killing me softly [Evan]

Recuerdo del primer mensaje :

Estoy emocionado, hoy simplemente puede ser un día perfecto. Peino mi cabello, elijo mi ropa, y coloco mis lentes de contacto. Miro el estuche, y pienso en llevarlo conmigo, después de todo hoy he dicho que no iba a llegar. Solo de pensarlo siento un cosquilleo en mi estomago.
Como ya es parte de mi rutina abre el cajón junto a mi cama y miro ese par de celulares que aun lo puedo desbloquear, cada día siento mas curiosidad y al mismo tiempo sigo siento esa necesidad por no encontrar una respuesta. Odio lo dividido que me siento con casi todo, pero hoy no es día para pensar en esas cosas.

Luego de ponerme un poco de loción, salgo de mi habitación, mamá tiene un evento de modas y creo que su esposo a ido con ella. Mi hermano, bueno, aunque acordamos mantenernos en contacto y eso, la verdad es que creo que él realmente no quiere compartir tiempo conmigo. Y he decidido no insistir, porque también con él me siento raro, me gusta mucho su compañía y no soy tonto, se que ese gusto no es algo sensato, por eso creo que es mejor que siga guardando distancia.

Me detengo de golpe en el estacionamiento de la casa, estoy por tomar las llaves de esa motocicleta que dicen es mía. He hecho esto de manera involuntaria. A veces me pasa, como saber donde hay ciertas cosas y detalles por el estilo, es como si mi cuerpo lo recordara a pesar de que yo no.
Solo cierro mi puño y regreso para salir por la entrada principal a tomar un taxi.
Llego al restaurante donde me ha dicho que nos veríamos, no se si ha hecho reservación o es de esos lugares que son mas casuales. Miro la hora y termino marcando su número.
-Ya llegué- comento un poco inseguro de entrar al lugar.

Algo bueno sale de eso, y es que no se nota triste como cada día. Siempre le veo sonriendo, pero en algún momento suelta esos gestos tristes, y me afecta demasiado no poder hacer nada para realmente hacerlo sentir mejor y no solo por el exterior.
-Entonces te traeré de nuevo… aunque no muy seguido, no quiero que desarrolles un vicio -se me olvida que él está a un paso de ser adulto, pero incluso para alguien de mi edad el abusar de cualquier cosa es peligroso. Quiero relajarme más cuando esté con él, pero ese miedo por perjudicarlo o verlo herido me limita.

Me dejé llevar por nuestros besos durante unos segundos e incluso mis manos tocaron parte de su espalda. Me siento muy ansioso, pero sus palabras cortan de golpe ese impulso que me ha hecho andar hasta aquí. Sentí mucha incomodidad, debe pensar que estoy desesperado. Yo también lo creo, pero el mostrarlo tan obvio no era parte del plan.
-Lo siento, solo quería tocarte un poco -sonreí y dejé un beso en su frente y luego lo abracé. Todavía siento esa sensación desagradable en mi pecho. A veces él es así, como si nada hubiera cambiado dentro suyo. Amo a este Mei, y al de hace unos años, sé que ambos forman parte de su personalidad pero… no sé a cuál adaptarme. Hay días en que  siento que llego a mi límite, quisiera contarle todo sobre nosotros. El hecho que nada fue coincidencia y que mi amor no es tan inexplicable como lo he dicho.
Acaricié su cara con una de mis manos y le besé nuevamente en los labios, pero esta vez con más lentitud. A pesar de todo yo lo amo demasiado, antes había aceptado que por circunstancias del pasado yo ya no tenía derecho a estar a su lado, pero ahora es diferente, ya no puedo imaginar mis días sin su compañía- volvamos al auto -antes de irnos lo abracé más fuerte que la vez anterior- te amo, muchísimo. Es la única cosa que no debes olvidar nunca -besé su oreja y luego su cuello, y después sonreí y pegué mi nariz con la suya rozando un par de veces- bien bien, me detengo o sino te comeré aquí mismo -me comencé a reír y luego tomé su mano para caminar de regreso. No quiero que nada nos afecte hoy, aunque es cada días más difícil prentender. Mi amor no es falso, ni nuestro tiempo juntos está lleno de mentiras, simplemente me siento culpable por ocultarle quién soy realmente.

-No me volveré alcohólico - contesto muy seguro pero luego solo me río como un tonto.

