dust it off (Salem)

Recuerdo del primer mensaje :

Tengo que ser profesional, y por eso no rechazo ningún trabajo que sea beneficioso para mi agencia. Pero para mi mala suerte, la otra chica que iba a presentarse, acaba de reportarse enferma.
Estaba nerviosa por solucionar el problema, pero el director me ha visto y ha dicho que soy perfecta, he intentado negarme, pero parece que no hay manera de conseguir a alguien tan rápido, mucho menos alguien que sea de la talla indicada.
Creo que será incomodo verlo, luego de la fiesta, ver a su chica comprometerse con otro, esa fiesta fue demasiado confusa, incluso Ian estuvo ahí. No sabía que era amigo de esa niña, pero entiendo que a veces tenemos que apoyar a nuestros seres queridos. La verdad es que me me sentí incomoda por lo que ocurrió, pero confió en él.

Tomo asiento mientras el director me explica algunas cosas, tenemos que aprovechar el tiempo mientras llega Aine, porque no queremos que mi falta de experiencia nos retrase.
Escuchamos cuando alguien entra al set, y todos miramos, justamente se trata él. Lo miro por unos segundos y le hago hago una pequeña reverencia con la cabeza en señal de saludo. El director le saluda y le comienza a contar sobre los cambios de planes y cuando termina nos manda a cambiar a los vestidores. Me siento extraña al estar en este lado de la situación, siento que no tengo control de nada. Miro los vestidos y escucho a Salem entrar. Nos dejan solos para cambiarnos y evito mirarlo.
-Hola- le saludo seria, pero al estar solos quería romper el silencio -¿como has estado?- la verdad aun me siento preocupada por él, solo quiero asegurarme que sigue siendo la misma persona de siempre.

Sora:

Muevo mi cabeza para confirmar que necesito tiempo. Pero su voz ha sonado un poco diferente, se nota el cambio repentino que ha tenido.
-Que tengo que pensar bien las cosas- creo que mi respuesta parece un poco vaga, pero ahora mismo no puedo dar una mejor, si la tuviera, entonces no necesitaría tiempo para pensar.
Me sorprende un poco la manera en que está reaccionando, parece afectado, más de lo que pensaba que podría pasar, me siento un poco culpable por causarle esto, pero aun así él dice que está bien.
-¿vernos? si, claro, podemos seguir en contacto, tal vez conocer un poco más antes de seguir con esto- ¿que tanto puede durar mi voluntad si él decide robarme otro beso? soy absurdamente débil a sus labios, pero aunque siento estas cosas por él, la verdad es que no lo conozco, no es una mala persona, eso lo sé, pero ser una buena persona no te exenta de hacer cosas malas, y con lo de su amiga, yo no sé que pensar -Dejarte ¿cómo?- pregunto porque no entiendo a lo que se refiere.

Él dice que esperara pero aunque sonríe no me siento aliviada.
-Gracias- siento una extraña sensación de culpa, pese a que realmente no he hecho nada malo -Yo nunca me he sentido así con nadie, he tenido parejas, pero nunca experimenté estos sentimientos. Siempre busco ser una persona práctica, pero ahora no se como hacerlo, todo lo que me haces sentir se desborda, la emoción, la felicidad, los celos. Por eso necesito tiempo, creo que las emociones positivas no son tanto problema, pero las cosas negativas… - hago una pausa, estoy hablando demasiado y al final creo que no estoy diciendo casi nada -empecemos como amigos, quiero conocerte más - declaro para dejarme de dar tantas vueltas y explicaciones.

-Oh -solté un suspiro. Sentí mucho alivio cuando dijo que podíamos vernos. Pensé que comenzaría a ignorarme de nuevo y que rechazaría mis invitaciones. Ahora su idea no parece tan mala, pero es que ese modo en que habló hace un rato… parecía enfadada- sí, es verdad -eso podría ser incluso lindo. Pero entonces, ¿quiere tiempo para que formalicemos la relación? Wow, esa idea es demasiado, pero definitivamente me gusta- mmm pues, me refiero… no me hagas caso -me da vergüenza ahora. Ella cambió su modo de hablar nuevamente. Pero está siendo muy directa, y aunque de repente siento miedo porque ni siquiera tengamos la oportunidad de comenzar, aprecio muchísimo su honestidad.

