Agua de rosas {Privado}

Recuerdo del primer mensaje :

Aunque he preguntado, no espero realmente que acepte, yo solo me impongo ante ellos, porque sé que si les doy tiempo a pensar, alguno terminará diciendo que no y arruinando tal vez la ultima oportunidad que les queda. Entiendo esos miedos al futuro, a saber que no existe realmente un futuro para ellos, se muy bien lo que se siente, yo no sé cuando deberé soltar a Aaren para verlo casarse con Kajsa o cualquier otra persona adecuada para él, y aunque odio la idea, prefiero un día más a su lado, si tengo al menos un día más, quiero sentir esa felicidad de nuevo.

En en el taxi doy la dirección de Ian, no creo que haya salido a buscar una conquista, él es un poco aburrido para esas cosas.
-A casa de un amigo- contesto un poco molesta y me giro para mirarlo -Nico, te gusta mi hermana ¿cierto? - lo interrogo bastante seria -¿al menos una vez, puedes solo hacer lo que quieres hacer  y dejar de pensar en si está bien o mal? sin pensar en finales feliz o tristes. Si lo de ustedes ya está condenado a fracasar, al menos solo sean felices un día- me acomodo de nuevo en mi lugar y veo mi celuar cuando suena de nuevo, otro mensaje de nana que pregunta donde estamos, que el empleado a llamado para avisar que no nos encuentra -al menos es una ventaja que te quitaran el celular- le comento divertida porque al mío ya están llamando.
-Hola... no, ella me parece que se quedó a dormir con su amiga, no lo sé, ¿yo? me fui a una fiesta. No. No. No tengo el contacto de la amiga. Es Kajsa, no haría una tontería, tal vez solo se le olvidó avisar. Trataré de conseguir el número - suspiro cansada cuando cuelgo, en cuanto dije que no estaba con Kajsa, el tono de esa mujer cambió -está vez yo voy a cuidar de ti- le digo a Kajsa por la mentira que he dicho de no estar juntas.
Saco unos billetes para pagar y subo al edificio y doy unos golpes en la puerta.
-¿alguien ordenó una conejita?- le digo con una gran sonrisa coqueta a Ian cuando abre la puerta.

Ni siquiera prestaba atención al amigo de Karin, hasta que habla. Me molesto cuando escucho como le habla a Takabe.
-¡Oye- me quejo por lo grosero que es, pero luego me habla a mi. Me molesta lo que dice de mi, él no me conoce, no tiene idea… no, no la tiene. Lo miro irse, y luego bajo la mirada. Creo que tal vez debí escuchar a Karin. Ella nunca ha hecho nada con intención de herirme, y siempre se quejaba de mi amistad.

Miro a Takabe, él se está disculpando, y niego con la cabeza porque no creo que tenga razones para disculparse.
-Yo debí darme cuenta. Realmente soy una tonta- bajo la cabeza y cierro mis puños con fuerza. Me siento impotente y traicionada -ya no seré tan confiada, te lo prometo- estiro mis manos para tomar su rostro -voy a cancelar el compromiso, voy a arreglar todo, te lo prometo- realmente soy una idiota, justo como lo dijo el amigo de Karin. Quiero dejar de ser de esta manera.
Sé que a mamá no le va gustar nada, pero no hay manera de que pueda obligarme a casarme yo no lo voy a permitir.
Miro en dirección a las habitaciones, y mis manos sueltan el rostro de Takabe. Me comienzo a sentir mal por Karin, ella solo se fue, no dijo nada, y eso no es normal en ella.
-Me siento muy triste, ¿puedo abrazarte?- le pregunto mirando el suelo -¿Aun me amas?- no sé puede dejar de amar tan rápido, yo no he podido dejar de amarlo a él. Pero me asusta la respuesta.

