Agua de rosas {Privado}

Recuerdo del primer mensaje :

Aunque he preguntado, no espero realmente que acepte, yo solo me impongo ante ellos, porque sé que si les doy tiempo a pensar, alguno terminará diciendo que no y arruinando tal vez la ultima oportunidad que les queda. Entiendo esos miedos al futuro, a saber que no existe realmente un futuro para ellos, se muy bien lo que se siente, yo no sé cuando deberé soltar a Aaren para verlo casarse con Kajsa o cualquier otra persona adecuada para él, y aunque odio la idea, prefiero un día más a su lado, si tengo al menos un día más, quiero sentir esa felicidad de nuevo.

En en el taxi doy la dirección de Ian, no creo que haya salido a buscar una conquista, él es un poco aburrido para esas cosas.
-A casa de un amigo- contesto un poco molesta y me giro para mirarlo -Nico, te gusta mi hermana ¿cierto? - lo interrogo bastante seria -¿al menos una vez, puedes solo hacer lo que quieres hacer  y dejar de pensar en si está bien o mal? sin pensar en finales feliz o tristes. Si lo de ustedes ya está condenado a fracasar, al menos solo sean felices un día- me acomodo de nuevo en mi lugar y veo mi celuar cuando suena de nuevo, otro mensaje de nana que pregunta donde estamos, que el empleado a llamado para avisar que no nos encuentra -al menos es una ventaja que te quitaran el celular- le comento divertida porque al mío ya están llamando.
-Hola... no, ella me parece que se quedó a dormir con su amiga, no lo sé, ¿yo? me fui a una fiesta. No. No. No tengo el contacto de la amiga. Es Kajsa, no haría una tontería, tal vez solo se le olvidó avisar. Trataré de conseguir el número - suspiro cansada cuando cuelgo, en cuanto dije que no estaba con Kajsa, el tono de esa mujer cambió -está vez yo voy a cuidar de ti- le digo a Kajsa por la mentira que he dicho de no estar juntas.
Saco unos billetes para pagar y subo al edificio y doy unos golpes en la puerta.
-¿alguien ordenó una conejita?- le digo con una gran sonrisa coqueta a Ian cuando abre la puerta.

Ella insiste en ponerme en una categoría muy favorable, y me hace sentir confundido. Sé que Karin está enamorada de ese chico, no quiero perjudicar más su vida y nuestra amistad está bien tal cuál es. Tampoco es como si eso diera a entender que ella está enamorada de mí, pero especial es mucho, aunque me gusta.
-Ah, pues… entonces lo soy -le sonreí tratando de no verme afectado, pero tengo un conflicto interno. Ahora que he terminado con Sora, todo se vuelve mucho más difícil.

No me gustaría que dos extraños tuvieran sexo en mi casa mientras yo paso por un lapso de abstinencia. Podría salir en busca de ello, pero es mucho problema y dudo tener una novia pronto.
-Tú dime, entre lavar sábanas o cojines, ¿qué eliges? -obviamente no permitiría que lo hicieran allí. Ella se ve muy inocente y el tipo muy serio, pero sigue siendo un hombre, y por como vienen ellas vestidas… incluso yo deseo esas cosas, lo mejor es darles privacidad y evitar momentos embarazosos- oh no, tu ropa es bellísima, pero no dormiré contigo así, es como una invitación. A menos que quieras usar el sofá -me encogí de hombros y le entregué las prendas. Me reí por lo que dijo sobre ellos, parece aferrada a que lo de su hermana y ese chico funcione.
Cuando ella se giró me quedé inmóvil. Le he dicho varias veces que pare con sus insinuaciones, pero le divierte jugar conmigo. Y no sé si está al tanto de lo que siento o solo es demasiado confiada.
-Cierto, no te he contado -agarré su cabello y lo pasé hacia delante- he terminado con Sora -bajé el cierre de su traje hasta la cadera. Ella… no trae nada abajo, ¿verdad?- hace unas semanas ya. Dije he terminado, pero fue ella la que vino  hablar conmigo -la abracé por la cintura y me asomé por un lado- es que estabas estresada, por eso no te lo conté -siento mi corazón ir muy rápido. Sé la excusa que le daré si me reclama, pero en realidad busco cualquier abertura para poder pegarme a ella. Le sonreí con malicia, como si me estuviera vengando de lo que me hizo hacer. Es un juego constante, insinuando cosas, abrazándonos, tocándonos con cuidado. A veces siento que estoy por romper la distancia, porque esta situación me pone como loco- ¿también quieres que te quite el traje y te ponga la camisa? -nuevamente me reí. Hoy se ve muy linda, y estas semanas he intentado ser empático y concentrarme en que se distraiga de sus problemas. Pero no puedo ignorarla a tal grado, estoy tentando mi suerte.

-Bueno ya que solamente las pondré en la lavadora… ¿importa cual sea?- le quito toda la importancia al tema, pues realmente no es que vaya a lavar las cosas con mis propias manos.
-Oh ya veo, pues aunque es la ropa más cómoda del mundo, creo que me cambiaré- obviamente no es cómoda, es demasiado ajustada y para dormir sería incomoda, así que obviamente me voy a cambiar. Sobre lo de la invitación, no contesto nada, siempre es así, uno dice algo, y el otro a su manera lo evita.

