Encuentros [Privado]

Me encantan las fiestas de disfraces, es cuando más puedo echar a volar la imaginación y ponerme lo que quiera sin tener que ser juzgado. Pero esta vez dejé un poco de lado eso para centrarme en lo importante. Y es que Kajsa ha estado decaída estos días, y obviamente la razón solo puede ser una. Además, ahora que comencé algo con Sora, aunque solo somos amigos, pero… pero aún así, ya no puedo ser esa otra persona que la ayuda a olvidarse del inútil de Takabe. Incluso Hana y ella han comenzado a llevarse un poco, pero parece que para Kajsa no es suficiente.
Le he dejado a Ziba un par de boletos para que lleve a ese idiota y al menos Kajsa pueda tener una noche especial. Sé que puede resultar contraproducente, de hecho es lo más probable, pero me gustaría que estuviera feliz al menos hoy. Y según Ziba, a ese imbécil no le es tan indiferente, y si ella mismo casi lo confirmó, mi plan no puede resultar tan malo.
Terminé de arreglar mi cabello y esperé sentado a que Hana terminara de cambiarse. Pedimos prestado uno de los camerinos ya que no podemos usar mi casa, y también algunos accesorios, cosa que me costará después algunos favores. Obviamente Ziba no sabe que ella va, porque seguro comenzaría a negarse y todo se iría al diablo. Son unos idiotas, no entiendo cómo puede negar algo tan obvio, pero bueno, yo les haré un pequeño favor.

-Tardaste mucho -crucé mis brazos y me puse de pie, luego sonreí- oh… -la miré de arriba a abajo, se ve muy bien. Hice que las tres llevaran el mismo atuendo, y como esperé esto dará buenos resultados- ven, te acomodaré la peluca -me acerqué a ella y acomode el cabello color miel. Así Ziba no se irá antes de tiempo, porque si la reconoce, creo que podría salir corriendo- bien, te ves guapisima -sonreí- ahora, toma tus cosas y vamonos, que aún debemos ir por Kajsa y su hermana.

Salimos y tomamos un taxi para ir a la casa de ellas. Seguramente Kajsa se enojará porque soy la única que no va a juego, pero eso está fuera de mis posibilidades. Ya me inventaré alguna excusa.
Cuando llegamos, esperamos en la sala. Hana parece nerviosa, ¿tal vez esa ropa es demasiado? Pero no es la clase de chica puritana. Y eso que no sabe que Ziba irá con nosotros.

Aine:

Estoy muy nerviosa por hoy, pero también emocionada. El lugar estará lleno de gente importante, ¿no es mi disfraz demasiado simple y revelador? Pero Aine casi me ha obligado a llevarlo, y Kajsa parecía feliz de que fuéramos a juego. Aunque él ni siquiera lleva algo parecido, ¿no es eso injusto? Pero en fin, hoy es una noche especial para Kajsa. No me gusta que Aine se meta demasiado en sus asuntos, sin embargo tampoco es bueno verla triste todo el tiempo.
La he conocido hace poco. Tuve que acudir a su casa para el arreglo de su maquillaje para un evento importante, y luego me enteré que esos dos eran amigos. No sé en qué momento me hice más cercana a Aine, y como si vinieran en conjunto, también con Kajsa he salido un poco, aunque nunca nosotras dos solas. No mentiré que al inicio me parecía la típica chica fresa, pero es muy agradable y tierna. Me pregunto cómo será con ella el chico que le gusta. Lo vi en fotos y se ve algo simple, me sorprende que ella, siendo tan hermosa y encantadora, esté tan enamorada de él.

-¿Cómo se ve? -mordí mi labio nerviosa. Aún frente a él me siento nerviosa, no quiero imaginar en medio de tanta gente. Pero me tranquiliza saber que Kajsa y su hermana irán igual, es hasta agradable- ¿qué? ¿me veo mal? -¿por qué hizo ese ruido? ¿Qué significa? A veces no lo entiendo, mi maquillaje está bien, ¿no? Hasta me hizo ponerme una peluca- ¿de verdad? Muchas gracias -suspiré aliviada y sonreí. Asentí y tomé mi pequeño bolso para ir a la casa de ellas. Dejé mis cosas acomodadas, volveré mañana o pasado por ellas.

