Agua de rosas {Privado}

Recuerdo del primer mensaje :

Aunque he preguntado, no espero realmente que acepte, yo solo me impongo ante ellos, porque sé que si les doy tiempo a pensar, alguno terminará diciendo que no y arruinando tal vez la ultima oportunidad que les queda. Entiendo esos miedos al futuro, a saber que no existe realmente un futuro para ellos, se muy bien lo que se siente, yo no sé cuando deberé soltar a Aaren para verlo casarse con Kajsa o cualquier otra persona adecuada para él, y aunque odio la idea, prefiero un día más a su lado, si tengo al menos un día más, quiero sentir esa felicidad de nuevo.

En en el taxi doy la dirección de Ian, no creo que haya salido a buscar una conquista, él es un poco aburrido para esas cosas.
-A casa de un amigo- contesto un poco molesta y me giro para mirarlo -Nico, te gusta mi hermana ¿cierto? - lo interrogo bastante seria -¿al menos una vez, puedes solo hacer lo que quieres hacer  y dejar de pensar en si está bien o mal? sin pensar en finales feliz o tristes. Si lo de ustedes ya está condenado a fracasar, al menos solo sean felices un día- me acomodo de nuevo en mi lugar y veo mi celuar cuando suena de nuevo, otro mensaje de nana que pregunta donde estamos, que el empleado a llamado para avisar que no nos encuentra -al menos es una ventaja que te quitaran el celular- le comento divertida porque al mío ya están llamando.
-Hola... no, ella me parece que se quedó a dormir con su amiga, no lo sé, ¿yo? me fui a una fiesta. No. No. No tengo el contacto de la amiga. Es Kajsa, no haría una tontería, tal vez solo se le olvidó avisar. Trataré de conseguir el número - suspiro cansada cuando cuelgo, en cuanto dije que no estaba con Kajsa, el tono de esa mujer cambió -está vez yo voy a cuidar de ti- le digo a Kajsa por la mentira que he dicho de no estar juntas.
Saco unos billetes para pagar y subo al edificio y doy unos golpes en la puerta.
-¿alguien ordenó una conejita?- le digo con una gran sonrisa coqueta a Ian cuando abre la puerta.

Me quedé en silencio mirándola. Ella a pesar de tener miedo hace las cosas. Es una tonta y valiente. Porque de no ser el caso, si ella también fuera cobarde, entonces no habríamos llegado a este punto.
Sonrío al verla y hago caso a lo que pide, por hoy parece que los papeles se han cambiado.
-No lo olvidarás mañana, ¿verdad? -me reí de pensar en esa posibilidad. Dudo que realmente haya alguien que olvide sus acciones estando ebrio, pero si a Kajsa le ocurriera, seguro ella misma se odiaría. Y me reí de nuevo, porque son justo esos gestos torpes e inocentes los que me hicieron enamorarme.

Dejé que me jalara a sus labios y cerré los ojos. Siento una descarga por todo mi cuerpo. Moví mi rodilla para ponerla en medio de sus piernas, y me sostuve con solo una de mis manos. Rocé con mis dedos una de sus piernas. Me detuve y sentí cómo mi corazón se aceleraba. Me despegué para mirarla y saber si tenía su consentimiento. Estoy seguro que sí, pero, de nuevo viene ese sentimiento de inseguridad.
Mordí mi labio y pasé mis dedos por su muslo, haciendo que la camisa se levantara, tocando por el lateral hasta llegar a su abdomen. No he despegado mis ojos de ella, no quiero hacer nada que la incomode.
Me reí al ver su cara con las manchas de maquillaje, mi cara debe ser un desastre.
-Te ves hermosa -deje un corto beso en sus labios y acaricié su abdomen. Mi cuerpo está reaccionando cada vez más evidentemente, supongo que ahora es cuando se nota la poca experiencia que tengo, y la poca frecuencia con la que hago estas cosas.
Comencé a besarla de nuevo para no pensar tanto, e hice pequeños círculos con mis dedos cerca de su ombligo Su piel es muy suave, y comienzo a subir un poco mi mano conforme pasan los minutos. Me separo de ella para tomar un poco de aire y vuelvo a sus labios. No sé qué pasará después, y tal como ella ha pedido, he comenzado a dejar mi miedo atrás.
Mi teléfono comenzó a sonar, sentí la vibración segundos antes del primer timbrazo, e intenté ignorarlo. Pero por el alto volumen comenzó a ser más y más molesto, y rompió totalmente la atmósfera.
-Espera -me levanté y lo saqué para poder colgar, es alguien de mi trabajo. Solté un suspiro y a los segundos volvió a sonar- qué demonios -fruncí el ceño y suspiré. Presioné el botón de encendido por unos segundos y lo boté a un lado de la cama. Miré a Kajsa, está casi totalmente descubierta, así que me tiré a un lado de ella por la vergüenza- lo siento por eso -dije respecto a la llamada. Gire mi cuerpo para mirarla, y llevé mi mano a su cara- tal vez no deberíamos tener prisa -Karin habló sobre un momento, yo me mentalicé para lo mismo, pero ¿qué hay de tener un poco de esperanza? O vernos a escondidas, no creo que se casen pronto… Estoy pensando estupideces irreales.
Cerré los ojos y la abracé. Respiré profundo y comencé a acariciar su cabello. No tengo que tener sexo con ella ahora solo porque no podremos estar juntos. Mis sentimientos no se resumen a eso.
-Me pregunto qué pasará ahora -sigo sin abrir los ojos o despegarme de ella- quisiera quedarme así por mucho tiempo. Desde hace mucho que no me emocionaba por nada, no hasta que llegaste tú -ella me ha contado muchas veces cómo se siente. La solté y me coloqué boca arriba, tomé su mano y miré el techo- comencé a enfadarme más de la cuenta. Pero también esperaba ese nada misterioso café, eres muy mala para el anonimato, sabes -me reí y apreté nuestras manos- también esperaba que no volviéramos a encontrarnos en esas extrañas coincidencias, pero cuando lo noté, en realidad sí lo esperaba. Quería ver qué otro lugar sería testigo de nuestros extraños encuentros -se siente liberador hablar a detalle sobre lo que siento. No solo admitir que me gusta y la quiero, sino todo esto, el proceso, los momentos- me gustaba verte trabajar. Siempre te he visto como una chica torpe y delicada, pero cuando trabajas te ves grandiosa. Verte tan seria diseñando, o dando órdenes de cómo deben ir los detalles. Nunca imaginé que serías tan seria con algo, pero me encantó ver cómo podías romper totalmente mi falsa imagen de ti. Al final eres ambas cosas. Eres torpe, risueña, seria y determinada. Diablos, esta última sí que es tu cualidad más fuerte -me giré de nuevo a ella y le sonreí- te amo -me acerqué a su frente y la besé. No necesito tener un sexo desesperado, solo esto, me siento tranquilo