Estoy asombrado. Parece que sí le gusto demasiado, y me trae un poco de seguridad. Estaba triste, y ahora de nuevo me siento feliz. Ella siempre me tiene así, con una montaña rusa de emociones.
-Yo tampoco -sonreí sincero esta vez- a decir verdad, siempre anhelé una persona a la cuál amar, pero sobre todo alguien capaz de aceptarme -me reí de mí mismo. Puedo ser muy conformista cuando se trata de mi vida personal- pensaba que mientras esa persona aceptara este lado de mí, yo podría amarla sin problema -no es como si ella lo aceptara, pero sorprendentemente, es lo único que no mencionó en los contra de nuestra posible relación- pero al conocerte me di cuenta que no quería eso. Tú supiste quién soy, eso que no puedo hablar con casi nadie, lo descubriste sin querer -recordar cómo nos conocimos hace que mi corazón se acelere- y entonces pensaba en ti cada vez más, y no podía controlar las ganas de verte o hablar contigo. Cuando nos encontrábamos, siempre actuaba como estúpido -la miré y sentí que mi cara ardía- estoy hablando mucho otra vez -me reí y tomé sus manos. Asentí para confirmar que podíamos comenzar como amigos- está bien, empecemos de nuevo -estoy emocionado, pero también asustado. ¿Qué pasa si descubre que en realidad no le gusto? Eso sería un golpe muy duro. Pero eso puede pasar incluso si salimos, así que, tal vez sea ventajoso ir lento- ¿puedo besarte antes de que te vayas? -me acerqué de nuevo, pero me detuve a unos centímetros de su cara, quiero que ella también venga a mí y no ser el único que la persigue.

Él habla del amor con demasiada facilidad, me hace sentir un poco tímida al pensar que él podría tener sentimientos tan fuertes, claro que no ha dicho que me ama, pero en el set dijo que le gustaba y luego se corrigió diciendo que era algo más.
Sonrío cuando dice eso sobre su manera de actuar cuando nos veíamos, recuerdo que a veces me resultaba un poco pesado, pero en el fondo siempre me gustó que pareciera buscarme más que a otras personas en el trabajo.

Mis ojos miran nuestras manos, él acepta que seamos amigos, pero me ha puesto nerviosa ese gesto. Más bien no son nervios, pero no se como definir lo que siento, mi corazón se agita, pero no me molesta que me tome de las manos.
-De acuerdo- su ánimo parece haber mejorado de nuevo, y eso alegra, estaba preocupada por ese cambio repentino que tuvo, pero no creo que deba quejarme si yo misma tengo cambios que no logro entender.
-¿Que?- ahora si me he puesto nerviosa de nuevo, pero me quedo quieta cuando el se acerca, pero no termina alcanzando mis labios, se ha detenido ¿debería besarlo yo? niego levemente con mi cabeza.
Un poco vacilante me comienzo a acercar a él, no está tan lejos de mi, pero aun así, yo avanzo lento hasta tocar la punta de su nariz, y al alejarme me percato de algo, hay una persona a espaldas de Salem -Tu hermano- comento bajito regresando a mi lugar.

He trabajado una sesión un poco largar, tres horas, pero el cliente ha elegido una pieza algo laboriosa. Estoy cansado y me duele la espalda, pero disfruto cuando esto pasa, por lo general los clientes eligen trabajos menos elaborados para así tener que pagar menos, por eso cuando alguien elige una pieza así, siento un poco de respeto por esa persona, porque no solo se tatua y ya, realmente quiere que en su piel exista una verdadera obra de arte.