-y a mi me gusta que me toques- admito dejando un suspiro escapar. Cerré los ojos porque pensé que el retomaría en lo que estábamos, pero solo besó mi frente y me abrazó.
Cuando volvió a besarme, yo ansiaba un poco más de pasión, pero el lo hace con calma y me siento un poco confundido que ni siquiera tomo la iniciativa.
No digo nada, el solo me vuelve a abrazar y yo correspondo. Todo mi cuerpo se estremece cuando me da esos besos en la oreja y cuello. Lo sigo para regresar, creo que se siente diferente a hace un rato, no se que ha pasado, pero está diferente. Pero luego de escuchar lo que dice solo me siento como pierdo un poco de fuerza en mis piernas, ¿no habla en serio verdad? Aquí… eso sería…
No se si su risa es por mi reacción o algo más, odio ser tan despistado pero las cosas me abruman con facilidad.

Cuando regresamos al auto, no se que decir, de nuevo me siento un poco extraño, aunque esta vez no me siento lleno de todo ese enojo que a veces suele golpearme de manera salvaje. De hecho creo que me siento deseoso de sentir las manos de Evan, la clase de pensamientos que considero demasiado descarados. Me siento avergonzado de solo ver mi reacción y solo trato de evitar que Evan lo note. Espero solo calmarme para cuando tengamos que bajar o sería demasiado vergonzoso.
- creo que no puedo bajar aun - digo cuando creo que estamos llegando y me cubro con mis manos. Es tan vergonzoso lo que me esta pasando. Mi cabeza a veces se vuelve todo un caos y esa otra voz en mi suele tomar cierto poder, pero hoy lo hace de una manera extraña. Diría que me gusta mas que estar enojado, pero no deja de ser algo demasiado vergonzoso -¿será por el alcohol?- pregunto un poco preocupado y sintiendo como me ruborizo por esos otros pensamientos que se cuelan en mi cabeza.

Estar con Mei ha sido un poco complicado para mí. Estoy acostumbrado a las cosas tranquilas y cotidianas, incluso la rutina es algo que me gusta de mi vida. Pero con él todo es impredecible, siempre ha sido así. Sus  palabras, acciones, incluso sus gestos varían demasiado en cuestión de minutos. Aprendí a amar ese descontrol que hizo de mi vida. Ahora nuestros días son muy tranquilos, y en ocasiones todo se sale de control al punto de llevarme casi al límite. Aun así no puedo desistir, no quiero dejar esto. Cuando estoy solo me encuentro constantemente cuestionando mis decisiones, pero apenas estamos juntos me dejo llevar por ese camino a ciegas.
A pesar de que me sentí incómodo por un momento, verlo tan inocente me pone a pensar que decisiones tomadas por el calor del momento no siempre son malas.

Al volver al auto todo se puso en silencio, y solo pude sonreirle. Supongo que fue algo extraño lo que acabo de hacer, ni yo mismo entiendo qué esperaba con eso.
El camino estuvo muy tranquilo, y aunque no hablamos durante el resto del trayecto, no me siento especialmente incómodo. Tal vez porque aun estando con él todavía es lo que ocupa mis pensamientos. De repente lo miraba, ¿lo habré hecho enojar? No pensaré negativo, además llegamos a tiempo, está por ponerse el sol.
-¿Te sientes mal? -pregunté preocupado. Disminuí de nuevo la velocidad y me orille, encendiendo las luces preventivas- ¿te duele el estóma…? oh -está… creo que tiene una erección, ¿o quiere ir al baño? No lo creo, su reacción no es como si tuviera ganas de orinar. Además su cara luce roja y creo que está evitando mirarme- buscaré dónde parar -de nuevo me encaminé y no tardé mucho en encontrar un espacio, aunque todavía tenemos que caminar para llegar a las escaleras que conducen a la colima- bueno, no es por el alcohol -me quité el cinturón y traté de no moverme de inmediato, pero en ocasiones así es cuando más difícil se vuelve- ¿por qué te avergüenzas? A mí me gustas de esta forma, en realidad me gusta cualquier lado de ti -me ladeé un poco y llevé mi mano hasta donde las suyas cubrían, acariciando lento mientras retiraba su mano- ¿puedo tocarte? -me moví más cerca de él, toqué con mis dedos el contorno de sus labios mientras mi otra mano permaneció sosteniendo la suya débilmente.

