Fiesta [Priv]

Recuerdo del primer mensaje :

Está noche será increíble, por el cumpleaños de mi hermana y de Hana, he preparado que salgamos a divertirnos. Obvio le he pedido consejos a Zhi, él sabe más de estas cosas que yo. Así que me ha recomendado un club, yo me he encargado de reservar la zona vip.
Puede parecer extraño que pueda salir de repente, pero supongo que me he alocado un poco y aunque mi madre diga que estoy castigada, yo ya no le hago caso y he descubierto que más allá de aquella bofetada que una vez me dio, no me hará otra cosa, ni siquiera me restringe el dinero.

Veo toda mi ropa en el suelo, nada parece adecuado para hoy. Diré algo que nunca pensé decir.
-Mi ropa es demasiado elegante- me quejo un poco y suspiro tirándome en la cama -Vaya diseñara que seré- me digo un poco decepcionada.
Me levanto de la cama y hago lo que en este momento tiene más sentido. Ir a la casa de mi hermana y pedirle un consejo. Así es como ella me ayuda a elegir ropa. Ella elige para mi algo que para ser honesta me ha encantado, pero sé que jamás imaginaría ponérmelo.
-Karin, está rota- comento con la cara roja al verme al espejo y ver al blusa que me ha hecho ponerme -si, y le encantará a tu lindo amigo- me dice ella con cara picara y solo logra que mi cara se ponga aun más roja.

Karin ahora sale con el hombre con el que vive, y bueno, yo me he disculpado con él por lo que pasó… creo que aun no le agrado pero al menos es amable. Aunque es un poco raro salir a un club con una persona de su edad.
Llegamos al lugar y vamos a la zona vip, me la paso al pendiente del celular para saber si Zhi ha llegado. Estoy nerviosa de que me vea vestida de esta manera, ¿y si se burla de mi? porque esta no soy yo, me veo muy diferente y me siento avergonzada cuando siento las miradas de algunos hombres del lugar, por suerte cuando llegamos a la zona que he reservado, me siento un poco libre de todos aquellos ojos. También muchos han mirado a Karin, pero creo que al traer a su novio que es casi un gigante, pues prefieren evitar mirarla.

Spoiler:

Mientras me muevo para que la ropa me dé un poco más de libertad siento mi corazón ir más y más rápido. Mi cabeza se siente pesada y ahora pareciera que consumí algo para quedar en este estado y actuar como mi instinto me dicta. He dejado de tomar en cuenta el sitio, la posición o las consecuencias, para mí solo existe esto y él, sin importar la manera en la que salga o si él es un amante demasiado bueno o no, no importa, porque para mí esto es algo que he deseado por mucho tiempo y sin importar las circunstancias no puedo verlo mas que perfecto. Es tonto que incluso en una situación tan excitante sean mis sentimientos los que me hagan visualizar esto como algo mágico. Supongo que no me queda más que rendirme con lo que siento por él.

Muerdo mi labio y suelto un jadeo cuando va entrando, me aferro a él porque siento que mi cuerpo está temblando y en cualquier instante podría desvanecerse.
-Desde ese día... -me interrumpí con otro jadeo y después dejé de contenerme en cuanto al sonido y mis movimientos. Mi pecho quema solo por escucharle decir eso, no es solo el placer lo que me mantiene tan aturdida ahora, sino la gran carga emocional que esto tiene para mí. Cada beso y caricia de él hace que me estremezca, cada estocada o incluso su aroma... todo eso hace que sienta las contracciones en mi estómago y suelte sonidos cerca de su oído. Me falta el aire y lo tomo descuidadamente por la boca, envuelvo mis piernas en su cintura y los movimientos se van haciendo cada vez más intensos. Tal vez la adrenalina y el desesperado deseo que teníamos por el otro nubla nuestro juicio y tomamos total libertad como si nadie existiera e importara. Mis manos se aferran fuerte a él y unos gemidos salen al sentir esa ola de placer aproximarse.
Abrí los ojos y respiré hondo, me he perdido entre el calor de nuestros cuerpos por ese instante y cuando los movimientos se van haciendo más lentos, voy bajando lentamente mis piernas para acomodarme. Siento mi cuerpo débil y me sostengo de la pared para darme seguridad, intento regular mi respiración y al sentir algo escurrir por mi entrepierna, llevo una de mis manos a mi boca para tapar mi boca. Estoy completamente avergonzada, no puedo ni mirarlo a la cara.
-Eso fue... -solté un suspiro y sonreí sin poder controlarme, estoy demasiado feliz y busqué papel para poder mantener la calma y limpiarme, pero la sonrisa en mi rostro no se va aunque no lo esté mirando.
Cuando mi cabeza se va enfriando puedo escuchar de nuevo los sonidos de fuera, hicimos mucho ruido al parecer pero no puedo decir que me arrepiento. Lo miro y siento la vergüenza subir a mi cara, y comienzo a acomodar mi blusa correctamente al igual que el resto de mi ropa. Suelto el aire por la boca y paso mi cabello tras mi oreja, nosotros realmente lo hicimos, no puedo creerlo, y lo peor es que ni por eso mi corazón baja el ritmo de sus latidos.