Subimos al taxi y comencé a jugar con mis manos. Debo calmarme, pero me da un poco de emoción. Hace mucho que no salgo con amigos, desde que vivo con mi hermana he sido sentenciada a portarme bien. Pero en general, este tipo de eventos no eran lo mío, él los odiaba y nos limitabamos a lo que él quería.
-¿Y qué se supone que eres? Kajsa no estará feliz si ve que no usaste el mismo disfraz -lo miré de arriba abajo. Pareciera nuestro representante ilegal o algo así, ¿cómo se le llamaba a eso? Bueno, no importa.
Quiero preguntar por Ziba. No tuve el valor de llamarlo, y él a mí tampoco. Aine dijo que no quiso mi número, y eso me hace sentir decaída. Ni siquiera entiendo por qué, solo nos vimos una vez. Solo pensar en él y recordar me hace sentir extraña, no debería estar tan sensible por un chico al que recién conozco.

Cuando bajamos me quedé callada, pensando. ¿Lo habrá invitado? Él dijo que su hermano era amigo del chico de Kajsa, pero creo que me estaría molestando si lo hubiera tomado en cuenta. Y a Ziba parece no gustarle estas cosas.
-Buenas tardes -esperamos sentados a que ellas bajaran. Estoy feliz, creo que hacerme amiga de ellos no es tan malo. A veces salgo con mis compañeras de trabajo o mi hermana, pero es totalmente distinto al tipo de ambiente en que ellos se desenvuelven, y no me disgusta.

Hana:

No estoy segura de que sea el atuendo adecuado, no es que crea que no me veo bien con esto, claro que si, pero es un poco mas revelador de lo que suelo usar. No sé ya cuando tiempo llevo “arreglando” la corbata de moño en mi cuello y luego regreso con las orejas de nuevo. Karin está tirada en mi cama protestando que nada cambia que mueva unos milímetros más o menos. La verdad es que estoy muy nerviosa y emocionada. Lo primero porque esta no es la imagen que he solido proyectar en la universidad, de hecho no participo mucho en estos eventos, pero emocionada porque es la primera vez que saldré así con mis amigas, Aine, obviamente Karin y ahora una nueva persona en el grupo. Hana es muy linda, apenas nos conocemos, pero siento lo mismo que con Aine, que no se interesa por mi apellido, sino por mi. Mamá se molestaría su supiera que estoy siendo un poco mas flexible con algunas personas, pero me siento feliz, es lindo no sentirse tan solo todo el tiempo.
De nuevo comienzo a mover el moñito, y escucho unos golpes en la puerta, no presto atención, es Karin quien se levanta para ir a abrir.
-Las señoritas han llegado- nos informan y aunque parece que estoy dispuesta a proseguir con el arreglo del moñito, Karin me toma de la mano para obligarme a salir y bajar mientras dice un montón de cosas que hacen mi cara arder. Veo al otro par esperando por nosotras y me muestro tremendamente apenada por todo lo que viene diciendo mi hermana.
-Lo siento, no le hagan caso- me río nerviosa pero todo se me olvida cuando noto algo que no concuerda -¡Aine! - suelto su nombre en un chillido al ver que su atuendo no va para nada con el de nosotras tres.

Como Karin está un poco desesperada, salimos de la casa, obviamente papá y mamá no están en casa, sino creo que no me atrevería a salir usando esto. Pero al menos no soy yo sola, y eso me hace sentir un poco menos apenada.
-Hana, te ves preciosa, siento no haberlo dicho antes, pero es que…- lo ultimo lo digo en tono de reclamo mirando a Aine -No te perdonaré esto fácilmente- le amenazo a mi amiga.
Llegamos al lugar, es lujoso, y bueno, me siento más tranquila porque parece que muchas chicas usan este tipo de disfraz.
Al entrar tomo la mano de Karin, me siento un poco insegura, no es el tipo de cosas que suelo demostrar, pero esta vez, con ella aquí, no puedo evitar refugiarme y buscar apoyo en ella.
-¿Y ahora qué?- les pregunto levantando la voz, porque yo no tengo la menor idea de que hacer en este tipo de lugares.