Me reí de nuevo, eso no es nada alentador.
-Entonces no me abandones. Así estaremos seguros de que tú y yo estamos exentos de esa regla. ¿No es ese un gran trato? -creo que más obvio no puedo ser. Es por eso que no tengo muchos amigos, y la razón por la que me negaba a tener una novia. Pero ni amigos de antes o mi novia me hicieron sentir de nuevo cómo caía un poco en la dependencia. Sé que no moriré sin ella, que así como he superado las demás pérdidas, también lo haría ahora. Pero pensar en eso hace que sienta un nudo en la garganta. Esa sensación de que está huyendo, no me gusta nada, por eso intento permanecer como el apoyo de siempre.

Ella regresó y cuando se mtió en la cama, me acomodé a su lado y me cubrí también.
-No mucho, ya sabes que los fines de semana me acuesto muy tarde -y con ella a mi lado mucho menos. Siempre termino durmiendo después que ella, o me siento preparado justo cuando nos abrazamos y cerramos los ojos.
Comienza a hablar de su hermana de nuevo, incluso menciona a su novio y siento cómo empieza a molestarme la conversación. Ella ya sabe lo que pienso sobre ellos y eso, para mí es un mundo aparte y del que no me interesa ser parte. Pero ella lo es, y por eso es que permanezco justo en el límite, esperando a ver si tengo la oportunidad de apartarla conmigo.
-No deberías preocuparte por eso, ellos son responsables de su felicidad -di un gran bostezo- tu hermana estaba borracha, y parece muy enamorada del chico. A veces los hombres solo necesitamos un empujonsito. A él no le es indiferente, ¿cierto? Así que no le des tantas vueltas. Si ellos no se deciden, tú no puedes hacer nada más. Estoy seguro que te agradecerá después -me volteé hacia ella y pasé mi brazo por encima- ¿por qué te acostaste tan lejos? -la miré con el ceño fruncido- no quiero que hables de ellos ahora, deja de preocuparte por todos y comienza a pensar en ti- ¿quieres? -le di un beso en la mejilla y reí divertido- tú siempre me los das para molestarme. Pero ahora que no tengo a quién serle fiel, puedo repartir besos donde vaya -le sonreí de nuevo y cerré mis ojos. Debería dormir ya, terminar el día como los demás, como nos hemos acostumbrado. Con ese cambio de tema siento como si ella me dijera hasta donde puedo llegar y lo que tengo que dejar de hacer.

Si yo deseo tenerlo siempre en mi vida, pero creo que si sigo de esta manera lo voy a arruinar y terminaré huyendo.
-El mejor de los tratos- sonrío al decir eso, pero qué tanto podré cumplir algo así, no lo sé, también él podría ser quien se aleje. La idea ya me hace sentir mal.

-Oh, cierto- no es como si no lo supiera, tantas noches he pasado aquí que ya ni debería preguntar, pero lo que ha pasado me ha distraído un poco de esas cosas.
-A veces eres muy frío cuando se trata de las personas- ¿como o preocuparme? es imposible solo deslindarme de todo lo relacionado con ellos, más por la manera en que los caminos se han truncado -No lo sé, tal vez es de esos hombres con voluntad de hierro- miro de reojo en dirección a él, creo que hay algo de reclamo en mis palabras -No lo hice… yo fui quien se acostó primero- si, claro que lo he hecho, no sé si ya tenga la suficiente fuerza como para solo seguir con esta amistad. El ambiente es un poco tenso, solo de pensar que mi hermana podría estar con Nico haciendo lo que sea que a ese par les guste… y por otro lado estamos Ian y yo, atravesando una tensión que está a nada de romperse pero nadie lo hace -Pensar en mi, ¿y que voy a pensar? no tengo nada sobre que pensar de mi- mi felicidad y esas cosas, pensar en eso inevitablemente me llevará a pensar en ellos.