Me río cuando me dice que me terminó, pues es la verdad, al final no estoy siendo mas que una tonta, de nuevo.
-cierto, lo hizo- suspiro, debe haber algo mal en mi, parece que mi gusto en hombre es pésimo. Takabe, él siempre parecía sentir lo nuestro como una carga, Salem… bueno está de sobra explicar lo de él, Zhi, simplemente no sucederá jamás, no tengo oportunidad con él, al menos no para algo real, de ser pareja. Tal vez no debí cancelar mi compromiso, de todos los hombres Aaren parecía con quien podía estar mejor, me entendía, nos divertíamos, tal vez no teníamos esa atracción, pero era agradable estar juntos. Pero claro, casarme con él sería como una traición a mi hermana.

¿Debería creerle? no lo sé, tal vez debería renunciar a todo esto, a él y nuestra amistad, a tener amigas, salir y divertirme. Desde que he comenzado a experimentar todo esto, me siento mal. ¿Vale la pena?
Me siento en la cama porque él me hace hacerlo y no puedo poner demasiada resistencia.
-que importa- comento a lo de mi ropa. Levanto la mirada para ver a donde pregunta -Si, ese- contesto sin muchas ganas y suspiro un poco cansada.
Levanto los brazos como lo pide. Muerdo mi labio pues siento nervios, es la primera vez que un hombre me ve de esta manera. Pero es Zhi, a él parece que le da igual. Me muevo y estiro las piernas como ha pedido y él solo actúa con normalidad ¿en serio tan poco atractiva soy? suspiro y tomo la ropa que me ha buscado y comienzo a ponérmela para luego tirarme en la cama.
-Hoy escuché a dos personas haciendolo en el baño- comento levantando la voz para que me escuche -¿De verdad se siente tan bien?- cuestiono abrazándome con fuerza. Recordar eso, me hace sentir un poco de calor y me siento extraña… Soy tan mojigata como dicen, ni siquiera en mis pensamientos me atrevo a admitir que me he excitado. Mi hermana siempre se muestra tan segura y libre con esos temas y yo jamás me he atrevido a hacer nada, con nadie y ni siquiera sola. Recuerdo los besos de Takabe de nuevo, y luego lo del baño, y siento ese calor, pese a que estuve bajo el agua fría. Miro a Zhi cuando sale del baño, muerdo mi labio y desvio la mirada, como si me asustara que descubriera lo que pasa por mi cabeza.
-No te vayas- le pido mientras me muevo a gatas en la cama para alcanzar su mano, pero sigo si levantar la mirada, mi cara debe estar toda roja, y no solo por lo borracha que aun sigo.

Tal vez es verdad y nos pertenecemos desde el primer momento, no lo había pensado pero… ¿que clase de pensamiento mas cursi es ese? no lo sé, pero la verdad es que en este momento se siente tan bien considerar algo como eso. No tiene sentido, es cursi y patético, pero ahora no me importa y quiero decir, si, desde ese día eres mía. Pero con una pesca de control logro que lo único que salga de mis labios sean los jadeos.

En el momento en que ella parece dejar de pensar en lo demás, que simplemente se entrega de lleno al placer, que deja de contener los sonidos de placer, yo dejo de tener esa resistencia y deseo por intentar demostrar que soy un buen amante, mucho mejor que el idiota con el que está. La abrazo con fuerza soltando aquel jadeo por todo ese placer que me hace estremecer.
Ambos respiramos agitados, ella se baja, y yo sigo tratando de controlar mi respiración.
-Increíble- digo cuando ella estaba comentando aquello y sonrío. Me quito el condón y lo tiro en la basura mientras comienzo, tomo un poco de papel para limpiarme un poco y luego me acomodo el pantalón.
La miro con descaro mientras se encarga de arreglar su ropa, yo no tengo prisa solo tengo que ponerme mi playera y tomar mi chamarra, por eso prefiero mirarla a ella mientras se viste. Ella no es una chica de curvas marcadas, y pero me encanta su cuerpo.
Tomo mi ropa y me pongo mi playera, pero nada más, estoy bastante acalorado para ponerme la chamarra. Busco su mano para que salgamos juntos del baño y perdernos entre las personas.
-¿Ahora que quieres hacer?- pregunto hablando a su oido. Sé que ya lo hicimos pero sigo sin poder mantenerme lejos de ella, de echo, creo que ahora me cuesta más.