Kajsa:

Hoy hay fiesta en la universidad, es algo grande y ostentoso, los boletos son caros y muy deseados por los que no pueden pagarlos y algo para presumir para quienes si pueden. Amo las fiestas, pero esta no es de mi especial interés, creo que por el tipo de personas que van, pero está vez creo que será divertido. Incluso Kajsa a aceptado ir.
Miro mi cabello, he pensando en llevarlo suelto pero al final termino con estas coletas que me han terminado gustando, al tener tanto tiempo el cabello corto, no me acostumbro ahora a traerlo suelto, y si, podría usar solo una coleta, pero… a Ian parece no gustarle mucho este toque “infantil” que me da el peinado, así que por eso creo que lo uso aun más.
Miro mi celular, ya es hora de irnos para así no dejar esperando a Aaren. Solo de pensar en él, mi sonrisa se borra, es bastante agridulce todo lo que está pasando, creo que por primera vez entiendo un poco lo que mamá sentía por papá. No es que yo ya esté enamorada y loca por él… no, yo aun no… pero lo quiero mucho, si, solo es eso, y por eso ya duele bastante.
Tomo mi celular en una mano y en la otra los tacones que usaré hoy y camino por el pasillo hasta llegar a la puerta de la habitación de mi hermana. Parece que aun no está lista, la ayudo a ponerse el traje, parece un poco nerviosa.
-Te vez genial, seguro seduces a todos los hombres esta noche- le digo para animarla, la verdad siempre he esperado que Kajsa se libere un poco y deje de lado un poco esa inocencia. O sea, es lindo que sea así, pero creo que como todo en la vida, mucho de algo no suele ser bueno, y ser tan inocente la ha convertido en una maquina de matar, cuando se trata del chico que le gusta, porque solo basta recordarla como era cuando estábamos trabajando para esa pasarela de su clase, Nico la volvía loca y aunque daba ternura a mi me desesperaba un poco. Tal vez porque estoy acostumbrada a ir por la persona que me gusta y quitarme el capricho.
Termino acostada en la cama porque ella sigue con sus cosas, no es como que haya mucho que combinar, así que pierde el tiempo arreglando detalles que no son necesarios arreglar. Como parece que tardará su buen rato, le mando un mensaje a Aaren diciendo que mi hermana es una tortuga para esto.
Luego de un rato nos avisan que sus amigas han llegado, parece que la puntualidad no es el fuerte de ninguna de ellas. Me levanto de la cama y tomo a Kajsa de la mano para obligarla a dejar ese absurdo arreglo que no llega a nada, porque se ve igual.
-Estás divina, perfecta, sus pechos se ven enormes, hasta podrías perder la virginidad si consideras a alguien con suerte- mi sonrisa es grande mientras hablo de estas cosas, y miro a las invitadas en la casa -Hola, tu también te ves genial- digo a la tercera conejita y luego miro a la otra… amiga, la verdad aun no se que pensar de él, pero Kajsa se ve feliz de tener a una amiga, así que no he tenido el corazón para decirle la verdad.
-Ya vámonos, Aaren, lleva rato esperando- me quejo un poco empezando a apresurar a todas.

Karin:

Sabía que Kajsa se enojaría por no ir a juego, pero no hay forma de que salgo así a la calle, es muy poca ropa. No tengo problema con mostrar el abdomen o mis piernas, pero vamos, hay algo allí que se luciría demasiado…
-Oh por dios, te ves preciosa -me levanté del sofá, emocionado. Me gusta que Hana y ella se lleven bien. ParaKajsa es complicado hacer amigas, así que verla confiando en otra persona me hace feliz- ¿ehhh? No te enojes -me quejé- el traje me quedaba demasiado apretado, y era muy tarde para conseguir otro -hice un puchero, sé que para ella no es suficiente, pero al rato definitivamente se le olvidará.

