Primera cita -Aaren O'Brien

Recuerdo del primer mensaje :

Hoy tendré mi primera cita. No es con la persona que esperaba sería, pero sigue siendo mi primera cita, y eso me hace sentir nerviosa. No encuentro nada en mi guardarropa que parezca lo indicado para este día. Todo parece demasiado ostentoso o demasiado simple, y yo quiero que sea perfecto, quiero que cuando Abren me vea piense “si que tengo una prometida hermosa”.
Suspiro un poco resignada a que no se que usar hoy, elijo un lindo vestido blanco a juego con unos zapatos.  
Él es un chico atractivo, y siempre lo he aceptado, pero creo que para sus ojos yo no sobresalgo ni un poco, es realmente un sujeto raro, pero supongo que me gustas los tipos raros.

Me maquillo un poco pero con un toque natural, nada exagerado.  Hemos quedado de vernos ya en un punto en especifico, aunque mamá se ha molestado y dicho que como mi prometido puede ser tan descartes y no venir por mi. A mim me parece bien, aunque habría sido un lindo detalle ya no estamos en los años en los que vivio mamá.
No se si debería salir ya, la verdad aun es temprano para la hora que hemos acordado, pero he pasado toda la mañana pensando en ese momento, siento todos mis nervios en el estomago, no quiero ni pensar lo que se siente salir en una cita con una persona que se quiera.

Salgo de casa cuando parece la hora prudente, todo el trayecto siento esas mariposas en mi estomago, y la sensación es mas intensa cuando llego al lugar. Camino un poco tratando de encontrar a mi prometido.
Se que hemos estado juntos antes, pero yo la verdad no ponía mucho de mi parte, tenia la esperanza de poder vivir un amor verdadero y no algo acordado por mis padres, pero creo que es momento de aceptar lo que me ha tocado. Y Aaren siempre me pareció la mejor opción entre nuestro circulo. Solo pensar en que podría comprometerme con alguien con el hijo de los Kozlov, no podría ni siquiera soportarlo. Al menos Aaren tiene un aire misterioso que atrae.  
No lo veo por el lugar, aunque tampoco es que me esfuerce tanto en buscarlo, mejor tomo mi celular y le escribo un mensaje, “Yo ya llegué, ¿y tú?” no quiero tener que quedarme esperándolo, eso sería demasiado molesto para una cita.

Kajsa:

Aunque ella dijo que era bueno por intentarlo para mí solo se siente como reafirmar mi fracaso.  Es una estupidez, no debería enojarme por algo así, a ella ni siquiera parece importarle, al contrario, se mostró simpática por el simple hecho de haberlo intentado.
-Claro -solté un suspiro y tomé su mano. Al menos su actitud positiva me ha hecho tranquilizar. Kajsa es bastante simple. Siempre pensé que era una chica más complicada que el resto, me costaba demasiado mantener una plática y el tiempo que pasábamos juntos se hacía eterno. Y ahora naturalmente hasta nos tomamos de la mano- es verdad, debes tener mucha suerte -me sentí más animado, porque entonces no quiere decir que yo sea poco hábil, creo que está diseñadas para que las personas pierdan- yo tengo unos tres de esos en casa -fui un poco presumido, pero al menos así sabrá que la próxima vez tengo una posibilidad.

Caminamos lento por la plaza. Ya no me pone ansioso el rodearme de muchas personas, aunque tampoco es algo que me fascine. Y de repente alguno que otro se queda mirando a ella. Recuerdo la primera vez que vine aquí con Hannu, la gente también lo miraba mucho, aunque comparado con ella es nada en realidad. Ella es demasiado bella.
-¿Mm? oh, claro -retrocedí un par de pasos para quedar a la par con ella- entonces déjame tomar una también- dejé que ella fuera quien primero tomara la foto, y después yo saqué mi celular para tener algo de nosotros. Sonreí en cuanto nos vi en la pantalla, nos vemos bien juntos- ¿te gusta? -dije mostrando mi teléfono. Con Mei solía tomarme fotos de todo tipo, desde las más estúpidas hasta algunas que muchos considerarían inapropiadas. Aunque las he borrado de mi teléfono, aún las conservo en mi computadora. Una parte de mí todavía quiere guardarlo muy dentro, y para poder asimilarlo sin guardarle rencor, creo que debo empezar por aceptar que nosotros terminamos, y que la posibilidad de estar juntos de nuevo es nula- donde sea, ¿allí? -me mostré algo desanimado, intento con todas mis fuerzas no pensar en él, pero su recuerdo de repente llega a mi cabeza y de allí se desencadenan otros más recientes- ¿cuál es tu sabor favorito? -no pienses en él, ni en ellos. Lo que sea que hagan no me importa, estoy cansado de siquiera dedicarle tiempo a odiar a Evan- yo quiero fresa -llegamos al puesto en el centro de la plaza y puse especial atención en todos los sabores, y esa sensación de antojo me hizo sacar una sonrisa- como fallé sacando el peluche, compraré un helado para ti -pedí a la encargada el sabor que ella quería luego de preguntarle y después ordené el mío. Saqué efectivo y pagué ambos helados, olvidé por un momento que era ella quien se suponía tenía que pagarlo- oh, lo olvidé -dije honesto, y cuando recibí el cambio le pedí que nos sentaramos en una banca cercana.
-Es verdad, te compré algo -saqué de mi bolsillo la pequeña cajita color marrón y la extendí a ella- espero que te guste -hubiera sido perfecto si su cabello conservara su antiguo color, pero es algo que no sabía, y además creo que el collar es lindo. Espero le guste.