El mueve mi cabello, y a lo que va la platica no lo esperaba. Siento como la ropa deja se ceñirse a mi cuerpo, el sonido del cierre al bajar lo escucho muy claramente, casi tanto como sus palabras.
¿Unas semanas? y me lo viene a decir ahora cuando me está prácticamente desnudando. Siento como rodea mi cintura, y por inercia con mis brazos mantengo la ropa pegada a mi para cubrir mis pechos.
-ah- no sé que más decir, esperaba no sé, que me empujara y me dijera que puedo hacerlo sola, o que me que lo bajara rápido y se saliera mientras me dice que no debo hacer ese tipo de cosas. Alcanzo a notar su sonrisa, y me siento nerviosa. En otras circunstancias algo como esto me daría igual, solo sería divertido y seguiría el juego que yo misma he empezado, pero ahora me siento como atontada. Respiro un poco más profundo de lo normal -yo- ¿desde cuando me comporto de esta manera? no es para nada mi estilo, esta clase de actitudes se ven bien en mi hermana, no en alguien como yo. Giro mi rostro para dejar un beso en su mejilla y le dedico una sonrisa -Eres un amor- le doy un pequeño empujoncito con mi hombro -bien, estoy muy cansada, así que por favor ayudame- muchos pensamientos pasan por mi cabeza, creo que es una locura, pero mi orgullo a veces es más fuerte, soy una tonta orgullosa. Dejo de sostener el traje para cubrir, solo dejo que mis brazos cubran lo necesario.

-¡Me gusta Takabe! por eso la elegí- me río al decir eso, me gusta mucho poderle decir que me gusta sin que se moleste o reaccione de alguna manera negativa.
Me siento aliviada cuando dice que está bien, me espanto por un momento.
-Aham, sal y limón- reafirmo lo que el amigo de Karin ha dicho, pero la verdad es que aunque lo ha dicho no sé como se haría, buscaría en mi celular, pero no tengo, espero que mamá se canse pronto de mantenerme incomunicada. Aunque luego de esta noche no creo que se pueda.
-Si, perfecta- aseguro con una gran sonrisa, no quiero que se preocupe, a veces cuando tomo vino he sentido algo similar, aunque más ligero, debe ser porque tomé dos copas -Debe ser el vino- le explico para que no se preocupe -se pasa luego de un rato- resto importancia.
-El dijo que buscará- ya que él lo ha consentido, me he sentido con la confianza de hacerlo, debe ser una persona muy amable si Karin lo quiere tanto.
Detengo mis intentos cuando dice que él lo hará, miro como abre el refri, yo ni lo había pensando, pero no hay nada -¡Si hay!- comento dando unos pequeños aplausos. Veo lo que hace con las cosas y luego me entrega el vaso, camino con él a la sala y me vuelvo a sentar.
Comienzo a servir la cerveza en el vaso, pero sale mucha espuma y casi no logro servir nada, es como una sexta parte de cerveza y lo demás de espuma.
-Takabe, hice algo mal- le muestro el vaso lleno de espuma
No había pensado en nada de la ropa cuando dice eso, dejo las cosas en la mesa y bajo la mirada para ver mi ropa.
-Si, es incomodo, me aprieta un poco- digo acomodando el escote tratando de buscar que me quede mejor -dormiré sin él- contesto con una sonrisa encontrando la solución perfecta.

¿Qué clase de razonamiento es ese? Pero sonreí sin querer. Está borracha por tan poco, y expresa las cosas con menos miedo que usualmente. De por sí siento que no puedo con eso, y ahora es mayor. Pero me gusta escuchar que le gusto, me hace sentir que quedarme no pudo ser tan malo.
-De acuerdo -al menos luce contenta, ya mañana se quejará de la resaca. Por eso le debería restringir el alcohol, pero siento que es más fácil hablar o hacer algunas cosas si ella se encuentra así. No quiero aprovecharme de su estado de ebriedad, más bien, puedo detenerme por eso, para no culparme de hacer algo en ese estado.

