Awaken {Privado}

Recuerdo del primer mensaje :

Siento esa angustia que no me deja ni siquiera cuando estoy dormido. Pensar en Touji me duele, ese recuerdo me hace sentir tan impotente, pero el deseo de venganza me aferra a la vida. No se cuanto tiempo me tuvieron en ese cuarto sin saber si era de día o de noche. Pero no hable, preferiría morir antes de que entregar a mi familia. Dormí muy poco durante ese tiempo, tampoco comí y la única agua a la que tenía acceso era la que usaban para sus intentos de tortura.

Abro mis ojos de golpe, veo borroso, pero me doy cuenta que estoy acostado. No reconozco el lugar, pero hay luz.
-Cierto- recuerdo apenas que ya me han rescatado. Aun me siento en ese estado de alerta en que me mantuve todo ese tiempo. Giro mi cabeza y no estoy solo, sonrío al verlo -Te ves fatal, seguro no has dormido bien- le bromeo pues sin duda mi estado es lamentable y él lo sabe mejor que nadie, cada daño de mi cuerpo seguro el lo tiene muy claro.
-odio los hospitales- puedo notar un poco que estoy usando una de esas feas batas que no cubre ni siquiera de una brisa. Pero al menos tanta venda ayuda a compensar eso -Tengo sed- le pido amable para que me acerque un poco de agua y tomar. Se sienten refrescantes esos tragos que puedo dar -dame el control de la cama- pido ahora, no muevo mucho mis brazos, de hecho solo abro mis dedos para que pueda colocar el control en mi mano y aprieto los controles para que la parte del colchón de atrás de mi espalda se levante y quedar sentado -¿Todos están bien? - se que he sido rescatado, pero no sé si hemos perdido hombres por eso, pero estoy seguro de haber visto a Touji, quiero creer que fue real y que no era una fantasía por mi deplorable estado -¿Touji?- pregunto por fin, lo he pensado todo él tiempo, pero de alguna manera me he tomado mis minutos para prepararme para cualquier noticia.

¿Cómo llegó a esa conclusión? Aunque de pequeño era adorable. Los niños de ahí no recibían mucho cuidado, y sin embargo, él se veía muy lindo.
-No me refiero a eso -reí- sino que fue la razón por la cuál me acerqué a ti. Además cambiaste mucho. Ah, pero supongo que eres como aquel dicho sobre el vino -le guiñé el ojo y continué con lo que hacía.
Fue muy obediente, y me siento muy bien porque soy la única persona que puede ver esos lados de él. Probablemente Touji también, pero entre nosotros no hay ni un solo secreto.
-Shinya, por favor -lo miré serio- sé que soy uno de tus subordinados, pero no me ofrecería a hacer algo que sé va a ser desagradable para mí. Además, ¿realmente crees que lo hago por caridad? -tengo un interés con esto, y probablemente él ni siquiera se dio cuenta por pensar demasiado en que no debe ser. Yo también pensé que evitar este tipo de contacto era lo mejor en nuestra relación, pero si hemos hecho y hablado de todo, esto creo que formará parte de nuestra relación especial y será igual de importante que lo demás, y no es como si fuéramos a llegar tan lejos, aunque probablemente él lo piense.

-Ah, de acuerdo -pero no me moví, solo me quedé mirándolo- ¿de verdad? -pregunté. No puedo creer lo que sugiere solo porque no quiere que yo lo haga, pero no puedo molestarme con él, y nada tiene que ver su estado físico.
Agarré la toalla y la tiré al suelo con delicadeza. Pensé que ya no estaba de humor, pero me equivoqué.
-¿Te doy asco? -mi pregunta es seria. Sé que no, pero quiero confirmarlo. Debido a su pasado, prefiero que las cosas sean totalmente claras. Es la única persona a la que no me permito dañar.
Ladeé mi cabeza y mis dedos recorrieron de su rodilla hasta su entrepierna. No llamaré a ninguna sucia prostituta.
-Sabes, era muy bueno en esto -lamí mis labios y miré su erección que sostenía ya con una de mis manos. Comencé masajeando mientras miraba, pero su cara me parece más interesante- me faltaba conocer este lado tuyo -sonreí, y me hinque para poder llevar mi boca hasta él.

-Que tonto eres- vuelvo a esquivar su mirada cuando hace ese guiño. A veces como amigos jugamos y nos decimos cosas por el estilo, pero esta vez se siente diferente, tal vez no lo es pero yo lo estoy interpretando de manera incorrecta.

¿Un subordinado? no creo que realmente lo sea, puede que su posición en el clan sea por debajo de mi, pero jamás lo he considerado un subordinado, yo dependo tanto de él que la jerarquía deja de tener sentido entre nosotros.
-No, no es eso- sé que si yo lo pidiera el lo haría, se que podría haber pedido ya tanto de él, pero no es sobre eso, pero aunque él pueda estar con hombres, no es que lo disfrute, y no quiero que él haga algo así por mi.

-¿Qué? no, no- ¿como puede pensar si quiera que yo puedo tener asco de él? me he preocupado de que él puedan creer que yo siento eso, pero sentir su mano me hace soltar un pequeño jadeo -Takumi, yo no… mis palabras se entrecortan por el movimiento de su mano -¿Es lo que quieres?- pregunto agitado. Pero si realmente el desea conocer también esto de mi, entonces lo acepto.
Mi respiración está agitada, mi pulso también se a acelerado, pero a diferencia de hace un rato, ya no desvío la mirada. No puedo creer que esto esté pasando, así que no puedo dejar de mirarlo. Estiro mi mano para tocar por un momento su mejilla. Me gustaría poder acariciarlo más, pero mi cuerpo ahora mi me permite hacer demasiado, sin que el dolor se vuelva una molestia.
-Ya- entre mis jadeos le aviso cuando estoy por terminar, siento ese placer que se vuelve incluso mejor porque es un regalo de Takumi y aunque me duele un poco el movimiento me muevo hacia enfrente para agacharme un poco y besar su frente -lo siento, te he ensuciado- me disculpo volviéndome a sentar de manera correcta, acompañando mis movimientos con un par débiles quejidos.