Hoy Salem tenía que grabar algo, así que supongo se irá a cenar con esas personas. He pasado a comprar una hamburguesa para cenar, tengo muchas ganas de una buena comida casera, pero no se cuando podré comer algo así. Suspiro un poco resignado llegando al edificio para ir al departamento.
Al abrir la puerta me llevo una sorpresa que no esperaba. Salem ha llegado temprano y no está solo. Solo me quedo parado sin cerrar la puerta para no interrumpirlos, pero parece que ella me ha visto, así que cierro la puerta y camino.
-Amm, hola- digo dejando mi cena en la barra, sin prestarles demasiada atención, voy a la cocina y me saco un refresco y me siento en la barra, mirando justo en dirección a ellos -continúen por favor, yo no haré ruido- digo con tono muy amable, pero miro algo burlón a Salem.

Esto es emocionante. Nosotros al fin comenzaremos algo, se siente irreal.
-¿No puedo? -contesté travieso, esperando que ella acortara la distancia entre nosotros. Y mi corazón está vuelto loco, me siento ansioso, y solo porque deseo que tome la iniciativa por una vez, sino ya la habría comido a besos- ¿qué? -respondí bajo y confundido. Es lo que menos esperaba escuchar en una situación así, y me giré en dirección donde Sora veía.
No dije nada, solo lo seguí con la mirada y suspiré. ¿Es en serio? Esto es un muy muy mal chiste. ¿No pudo venir diez minutos más tarde? Tiene un radar o qué diablos. ¡Y el idiota se está riendo! Lo presiento, se estará burlando de mí en su interior.
-Amm -miré de nuevo a Sora poniendo una sonrisa.

Yo no soy tan descarado como él. Suena estúpido, pero es la primera vez que me ve con una chica. Y no estábamos haciendo nada, solo coqueteando un poco.
-Pensé que llegarías más tarde -le hice una mueca, pero es inevitable, debí llevarla a otro sitio a solas, obviamente él volvería en cualquier momento, pero no imaginé que tan pronto- oh, ven -me levanté del sofá y tomé la mano de Sora para que me siguiera hasta donde estaba Ziba- él es Ziba -sonreí orgulloso- y ella es… ella es Sora -desvié la vista. No quiero que haga ningún comentario idiota, porque juro que si lo hace le diré a Hana su secretito- él es mi hermano menor, por unos minutos -saqué la lengua. Es cierto que interrumpió en el mejor momento, pero también estoy feliz que llegara y pudiera conocerlo. Él es la persona más importante para mí, no podríamos comenzar algo si no lo conoce.

Con un pequeño movimiento de mi cabeza le indiqué para que mirara hacia la puerta. Puedo decir que la diferencia entre ellos es lo que más atrae mi atención, son como dos polos completamente opuestos, pero sin duda cada uno atractivo a su manera, lo que más me impacta son sus ojos. Antes que ponerme nerviosa o incomoda, solo me quedo mirando al chico, se mueve por la casa como si nosotros no estuviéramos.

Salem y él comienzan a hablar un poco, y definitivamente es hora de que me vaya, pero antes de poder decir algo, buscar como irme de manera educada, Salem se ha levantado y tomado mi mano para que lo siga.
-Mucho gusto- hago una pequeña reverencia para saludarlo -¿son gemelos?- pregunto sin poder creerlo, ellos no se parecen en nada, aunque mirando con mas detalle, ambos tienen rasgos muy delicados, pero pese a que obviamente ambos poseen un atractivo sobresaliente, no se parecen en casi nada.