Me recargo un rato sobre el lavabo con la vista a este, no sé qué me pasa, yo no soy el tipo de chico que se excita rápido y si pasa, pues lo intento y ya, el sexo no es la gran cosa tampoco. Sé que si me esforzara por seducir a Kajsa para llevarla a la cama ella accedería, ¿entonces qué me detiene? Miro mi reflejo y suspiro, me he calmado ahí abajo, pero mi corazón sigue latiendo rápido. ¿Qué hay de malo en tener intimidad con una amiga? Nada realmente, ni sería la primera o última vez, yo soy esa clase de hombre que si la otra persona quiere, por qué no hacerlo. Pero aunque sea muy difícil de admitir, Kajsa no es como las demás chicas. Ella no tendría sexo con cualquiera y lo que dijo en el antro es peligroso, no quiero que se enamore de mí o yo de ella, eso solo conduce a fracaso.

Iba saliendo del baño cuando ella lanzó ese comentario, ¿por qué tenemos que hablar de eso? No, no, de hecho creo que es perfecto, no debería afectarme y por dios, esas cosas pasan muy seguido.
-Depende de con quién lo hagas, el sitio es lo de menos -cierro la puerta pero me quedo de pie fuera del baño, debo irme para que descanse y yo también poderme sacar esas ideas raras de la cabeza- ¿por qué, te dio vergüenza? -suelto una risita y la observo, para ella ver eso debió ser incómodo, yo hasta echaría un vistazo a la chica a ver qué tan bien está, soy así a veces.
Pero mi risa se esfuma y de nuevo me empieza a poner nervioso. ¿Hace eso a propósito? A veces siento que Kajsa me seduce sin darse cuenta y si no la conociera, le seguiría el juego, pero pienso que si accedo a ello luego me mirará sin saber por qué hice tan cosa. Y ya dijo que esas cosas le afectan, ¿si lo hago seré capaz de tomar la responsabilidad. Suspiré y caminé hacia la cama para sentarme en la orilla y tomar su mano.
-¿Quieres que me quede contigo? -ladeé mi cabeza para mirarla, creo que actúa raro, debe ser el alcohol- bien, pero no quiero dormir ni en el suelo ni en el cuarto de invitados -la suelto para quitarme el suéter y lo dejo en el suelo- ¿tienes sueño? ¿Qué quieres que hagamos? -al hacer la pregunta tragué saliva, su pose es muy sugerente y no me contengo al echar un ojo por cada curva de su cuerpo.

La mirada de Ziba es intimidante y absurdamente me voy poniendo nerviosa, acabamos de tener sexo y yo me avergüenzo por sentir que me mira, pero ya que la adrenalina se fue solo me queda soportar ese calor al que me tiene acostumbrada. Respiro hondo una vez he terminado y antes de pensar en la manera de salir sin sentirme tan observada, él ya me ha jalado fuera y solo agacho la mirada. Logro ver los pies de la gente nada más, después levanto la mirada para ver su espalda con la poca luz que nuevamente nos ilumina. ¿Qué va a pasar ahora? Siento como si desde este momento se trazara un nuevo camino. Al inicio creía que la gran atracción sexual rompería el encanto luego de que me entregara a él, pero no es así, sigo nerviosa por estar tomados de la mano y además él no parece querer dejarme de lado después del sexo.
-Comer -comento nerviosa- ¿quieres... que salgamos a cenar algo? -agacho la mirada, sentí un escalofrío cuando me habló al oído y sonreí.

Salimos del club y mis oídos sintieron esa ausencia de ruido, además el aire está más fresco que cuando llegué, debí traer alguna chamarra. Aún así no demuestro que tengo frío, solo lo tolero.
-¿Qué te gustaría? -solo lo invité a salir de ahí pero no tengo mucha idea sobre sus gustos- ¿te molesta comer algo del mini super? -cuando dije cenar no me refería a algo romántico, solo para llenar el estómago. Pero es difícil explicarme luego de lo que pasó, y ahora estamos caminando de la mano. Hace tiempo me habría vuelto loca con esto, lo fantaseaba y me sentía tonta porque Ziba no me parecía la clase de hombre que hace estas cosas, pero ahora no lo sé. Además, ¿debería hacer esto? Se siente como si estas acciones simples tuvieran más peso de culpa que el haber intimado con él.

