yo tampoco ponía mucho de mi parte para hacerle sentir mejor.
-Gracias -sonreí. Hoy definitivamente tengo que hacer un cambio en nosotros. Ella se siente diferente no solo por su exterior, no me gustaría arruinar su repentino interés- ¿eh? oh, bueno -eso no me lo esperaba, pensé que como siempre, iríamos a algún café, unas tiendas y luego cada uno a casa. Tampoco planeé algo diferente- me gustan los video juegos así que… ¿te gustaría intentar eso? -espero que no piense de eso como algo infantil, porque a mí me encanta ir a esos sitios, y no es algo que me gustaría dejar solo por casarme. Aunque si lo pienso racionalmente, eventualmente tendré que dejar muchas de esas cosas- hay una sala grande en la plaza… o podemos ir al cine o a comer algo primero -una película es un ambiente más romántico y común, según artículos de citas para adolescentes, son los lugares más frecuentados. Y vengo a recordar eso que leí hace mucho tiempo.

Comencé a caminar a su lado a paso lento. Las últimas veces que nos vimos ni siquiera llegaba a sentirme nervioso, había perdido la esperanza de poder congeniar en algo. Ahora me siento distinto, como si quisiera que esto saliera bien no solo porque es una obligación.
-¿Cómo te ha ido en la escuela? -hace mucho tiempo que no hablamos -gracias a las reuniones que he tenido con los chicos de la universidad es que puedo iniciar con una plática normal. Aunque la mayoría de las veces se termina en menos de cinco minutos, pero prefiero eso a caminar en silencio.
Por la plaza hay infinidad de parejas. Algunas agarrados de la mano, otras abrazadas o caminando muy pegados colgados de su brazo- Kajsa, ¿puedo tomar tu mano? -si quiero sentirme como su pareja, tengo que empezar por iniciar esos acercamientos comunes.

Creo que no puedo ocultar mi sorpresa por lo que me dice que le gusta. La verdad es que no tengo amistades hombres, por eso no estoy acostumbrada a los gustos que ellos pueden tener.
-videojuegos- repito lo que ha dicho, y creo que es obvio que no esperaba algo así y creo que lo nota cuando sugiere ir al cine -no, no, eso esta bien. Nunca lo he intentado, me gustaría hacerlo-- la verdad es que la idea no me apasiona, pero debo esforzarme, y quien sabe tal vez hasta termine gustándome eso de los videojuegos.

De nuevo se siente un silencio un poco incomodo, pero no se que preguntar o sobre que hablar, pienso que todo lo que puedo decir le va a resultar aburrido.
-Pues hace poco tuvimos una pasarela, fue muy entretenido trabajar en ello. Se siente bien poder llevar a la practica todo lo que he aprendido- por un momento pienso en sacar mi celular para mostrarle las fotos de la pasarela, pero creo que no tiene caso, se que en esas fotos estaría él… y no quiero verlo.
Solo me pierdo hablando un poco sobre como fue el proyecto y me olvido un poco de si a él le interesará o le parecerá aburrido.
Guardo silencio cuando dice mi nombre y giro mi cabeza para mirarlo y siento, no se lo que siento, mi estomago siente un poco de cosquillas y bajo la mirada porque se que mi rostro debe estar rojo.
-s si- digo cuando me sale la voz.
Me siento nerviosa, y emocionada. Somos pareja así que debería ser normal, pero es la primera vez que tomaré la mano de un chico para caminar como una pareja.
Cuando nuestras manos se entrelazan llevo mi mano libre a mi cara para cubrir mi rostro porque estoy sonriendo y creo que me debo ver como una tonta.
-es la primera vez que hago esto, siento mi reacción exagerada- admito e intento disculparme.

Tal vez debería elegir algo más, ¿qué tal visitar una galería de arte? Pero si ella aceptó debe estar convencida, aunque sé que no todos tienen la costumbre de expresar que algo les disgusta.
-De acuerdo, hay una sala grande en la plaza -además siento que con ello me podré relajar un poco más que en un lugar con completo silencio- ¿quieres hacer algo antes de ir? Tal vez tengas hambre -a mí no me apetece, pero tengo que pensar más en ella como alguien que quiero impresionar. Tengo que aprender a gustar de ella como algo más íntimo y no solo pensar que es agradable como cualquier chica. Hacer de ella alguien especial para mí, y deshacerme de mis esperanzas y sentimientos románticos por mi hermano.