-Debes ladear un poco el vaso y servirla más lento -tomé el vaso y lo miré- tómale- le sonreí, quisiera ver cómo se forma en su boca un pequeño bigote de espuma- así podremos servirla más rápido -dejé el vaso con ella y tomé un gran trago de la mía. Esos dos han tardado, me pregunto qué estarán haciendo.
Miré a Kajsa cuando se acomodaba el escote. Sentí mi cara caliente, y tomé otro gran trago de la lata.
-¿Cómo? -dejé la lata sobre la mesa. Mi corazón comenzó a palpitar rápido- ¿y exactamente con qué? No puedes dormir… sin nada en la casa de un extraño. Además…. además -espera, ella no dijo que dormiría conmigo, mucho menos frente a ese hombre. Y si observamos un poco, hay dos habitaciones. Aunque Karin dijo sobre darnos un momento especial, ¿realmente dormirá con ella o…?- amm, dormirás con Karin, ¿cierto? -tomé la lata, ya no tiene nada, así que me levanté por más al refrigerador. Estoy siendo igual de confianzudo, pero eso no tiene importancia, ¿desde cuándo volví a esta etapa de la adolescencia?
Me tumbé en el sofá y eché la cabeza hacia atrás. Esto es cansado.
-Solo recuerda que hay dos hombres aquí, Kajsa. Ya no eres una niña, y mucho menos luces como tal -cerré los ojos y solté un suspiro.Siento las gotas de agua de la lata correr sobre mis dedos- Karin dijo que estarías conmigo hasta el amanecer, así que tu idea de dormir sin ese traje queda descartada -qué idiota, yo sugerí esto en primer lugar- tal vez deberías volver a casa, estarías más cómoda -abrí los ojos y la miré. Se ve tan linda con las mejillas rojas- te ves linda -le sonreí y me senté bien para poder abrir la lata y darle un trago.

Ella no reclamó nada, y deje de sonreír en cuanto pegó un beso en mi mejilla. Me hice a un lado con ese empujonsito, ¿ella va en serio? Mi pulso va más rápido que hace un rato, no se me ocurre alguna broma tonta para hacer. O simplemente debería darme la vuelta e irme, pero… esto ha pasado tantas veces. Además, ver su cuerpo no es nada del otro mundo, he dormido con ella infinidad de veces, así que, bueno, este es otro paso a nuestro lazo de confianza.
-De acuerdo -esperé que bajara un poco su traje. Tragué saliva y me acerqué de nuevo por su espalda. Tomé el traje por los laterales y lo bajé despacio, no puedo evitar mirar su espalda- la camisa -su traje está en el suelo, y yo me giro para tomar la camisa… blanca. Demonios, pero ¿cómo se supone que supiera que no traía nada abajo? Era más sencillo quitar el traje una vez puesta la camisa- necesitarás una sudadera, no creo que quieras que el novio de tu hermana te vea -le muestro lo delgado de la camiseta y luego la pongo sobre su cabeza. Ha entrado, y agarré su cabello para sacarlo por el agujero de la camisa, acomodandolo de nuevo hacia delante. Ahora tendrá que alzar los brazos para meter el resto. Me agaché un poco y dejé un beso en su espalda. Es muy blanca y delgada- es tu castigo -dije muy bajito- termina de colocarte la camisa, buscaré una sudadera -me di la vuelta y fui al closet. Un sueter delgado debería funcionar.
Mi corazón está muy acelerado, me tomé mi tiempo para supuestamente buscar, porque sino mi cuerpo reaccionara de manera más evidente. Respiro profundo algunas veces e intenté mentalizarme, estoy dando la espalda y ella a mí, no debería notar mi problema. No puedo creer lo que hice, pero es difícil resistir. Antes tenía a Sora, por ello me sentía culpable de hacer algo. Ahora que no está, ¿no es más sencillo? Aunque ella tiene novio y un montón de cosas más importantes por las qué preocuparse. Pero sé que no es tampoco eso, sino el miedo de arruinar todo. Me gusta lo que tenemos, pero también desearía más.
-Toma -llegué hasta ella y luego de entregarlo, me tumbé en la cama y cerré los ojos. No puedo creer que me ponga así por una chica casi diez años menor. En serio hay algo mal conmigo- Karin -hablé sin abrir los ojos- ven aquí un momento -abrí los ojos y la miré- ven aquí, por favor -me moví un poco para que ella se acostara junto. Solo quiero abrazarla y saber que está aquí.

La parte erotica de quitar alguna prenda siempre la he ignorado, suelo ir más directo al sexo y la ropa siempre desaparece rápido, pero esta vez hay algo cargado de demasiado erotismo en todo lo que está pasando. Para mi suerte mi arriesgada tontería de seguirle el juego sale bien, él solo parece concentrarse en cambiarme de ropa.
-Pues no supongo que sería incorrecto- claro que no lo haría, pero no voy a actuar escandalizada por eso cuando esto casi completamente desnuda ante él.
Pasa la camisa por mi cabeza y hasta acomoda mi cabello. Cuando estoy por meter los brazos el deja un beso en mi espalda y siento como mi piel se eriza. Apenas alcanzo a escuchar que dice que es mi castigo… si me castiga de esta manera, ¿como voy a dejar de hacerlo?

Cuando el se gira termino de ponerme la playera, debo actuar normal, pero me siento un poco aturdida. Me giro hasta que él vuelve con la dichosa sudadera y lo veo desplomarse en la cama.
-¿qué?- lo miro, está con los ojos cerrados, tal vez lo hice enojar esta vez. Cuando abre sus ojos y me mira siento algo que recorre mi nuca, como una descarga eléctrica, me he quedado confundida y solo reacciono hasta que me pide de nuevo que me acerque. Dejo la sudadera a un lado y me acomodo a su lado. Sé que él es especial para mi, debería dejar de arriesgar nuestra amistad, pero también me gusta mucho, creo que siempre espero que él aguante mis juegos y solo me siga rechazando, pero obviamente, también a veces espero que él solo deje de hacerlo. Pero bueno, creo que si ya soportó hasta esto, creo que entre nosotros no pasará nada. Sé que no le soy indiferente, pero ahora que no tiene novia, algo debe seguir deteniéndolo. Al menos el tiene una gran fuerza de voluntad, yo no creo que pudiera evitarlo, no sé poner freno a ese tipo de cosas.
-eres realmente un tipo raro- comento luego de un rato. Solo quiero romper esa tensión, aunque no sé si solo yo lo siento o él también -parece que solo eres amable y no un pervertido.