-Si, a veces pensamos cosas y nos equivocamos, es malo suponer- sonrío para Salem, porque supongo que esto es lo más cercano a lo que se podría definir como Karma, no creo en ese tipo de cosas, pero ahora parece un poco irónica la situación.
Les pongo atención a ellos cuando se acercan, y mi hermano nos presenta.
-Sora, vaya, así que eres tú. Mi hermano siempre habla de lo hermosa que eres, pero veo que sus palabras no te hacen mérito- comento con calidez, no suelo comportarme tan bien con las personas solo porque si, es mas que nada porque me gusta molestar a Salem. Estiro mi mano y con el dorso de mi dedo índice doy un golpecito en la frente de Salem, en respuesta a que ha sacado su lengua -eres bastante bajita- comento por la notoria diferencia de estatura entre ellos -es un gusto conocerte- me estiro para acercarme a ella como su le fuera a contar un secreto, pero hablo lo suficientemente fuerte como para que Salem escuche lo que digo -ten cuidado con él, es un verdadero pervertido- comento burlón y me alejo de ella, su reacción es divertida -¿acaso ella también lo es?- pregunto ahora a Salem.

Miro de mala manera a Ziba, donde se le ocurra decir algo inapropiado, me las pagará.
-No, somos mellizos. Mismo tiempo de gestación, diferente óvulo -le mostré la lengua- aunque no lo creas, nos parecemos bastante -es por la forma de ser de cada uno que a la gente le resulta increíble nuestro parentesco, pero nuestros rasgos son similares.
Le sonreí a Ziba demasiado, haciendo obvio que sus halagos son innecesarios.
-¿Verdad que sí? -sonreí incómodo, y luego lo miré como diciendo “ni te atrevas”. Sé que solo quiere molestarme, pero no puedo evitar sentirme celoso, porque la mayoría de las chicas que lo conocen piensan que es genial.
Tallé mi frente y después la miré. Ella casi siempre trae tacones, pero con ellos igual es muy tierna, y sexy.
Me quedé como bobo mirándola hasta que noté cómo Ziba se acercaba a ella. Pensaba marcar la distancia entre ellos, pero lo que dijo me hizo enrojecer un poco.
-No -me quedé callado y la miré, creo que ella también me tiene en ese concepto- no es cierto -mi voz sonó baja, y con una de mis manos lo alejé, aunque él solo ya lo había hecho- ¡Ziba! No seas mal educado. Lo siento -me disculpé con ella y me acerqué para abrazarla por los hombros- y no eres quién para decirlo -dije mientras lo veía, sin alejarme de Sora- ¿o ya olvidaste cómo te encontré la última vez? Hmm -mi cara se siente roja. Pero sonreí, me gustaría que ella aceptara a Ziba como lo ha hecho conmigo. Sé que la gente de este país es muy prejuiciosa, y ambos nos hemos sometido a esas críticas. Yo no podría tener una mujer en mi vida que no aceptara a Ziba, por eso es de las primeras cosas que muestro, porque dependiendo su reacción es si me interesará o no esa persona- como sea, termina tu comida grasosa -señalé la hamburguesa- ¿debes irte ya? -me puse frente a ella y acomodé su flequillo. No quiero que se vaya, pero no puedo decirle que vaya a mi recámara, además sería muy incómodo.

Me sorprendo por lo que me cuenta, creo que siempre había pensado que las personas que nacían así eran gemelos.
-Entiendo- digo a su explicación, pero si no fuera por lo que él me ha dicho, creo que no podría creer que son hermanos -¿en serio? - pregunto sin poder creer eso del parecido -Ah, lo siento, no quiero ser grosera, es solo que me cuesta encontrar el parecido- comento apenada de mirar tan fijamente a su hermano, con Salem no tengo tanto problema, pero no debería hacerlo con alguien que apenas conozco.
Siento que mis mejillas arden un poco por las palabras de su hermano y no porque él diga que soy hermosa, sino porque dice que Salem le ha dicho ese tipo de cosas de mi, se siente bonito saber eso.
-Gracias- contesto agradecida y aun ligeramente tímida por lo que ha dicho -oh, mm si, un poco -no sé que tiene que ver mi estatura, tal vez es porque hoy no traigo tacones que se nota un poco más.
Me río nerviosa por lo que dice, y miré de reojo a Salem para mirar su reacción, es divertido de alguna manera extraña. Parece que son muy unidos.
Creo que debe salir humo por mis oídos, siento como mi rostro arde por lo que acaba de decir, y creo que mi reacción no ayuda a desmentir, creo que más bien he reaccionado como una persona que se siente atrapada.
Vuelvo a reir un poco por la manera en que Salem le contesta, pareciera que gusta de molestarse y hacerse quedar mal frente a otras personas, parece extraño, pero no se siente como si realmente hicieran esas cosas con malas intenciones.
-Si, debo hacer algunas cosas del trabajo- sonrío cuando acomoda mi cabello. Me muevo para mirar a su hermano y de nuevo con una pequeña reverencia me despido -ha sido un placer- comento y me encamino a la puerta, al salir me giro -Iré sola a partir de aquí, te llamaré cuando llegue- me pongo de puntitas para dar un beso en su mejilla y sin mirar a atrás camino para irme.

