Fiesta [Priv]

Recuerdo del primer mensaje :

Está noche será increíble, por el cumpleaños de mi hermana y de Hana, he preparado que salgamos a divertirnos. Obvio le he pedido consejos a Zhi, él sabe más de estas cosas que yo. Así que me ha recomendado un club, yo me he encargado de reservar la zona vip.
Puede parecer extraño que pueda salir de repente, pero supongo que me he alocado un poco y aunque mi madre diga que estoy castigada, yo ya no le hago caso y he descubierto que más allá de aquella bofetada que una vez me dio, no me hará otra cosa, ni siquiera me restringe el dinero.

Veo toda mi ropa en el suelo, nada parece adecuado para hoy. Diré algo que nunca pensé decir.
-Mi ropa es demasiado elegante- me quejo un poco y suspiro tirándome en la cama -Vaya diseñara que seré- me digo un poco decepcionada.
Me levanto de la cama y hago lo que en este momento tiene más sentido. Ir a la casa de mi hermana y pedirle un consejo. Así es como ella me ayuda a elegir ropa. Ella elige para mi algo que para ser honesta me ha encantado, pero sé que jamás imaginaría ponérmelo.
-Karin, está rota- comento con la cara roja al verme al espejo y ver al blusa que me ha hecho ponerme -si, y le encantará a tu lindo amigo- me dice ella con cara picara y solo logra que mi cara se ponga aun más roja.

Karin ahora sale con el hombre con el que vive, y bueno, yo me he disculpado con él por lo que pasó… creo que aun no le agrado pero al menos es amable. Aunque es un poco raro salir a un club con una persona de su edad.
Llegamos al lugar y vamos a la zona vip, me la paso al pendiente del celular para saber si Zhi ha llegado. Estoy nerviosa de que me vea vestida de esta manera, ¿y si se burla de mi? porque esta no soy yo, me veo muy diferente y me siento avergonzada cuando siento las miradas de algunos hombres del lugar, por suerte cuando llegamos a la zona que he reservado, me siento un poco libre de todos aquellos ojos. También muchos han mirado a Karin, pero creo que al traer a su novio que es casi un gigante, pues prefieren evitar mirarla.

Spoiler:

¿Obvio? Me pregunto cómo es que ha sido educada como para llegar a conclusiones tan raras. Cualquiera pensaría que su pregunta es con doble intención y que ella solo intenta seducirme, pero... creo que ella en verdad piensa eso de sí misma, sino su manera de preguntarme sería diferente.
-Es obvio que noo -me reí de ella y el cómo reacciona, no puedo verla muy bien pero por su tono sé que está nerviosa. Esa escena que vio o escuchó seguro fue algo muy fuerte para Kajsa, ¿cómo es que la han mantenido tan alejada de los hombres siendo tan hermosa? Bueno, antes yo también la veía impenetrable, supongo que la mayoría prefería no arriesgarse.
Solté un bufido, estoy seguro que eso iba a pasar o por lo menos él no lo iba a dejar tan lejos, porque una vez puedes tener algo con ella, ¿por qué detenerse? Y si es como ella dice pues qué ñoño es su exnovio.
-¿En serio nunca hiciste nada con ese tipo? -mi pregunta ahora fue en serio. Sí, ella es inocente, pero si era su novio no entiendo para qué contenerse, y si durmieron juntos entonces tuvieron el lugar y tiempo, no entiendo.

Kajsa corresponde a mis besos y su voz nerviosa me da ese empujón para continuar tocándola. No estoy siendo tann agresivo, solo estoy acariciando un poco para ver qué tanto desea eso. Parece que está apurada por experimentarlo, y yo no soy tan caballeroso como esos dos. Si ella quiere que haga algo y yo lo deseo, lo haré, no hay por qué pensar en la cuestión moral, pff.
-No tienes que pensarlo tanto, es algo instintivo -me río y continúo tocándola sin demasiada presión- solo es una broma si tú quieres que lo sea. Ya te dije, lo piensas demasiado -para Kajsa esto debe ser algo especial y por eso no quería ser el primero, no quiero que le dé un significado, pero para una chica virgen siempre debe ser mágico y esas tonterías y por ello lo evitaba. Nunca me importó lo que la otra persona sintiera porque siempre he sido claro con mis intenciones, pero ahora no es así.
Muevo mis manos lejos de ella e intento seguirla con la mirada. Ahora es ella quien está sobre mí y su pregunta llega con una punzada en mi pecho.
-Claro que eres deseable -contesto llevando mi mano a su cara- ¿lástima? -comencé a reír y llevé una mano a su cintura y otra tras su cabeza- no tengo la necesidad de acostarme con alguien por lástima -susurré cerca de su oído y luego pasé mi lengua por ella. Su cuerpo sobre el mío no me es indiferente, y mi mano en su cintura comienza a moverse hacia su espalda por debajo de la ropa- ¿qué es lo que quieres? Puedo calmar tu curiosidad si lo deseas -no quiero que ella vea esto como algo especial, solo como lo que somos, dos personas calmando sus deseos con el otro. Si ella solo toma esto como una oportunidad para sentir placer es lo mejor, así yo también podré frenar esos raros pensamientos.