Lo miro un poco confundida por el beso que me ha dado.
-pareciera que estar soltero te hace feliz- desvío la mirada para evitar mirar esa sonrisa en su rostro, ¿por que es tan apuesto? es una tontería, elegí a la peor persona para ser mi amigo íntimo, es demasiado atractivo como para no desear más que solo una perfecta amistad -¿y como te está yendo con la abstinencia? seguro que en esos momentos extrañas a tu novia- me destapo un poco porque me siento algo acalorada.
-Por cierto, va a hacer un recital en la escuela, papá nunca va, solía ir Kajsa pero su mamá está evitando que pasemos mucho tiempo juntas, así que si quieres ir… es una tontería pero, habrá mucha comida gratis- trato de hacer parecer que la comida fuera una razón más importante que ir a verme a mi, pero es como funciona para mi, no ser tan directa de que me gustaría que fuera, prefiero que parezca como algo casual y ya -es una escuela de niñas ricas, así que tal vez no te guste mucho- ya lo imagino haciendo gestos de desagrado por cosas que vea o escuche de mis compañeras de clase.

¡Olvidarlo! jaaa, eso sería imposible, nada podría sacar de memoria todo lo que esta noche a ocurrido, es perfecto, no, mejor dicho ideal, como un sueño que no hay forma de que pueda se superado.
-Nunca- aseguro con convicción.

Su mano apenas y me toca pero todo mi cuerpo siente ese estremecimiento. Mordí mi labio porque iba a soltar un sonido algo vergonzoso por causa de lo bien que se siente, pero eso de nada sirvió cuando volvió a mover su mano. No sabía que mi piel podría llegar a sentir tanto, es cuando llega a tocar mi abdomen que de mi boca se escapa ese jadeo inevitable.
Él se rie y me dice que me veo hermosa y yo me he quedado sin palabras, solo trato de no dejar escapar esos sonidos que me hacen sentir un poco avergonzada, pero poco a poco se me olvida cuando él vuelve a besarme, y su mano sube un poco más y más.

Un molesto sonido rompe con el perfecto momento, el tiempo que le toma colgar parece casi eterno mientras espero, pero antes de poder hacer algo, el sonido empieza de nuevo y suspiré un poco molesta.
Él no vuelve a besarme, se acomoda a mi lado.
-Está bien, no importa- mi molestia se disipa en cuando he escuchado su disculpa -ah, bueno, si- me siento un poco confundida, pero acepto. Yo, no sé si exista una sola cosa a la cual yo podría negarme si es él, quien lo pide.
Comienza a decir cosas tan bonitas, que mi corazón se mantiene acelerado.
-¿Lo sabías?- pregunto por lo del café y me siento un poco tonta de no haberlo hecho mejor. Con mi pulgar acaricio el dorso de su mano cuando hace un poco mas fuerte el agarre entre nuestras manos.
Me giro para recostarme de lado y mirarlo mientras dice esas cosas, quiero recordar sus expresiones y dibujar cada una de ellas. Pero lo mejor de todo es cuando me dice que me ama.
-Y yo a ti- es bueno estar acostada en este momento, creo que no podría controlar esa extraña torpeza que él despierta en mi, pero escuchar que me ama, solo ha hecho que mi cerebro se desconecte y solo esté pensando en ese instante. Busco abrazarlo y acomodarme a su lado. Cierro los ojos aspirando su aroma, es muy cómodo estar de esta manera con él. No había notado lo pesado que se sienten mis párpados.

Los sonidos que salen de su boca hacen que mi cabeza se sienta más abrumada. Nunca me planteé cómo podría ser ella en esta clase de situaciones. Aunque era consciente de lo mucho que me gustaba, evitaba pensar en cosas para desfavorecer su imagen dentro de mi cabeza, o crear expectativas en una situación similar.
Pero no creo que pudiera imaginarla tan hermosa como ahora. No hablo específicamente de una belleza exterior, esa probablemente es la más obvia en su persona, y no soy a clase de hombre que se conforma solo con eso. Es su sonrisa, su voz, la manera cariñosa en que me habla y esa valentía al siempre dar el primer paso. Todas esas cosas que detestaba al inicio se han convertido en sus lo que más me gusta.

