Let's work? -Leigh Darcy-

Tengo que ir a la editorial para recoger los artículos y parte del libro que Leigh tradujo como un favor para mí. La verdad estamos trabajando bien juntos, tal vez porque pocas veces quedamos a solas, y el tiempo nos presiona a tal grado que ambos, o más bien todo el equipo ponemos nuestra atención para obtener un trabajo impecable. Sin embargo hoy no fue un buen día en la universidad, el director me fastidió toda la mañana para hacer un reporte que mi compañero inepto no pudo completar, y para mi mala suerte soy alguien que difícilmente puede negarse.

-Le avisaré a Leigh -procuro no mantener una plática fuera del trabajo, aún no me siento completamente seguro de ser tan amigable sin involucrar mis sentimientos. Sé que es injusto de mi parte para Shinya, pero sé que iré superando esto con su ayuda. Además nosotros somos muy compatibles, nos llevamos bien y él es demasiado lindo conmigo, imposible que no me vaya a enamorar de él pronto- listo -le avisé que no podría ir a la editorial tal vez durante el resto de la semana, necesito leer el libro con urgencia pero también estoy cargado de trabajo por este lado, y debo ordenar mis pendientes para antes del sábado y tener libre ese día.

Después de un rato tomé mis cosas y fui a entregar el reporte al director, me retuvo otros cinco minutos con pláticas que no me interesan y salí disparado a casa, pues en un abuso de confianza le pedí por favor a Leigh me fuera a dejar los documentos. También le prometí pagar el taxi o compensarle como quisiera, pues sería de mucha ayuda si me hacía ese favor. Son cosas que hacen los amigos, ¿no?, los amigos…
Suspiré largo y tomé el primer taxi que se me cruzó. Mi cabeza no para de pensar en esa última noticia que me dio Shinya, ¿otro hijo?, como si uno no fuera suficiente ahora se suma alguien más a su familia. Lo quiero mucho, creo que es un hombre maravilloso a pesar de ser algo celoso y misterioso, pero su familia es algo a lo que no me adapto aún. Su amigo Takumi es muy extraño, no me da pero nada de confianza, a su hija sigo sin conocerla y ahora es otro chico quien se suma a la lista de personas que debo soportar si quiero estar con él.
-Debería ser más accesible -susurro para mí. Tampoco es como si hiciera algo malo, pero me siento incómodo, no soy bueno tratando a los niños o adolescentes.

Bajé del taxi y corrí dentro de casa para darme una ducha rápida antes que llegara Leigh, cuando se vaya quiero pasar todo el día viendo tv y olvidarme de que debo conocer a los dos “retoños” de mi novio.

A mis 27 años ya he estado casado y conseguido un divorcio, he salido con muchas mujeres, y he desarrollado un interés romántico por un hombre. Aun no se, pero creo que debería buscar ayuda profesional, porque, no soy gay, ningún otro hombre me atrae, tampoco soy un homofóbico, mi mejor amigo también tiene inclinaciones sexuales por un hombre... bueno un niño a mi parecer, así que no soy de esos que ocultan su sexualidad detrás de la aversión hacia los gays.
Pero Jiro es diferente, no es un hombre extremadamente afeminado, o andrógino, de hecho me parece bastante masculino en cuanto físico. Pero me gusta, simplemente porque se trata de él.

Miro mi portafolio, en el cual llevo papeles para Jiro, me ha pedido que los lleve a su casa y yo ya tengo mi corazón a mil por hora. Me emociona la idea de pasar un rato a solas, lejos de las miradas indiscretas de las personas de la editorial. Podría volver a besar sus labios, quiero saber si en realidad es tan bueno como lo recuerdo.
No se porque me gusta un hombre, pero se que esto solo lo sentiré por él.
Hay un poco de tráfico y el taxi no avanza mucho, creo que elegí el peor medio de transporte para este momento. Ya quiero llegar... me he esforzado tanto por impresionarlo en el trabajo, ¿el ya lo habrá notado?  
Sonrío un poco por la idea de poder estar a solas, tal vez poder abrazarlo y diablos si corro con suerte quiero un beso suyo. Ese maldito de Jiro Okanao me tiene completamente loco por él desde que lo volví a ver. Es un hombre y yo lo quiero. Solo ese pensamiento hace que mi estomago sienta ese revoloteo de mariposas drogadas y salvajes por mis sentimientos.