Dice otra cosa sobre él y pareciera que la he guardado en alguna especie de archivo en mi cabeza, me gusta saber esos pequeños detalles como las cosas que le gustan o cuando habla un poco sobre su pasado.
-Seguro que no solo él te odia, hay personas que ponen mucho esfuerzo en su figura -comienzo a reír y miro mis fideos. Yo me cuido a veces, digamos que me mantengo en los estándares pero tampoco me esfuerzo tanto como su hermano o las modelos. Creo que lo dijo molestaría a más de una de ellas, hay quienes engordan con muchísima facilidad y eso es todo un problema para las personas de ese medio.

Lo sigo hasta tomar un taxi, me emociona el pensar dónde podríamos ir, sobre todo porque Ziba no parece el tipo de persona que dé sorpresas a las chicas o haga esta clase de gestos. Pero tal vez solo es que no conozco yo ese lado, pero con su novia debe hacerlo seguramente. No quiero pensar en ella, me hace sentir un poco culpable además de celosa.
-Tu casa -comento de repente al notar la ruta y me río, no me molesta en absoluto, y tener privacidad a estas alturas ya no me aterra, incluso lo espero con ansias. Pero al llegar al edificio no vamos directamente a su apartamento y es donde me siento un poco desorientada aunque no hago preguntas.
Llegamos a la azotea del edificio y me quedo mirando la vista y luego a él. Siento mi corazón acelerarse y sonrío, ¿por qué me muestra esto precisamente hoy? Me hace sentir más especial de lo que debería.
-Es lindo -me acerco a la barda junto a él y miro la ciudad, viven en una zona agradable pero desde esta altura se aprecia mejor- y relajante -doy un gran suspiro y estiro mis brazos al cielo, y luego miro sin contenerme el conjunto de estrellas. Está fresco pero el poco frío que tenía cuando salimos se me quitó, y también puede ser porque mi cuerpo se siente cálido. Mi cara seguro está colorada, ¿puedo pensar en esto como algo tan hermoso? Como esos cliché de telenovelas- ¿hace cuánto que viven aquí? -solté la pregunta de repente y me acerqué hasta pegar mi brazo al suyo- me gusta -me estiro hasta él y le doy un beso corto en los labios, y luego miro de nuevo  hacia la ciudad.

Suspiro por esa pregunta que me hace y muerdo mi labio.
-Una vez, luego de la fiesta de Halloween de la universidad, fuimos a casa del novio de mi hermana- suelto un largo suspiro -pensé que pasaría, pero su teléfono sonó y luego dijo que era mejor esperar- le cuento lo de esa ocasión -Luego no se volvió a dar nada, solo algunos besos- yo entiendo que Takabe es así, simplemente tiene ciertas costumbres y yo no quería presionarlo para que no pensara mal de mi.

Respiro profundamente tratando de controlar así el ritmo al que late mi corazón, pues por lo que está haciendo Zhi, se ha acelerado. Para Zhi esto parece ser algo demasiado sencillo. Desde que somos amigos, muchas veces he deseado ser como él, poder sentirme tan libre y solo vivir mi vida, dejar de ser la mojigata Kajsa, y no solo me refiero a mi virginidad, sino a dejar de tener miedo de vivir y hacer cosas.
-¿Instintivo?- cuestiono, pero supongo que es verdad, ¿si no, por qué iba a reaccionar como lo hago? no debería avergonzarme, es normal, algo natural en las personas, pero tiene razón, yo lo pienso demasiado, porque así me enseñaron a hacerlo.
Sonrío cuando dice que soy deseable, pero dudo que lo note. Cuando susurra a mi oido me hace estremecer, aunque lo que ha dicho no es nada romántico o erótico, la simple acción es la que me pone los pelos de punta.
-Yo no quiero pensarlo… - admito aunque he querido sonar determinada, mi voz siguen siendo débil, per aun así me animo para acercarme a sus labios y darle un beso. Mis labios tiemblan, deseaba besarlo, muchas veces lo pensaba, pero me asustaba lo que podría pasar. Tal vez siento algo por él, pero sé que es imposible, para él las cosas son de una manera, y mis sentimientos; no importa cuando lo desee, nunca harán cambiar a los demás. Tal vez pueda sentir algo, pero ya no quiero pensar en que es mejor esperar a que esto pase con mi príncipe azul. No existen los príncipes azules, y ya no quiero pensar en esas cosas. Takabe me dejó y yo estoy cansada de ser Kajsa, la inocente e ingenua. Al menos con Zhi se que hay una cosa segura, y es que él jamás se va a enamorar de mi, así que no tengo nada que perder.