No pensaba que servir una cerveza tuviera algo de complicado, pero parece ser que me equivocaba.
-Pero es pura espuma- comento cuando dice que le tome, pero el dice que es para poder servir más, así que tomo el vaso y trato de tomarle, pero más bien solo termino comiendo espuma y sal, es una tontería pero al menos no me desagrada -listo- feliz le entrego el baso mientras relamo mi boca con mi lengua.
-Pero esto será incomodo- comento cuando dice eso -Si ¿por qué?- solo cuando pregunta eso pienso un poco y recuerdo las tonterías que decía Karin sobre este y luego cubro mi boca -¡esa niña!- exclamo un poco molesta pero luego pienso en la idea de dormir con Takabe y mi cara se enciende de inmediato pero inevitablemente sonrío.

-ah, lo sé, pero el otro hombre está con Karin, no está aquí- no sé que tiene que ver la cantidad de hombres en la casa -Dormiré con el entonces. Me cubriré con las sabanas y no tendrás que verme- me quedo pensativa de que otra cosa puedo hacer, pero no muchas cosas pasan por mi cabeza, de hecho no pasan cosas de ese tipo por mi cabeza, imagino a Takabe y a mi en la cama besándonos.
-eh- ahí está, de nuevo esto parece que está por terminar pero además dice que me veo linda -no te entiendo ¿quieres que me vaya?- pensaba que esta vez no terminaría tan mal o al menos no tan pronto, pero con él no debería sorprenderme, ¿pero porque sonríe  así y me dice linda? -es por el traje, en serio que dormiré con él, puedo abotonar la bata- comienzo a intentar hacerlo pero parece algo demasiado complicado esta noche así que solo la cierro con mis manos -No quiero irme- le pido tomando su mano -Solo esta noche, te prometo que no haré nada que no te guste, solo dime que cosas no quieres. Puedo ir a pedirle ropa al amigo de Karin, ¡Eso haré!- me pongo de pie para ir a la habitación y comienzo a tocar la puerta.

Me río al ver su boca llena de espuma. Eso ha sido muy tonto, pero me quedaré con esa imagen de ella. Sí, después de todo, lo que suceda hoy puede que no se repita, así que está bien si hacemos una o dos inocentes tonterías.
-Bien -mientras servía la bebida sonreía. No debería estar sirviendo más, pero ahora yo también he tenido curiosidad por el sabor. Sé cómo usar eso por los trabajos que he tenido, pero nunca llamó mi atención probar semejante cosa.

Suspiré largo, recién se da cuenta de algunas cosas. Creo que ella no espera algo así de esto, quiero saber qué quiere. Tal vez solo hoy pueda cumplir lo que ella quiera, porque me doy cuenta que no sería demasiado exigente como otras chicas.
-Sé que es incómodo, pero… no es como si hubiera otra opción -ella lo ha interpretado de una forma extraña, y rasco mi cabeza frustrado. No soy capaz de transmitirle las cosas como quiero, pero siento que terminará pensando que soy un pervertido que no quiere tener mucho acceso a su cuerpo porque no dudará en mirarla- tal vez podamos conseguir algo -dije bajo. Tomé más de mi cerveza. Podría usar la bata, es lo suficientemente larga. Y entonces tendrá que dormir con Karin, el amigo de ella en su cuarto y yo me quedaré en el sofá. Ya es bastante haber invadido su casa, así que estoy bien con eso- no dije eso, solo… me refería porque te sientes incómoda con esa ropa, pero no es porque te esté corriendo -¿por qué tiene que pensar lo peor de mí? ¿En serio he sido tan malo? Tal vez sí y ahora le es inevitable reaccionar así- Kajsa, no, nada de eso -comienza a desesperarme que no entienda, y de un momento a otro ya se encuentra alterada por eso que he dicho- ¿qué? No, Kajsa -la miré irse y me levanté rápido para ir tras ella- ¿qué estás haciendo? Para con eso -la regañe. Me di cuenta que de nuevo estaba siendo rudo y suspiré cansado. Tengo que ser paciente- ven aquí -le tomé de la mano y abrí la puerta de lo que parecía el baño. Es pequeño,pero hay suficiente espacio para ambos. Puse el seguro y bajé la tapa del escusado para que se sentara- escucha -me agaché a su altura y tomé su cara con mis manos- no dije que te fueras, solo estaba pensando en lo que sería más cómodo para ti, ¿de acuerdo? Ya te dije que me quedaré, así que no tienes que ponerte a la defensiva -mi voz se va calmando poco a poco. No quiero que salga su hermana y comience a sermonearme, esto debemos arreglarlo nosotros- te prestaré la bata para que puedas dormir cómoda, así que deja de ser tan cuidadosa con lo que haces, deja de querer complacerme con cada pequeña cosa, eso lo hace más incómodo - la miré durante unos segundos- me enamoré de ti por cómo eres, está de más que trates de ser perfecta -agaché la vista. Esto es vergonzoso.