Cuando bajo del transporte camino a donde es su casa, dudo un par de segundos antes de llamar. Me siento nervioso y desabotono uno de los botones de mi camisa porque siento que no me deja respirar.
-solo no te le lances encima- me digo mientras espero a que salga.

Terminé rápido de ducharme y me puse una camisa blanca y un pans gris, no volveré a salir, así que utilicé la ropa con la que seguramente voy a dormir. Lave mis dientes y me colgué la toalla alrededor de mi cuello. No es que me esté preparando para algo más, simplemente llegué sudado del trabajo y el baño es relajante… Me  siento tan mal por tener esa clase de pensamientos todavía a estas alturas, sobre todo porque ahora tengo un novio que me satisface muy bien.
-Soy horrible -digo tapando mi cara con ambas manos. Hago una mueca y camino a la sala para prender el televisor mientras él llega, afortunadamente está todo limpio, desde que pago a esa señora para que venga tres veces a la semana a mi me es más fácil el mantener orden, y no tengo problema con las visitas inesperadas.

Reviso el ramo de flores que Shinya me dio hace un par de días a ver si necesita un poco de agua, pero la he cambiado esta mañana. Es tan detallista, no soy fanático de los arreglos florales pero estos obsequios me sacan muchas sonrisas, aunque la mayoría de las veces sus subordinados vienen a dejarlas, es un poco raro pero no le quita lo lindo.
-Llegó -doy una vuelta sobre mi eje antes de ir a abrir, y al llegar a la puerta me regreso por las llaves que he dejado sobre la mesa- vooy -tengo la costumbre de asegurarla, además ahora estoy muy nervioso- actúa normal, normal -respiro profundo y con una sonrisa le abro, él… se ve tan guapo hoy también.

-Oh, muchas gracias por venir -digo haciéndome a un lado para que pase, y le indico con la mano que puede sentarse en la sala. Luego cierro de nuevo- en serio perdón por hacerte traer eso, te compensaré como quieras -hoy estuve de mal humor en mi trabajo, y no quería ir al suyo y soportar la mirada del director al que evidentemente no le agrado. Tal vez es porque Shinya me impuso sin consultarlo, pues no para de tirar indirectas sobre cómo alguien más capacitado sería mejor para el trabajo- ¿quieres algo de tomar?, siéntate por favor -jalo la toalla de mi cuello y la dejo sobre una silla del comedor y voy al refrigerador- ¿quieres soda o cerveza?.

Tal vez no paro de hablar porque estoy muy nervioso, mi corazón no puede evitar latir con fuerza al estar los dos solos en casa. No haré nada malo, en verdad quiero permanecer como su amigo, pero no puedo mentirme y fingir que ya no siento nada por él.

Debería decir hola, pero solo lo miro sonriendo cuando abre la puerta. Trabajar con él sin tener que estar siempre a la defensiva ha sido bueno y me ha hecho ansiar un poco acabar con la distancia entre nosotros. Pero no quiero lastimarlo, eso es lo único que me ha detenido hasta ahora. Con algo de esfuerzo estoy intentando hacer las cosas bien.
-No ha sido nada- comento como restando importancia, aunque su casa queda un poco lejos y si fuera cualquier otra persona yo solo le habría mandado al diablo -descuida, no tenía nada que hacer- entro a la casa, y no puedo evitar echar un vistazo algo indiscreto.

Completamente diferente a mi casa, yo sigo viviendo en un completo desastre, mi ropa suele estar en el suelo, pero al menos un montó es la limpia y el otro la sucia, aunque aveces se mezcla un poco.
-Una cerveza esta bien- comento cuando encuentro un lugar donde sentarme, el no me ha invitado a hacerlo, pero yo solo me tomo la libertad. Sigo mirando un poco a todos lados, y reparo en aquel ramo de flores.
¿Sale con alguien? porque no creo que el se ande gastando su dinero en algo como eso, al menos no en algo tan ostentoso ¿no?
-no sabía que te gustaban las flores- claro que no, yo no se casi nada de él, pero mas que saber si le gustan quiero saber si tiene a alguien, ¿que haré si tiene pareja?