No puedo mas que morir por la vergüenza que siento, pero parece que mi cuerpo está necio a comportarse normal. Y lo peor es que Evan piensa que me siento mal, ¿como le digo lo que me pasa?
Creo que al final el termina solo por darse cuenta de lo obvio, desearía poder tener un lugar para ocultar mi cara. Me quiero morir de la vergüenza.
-¿Estás seguro? Yo nunca me había puesto de esta manera- digo sintiéndome cada vez mas ansioso. Lo peor es que no importa cuan nervioso o apenado me siento, mi cuerpo solo sigue igual.
-pues porque es vergonzoso Evan, ¡como no me voy a avergonzar?- digo un poco alterado, el reacciona siempre con mucha calma, pero yo no puedo, simplemente no entiendo ni a mi propio cuerpo. Di un brinquito cuando sentí como como su mano me tocaba y puse un poco mas de fuerza en mis manos.
-no, no, estamos en la calle, la gente nos puede ver- cada vez pierdo un poco más el control.
Solo cierro los ojos cuando el acaricia mis labios, soy realmente tan débil cuando se trata de su tacto y hoy especialmente creo que ya no puedo más. Creo que después de mucho tiempo siento que en mi desea a Evan. A veces me debato entre mis sentimientos de amor y odio por él, pero hoy solo parece existir algo de armonía en mi mente. No se si es el alcohol.
-no aquí, por favor- pido, casi suplico, pero al mismo tiempo mis manos dejan de poner resistencia. Tal vez no hay tanta armonía como pensaba, porque yo me siento apenado de hacer algo como esto en un lugar como este, donde cualquiera nos puede ver, pero aun así, mi cuerpo solo parece hacer lo que le da la gana.

He visto su cuerpo reaccionar varias veces. Usualmente terminamos en una extraña tensión un poco violenta y sexual, una de las razones por las que no hemos llegado muy lejos. Pero se ve lindo, me hace sentir especial y culpable.
Me reí y luego apreté los labios para no soltar una pequeña carcajada. Diablos, realmente es lindo, quiero hacer tantas cosas con él.
-No tienes que avergonzarte, debes confiar en mí. No me burlare de ti, menos después de lo que casi hago hace un rato, ¿o es que ya lo olvidaste? Probablemente mis pensamientos y los tuyos de ahora son similares -no presioné sus manos, solamente se quedaba todo en roces. No quiero forzarlo, pero pienso que si todo el tiempo obedezco lo que dice nunca avanzaremos. Pero de verdad no me gustaría actuar como un imbécil y obligarlo a hacer algo conmigo simplemente por presión. Es un dilema muy grande para mí, pero mucho más que el tener sexo, para mí él es sumamente importante.
Me incliné más y mi mano bajó hasta su cuello para hacer que nuestros labios se juntaran.
-Nunca haría nada para hacerte sentir mal o incómodo -dejé un beso en la punta de su nariz, y al notar que sus manos ya no ponían resistencia, la tomé con más seguridad y la apoyé sobre su pierna, bajando después más cerca de su erección- por eso quiero que seas honesto conmigo. Quiero todo de ti, Mei, pero no quiero algo unilateral, ni que te sientas comprometido -planeaba hacer de nuestro primer encuentro algo maravilloso, pero lo importante es que él esté completamente convencido de quererlo. Toqué su entrepierna sin presionar mucho, lo besé de nuevo- te amo -si él pide que me detenga, lo haré, pero sino, creo que el lugar no es tan importante- parece que lloverá, además dudo mucho que alguien pase por este lugar en este preciso momento -continué despacio acariciándolo, y de nuevo comencé a besarlo. El ritmo de mi corazón aumentó en cuanto mi lengua comenzó a moverse dentro de su boca. Mis manos no se detienen, y con la punta de los dedos acaricie la parte trasera de su cuello y oreja. Para mí cada momento con él es único, incluso esas extrañas discusiones que tenemos. Aquí o allá, o si todo se queda únicamente en besos, no importa. Mi pecho se siente caliente, y mi cuerpo comienza también a reaccionar por el simple hecho de tocarlo sobre su ropa.

Parece que para Evan es fácil tomar estas cosas con normalidad, a veces me pregunto que tan más experiencia tiene, y me siento celoso de que para él esto pueda ser tan normal.
-Pero tu no sientes pena, yo no puedo actuar con tanta seguridad como tú- si, se que a veces lo hago, pero es cuando siento que yo no soy yo, que es algo mas, algo de mi pasado olvidado, porque otra explicación no puedo tener.