Me sorprendo cuando dice que el ha logrado sacar algunos peluches.
-Entonces el próximo que saques será para mi- comento emocionada. No son fan de los peluches, pero la idea de recibir un regalo de mi novio me hace emocionar. Poco a poco comienzo a desear solo tener una relación como cualquier chica. Supongo que Karin y Aine tenían razón, solo necesitaba salir con alguien más.

El acepta lo de la foto, así que saco mi celular para tomarla, miro el resultado y me gusta, ambos nos vemos bien.
me gusta-admito al ver la foto que el ha tomado. Se siente bien tener estas experiencias de una vida normal.
El señala el primer lugar de helados que ve y nos encaminamos.
-Yo de vainilla- el se encarga de pedir los helados y acepto que el pague mi helado a cambio de lo del peluche.
-oye pero yo tenía que pagar el tuyo reclamo un poco cuando el ha pagado los dos helados.

Lo seguí hasta una banca para sentarnos y lo miré expectante cuando dice que me ha comprado algo. Miro la cajita con emoción y la abro.
-es hermoso- comento mirando el collar -me encanta, desearía ser tan buena diseñando joyería, pero para esa área del diseño soy muy mala- amo la joyería como cualquier mujer, pero siempre he tenido las notas mas bajas en cuanto al diseño de joyería -¿me ayudas?- pregunto sacándolo de la cajita para que me ayude a ponérmelo. Muevo mi cabello a un lado para dejar mi cuello descubierto y no le estorbe.
-oye, ya que no me dejaste pagar el helado, ¿que te parece si te invito a tomar algo- ofrezco a cambio de mi humillante derrota de hace un rato. Pruebo mi helado y esta bastante bueno, el de él también lo parece, pero como es de fresa no puedo pedirle -¿quieres probar mi helado?- le pregunto acercándolo un poco a él.

Prometer una próxima vez no debería ser raro ya que estamos saliendo, aunque antes la veía solo como un compromiso, pero hoy las cosas entre nosotros van cambiando. Es como si ambos decidieramos por alguna razón el tomarnos en serio.
-Definitivamente -sonreí aliviado al darme cuenta que no necesito ser tan perfecto frente a ella. Pensé que por su carácter buscaba un prospecto ideal, pues mi padre me dijo que había tenido “suerte” por haber llamado su atención de entre otros candidatos prometedores. En esa ocasión me sentí como un objeto, trato de no verme a mí mismo como una víctima pero de verdad pensé de mí como una pieza para mi padre. Ahora las cosas son distintas, no solamente yo me puedo sentir así, seguramente ella, a pesar de haberme elegido entre algunos, dudo que le encantara la idea de casarse con un completo desconocido y prácticamente por la fuerza.

-No te preocupes por eso, Kajsa -intenté no darle demasiada importancia al tema, después de todo hice una apuesta injusta.
Nos sentamos a comer el helado y sonreí cuando ella mostró gusto por mi regalo. Fue complicado elegir entre varias cosas, pero parece que ese sencillo pero elegante dije ha sido una buena opción.
-¿En serio? -ella parece muy buena en lo que hace, siempre la vi seria en algunas ocasiones que me hicieron asistir a esos desfiles. Pero tampoco es como si estuviera muy informado sobre el tema, si ella dice que es mala, seguro lo es- deberías seguir intentando. La perseverancia puede desarrollar un talento oculto en ti -aun así debería animarla, eso hacen las parejas, ¿no? impulsar a la persona que quieren. Asentí con la cabeza y le di mi helado un momento para poder ponerle el collar. Su piel es muy blanca y bonita, pero lo más curioso y que logró llamar mi atención fue esa marca tras su cuello.Luego le ayudé a acomodar su cabello hacia atrás- oh, no es necesario… bien, me parece buena idea -tengo que ser un poco más accesible, ella está haciendo su mayor esfuerzo, y gracias a eso yo no me comporto tan extraño como de costumbre. Me acerqué a probar su helado, y le estiré el mío para ver si quería un poco- también el mío es delicioso -tengo ganas de preguntar sobre eso en su cuello. Me gustan ese tipo de anomalías, siento que hacen a una persona más especial que el resto. Es algo absurdo porque son cosas físicas, pero sin querer me he rodeado de personas con algún detalle físico extraordinario.