Sonrío por la reacción de la chica, es bastante linda, entiendo porque enloqueció tanto a mi hermano.
-claro que si- contesto a Salem con una gran sonrisa por su mirada amenazante, es como suelo jugar, también lo hice un poco con esa otra chica que le gustaba, pero realmente nunca intento nada, solo molestarlo. Aun que ahora que recuerdo, esa vez, quien más parecía molesto por mi juego fue Nico y no tanto Salem.
Suelto una carcajada porque supongo que ellos tienen muchas cosas que los vuelven compatibles.
-Supongo que tienes razón- sus palabras han traído a mi mente a esa chica. No puedo creer que no me ha llamado, pensaba que lo haría de inmediato pero no, tal vez no se aprendió mi número ¿debería preguntarle a Salem? ¡ay no! ya estoy pensando tonterías de nuevo -pero al menos creo que yo aproveché un poco más el tiempo- hago un guiño tratando de actuar como si aquello no tuviera mayor importancia.
Sonrío y solo asiento cuando dice lo de mi hamburguesa, creo que mejor dejo de jugar, no quiero realmente molestarlos. Se ve que a mi hermano ella le gusta mucho y me alegro de que ella no tenga problemas con su secreto, solo basta ver como los encontré y como está vestido él.
-Lo mismo digo, ah y por favor cuida mucho a Salem, lo dejo en tus manos- le digo con una sonrisa afable y luego solo me dedico a mi comida.
Como bastante rápido y no he comido toda la hamburguesa, es demasiado grande, así que meto al refri lo que queda de ella y voy al sofá con mi refresco.
-¿Entonces ya se aman?- pregunto cuando Salem cierra la puerta detrás de él.

Últimamente creo que Ziba y yo somos afortunados. Las personas que no nos dan esa mirada reprobatoria van aumentando.
-Descuida, no lo estás siendo -creo que no he dejado de sonreír, excepto por las bromitas de Ziba, pero ella no las ha tomado para nada mal y hace mucho mejor este momento. Seguro que si lo hubiera planeado, por los nervios lo habría arruinado.
Hago un puchero. Es verdad que si me hubiera ido directo a la acción nos habría encontrado en una situación comprometedora. Pero de algún modo me alegro que no haya sido así. Pudimos hablar un poco, y le dije sobre Kajsa y ella aclaró que finalizaría la relación con su novio, así que está bien si solo nos besamos un poco.