Puede que tenga miedo, pero el sabe como hacerme sentir más seguro, a veces me sorprendo del poder que él puede tener sobre mi, de hecho creo que si Evan lo deseara podría conseguir lo que quiera de mi, pero no sé porque parece contenerse tanto. Mordí mi labio cuando sentí su mano moverse.
-no es unilateral, pero tengo miedo. Por favor Evan, creo que es muy obvio que también quiero, pero tengo muchos miedos al respecto- su mano se vuelve a mover y muerdo mi labio de nuevo para contener un jadeo -yo a ti- contesto aun mas debilitado por sus labios -sería una locura, pasan autos también- mis palabras carecen de fuerza por la manera en que el me toca y vuelvo a perderme en su boca. Sus dedos en mi cuello me hacen estremecer.
Mi cuerpo para nada parece desear controlarse, ni siquiera por todas esas cosas que me digo que son un problema. Cada manera que tengo para resistirme se me ha olvidado.
-te adoro- ni siquiera se porque justo uso esa palabra, pero es de esas pocas veces donde dentro de mi no hay un mar de sentimientos encontrados. A veces siento todo ese resentimiento, pero ahora solo siento tanto amor por él.

Es verdad que yo no me avergüenzo por cómo reacciona mi cuerpo, más bien de algunos impulsos como el de hace un rato o por arruinar el ambiente. Y suelo desviar la atención a otra cosa.
-Y me gusta que seas así, solo no quiero que te culpes por sentirte de esta forma. No sabes lo feliz que me hace ver que tu cuerpo reacciona por mí, porque el mío lo hace también -y ahora es más evidente. Luego de besarnos comienzo a sentir mucho calor, sobre todo por sentirlo sobre su ropa. Mis latidos van muy rápido, y tal vez estoy perdiendo un poco la racionalidad de esto- ¿a qué temes? -no sé qué tan seria pueda ser mi pregunta, porque no he dejado de tocarlo e incluso por nuestros besos no le doy mucho tiempo para responder.
Pensé en detenerme, pero su voz se hace débil y una parte de mí me anima a continuar, aunque sí, él tiene mucha razón en que esto es una locura.
-Eso nunca me lo habías dicho -sonreí. Se siente demasiado bien, no lo esperaba pero me hace pensar que sus sentimientos son tan intensos como los míos.

Retiré mi mano y la subí hasta su rostro para seguirlo besando. Quiero tocarlo, puedo asegurar que estoy hasta desesperado por eso, pero si comienzo a hacerlo aquí podría resultar peor que en otros casos.
-Había un hotel que siempre veía y me daba curiosidad entrar por lo llamativo que es, quería llevarte ahí -no bajé las manos de su rostro, y permanecí cerca para poder besarlo en intervalos- tenía terceras intenciones el día de hoy, creo que cada día que te veo es inevitable pensarlo, pero hoy especialmente me había hecho un plan vago en la cabeza  -me reí de mí mismo y agaché la cabeza avergonzado- lo siento -me cubrí la boca, tomé un respiro y de nuevo tomé su rostro entre mis manos para besarlo- podemos bajar a mirar un poco el cielo y darnos algunos besos cursis si quieres, o podría buscar el hotel más cercano para hospedarnos hoy -lo abracé e hice que su cabeza se recargara en mi hombro, y llevé mi mano a su cabello- así que tú decide -susurré- ¿quieres quedarte aquí o prefieres que nos vayamos… Buscaré el lugar más cercano -mi voz se hizo más baja, estoy apenado por lo directo que debo ser, pero si le doy vueltas y él continúa siendo inseguro, pasaremos por lo mismo repetidas veces.

-Pero si la culpa la tienes tú- digo echándole la culpa de lo que me pasa, tal vez es infantil, pero, no es que yo me esfuerce por mantener una erección de no se cuanto tiempo… y también contesto de esa manera porque que él me diga que su cuerpo también reacciona me ha hecho sentir nervioso, y no se como reaccionar.
-a todo, Evan, yo no sé nada… yo nunca. Yo no recuerdo si… - trago algo de saliva que hay en mi boca -es como mi primera vez, no se que hacer, o si lo haré mal, o si te dejaré de gustar… esas cosas me dan miedo- cierro mis ojos con fuerza para no enfrentarlo mientras digo todas esas palabras, pero sus labios y sus manos hacen que los nervios vayan y vengan.
Sonrío porque parece feliz de mi pequeña confesión que yo pensaba bastante obvia.

Sus palabras apenas y puedo seguir el ritmo de lo que me dice. Lo que me esta diciendo me pone nervioso, pero no puedo mas que corresponder a sus besos, estoy embriagado de amor por él, y también creo que la cerveza que tomé tiene algo que ver conque de alguna manera yo esté demasiado relajado.
El deja en mi la responsabilidad de lo que haremos, este tipo de momentos es en los que creo que el se frena. A veces pienso que me ve como si fuera una pequeña figura de cristal que se puede romper fácilmente.
-¿quiero estar contigo- admito cerrando los ojos nuevamente, como si por no mirarlo, fuera a ser mas fácil confesar ese tipo de cosas -tengo miedo, mucho, pero hoy no quiero seguir evitando nada de esto - cubro mi cara con mis manos y me giro para mirar hacia mi puerta, me siento tan expuesto por lo que acabo de decir.