Al terminar el helado nos levantamos para ir a almorzar, pero la verdad estoy cansado de hacerlo siempre en este sitio o esos restaurantes lujosos.
-Sé que he tomado la mayoría de las decisiones hoy pero… ¿me dejarías escoger el lugar para comer? El menú es de lo mejor que he probado -paré mi paso y me coloqué frente a ella y sonreí. Soy caprichoso, y me sorprende que ella esté soportando este lado mío.

-si, de alguna manera lo que hago se ve... aburrido- me siento un poco desanimada al recordar algunos de mis diseños -tienes razón, tal vez luego quieras ver mis diseños y aconsejarme, obviamente tienes buen gusto- comento mientras el me pone el collar. Hoy no me he puesto nada como de costumbre, siempre suelo usar collares que cubren un poco la marca en mi nuca, pero me he acostumbrado a que mi cabello lo cubre, así que ya no lo he hecho tanto.
El no dice nada, así que agradezco su discreción, a mi madre nunca le ha gustado y por eso siempre he tenido el cabello largo.
Niego levemente cuando el me ofrece de su helado.
-soy alérgica a la fresa- explico para que no piense que solo lo estoy rechazando.

-oh, bueno, todo lo que has elegido resulto divertido, supongo que seguiré confiando en tus elecciones- por lo general soy yo la que siempre elige que hacer y a donde ir en mi grupo de amistades en la universidad, ellas siempre me siguen y vamos a donde quiero, pero ahora hoy estoy cambiando esa rutina, no me esta costando demasiado -¿Vamos?

Comenzamos a caminar y todo sigue bien hasta que noto que nos vamos acercando al lugar donde él trabaja. Pero es imposible, solo es un lugar en la plaza y ya.
Pero para mi suerte nos detenemos justo ahí.
-¿es aquí donde quieres comer?- pregunto sintiendo mi corazón acelerado.

-Me encantaría. Aunque yo no sé mucho sobre el tema. Oh, pero estoy tomando un curso de dibujo -es verdad, eso es algo más en común entre nosotros y ni siquiera me lo había pensado antes- aunque es un secreto de mi padre -le hice una señal como de mantenerse callado. No es que ella vaya a ir a contar algo, pero a veces decimos comentarios que son aparentemente normales y si mi padre se llega a enterar me obligará a dejarlo. Él siempre pensó que esas cosas eran innecesarias. Hice una pequeña mueca y alejé mi helado de ella. No puede evitarse, aunque esta escena compartiendo nuestro helado es muy típica y bonita Está bien, la próxima vez compraré un sabor que puedas probar -nunca pensé que tendría una cita normal, con los estándares que las personas tienen sobre lo que debe ser una pareja. No es para nada malo, e incluso pienso que ella es linda y agradable. Ojalá pudiera enamorarme de Kajsa.

Sonreí agradecido y comenzamos a caminar por la plaza. Generalmente vamos a sitios más finos, donde la comida es demasiado cara y debes reservar si es que quieres comer allí. Por eso también vestía un poco formal cuando nos veíamos. Ahora es distinto, me siento como otra más de las parejas que me he topado hoy.
-¿Por qué elegiste diseño de modas? -quiero conocer un poco más de sus gustos y metas. A diferencia de mí parece que ella eligió esa carrera. Quiero conocer su color favorito, cómo le gusta la comida, qué cosas le dan miedo, cuáles le disgustan. Hay tantas preguntas que me surgen ahora que me impresiona no haberlas pensado antes para siquiera hacer de nuestro tiempo juntos algo menos tedioso.
Nos fuimos charlando sobre su escuela y otras cosas, y esbocé una sonrisa una vez nos acercamos al local que tanto me gusta.
-Llegamos -de solo recordar el agradable y dulce aroma se me abre el apetito- ¿hay algún problema? -pero ella parece dudosa, ¿sería mejor entonces ir a esos lugares que solíamos visitar? Pero a pesar de no ser un lujoso restaurante, el local tiene una bonita fachada, la comida es deliciosa y el servicio es excelente. Tal vez solo está insegura por cómo luce por fuera, no muy grande a comparación de otros- te encantará, y si no entonces haré lo que quieras para compensarte -pero dude un poco, tal vez estoy siendo muy egoísta- o podemos ir a otro sitio si quieres -no pude ocultar mi desanimo por ir a otro sitio, y creo que por eso ella no aceptó mi nada honesta oferta.

El local está un poco vacío el día de hoy. Últimamente las ventas bajaron debido a la apertura de un par de lugares cerca más modernizados. Siento pena por mi jefe, es una buena persona y creo que le ha bajado un poco el ánimo no ver tantas personas como de costumbre. Siempre procuramos dar el mejor de los servicios, pero hay personas para las que eso no es suficiente. Sin embargo todavía conservamos algunos clientes frecuentes, y tampoco es como si estuviera cayendo en bancarota, simplemente al haber poca gente el día se me hace más largo que antes.
Pedí permiso a mi jefe de salir por un momento a fumar. Estoy estresado, mis calificaciones en la universidad han bajado por culpa del poco tiempo que tuve para organizar los últimos trabajos del trimestre. Pero no puedo dejar el trabajo, también tuve que darle algo de dinero a mis padres para pagar la cuota de la escuela de mi hermano el menor, y ya que no tengo que pagar otra cosa además del monto mensual con que les ayudo, me presionaron un poco. Quiero independizarme cuanto antes, pero si ahora me veo apretado en gastos, no imagino al tener que pagar renta y los servicios necesarios. Odio admitirlo, pero vivir en su casa sigue siendo mejor opción que dejarme morir de hambre en algún cuarto barato.