Sonrío como si aquello fuera algo para enorgullecerme, no es la gran cosa, pero supongo que siempre es agradable saber que uno tiene cierta característica que otros envidian. A la mayoría deben gustarle esas cosas, pero siempre saltan con su falsa modestia. Yo puedo parecer arrogante muchas veces, pero es porque soy honesto.
-Si, pero él más, nacimos el mismo día, pero yo no tengo que esforzarme en cuidar lo que como- comento con una sonrisa en mis labios.

La miro de reojo, y sonrío, al menos no se ha molestado, pero ¿que iba a decir? ella no ha escapado de mi, así que ya no me siento inseguro al respecto. Pensé que tal vez luego de lo del baño, ella buscaría una manera de alejarse. Es comprensible que algunas personas a veces no aguanten la tentación, a todos les encanta juzgar a otros por esos momentos de debilidad, yo solo creo que todos tienen algo que es su debilidad, y tal vez yo soy la de ella. Todos tienen algo, algunos la comida, otros las drogas, otros el sexo, pero siempre hay algo, unos peor vistos por la sociedad, pero todos caen, tienen que caer, lo de aprender a resistir puede que venga después.
-Si, mi casa- no agrego nada, porque lo que pueda imaginar que es mi plan, seguro que se pasa también por mi cabeza.

Tal vez esto ha sido algo patético, ¿por qué le he mostrado esto? creo que no debí, es solo una azotea, es una aburrida azotea.
-si, lo es- ella no parece apática por esto, si trajera a Julia a este lugar, tal vez me diría algo como “¿por qué diablos me traes aquí? pero parece que Hana puede apreciar que yo comparta esto con ella -si, sobre todo al vivir con alguien como mi hermano, siempre es bueno tener un lugar como este- adoro a mi hermano, aunque a veces puedo ser un pesado, lo adoro, pero todos necesitamos un momento a veces. Soy bromista y cínico, pero hasta yo necesito a veces escapar de las cosas. Aunque he venido a este lugar más seguido desde que conocí a Hana.
-Pues, unos dos años- contesto no muy seguro, no recuerdo hace cuanto que vivimos en este lugar, pero a ambos nos agradó desde el inicio, era mas o menos barato, una zona tranquila, eso era bueno para que Salem pudiera salir a la calle sin problemas, y al ser barato, pudimos usar parte de nuestros ahorros para pagar el local que renté para mi estudio. Luego las cosas mejoraron económicamente, pero nunca nos fuimos, al menos para mi, es el primer lugar al que he podido llamar mi hogar -La renta era barata, aunque la verdad creo que el dueño nos vio muy necesitados y a su manera intentó ayudarnos- ella se acerca, creo que me quiere besar, así que me acerco un poco y seguimos admirando la vista. Nos quedamos así un rato, no sé cuanto, pero es agradable. Creo que es la primera vez que puedo pasar tanto tiempo en silencio sin sentirme incómodo.
-¿No tienes frío?- pregunto porque una brisa se ha sentido algo fría. No estoy acostumbrado a notar esos detalles en otras personas, por eso creo que vengo a pensar hasta ahora que es de noche, está fresco y ella viene con ese short y blusa que no le abrigan demasiado -¿Quieres entrar?- ¿o debería darle mi chamarra? pero entonces me dará frío a mi…

No sé ni por qué ella comenzó a contarme con detalle cuando tuvieron su momento privado, no quiero oírlo pero ni modo de callarla. Y solo puedo pensar que su ex es un idiota que tal vez también idealiza demasiado la primera vez. ¿Será virgen? Se ve tan galán que cuesta creerlo, pero si se puso así por una tontería como un beso cuando ella estaba soltera, puede ser.
-Esperar... ya entiendo -¿a qué? ¿A que se casaran? Dios, qué tipo tan desesperante.

Recibo su beso con un poco de duda, usualmente soy yo quien inicia ese contacto y se siente raro que ella tome la iniciativa. Pero le dije que lo hiciera, por eso intento no pensar razones y me concentro en corresponderle y seguir sintiendo su piel. Es más suave de lo que imaginé, como era de esperarse de una chica que se cuida mucho.
Aceleré el ritmo de nuestro beso y levanté su camisa hasta llegar a su ropa interior. Siento cómo he empezado a reaccionar... ¿tan rápido? Supongo que en serio tenía ganas de tocarla.
La tomo por los hombros y la pongo boca arriba de nuevo a modo de ser yo quien quede parcialmente sobre ella, tomaré el control y será más cómodo desde esta perspectiva.
-No pienses en nada -muerdo su labio y comienzo a dar besos en su cuello. El recordatorio no fue solo para ella, y todo empieza a hacerse borroso- tu olor es tan sexy -solté una frasesita cliché antes de comenzar a besar cerca de su clavícula. Mi mano se metío bajo su blusa para buscar el tirante de su ropa interior y bajarlo, y luego con el otro lado. No quiero quitarle la ropa completamente, si vamos a hacerlo me gustaría provocarla un poco- ¿nunca nadie te tocó aquí? -dejé un beso en uno de sus pechos, aún no he bajado su ropa, pero luego de eso tomé un lado de la prenda y la obligué a apartarse. Puedo sentir ese placentero cosquilleo en mi estómago de solo mirar la silueta de su pecho, hay poca luz pero me he acostumbrado a la oscuridad, y en cuanto quedó cubierto solo con la delgada blusa, saqué mis manos para pasarla por encima mientras mis labios dejaban un camino de besos por su cuello.