Caminamos despacio y ella comenzó a hablar sobre la pasarela. A pesar de que no entiendo mucho sobre el tema y los detalles, ver cómo cambia su expresión cuando habla sobre lo que le gusta tanto, me hace tener un poco de interés. Solamente cuando habla de ello es que se ve tan entretenida en nuestras citas, y deseo que también haga ese cara por el simple hecho de estar conmigo. De alguna forma deseo gustarle, tengo un orgullo también.
Para mí tomar a alguien de la mano es un poco natural. Soy alguien que no tiene mucho cuidado con el espacio personal de otros. Cosas como abrazar, besar, tomar de las manos, me encantan. El contacto físico es algo que me hace sentir más cerca de quienes me rodean, y cuando alguien me agrada lo hago sin pensarlo. Me di cuenta que eso no sucede solamente con quienes me interesan románticamente, sino también con aquellos que llego a considerar amigos.
Tomé su mano y sonreí, pensé que sería fácil y no tan significativo, pero de repente me siento algo nervioso.
-¿En serio? -realmente me impresiona escucharlo. Ella es educada, hermosa, un poco soberbia pero la encuentro agradable a pesar de no tener nada en común. Y ahora que lo pienso, nunca hemos hablado sobre el interés amoroso del otro. No lo creía prudente porque, bueno, estamos comprometidos, pero tengo curiosidad- ¿nunca has tenido novio? -le busqué con la mirada mientras caminamos, y mi agarre que al principio era un poco delicado, conforme avanzamos se volvió más seguro.

Llegamos a la sala de juegos y no pude evitar sonreír, debo parecer un niño, pero es que hace tiempo que no salgo a divertirme. No es que sea el alma de la fiesta, pero últimamente era más sociable y se me había hecho un hábito salir al menos dos veces por semana, y tratándose de un sitio que me gusta es inevitable sentirme contento.
-¿En verdad nunca has jugado? -entramos tomados de la mano y caminamos hacia recepción para ingresar crédito en mi tarjeta, la solté apenas unos minutos para hacer el trámite y volví a tomar su mano- ¿cuál quieres probar primero? -ojalá pueda darle una buena experiencia, no me gustaría empeorar nuestra situación.

La verdad que de la plaza, yo solo conozco las tiendas de ropa y zapatos, es la zona por donde suelo estar.
-Aun no tengo hambre, tal vez para después de jugar, ¿tu que opinas?- esto de no hacer solo lo que yo quiero es un poquito nuevo para mi, pero de alguna manera mamá siempre enseñó que así es como debería ser cuando tuviera una pareja.

Asiento por su pregunta, creo que debo dejar de exponer al mundo lo inexperta que soy en todas estas cosas, creo que me vuelvo demasiado sincera en esos temas.
-amm, no, yo nunca fui muy buena para relacionarme con chicos- supongo que está bien hablar de estas cosas con el que será mis esposo. Después de todo no es nada malo, debería ser considerado como algo virtuoso ¿no? no importa el año en el que estamos, una mujer virtuosa siempre parece ser superior ante la sociedad que una mujer liberal. La verdad es que a mi me da igual, yo, a veces desearía ser un poco más como Karin con todas estas cosas, pero creo que ese ha sido el único aspecto en el que mi padre ha sido estricta conmigo.
-¿tu si has tenido novia?- no se porque pero creo que me siento un poco celosa de esa posibilidad.

Mientras nos vamos acercando al lugar, el ruido de las personas que ahí juegan y diversas sonidos que salen de los juegos hacen que todo parezca demasiado caótico, y aunque volteo a ver a Aaren con un gesto un poco inconforme por todo eso, el verlo sonreír hace que no parezca tan malo.
-no nunca- digo negando rotundamente -pero parece muy entretenido- echo un vistazo por todas las personas en el lugar, parecen algo enajenadas mirando pantallas o jugando todas esas cosas -amm, no lo sé, ¿tu que me recomiendas? algunos parecen demasiado complicados- me siento abrumada porque no se que es lo que debería elegir -ese se ve lindo- comento un poco emocionada mirando como unos tiernos animalitos se asoman por unos agujeros y les tienen que pegar con un mazo -y parece fácil- no se si es el ambiente o que, pero me siento un poco mas entusiasmada ahora que estamos aquí.