Me levanté y le extendí la mano para que lo hiciera también, espero que traiga ropa interior abajo.
-Okey -respiré hondo, no puedo creer lo que estoy a punto de hacer- tu hermana está ocupada haciendo no sé qué cosa, así que te ayudaré para que estés cómoda cuanto antes -la tomé de los hombros y miré su cara- te quitarás el traje, yo te ayudaré a abotonar. Mira -tomé la punta inferior de la bata que llegaba un poco más abajo de sus rodillas- te cubre lo suficiente. Ahora, me giraré para que te quites el traje, y cuando estés lista,me avisas -me di la vuelta y me crucé de brazos. Cerré los ojos y respiré hondo varias veces. Deja de pensar, solo recuerda que estás cuidando de un problemático borracho.

Su respuesta no me gustó para nada, me hace pensar que cualquiera que estuviera, da igual, ella haría lo mismo porque no le interesa quién la mire o no.
-Como desees -pero no entraré en el papel de celoso, no con ella, no tengo ningún derecho. Ya tiene un novio que juegue ese rol, y no soy yo.

Esto es bastante frustrante, y ella en lugar de bromear al respecto o reírse de mí, termina haciendo caso a lo que pedí y se acuesta a mi lado. Quiero que se burle, de esa forma me dará fuerzas para fingir y burlarme también, y volver a esa cómoda posición desde la que nos observamos.
No dudé en girarme a ella y abrazarla, y cerré los ojos para no ser consciente de su atuendo.
-¿Tan mal concepto tienes de mí? -me reí- supongo que sí soy raro. Pero así me quieres -aseguré, y sentí un espasmo cuando solté eso. Fui yo quien lo dijo, y aún así me afectó- quédate un rato así -necesito calmarme y convencerme que es esta el tipo de relación entre nosotros. Pero sigo siendo un hombre, y mi mano pasó por su espalda de arriba a abajo sobre la delgada camisa.

Un par de golpes me hizo abrir los ojos y mirarla. Enderecé un poco la cabeza y el silencio hizo que el ajetreo de afuera se escuchaba un poco.
-¿Estarán bien? -debo aprovechar esta oportunidad para separarnos y volver a lo que normalmente somos. Pero ellos no tocaron más, así me quedé unos segundos y se hizo total silencio nuevamente. Me volví a recostar, esta vez mirándola- tú eres rara también -mi mano fue a su mejilla y la acaricié- no haces nada para detenerme, pero tampoco eliminas la distancia.
La miré por unos segundos. Siento de nuevo ese efecto en mi estómago y mi pecho, y mi mano va a su cintura. Pienso que saldrá corriendo en cuestión de segundos, en ese caso, ¿qué diré para que no termine aquí todo?- promete que no te irás pase lo que pase -mi mano en su cara dejó de acariciar, y tomé la punta de sus cabellos- no solo hoy. Después, no te pondrás delicada y dejarás de venir -me reí para romper un poco esta tensión en el ambiente. Pero es en vano. Yo no puedo aguantar más, pero si de mi resistencia depende nuestra relación, tendré que hacerla más fuerte. Ante todo deseo que ella tenga ese lugar al cuál volver, me gusta ser eso en su vida incluso si no puedo ser el hombre que ama.