Tomo una lata de cerveza para Leigh y una soda para mi, no compré nada de comer y no tengo algo para ofrecerle, tal vez deba salir rápido a conseguir comida. No, él no dijo que se quedaría, pero es lo mínimo que puedo hacer ya que fue tan amable conmigo. Regreso hasta la sala para poder comenzar con el trabajo.
-Aquí tienes -estiro la lata y luego de entregarla abro la mía para dar un trago- ¿mm?, oh, bueno, no, fue un obsequio -es cierto, ese ramo es demasiado ostentoso para haberlo comprado como adorno de la casa. No pude evitar sonreír por el recuerdo, Shinya es un poco extravagante a la hora de hacerme algún detalle, pero cada uno de ellos me hace sentir especial y querido.

Me senté junto a él para revisar un poco los documentos que me proporcionará, así, si tengo alguna duda podré consultarla de una vez.
-Entonces, ¿puedo revisar la traducción? -tenerlo cerca me afecta un poco, y llevo la lata de soda a mi boca para pasar de un trago  esas maripositas atoradas en mi garganta. Mis latidos también van muy rápido, quiero besarlo.
Me odio a mí mismo por pensar de esa forma, yo debería tratarlo como un compañero más de trabajo, ya tengo a Shinya, no necesito la atención de otra persona. Pero Leigh fue especial para mí, a pesar de ser un bruto también era muy tierno. Sus labios eran tan hábiles y sus manos se sentían tan bien sobre mi piel, aunque claro, muy pocas veces llegó a tocarme.
El recuerdo me hace sentir un poco caliente de la cara y siento un escalofrío recorrerme el cuerpo, y retiro con torpeza la lata de mi boca haciendo caer unas gotas sobre mi cuello y camisa.
-Tch -paso mi mano por mis labios y dejo mi bebida en la mesita junto a los papeles, debo concentrarme, concentrarme, de otra forma terminaré haciendo algo de lo que me voy a arrepentir- ¿comiste algo?, si tienes hambre podemos pedir algo -quiero que se quede un poco más, tal vez si lo invito a comer… no, no, debo hacer esto rápido.

Tomo la lata en mi mano para sentir la fría sensación provocada por su baja temperatura. Pero aun no la abro, quiero escuchar lo que me dirá de las flores. No quiero ponerme intenso por algo así, pero la curiosidad no me deja concentrarme en nada mas que sus palabras.
-vaya, debió ser un regalo muy caro - comento solo mirando la lata para destaparla por fin, ese sonido característico de una bebida con gas se escucha. No tengo derecho a enojarme, pero me siento celoso, yo no puedo pagar por un ramo como ese, las flores son algo muy caro en estos días, mas de ese tamaño, yo solo podría comprar un arreglo mucho mas simple. Y el sonríe, ¿esa persona le gustará tanto? ¿le gustará mas que yo? sin tener una respuesta acerco la cerveza a mi boca para dar varios tragos.

- ¿que? aah si- tardé un segundo en captar sus palabras, pero estiro mi mano y comienzo a sacar las cosas que he traído para él.
Trato de que mi atención se quede solo en la boca de la lata donde se ve un poco de cerveza mezclada con mi saliva.
Giro el rostro cuando ver como se echa en cima un poco de esa bebida suya.
-eres un descuidado - sentencio estirando mi brazo hacia él para limpiar con mi manga esas gotas que quedaron sobre su piel, pero en cuanto termino mi mano regresa a envolver la cerveza - no, ¿y tu? si, pidamos algo, lo que sea- comento con palabras atropelladas. Mi corazón da brincos dentro de mi con solo haber limpiado un poco de su piel, quiero tocarlo.
-me sorprende que tengas cervezas en tu refrigerador, ¿o es solo para los invitados? recuerdo que no eres muy bueno tomando- comento un poco para molestar pero luego solo quiero morder mi lengua para no volver a hablar nunca. Los recuerdos de nuestro primer beso, nuestro primer contacto se hacen presentes y siento como me estremezco que los poros de mi piel se erizan - ¿pedo pasar a tu baño?- pregunto levantándome de golpe y dándole la espalda casi de inmediato. En cuanto me indica el camino yo desaparezco por la puerta del baño, miro mi pantalón y solo suelto un suspiro - carajo, solo es un recuerdo, ¿puedes quedarte quieto al menos un rato?- reclamo a mi entrepierna que no ha dudado en reaccionar por los recuerdos.