-No, estoy bien por ahora. Entonces vayamos allí -me siento un poco más tranquilo, en verdad está distinta a otros días. ¿Habrá pasado algo para ese repentino cambio? Yo me siento deprimido y fastidiado por la situación con Mei, porque tal vez si las cosas no hubieran fracasado entre nosotros no hubiera puesto empeño en invitarla y ahora no estaría esforzándome más que antes. ¿Ella se sentirá igual? Además su cabello. Hay personas que tienen la creencia que un cambio de look es por alguna cosa que quieres dejar atrás. Pero pensándolo bien, de ella no es nada raro, tiene relación con el mundo que le rodea.

Me sorprendí por darme cuenta que ella en verdad no ha tenido una relación. Siempre la vi como una chica agradable pero orgullosa y superficial, pero ahora noto que es un poco tímida. Y por alguna razón me hace sentir más tranquilo, además creo que eso es lindo de ella. No es que espere tener una esposa virgen y que me haga completamente su mundo, entiendo que la época en que estamos las personas tienen que experimentar el relacionarse con distintos tipos de personas antes de tomar una decisión para el resto de su vida, y si tomo en cuenta la calidad moral en general, no soy alguien que deba opinar. Aun así pienso que el convertirme en primer amor de alguien debe ser agradable. Tal vez aspiro demasiado alto.
-Ya veo… pensé que tendrías experiencia. Eres muy atractiva, y también tienes una buena educación -aunque yo no sé qué ven los hombres normalmente en las chicas, nunca he pensado en lo que podría gustarme en una, ni siquiera lo he pensado de un hombre. En realidad no sé qué es lo que me atrae de otra persona- eso quiere decir que soy tu primer novio -sonreí un poco, ser el primero siempre ha sido una satisfacción para mí. ¿Estoy siendo insensible?
Su pregunta no me sentó muy bien, aunque lo esperaba, de hecho me habría ofendido si ella no se interesara por esa parte de mí- no, nunca he tenido una novia -y hasta yo sé que no tendría que mencionar con ella mi relación con Mei. Sé que llegaría el momento en que ella querría saber su nombre, y la situación es más complicada que hablarlo con alguien diferente. No me gusta ocultar mis preferencias, no hay algo malo en ello, pero ¿es realmente necesario mencionarlo ahora? Tal vez más adelante, por ahora solo debería pensar en divertirnos juntos.

Me sentí bien por notarla un poco más relajada, no esperaba que esto se encaminara bien, solamente otra tarde tomando un café y platicando forzadamente.
-Uhm, la verdad es muy fácil acoplarse a ellos -me reí nervioso y luego de su sugerencia asentí con la cabeza y caminamos a donde aquel juego. Tome el mazo y se lo pase a ella, y solté su mano para que jugara más cómoda- tómalo de esta forma -me coloqué tras ella para acomodar el mazo de la forma correcta, y después de indicarle cómo, me separé para ver cómo jugaba. Me siento emocionado- golpea con mucha fuerza -pasé la tarjeta para que el juego comenzara, de inmediato la música y el juego iniciaron y me concentré en ver si ella lo disfrutaba o no.

-Gracias- decido solo tomar en cuenta su halago y dejar de lado lo demás, se vuelve un poco incomodo aceptar algo como eso a mi edad debería saber al menos lo que es tomar la mano de alguien y cosas así, pero ni las cosas más simples las he hecho.
Cuando dice eso de mi primer novio me siento un poco rara, pero creo que me emociona un poco, el es muy apuesto y seguro que nos vemos muy bien juntos y hoy parece una persona más agradable.
-Si eres el primero-aunque ahora tengo una duda, ¿desde hace cuanto somos novios? supongo que desde que nos comprometieron. Es un poco extraño... no se siente algo muy natural pensarlo de esa manera, creo que para mi este es algo así como el primer día que cuenta en nuestra relación.
Sonrío un poco aliviada, el siempre me pareció apuesto y un chico serio, sin duda de los mejores partidos entre las demás opciones.
-entonces ambos somos primerizos en esto, me siento un poco más aliviada- ni siquiera me pasa por la cabeza que tal vez el sea un tipo de esos que no tienen novia pero tienen experiencia.