Termine mi cigarro y me dirigí detrás de la barra donde solemos esperar que alguien solicite nuestro servicio. La campanilla de la puerta sonó y de inmediato noté a la pareja que entraba. Un sentimiento de incomodidad comenzó a invadirme, y más que eso. Pero me mantuve viendo hasta el momento que se sentaron. Esperé unos minutos, y luego me acerqué como usualmente a pedir su orden.
-Buenas tardes -me mantuve de pie junto a ella y mirándolo a él- ¿desean ordenar? -mi mente está completamente en blanco, y mis ojos que lo observaban por alguna extraña razón, terminaron perdidos en ningún punto. No sé ni cómo explicar el sentimiento que tengo ahora, no he cruzado mirada con ella tampoco. Ahora lo recuerdo, es el chico de los bocetos. Kajsa vino aquí con su prometido, aquí de todos los sitios- de acuerdo, ¿y para usted? -aunque me giré un poco para tomar la orden de ella, todavía no puedo verla a los ojos. Antes no pasaba esto, simplemente la miraba desafiante o indiferente para mostrar que su presencia era como la de cualquier otra persona. Pero me he dado cuenta que ya no es así, y por eso lo único que miro ahora es la pequeña libreta en mi mano- enseguida traigo su orden. Si necesitan algo más por favor llámenme -me alejé de ellos para dejar la orden en la cocina. Puse el papel sobre el sitio para que comenzaran a cocinar y me fui a la parte trasera de la cocina. Tengo que calmarme, aunque mi cuerpo no tiene ninguna reacción rara y mi rostro sigue como siempre, siento algo muy pesado dentro.

-¿te gusta dibujar? a mi también, de hecho tengo un dibujo tuyo- comento con entusiasmo, tanto que no cuido mis palabras, así que llevo mi mano a mi boca por hablar tanto, me da pena que él sepa que lo he dibujado.
-podrías decir que lo tomas por mi, así no tendría que ser un secreto- mi futuro suegro no parece una persona muy accesible en muchos aspectos, pero sin duda está muy interesado en que este matrimonio vaya a funcionar, su trato conmigo ha sido muy amable, así que sin duda aceptaría que su hijo hiciera algo si es con la intención de complacerme -pero no diré nada, si eso quieres, aunque podríamos dibujar un día juntos- tal vez tenemos algunas cosas en común que nos pueden ayudar, aunque con las diferencias no me he sentido tan incomoda.
Me siento halagada de que el diga que la próxima vez pedirá un helado diferente solo para que yo pueda probarlo, es una persona detallista.

-porque quiero hacer feliz a las personas. muy muchas veces que no importa cuanto te mires en el espejo, no te gusta lo que ves. Pero si encuentras algo que te hace sentir bien y cómodo. Quiero que lo que hago pueda ayudar a algunas personas a sentirse mejor con ellos mismos. ¿Suena pretensioso no?- me río un poco -la verdad es que tengo una hermana, ella solía siempre tener una mirada triste, yo no sabía como hacerla feliz, quería ayudarla, y un día le dije que jugáramos a ser princesas, ella sonrío cuando se miró en el espejo, creo que por eso empezó a gustarme- es la primera vez que le cuento a alguien porque comenzó a gustarme el diseño de modas. Nunca me molesto en hacerlo porque todo el mundo suele pensar que solo es algo superficial, que uno lo hace por pura vanidad.

-no, la verdad es que ya he venido, es un lugar agradable- aspiro un poco de aire mientras entramos al lugar. Evito buscarlo con la mirada, solo me concentro en seguir a Aaren hasta la mesa.
Cuando escucho su voz quiero mirarlo, pero el esta mirando a Aaren, así que regreso mi vista al menú, se escucha como siempre, porque claro a él no le importaría algo como esto. No se ni siquiera que esperaba, obviamente nunca recibiré una mirada de su parte, mas que como la cliente que siempre soy.
-la ensalada del día y una limonada- le digo de nuevo levantando la mirada pero él no me mira. ¡No puede ser! ¿por qué tengo tan mala suerte? ¿acaso le gusta Aaren?
-Entonces ¿Vienes seguido a este lugar?- le pregunto solo por platicar algo.