-Eso es imposible que tú me dejes de gustar, Mei, mucho menos por una razón de ese tipo -su cuerpo parece reconocer ciertas cosas. Siempre fue un coqueto y juguetón, y ha sido imposible para mí no pensar que él ya estuvo con su hermanastro, después de todo hasta  hace unos meses todavía estaban juntos. Los recuerdos me dejaron una sensación amarga, quiero disfrutar de nuestro presente, aunque a veces surjan esas inseguridades dentro de mí.
Sonreí y me acomodé en mi sitio para de nuevo encender el auto.
-Sabes Mei, siempre me tienes en un vaivén de emociones. Puedes hacerme sentir tantas cosas en un instante. Siempre ha sido así -encendí el auto y comencé a menejar- me refiero… desde que te conocí. Tus actitudes son muy espontáneas, y eso me gusta muchísimo de ti. No me cansaré de verte o de besarte, me encanta pasar tiempo contigo y saber que soy importante para ti -aumenté un poco la velocidad, pero sigo manteniendo un ritmo prudente. Ha comenzado a oscurecer, y se siente más fresco que hace un momento- estoy muy feliz por haberte conocido, y mucho más por haber ganado tu cariño -llevé mi mano a mi cabello y aclaré mi garganta, luego solté un suspiro, mi vista sigue en el camino- perdón, si hablo mucho es porque estoy nervioso. Estoy muy feliz -me comencé a reír y lo volteé a ver, estiré mi mano para que la tomara.

A pesar de los nervios ya no estoy tan ansioso por llegar, es decir, sí lo estoy, pero no tomé el primer hotel que vi de paso, creo que conduciré otro tramo para encontrar algo más adecuado. Tal vez no una habitación lujosa como él acostumbra, pero sí una más cómoda para ambos y no simplemente lo que haya.
Estacioné el auto en cuanto vi un lugar adecuado, aunque nunca he estado aquí pero por fuera no se ve tan mal. Entramos en silencio y sentí cómo mi corazón latía más rápido.
-Buenas noches, una habitación para dos personas, por favor -me gustaría pedir una sola cama, pero no quiero arriesgarnos a ser blanco de críticas, hay personas muy intolerantes y él podría ser considerado un menor de edad. Tomé la llave de la habitación y en cuanto entramos al elevador tomé su mano- ¿tienes hambre? -¿hambre? Hace un rato que salimos de comer, qué pregunta más estúpida. Pero el silencio me hace pensar que estoy  a punto de hacerle algo malo- qué tontería -me reí de mí mismo. Cuando el elevador abrió las puertas busqué el número de la habitación y al abrir le hice entrar primero. Es una habitación tradicional y sencilla, pero huele muy bien y todo parece muy limpio- ¿quieres tomar un baño? -oh dios santo, esto es más complicado de lo que pensé, porque se nota que venimos exclusivamente para eso.

Room:

Él habla con tanta seguridad sobre que no dejará de gustar de mi, ¿pero que tan cierto puede ser algo así? Yo recuerdo lo mucho que yo quería a Khal, yo era tan feliz con él y todo eso, yo deseaba tener mi vida a su lado, pero al final, esos sentimientos se acabaron. Ni siquiera se en que momento fue, pero debe tener ya un rato como para que ni siquiera le importara que tuve un accidente. Y ahora estoy aquí, con una persona nueva, sintiendo toda esta emoción por haberme enamorado, con una intensidad que a veces me confunde demasiado. Pero yo estoy seguro de que amaba a Khal, y eso cambio, ¿Por que Evan no iba a dejar de quererme?

No se que decirle, mis nervios no se han esfumado, pero al menos ya me estoy controlando un poco. Creo que la idea de aceptar que quiero que estemos juntos ha hecho que mi lívido se apague un poco.
-tú también me haces sentir muchas cosas- admito con la voz temblando un poco de los nervios -yo también soy feliz por eso, nunca pensé que ibas a corresponderme, mas que nada porque parecía una locura, tenemos tan poco de conocernos- ¿amor a primera vista? Si creo que ha sido algo así, un flechazo que me golpeo desde el primer momento en que lo vi, tan bello y perfecto -yo también estoy nervioso, mucho, demasiado- admito tragando un poco de saliva, tal vez no debí aceptar, o debí tomar otra cerveza.