Lo volteo a ver poniendo una expresión confundida, creo que las personas al ver unas flores lo primero que piensan es en lo bonitas que son o el significado que tienen, aunque yo no conozco mucho sobre el lenguaje y tampoco sé si Shinya lo toma en cuenta a la hora de regalarmelas.
-Supongo que sí, no lo vi de esa forma -creo que Leigh está un poco distraído, tal vez se siente cansado y yo le hice venir hasta mi casa. Supuestamente nosotros acordamos tener una buena relación de compañeros, pero yo aún me siento incómodo estando a solas con él, todavía no me deshago de mis sentimientos y puede que eso le incomode a él también.

Estaba por tomar un bonche de hojas cuando sentí el toque de su mano en mi cuello, y me quedé unos segundos congelado. Mi cara seguramente está muy roja, mi corazón late muy fuerte y bajé la vista al suelo apretando una mano con la otra.
-Sí… -no sé qué está pensando, es por esas acciones descuidadas que yo siempre me hice ilusiones. Y me siento estúpido y feliz al mismo tiempo, sobre todo porque espero demasiado de este. Soy un imbécil, debería decirle que se vaya porque yo soy muy débil cuando se trata de él- mm, sí, hay personas que prefieren tomar cerveza en vez de soda -desde que estoy con Shinya en que las compro, no es como si viniera muy seguido a casa pero me gusta tener algo más para darle que solo mis gustos sin alcohol.

Me ha costado calmarme, y trato con todas mis fuerzas el enfocarme en la lectura.
-¿Eh?, ah ah, sí, allá… es aquella puerta -apenas me dio tiempo ponerme de pie porque él salió corriendo, casi literalmente. Sí, seguramente lo tengo muy incómodo con mis reacciones. Debería darle a entender que no lo veo más que como un amigo y que así él pueda relajarse- ah, pediré de comer, ¿pizza está bien? ¿o prefieres comida china? -caminé cerca del baño para avisarle y después me fui hacia la cocina por el teléfono, ¿no se suponía iba a intentar que se fuera?, pero ahora estoy pidiendo comida para ambos. Al menos ya no estoy tan tenso por pensar en la cena que tendré con Shinya y sus hijos, pero tampoco debería sumar otra preocupación al involucrarme con Leigh.

¿Asi que tiene muchas visitas? debe ser así como para que decida agregar las cervezas a su lista de compras.

Solo me recargo en la puerta y respiro profundo, solo tengo que esperar un poco a que el obvio bulto en mis pantalones se baje.
Soy un saltito cuando escucho su voz, me ha tomado tan por sorpresa que me ha asustado un poco.
-comida china esta bien- respondo alejandome de la puerta y me siento sobre el inodoro y sigo tratando de pensar cosas menos sugerentes, pero estamos solos, y yo podría sacar ventaja de eso. Creo que podría convencerlo, ¿como será hacerle el amor a un hombre? obvio no me refiero a lo que hay que hacer, sino a lo que se siente... han pasado mas de dos años desde que esa duda ronda por mi cabeza, pero solo cuando pensaba que Jiro, porque es el único hombre que aparece en mis fantasías.
¡Pero sale con alguien! dice una voz en mi cabeza, la conciencia... el se veía tan afectado ese día que apareció en mi trabajo, no quiero arrastrarlo de nuevo a lo mismo, porque ¿y si al final no puedo? no puedo hacerle de nuevo algo así.
Mis pensamiento hacen que mi inoportuna erección desaparezca y me siento una pésima persona.
-Soy un maldito pervertido- digo mientras me levanto y aprovecho para orinar. Luego de eso lavo mis manos y mojo mi nuca y mi cabello, solo como medida preventiva.