Caminamos lento y respiré hondo, mis mejillas siguen rojas y tengo los recuerdos frescos, mi cuerpo también se siente extraño.
-Eres muy extraño -sonreí luego de decirlo y lo miré- creo que ya de nada sirve manejar mentiras contigo, ¿cierto? -sentí una punzada. Estoy muy confundida sobre lo que debería hacer de ahora en adelante. Quiero muchísimo a Luciel, pero no puedo ignorar lo que siento por Ziba. Y soy egoísta porque no quiero perder a ninguno, no puedo decirle a Ziba que dejaré a Luciel, además él ya tiene a alguien- ¿qué estás pensando? -estaba por decirle que mejor no contestara, pero ahora en verdad deseo saber qué pasa por su cabeza.

Dice que depende, ¿en realidad eso importa tanto?
-Mi hermana dice que es bueno si una toma el control, que por lo general todos los hombres se creen unos grandes amantes, pero no lo son- Karin es muy abierta con esas cosas, nunca me he atrevido a preguntarle en que momento fue su primera vez, fue como si de repente un día yo descubriera que mi hermanita ya no era no era una niña, incluso ahora vive con un nombre, tal vez él es muy buen amante -Noo…- con voz débil y con la cara ardiendo de la vergüenza -Solo fue muy sorpresivo- trato de explicar pero mi voz delata mi estado alterado por los nervios de admitir que tal vez sentí algo, por escuchar aquello.

El toma mi mano y sonrío, y asiento con la cabeza, aceptando que quiero que se quede, yo no quiero estar sola esta noche. Si él se va, yo no dejaré de pensar en lo que pasó esta noche, y comenzaré a imaginar muchas cosas que pudieron pasar.
-Dormirás conmigo, no eres el primer hombre con el que duermo- le digo aquello en un susurro, como si se tratara de un secreto.
Me siento cansada y con ganas de cerrar mis ojos, pero también no quiero dormir -Vamos a acostarnos- digo y comienzo a jalar las sabanas para meterme abajo de ellas.
-¿Dormirás así?- pregunto al mirarlo, incluso le moje un poco la roba cuando salí del baño -ven- digo para que se apure a meterse a la cama. Cuando lo hace apago la luz.
-Zhi- respiro profundo, me siento un poco nerviosa, sé que dormí con otro hombre, pero con Aine no sabía que era hombre, y con Takabe, bueno, no pasó tampoco nada esa vez -¿Hay algo mal en mi?- siempre me he sentido segura con mi imagen, pero comienzo a dudar de ello, tal vez hay algo que me vuelve menos atractiva para los hombres.

Oh, ella es tan linda, incluso se avergüenza, luego de lo que acaba de pasar me cuesta creer que se apene de esta manera. Pero supongo que esto; sea lo que sea, sigue existiendo aun después de que ha pasado lo que según yo pensaba era la razón de mi capricho con ella, pero tal vez, si hay algo más. Carraspeo mi garganta, como si eso fuera a alejar los pensamientos que se cruzan por mi cabeza.
No, no quiero pensar, hasta ahora lo que me ha funcionado bien es no pensar en nada, si me pongo a pensar todo se va al carajo y hoy no quiero eso.
-Pensaba que es lo que acabamos de hacer- sonrío coqueto y suelto una risita -Vamos- acepto sin mucho problema.

No suelto su mano para que salgamos del lugar, estoy tan centrado en ella que ni siquiera pienso en mi hermano o en Nico. Si, no soy el amigo ni el hermano del año, los quiero, pero suelo tener mis prioridades claras y ellos saben eso de mi, así que no es como que se puedan ofender por que soy un descortés, serlo es parte de mi esencia. Además esos dos parecía que se estaban entreteniendo, por favor que esta noche no sea yo el único con suerte.
-Pues no sé, tu eres la que lo sugirió - me encojo de hombros por eso de la comida, por lo general cuando salgo de fiesta la comida es lo menos importante -no, es perfecto, no tarda tanto- su idea me agrada, es sencilla, casual, algo que haría yo en cualquier momento, me gusta que esto sea sencillo.
Caminamos para buscar algún local. Cruzamos la calle cuando vemos unos.
-Que dices- me río cuando me dice extraño -Pensé que sabías eso desde que me conociste- creo que yo, no hay manera de que encaje de ninguna manera en lo “normal” y no solo lo digo por mi imagen -¿Mentiras? pues no lo sé ¿te gusta mentirme? si te gusta puedes seguir haciendo- creo que lo que hay entre nosotros va más allá, es algo que no entiendo, solo existe y no lo podemos evitar… aunque ¿mentiras sobre que? no, ¡basta! no quiero saber. Profundizar sobre algo, siempre arruina las cosas, pero parece que ella desea tener una platica.
-Bueno, yo pienso que tu piensas demasiado- me detengo en la entrada del lugar y la abrazo -¿no puedes relajarte? cenaremos, podemos jugar un poco, platicar de trivialidades, y no arruinar el momento- vaya sorpresa, yo pidiendo que no se arruine el momento, es raro porque esto ya no se trata solo de sexo, sino de pasar un tiempo juntos.