Quiero solo esconderme del mundo cuando llegamos al lugar. No es un lugar muy lujoso, pero supongo que es mejor, aquí nadie podría conocerme. ¡Que nervios tengo!
-tengo sed- le digo y en cuanto siento que las puertas del elevador se abren le suelto por si alguien en el pasillo nos puede ver.
No debí venir, creo que esto es un error, cualquier persona aquí podría saber quien soy, no es que sea famoso pero mi familia tiene cierto lugar en la sociedad.
Evan abre la puerta y entro tan rápido como puedo. Siento que cualquier persona aun si no me reconoce me va a juzgar.
-¿un baño?.. Ah, ok, voy primero- estoy tan ansioso que solo salgo hacia donde es el baño y me encierro -¿puedes pedir algo para tomar?- pedirle ahora que nos vayamos seria realmente desagradable. Le he hecho esperar tanto, y ahora que prácticamente le he dicho que hoy si pasará, me estoy arrepintiendo, eso sería muy molesto de seguro. Abro al agua, y comienzo a quitarme la ropa, me enjuago bastante rápido, pero me quedo bajo el agua un momento.
¡Deja de tener miedo!- me digo para darme ánimos, cierro el agua y me pongo seco con una de las toallas que hay y la amarro a mis caderas. No se si debería salir así… me siento demasiado desnudo, ¿pero de eso se trata no?
Paso mi mano por el espejo que está empañado y me miro, pero en lugar de mirar la expresión de inseguridad que esperaba, me encuentro con una mirada severa.
-Patético- me digo a mi mismo, me siento enojado, me desagrada notar la mirada que tengo para mi mismo y pongo mi mano en el espejo para tapar el reflejo de mi rostro.
Salgo del baño, decirle lo que me acaba de pasar, seguro lo preocuparía, o tal vez pensaría que solo busco alguna excusa para evitar esto.
-cierra los ojos, no me veas- le pido mientras corro a la cama para meterme entre las cobijas- ve a bañarte- le digo cubierto hasta la cabeza con las sabanas.

Soy el único impactado porque me correspondiera tan pronto. Desde que comenzamos a hablar de nuevo, me pareció una locura que confiara en mí siendo un desconocido. Pensé que tal vez una parte de él todavía me recordaba, quería creer en eso. A veces pienso que inconscientemente lo hace, sin embargo al tener una relación más cercana ahora no tengo tanta prisa porque recupere sus recuerdos, además no estoy listo para confrontarlo o dejar de verlo si me lo pide.
-Pero qué dices, si desde el principio se notaba que me gustabas -intenté bromear al respecto. Es verdad que yo ya lo conocía, y por eso me fue difícil hacer como si nada. Pienso que a veces me comportaba descuidado y dejaba salir mis sentimientos por él. Por eso estoy muy feliz de haberme ganado su cariño.

No soy el único nervioso aquí, de hecho parece que está aún más incómodo que en el auto.
-Pediré algo para tomar entonces -cuando me soltó de repente me sentí un poco triste, no sé, ni siquiera es gran cosa. Entramos a prisa y dejé que él fuera primero a bañarse- tomate tu tiempo -le sonreí y me acosté en la cama cuando él entró al baño. Ya no sé si quiero hacerlo de este modo, siento que solo estoy presionándolo. Cerré los ojos y llevé mis manos a mi cara, esto no es para nada como esperaba que fuera, me siento fatal. Simplemente debí llevarlo al cine o algún otro sitio, pero ahora me veo patéticamente desesperado.
Encendí el televisor y levanté el teléfono para pedir algo de tomar mientras buscaba algo en tv.
-Muchas gracias -luego de ordenar algo para tomar, me levanté y comencé a dar vueltas por la habitación. El volumen de la tv es muy bajo, y de inmediato pude escuchar su voz cuando salió del baño- oh… de acuerdo -le hice caso y cerré los ojos, y después de unos segundos al abrirlos noté que estaba bajo las cobijas. Esto está muy mal. Solté un largo suspiro y me senté en la orilla de la cama, y acaricié un par de veces su cabeza- Mei, tal vez solo deberíamos meternos en cama y ver alguna película -intenté transmitirle tranquilidad- tal vez pienses que es una estupidez porque ya estamos aquí pero… no me importa, sabes. Lo único que quiero es pasar el tiempo contigo -me agaché a darle un beso sobre la sábana y me levanté para ir al baño. Nunca antes había sido tan complicado esto, pero mi corazón no deja de latir nervioso, y es una sensación agradable.
Me di una ducha rápida con agua tibia y luego de secarme enrollé la toalla en mi cintura. Dejé mi ropa doblada en el baño y salí no sin antes tomar una buena bocanada de aire.