Salgo del baño secando mis manos en mi pantalón y regreso a sentarme donde antes para tomar de nuevo de la cerveza de la cual ha desaparecido casi la mitad de su contenido.
-entonces ¿hay algo que te confunda de la traducción hasta ahora?- pregunto por decir algo, y bueno, porque se supone que estoy aquí solo por el trabajo. Seré prudente, y debo mantenerme alejado de él. Jiro es una gran tentación para mi y sé que si solo me dejo llevar lo volveré a dañar.
Ahora lo miro con detenimiento, ¿por que me gusta tanto? ¿que he hace enloquecer con tanta facilidad? debe ser solo la fantasía que yo mismo me he creado, seguro no besa tan delicioso como recuerdo y su piel no es tan suave ni su aroma es tan hipnótico.
-y entonces, ¿sales con alguien?- pregunto señalando el ramo de nuevo, es que no puedo evitarlo, quiero saber.

Llamé a la comida china y ordené algo variado, no conozco muy bien sus gustos. Honestamente es muy poco lo que sabemos del otro, y aún así caí enamorado como un idiota. Llevo la mano a mi pecho y aprieto mi camisa en un puño, estoy muy confundido, no debería porque Leigh no parece interesado en mi, solamente es una persona muy amable.
Regreso al refrigerador y tomo una lata de cerveza, sí que soy un idiota, no debería consumir alcohol. Pero bueno, tampoco es como si una lata me fuera a emborrachar, ¿debería llevar otra para él?, seguramente, tiene una buena resistencia y hoy hace mucho calor.

Me tiro en el sofá dando un par de suspiros y dejo las dos latas sobre la mesita lejos del papeleo, me coloco mis lentes y vuelvo a tomar el escrito que aun no logra captar mi atención.
-Mmm no, parece que estaré bien. Eres muy bueno en lo que haces -pude concentrarme mientras regresaba y leer un par de hojas, no es mucho para juzgar y decir qué no entiendo, pero la traducción tiene coherencia, realmente es impresionante cómo puede adaptar todo a nuestro vocabulario, realmente es genial- ¿eh? -alejo los papeles y giro mi vista al ramo, es en verdad llamativo, debí ocultarlo. No no no, ¿qué diablos estoy pensando?, ¿por qué no simplemente decirle que sí salgo con alguien?, no es como si nosotros tuvieramos esperanzas- sí -de nuevo regreso mi supuesta atención al escrito, no quiero que pregunte nada más. Pff, por favor, no va a hacerlo, a él no le interesa tu vida amorosa, Jiro.

Dejo el bonche nuevamente en la mesa y tomo ambas latas de cerveza.
-Te traje otra, ¿o prefieres tomar algo más? -incluso traje una para mi, y después de que la agarra abro la mía con torpeza. Soy tan idiota, estoy tan nervioso que tardé un rato en abrir una maldita lata, ¿qué tanto me afecta este hombre?- hace calor -digo después del primer trago, dejando la lata a poca distancia de mis labios.

Mi corazón se siente oprimido por su respuesta, ya tenía la idea en mi cabeza pero, escucharlo venir de él, con su voz, eso no se siente nada bien. Estoy celoso, quiero… ay no se que quiero, pero…  ¡aaargg carajo!
-ah- me contengo para no decir nada más, debo ser prudente, y calmado, no voy a echar a la basura lo poco que tengo con él solo por mis celos.
¿Le gustaran mas sus besos que los mios? ¿tienen sexo? No… no puede… ¿o si? Conmigo no es que el pusiera mucha resistencia… ¿es así con todos? Nunca lo había pensando, pero de alguna manera me siento herido de que así pueda ser, ¿pero tengo derecho? ¿no soy yo así con las mujeres?

Miro la cerveza y la tomo, pero la verdad me gustaría tomar algo mas fuerte, aunque dudo que el tenga algo mas fuerte que la cerveza.
-La cerveza esta bien- ahora solo puedo pensar en que sale con alguien, y no se como manejar mis celos, soy un hombre en extremo celoso con él. Destapo la cerveza y de inmediato le doy unos tragos -si algo- me dejo caer sentado en el sillón y apoyo mi cabeza en el respaldo -nunca pensé que un día tomarías conmigo sin estar enojado. Antes siempre parecías enojado conmigo- comento sin poder controlar el traer a la platica el pasado.