Me gusta verlo nervioso, me hace sentir cierto poder sobre él. Y no necesito de esto para saberlo. Desde que éramos pequeños tengo algunos privilegios y dominio sobre Shinya. Aunque actualmente no me satisface molestarlo en serio. Encontré otro modo de aprovechar esa dependencia mutua. Pero no imaginé que surgiría esta situación.
-Lo quiero -llevé su pene a mi boca. Tiene muchísimo tiempo que no hago algo como esto, luego de encontrarlo y terminar mis estudios, solo me acostaba con mujeres. Pero no me disgusta. Tal vez porque es él, y su voz, su cuerpo no me son indiferentes en un aspecto sexual.

Levanté la vista y me dediqué a lamer, y al sentir su mano en mi mejilla, solo continué masajeando con mi mano. Es un poco extraño, podría decir que me siento ligeramente avergonzado, y lo proyecté con una sonrisa. Por eso no escuché cuando él avisó que estaba a punto de venirse, y mi mano quedó completamente manchada.
Me quedé mirando mi mano, me siento caliente, pero él ahora seguro está en posición de descansar y es prioridad.
-Descuida, no me molesta para nada -me levanté para enjuagar mi mano, y luego de eso, enjuagué su entrepierna también- ¿te sientes mejor? -puse la toalla sobre sus piernas nuevamente y sonreí ahora con malicia. Ha sido una experiencia divertida y hasta excitante. Él no duda en mostrarme cualquiera de sus caras, por eso descubrir una nueva es toda una hazaña- te secaré bien -me levanté y terminé de secar el resto con cuidado. Tengo una sonrisa en el rostro, y además no necesariamente necesito que me toque, siento otro tipo de placer ahora- iré por una bata limpia, no te muevas mucho -le di un beso en la mejilla y salí hacia la habitación. Tomé la bata y aproveché para acomodar eso en mi pantalón.
Al volver le ayudé a ponerse de pie sosteniéndolo de unas barras de la pared por unos segundos, y al terminar de colocar su bata, lo senté para regresar a la cama.
-Debes intentar dormir, ¿de acuerdo? Me quedaré junto a ti -probablemente continúe con las pesadillas, pero es elemental que descanse para que pueda regresar a casa- puedo darte algo para dormir si lo prefieres.

Al menos no le ha molestado, lo sigo con la mirada mientras se lava la mano y luego procede a enjuagarme de nuevo.
-Si- la manera en la que él me sonríe me hace sonreír también, al menos ha dicho que él quería hacerlo, y eso me quita un peso sobre mi espalda -Gracias- le digo cuando comienza a secarme. Luego de que me da ese beso en la mejilla sale para ir a buscar una bata y yo me quedo esperando. Sonrío recordando lo que ha pasado, jamás me he pensado digno de sus atenciones, mucho menos de algo como esto, hoy él me hace sentir muy especial.

Cuando regresa y me pongo la bata, salimos de regreso a la habitación. Como todo el rato, me muevo con cuidado para regresar a la camilla.
-No, sin medicamentos, si tengo pesadillas quiero poder despertar- me acomodo con cuidado, ahora que he tenido ese baño me siento bastante mejor, mi piel se siente fresca. Cierro mis ojos mientras muevo mi mano para que él la tome. No sé cuanto tiempo dormiré, pero sabiendo que él me cuida seguro que tendré menos pesadillas.
-Recuerda avisarle a Jiro que puede visitarme a partir de mañana, que he preguntado por él- una ultima sonrisa de malicia aparee en mi rostro al pensar en ese encuentro.
El sueño me gana con mucha facilidad, aun estoy demasiado débil y cansado, así que no tardo en dormir. Las pesadillas se presentan luego de un rato, pero gracias a no tener medicina puedo despertar de ellas relativamente fácil, y así serán constantemente mis noches. Aunque gracias a la presencia de Takumi, logro dormir por algunos periodos más largos de tiempo.
Tengo algunas cosas buenas para pensar, Mia va a regresar, tengo muchas ganas de verla, si, sin duda su mirada me dará mucha energía.

Asiento para hacerle saber que no usaré el medicamento. Durmiendo en intervalos no desansará apropiadamente, pero es mejor a que simplemente no lo haga.
-De acuerdo, yo estaré aquí de todos modos -tomé su mano y comencé a acariciar su cabeza. El baño debe haberle sentado muy bien, y un masaje suave supongo que lo pondrá somnoliento, además que su cuerpo está bastante agotado- sí, sí, así dejará de enviarme mensajes -solté un suspiro y me reí por la expresión en su cara. Es bastante vengativo, y me resulta divertido como las cosas se mueven a su favor. Es impresionante lo ingenuos que pueden llegar a ser ese par, por eso estoy pensando en hacer alguna travesura que los perjudique, pero ya será cuando Shinya se encuentre más estable.

Me quedé sentado al lado de la cama sosteniendo su mano. Dejé de tocar su cabeza, pero volvía a acariciarlo en su mejilla cada vez que despertaba.