Estando recostados dije sí con la cabeza. No solo yo, creo que varios en mi trabajo notaron eso.
-Lo sospechaba, y luego hablamos por primera vez. Ahí fue cuando supe… ah, es esa chica -me reí de nuevo. No estaba nada feliz de gustarle a una de esas escandalosas niñas ricas, pero no era tan idiota como para tirar un producto, no me gusta desperdiciar y no creo que hubiera hecho una diferencia- la marca que me dejabas no era mi favorita, pero me acostumbré y luego la compraba sin pensar -ese tipo de detalles me hicieron ser cada vez más consciente de ella.
Cerré los ojos y la abracé. Hace mucho que no tenía un momento de paz, pero al mismo tiempo tan real. Mi vida está llena de estrés y prisas, no me dedico a relajarme simplemente con el afán de disfrutar. Ahora me siento ligero y soñoliento, y no he dejado de abrazarla, lo haré esta noche tanto como pueda, sin pensar más, al menos ahora, en lo que ocurrirá mañana o la semana entrante.
Mi respiración y la de ella se volvieron calmadas, no quise abrir más los ojos, me quedé acurrucado con ella entre mis brazos y poco a poco el cansancio me fue venciendo.

Yo diría que soy mucho más blando que antes, pero supongo que desde su perspectiva solo soy el adulto que no es capaz de ser empático con extraños.
-Me gusta reservar mi energía para las personas que quiero -no lo negué, porque lo que ocurra su hermana y su novio, su familia o su prometido, particularmente no me afecta. Solo si sé que ella sufrirá por eso, entonces pienso que debería irles bien para que Karin no deba preocuparse- ¿lo crees? Bueno, ambos se corresponden y lo saben, ¿no? No serviría de nada tener voluntad de hierro.
Ella dice que no lo noto, pero seguro que fue a propósito. Este es el rechazo que temo, apenas está un poco lejos de la cama y ya siento que quiere salir corriendo.
-Ppues es que siempre te pegas a mí una vez nos metemos los dos a la cama -quiero que se dé cuenta. Deseo una señal de que sí quiere algo, no todo lo contrario.
No quiero hablar más de su hermana, porque dirige a la situación con su novio y cada vez me incomoda más. Ella parece ser la más afectada en todo ese gran lío, y yo no puedo hacer nada más que observar. No dije nada más por eso.

Una gran sonrisa se dibujó en mi cara, incluso solté una pequeña carcajada.
-No tienes idea, me encanta -pero no es que me haya sentido así al principio. No estaba locamente enamorado de Sora, pero la quería mucho y fue una sorpresa que quisiera terminar conmigo. Además no soy bueno lidiando con la soledad, pero Karin ha hecho que no sea tan consciente de eso- ¿quieres saber si he salido en busca de sexo? -la miré divertido y le pique una mejilla- no, es problemático. Tengo mucho trabajo y en mi tiempo libre cierta personita absorbe mi tiempo. Y pues, Sora y yo éramos muy compatibles, así que sí, la extraño y no solo por eso -solté un suspiro. No hablaba mucho de ella antes, ahora no me siento tan culpable por mencionarla.
Me sorprendió que me invitara a algo de la escuela, a veces olvido que es una chica de instituto todavía, me siento un poco mal por percatarme de lo que quería hacerle.
-¿Recital de qué? -me sentí curioso por ese evento. ¿No habrá problema si voy en lugar de sus padres? Aunque dice que nunca asisten y eso me hace sentir molesto- claro que iré. Comida, chicas bonitas… además quiero verte actuar o lo que sea que hagas ahí -le sonreí. De nuevo estoy metiéndome en ese mundo que tanto odio, es increíble lo mucho que hago solo por estar con ella- pero estarás ahí, entonces no importa si no me gusta mucho -le acaricié la cabeza y solté un gran bostezo.

-Pues yo gasto la mía en las personas que quiero- no es como que las personas que me preocupan le tengan que importar a él, pero a veces es muy rudo en decirme las cosas. No me molesto con él, pero me hace sentir un poco mal. Sé que no quiere molestarme y que me lo dice tratando de ayudar, pero aun así no estoy rebosante de felicidad por esas palabras, aun si son para mi bien.
-No lo sé- me encojo de hombros para dejar de dar importancia al tema, no puedo hacer nada más por ellos.

-Bueno hoy mi mente anda un poco distraída- claro que si, distraída… pensando en todo lo que deseo y debo resistir.
-No expresamente quiero detalles, solo quiero saber si… pues, no te sientes mal por la ausencia de sexo- solo quiero que diga que no, no quiero pensar que ha traído a alguna chica a esta cama -Ah- sonrío por un momento, soy demasiado egoísta -así que la extrañas, pero aun así estás bien ¿cierto? debiste contarme cuando pasó. Siento que soy una pésima amiga- nunca quise conocer a su novia, prefería tocar el tema lo menos posible, pero creo que si he sido una mala amiga.

-pues cada club de la escuela prepara presentaciones, yo presentaré algunas pinturas porque pertenezco al club de pintura, pero este año he ayudado al de música, así que haré una pequeña presentación- solo mencionarlo ya me siento nerviosa, hace mucho tiempo que no toco frente a tantas personas, solo después de clase cuando nadie puede verme, pero creo que últimamente lo he hecho muy seguido, así que me han descubierto y comenzaron a insistir que tenía que hacer algo, aunque me negué al comienzo, al final acepté -suena a que irás solo por las chicas- bromeo, pero me siento un poco segura con eso, porque al menos la mayoría lo desesperarían de inmediato -bien, pero si lo hago mal no te vayas a burlar después- la verdad es que me hace sentir un poco insegura lo que pueda pensar sobre mi presentación, quiero que le guste.
-Deberíamos dormir- comento colocando mis antebrazos sobre mi cara.