-¿Me dibujaste? -pero, ¿como? ¿Fue en algún momento y no me di cuenta? No, no, tampoco soy tan distraído- me gustaría verlo -comenté emocionado, el compartir ese pasatiempo puede acercarnos más, y además de Karin no hay otra persona con quien pueda hablar libremente de esto. Ella será mi esposa, y sería genial si desde el inicio puede aceptar ese pasatiempo mío. Su idea no parece tan mala, y como ya ha dicho que aún así guardará el secreto me siento mejor por habérselo contado. Tal vez lo haga, tal vez diga a mi padre que lo tomé por ella, ¿cómo no se me ocurrió? A veces me sumerjo demasiado en mí mismo que me hace ignorar cosas a mi alrededor que incluso pueden beneficiarme. Es totalmente estúpido- sí, puede que le diga eso, y me encantaría ver tus bocetos -no sé qué estilo ocupe o el tipo de cosas que le guste dibujar, pero quiero verlo, me emociona compartir algo que quiero tanto con ella.

Pensaba que su afición por la moda era superficial. Tengo envidia de la pasión con que describe lo que hace y a lo que se dedicará en el futuro, poner todas las ganas en eso sin que alguien más le obligue, debe ser maravilloso.
-En realidad no lo pienso así -comenté, porque era más bien mi falsa idea lo que me parecía pretencioso- no imaginé que tu inspiración se enfocara en la felicidad que pudieras traer a los demás. Kajsa, eres una persona muy dulce, estoy feliz por haberte propuesto salir hoy -he notado que me siento más relajado cuando pongo esfuerzo en conocer a alguna chica. Con Karin me siento de lo más cómodo y relajado, y pensé que ella era una excepción por su forma de ser. Pero con Kajsa también. Aunque no comenzamos de la mejor forma y al principio incluso hoy me sentía tenso, ahora estoy feliz y tranquilo. A pequeños ratos lo recuerdo a él, pero el platicar de nosotros me hace olvidarlo y poner mi total atención en ella.

Nos sentamos uno frente al otro y tomé el menú que estaba ya puesto, no sé ni porqué lo miro, casi siempre pido lo mismo.
-Uhm -me incomoda el mesero, su mirada es demasiado penetrante- un club sandwich con papas fritas, y un jugo de naranja -intenté ignorarlo y cuando se fue le sonreí a ella, para el postre pediré algo que no lleve fresa. Me sorprende lo fácil que me estoy dejando llevar, aunque soy un poco así- no realmente, o tal vez, cuando vengo al cine o de compras, siempre almorzaba en este lugar, ¿qué hay de ti? ¿Lo frecuentas mucho? -nuestras bebidas llegaron antes y no tardé en tomar el primer trago. Es deliciosa- ¿quieres probar? -yo no tengo inconveniente con compartir de mi vaso, de todos modos en algún momento tendremos que besarnos.

Ella no hizo ningún intento por saludarme. Era obvio, viene con su novio, no tendría porqué hacerle plática al mesero.
-Tch -mordí mi labio intentando alejar ideas estúpidas de mi cabeza. Estoy pensando como… como un ex novio celoso. Es absurdo, nosotros no éramos nada, creo que ni siquiera amigos. Aunque en las últimas sesiones yo la llegue a considerar una. Tal vez no muy cercana, pero me agrada, y pensé que llevarnos bien no le haría daño a nadie, teníamos algunos gustos en común y en verdad admiro su forma de trabajar. Y bueno, tampoco yo le he hablado ahora pero… ¿pero qué tal si se molestaba? O su novio, y no quiero verme envuelto en una pelea de enamorados, porque ella y yo no somos nada y no tendría sentido si él siente celos, ¿no?... ¡¿Pero por qué maldita razón va a sentir celos de mí?! Tal parece que es el caso contrario, estoy muy consciente de eso y no es reciente, me lo vengo pensando desde que fuimos a su casa con Ziba. Solté un largo suspiro y miré al suelo, tengo que comportarme, no soy así normalmente. Simplemente actuar como si se tratara de algún otro conocido, tal vez sonreírle en forma de saludo.

“Nico”

Me giré para tomar sus bebidas y llevarlas a la mesa. Solo actúa normal.
-Aquí tienen -primero coloqué la bebida de él, e hice a un lado el menú que ella había tomado para poner su vaso. Cuando me agaché a dejar la bebida la miré por primera vez, e hice una sonrisa muy ligera. Está bien, es un saludo discreto a una conocida, no quiero importunar en su cita.
Me retire de inmediato y me quedé en mi sitio esperando a que alguien más me necesitara, pero como esto está casi muerto, inconscientemente terminé mirándolos de nuevo. Se ven bien juntos, creo que alguien así pega más con la imagen de Kajsa.
Cuando terminaron la orden una vez más me llamaron un par de veces, y mi jefe me volteó a ver. Creo que no estoy siendo muy discreto, o es que él es muy observador.
Tomé la bandeja con su orden y de nuevo camine hacia ellos. Nunca he pensado que mi trabajo es complicado, me he topado con todo tipo de clientes que a estas alturas me es muy sencillo ignorar a la mayoría. Incluso con ella era así al principio. Puse el plato del chico y luego el de ella, pero no me di cuenta y al bajar la bandeja golpeé el vaso de ella, haciendo que se tambaleara y regara un poco de líquido sobre la mesa. Al menos fueron apenas unas gotas, pero aun así me sentí un estúpido- lo lamento -dije un poco nervioso, y de inmediato limpié el lugar- le puedo traer otra si gusta. En verdad lo siento -no es como si fuera muy grave, pero mis nervios aumentaron cuando me topé con su mirada, y rápido agaché la vista y recogí el paño con que limpié.