Me acurruqué en sus brazos, me encanta ser abrazada por él. Cierro mis ojos y solo disfruto de este momento, lo quiero mucho, y no lo quiero fuero de mi vida. Debo dejar de ser una tonta.
-El peor de todos- digo jugando -si- mi voz ha salido un poco baja, pero creo que con lo cerca que estamos es imposible que no me escuche. Creo que lo mejor es regresar a la normalidad, pero no sé si es solo casualidad o él lo notó, pero me pide que me quede así y no me muevo.
Doy un saltito cuando escucho la puerta, me pongo un poco nerviosa, no sé porque, solo me siento mi corazón acelerado y espero escuchar a Kajsa pero no ocurre, solo miro la puerta sin que nada más pase.
-No lo sé- pienso en salir y ver que ocurre, pero solo sigo esperando alguna señal.
Evito su mirada cuando dice esas cosas, tengo miedo de como me siento, mi corazón se a agitado, pensaba que con Aaren me ponía mal, pero ahora no estoy segura.
-¿Por qué me iría?- si, definitivamente yo soy de las que huye cuando está acorralada. Pero esta vez me gusta sentirme así. Subo mi mano por su cuello y mis dedos tocan su nuca y lo jalo un poco para que su rostro se acerque a mi -mira, elimino la distancia- comento bajito, y comienzo a acercarme de nuevo, lo suficiente como para que su rostro ahora se vea borroso y luego rodeo su cuello con mis brazos, haciendo que nuestros cuerpos queden completamente pegados, pero mi rostro está aun lado del suyo, mejilla con mejilla -¿así de cerca está bien?- pregunto risuña y dejando otro beso tronado en su mejilla me separo de él. Tengo una sonrisa ancha en mi cara y me levanto tomando la sudadera. Me levanto de la cama, le doy la espalda y me quito la playera y me pongo la sudadera.
-Se la daré a mi hermana- comento con una sonrisa traviesa. También tomo las bermudas y me las pongo, no porque desee usarlas, sino porque salgo del cuarto y no quiero incomodarlos.
Al llegar a la sala no los veo así que voy a la otra habitación, y trato de escuchar si están ahí pero no hay nadie, así que toco la puerta del baño.
-¿en serio en el baño?- comento divertida -Bueno, bueno, no los juzgo. Oye Kajsa, dejo una camisa en la cama de la habitación del fondo para que puedas dormir, yo ya voy a dormir, los veo mañana- camino de nuevo a la cocina, al abrir el refrigerador pienso en tomar una cerveza, pero me decanto por algo de agua y regreso a la habitación, sonrío a Ian, dejo mi vaso en la mesita de noche del lado donde suelo dormir y camino al baño.
Al cerrar me recargo en la puerta y me termino sentada en el suelo, mi pecho va a explotar y todo mi cuerpo sigue estremeciéndose por cada segundo de recuerdo que pasa en mi cabeza. Llevo una de mis manos a mi pecho como queriendo obligar a mi corazón detenerse. No es que me importe ser fiel, eso la verdad nunca ha sido algo a lo que le de importancia. Es justamente por lo importante que es Ian para mi, no quiero que termine odiándome.

Solo hasta que me regaña es que dejo de hablar o moverme. Hice las cosas mal, de nuevo lo he hecho enojar. No sé como arreglarlo ahora ¿que debería hacer? solo puedo pensar en como lo estoy arruinando todo, quiero llorar, pero solo bajo la mirada.
Él me toma de la mano y abre una puerta, es el baño. Me senté donde me indica, todo se mueve bastante, pero sigo con la mirada en el suelo. Asiento cuando dice que escuche. No puedo evitar su mirada cuando toma mi rostro con sus manos.
-pero dijiste que debía volver- siempre me cuesta entender a Nico, desearía poder conocerlo bien, pero no hay más que lo poco que deja ver al mundo, además de eso siempre siento miedo de lo que puede hacerlo molestar, siempre son muchas cosas -¿eso te molesta? ah, no sabía- no pensé que algo como querer complacerlo también fuera malo. Mis ojos se abren con sorpresa, siento un sin fin de cosas por las palabras que dice -¿Te enamoraste? - pregunto casi sin poder creer lo que acabo de escuchar -¿de mi?- sigo sin poder creer lo que ha dicho. Creo que esto debe ser un sueño.
Me levanto cuando me ofrece su mano, o miro aun como esperando a que desaparezca y yo despierte.
-ok- me comienzo a quitar el traje y vuelvo a cerrar la bata con mis manos -Ya- contesté bajito.

Karin toca la puerta y comenta algo de ropa para dormir.
-No hará falta- digo tomando su mano para que deje de abotonar y sin soltarlo salgo de la habitación para ir a la habitación del fondo. Veo la playera así que suelto a Takabe y dejo la bata a un lado para ponerme la playera -¡Listo!- digo feliz pues es cómoda, creo que la bata no lo sería tanto -¡Tu cerveza!- digo recordando lo que hace rato tomábamos. Al salir a buscar las cosas veo a Karin entrar de nuevo a la habitación. Me detengo un momento porque se veía muy chistosa con esa ropa encima. Tomo la lata de cerveza de Takabe y mi vaso, pues solo he tomado espuma de él.
-Toma- se lo entrego y tomo un poco del mío -Sabe bien- digo ahora que el sabor no ha sido tanto problema. Dejo el vaso medio vacío en el primer lugar que encuentro y luego solo cierro la puerta.
-Takabe- pongo seguro en la puerta mientras comienzo a acercame a él -Cuando te vi, sentí que eras todo lo que yo soñaba, cuando te vi sonreir, ¡oh dios! yo supe que solo necesitaba amarte- lo empujo a la cama, nunca he hecho este tipo de cosas, pero ahora no importa cuan avergonzada pueda sentirme, me acomodo a su lado -te amo- tomo su rostro con mis manos buscando sus labios.

Suspiré cansado. Nunca he sido tan cuidadoso con las palabras, Kajsa me hace plantearme la forma en que me expreso, o es que ella está más sensible de lo normal debido al alcohol.
-Era una opción para que durmieras cómoda, si odiara estar aquí contigo no te correría, me iría yo en primer lugar -es complicado ponernos de acuerdo, pero es que solo con ella me sucede esto. Siempre he sido frío a la hora de hablar, diciendo solo lo necesario y a veces opinando sin miedo, pero con Kajsa termino confundiéndome y arrepintiéndome- no me molesta, solo no es necesario -no sé cómo explicarlo. Es como un niño pequeño al que debes explicar las cosas de manera que no las malinterprete para que no se haga daño.
La miré y sentí mi cara arder, es la segunda vez que me confieso a la misma persona, pero ahora se trata de algo mucho más intenso y no solo un gusto superficial.
-No tengo razón para mentirte -desvié la mirada, en este momento no quiero que sea tan directa, me hace sentir pequeño.