Siento su beso y luego escucho como se va al baño, de nuevo mi comportamiento esta haciendo que el tenga que cuidar lo que hace. ¿Por que soy así? Desde pequeño siempre he sido un poco caprichoso, bueno era bastante caprichoso, mientras mas crecía mas desagradable me volvía, me gustaba humillar a los que consideraba inferiores a mi, ya fuera por dinero u atractivo. Realmente nunca he sido una buena persona, intenté cambiar todo eso con la ayuda de Khaled, pero ahora me pregunto si luego de alejarnos, tal vez yo volví a ser esa clase de persona. Porque solo así entendería lo que a veces pasa por mi cabeza. Pero no se que pensar, porque incluso se siente diferente, no es que me sienta enojado con todo el mundo, de hecho ese enojo que a veces no puedo entender lo siento en contra de Evan y muchas veces en contra de mi mismo.
Solo creo que no era una buena persona, y no quiero que Evan me deje cuando descubra que soy esa clase de persona. No quiero ser así, quiero ser tan bueno como me sea posible, así como Khaled me enseñó que podía ser.

Evan me ha dado la opción de que solo nos quedemos recostados mirando una película, debería aceptar, creo que al final terminaré arruinando las cosas. Claro, acepta… en una cama donde estas desnudo apenas con una toalla que no tardará nada en caer de tus caderas, con un hombre que te encanta y que te hace perder la razón al primer beso ¿en serio puedes creer que él solo se quedará viendo la película? ¿Que tu mismo no harás nada para incitarlo?
Me levanto de golpe de la cama y las cobijas dejan al descubierto mi torso, ¿por que pienso ese tipo de cosas?
Escuché la puerta del baño abrirse y giré la cabeza para mirarlo.
-Evan- digo su nombre confundido, como si me sorprendiera verlo salir de esa puerta, miro a todas direcciones ¿donde se supone que estoy? Vuelvo a buscar a Evan con la mirada ¿acaso nosotros? Imposible…
Mi cabeza duele demasiado y llevo una de mis manos para tocar mi frente y cubrir uno de mis ojos, un quejido escapa de mi, me siento mareado, pero cuando levanto la cabeza vuelvo a verlo a él.
-ya terminaste- digo al verlo fuera del baño y me doy cuenta de que las cobijas ya no me cubre y nervioso las tomo para volver a taparme y siento mi cara tan roja.

Me sorprendió verlo de pie desnudo, me sentí nervioso y por eso no pronuncie ninguna palabra.
-¿Estás bien? -cerré la puerta y me quedé de pie observándo. Mi corazón sigue latiendo muy rápido, pero a diferencia de hace un rato que ni siquiera dejó que lo mirara cuando salió del baño, se dedica a mirar a todos lados sin importarle que no trae nada en la parte baja de su cuerpo. Y luego comienza a tocar su cabeza como usualmente cuando uno de sus episodios está por comenzar- oye, ¿qué sucede? -mi preocupación me hizo avanzar hacia él pero me detuve al notar cómo de nuevo su humor cambió. Pero yo no, no puedo reaccionar a su expresión de ahora. Se ve lindo, pero sigo pensando en ese ligero quejido que soltó y solo suspiré. Estoy preocupado, pensé que tendría otro arranque de emociones incontrolables, no suele durar tan poco pero ahora simplemente se calmó solo- vas a pescar un resfriado -intenté no pensarlo demasiado, aunque me dije que pararía de ser así de evasivo, pero seguramente le voy a orillar a su enojo y no quiero que hoy experimente ese tipo de dolor.

Caminé con más seguridad hasta él y lo abracé.
-Vamos a meternos a la cama, el aire acondicionado me está dando frío -me separé de él para tomar su mano y dejar que subiera primero a la cama, yo me quedé sentado en la orilla. Tomé el control de la TV y busqué el canal de programación para poner alguna película que estuviera por comenzar. La puerta sonó y le indiqué que se tapara bien, y yo caminé para recibir nuestras bebidas, luego puse el seguro a la puerta y dejé las cosas cerca de la cama- ¿aún tienes sed? -destapé la botella de jugo de uva y tomé un gran trago, y luego me acerqué para darle un beso en los labios- ¿te sientes bien? Tal vez te duela un poco la cabeza por el alcohol de hace un rato, ¿quieres descansar un poco? -me acosté de lado junto a él sin taparme, y con una de mis manos comencé a acariciar su cabeza. Lo que sucedió hace un momento fue extraño, pero desgraciadamente comienzo a acostumbrarme a sus crisis.