Debería dejar de hacerme el tonto, es evidente que le afectó lo que sucedió. Pero si ella no quiere nada, por mucho que lo deseé, no tiene caso darle vueltas. No sé cuánto tiempo estaremos así, probablemente hasta que yo ya no pueda más y explote, pero tengo mucha paciencia.
-¿Me veo como esa clase de hombre? -me reí. Tal vez sí, me gusta mucho tener sexo, pero no estoy tan desesperado- sí, te acostumbras a estar con una persona. Estar con ella era cómodo. Dos adultos que se comprenden, sin demasiado compromiso pero tampoco con algo casual, era tranquilo y no la pasábamos bien. Pero solo eso, creo que le faltó ese drama a nuestra relación y al final lo terminó buscando con alguien más -traté de narrarlo con la mayor tranquilidad del mundo, pero claro que me afectó, sobretodo a mi orgullo. Y es que pensar que ella me aseguró que no pasaba nada y luego darme cuenta que la persona era esa, fue algo duro de enfrentar, como si todo ese tiempo hubiera sido una mentira. además ya te dije -la imagen de ese chico pasó por mi cabeza- tú tenías más cosas importantes… oh -espera, la chica con la que iba ese tipo ese día… ¿no era muy parecida a su hermana?- ¿tu hermana ha tenido novio antes? -seguro mi pregunta parece extraña, pero ¿cómo es que recién caigo en cuenta? Pero estaba más preocupado por Karin todo este tiempo, apenas hemos tocado el tema sobre Sora- es que creo que una vez la vi con alguien. Era un chico delgado con el cabello claro -ellos parecían una pareja, aunque seguro rompieron si su hermana ya está con otro ahora.

El festival suena a algo muy típico de películas gringas, pero imaginarla tocando algún instrumento me hace sonreír.
-Por supuesto que quiero ir a ver tus pinturas. Y más esa presentación de la que hablas -la vez pasada lo mencionó, no pensé que el día de escucharla llegaría tan pronto- nunca me burlaría de ti por eso. Además seguro lo haces muy bien, no seas tan modesta -a pesar del ambiente donde estará, estoy un poco emocionado. En casos como estos me parece que somos más cercanos.
-Uhm, sí, es tarde -debe estar cansada luego de esa fiesta.

-Sip, como un hombre normal- comento con una sonrisa algo burlona -Tus cosas también son importantes. Y, bueno, a veces decimos cosas más para mentir a nosotros mismos que a los demás- debería ponerme de su lado y decir que su ex fue mala o que se yo, pero no, entiendo lo que es estar con una persona y sentir cosas por alguien más, justo en este preciso momento lo siento -¿un novio?-cuando describe al chico ya sé de quien habla. Me giro para mirarlo porque el mundo es muy pequeño -Tienes una manía muy fea de decir novio a todos los hombres cerca de una mujer- hace lo mismo con Aaren, y lo ha hecho ya con Nico y Kajsa -Es un idiota aprovechado, pero no fueron novios- chasqueo mi lengua algo molesta, porque ese idiota no me agrada nada desde que se aprovechó de la torpeza de Kajsa.

-Mas te vale ir con pocas expectativas- le condiciono porque no quiero ver decepción o algo así, sino espera mucho, creo que sería más facil sorprenderlo un poco -No es modestia, es mas bien inseguridad, hace mucho que no toco frente a un publico- me acerco un poco más, me siento más tranquila.
-Durmamos, tienes que despertar temprano para hacer el desayuno- juguetona lo abrazo y beso su mejilla -bueno, no me mires así. Te ayudaré con el desayuno- acomodo mi cabeza en su pecho y cierro en mis ojos -oh cierto- me levanto de golpe desordenando las cobijas, busco mi celular y me vuelvo a meter a la cama. Lo enciendo, aun tiene suficiente batería pero aun así me estiro quedando sobre él para tomar su cable y conectar mi celular. Me quedo aun sobre él mientras pongo una alarma. Me muevo y dejo otro beso en su mejilla --Buenas noches- me acomodo de nuevo en su pecho y lo abrazo.

En algún momento me quedé dormida escuchando su respiración y creo que no me despertaría sino fuera por el sonido de mi celular. Casi desesperada y molesta me levanto y estiro para tomar mi celular, pospongo la alarma y me vuelvo a acomodar junto a Ian. A los cinco minutos el sonido empieza de nuevo.
-ahhh, no quiero- resignada apago la alarma cuando despierto un poco más, de nuevo estoy en cima de él, por haberme estirado por el celular -Buenos días- acaricio su cara y peino un poco su cabello.
Me levanto para ir al baño y aprovecho para lavar mi cara. Me doy cuenta de que Kajsa y yo no tenemos ropa para regresar, pero supongo que ya algo podremos improvisar.