Es increíble que dos personas que nacieron al mismo tiempo sean tan diferentes. Ziba tiene muchas características únicas en su físico y personalidad, aunque no quiero llamarle raro, porque tal vez mi manera de verlo se vea influida por lo que siento por él.
-Eres tan modesto -comento divertida, su arrogancia me parece sexy, demasiado diría yo.

Lo miré y me reí, su hermano es muy agradable pero es bastante ruidoso, imagino que incluso él tiene días en que no desea escuchar sus cuchicheos todo el tiempo.
-Puedo entenderlo -yo no vivo con él, pero en el trabajo hay días que pasamos un buen rato juntos y a veces puede ser desgastante su comportamiento o lo ruidoso que es- dos años... eso es algo de tiempo. Aunque pasa bastante rápido, ¿no crees? Hace un poco más de un año que tú y yo nos conocimos -mi cara se siente caliente, seguro él no recuerda esas cosas pero yo sí, soy muy sentimental para las fechas y él tuvo un impacto importante en mi vida- ¿pero no es bueno? Me refiero a que la lástima no es linda, pero yo la aceptaría con gusto si con ello puedo pagar una renta más económica -tal vez suene un poco mal lo que dije, puede que a ellos les dé en el orgullo ya que ambos son chicos y ahora creo que tienen trabajos estables, pero nunca está de más economizar.
Después de ese beso me quedé cerca y en silencio. Quiero decirle muchas cosas, preguntarle otras más pero también me gusta que no digamos nada. Además nada va a cambiar, y no estoy segura todavía de lo que quiero, solo en este momento sé que deseo disfrutar de lo que me está mostrando.
-Un poco -respondo sin prestar mucha atención, aunque a la siguiente pregunta ya lo he mirado- está bien, aunque me gusta aquí -¿él tiene frío? Aunque yo puedo soportarlo, sí estaría más cómoda en un lugar más cálido.

Bajamos de la azotea y entramos a su departamento, de nuevo mis nervios se han disparado y aunque eso acaba de pasar, ideas raras vienen a mi cabeza.

Cuando me toma de los hombros me pongo tensa, de inmediato pienso que está por rechazarme, por decirme que mejor no, algo, lo que sea para evitar esto, pero que tonta soy, seguro que no le ha gustado la manera en que lo besé.
--Es que estoy nerviosa- le digo con pena.
Pero él solo me ha hecho recostarme en la cama y no he puesto resistencia. Es entonces que se acerca a mi y logro respirar un poco más tranquila, porque al parecer no me estaba rechazando.
-No lo haré- digo cuando suelta mi labio, lo relajada que estaba hace un momento se ha esfumado casi de inmediato.
La verdad que hasta prefiero que me haya cambiado de lugar, porque ¿yo que iba a hacer? solo besarlo ¿y luego que? nada, me iba a quedar paralizada, porque no sé que más se hace. Sé que la gente se besa y se quita la ropa, para eso no parece haber demasiada complicación.
Muevo mi cabeza a un lado para que el pueda besar mi cuello, se siente bien, ese pequeño y placentero cosquilleo que se siente en mi piel cada vez que sus labios me tocan. Quiero contestar algo a lo que dice sobre mi aroma, pero vergonzosamente de mis labios solo sale un jadeo. Pero es que su mano está ahora bajo mi blusa. Solo ha bajado un tirante y aun así yo siento como necesito respirar muy profundamente pues me ha puesto nerviosa.
-No así- Hoy técnicamente Takabe casi toco todo de mi, pero no así, sus manos solo pasaban y se alejaban aunque eso también fue agradable -eso si nadie- comento con voz temblorosa luego de que deja ese beso.
De nuevo respiro de manera profunda, hace un rato estuve desnuda frente a él, pero ahora que ha bajado la prenda es que me vengo a poner nerviosa, pero sus besos en mi cuello y la manera en que su mano comienza a tocarme me hace olvidarlo.
Muerdo mi labio pero los sonidos aun así salen de mi boca, esto es tan vergonzoso, que cubro mi boca con el dorso de mi mano.
-Lo siento- me disculpo cuando creo que he soltado un jadeo un poco más fuerte, pero es que se siente bien, estoy tan avergonzada pero no quiero detenerlo.