El sonido de la puerta me hizo sentir nervioso, más aún lo que su hermana dijo. Se ríe, pero ¿no era esto lo que esperaba? Aunque nada sucederá, Kajsa es una chica muy inocente, me tuvo la suficiente confianza para tomar mi opción sin dudar.
Pero entonces ella me arrastra fuera del baño y terminamos en la habitación contigua. Se quita la bata sin previo aviso, y aunque desvió la mirada lo más rápido posible, no pude evitar mirar todo su cuerpo. No hablé cuando salió, ella anda muy activa y yo apenas si puedo procesar todo lo que va pasando. Agarro mi cerveza y doy un trago por los nervios. Esa camisa cubre menos que la bata que yo le había dado.
Dejo la lata en una mesita dentro de la habitación, estoy tan cansado.
-¿Qué? -tragué saliva. ¿Acaba de asegurar la puerta? ¿Qué sucede con ese cambio de actitud? Ella se ve muy segura ahora, ¿puede ponerse de acuerdo? Retrocedo un par de pasos y siento cómo caigo en la cama boca arriba. Abrí mis ojos con sorpresa, mi corazón está latiendo demasiado rápido, mi cuerpo se siente muy caliente. Dios, ¿ella va en serio? Pero todas esas cosas que dice sobre mí se sienten bien, y de repente parece ridículo poner alguna resistencia.
Me giré a ella para poder besarla. Cerré los ojos y en mi cabeza ya no hay nada, solo ella y el sabor de sus labios. Mi mano fue hasta su cintura, y con un poco de desesperación busqué profundizar más nuestro beso. Es diferente que en la fiesta, como si mi instinto mandara y quisiera devorarla. No suelo pensar así de las mujeres, tengo la capacidad mental para llevar las cosas con calma, pero… Debe ser el alcohol.
-Lograste atraparme -mi respiración está agitada. Me gusta su rostro de ahora, no me imaginé mirarla alguna vez así, creo que será difícil olvidar esa expresión. La abracé con fuerza y fui consciente de las curvas de su cuerpo pegadas al mío- me estás haciendo perder la cabeza -un poco de mi orgullo se siente herido. Pero tenerla en mis brazos me da una sensación de estar vivo, muy vivo. Siento emoción, y la adrenalina que hace mucho…. no, nunca sentí nada similar.
Me moví para quedar sobre su cuerpo. La miré desde arriba durante unos segundos, con mis manos a sus laterales. Parte de mi maquillaje está pegado a su cara, y aún así se ve hermosa. No la recordaba tan preciosa.
-Kajsa, tengo miedo -sentí mi pecho oprimirse- pero te deseo -no puedo mentirme más. Todo el ambiente afecta mi cabeza. Y mi deseo no se limita a lo sexual, es eso lo que verdaderamente me asusta.

Sonreí al escuchar una respuesta positiva. Obviamente sé que ella me quiere, pero me importa la manera. Sé que entre nosotros hay algo má allá de la amistad, pero ¿hasta dónde puede llegar? Tengo miedo que si me atrevo, fracase, y que por eso ella se aleje. Me gustan nuestros momentos, hablar, confiar en el otro, pero también quiero más, cada día es más complicado no tocarla o ignorar esas insinuaciones entre los dos.
-Yo también te quiero -decirlo me pone nervioso. Hace bastante que no me expresaba tan directamente. Con Sora fue distinto, nos dejábamos llevar por el deseo. Con ella es todo lo contrario, como si quisiéramos evitar que nuestra relación se limitara a eso.

La observé con atención cuando acercó su rostro. Podría besarla en los labios, estoy seguro que nos sentimos similar, pero me contuve.
-Las personas se van -respondí tarde a su pregunta- tal vez soy la clase de persona que está hecha para ser abandonada. Me he vuelto paranoico -me reí haciendo de esa confesión una broma- sí, así de cerca -con su cuerpo en esta posición percibo su aroma y su calor, y mis brazos rodeándola hacen de este momento algo cómodo- me gusta sentir que estás conmigo -pero ella pone distancia luego de besarme y la miré un poco triste. Ella siempre me besa en la mejilla,es como una tortura.