Alcé una ceja, si no era su novio, ¿su amante? Ella dijo que su hermana es más inocente, por eso lo deduje.
-¿Qué hay de malo con la palabra novio? Además ellos se estaban besando y abrazando, por eso lo imaginé -pero ella confirma que es cierto, esa chica era su hermana. Es una coincidencia muy rara, pero lo que Sora y su nuevo novio hagan, ya no es mi problema- ¿un aprovechado? ¿Y eso por qué? -me intriga saber eso. Debería alegrarme que Sora está con un mal hombre, pero no, ella merece algo bueno. Es una mujer muy centrada y fue muy honesta conmigo al decirme la verdad. Si él es un imbécil, fácilmente podrían haberme engañado por más tiempo, pero parece que ella sí lo quiere y no planeaba hacerme daño- es el chico por el que me dejaron -me reí. A ella parece que no le agrada, y sonrío por eso.

Ella de nuevo explica todo sobre su presentación. No me quejaría de eso, porque aunque intente restarle importancia, sé lo mucho que le gusta y nunca le incitaría a dejar sus sueños aunque fuese muy mala.
-Lo harás bien, no debes estar tan asustada. Estaré allí para ti por cualquier cosa que pase -creo que se ha relajado un poco, y cuando se acerca de nuevo no dudo en envolverla entre mis brazos. Me siento tranquilo de saber que no permaneció lejos durante toda la noche. Siempre dormimos así, hacerlo de otro modo me haría sentir miedo, pero esta noche no pasó. No sucede tampoco nada más, pero al menos sigue conmigo.
Comienzo a acariciar su cabello esperando que se duerma, la miro con una mueca cuando menciona lo del desayuno, pero seguro ella me ayudará a atender a sus invitados.
-Más te vale, porque yo solo cocino para ti -recibí su beso en la mejilla, son cada vez más frecuentes. Supongo que así iremos dando paso por paso, porque cualquiera que nos viera dudaría que lo nuestro es solo amistad.
Seguí acariciando su cabeza hasta que ella se mueve, comienza a mirar su teléfono y luego se pone sobre mí. ¿Es en serio? Estaba tranquilo ya sobre ese tema, ella definitivamente le encanta tentarme y luego fingir inocencia. Pero no dije más, solo respiré profundo y traté de restarle importancia.
Volvimos a la posición de hace un rato y le hice caricias en el cabello hasta que nos quedamos dormidos.

El sonido de la alarma me hizo abrir los ojos y soltar un quejido. Es muy temprano, es domingo y yo solo quiero seguir durmiendo. Siento mi brazo entumido, pero es otra de las cosas a las que ya me acostumbré.
-Buenos días -solté un bostezo muy largo. Luego sonreí al verla sobre mí, pero no me dio tiempo de nada porque ella ya estaba en camino al baño, yo apenas estoy terminando de despertar.
Me levanté y noté mi pequeño problema matutino, y antes que ella saliera del baño, me acomodé y fui al closet para sacar ropa limpia.
-Me daré un baño, ¿por qué no preparas algo mientras? No tardaré, lo prometo -no le he dado la cara, solo sigo buscando mi ropa y una toalla.
Me giré por fin y le di un beso en la mejilla, y luego me metí a bañar con agua casi fría.

-Que no todas las personas que se besan y se abrazan son novios- refunfuño, es que él es tan pesado con eso -¡por qué es… suspiro pesadamente, no sé si deba decir esas cosas. Ese tipo es peculiar en muchos sentidos, pero sigue siendo la “amiga” de Kajsa, no puedo solo exponerlo y nada más -No importa, solo basta saber que es un idiota y nada más- no veo porque Ian parece tan curioso por ese tipo raro, pero, entonces lo entiendo -Oh… ¿en serio? pero él… tu ex es rara- aseguro, aunque la verdad puede ser que como Kajsa, ella no sepa de los gustitos particulares de Aine.

Al salir del baño él ya está haciendo sus cosas. Sonrío divertida porque él es tan obvio.
-¿Seguro que no tardarás? supongo que al ya estar soltero y sin sexo, no debes tardar tanto- le digo luego del beso en mi mejilla y me acerco a la puerta del baño -haré el café, tomate tu tiempo- digo un poco burlona.
Salgo de la habitación directo a la cocina y pongo la cafetera, luego me siento y comienzo a trenzar mi cabello mientras espero un poco. Tomo una taza y regreso con el café a la habitación para dejarlo en el buró de Ian y lo tome cuando salga del baño.
Al regresar a la cocina tomo el paquete de pan tostado y saco la mermelada que está en el refri y comienzo a untar unas rebanadas, chupo uno de mis dedos para quitar un poco de la mermelada y me vuelvo a levantar para ir a tocar a la puerta de la otra habitación.
-Buenos días, el desayuno estará en un ratito- les comento y vuelvo a tocar esperando escuchar alguna respuesta. Dejo de molestarlos cuando escucho por fin que están despiertos.

-Hice el pan, tu has lo demás- comento a Ian cuando este sale. Ya hay dos platos con una rebanada de pan cada uno -no tardaste nada, ¿tuviste buenas fantasias?- pregunto de nuevo con burla pero con gesto inocente.