Ellos se despidieron, me sentí apenado por lo que Ziba dijo, pero ella no tuvo una reacción negativa. Caminé tras Sora a la puerta, pero ella me detuvo antes de salir.
-¿Ni siquiera al taxi? -la miré un poco triste, pero no hizo mucho caso y solo se despidió de un beso en la mejilla. Me quedé de pie allí hasta que la perdí de vista, toqué mi mejilla y sonriente cerré la puerta.
Me senté en el sofá y llevé un cojín a mi cara para ahogar un grito nada femenino.
-No sé -lo puse sobre mis piernas- ella dijo que le gusto, y planeamos conocernos poco a poco -me siento como en un romance escolar- además debe terminar con su novio… -no me siento mal por el tipo. No es que lo odie, bueno, lo hacía, pero ahora que no serán nada solo me es indiferente- ¿qué opinas de ella? ¿Verdad que es linda? Y debiste haberla visto hoy… ¡Oh por Dios! No me tomé una foto con ella y se veía guapísima hoy -hice una mueca y me acosté en el sofá, poniendo a la fuerza mi cabeza sobre las piernas de Ziba- siento como si estuviera soñando -no paré de suspirar, pero es porque las cosas terminaron muy bien. Ahora no sé qué hacer, apenas se fue y ya quiero escribirle, pero dijo que ella me llamaría.

Miro de reojo a Salem cuando se sienta en el sofá y sonrío por su reacción, no recuerdo cuando fue la ultima vez que lo vi tan feliz por una chica.
-Oh, eso suena… aburrido- comento por lo que me dice sobre conocerse, puede ser porque yo no pierdo mucho de mi tiempo en conocer a las mujeres con las que tengo algo, pero ya ha quedado claro que Salem y yo tenemos perspectivas muy diferentes que tenemos -oh- aunque uso una expresión de sorpresa, mi “oh” siempre suele carecer de énfasis, aunque casi siempre hablo así, a excepción de cuando intento molestar a Salem con alguna de sus chicas, creo que esos momentos saca mi lado más “encantador”
-Pues si, es bastante linda, y sin duda con gustos particulares- comento con una sonrisa de medio lado. Parece que ellos van en serio con esto, así que me alegro, y creo que la molestaré mucho con eso.
Levanto los brazos cuando el se acuesta en mis piernas y tomo el cojín con el que hace rato cubrió su rostro mientras gritaba y se lo pongo sobre la cara.
-Si, si, eres feliz, por fin esa mujer te hizo caso. Ya era hora de que te tocara una buena- mucho una de mis piernas para mover su cabeza- pásame el control- le digo porque estirando su mano lo alcanza en la meas de centro. Cuando me lo da enciendo la televisión y comienzo a pasar canales solo por ocio, podría ir a dormir, estoy cansado por mi trabajo pero no lo hago…
-¿y… esa chica de tu trabajo, cómo está?- digo como si intentara hacer una platica casual.

Hice una mueca y luego un gesto indignado. Pero después reí. No sé cómo es que una chica tan atractiva como Sora pudo fijarse en mí. Es decir, su novio, pues, no era feo. Obviamente y si me lo propongo yo podría verme mucho más guapo, pero la verdad es que prefiero usar falda, y ella lo sabe.
-Es casi irreal -le dije un poco más serio- nunca pensé que me haría caso -me levanté un poco para tomar el control y lo pasé por encima de mi cabeza para entregarselo- tengo miedo de arruinarlo, pero ella ya ha visto muchos lados malos míos. También sabe lo que me gusta y cómo me visto y me comporto la mayoría del tiempo, sin embargo ella me trata… normal -sonreí y cerré los ojos- nunca pensé que llegaría el día en que alguien me aceptara sin exagerar.

Él es la única persona a la que le puedo contar sobre ella. Somos casi compañeros de trabajo, muchos saben que nos conocemos y creo que hasta nos llevamos “bien”. Y seguro ella quiere mantener una cosa separada de la otra, por eso debo tener cuidado.
-¿Cuál chica? -me quedé viendo el televisor y luego me levanté y me reí- ahh -pensé que ya se había olvidado de ella, él no suele mirar hacia atrás cuando de mujeres se trata- pues como siempre -me encogí de hombros restándole importancia. Hana solo trabaja y se va, aunque se lleva bien con la mayoría- siempre tan simpática. Los modelos siempre le hacen plática cuando les toca maquillarse o peinarse -es hora de molestarlo un poco, como pago por haberme avergonzado frente a Sora- incluso uno de los agentes le dijo que tenía buen físico, pero ella no tiene interés. Es una lástima, es tan bonita y tiene buen cuerpo -no mentiré. Cuando Hana llegó pensé que era una chica muy guapa. Pero supongo que no me causó tanta impresión como otras, y no por su belleza, sino más bien por su trato hacia mí y su personalidad- ¿ya hablaste con ella? -ella también me ha preguntado por él, usando la misma técnica pero con más torpeza.