Ella ya lleva un rato conociendo a mi hermano, así que tal vez entiende a lo que me refiero con a veces necesitar un lugar solo para mi. Porque aun si me encierro en mi recamara, las paredes no son tan gruesas como para que no se escuche lo demás que pasa en la casa. Creo que por eso hicimos la regla de no traer mujeres a casa, ninguno de los dos quiere escuchar al otro haciendo cosas con alguien.
-¿en serio?- claro que sé mas o menos cuanto tiene que nos conocemos, si lo pienso detenidamente, pero siempre se siente como si tuviera muy poco, porque siento que si llevamos tanto de conocernos, yo no debería desperdiciar tanto tiempo lejos de ella. Pero bueno, el factor “novio” vino a afectar nuestras dinámica -Se nos ha pasado el tiempo muy rápido- la miro de reojo y sonrío. He tardado en tener sexo con ella un año… eso si que es raro en mi y esperar un año para terminarlo haciendo en un baño de un club nocturno.
-Si, no me estaba quejando, de hecho estamos agradecidos con él, tal vez fue nuestro mayor apoyo cuando llegamos- es de los pocos hombres mayores por quien he logrado sentir un respeto, porque se nota que es una buena persona, no somos los únicos en el edificio a quienes ha ayudado. Así que obvio lo respeto, porque él nos ayudó y nunca nos ha juzgado.
Nos quedamos un poco más porque ella dice que no tiene frío, pero al final decidimos entrar. Caminamos ahora si a el departamento.
-¿Tienes sueño?- ya, ¿no estoy actuando demasiado raro? si, eso hago, ¿que está mal conmigo? -Ven- he tomado su mano para llevarla a la recamara de nuevo -Sabes, mi cumpleaños fue el mes pasado así que me debes mi regalo- comento cerrando la puerta.
Es la primera mujer en entrar a mi habitación, está desordenada, y la cama distendida, pero no es que me importe mucho.
Me acerqué a ella, la besé con la misma desesperación que siempre me provoca en el primer beso. Me deshice de la ropa de ambos, su piel está algo fría pero poco a poco se comienza a poner más cálida y esta vez me tomo el tiempo necesario para disfrutar de su cuerpo.
A tientas busco las cobijas para cubrirnos y la abrazo.

Cuando tengo sexo con alguna chica generalmente es placentero, pero es cosa del momento y ya, tampoco es la gran cosa ni me pienso mucho en qué hacer, más o menos pongo atención a sus reacciones y si es una chica con la que he estado antes, todo es mucho más fácil. Me gusta verlas disfrutar y también eso me hace sentirme excitado, pero no tanto como en este momento. Solo estoy tocándo su pecho y besando un poco su cuello, nada que no he hecho antes en algún club o un rincón de la universidad. Sin embargo mi cuerpo se siente ansioso por más, y a la vez deseo ir con cuidado y desesperarla un poco. No soy tan dedicado ni en el sexo, pero Kajsa... ella siempre me hace sentir raro.
-Déjame escucharte -dejé de tocarla para tomar su mano y quitarla de su cara- te ves hermosa, ¿cómo puedes pensar que no eres deseable? -solté sus manos y comencé a besarla. Siempre intento que mis besos tengan un límite para que ella no interprete cosas que no debería, pero estamos entrando en calor, es obvio que no busco un beso travieso o inocente.
Mi mano bajó y sobre ese short que yo mismo elegí, pasé lento mis dedos. Comencé a tocarla, está húmeda su ropa debido a que solo cambió su pantalón y blusa, pero estoy seguro que no solo por eso. Con cuidado metí una de mis manos y dejé de besarla para mirar sus expresiones, odio la poca luz de la habitación pero también me da ventaja, no sé si al mirarla claramente comenzaré a pensar demasiado sobre lo que estoy haciendo.
-Wow -sentí la humedad y sonreí- relájate -siempre he pensado que esto es instinto y por eso no soy tan dedicado con chicas vírgenes. No soy un idiota, pero las molestias de ahora no suelo tomármelas.
Con cuidado introduje mi dedo y respiré hondo, hace tanto que esto no me hacía sentir tan bien. Levanté su blusa y al mirar su cuerpo sonreí. No es necesario nada de esos sentimientos para poder disfrutar de esto, y supongo que porque ella es “especial” es que me siento diferente, pero a fin de cuentas es algo físico, sería más raro el no desearlo.
-¿Dónde te gustaría que te tocara? -no he dejado de mover mis dedos dentro de ella, aunque lo hago con cuidado.

Asiento apenada, obviamente él no recuerda porque no parece fijarse mucho en esas cosas, y yo soy la clase de chica que suele pensar en fechas importantes.
-Bastante rápido -suelto un suspiro, no me imaginé que nosotros terminaríamos así, y no es precisamente la forma en que lo visualicé en mis fantasías, pero no me puedo quejar. Está mal tal vez, porque Luciel no merece esto y creo que su chica tampoco, pero es tarde para andarme con arrepentimientos, sabía que tarde o temprano si lo encontraba, iba a suceder. ¿Y no es el simple deseo también un engaño?
-Oh, lo siento -me reí- pero me alegro por ustedes, no cualquiera hace esas cosas actualmente -yo fui criada por un padre con otra cultura, tal vez por eso soy un poco más abierta que la mayoría, pero en general la gente de aquí es muy individualista, así que me alegro que ellos siendo tan lindos, encontraran el apoyo de alguien. No sé qué los condujo hasta aquí, pero me alegro que no estén del todo solos como creí.