Unos tragos más y suelto un resoplo, porque solo soy un idiota. Cualquiera que me conozca, sabe que de maduro no tengo mucho, es mas fácil señalar todos mis defectos que mis virtudes, y tengo una boca maliciosa e imprudente.
-¿y cuanto llevas con tu novio?- si, regreso de nuevo, paso de un tema sensible a otro que puede resultar peor, al menos para mi -seguro es menos idiota que yo- aunque yo nunca fui su novio y tal vez no debería compararme con él, pero lo hago, quiero hacerlo, porque algo tuvimos ¿no?

Es verdad, la primera vez terminé hecho un desastre pero ¿cómo no quería que lo odiara?, me hizo la broma de un niño de primaria. Y es tonto que yo terminara por enamorarme de él. Es que es tan gracioso, tan espontáneo y una persona muy sincera, a pesar de ser un imbécil nunca me mintió. Pudo hacerme creer que me quería un poco y no sé, sacar provecho de mi. Pero nunca me dijo nada, ni siquiera sé por qué siempre terminamos besándonos.
-Es porque tú siempre me hacías enojar -hago una mueca y llevo la cerveza a mi boca dando un par de tragos grandes- te gustaba molestarme mucho -extraño un poco eso, que me abrazara para molestarme. Qué estúpido me siento al recordar que incluso me daba miedo y me escudaba en uno de mis alumnos, sí que soy patético.

Sentí una un ligero espasmo por su pregunta, ¿de verdad me va a preguntar por él?, me incomoda demasiado, no quiero hablar sobre Shinya ahora, suficiente culpa tengo con mis propios pensamientos en que deliberadamente decido ignorar un poco que estoy en una relación, aunque no he hecho nada malo pero…
-Poco tiempo, más o menos… desde que empezamos a trabajar tú y yo juntos -¿por qué carajo le di ese detalle?, no, no puedo darme el lujo de decirle quién es, ¿espero que se encele? pff, sí claro, solamente quiere molestarme un poco como siempre. Y no, la verdad no extraño nada el que me esté molestando, ahora lo recuerdo- sí, al menos él no duda en acostarse conmigo -dejé un hueco de silencio, mi lata estaba por regresar a mi boca pero me quedé boquiabierto a mitad de camino. ¡Soy un idiota!, he arruinado todo, simplemente me hubiera limitado a responder con un sí o un no, o bromear, sí sí, eso hacen los amigos, ¿no?.

Agg, me siento de lo peor, y de un trago termino por fin esa lata y a prisa me levanto por otra más, y para no estar de aquí para allá he traído unas 4 latas más. Creo que terminaré embriagandome con cerveza.
-Más cerveza -digo tomando la segunda lata, siento mis mejillas rojas pero no es por el alcohol, y ahora no me atrevo a mirarlo.

Sonrío como si fuera una confirmación sobre mi gusto poco inocente de molestarlo.
-es porque siempre tu cara no iba acorde con tus palabras, siempre eras educado pero tu cara siempre decía otra cosa- comento sonriendo recordando un poco aquellos días. Supongo que es absurdo explicar ahora el porque lo hacía, y aun así, sigue pareciendo un abuso de mi parte contra él.