-amm, si- creo que ahora sería una tontería negarlo -te lo mostraré la próxima vez- me siento apenada y acomodo mi cabello detrás de mi oreja en un intento de calmar como me siento.
Al menos le parece buena mi idea, y me agrada compartir este gusto, así que si de alguna manera puedo ayudarlo a llevarlo sin preocupaciones me hace sentir útil, después de todo eso es lo que tiene que hacer una buena esposa, servir de apoyo a su marido.

Siento como mi rostro se siente un poco ardoroso por sus palabras, es lindo ser halagada de esa manera.
-gracias- bajo la mirada como parece ser mi costumbre cuando me siento avergonzada. No sabía que hacía eso porque no solía sentirme así con nadie, pero lo comencé a descubrir desde que Takabe comenzó a gustarme.
-A mi también me hace feliz, me agrada mucho conocerte mejor- puedo decir que tengo buen gusto, de entre todos los chicos que eran una posibilidad como mis futuros esposos, creo que he elegido al adecuado.

-venia muy seguido con mis compañeras de la universidad- claro dejé de venir luego de ser rechazada por el mesero, pero creo que esa parte de la historia no es necesaria contarla.
Justo en ese momento aparece Takabe con las bebidas, cada vez que se acerca me pongo nerviosa, pero tengo que actuar normal. Ya no tengo esperanzas de ningún tipo, pero no puedo solo desechar todo lo que sentía, fue el primer chico que me ha gustado, nunca sería solo una persona más.
Cuando deja la bebida para mi nuestras miradas se cruzan y sonríe. Yo solo me quedo un poco ida por lo que acaba de pasar, no me lo puedo creer y es la voz de Aaren la que me saca de mi pequeño trance.
-¿eh? ahh, si gracias- Estiro mi mano para acercar el jugo y dar un pequeño trago -esta rico- comento regresándole el jugo. Hago una señal con mi mano para que pueda probar de mi limonada si quiere. Observo un poco cuando el toma de su propio jugo, y a mi cabeza viene esa idea de los besos indirectos que parece que los japoneses les dan mucho valor, pienso en una broma al respecto sobre nuestro primer beso, pero al final no digo nada.
-¿y que te gusta hacer en tu tiempo libre?- pregunto y Takabe aparece con la comida.
Lo miro preocupada cuando se riega un poco del jugo, ¿será que está enfermo?
-Descuida Takabe, esta bien- no puedo ocultar mi preocupación por él, de repente parece un poco raro. El siempre es tan dedicado que aveces trabaja aun cuando esta enfermo.

La cita va bien, la plática es más fluida que antes e incluso sonreímos en varias ocasiones, y la posibilidad de enamorarme de ella ya no es tan lejana. No creo que me gusten también las chicas, tal vez solo es Kajsa. Aunque es demasiado pronto para concluir eso, pero soy alguien que rápidamente se aferra a las personas. Por otra parte, creo que el género tampoco me es muy importante.
-Es un buen lugar para platicar con amigos. Aunque algunas veces estaba muy lleno -yo vine aquí con él, con compañeros de la escuela, e incluso solo. Son tantas veces que  dejaron de tener un significado especial, pero sigue siendo uno de mis sitios favoritos para comer.

Le estiré la bebida para que probara pero ella parece distraída.
-Me alegra que te gustara -sonreí de nuevo y llevé otro trago a mi boca. Un beso indirecto, eh. Un pensamiento infantil justo como en el pasado. Sonreí por recordar esas pequeñas cosas que me volvían loco cuando me gustaba Hannu. Creo que más que enamorarme de él, amaba la idea de sentir emociones nuevas por alguien más. Aunque en realidad no sé si eso o lo que sentí fue amor. Mucha gente le toma un significado muy especial y por eso decide tener un único y exclusivo amor en toda su vida, otros más creen que puedes enamorarte cuantas veces quieras. Yo todavía no sé qué es lo que espero de eso, pero ahora, ya que se trata de la chica con quien pasaré el resto de mi vida, no estaría mal simplemente enamorarme sin pensarlo tanto como antes. El resto de mi vida… eso suena muy largo y a la vez cansado.
-La mayor parte del tiempo la paso en la universidad. Aunque últimamente iba mucho al karaoke, bolos, esas cosas que sueles hacer con los compañeros de la universidad o con algunos amigos de una chica con la que me llevo bien -el mesero regresó y quité el menú justo antes que colocara la comida, y pensaba hacer lo mismo con ella pero él se encargó, sin embargo terminó por regar un poco de su bebida.
Yo no le tomo demasiada importancia a eso como lo haría mi padre, por ejemplo, sin embargo ella se disculpó y le llamó por su nombre. Eso fue un poco raro.
-Oh, entonces sí frecuentas el lugar -mi voz sonó más calmada- al principio no querías entrar y pensé que en realidad te desagradaba, pero parece que te es muy familiar -estoy aliviado, aunque el que se lleve bien con el mesero es un poco raro pero… oh, ¿será por eso que él me veía fijamente? Me quedé mirando a él que permaneció de pie, fue incómodo porque parecía querer escuchar más de nuestra plática- sabes, me pareció extraño que ese chico me mirara tan fijo -dije una vez que se fue- pero ahora puede que lo entienda. No es una novedad que a los chicos les gustes -en realidad es una conclusión bastante sencilla, él me mira mal, actúa nervioso y luego ella se porta amable. Kajsa es una chica hermosa y dulce, en todo el rato que llevamos juntos los chicos no dejaban de mirarla, unos incluso yendo con su pareja. Así que no me resulta molesto, debería acostumbrarme y me siento un poco bien por tener una chica tan linda conmigo.