Suspiré y me estire en la cama, mirando su espalda que quedaba desnuda para luego ser sustituida por esa sudadera mía. Lo mejor de prestarle mi ropa es que después trae impregnado su aroma. Diablos, ella tiene razón, soy todo un pervertido.
-De acuerdo -la seguí con la mirada y me acomodé mirando al techo. Me estoy enamorando de ella, y no sé hasta qué punto esto sea correcto. No soy muy fijado en la edad, y también está su posición social. Y aún así, mi mayor preocupación es perderla no por los factores, sino por ella misma, por mis propios miedos. A veces, cuando ella viene a mí porque algo estuvo mal en su casa, tengo el fugaz pensamiento de querer raptarla.Me he apegado demasiado a ella. No quiero ser dependiente, no quiero caer en el mismo error, pero, también sé que ella no es Adrik, y las cosas no se darán del mismo modo. Pero eso no quiere decir que la tengamos sencilla, para empezar, ¿ella estará dispuesta? ¿Me verá del mismo modo? Me hago especulaciones y ni siquiera estoy seguro de si le intereso del mismo modo.
Me levanté senté en la cama cuando ella entró y caminó al baño. Quisiera saber lo que está pensando.
Bajé las sábanas de la cama y me quedé sentado a un lado esperando, me siento nervioso.

Claro que me quiere, de otra forma no veo como iba a soportarme, puede que sea una persona sociable, pero también puedo ser una pesada y con él no soy siempre la más encantadora. Él la persona que más me ha visto llorar en años y me he metido en su vida casi a la fuerza. La verdad es que ni yo me entiendo, según me alejé de Leigh porque ya tiene una pareja y me refugié en Ian, pero Ian también tenía novia y no desaparecí o lo dejé en paz.

-Eres un dramático- suelto una risita -Todos somos hechos para ser abandonados- es un poco fatalista lo que él dice, pero creo que a todos nos pasará. Todos seremos abandonados y rechazados, unos más otros menos pero no es algo exclusivo solo para unos cuantos.
Mi respiración se vuelve más profunda al estar tan cerca, no sé como he logrado no buscar sus labios. Diría que es por ese aroma a menta que suele tener por su pasta de dientes o los chicles que le gustan, pero no, aunque yo, odio la menta, parece que con él no me molesta.
Que diga esas cosas me hacen sentir esa sensación en mi pecho, es cálido y hace que mi corazón se agite, no puedo estar tan cerca de él por tanto tiempo, soy demasiado débil. Por eso me alejo a la menor oportunidad, porque creo que mientras más tiempo juntos, menos podré aguantar.

Me levanto del suelo y voy a lavar mi rostro para quitar el maquillaje, pero lo hago muy lento, quiero prolongar este momento para recuperar todo mi autocontrol, hoy he estado demasiado cerca del fuego y casi me he quemado.
Jalo mucho aire para armarme de valor y abrir la puerta. Está sentado en la cama y sonrío en automático.
-¿ya tienes sueño? yo estoy algo cansada- corro a la cama y de un salto me subo en mi lado y me meto por completo bajo las sabanas -espero que funcione lo de esta noche. No espero darles un final feliz, no creo que Kajsa se pueda liberar de lo que significa ser quien es. Sabes, creo que hay dos tipos de niños de clase alta. Los que son libres y les dejan hacer todo y se vuelven unos lastres para los propios padres- hablo de eso como si yo no perteneciera realmente a ese mundo -y los que están completamente sometidos por sus padres. Kajsa es así y Aaren también… al final ellos probablemente van a terminar casados - Quiero a Aaren, pero es verdad que él no irá en contra de los deseos de su familia -Solo quiero que Kajsa conozca un poco lo que es ser feliz- sigo cubierta aun hasta la cabeza y me giro para dar la espalda a Ian.

Él me ama… no puedo creerlo, es que pensaba que eso era imposible, yo estoy tan por debajo de la clase de chica que él, debería merecer. Pero me ama y yo a él, no puede existir nada más perfecto que esto. Esto parecía tan irreal desde el primer momento que me acerqué a él, mi vida ya está decidida, pero eso no importa ahora, no puedo dejar que la persona que amo y que me ama no estemos juntos, definitivamente cancelar el matrimonio es lo mejor, todos podríamos ser felices.

Me siento desinhibida y segura, tal vez por causa de saber lo que él siente por mi o por el alcohol, pero da igual, me siento bien y solo quiero hacer esto.
Nunca había tenido un beso como este, no sé como soy capaz de mantener cierto control sobre mi, o tal vez es que ya no tengo ningún control y es puro instinto lo que me hace reaccionar. Sonrío feliz al escucharlo. La manera en la que habla en este momento hace que todo mi cuerpo se estremezca, no se que tiene, pero solo es demasiado maravilloso todo esto.
Me siento un poco perdida cuando mi espalda toca el colchón, el movimiento fue demasiado rápido, pero no importa, cuando lo veo solo no me importa estar perdida o confundida, nada importa mientras él esté aquí.
Estiro mis manos para tocar su rostro.
-shhh, hoy no, no puedes pensar en el miedo- le digo acariciando sus labios con mis dedos -yo también tengo miedo, todo él tiempo tengo miedo, pero esta vez me siento tan feliz, que no importa- creo que nunca había podido mirar sus ojos por tanto tiempo, pero es que ahora me es imposible alejar mi mirada de ellos -También te deseo, no quiero que este momento sea con nadie más que contigo- mis dedos se meten entre sus cabellos y mi mano derecha baja por su cuelo y se coloca enfrente, cierro mi pucho en su ropa y busco acercarlo, porque lo necesito, necesito sus labios, quiero su cuerpo tan cerca de mi como sea posible.