Esperamos otro rato y después bajamos al apartamento, sentí de nuevo los nervios e intenté disimularlo con pequeñas respiraciones.
-En realidad no -he intentado responder natural, pero si vamos camino a su recámara inevitablemente pienso en lo que pasará. Entré y eché un vistazo, la primera vez que nos conocimos entré solo un par de minutos para despedirme, ahora se siente como si hubiera pasado tanto desde entonces- ¿de verdad? -me giré a él un poco sorprendida por lo de su cumpleaños, pero todo lo demás se esfumó de mi cabeza en cuánto nos besamos. Mis nervios se fueron y al estar completamente solos y cómodos, dejé de meditar tanto en detalles y terminé entregada a él de muchas formas.
Esta vez fue diferente, pero mis sentimientos están tan frescos que ninguna puede significar menos que la otra.
-Me gusta tu cabello despeinado -revolví su cabello cuando quedamos cubiertos bajo las sábanas, y luego besé sus labios- tengo sueño -lo abracé y cerré los ojos. No quiero pensar, estoy disfrutando esto más de lo que pensé y está bien por ahora, mañana me preocuparé de lo demás.

La fiesta no fue nada divertida. Primero tuve que ver a Kajsa con su nuevo novio o lo que sea que es, no me dan celos por eso, pero siento como si ese tipo con cara de príncipe genérico hubiera remplazado a Takabe y a mí al mismo tiempo. ¿Por qué me vi arrastrado en eso? Ella debió darme al menos una explicación pero no, ¡no! Solo me dejó de hablar y ya, y el idiota de Takabe ni supo explicarme tampoco. Pero ahora las fotos y cosas que solíamos compartir las hace con el rubio con cara de tonto, entiendo que a Takabe porque los novios parecen algo fácilmente desechable, ¿pero no éramos mejores amigos? Me merecía una explicación, por dios. Así que al llegar no le hablé, ya soy lo suficientemente miserable luego de terminar con Sora como para rogarle a ella, no esta vez. De hecho ni siquiera sé por qué le hice caso a Ziba al venir, sé que solo quiere ver a Hana pero que llegaran solos pues sería raro, así que al menos él debería ser feliz esta noche...

Me pasé la noche fingiendo sonrisitas y me junté con un grupo de niñas lindas. Inmediatamente pude conectar con la más bonita, no tan bonita como Sora y definitivamente no tan lista, y además es más alta, no tiene tan bonitas piernas como Sora ni... ¿por qué me hago esto? Sora me dejó, debo superarlo. Si yo no le importé y hasta me bloqueó por todos lados, no debería estar ni pensando en ella. Su trabajo es más importante y yo solo fui un tropezón al parecer.
-Los odio a todos -me quejé solo cuando terminaba de vestirme en el hotel, porque sí, estoy tan despechado que hice lo mismo de antes pero peor. En este momento es cuando me siento culpable y tonto por hacer estas cosas, porque no es que yo quiera tener sexo, yo solo quiero estar con Sora.
De nuevo miré mi teléfono y algunas fotos, no puedo evitarlo, no me importa que se rían de mí, yo no quería que eso terminara.
Tomé mis cosas y ni me despedí de la chica en la cama, pero está bien así, no quiero saber nada y por favor, como si ella quisiera tener una relación con un travesti, seguro que si supiera que me preocupo tres veces más por mi cabello que ella, ni a la salida del club llegábamos.

-¿Ziba? -al llegar a casa noté unos zapatos, pero no puse mucha atención y fui directamente a mi recámara. Me quité la ropa y me puse una pijama cómoda y cálida, hace frío- ¿trajo a alguien? -no, eso es imposible, ni siquiera ha traído a la supuesta novia. ¿Y quién es esa para empezar? Aunque no tengo cabeza para pensar en los problemas amorosos de mi hermano.
Rápido me quedé dormido debido al cansancio y todo ese peso emocional, y al siguiente día me levanté gracias a mi maldita alarma, que antes no servía pero últimamente la escucho a la primera.
-Tengo hambre, mandaré a Ziba a la tienda -me lavé la cara y los dientes y fui a su recámara. No me tomé la molestia de tocar y solo abrí la puerta y me senté en la cama- ¡arriba! -jalé las cobijas sin fijarme- ve a compra... oh, dios -me levanté de la cama y me giré al lado contrario- ¿una mujer? ¿En serio? -esperé un minuto más o menos y volví a mirarlo- oh... vaaaya... -me reí y me crucé de brazos, mirándolos con una cara de satisfacción muy grande- bueno, al menos uno de los dos tuvo final feliz... ahora levántate y ve a comprar para desayunar -me giré para salir de la habitación y me detuve antes de cerrar la puerta- tienes un lindo trasero, Hana -salí rápidamente y me reí muy fuerte, obviamente apenas si le vi los pies, pero seguro Ziba se enoja.