Su hermana, eh. Ellas son tan diferentes que si no se parecieran, nadie pensaría que fueran hermanas. Me reí porque recordé a Jia, pero es natural que nosotros seamos distintos, no fuimos criados juntos, aún así tenemos más cosas en común que ellas dos al parecer.
-Ja, pues no solo los hombres, a la gente en general le encanta alardear sobre varios temas -me hubiese gustado ver su cara en ese momento, ahora entiendo por qué salimos disparados del lugar, yo pensé que se sentía mal o algo así- no lo decía en serio -mi risa fue más obvia, dicen que mientras más te empeñes en negar algo más obvio es que lo deseas. Además cuando la interrumpí a ella y su ex estaban en una situación algo acalorada, tal vez la dejó con las ganas o no sé. He descubierto que Kajsa es muuuy curiosa con esos temas.

Levanté una ceja y sentí una punzadita, esas cosas me dan igual pero con ella me ha parecido muy chocante su comentario.
-Vaya, qué atrevida -respondo con sarcasmo. Sé que no durmió en ese sentido con él, o ello, no sé... pero aún así digamos que para como es, quería ser el primero en eso. Pero no, ¿el primero para qué? Ni sentido tiene desear semejantes tonterías.
Solté un suspiro y me quité los zapatos para poder recostarme, no debo pensarlo tanto, solo vamos a dormir.
Ah, pues supongo que sí, ¿me prestarás una pijama? -yo no uso esas cosas, y si se tratara de un amigo me quitaría el pantalón pero es Kajsa. Cada vez tengo más consideración con ella y eso no me gusta- me quitaré el pantalón, será molesto dormir con él -al final mi orgullo fue más fuerte, me quité el pantalón y lo dejé en el suelo para después recostarme junto a ella. Tomé un poco de aire y sonreí, no debo ponerme como niñito de secundaria, si pasará algo pues ya, no debe significar nada, es solo sexo. Pero no intento nada, solo me volteo hacia ella y le sonrío, y luego cierro mis ojos para supuestamente dormir. No lo estoy consiguiendo, en primera porque no estoy tan cansado y en segunda porque mi estúpida cabeza no deja de pensar en un montón de cosas. Además nunca he dormido con una chica hermosa, siempre pasa algo, no solo... dormir- ¿qué pasa? -abrí los ojos e intenté enfocarla en la oscuridad. No entiendo su pregunta, pero imagino que está pensando en su ex y por eso piensa que tiene algo malo, de otra forma no tiene sentido que de la nada hable sobre eso, ella no es insegura a menos que se trate de ese tipo- ¿por qué dices eso? -llevé mi mano a su mejilla y la acaricié- ¿no has pensado que lo malo debe tenerlo él y no tú? -no pude evitar mencionarlo, porque si está decaída es seguro que es a causa de su ex.

Parece que cenar está bien, y sonrío aliviada cuando acepta. Con él me siento nerviosa de decir algo que pueda incomodarlo, y casualmente siempre termino descuidando mis palabras. Pero Ziba también es muy sencillo, así que no debería pensar tanto las cosas que digo. Además lo más grave ya lo he casi expresado y él también, lo que venga luego de eso no puede ser tan malo como para desagradarle.
-¿Crees que haya uno cerca? Esta zona no me es muy familiar -el club que eligió Kajsa obviamente es alto nivel, así que yo no lo había visitado antes y esta zona no es una que suelo frecuentar.

Lo miré y me reí, seguro lo dice por cómo luce pero no era el caso.
-No realmente -o sea su aspecto sí es diferente a otros, pero su personalidad no es excéntrica como se podría pensar. Y lo que a mí me resulta extraño de él son cómo se siente y comporta respecto a mí, el Ziba de hoy contradice al de ese día- no me refería a eso -dejé de mirarlo y suspiré, creo que lo está evitando, claro que lo hace. De hecho pienso que es una buena idea porque sino, ¿qué vamos a decir? ¿Qué quiero escuchar? Y luego de eso, ¿qué voy a hacer? Supongo que no puedo decirle raro por contradecirse porque yo hago lo mismo, y tengo miedo de aceptar que lo que sentimos puede ser lo mismo.
Me detengo y lo escucho, no sé cómo debería interpretar lo que dice, pero ya que soy una chica con novio debería hacerle caso.
-Es porque tú me haces pensar demasiado -admito riendo- está bien, pero a dónde ir después lo decidirás tú -me separo de él y soy quien toma su mano ahora para entrar a la tienda. Comienzo a ver algunas cosas y tomo unos fideos instantáneos y un refresco, y los comienzo a preparar mientras busco algunas mentas. Soy tan simple, solo espero que él no piense demasiado sobre por qué estoy comprando esto- ¿quieres que prepare unos para ti? -le señalo los fideos. De todas las cosas que imaginé con Ziba esta es la que menos pensé, pero me gusta, es algo que nos hace sentir naturalmente juntos.