El acepta ir a juego que he dicho, parece demasiado simple a comparación de muchos otros. Lo sigo hasta el juego, y tomo el mazo como me dice que lo haga. Estoy tan concentrada en hacerlo bien, que trato de no pensar en la cercanía que llega a haber entre nosotros, pero en el fondo me he puesto un poquito nerviosa con todo eso.
Al comienzo sale uno de esos animalitos y le doy con el mazo, y parece ser fácil, pero luego sale mas de uno y son más rápidos y comienzo a fallar.
-vaya, me siento como una persona violenta-- comento cuando el juego termina, y no le he pegado a demasiados animalitos, pero aun así ha sido un poco divertido -je, he sido muy mala pero es mi primera vez- le miro a los ojos por un momento y le sonrío. Es realmente muy atractivo, y creo que mucho más simpático de lo que había notado. Creo que mi actitud está ayudando un poquito, debí poner más interés desde el comienzo, pero mis tontas ilusiones con mi primer amor me tenían bastante agobiada.

Me quedé callado, no es que él y yo hayamos tenido muchas citas. No, en realidad las tuvimos. A diferencia de mí, a él le encantaba salir. Al cine, los bolos, el café, karaoke, de compras. Muchas experiencias en dos largos años, toda mi vida cambió gracias a él. Vivimos demasiadas cosas juntos, así que no soy inexperto como ella, pero tampoco puedo confesarle que en realidad toda esa experiencia la adquirí con otro chico, con mi hermano. No sé si con ella pueda ser tan honesto como de costumbre.

Siento que me divierto con solo verla, es un poco torpe al principio pero después parece adentrada en ello, y eso me hace también dejar mi atención en el juego. No es mi favorito, pero al menos lo prefiero sobre cualquier otra cosa que se pueda hacer en la plaza.
-No imaginé verte alguna vez haciendo esto -comento feliz- ¿te ha gustado? -ahora puse un poco de seriedad a mi pregunta. Tal vez yo creo que le divierte y ella sienta todo lo contrario- sí, fuiste un poco mala, pero es tu primera vez. Lo importante es que te diviertas -sonreí de nuevo y tomé otra vez su mano para ahora jugar algo que yo escogiera. Creo que si tomamos la decisión intercalada ambos podemos divertirnos, y luego iré a donde sea que ella quiera- ¿qué te parece aquel? ¿te gustan los deportes? -creo que además de la moda y las flores, no sé nada más que a Kajsa le guste. Debería comenzar a indagar sobre sus intereses- la verdad yo los odio un poco, pero por alguna razón tirar a la canastilla aquí es más sencillo -introduje la tarjeta y las pelotas de basketball comenzaron a salir. Son pequeñas, se adaptan a sus manos- hagámoslo juntos, al final intercambiaremos los tickets por algo que te guste -comenzó el juego y para mi pésima suerte mi coordinación no está a mi favor, apenas si pude pasar unas tres o cuatro bolas por el aro, probablemente piense que para lo mucho que me gustan estas cosas, soy pésimo.

-yo tampoco- yo en un lugar como este, jugando a algo como esto, simplemente jamás pudo pasar por mi cabeza.
La idea de ser mala en el juego no me gusta, creo que soy una persona competitiva, pero realmente no estoy compitiendo contra nadie, y la verdad es que ha sido un poco divertido. Parece un juego muy sencillo y aun así me ha gustado.
-es mas divertido de lo que imaginaba- me siento un poco apenada de admitirlo, pero creo que no puedo ocultar algo que ha sido obvio, soy muy mala ocultando mis reacciones cuando se trata de chicos.

El vuelve a tomar mi mano, creo que me gusta esto de ser su novia.
Lo sigo hasta el juego que le prefiere.
-la verdad es que soy muy torpe para los deportes- soy una persona demasiado torpe, por eso no practico deportes, y por eso soy socia hacer tonterías cuando estaba cerca de Nico. Temo que me llegue a pasar algo así con Aaren, no quiero que piense que soy tonta o algo así. Creo que de repente me esta comenzando a importar mucho lo que el pueda pensar de mi.

Asiento cuando me dice que es mas fácil hacerlo aquí, al menos no es el gran espacio de una cancha.
Comenzamos a jugar y no logro anotar ninguna, pero el es bastante bueno.
-eres genial-digo con emoción, mirando los tickets que salen cuando hemos terminado, son poquitos, pero no es como que me importe demasiado, solo estoy emocionada con esta experiencia. Pensaba que seria aburrido, pero creo que realmente he elegido a la persona correcta para ser mi esposo.
-¿que mas quieres jugar? creo que cualquier cosa puede ser divertida, no pensaba que sería así, pero me gusta- mi mano busca la suya, no creo que sea por costumbre, pero, me gusta tomarlo de la mano, me gusta esta nueva experiencia. Ya no me parece tan malo el tener que estar con él, es apuesto, agradable y lindo.

