Burning flame ºSakiº

Recuerdo del primer mensaje :

Hoy Touji tenía trabajo, realmente casi no lo puedo ver, su trabajo es demasiado importante como para que pueda tomarse mucho tiempo para pasarlo juntos. Ya no sé bien como va nuestra relación, digo es apuesto y lindo pero creo que que no somos lo que el otro busca. Él busca a su jefe... porque es realmente obvio que muere por él, y yo, bueno tal vez si Evan no estuviera tan enamorado de ese chiquillo. De ahí en fuera no he conocido a nadie que me interese de esa manera.

Así que hoy luego de hacer algunos cobros que me mando Nobu, he decidido salir con amigos. No suelo frecuentarlos mucho más que nada los recuerdos. Cada que los veo pienso en cierta persona que intento sacar de mi mente. Pensé en invitar a Chi, pero hoy iba a ver a su novio. Tss, y luego Yuu iba a salir con Kai... solo puedo pensar que el mundo se está volviendo loco.

Llego al bar donde tocaran mis amigos, hace frío, así que me pido un trago con brandy, me gusta porque es dulce y así podré entrar en calor. Saludo a todos y pasamos un rato juntos mientras aun no abre el bar. Llegue temprano para poder pasar un rato con ellos. La verdad es que tomamos lo suficiente para que cuando el bar estuviera abierto, nosotros ya estábamos bastante alegres.

Todo fue bien, la verdad me sentí muy bien de verlos y pasar un rato con ellos, hasta que en cierto punto de la noche lo vi llegar.
¿Por que diablos sigue siendo tan sexi? ¿no podía la menos venir con un grano en la cara, no, tenía que lucir perfecto.
-Hola- le saludo con normalidad, pues no voy a actuar como el ex ardido que ni quiera le quiere hablar. Solo que verlo me hace sentir un poco idiota, porque recuerdo todo lo nuestro y pienso ¿como diablos pasó de esa manera?
Como sea, pasamos un rato en grupo, todo tranquilo, hasta que llega la hora de que los demás vayan a tocar.
-Salud- digo como por hablar de algo y luego prestar atención a los chicos.

Tohru:

Me río, tiene razón, son demasiado inquieto, visto está en que he comenzado a darle algunos besos y que mis manos se mueven en su espalda.
-Lo soy, si. Pero sigo aquí - me acurruco tanto como me es posible en ese momento, me río con tono travieso dando así la razón a eso de que soy inquieto, pero no busco alejarme de su abrazo en ningún momento.

Cuando toma mi rostro entre sus manos, nuestros rostros tan cerca, pensé que me besaría y siento un dolor en el pecho cuando solo besa mi nariz. ¿Es acaso su manera de rechazarme? No, si así fuera me habría alejado, lo conozco, lo conozco mejor que nadie, esto no es un rechazo.
-Solo un tonto se podría la camisa cuando le acaban de decir que luce varonil- esta vez soy yo el que toma su rostro entre mis manos y repito su gesto de besar su nariz, luego una de mis manos un poco temblorosa; por el efecto que esta cercanía me provoca, la muevo para poner mi dedo índice sobre sus labios como si le indicara que callara algo y beso sus labios dejando que mi dedo sea esa marca de distancia entre nuestros labios. Me alejo apenas nada, para bajar mi dedo acariciando sus labios.
-No, yo no tengo tu fuerza- bajo la mirada como si estuviera apenado de lo que acabo de decir -No me odies por favor- la suplica la digo con voz ahogada esta vez mis labios y los suyos se han unido, tengo miedo a su rechazo, pero yo no puedo resistirme, yo no puedo negarme a lo mucho que lo necesito, que lo anhelo. El dolor que siento por tratar de controlarme es tan intenso que casi se siente físicamente, pero me libero de él en cuanto encuentro sus labios.

Las bromas esconden nuestras intenciones hasta donde pueden, pero después de mi imprudencia es imposible seguir pretendiendo que es un juego inocente y que no sentimos nada. Ya no pude reír, porque al sentir su dedo tocando mis labios y luego ese roce, comencé a pensar que no podía dejar pasar esta oportunidad, ni siquiera sé por qué, lo más probable es que después me arrepienta, y las consecuencias no serán sencillas. Pero aún así no lo alejé.

No pude responder, probablemente diría que tampoco tengo fuerza y lo mucho que lo anhelo, y que me siento culpable y conflictuado. Pero dejé de pensar, porque qué más da, entre hacerlo o no, no quita el hecho de que lo deseo y todavía tengo sentimientos fuertes por él.
Correspondí su beso, una de mis manos busca su cuerpo y lo acerco a mi cuerpo con necesidad, de la misma manera que va incrementando el ritmo de nuestros labios. Es como una adicción de la que solo pretendí estar lejos, soy como un adicto en abstinencia que con facilidad vuelve a caer.
-De verdad te extrañé -no pienso al hablar, solo lo hago y de nuevo vuelvo a besarlo. Siento una lágrima en mi cara y ni siquiera sé si es por haberlo extrañado tanto, por la emoción de volver a tenerlo o por la culpa que siento. No está bien, y darme cuenta que tampoco lo estoy, es duro.