Si, él tiene razón. No sé como sea en hombres, no tengo con quien hablar de eso, con Aine hablábamos de todo, menos de eso, Zhi, aunque es un coqueto tampoco me cuenta esas cosas, pero las chicas de la universidad, ellas si hablan de eso, es como si presumir que lo hacen con sus novios fuera algo que las vuelva mas mujeres o que se yo. Recuerdo que a mi me preguntaban que tanto había pasado entres Aaren y yo, obvio decía que nada, apenas y pasábamos tiempo juntos.
Aprieto un poco mis labios cuando el dice que no era en serio, y tomo una almohada y se la lanzo, pero ni siquiera la lanzo bien y ni lo toca, cae a un lado de la cama, por eso los deportes no eran mi fuerte…
-Eres malo- me quejo desviando la mirada, porque ahora estoy toda roja de la vergüenza.

Me río por eso de atrevida, y luego suspiro.
-Si claro… - agrego con un poco de sarcasmo, pues no creo que haya nada de atrevido en mi.
Respiro profundo cuando dice lo del pantalón y bajo la mirada apenada.
-O, ok- mientras el se lo quita, yo me quedo callada, como si todo se hubiera puesto un poco tenso, al menos yo me puse de esa manera.

Los dos estamos en la cama, y obvio no pasará nada, ¿en serio ni siquiera lo intentará? él siempre juega y coquetea, me ha robado besos, pero realmente creo que no le gusto, solo disfruta de molestarme.
-Pues porque nadie intenta nada conmigo, sabes, tres hombres me han besado, he estado en la cama con los tres y parece que nunca pasará nada. Debe haber algo mal conmigo para resultar tan poco deseable- me quejo con un suspiro -Él, salem, y yo, ¿Los tres tienen algo malo? no creo- resoplo molesta -antes era una mujer tan segura, y ahora solo pienso que realmente solo he vivido engañada y que me creí demasiado que mis padres me dijeran que soy hermosa- ¿que estoy algo desesperada por mi falta de sexo en mi vida? bueno si, todo el mundo habla de sexo, todos lo hacen, todos saben lo que es, y cada vez desde más jóvenes y yo apenas y se lo que es besar.
-Voy a ser la señora rica con gatos super exóticos y caros, y que dejará su fortuna a ellos- cancelé mi matrimonio y dudo que mi madre pueda conseguir que alguien más acepte.

Miro a ambas direcciones, como esperando que aparezca un minisuper por arte de magia.
-Bueno, siempre hay alguno cerca, solo caminemos y seguro encontramos uno- le digo mientras comienzo a avanzar, la zona es un poco diferente a lo que acostumbro, pero es básico que haya al menos uno cerca.

Sonrío, no se a que se pueda referir, pero tampoco me pondré a decir que soy demasiado único, solo soy un tipo peculiar, para los canones de casi todo tipo.
-Vaaale- digo sin ponerme a discutir, porque hablar de las razones por las cuales soy extraño, eso creo que sobra, me gusta ser un poco diferente a lo que la mayoría acostumbra, aprendí a aceptarme así, aun pese al rechazo de mi familia, tal vez es gracias a ellos que por eso soy como soy, y al final hay algo que debo agradecer a ellos.

Si ella supiera que a mi me pasa lo mismo, que yo, no dejo de pensar en todo cuando está conmigo, que tengo muchas dudas, y que desearía obtener respuestas, pero cada respuesta me asusta, y por eso prefiero callar todo eso.
-¿Yo? pero si esto es por tu cumpleaños, pero está bien, hay un lugar que creo podría gustarte- no sé si sea buena idea, pero bueno, supongo que compartir algo con ella no está mal. De alguna forma ella es especial y por eso, creo que puedo saltarme algunas de mis reglas con las mujeres.

Me paseo un poco por los pasillos, para buscar algo que se me antoje y tomo unos pastelillos de esos rellenos de crema de fresa y un jugo.
-No, yo ya tengo mi cena- comento levantando el par de cosas que he tomado y me acerco a ella, a donde está preparando sus fideos.
Luego de pagar salimos a una de las mesas que tienen afuera y me siento, abro mi jugo y mis pastelitos.
-mi hermano dice que como de la peor manera que existe- comento riendo, porque seguro me regañaría por estar cenando esto. Él siempre cuida esas cosas, y dice que es injusto que yo como tan mal y pueda seguir siendo delgado.