Salimos de su casa para ir a la fiesta. Le mandé un mensaje a Ziba para avisar que íbamos en camino, y que ni se le ocurriera llegar tarde. Es bueno que lo haya citado después, porque de hecho ya vamos atrasados.
Al llegar al lugar no tardamos mucho en entrar. Hay muchísimas personas, todas con trajes detallados, se nota la “calidad” de personas. Y empiezo a pensar que mi traje es absolutamente aburrido, pero no es como si quisiera quedarme mucho tiempo, solo dejaré a ellas dos al cuidado de Ziba y Takabe y me iré de aquí. Le mandaré un mensaje a Sora, ¿estará libre? Aunque es muy repentino, y también estoy vestido así. Pero seguro le encanta. Me siento feliz de solo pensar en ella.
Mi teléfono vibró y vi el mensaje de mi hermano en la pantalla y sonreí.
-¿Qué tal si vamos por algo de tomar? -sugerí a las demás mientras le avisaba a él dónde estábamos. Una vez llegamos ahí, ordené una botella de agua y luego pregunté al resto para ordenar lo suyo. Mientras el camarero sería, noté a mi hermano a lo lejos. Oh dios, no puedo creer que Takabe se haya disfrazado, tal vez no es tan aburrido después de todo- tomen -les entregué su bebida y luego tomé la mano de Kajsa- oh, pero mira quién está aquí -mi frase sonó demasiado falsa, pero al llegar a donde Ziba sonreí- lo siento, olvidé decirte que lo había invitado -me giré a Kajsa y le mostré la lengua- anda, saluda. Ustedes también saluden -alcé un poco la voz y solté a Kajsa para empujarla por los hombros donde ellos, y luego dejé que Karin y Hana se pusieran a la par- él es mi hermano, creo que no lo conocías, ¿o sí? -dije a Karin- y pues Takabe -me encogí de hombros y me acerqué a Hana- tú si lo debes recordar -me reí y luego dejé que se saludaran, o algo así.
Esperé que ellos se saludaran. Ni siquiera miré a Ziba, seguramente querrá matarme, así que me safaré de esto antes que den oportunidad a irse.
-Bueeeno, yo tengo que ir a ver a alguien, ¿pueden cuidar de ellas por un rato? -señalé a Kajsa y Hana- ¿no tienes que ir a buscar a tu novio? Vamos, te acompaño -sé que a la hermana de Kajsa no le caigo muy bien, pero necesito que se vaya o estas dos quedarán aquí tiradas. Comencé a caminar y la miré para que me siguiera, y me despedí del resto con la mano. Ziba me matará, o tal vez no, es muy terco y me desespera que no acepte que ella le gusta, solo le doy el empujón que necesita.

Me burlé de Aine cuando Kajsa la regañó, y luego me acerqué a ella para saludar.
-Tú te ves hermosa -en realidad, de las cuatro es quien más resalta. Su hermana también se ve muy linda, pero Kajsa tiene un rostro muy inocente, ¿tal vez sea eso? No lo sé, pero seguro ese chico queda boquiabierto cuando la vea- ah, mucho gusto, soy Hana -me presenté con su hermana ya cuando íbamos de camino. Estoy emocionada y ni siquiera soy yo la que recibirá esa sorpresa, pero me alegra, espero que todo funcione para ella.