Él me hace quitar mi mano, pero aun así trato de contener los sonidos que salen de mi boca, es vergonzoso pensar que yo puedo hacer esa clase de sonidos. Una sonrisa se forma en mis labios cuando me dice que soy hermosa. Zhi me hace recuperar esa seguridad que poco a poco he ido perdiendo.
-Ya no lo pienso- puede parecer absurdo, pero ¿como se sentiría otra chica en mi lugar? es imposible que esas dudas no surjan de repente ante los acontecimientos. La verdad es que mi autoestima se derrumba con facilidad cuando alguien a quien quiero parece poner en duda las cosas sobre mi.

Besarnos de esta manera, tan apasionada y profunda es muy excitante, mi pulso está acelerado y siento algo de calor. Contengo la respiración cuando su mano baja, es extraño, muy extraño, nunca nadie…
-oou- digo bajito ante la sorpresa de que su mano ahora me toca luego de meterla entre mi ropa -oo, ok- me he puesto muy tensa, me pone nerviosa ser tocada de esta manera. Muerdo mi labio cuando hace eso con su dedo… es raro… pero no es desagradable, solo algo nuevo para mi. Él dijo que me relaje, pero no es tan sencillo, creo que me cuesta procesar lo que está pasando.
-¿Qué?- apenas y tengo cabeza para entender lo que pasa y él sale con preguntas -yo… - ¿y ahora que contesto? -Haces preguntas muy vergonzosas - comento arqueando mi espalda por algo que él hace con sus manos -no, no lo sé- contesto con dificultad por las sensaciones y mi respiración agitada -despacio- digo en un intento de cerrar mis piernas para buscar impedir un poco sus movimientos, pero no consigo demasiado. Tomo su mano y la llevo para ponerla detrás de mi cabeza y luego llevo mis manos detrás de la de él -¿siempre se habla tanto?- le pregunto mientras lo jalo para buscar sus labios. Estoy nerviosa y llena de dudas, pero no quiero pensar como él me lo ha dicho, así que busco en sus labios un poco de tranquilidad, al menos en cuanto a mis pensamientos.
Lo beso con el deseo que va creciendo dentro de mi, y en un arranque de sorpresivo valor busco quitarme la ropa y la de él.
-¿se hace así?- pregunto llevando mi mano a esa parte de su cuerpo que resulta demasiado nueva para mi.

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-lo sé, yo soy de los primeros en desconfiar, pero agradezco que él señor no se parezca a mi- me río, porque si, seguro que en su lugar, yo no habría sido tan amable con un par de desconocidos. Si le agregamos el factor de ser extranjeros y algo llamativos, creo que tuvimos mucha suerte.

Ella dice que no tiene sueño, y yo, pues creo que eso es bueno, así podemos disfrutar un poco más de el tiempo que podemos compartir. Si, obvio hablo de sexo, es linda y pasar tiempo juntos ha sido agradable, pero quiero aprovechar cada oportunidad.
-¿No sabías?- pensé que tal vez estaba enterada, pero parece que Salem tampoco le dijo que era su cumpleaños, pero claro que no, mi hermano ahora a penas y logra pensar en como respirar y comer.

Me siento algo cansado, y extrañamente no puedo borrar esa sonrisa de mi cara, debo parecer un idiota.
-Pues no es que lo peine mucho- me río luego de que ella me da ese beso -Descansa- no será mi primera vez durmiendo con una chica, no soy de esos que tienen esa regla de no dormir con nadie y solo tener sexo, soy flojo y muchas veces al terminar, simplemente quiero dormir. Suelto un gran bostezo y me acomodo dejando mi rostro cerca de su hombro, la punta de mi nariz casi le puede tocar, y así puedo respirar su aroma, y si, mi brazo se estira para poder abrazarla dejando mi mano en su vientre.

Me despierto al sentir aquel movimiento brusco en las cobijas.
-¡Ey!- me quejo molesto por lo que acaba de hacer mi hermano y con la mano vuelvo a jalar la sabana para cubrir como puedo a Hana -¡Largo- me levanto de la cama para sacar a empujones a mi hermano, miro a Hana -lo siento, no sabe tocar puertas- de hecho yo tampoco pero yo tampoco suelo hacerlo. Me estiro sobre ella para darle un beso -iré a comprar algo para desayunar- le digo, busco algo de ropa para salir, un pans y una playera de tirantes y salgo de la habitación -No la viste ¿cierto?- pregunto mirándole de manera acusadora antes de entrar al baño -Ya vengo- comento al volver a salir del baño y salgo para ir a comprar de desayunar. Compro jugo, y esas comidas medio sanas que a mi hermano le gustan para desayunar.

Me reí bajito por la satisfacción que me dio con su respuesta. Me gusta notar lo importante que es para ella mi opinión, y sé que podría ser cualquiera pero si fuera el caso, serían ellos en mi lugar y no yo. Obviamente no soy cualquiera para Kajsa.