Cuando empieza a decirme la razón me doy cuenta de lo lejos que estaba de saberla, pero por lo menos ella está muy concentrada en decirme que apenas si notó que nuevamente hablé mal de su ex.
-¿Cómo es que llegas a conclusiones tan raras? -comencé a reírme, ella está muy preocupada por algo tan simple- así que después de todo sí se te antojó eso que escuchaste en el baño, eh... -con mi mano tomé algunos mechones de su cabello y comencé a jugar con ellos- no tienes nada malo, Kajsa. No sé qué pasa con esos dos porque no los conozco, pero dudo que la razón fuera esa. Vamos que por poco te comes con tu ex hace rato, tal vez debí dejarlos continuar... -suspiré pensativo. Ella parece dese4sperada y es hasta increíble, porque estoy seguro que podría tener a cualquier hombre a sus pies, sin embargo suena como si los tres que hemos estado más cerca no quisiéramos nada.
Solté una carcajada cuando mencionó lo de los gatos, es demasiado fatalista.
-Qué exagerada eres -me levanté un poco para acercarme a ella y llegar a sus labios- idealizas demasiado el sexo -de nuevo busqué besarla pero esta vez un poco más profundo. Siento un cosquilleo en el estómago, y no es que no tenga humor pero sé que no es eso, me preocupa, pero entre más lo piense menos podré tomar esto como lo simple que es- además recuerdo que tú dijiste hace un momento que las mujeres son buenas cuando toman el control, entonces, ¿por qué no tomas la iniciativa? -metí mi mano bajo la sábana y comencé a tocar su estómago mientras sonreía. Tengo un conflicto dentro de mí, sé que si lo hago Kajsa no podrá tomarlo a la ligera, y por un lado creo que yo tampoco, por eso prefería mantenerme al margen, pero ¿cómo negarme? Básicamente me ha dicho que tengamos sexo.
Busqué su cuello y dejé una ligera mordida. Mi mano fue a uno de sus pechos y suspiré cerca de su oreja cuando comencé a acariciarla- dudo que tu ex y tu amigo no desearan esto, pero tal vez son demasiado cobardes -no encuentro otra explicación, y así como es de raro su ex hasta podría ser de esos que supuestamente lo hacen hasta el matrimonio, aunque la manera en que hoy la besaba decía querer otra cosa y pronto.

Había olvidado ese detalle, pero que él lo recuerde me hace feliz y en mi cara se nota. No esperaba recibir ni una felicitación de su parte, pero ahora hasta saldremos no sé a dónde. No se ha negado a seguir acompañándome, así que todo este tiempo diciéndome que era sexo lo que buscábamos no eran más que excusas.
-Genial -no es una velada especial ni esas cosas que me gusta imaginar a veces, pero sigue siendo lindo y especial. Él lo es para mí, y aunque la culpa está allí, en este momento hago lo que él dijo e ignoro absolutamente todo solo para poder prolongar estos momentos juntos.

Termino de preparar mis fideos y al pagar salimos a comer en una de las mesas disponibles.
-No creo que yo tenga derecho a criticarte -señalo mi cena y me río- aunque tu hermano es sorprendente. De repente es un desorden pero cuando se trata de cuidarse, es la persona más estricta que he conocido -y es que conozco bastante gente que cuida su figura y su piel, yo lo hago pero no me pierdo de estos gustos ni hago ejercicio tan arduamente. Pero su hermano es más firme con eso, tal vez porque tiene que hacer el doble de esfuerzo que las chicas del negocio- ah, ¿pero no estaría bien él si es menos delicado al comer? Tienen casi la misma complexión -bueno, a Ziba ya lo he visto un par de veces sin camisa y a su hermano igual, solo que el tiene una figura más definida.
Comí de los fideos y miré hacia la calle. ¿Es así como seríamos si estuviéramos juntos? Es inevitable imaginar esas cosas.
-Entonces... ¿dónde planeas llevarme? Oye, ¿y está bien que hayas dejado a esos dos solos? -yo no tengo problema porque Kajsa estaba con Zhi y Karin con su novio, era más bien yo la que sobraba y tenía que pegarse a los recién llegados.
Tengo curiosidad por preguntar por su novia, ella es muy linda y si nos comparo, cualquiera la eligiría a ella. Eso hace que me sienta un poco superior, si fuese una chica más fea creo que lo usaría para excusar el por qué me prefiere, pero en este caso fácilmente pudo desplazarme. No puedo dejar de pensar en que quiero saber sus razones, ¿todavía siente lo de aquella vez? Lo miré y cuando terminé de comer me levanté a tirar la basura, tomé mi refresco y lo abrí para dar un trago.
-Vamos -siento mi cara caliente y mi pecho pesado, pero conocer esta nueva faceta de él hace que sea fuerte y no salga huyendo. Además ya hice lo peor, y estoy segura que después de hoy no volveremos a acercarnos tanto, porque sino, ¿cuál es la razón de evadir el tema de nuestros sentimientos?