Tallo mi cara con pereza, Karin no deja de tocar la puerta, así que me levanto de golpe de la cama dispuesta a tomar una almohada, abrir la puerta y golpear a mi hermana, pero lo veo a él y todo lo de anoche se hace presente.
-¡Ya te escuchamos!- le digo a Karin para que deje de molestar -buenos días- digo apenada bajando la mirada, pero algo no ha pasado desapercibido, él tiene… su pantalón… mi cara arde por completo y cubro mi rostro -Yo, yo… ¡pasaré al baño primero!- casi salto de la cama y corro a la puerta. Pero veo mis piernas y lo que estoy usando y me detengo en seco ¡Dios esta camisa cubre tan poco! trato de bajar un poco la camisa para que no se vea mi ropa interior pero entonces se del cuello también se estira y deja que se vea demasiado escotado. Me giro y busco con risa la bata de Takabe -usaré la bata- digo caminado a donde esta la prenda. De los nervios al caminar mis pies se enredan… ¿es que acaso necesito alcohol para no ser tan torpe? me levanto tan rápido como he caído -Estoy bien, estoy bien- repito sin cesar hasta tomar la bata y me la pongo aprisa, o al menos eso intento, pero al querer hacerlo rápido, termino tardando más. Lo miro por un instante y de nuevo mi cara se enciende ante los nervios y la pena -Baño, si, yo iba al baño- comento como recordando lo que iba a hacer y vuelvo a ir a la puerta. Cierro la bata para cubrirme y luego me encierro en el baño.
Al mirarme en el espejo me veo completamente roja, y lo peor de todo, mi maquillaje esta horrible y tengo manchas del maquillaje de Takabe.
-Ay no, no, no- comienzo a lavar mi cara, no puedo creer que él me haya visto con esta horrible imagen. Recuerdos de lo de anoche se vienen a mi cabeza, ¡yo lo tiré en la cama! ¿que pasa conmigo? -que pena, ¡que pena!- me digo terminando de lavar mi cara. Luego de terminar de usar el baño, salgo y voy peinando mi cabello con mis dedos -Estaré en la cocina- digo a Takabe luego de tocar y asomarme por la puerta.
-Buenos días- saludo a Karin y su amigo sentándome en un banco y quedándome ahí quietesita. Miro mi rodilla apenas, está roja por la caída de hace un rato y parece que se pondrá un poco morada.

Comienzo a reír por su reproche, ella no se da cuenta de cuánto me gusta llevarle la contra para ver esas expresiones en su cara.
-Oh, cierto, cierto, sino tú y yo seríamos novios. No, qué va, una pareja de casados -me río por la idea, seguro a ella no le gustará como suena eso. A mí la idea de casarme no me gusta nada, pero nosotros hacemos muchas cosas típicas de una pareja de película que recién se ha ido a vivir junta, es linda la sensación- ok, parece que te cae muy mal -es raro, es decir, claro que le tengo rencor, pero no tanto a él o Sora, sino a cómo terminó todo, y por supuesto a nadie le gusta ser sustituido. Pero las cosas no terminaron mal, así que pregunté por mera curiosidad y en lugar de dejar de darle importancia, ahora me intriga porqué Karin tiene esa opinión.

Sonrío al darme cuenta que me ha descubierto, aunque era algo obvio, dormimos juntos.
-Te sorprendería saber que es completamente lo contrario -me fui con una sonrisa hasta el baño. Al cerrar puse mi ropa sobre el lavabo y me quité la pijama. Abrí al agua fría, no es como si cada mañana que me levanto con una erección recurriera a tocarme, solo esperaré que se baje solo. El agua ha ayudado a eso, y me ha dado un poco de frío, por eso una vez que mi cuerpo se calmó la templé. No tardé demasiado en el baño, y me sequé lo más rápido posible para poder ir a ayudar a Karin con el desayuno, aunque seguramente no ha hecho nada.
Al salir del baño vi mi taza, ella suele hacer esto. Por eso pienso de nuevo que nosotros parecemos una pareja.
Di un sorbo y luego de dejar mi ropa sucia en el cesto, salí a la cocina para ayudarla.
-Wow, hoy sí que te esforzaste -dije con sarcasmo- gracias -le pasé la mano por el cabello- claro, hoy la tuve más fácil -le guiñé el ojo y me fui directo a la estufa para preparar algunos huevos- ¿hay algo que tu hermana no coma? Para que vaya a comprar. Pensaba hacer omelette -comencé a sacar las cosas para preparar, luego a picar unas zanahorias y jamón- si quieres puedes picar un poco de fruta, también deberías sacar el arroz y calentarlo -le sugerí a Karin mientras vertía el huevo en la sartén.
Su hermana llegó después, hoy está más callada, creo que ayer ya estaba borracha.
-Buenos días -serví los omelettes en cada plato, y luego dejé los cuencos de arroz para cada uno. Al terminar de servir, me lavé las manos y me asomé- ¿el chico no desayunará? -le pregunté a la hermana de Karin y me senté- por cierto, tú y yo ya nos conocíamos, ¿me recuerdas? Ibas con ese chico delgado de pelo… ¿rosa… o rubio? No recuerdo, pero fue en un billar -me levanté a servir más café, porque mientras cocinaba he acabado con mi taza- ese chico… ¿me contarías un poco sobre él? Me preocupa que pueda estar jugando con una persona a la que conozco -terminó de calentarse el café y serví en la taza, y al girarme me di cuenta que el novio de su hermana estaba parado, mierda, ¿será que me escuchó? Aunque no dije nada malo- buenos días -le saludé- ¿quieres café? -serví una taza para él y me senté junto a KArin. Mierda, planeaba preguntarle mientras no llegaba, pero fue muy silencioso, no me di cuenta.