No entiendo donde esto, parece un hotel, y Evan, ¿por qué estoy con él aquí? Se acaba de bañar y no puedo evitar mirar su cuerpo por un momento, y no me preocupo por cubrir el mío, solo quiero saber por qué estamos aquí.

¿Qué sucede? Parece que él está preocupado de nuevo por mi, y yo solo le quiero decir que no pasa nada, que estoy bien, que no tengo dudas, pero las tengo. Estar en un hotel ya me hace sentir un poco de angustia, porque no quiero seguir postergando esto, pero sigo un poco inseguro.

Quiero morirme de la vergüenza, estaba completamente a la vista, todo, absolutamente todo al descubierto, ¡dios que pena! Ya toda la cama es un desaste por como he jalado las cobijas y trato de cubrirme.
Asiento a sus palabras, creo que la voz se me ha ido de la pena que siento.
Cuando el va a la puerta vuelvo a cubrirme hasta la cabeza y no quiero salir ni cuando pregunta si tengo sed. Destapé poco a poco, primero mis ojos y luego mi cara. Solo contesto con un “aham”, pero no puedo con la vergüenza que siento.
Aunque quisiera desaparecer justo ahora, no puedo rechazar sus labios, siento el sabor del jugo y sonrío por eso.
Evan ya me esta diciendo que descanse, ¿por que siempre es tan lindo? Estiro mi mano para quitarle el jugo y dar algunos tragos.
-No estoy cansado- digo regresándole la botella y volviendo a refugiarme entre el desastre que he hecho con las sabanas -yo quiero estar contigo- admito pero sin salir de las cobijas, no quiero ni verlo porque la cara se me va a derretir.
Si tan solo pudiera ser un poquito atrevido como aquella vez en su casa, no se como esa vez avanzamos tanto y ya no puedo hacerlo.

No puedo evitar pensar en lo blanco de sus piernas o su perfecta espalda. Siempre pensé que Mei tiene una cara muy bonita y una piel muy cuidada para ser un chico, tal vez más de lo que la tenía mi primera pareja.
Al recostarme junto a él puedo percibir el aroma a limpio, quiero tocarlo.
-No me iré a ningún lado. Si quieres descansar me quedaré aquí cuidando de ti -lo abracé por encima de la sábana, no es igual a tener contacto directo con su piel, sin embargo sigue sintiéndose bien- pero si dices que no estás cansado, entonces está bien -comencé a mover mis manos y dejar algunas cosquillas en su cuerpo para ver si de esa forma salía de ese escondite que ha formado-. Creo que ambos estamos tensos y tenemos miedos, pero sobre todo deseamos esto, ¿verdad? Estoy seguro que sí, no tendría razón para mentirme. Además él ha sido coqueto conmigo, no importa si después pasa a ser el chico más tímido del mundo, yo no puedo ignorar y mucho menos olvidar sus expresiones eróticas- déjame verte, entonces -me coloqué encima de él aun con la toalla enrollada en mi cintura, tuve que acomodarla antes porque con todo el movimiento casi se había caído- me gustan mucho tus ojos -me acerqué a besar uno de sus párpados, ese del cual su ojo tiene distinto color. Nunca entendí ese afán de su madre por ocultar esa parte de él, porque a mí siempre me ha encantado. Todo él- me gustan tus ojos -besé el otro párpado- también tu nariz, tiene un bonito ángulo -dejé otro pequeño beso en la punta, y me enderecé para poder mirarlo- tu boca, tu piel, tu cabello también. Todo me gusta de ti -sonreí y de nuevo me acerqué a besar sus labios. Se sienten frescos, siempre me deja una sensación cálida al besarlo pero hoy es distinto. Hoy incluso esa parte extraña fue diferente, lo único que no cambia es el sentimiento tan fuerte que tengo por él. Mis ganas de poseerlo, de cuidar de su mente tan frágil y acariciarlo hasta el cansancio.

Pasé mis manos por la sábana y la bajé hasta la altura de su ombligo. Mi respiración se ha acelerado y uno de mis brazos comenzó a cansarse por cargar con el peso de mi cuerpo.
-Te amo Mei -sé que le molesta que lo llame así, pero después de tantos años es muy complicado el quitarlo de mi boca. Con ayuda de mis rodillas y mis codos apoyados a los costados de sus hombros, dejé que mi cuerpo se pegara más al suyo para besarlo de nuevo, incluso me ladee un poco para poder llevar mi mano hasta su vientre y rozar con mis dedos de arriba hacia abajo.