-No son raras, es lo obvio- digo haciendo un puchero, porque eso es obvio, si no fuera eso ¿entonces que? no tiene sentido, no veo otra respuesta -¡Cállate!- exclamo totalmente nerviosa porque él descubra que después de todo aquello no me fue nada indiferente. M e avergüenza decirlo, y más aun escuchar que el lo diga -Yo, solo, nunca… - suspiro, de nuevo mi falta de experiencia me avergüenza, nunca he visto porno, nunca he sabido lo que pasa, mis únicas referencias son aquellos dramas que alguna vez he visto, donde se besan y acarician y luego se acaba la escena.
-No, no, eso no iba a pasar- digo de nuevo con nervios, ¿en serio habría pasado? no -No, seguro que al final él se habría detenido- comento con un suspiro y muerdo mi labio, no sería la primera vez que él decide detenerse.

De nuevo lo empujo, no me gusta que se burle tanto de mi, sé que él lo disfruta, pero para mi es demasiado vergonzoso que lo haga.
-No lo soy- me quejo bajando la voz a casi un susurro porque siento como se acerca a mis labios -no lo hago, solo no sé ni siquiera que esperar, y todo a mi alrededor es sexo sexo sexo- suspiro porque el vuelve a besarme y correspondo a sus labios -¡Noo! yo solo comenté lo que me dijo mi hermana- de nuevo muerdo mi labio, tal vez no debí contar aquello -¿Tomarlo yo? hace un rato de repente me sentí perdida. No se nada de mi propio cuerpo, ¿que puedo hacer con uno que es completamente diferente al mío?- llevo mis manos a mi cara y la tallo con frustración, pero me detengo de golpe cuando él toca mi estomago -no juegues Zhi- me quejo un poco, no quiero que ahora se ponga a bromear -hoy serán demasiado frustrante tus bromas- trato de quejarme, pero mi voz suena débil.
Me estremezco cuando deja esa mordida en mi cuello, y luego cuando llega a mis pechos, es cuando mis nervios se disparan. ¿Debería detenerlo? es muy extraño, pero mi cuerpo se siente bien. Sé que a él no le importa, para él esto no tiene un significado especial, pero para mi si. De muchas maneras esto es especial y no sé si pueda tomar esto con la ligereza que él puede darle.
-Zhi, ¿Yo te gusto, crees que soy deseable?- me muevo en la cama para dejar que mi torso esté encima de él y rodeo su cuello con mis brazos -¿o solo me tienes lastima?

Sonrío por su respuesta, yo no es que coma tan mal, suelo pedir comida, pero por lo general de restaurantes, no solo comida chatarra, así que relativamente como bien, pero no tengo problemas en que mi cena sea un poco de pan con crema.
-Lo sé, yo vivo con él. Cuando tengo suerte, pedimos comida china; es mi favorita, pero sino encarga ensaladas y ese tipo de comidas. Yo me veo envuelto en sus costumbres alimenticias - me quejo un poco por las cosas en las que me mete mi hermano, pero supongo que gracias a él no soy un obeso morbido.
Levanto la ceja cuando dice lo de la complexión.
-¿Tú crees? él se cuida mucho para estar delgado y poder lucir, pues como luce… - suspiro y luego suelto una risa -Por eso debe odiarme tanto con lo de la comida, él se esfuerza tanto y yo, pues como toda porquería en el trabajo, como antojos a todas horas y aun así tenemos casi la misma complexión- me río divertido, pobre de mi hermano, pero esa tal vez pequeña diferencia es el precio de esforzarse mucho a no esforzarse.

No acabo con los pastelillos, pero si termino con el jugo. Me levanto para tirar la basura.
-Es un secreto- comento, aunque no es nada sorprendente. La tomo de la mano para que caminemos, cuando veo un taxi le hago la parada y doy la dirección de nuestro edificio. Supongo que a estas alturas pensará que la llevo a mi casa, y pues es verdad.
Al llegar bajamos y comenzamos a subir las escaleras, pero sigo de lago en nuestro piso y subimos hasta el techo. Es raro que alguien suba, por eso me gusta, puede parecer raro, porque para estar solo, nada más basta que me encierre en mi recamara, pero es diferente, estar en el techo, poder mirar el cielo, escuchar el ruido de la ciudad y sentir el viento correr. Tengo una fascinación por el mar de luces que se ve durante la noche.
-Sé que no es la gran cosa, pero es mi lugar favorito- comento recargándome en la barda para mirar aquel paisaje.