Bueno, la primera cosa en común entre nosotros son la poca habilidad para los deportes. Es extraño pensarlo así pero me gusta la idea de ir acumulando gustos y disgustos en común. Me siento un poco raro, emocionado. Y cuando dijo que le gustó me sentí aliviado, a diferencia de antes que simplemente le restaba importancia a su opinión, porque en el fondo sabía que yo les resultaba aburrido. Pero hoy es diferente.
Al final me sentí frustrado, sin embargo ella me halagó y su expresión muestra honestidad, es la primera vez que me siento bien a pesar de mi mediocre desempeño. ¿Tal vez porque de ella no lo esperaba? Creo que empiezo a hacerme a la idea de que debe gustarme, porque ahora me pareció linda. No es que no haya notado su belleza exterior, es algo diferente.
-Pero qué dices, apenas pasaron unas pocas por el aro -me reí de una forma que creo hasta ahora no había hecho, es como si le estuviera bromeando. Mis bromas solían ser malas, por eso siempre las evitaba pero ahora no parezco tan torpe.

Me agaché a tomar los tickets y los guarde en el bolsillo de mi pantalón.
-¿En verdad? -le mire emocionado- en ese caso probemos algo donde podamos competir -ahora no fui yo quien tomo su mano, parece que ambos nos adaptamos al tacto del otro fácilmente. Una pequeña cosa más en común- ven -fuimos hasta los juegos simuladores de autos de carreras. Estos son mis favoritos, aunque al principio me costaba mucho coordinar, rápidamente aprendí- mmm -me quedé de pie observando qué tipo de juego haríamos. Me gusta el simulador de motocicleta pero… ella trae falda, y no creo que se sienta cómoda- creo que mejor aquel -le di un vistazo a su vestuario. Nunca hago eso ya que no es mucho de mi interés el cómo visten los demás, ni me fijo en la estructura del cuerpo. Pero sus piernas son delgadas y bonitas, aunque seguramente sonará extraño si se lo comento.
Me senté en el juego junto al de ella- ¿sabes conducir? -aunque siempre la trae y recoge un chofer, no sería extraño que también sepa conducir y se mueva sola de vez en cuando. Le di una explicación rápida y general antes de comenzar el juego, tampoco es tan complicado- bien, si ganas te daré alguna cosa que quieras, ¿vale? -no sé porqué me entusiasma tanto el obtener o apostar algo cuando compito, y la brecha entre nosotros es bastante porque yo soy un vicioso y ella es la primera vez que viene, pero quiero ver si eso le entusiasma un poco.

-Pocas las que yo metí- comento riendo por mi obvia poca habilidad en el juego.

Esto es lindo, ya veo porque a las chicas les gusta tener citas y esas cosas, es realmente muy divertido, incluso creo que me la estoy pasando mucho mejor de lo que suelo pasarlo cuando estoy con mis "amigas" de la universidad.
-auuum seguro voy a perder- comento un poco caprichosa pero aun así estoy caminado a donde el quiera ir.
Llegamos aun zona donde las maquinas tienen lo que parecen volantes y asientos, y ese tipo de cosas de automóviles.
Dejo que me lleve hasta el juego que ha elegido.
¿carreras?- pregunto mirando la pantalla -amm no, pero si choco aquí al menos nadie muere- digo como buscando algo positivo.
Me acomodo en el juego y el comienza a explicarme, y le pongo tanta atención como puedo, pero no voy a mentir, la verdad es que me distraigo un poco mirando sus expresiones, es realmente apuesto cuando esta relajado y sonríe, quiero dibujar la expresión que hay en su rostro ahora.
-tengo que ganar- la verdad no se que es lo que podría pedirle, pero quiero ganar ese premio.
Empezamos a jugar y soy pésima, me la paso chocando pero es muy gracioso, creo que esta vez mi torpeza me da risa hasta a mi misma.
-¿habías visto a alguien perder de una manera tan fatal?- le pregunto al ver que he perdido el juego -¿Y que cosa vas a querer? ya que ganaste mereces el premio- quien me viera aceptando mi derrota y ofreciendo el premio. Soy mala perdedora, pero hoy solo creo que no me importa tanto eso.