No puedo creer que cometiera un error por una simpleza, y la situación se pone peor cuando ella me llama por mi nombre. Pero no puedo molestarme, en otra ocasión le haría una expresión fría y me iría sin importarme sus palabras para no tener que mostrarme cercano a ella, pero ver su rostro tan amable me hizo sentir más nervioso.

-Perdón -dije más bajo, y cuando me incorporé el chico comenzó a hablar sarcásticamente sobre esto. Si ella no me hubiera dicho nada seguro que él no diría esas cosas, es obvio que le moleste mi actitud. Aunque sus palabras me dejan un poco perplejo, sí, ella seguro quería evitarme. ¿Lo quería? Siempre es un poco torpe cuando estoy cerca, tal vez lo evitaba para no hacer alguna de sus tonterías frente a su novio. Pero entonces, ¿qué significa esto? Ella dijo que él era su prometido, pero la verdad no parece muy forzada como me lo hizo ver aquel día. No puedo evitar mirarlo, y no se si me siento molesto por su tono de voz o porque estoy involucrando mi vida privada con el trabajo- uhm, enseguida le traigo algo para compensarlo -hice una ligera reverencia y caminé de regreso a la cocina. Mientras enjuagaba el paño y había pedido otra limonada, pensé en porqué ella tuvo que venir aquí de todos los sitios. Lo peor de todo esto es que me siento aún más atraído a ella, y no solo estoy fallando en ignorarlo yo mismo, ahora incluso cometí un error haciendo evidente el porqué de mi comportamiento.

Esperé un rato para poner mi cabeza en orden y regresar donde ellos. Dejé la limonada en su mesa junto a una cortesía para ambos que por supuesto, saldrá de mi sueldo. Les sonreí amable luego de decirles que si necesitaban algo más me llamaran, y regresé tras la barra. Quería que fuéramos amigos, pero ahora ya no estoy muy seguro de eso. Lo mejor es alejarme de ella ahora que me di cuenta lo mucho que me afecta.

Trato de poner toda mi atención en su platica sobre lo que suele hacer. Yo la verdad soy una persona aburrida, se podría decir que vido de la universidad y luego a mi casa. Mi pasatiempo podría ser ir de compras, pero hago esas cosas de salir con mis compañeras de la universidad. Solo a veces con Aine, pero preferimos ir de compras que esas actividades, o al menos a mi no me invita. Karin por otro lado me invita a fiestas y ese tipo de cosas, creo que ella conoce a mas personas de mi facultad que yo, pero prefiero no ir, no se desenvolverme en esa clase de ambientes y por eso me comporta algo altanera y arrogante.
-nunca he ido a un karaoke- comento solo por agregar algo a lo que me acaba de contar -la música no está en mi repertorio de talentos- bromeo con una delicada risa ante mi falta de talentos, pues al final creo que mi mayor talento es mi apellido.
-si, ya te dije que venia seguido con mis comapeñeras- respondo confundida al comentario de Aaren pues ya le había dicho que lo frecuentaba, ¿acaso pensaba que solo trataba de quedar bien?
Quiero decirle a Takabe que no hace falta que se preocupe por lo que acaba de pasar, pero él se ha ido muy rápido. Me preocupa, hoy parece un poco distraído, creo que debe estar enfermando, o tal vez esta muy cansado por causa del trabajo y los estudios.
-¿Yo a Takabe?- creo que mi incredulidad no se puede ocultar ni un poco -imposible-digo con seguridad al respecto, pues el ya me ha dejado muy claro eso. Pero comentar sobre su sexualidad con Aaren sería indiscreto -el fue mi modelo en una pasarela, pensé que podíamos ser amigos pero no le agrado mucho- le cuento y me siento un poco dolida al recordar lo molesta que he sido para él y que ni siquiera lograremos una amistad, pero supongo que es lo mejor, yo no creo poder ser su amiga sin molestarlo con mis sentimientos.
Takabe regresa con otra limonada y una cortesía.
-No era necesario- comento en voz baja y desanimada cuando se ha ido. No tiene caso que le diga nada, seguro solo sería una molestia como siempre.
Miro mi ensalada y suelto un suspiro.
-iré a lavar mis manos- me levanto de la mesa para ir a sanitario. Lavo mis manos y luego las seco con una par de toallas desechables -¿será que le gustó Aaren? pero me sonrío- mis labios forma una sonrisa al recordar su expresión. Jalo mucho aire intentando sacar la sonrisa de Takabe de mi cabeza y poder salir del baño.