Me alejé despacio de él y pegué mi frente a la suya, cerré los ojos para poder asimilar lo que está pasando, porque pareciera un sueño o un recuerdo.

Cuando sus labios corresponden ese beso que casi le estoy suplicando por él, siento una gran liberación. Temía que el ya fuera tan fuerte que lograría no corresponder y me terminaría alejando con una expresión de pena. ¡Pero no lo ha hecho! incluso me acerca a su cuerpo y yo me muevo con la indicación de su brazo. Todo esto en un ritmo tan familiar su manera de tocarme sigue tan grabada en mi memoria que mi propio cuerpo responde de inmediato, como lo hacían antes.
La dicha al escucharlo decir esas palabras que dice, yo solo creo que estoy en el cielo en este momento.
-yo- trato de responder pero ni consigo separarme de él - a - digo de manera entrecortada por el beso que no quiero interrumpir-ti- mis manos tampoco están quietas, le tocan y a ratos se aferran a su ropa como si aun temieran que esto se fuera a acabar de pronto.
Pese a que no deseo separarme, parezco un idiota que ha olvidado como respirar, así que me tengo que alejar un busca de aire, le sonrío, aunque no es una sonrisa coqueta, solo es una sonrisa de felicidad -Te he necesitado tanto todo este tiempo- aun tengo dificultades para respirar pero que importa busco sus labios de nuevo. Todo lo que siento por él no lo puedo contener, está más allá de mi control.
No creo que le sorprenda que tengo mi navaja conmigo, pero el arma creo que es algo que no espera, no usaba una en ese entonces. Pero estoy tan entregado a él, a esta fuerte necesidad que tengo de él que no pienso en ello, solo quiero besarle, tocarle, y tener este momento para nosotros, solo nosotros, solo este pequeño y eclipsado mundo donde nada más importa.

Comenzar a besarlo es como drogarme, no puedo parar y solo comienzo a desear más y más de esto. Quiero todo, sé que no está bien y el daño que nos haremos, pero no puedo detenerme y mi voluntad de hacerlo está por los suelos. Respiré hondo, su voz es tan dulce que me saca sonrisas y ni siquiera sé por qué, no es una situación en la que debería reír, pero lo hago porque estoy feliz.
-Estoy aquí -de nuevo nos besamos y no lo detengo. Mis manos tocan su torso desnudo y puedo sentir lo áspero de sus cicatrices y lo suave de su piel, es tan real, tan él, y hace la necesidad más grande. Todas las memorias felices vuelven, nuestros encuentros fugaces y la caliente intimidad que nos caracterizaba. Lo nuestro era algo que todos sabían pero al momento de estar solos, era algo tan íntimo y tan nuestro que me volvía loco, hacía que mi cabeza ignorara el entorno, nuestras circunstancias e incluso los obstáculos y problemas.
Pero las cosas no son tan simples ahora, yo estoy con Hannu y él con otra persona, no sé qué clase de relación tengan o cuán cercanos sean, pero yo… no debería estar haciendo esto.
-Tohru -al separarme de él lo abracé para evitar seguir el contacto de nuestros labios, mi corazón va rápido y apenas si puedo contenerme. Mi cuerpo ha reaccionado, pero cierro los ojos esperando que mi cabeza se enfríe, aunque es complicado con él entre mis brazos- necesito que paremos -mi voz suena agitada, y lo alejé de mí para poder acostarme boca arriba y tomar mucho aire. Abrí los ojos, estoy conmocionado y no sé qué hacer, de verdad no sé cómo lidiar con esto y sin predecirlo, todo comienza a sobrepasarme. Llevé mis manos a mi rostro y traté de callar mi llanto, pero no puedo, es muy complicado controlarlo una vez sale. No me gusta llorar, pero con Tohru es algo que no contenía tanto como ahora.
Me senté sobre la cama y a tientas busqué su mano, limpié mis ojos con el dorso de la otra mano y luego un poco mi nariz.
-Lo siento -me disculpé por mi estado, porque no era algo que quería que viera- es todo muy repentino y no… no sé ni qué pensar -fui iluso e imprudente, pero aunque sé eso, no lo suelto, porque también siento que lo necesito.