No pude evitar reírme por su comentario, su desventaja es grande entonces, pero al menos aceptó mi oferta pese al obvio resultado.
El juego comenzó y puse empeño como si de algo serio se tratara. Soy bueno para esto, generalmente no despego los ojos de la pantalla pero ahora miraba de reojo cómo es que ella jugaba. No es porque quiera ver si gana o pierde, aunque a juzgar por sus expresiones y el sonido del juego no le va muy bien. Pero sonríe, hace unas caras extrañas y también se ríe más fuerte. Es la primera vez que la veo así, no parece la misma chica que me presentaron hace un tiempo.

-Eres realmente mala en esto -dije respondiendo su pregunta- te fue mejor aplastando animalitos -me levanté del asiento del  juego y estiré ambas manos para que ella se levantara también. No pensé que querría darme algo a cambio, estas cosas las hago más por la satisfacción de sentirme ganador, y con ella ahora fue por ponerle un poco de emoción al juego. Por eso es que no pensé en qué podría querer, no imaginé que Kajsa aceptara para variar- no lo sé… -dije pensando. No me interesa lo material, y no hay algo que quiera especialmente de ella. Miré sus labios, nunca he besado una chica. Pero por alguna razón, cuando lo iba a pedir me arrepentí. No creo que deba actuar como de costumbre, y por simple curiosidad pedir cosas imprudentes- un helado. Podemos comprar un par de conos mientras caminamos un poco -caminé con ella a la salida, pero justo antes de irnos me detuve frente a la máquina de peluches- Kajsa, te sacaré uno de esos -le sonreí y caminé más a prisa para llegar a la máquina. Solté su mano e introduje la tarjeta. En casa tengo unos tres peluches de estos, pero mi suerte no es buena siempre,es algo al azar. Aún así intenté agarrar el que consideré más lindo, pero fallé totalmente- uhm, de nuevo -pasé la tarjeta y esta vez logré levantarlo un poco, pero ni siquiera lo levanté por completo. Creo que intenté unas cinco veces, y me sentí más frustrado que de costumbre. Mordí mi labio molesto, tomé un respiro y me animé a intentarlo una última vez, pero fallé- creo que mejor te compraré uno más lindo fuera -estoy muy avergonzado. Con mucha seguridad le prometí algo y no pude hacerlo por más que lo intenté. Es un poco humillante, y hasta yo sé que el comprar uno solo demostrará una actitud caprichosa.

-es mi primera vez- me excuso en un tono caprichoso, pero solo estoy bromeando. Realmente hoy me estoy comportando algo extraño, pero creo que me gusta. Suelto una risa cuando dice lo de aplastar animales -si- después de todo ese ha sido el único juego en el que lo he hecho mas o menos bien.

Espero su respuesta, y al final termina siendo un premio bastante simple.
-¿solo eso? am bueno- no estoy acostumbrada a que alguien haga peticiones tan sencillas.
Mientras caminamos a la salido el dice esas palabras, y yo no le entiendo muy bien lo que pasa hasta que veo la maquina.
-pero cuesta mucho ¿no?- digo mirando los peluches, y creo que nunca he conocido a nadie que haya podido sacar uno, yo misma una vez intente jugar y fue patético.
El comienza a jugar y se parece un poco a la vez que yo lo intenté, pero insiste y entonces veo como casi lo logra y doy un par de saltitos emocionada.
-waaao eres muy bueno- comento cuando dice que mejor me compra uno afuera -intentémoslo de nuevo la próxima vez -digo extendiendo mi mano para que me de la suya y así vayamos por el helado que ha pedido -una vez intente jugar una de esas maquinas, pero no creía que fuera posible sacar algo, esas cosas ni siquiera aprietan- comento contándole mi anécdota pero el toco el incluso movio ese peluche.

Mientras comenzamos a caminar noto a una pareja sentada que se están tomando una foto juntos.
-oye- le digo deteniendo mi paso pero sin soltarlo para que el también se detenga -¿nos podemos tomar una foto juntos? no tiene nada de malo tomarme una foto con mi novio, y quiero poder tener una foto de nosotros, quiero que sonría y guardar esa imagen.

-¿entonces de donde quiere el helado?- le pregunto porque tal vez el conozca algún lugar o tenga un lugar favorito y creo que me siento mas abierta a la idea de conocer más cosas que a le le gusten.