La miré serio cuando me tomó del rostro. Dice que no será tan tonta, no sé si es la palabra que yo usaría, pero creo que le costará caer en la realidad.
-Kajsa, vamos a tomar las cosas con calma -cerré los ojos y suspiré. Me decidí anoche por ella, pensaba que todo terminaría hoy, pero creo que no. Simplemente no puedo decirle que la dejaré o que lo que piensa es imposible. Así que, sí, creo que podemos comenzar algo, no de la manera idealista que ella cree, pero al menos intentaré hacerla entrar en razón- no quiero que tengas problemas por mi culpa -pero tampoco es como si yo tuviera una mejor opción. No sé si su madre accederá, por lo que dijo su hermana lo dudo mucho. Pero anoche dije demasiado, y debo responsabilizarme por eso. Era más fácil cuando había callado cómo me sentía, pero si ella me lo recuerda tan directamente, no puedo evadirlo.

Su pregunta me tomó por sorpresa, ya no me siento tan molesto, pero sí nervioso por lo que sea que pueda ocurrir.
La abrace sin decir nada, y luego sentí cómo mi corazón se aceleraba. Ella es muy directa. Hace un rato apenas me miraba, pero ahora de nuevo me toma con la guardia baja.
-No te diría algo que no siento -me separé de ella y acaricié su cara- ahora, deberías volver a casa. Te llevaré, ¿de acuerdo? Dije que me aseguraría de acompañarte -no sé si su hermana se irá también. Creo que fui un poco rudo con ella, pero no sé si pueda disculparme ahora.

Me levanté y tomé su mano, ella parecía enojada con Karin, pero dudo que quiera irse sin decir nada.
-¿Quieres avisarle? Además, tu ropa, ¿estarás bien llegando así? -aunque no tengo nada más que ofrecerle. Supongo que pediremos un taxi, solo espero no toparme con alguno de sus padres, porque tendríamos un problema mayor.
Toqué la puerta de la habitación donde ellos se metieron, el tipo dijo que no interrumpiéramos, pero me da igual, solo quiero irme.

La abrace por la cintura cuando se levantó, y sonreí mientras decía que sí con la cabeza.
-Me sorprende que preguntes -me reí- siempre puedes quedarte -mi mano subió de nuevo a su cabeza y comencé a acariciar su cabello.
Podría decirle “te lo dije”, pero creo que no es el momento. Además ella me ha dicho que no le gusta que critique a su hermana, y por muy mal que me caiga y lo imbécil que ella sea, haré caso solo para que Karin no se sienta peor. Tengo tantas cosas que me gustaría soltarle para que deje de ser tan caprichosa, y a Karin para que no la consienta más. Pero por hoy es suficiente.
-Ya no pienses en eso -le di dos palmaditas en la cabeza- bien o mal, las cosas están hechas. Ella se dará cuenta después, es un poco tonta pero seguro que lo hace -tomé su nariz con dos de mis dedos e hice un ligero pellizco- pero basta de eso. Es domingo, nosotros deberíamos estar durmiendo -no quiero que piense más en eso. Sé que ella podría pasarse el día quejándose, y a mí no me molesta. Pero estoy cansado de verla triste por esa gente.

Su propuesta me hizo ponerme serio. Parece que bromea, pero dada la situación creo que de verdad está harta. Y he pensado en más de una vez proponerle eso, pero temía que causara el efecto contrario.
-¿Estás segura? -le pregunté serio- tú sabes que por mí encantado. No, ¿sabes qué? No lo pienses, hazlo -la abracé aún más fuerte y sonreí. Escuché los golpeteos y me separé de ella para mirar a la puerta- ahh… no vamos a abrirles todavía -dije regresando la vista a ella- pero hablando de lo otro. Podemos intentarlo. Te dejaré usar la otra habitación, y puedes conseguir un empleo de medio tiempo, no necesitas pagarme renta ni nada de eso, pero para tus cosas personales lo necesitarás -si por mí fuera incluso correría con esos gastos,pero a ella le incomodaría- pero… ¿cuánto falta para que termines la escuela? ¿Seguirás asistiendo? -no me gustaría que la dejara. Ella está por entrar a la universidad, pero tampoco quiero que siga en esa casa.
-¿Quieres que abra? ¿Quieres hablar con ella o los echo? -le mostré la lengua y me levanté- cierto, tengo ropa que dejó Sora aquí, puedo prestársela a tu hermana, tal vez le venga. De todos modos pensaba tirarla.