Escuché los golpes en la puerta y abrí los ojos, vi a Kajsa junto a mí y me sentí desconcertado, pero luego de que ella me mirara y saludara, le sonreí.
-Buenos días -no sé cómo debería actuar. Todas las cosas que dije e hice anoche van llegando de golpe a mi cabeza y me hacen sentir como idiota y muy avergonzado, y, dios, también la toqué, ¿por qué es eso lo primero que pienso por la mañana? Ella reacciona de un modo algo exagerado, y miro mi entrepierna para rápido cubrirla con una de mis manos- adelante -me senté lentamente en la cama y jalé una de las almohadas para cubrirme. Ella parece nerviosa, y la sigo con la mirada a donde sea que se mueve- sí, claro -ella ha vuelto a ser como siempre, tímida y… torpe, y sonrío al mirar cómo se levanta más rápido de lo que yo pueda reaccionar para ir hasta ella y ayudarla. De nuevo me mira y mi sonrisa se va, no es que esté enojado, estoy nervioso, y pienso que se ve linda recién levantada. Asentí con la cabeza y esperé que se metiera al baño para yo levantarme y ocultar mi pequeño problema. No puedo creer que ella viera esto tan temprano, aunque ayer lo hubiéramos hecho de no haber sido interrumpidos, pero es diferente, ella ahora luce más nerviosa, me siento como un pervertido.
Me agaché a tomar mi teléfono que había terminado en el suelo, lo encendí y vi algunos mensajes de un compañero de trabajo. De nuevo me senté a responderlos y puse la almohada entre mis piernas, necesito usar el baño.
-Sí, está bien, gracias -cuando se fue entré rápidamente al baño. Lo primero que hice fue orinar, y luego lavar mis manos y mi cara, es un desastre. Me tuve que gastar un poco del papel de baño para que se fuera todo el maquillaje. Esto es tan problemático, es la última vez que me pinto tanto el rostro- creo que ya está -le bajé al sanitario y me lavé la cara una vez más, eché agua en mi cabello y me acomodé la ropa para salir a la cocina.

No sé qué decirle a Kajsa, no puedo fingir que lo de anoche no pasó. Pero mis preocupaciones se fueron minimizando al notar el hilo de la conversación de ellos. No sé porqué, pero me quedé de pie escuchando, ellos están tan entretenidos con ese tema que ni siquiera me notaron. Siento una punzada en el pecho, así que ella salía con alguien, no pensé que alguna vez hubiera salido con un chico, me siento molesto. No tengo derecho, pero aún así.
-Buenos días -cuando el dueño de la casa por fin me nota, me muevo hasta la mesa y me siento junto a Kajsa- sí, gracias -no la he mirado, solo miro el plato que está servido frente a mí.

-Pero que tontería- digo molesta, pero la verdad no sé que me pasa, mi corazón dio un saltito cuando el dijo esas cosas. A mi no me interesa tener novio, no tengo porque emocionarme por eso. Además a Ian, lo quiero quiero mucho pero lo demás que siento es solo algo sexual, solo eso y nada más ¿no? si, si, claro que si, ni siquiera debería poner en duda algo tan obvio.
-un poco- no voy a negar lo poco que me agrada esa persona.

Me río por su respuesta, y pienso en seguir la broma, pero creo que lo mejor es no hacerlo, he puesto ya aprueba mi fuerza de voluntad y no sé, tengo muy poca esperanza en mi en este momento, así que por eso me voy a la cocina.
Cuando el llega sonrío, me gusta nuestra pequeña rutina.
-Siempre me esfuerzo- digo con orgullo ignorando ese tono tan sarcástico que ha usado.
EL conjunto de cosas, que tocara mi cabello, más sus palabras y ese guiño que hace, me han puesto nerviosa. Odio que él cause este tipo de cosas en mi, porque no es algo que me pase con otras personas. Yo no soy una niña tonta o inocente, tampoco ingenua.
-Es alérgica a las fresas, pero nada más, así que a su omelette no le pongas fresas- digo jugando -Me explotas- me quejo caminando para hacer lo que me ha pedido.
Mientras pico la fruta, Kajsa aparece y le sonrío de manera burlona.
-Buenos días- le digo esperando ver como se siente incomoda por las insinuaciones implícitas en mi tono de voz. Me pongo tensa cuando Ian commienza a comentar lo de que se conocía. Soy una tonta, no le dije que no le dijera nada, pero luego dejo de picar la fruta y solo bajo la mirada. Debe estar preocupado por su ex, supongo que todavía la quiere.