Ella es muy linda y sensual. ¿Linda? Pues sí, aún cuando siento todo ese calor acumulado ahí abajo y el corazón latir rápido a causa de mis deseos, todavía tengo cabeza para pensar que es linda cuando se avergüenza. Además esas expresiones seguro es la primera vez que las hace, pues ella dijo que con nadie más había llegado tan lejos y me hace sentir superior.
-¿Mmm? ¿Entonces solo me limito a tocarte? -de mi boca salió un jadeo después que fue imposible contener, porque todo este juego de adolescentes me ha excitado de una extraña manera.

Pongo mi mano donde ella me guía y correspondo al mismo ritmo sus besos. Me encanta que tome la iniciativa, y le doy libre acceso cuando comienza a quitarme la ropa. Wow, de verdad va a pasar, y ni debería sorprenderme pero lo estoy y mucho. Pero no por ello le pediré que pare, yo no soy un patético que a pesar de estar excitado, se detenga a medio camino por tratar de hacer lo correcto.
-Sí.. -la verdad no, ella no es muy hábil pero solo con sentir su mano ya he reaccionado y un escalofrío me recorre. Tragué saliva y deslicé mi mano por su muslo para levantarlo un poco. Diablos... no puedo hacerlo ahora pero al menos quiero mirarla en una pose más comprometedora. No pensé de momento en todos esos detalles que antes de iniciar ya llevo en mente, como los preservativos, por ejemplo- Kajsa -dije su nombre con una voz agitada y tomé su mano. ¿Cómo me puede hacer sentir tan bien su técnica tan mala? No lo sé, pero necesito tener totalmente el control para contenerme. Me senté sobre la cama e Hice que una de sus piernas quedara levantada, apoyado su pie sobre la cama. La sábana cayó al suelo y me acerqué a dar una mordida cerca de su cadera. De nuevo mis dedos buscaron darle placer mientras dejé besos en su abdomen, lentamente como ella lo pidió.

Solo solté una risa porque recordé la primera vez que nos vimos. Desde que hicimos contacto sentí que su tono de voz era coqueto, pero hubo un momento que dejó eso de lado por el secreto de su hermano. No lo había meditado, pero pensar que ellos son tan importantes para el otro es bastante lindo.

Claro que lo sabía, aunque su hermano ha estado decaído últimamente, las personas en el trabajo intentaron animarlo con un obsequio de cumpleaños y algunos detalles, obviamente eso no es suficiente pero deduje que ambos cumplían el mismo día, solo que no me atrevía a llamarle ni nada, no con lo que sucedió la última vez.
-En realidad... sí -pero creo que no es momento de hablar sobre esos detalles y lo agradezco. No quiero dejarme en evidencia con todas esas cosas que comencé a hacer, o delatarme de cómo es que supe sobre su linda chica.

Un movimiento brusco hace que despierte de golpe y abro asustada los ojos.
-Wow -al escuchar la voz de Ziba es cuando mis manos buscan cubrir mi cuerpo y logro mirar bien a su hermano, ha hecho algo muy vergonzoso pero apenas pude taparme cuando Ziba ya lo estaba corriendo de la habitación- está bien -no está nada bien, pero mirarlo sin ropa por la mañana me ha hecho avergonzar y solo me termino de cubrir con la sábana. Esto se siente tan sorpresivo, y después de recibir ese beso, comienzo a recordar las cosas que hice anoche y tapo completamente mi cara. Solté un suspiro y sonreí, y me levanté para buscar mi ropa y luego entrar a su baño. Al salir me di cuenta que tenía llamadas perdidas de mi hermana, y también dos mensajes de Luciel. Siempre que salgo le envío un texto cuando llego a casa, pero era obvio que anoche no tenía cabeza para eso y toda la culpa comienza a venir- no... oh, dios -bloqueé mi teléfono y llevé ambas manos a mi cara, y después arreglé su cama para salir a donde su hermano. He cerrado con cuidado la puerta y no es hasta que me saluda de nuevo que lo miro- buenos días -ese saludo no salió nada natural, estoy muy avergonzada y no es por lo que hicimos, sino porque sé lo que debe pensar, o tal vez no y solo es la culpa resonando en mi cabeza.
Me senté a tomar el café que me ofreció y entonces empezó a lanzar sus preguntas, ya lo sospechaba y solo me reí y asentí algunas veces.
-Lo siento -interrumpí la plática y saqué mi teléfono- mi hermana -respondí su incómoda pregunta, y contesté allí, pues no es como si necesitara privacidad para hablar con ella- hola, sí... sí, perdón, me quedé a dormir en la casa de unos amigos -recibí el regaño en silencio y en ese momento entró Ziba, no sé cómo actuar ahora- sí, iré en un rato, te quiero -colgué y suspiré largo, y después miré a Ziba- era mi hermana -¿por qué doy explicaciones? Bueno, sé porqué, y esto no tiene sentido. Mi cabeza es un caos, y como no sé qué decir llevé la taza con café a mi boca.