Asi que poco tiempo, ¿por que mas o menos desde entonces? ¿es alguien de mi trabajo? Definitivamente no puede ese el gordo de mi jefe, no creo que le gustén así, además esta casado… aunque eso no garantiza su heterosexualidad.
-¡Oye!- exclamo luego de procesar lo que acaba de decir. Pero se ha levantado y desaparecido hacia la cocina y reaparece con mas latas.
Estiro mi mano y arrebato la lata que tiene en sus manos y la abro para regresarala a sus manos. De repente me siento mucho mas incomodo aunque es obvio el porque de ello.
-yo no estaba listo en ese entonces- digo cabizbajo mirando mi lata y vuelvo a tomar todo de golpe para abrir otra, ¡necesito algo mas fuerte! -y no era que no lo deseara, ¡tu sabes que lo hago! ¿es obvio no? Siempre lo fue- dejo la lata en la mesita. Apoyo mis codos en mis muslos y mis manos rodean mi cabeza -para mi era como perder la virginidad de alguna manera- solo decir eso me hace sentir tan avergonzado.
Apenas comienzo a procesar las cosas que acabo de decir: “yo no estaba listo...”, “no era que no lo deseara… tu sabes que lo hago...” que idiota soy soy, pero bueno tal vez el no notó el detalle de que acabo de decir que aun lo deseo. Carraspeo buscando la cerveza de nuevo y tomo como un hombre sediento y luego solo río nervioso.
Es tan difícil tener autocontrol, obviamente no soy de los hombres que esperan una señal, que solo se lanza al precipicio esperando que las cosas salga bien.

Eso es porque soy una persona que no sabe mentir, y eso no es bueno, me gustaría ser más hábil, los adultos necesitan hacerlo muchas veces y yo, entre más nervioso me siento peor lo hago.
-Eso no te daba derecho de molestarme -mi voz no suena enojada, y hago un puchero fingiendo que lo estoy, aunque al principio era una tortura toparmelo en el pasillo con esa mirada temerosa, ahora lo recuerdo con cariño. Todo lo que él hizo es preciado para mí, aun cuando no fue más que un juego que terminó en cuanto su amada regresó a él.

Acepto la lata de regreso y llevo pequeños tragos a mi boca, me sorprende la rapidez con la que él toma el alcohol, bueno, es cerveza, aquel día se tomó cosas más fuertes de igual forma, yo porque no estoy acostumbrado y con muy poco pierdo el control.
Mi corazón empieza a latir más rápido, ahora con más fuerza evito mirarlo y doy tragos más largos, no me gusta mucho el sabor de la cerveza pero quiero tener algo en la boca para no seguir hablando tonterías, porque ¿qué fue eso?, deja de decir cosas que me hacen tener esperanzas.
No sé cómo es que terminé mi lata y la pongo vacía en el suelo para tomar otra.
-¿Cómo se supone que supiera?, siempre pensé que me usabas como el sustituto de una mujer y no porque yo te gustara realmente -solo una vez me dijo que le gustaba, y de ahí todo se limitó a esos roces, encuentros, diablos, este tipo besa tan bien que yo me dejaba llevar fácilmente y me gustaba ser consentido por él. Sin embargo y aunque siento un poco de rencor contra él por no corresponderme, un lado de mi entiende todas sus dudas, porque no debe ser fácil para él, un tipo tan macho el aceptar que se siente atraído por otro hombre. Porque yo le atraía, ¿cierto?- fue tan complicado para ti, lo siento -sin pensar una mano sostiene mi lata ya abierta y la otra fue hasta su cabeza, porque se ve tan tierno tuve la necesidad de acariciarlo. Su cabello despeinado no es precisamente el más suave pero se sigue sintiendo bien cuando lo toco. O tal vez porque se trata de él y todo me gusta, hasta la manera en que respira al dormir.

Me encojo de hombros por lo que dice, se que yo no tenía derecho a hacerlo, ¿pero realmente piensa que eso me importa? Claro que no, no soy tan buena persona como para preocuparme por eso.
-pero me gustaba- digo como si eso fuera suficiente para justificar mis acciones, y bueno, para mi lo es.

Giro mi cabeza para mirarlo con expresión de confundida, ¿el en serio pensaba algo como eso?
-¿como vas a ser un sustituto? - para ser un hombre que se ha dedicado a estudiar lenguajes estoy teniendo muchos errores en los tiempos que uso para hablar -¿como puedes creer algo así?- cuestiono un poco molesto, ¿tan mal persona cree que soy? Bueno si, soy realmente un tipo desagradable en muchos sentidos, pero ¿eso?