Está tan feliz que casi me siento contagiado por su alegría, y me alegro por él.
-Pues, ¿es bueno no? así que a menos que seas un completo idiota, veo complicado que lo puedas arruinar y si lo haces, pues ya la podré consolar yo- sonrío un poco burlón, es obvio que eso no pasaría, yo jamás le haría eso a Salem, pero creo que nunca me canso de molestarlo.

-Esa… la que vino aquella vez- hablo como si hubiera olvidado su nombre, aunque técnicamente no me dio su nombre, solo me dijo “Hana está bien” ¿que diablos significa eso? obviamente que no es su nombre… oh da igual, no es como que me importe saber su nombre -¿los, los modelos?.. ¿hombres?- le miro de reojo esperando su respuesta y su reacción.
-¡¿Qué?!- me levanto de golpe cuando dice eso de uno de los agentes, y me doy cuenta de mi reacción exagerada, ¿pero que me pasa? ni siquiera se bien porque me he sobresaltado tanto, y a penas capto lo demás que me ha contado Salem -Que… que bien- digo en un vergonzoso intento de cubrir mi reacción y me vuelvo a sentar -si ella no quiere, no deberían molestarla con esas cosas- comienzo a cambiar canales solo para hacer algo -¿yo? no, ¿para que iba a llamarla? ni, ni siquiera tengo su número - mi comportamiento se vuelve un poco más errático, me he puesto nervioso. No entiendo que tiene esa chica que ha causado esto en mi, me siento entupido cuando pienso en ella, literalmente es como si mi capacidad mental disminuyera.
-Creo que mejor me voy a dormir, estoy cansando- comento soltando mi cabello y revolviéndolo un poco. Apago la televisión, quiero escapar, porque he actuado como un completo idiota y Salem no va a dejar de molestarme por eso.

Solo le dediqué una mueca. Obviamente no lo haría, y menos quiero pensar en la posibilidad de arruinarlo. Sería el colmo que luego de mis insistencias, terminara antes de poder alardear de ello.

Solo mordí mi labio para contener la risa, nunca pensé que Ziba llegaría a comportarse así, menos por una mujer que vio una vez. Está peor que yo.
-Hana, Haaaana -le repetí su nombre, ¿a quién cree que engaña fingiendo que no lo recuerda?
Solté una carcajada luego de su reacción exagerada.
-Sí, hombres. Hermosos hombres con cuerpos y caras perfectas -a este punto ya comenzaba a hablar entre risas. Cambió totalmente apenas empezó a hablar de ella. Y esa idiota, ¿qué diablos espera para llamarlo? Pensé que la tendría encima todo el tiempo, ¿no me digas que es de las que se hacen del rogar?- no te preocupes, ella no parece interesada ni en modelar ni en los modelos. Aunque se lleva bien con Nick, Leigh, Aiden, y ese japonés insoportable que olvidé su nombre -no pierdo de vista sus gestos. Es lindo cuando saca ese lado celoso, aunque me da un poco de celos también, ¿qué rayos le dio ella? ¿Realmente besa tan bien?- ah, mira -me levanté para tomar mi bolso y sacar mi teléfono, y comencé a buscar en la agenda- ten, no seas tan orgulloso -le di el celular cuando se disponía a escapar. Es obvio que ella le gusta, pero no es tan fácil como yo, en ese sentido también somos muy opuestos- solo guardalo por las dudas, ya sabes, si algún día no puedes localizarme, ella trabaja conmigo -creo que no será capaz de aceptarlo, por eso puse una excusa ridícula.