-Supongo que quiero escuchar que te gustaría que yo esté aquí- creo que no tengo porque explicar la razón de porque he preguntado, pero aun así lo hago, con él no tengo tanto problema en ser sincera, al menos no con todo.
Esta vez no defiendo a Karin, aunque solo le ha dicho tonta, pero ahora estoy un poco enojada y por eso no me molesta escuchar que diga eso de ella.
-Basta, no hagas eso- digo tallando mi nariz, no porque me haya lastimado, solo que estaba llorando, así que es un poco vergonzoso que toque mi nariz ahora -Suena bien volver a la cama y dormir mucho- digo ya más animada, él me hace sentir bien.

-Yo- hablo con duda cuando pregunta, pensé que solo lo tomaría como una broma para evitar darle importancia, ¿él realmente aceptaría que yo me quedara? -si..- el me abraza con mas fuerza, pareciera que se pone feliz. Debe ser bonito vivir en un lugar donde se alegren de verte, la idea aunque sea una tontería suena muy tentadora. Mi sonrisa se borra cuando escucho la puerta.
-De acuerdo- la obediencia no es mi fuerte, pero esta vez solo acepto.
Ian vuelve al tema de vivir juntos, todo lo que dice suena tan bien, como si todo pudiera ser tan sencillo y realmente lo es. Yo no tengo nada que me detenga en esa casa, ni siquiera estoy interesada en conseguir dinero.
-Estoy en mi ultimo año, al menos todo el año ya está pagado- supongo que estoy sacando algo de ventaja, pero es un dinero que ellos ya no pueden recuperar -Si, quiero al menos terminarla- la puerta vuelve a sonar.
-No quiero hablar, ni verla. Solo dile que me quedé dormida ¿si?- suelto una risa porque por un momento pienso “no le des nada, si tanto le molesta lo que he hecho, pues ya no haré nada por ella, así que no le des nada! pero no puedo ser así. Suspiro resignada tragando lo que me gustaría decir y solo asiento mientras me comienzo a meter entre las cobijas.
Por mi cabeza pasan las ideas de como sería vivir con Ian. Imagino cosas tan absurdas pero aun así sonrío.
-Quiero hacerlo. Pero no quiero no pagar nada… bueno no puedo pagar nada hasta que consiga un empleo. Pero cuando lo haga quiero colaborar un poco… pero solo un poco, porque seguro que este lugar es caro para lo que yo podría ganar- le comento mientras el busca la ropa.

Acepto lo que dice con un movimiento de mi cabeza, aunque la verdad es que no sé a que se refiere con tomar las cosas con calma, no es que yo espere que nos casemos pronto o algo así.
-Pero si no lo hago ahora, luego podría ser peor- mientras mas tiempo pasa, mas cerca estará la boca. Yo desee terminar todo cuando pasó lo de la fiesta de compromiso, pero Aaren insistió en que no dijera nada aun.

En automático mis brazos lo rodean, y puedo sentir toda esa emoción que me invade por sus palabras. Cerré los ojos al sentir su caricia en mi rostro.
-Si, gracias- contesto emocionada y llena de energía. Él me puede llevar de una gran felicidad con tanta facilidad.
Miro hacia las habitaciones, y muerdo mi labio un poco insegura, a mi mente vienen las palabras del rubio y me siento un poco culpable.
-Karin debe saber que hacer- ahora me siento mal, realmente dependo mucho de ella, porque ella siempre me cuida, así que en realidad sino me lo dijo, debería existir una razón. Me siento mal por el modo en que la trate.
Suspiro y camino de la mano de Takabe hasta la puerta de esa habitación. Es él quien toca la puerta pero nadie abre, aunque se escuchan sus voces dentro, pero no con claridad, solo ruidos.
Vuelvo a tocar yo, pero un poquito mas fuerte.
-Karin…- digo su nombre pero ella no responde, ella es siempre una persona que hace mucho ruido, y ahora no recibir no una respuesta me hace sentir rara. La puerta se abre pero es solo el amigo de ella. Bajo la mirada, siento feo por las cosas que dijo. Trato de asomarme para ver a Karin pero no la veo. El hombre me da algo de ropa, es bastante bonita de hecho -Gracias, ¿Karin?- pregunto esperando que la llame para poder hablar con ella.