El toca mi cabello y yo bebo lo que queda en mi lata, mientras en mi cabeza me pregunto ¿exactamente que es lo que el piensa de mi? Entiendo que le molestará mi indecisión, pero realmente todo lo que estaba pasando era algo nuevo. Nunca había sentido interés en hombres y de repente uno me ponía tan hormonal como un estúpido chamaco de secundaria. Mas aun, que fue él la persona que lograba sacar de mi cabeza a mi exesposa y el se apoderara de todos mis pensamientos y deseos.
-ok, la primera vez que nos besamos, si, yo pensaba que eras ella, ¡pero todas las demás veces todo lo que hice, fue porque eras tu!- elevo mi voz un poco alterado, ¿pero tiene caso explicar? No, ya es tarde para eso. Estoy tan enojado y celoso, su novio y él, obviamente tienen sexo, el me lo ha dado a entender abiertamente.





Bien todo eso parece ir bien en mi cabeza, miro mi mano con la lata en ella y las gotas de sangre que empiezan a salir. Mi imaginación ha sido bastante realista
-al menos por fin encontraste a alguien que te hace feliz- digo completamente herido, no puedo ocultar que me afecta saber eso, y si, no he hecho anda lo que acabo de imaginar. No hay sarcasmo, ni beso. Deseo ser tan imprudente como siempre, pero solo recordar lo herido que se veía ese día de nuestro reencuentro, no puedo hacerle mas daño porque yo lo quiero.

He comenzado a desahogarme, a pesar de que quería mantener la fachada no pude contenerme en cuanto empezó a mencionar cosas del pasado. ¿Por qué ahora?, es una mala broma que de nuevo empiece a hacerme sentir tantas cosas, lo deseo demasiado, pero también siento ese calorsito en mi pecho por sus respuestas, quiero creer que le gusto todavía aunque sea un poco. Yo sé que todo son un montón de ilusiones, pero no puedo evitarlo, él me sigue gustando demasiado.
-¿Y cómo no hacerlo?, parecía que tenías un problema con mi entrepierna, y nunca me dijiste apropiadamente cómo te sentías por mí -solo fue una vez, y después intenté de manera muy tonta crear una atmósfera pero no volví a escuchar que le gustara, además cuando ella me dijo sobre el hijo de ambos sentí que todo este tiempo solo había sido la excusa para cuando ellos regresaron o alguna otra mujer llegara a su vida, un entretenimiento momentáneo.

Me le he quedado mirando con una cara avergonzada, me gusta que me diga eso, me siento culpable pero realmente me siento bien cuando me elogia. No lo hace mucho y su modo es un poco estúpido y brusco, pero siempre me agradó ese tono de voz que usa.
-¿Te gustaba besarme? -me siento embriagado solo con tenerlo cerca, recuerdo que su olor era tan viril, su cuerpo también era perfecto. Me negaba tantas veces que alguien tan imbécil podía gustarme pero su físico me ayudó a mirarlo de esa forma. Pero no era todo, su carácter que era insoportable para otros a mi me gustaba, esa inocencia con que decía las cosas, cuando no pensaba y se expresaba como un niño, su amabilidad que casi nadie notaba. Esas cosas que me lastimaron también me hicieron enamorarme, debo parecer un masoquista.

Pero todo me hace volver a la realidad y desvió la vista hacia abajo, es cierto, Shinya no merece esto, no importa lo mucho que quiera estar con Leigh lo nuestro nunca funcionó y ahora menos lo hará. Yo quiero a Shinya, es un buen hombre y me trata mejor que cualquier persona lo ha hecho, reconoce mi trabajo y siempre está al pendiente, debería ser tan feliz como él dice.
-Sí -hago una pausa y llevo un buen contenido de cerveza a mi boca, ahora recuerdo que él y esa mujer deben tener una familia feliz, qué envidia- tu también, con tu esposa y tu hijo -creo que soné poco honesto, y como no hacerlo si eso fue lo que nos separó. Soy una mala persona por desear que ese niño no hubiera llegado a su vida solo por yo haber sido desplazado.

Miro de nuevo a su mano y veo las heridas que tiene, y rápido dejo mi bebida sobre la mesa, derramando el contenido sobre la mesa y la alfombra al colocarla tan bruscamente.
-¡Tu mano! -la tomo sin pensar para ver qué tan herido está- ¿qué es lo que hiciste? buscaré el botiquín.