Saki saca malditas fuerzas de no se donde, en este momento siento que lo odio, es la primera vez que consigue mostrar una pizca de fuerza para resistirse a mi. Eso me preocupa de inmediato. Podría buscar sus labios de nuevo y terminar esperando que su voluntad sea más débil. Pero no, esta reacción atípica me hace pensar que no debo actuar como siempre.
Lo abrazo de vuelta, mi solo respiro profundamente, muy profundamente.
-Está bien Saki, no haré nada- le digo, porque no se que más decirle, ¿reclamar? no creo que caer en los malos hábitos haría que se alejara con mas determinación. No quiero arruinarla tan rápido.
El comienza a llorar, ¿en serio tan mal le hago sentir? ¿es llanto de culpa? no sabría de que otra manera interpretarlo.
-Está bien… es mi culpa yo te besé, perdón- le digo acariciando un poco con mi pulgar la mano con la que ha tomado la mía -Saki, yo aun te…- hago una pausa -Siento que si lo digo te sentirás aun peor-suelto un suspiro -Pero no puedo rendirme, no después de esto. Ha pasado tiempo pero sigues siendo la persona más especial para mi, así que no me rendiré. Ya no soy el de antes, he cambiado y te lo demostraré- busco que me suelte y me alejo de la cama para buscar mi camisa y volver a ponérmela. 
Me acerco de nuevo a él y busco su rostro, doy un beso en su frente y le sonrío con afecto. No lo abrazo no porque no desee consolarlo, más bien porque creo que el prefiere mantener distancia.
-Perdón por hacerte sufrir de nuevo, intentaré hacer las cosas bien- vuelvo a alejarme de él comienzo a buscar cobijas y preparo un lugar para dormir en el suelo, a un lado de la cama - ¡Listo! dormiré aquí, prometo que no haré nada en la noche, seré un chico bueno- repito para que confíe en mi. Tal vez no sea tan sencillo, pero lo estoy intentando, al menos tanto como me da la cabeza en este momento.[/color]

No es su culpa, no creo que entienda lo que estoy sintiendo pero no puedo ponerlo en palabras tampoco. Es estúpido pensar que amo a Hannu pero a él… todo lo que siento por Tohru simplemente brotó de nuevo, como si el tiempo no hubiese pasado. Es ese miedo a perderlo o a perder a Hannu, mi propio egoísmo y a confusión de no saber hacia quién ir. La incertidumbre de estar haciendo lo incorrecto.

Lo miré cuando estaba por decirlo, y aunque se arrepiente, el contexto no cambia demasiado y eso me aterra un poco, pero también me emociona y este conflicto de emociones me hacen sentir peor. Me siento un niño, tonto e incapaz de sobrellevar una situación de adultos, se suponía que había comenzado a llevar esta clase de situaciones y que me sentía seguro con mi presente, pero Tohru puso de nuevo todo de cabeza.
-No es tu culpa -lo dije en serio, y miré cómo se acomodaba en el suelo. No lo detuve porque entonces sería estúpido y contradictorio, y agradezco que él pusiera distancia, pero que básicamente dicte que lo intentará de nuevo… no sé cómo me hace sentir. Si estuviese solo sería la mejor noticia, esperaría paciente y también le demostraría que he cambiado, pero las cosas no son así de fácil.

Me acosté y miré hacia él, está cerca de la cama así que puede oirme perfectamente.
-No eres el responsable de esto, ni eres la primera persona interesada en mí después de entablar mi relación actual -me reí, debo escucharme arrogante- estoy confundido y es porque se trata de ti, así que… no sé qué hacer -suspiré y sonreí. No sé por qué estoy siendo tan abierto con él, debería pedirle que no lo haga, que no me busque y que por favor me deje ser feliz como lo estoy siendo ahora, pero una vez que lo he visto no puedo ignorarlo y pretender que de nuevo, ya forma parte de mi presente- aún te quiero, más de lo que pensé -estiré mi mano a él- necesito tiempo -es raro haber terminado en una situación similar a la que vivió Hannu, y sé que me entenderá si se lo explico. Por eso quiero tomar las cosas con calma y pensar, con la cabeza fría y sin que el calor del momento afecte mi juicio-buenas noches -alejé mi mano y me acurruque, no tengo ganas de cubrirme y simplemente cerré los ojos.

Me da curiosidad quien es esta persona que tanto se ha metido en su vida. No lo conozco pero lo detesto obviamente, y tal vez mi naturaleza sale a flote, pensando en como podría pasar algo, un accidente. Realmente no he cambiado, soy una mala persona, al menos en cierto aspecto. Aquella persona... Èl, esa persona me enseñó a aceptar lo que hice cuando era niño, fue quien me dijo que lo que había hecho estuvo bien.

No pude dormir, mi mente solo se la pasa haciendo un plan sobre como debería hacer las cosas. Como buscarlo, como avanzar las cosas sin que él se aleje en automático y las horas pasan, aunque también puede ser parte del efecto de las drogas. Me levanté en silencio y doblé todas las cosas. Salí en silencio de la casa antes de que nadie pudiera notar que había estado ahí.
No me siento bien, me siento enojado por como Saki logró alejarse de mi, eso me duele, y ahora sin importarme demasiado si Chi está dormido o tiene algo que hacer temprano llego a su casa. Alguien me deja pasar pero me mira extrañado por la hora que es. Me meto en la habitación de Chi y me meto en la cama y comienzo a llorar.
-No me dejes salir hoy o haré algo malo a alguien- le pido a mi amigo como suplica.