Es raro escuchar que alguien de nuestra edad no haya ido a esos lugares. Aunque Kajsa luce muy fina, la clase de chica que solo frecuenta sitios de clase alta.
-¿Y te gustaría ir algún día? -se me ocurrió que tal vez podríamos ir juntos en nuestra siguiente cita. No es que me encante el karaoke, yo tampoco canto muy bien a decir verdad, pero puede ser divertido ver la reacción que tendrá en esa primera vez- yo tampoco lo hago bien -me reí, desafino mucho y esas cosas. A veces me decían que cantaba sin sentimiento- pero me gustaría llevarte. ¿Qué otras cosas no has hecho antes? -tal vez coincidamos en alguna inexperiencia, y sería hasta romántico experimentar juntos por primera vez.

Ella parece extrañada por mi comentario, pero no de la manera que pensé.
-¿Se conocen? -pregunté más serio. Si eran conocidos tal vez él esperaba que nos presentara. No lo sé, yo regularmente saludo a mis conocidos independientemente del lugar, pero él actuó un poco raro- oh, entiendo -así que fue algo así como su empleado, ¿no? Ya que dice no ser su amiga- no me parece que le desagrades. Bueno, no puedo asegurar nada, solo llegué a la conclusión más simple -sonreí apenado, porque la verdad me fui por el camino más obvio pero puede que ella tenga razón. A veces me guío demasiado en cómo yo reaccionaría a una situación y de allí deduzco el porqué del comportamiento de las personas, pero todos somos diferentes. De hecho, la mayoría actúa muy diferente a mí- es una pena, yo pienso que eres una chica agradable. Tal vez deberías ser más flexible con él. Cuando te conocí pensé que no podríamos encajar, aunque sé que yo no ponía mucho de mi parte. Probablemente si tú no lo hubieras hecho yo seguiría cerrandome a ti. Por eso pienso que eres increíble, lograste cambiar totalmente nuestro entorno -no es que me menosprecie, pero las personas suelen pensar que soy difícil de tratar. No tengo muchas amistades cercanas, y la única con más tiempo que el resto es Hannu.
-Claro -cuando ella se fue me levanté a tomar un poco de gel antibacterial y regresé a mi lugar. Ya es un poco tarde, creo que llegamos justo a tiempo porque empiezo a sentir esa sensación de hambre.

El tiempo está pasando increíblemente lento, y eso me pone de mal humor. Lo peor es que ni siquiera hay algún cliente que necesite de mi servicio además de ellos.
Me puse a hacer otras cosas que no necesitaban atención en realidad, pero no puedo permanecer quieto, sé que terminaré mirando hacia su mesa y lo que menos quiero es hacer más obvio que me están incomodando.
Me puse a acomodar algunas copas y noté cuando ella pasó hacia el baño. Dejé lo que hacía y caminé unos pasos hacia el pasillo que da a los sanitarios.
-¿Qué estoy haciendo? -cerré los ojos con el ceño fruncido y me recargué en la pared soltando un suspiro. La estoy siguiendo, qué diablos conmigo.
Saqué mi celular para matar el rato, sí, debería moverme de aquí antes de que salga, pero sigue dentro de mí ese impulso por hablarle. Desbloquee mi celular y lo volví a bloquear, así unas cinco veces al menos. Al final terminé en mi bandeja de mensajes y justo donde estaba un viejo mensaje de ella, puse la opción de respuesta.

“Lo siento por el pequeño accidente”.

Miré la pantalla unos segundo y luego borré el texto. ¿Qué me pasa? Nunca fui la clase de tipo impulsivo, mucho menos por una chica. Además esa edad donde te comportas como un estúpido ya la pasé, ¿será que me llegó tarde esa etapa? Al final escribí el mensaje de nuevo y se lo envié sin meditarlo tanto. Bien, eso debería ser suficiente. Me reí sintiéndome idiota porque pienso que así debió ella sentirse cuando cometía esos obvios errores. Era molesta, increíblemente obvia pero también un poco linda. Aunque los de ella siempre fueron más escandalosos, lo mío puede justificarse con algo, cansancio, estrés, sueño. Sería mejor pensar en cómo haré para subir mis notas y no esta clase de estupideces, pero justo cuando pensaba irme, ella salió.
-Hola -dije alzando la mano, como cualquier saludo casual. Pero esta situación no es exactamente así.