Las cosas se arreglaron por ahora. Supongo que hablará con él, y lo de sus padres… eso sí es un poco más complicado. Es verdad que entre más tiempo pase, su boda estará más cerca. Pero me gustaría que pensara con claridad antes de tomar una decisión arrebatada. Pero también, yo no podré ir y ayudarla, es algo que debe resolver sola.
Solté un suspiro cuando mencionó a su hermana, honestamente no creo que quiera ayudarla ahora.
-Pensaremos en algo, primero debemos ir a despedirnos -de alguna forma, y aunque su amigo me haya caído mal, tengo que agradecerle por dejarnos quedar anoche. Sé que nosotros no le importamos, pero lo hizo y eso es lo válido.

Al llamar a la puerta nadie responde. Empiezo a sentirme incómodo, pero Kajsa no querrá irse sin decir nada.
-Tal vez debamos esperar un poco -nos quedamos allí de pie esperando, Kajsa la llama y aunque se escucha sus voces, no es precisamente para hablarnos a nosotros.
Cuando por fin abren la puerta, lo primero que hace el amigo de Karin es darle algo de ropa. Él dice que Karin se ha quedado dormida, y tal vez sea lo mejor, no creo que su discusión dure para siempre y no sé si podrían arreglarse ahora.
-Ve a cambiarte, te esperaré aquí -dejo que vaya hasta el baño y me quedo de pie en la sala. Es incómodo, el amigo de Karin va a la cocina. Tengo que agradecerle sus atenciones aunque no quiera- lamento los inconvenientes. Y gracias por las atenciones -se quedó todo en silencio un rato, y luego él responde como no dándole importancia. Tomó su café y se metió a la recámara, me dijo que era suficiente con jalar la puerta.
Esperé a que Kajsa saliera y miré su ropa, creo que es algo pequeña para ella, pero se le ve bien.
-Es mucho mejor que mi bata -dije mientras la tomaba- vamos -estiré mi mano y comencé a caminar con ella a la salida.
Abajo tomamos un taxi y ella dio la dirección de su casa. Pensé en dejarla una cuadra atrás, no le pasará nada si camina sola un tramo. Pero al final no dije nada y terminé llevándola hasta la puerta.

Sonreí feliz. Ella ya sabe eso, pero a mí no me importa admitirlo las veces que sean necesarias.
-Me gusta que estés aquí -afirmé. Al menos ya se ve más tranquila. Toda esa tensión se quedó allí afuera, y me alegra escuchar que no quiere ver a su hermana.

No era una broma, ella en realidad lo decidió. No creo que se arrepienta después, pero vamos, será difícil estar juntos diariamente. Vendrá un nuevo problema para mí, porque me sentiré más cerca de ella y se me olvida ese novio suyo. Solo espero que no lo traiga por acá, aunque lo dudo mucho, pero si trajo a su hermana, no lo sé.
-Entonces perfecto, seguirás asistiendo -comento feliz. No me importa si saca ventaja de sus padres, siguen siéndolo y no creo que pagar ese dinero les afecte mucho- me gusta tu determinación -la miro orgulloso- entonces solo falta que traigas tus cosas -la puerta suena y ella dice que no quiere ver a su hermana, así que acepto. Eso me agrada, no me interesa si la mayor queda inconforme, solo quiero que Karin esté tranquila.

Saco del closet algunas prendas. Sora es muy pequeña, deberá medirse a ver qué le queda mejor.
-Ya vengo -me agaché a darle un beso sobre su cabeza y abrí la puerta- toma, algo de ropa para que puedas irte a casa -le entregué las prendas y luego de que se metió al baño, caminé a la cocina para servirme más café. El chico me pide disculpas, pero parece más una para su propio orgullo- descuida, no fue nada -realmente fueron un dolor en el trasero, pero algo bueno salió de todo esto, así que debería estar agradecido- entonces… solo jala bien la puerta al irte, que les vaya bien -me metí al cuarto y al cerrar puse el seguro. Puse mi taza junto al buró y me metí en la cama junto a Karin. Tengo mucho sueño. Le susurré al oído que ya los había echado y le propuse dormir mucho.