Cuando llegamos mi cara de asombro no se hizo esperar. Ni siquiera me importó la poca ropa que llevo, porque muchas personas tienen atuendos incluso más comprometedores. Y es todo un espectáculo esto. El diseño del salón, los arregloe, los disfraces de las personas… no cabe duda que es un evento de clase alta.
Entramos y me quedé de pie junto a ellas. No tengo idea qué haremos ahora. No quiero coquetear con nadie. O sea, no es como si Aine fuera a decirle a su hermano, pero es super incómodo, y la verdad ni ganas tengo de estar con algún chico. Además hoy venimos en calidad de amigas, ¿quién necesita hombres? Sí, yo no, aunque la hermana de Kajsa creo que se verá con su novio.
-Vodka, por favor -esperé mientras miraba a todos lados. No conozco a nadie, y la mayoría de la gente es tan atractiva. Pero al mirar a un lado noté una cara familiar. No puede ser, no puede ser. No, no, no es él, ¿verdad? Apenas si fueron unos segundos y ya lo había perdido de vista. El gentío me impidió ver más tiempo, y luego me volví hacia ellas para tomar mi bebida y comenzar a caminar. Tan solo pensar en la posibilidad de verlo estoy agitada. Mi corazón se emociono por una simple ilusión, ¿qué tan mal estoy? Necesito concentrarme--gracias -hoy salimos para que ellos dos se encontraran, supongo que Aine me trajo para no quedarse sola luego de dejarlos a ellos dos.
Cuando Aine saludó a alguien, me asomé por detrás de ellas y lo vi. Era él, definitivamente es él. Y yo vengo vestida así, no puede ser. Miré al suelo, mis manos están temblando y mis latidos se incrementaron. No puede ser, ¡ese maldito me la jugó a mí también! No, claro que no, ¿por qué iba a traerlo de todos modos? Debe ser una coincidencia, Aine me dijo que ellos eran amigos, entonces no es tan loca esta coincidencia.
-¿Qué? -alcé la vista y caminé hacia delante- ho-hola -oh dios, se ve demasiado bien hoy. Mi cara se puso colorada, porque parece que él tiene ese efecto inmediato en mí, y bajé la mirada. Debo pensar en algo más, pero, amm, ¿qué le digo? ¿Qué hago? Él está aquí por su amigo, no por mí. Pero me quedaré con ellos, ¿no? A menos que él se vaya a ir con alguien más. Ay, dios, no quiero que eso pase, me sentiría realmente mal.
Levanté la cara nuvamente y nuestras miradas se cruzaron. Sus ojos tienen ese efecto hipnotizador, no sé si seré la única que sienta eso.
-¿Cómo? -miré a Aine, y luego a Kajsa como preguntando qué hacer, pero ella parece más impactada que yo. Y me quedé ahí quieta, obedeciendo lo que dijo.

No sé qué le pase a Ziba por la cabeza como para querer ir de repente a una fiesta de disfraces. Nunca he ido a una, no me gustan mucho las fiestas y menos si serán en lugares tan concurridos. No odio las personas, pero definitivamente no es mi ambiente. Sin embargo él de verdad quiere ir y divertirse. No me afecta acompañarlo, solo que disfrazarme, no lo sé, se siente extraño.
Además ha comenzado a hacer bromas respecto a mis preferencias. Eso se arreglaría si le dijera cómo me siento por Kajsa, pero no me lo quitaría de encima. Y también está la situación con Aimi. La he visto un par de veces, pero confrontarla es más complicado de lo que pensé, y empiezo a confundirme.

Tuve que gastar dinero en rentar un traje. Afortunadamente su hermano tiene pintura, y terminé cediendo a sus caprichos. Pero creo que en parte tiene razón. Me siento irritado por mi situación actual, sumando a ello mis preocupaciones diarias. ¿No es tiempo que me relaje un poco? No es como si en verdad fuera a ligar con un universitario como él dijo, qué idiota. Pero tal vez olvidarme un poco de Kajsa no estaría mal. Tal vez es verdad y necesito una novia, pero tomando en cuenta que llegué a esa conclusión estando con Aimi, me pone a pensar en otras cosas.
No quiero saber nada de ellas. Quiero demasiado a Aimi como para arruinar esto, ¿qué me asegura que lo que ese mocoso dijo es verdad? Tiene sentido, pero solo por ser ella me siento dudoso. Y Kajsa… diablos, ella ni siquiera me llamó más. Siento como si todo fuera mentira, y a la vez agradezco no tener que verla más. Tengo que poner los pies sobre la tierra y avanzar.

-Me siento extraño -me reí viendome en el espejo. Me siento estúpido, desde que era niño que no me ponía estas cosas- no puedo creer que gasté dinero en esto -me acomodé el cabello una vez más. Me repito muchas veces que debo relajarme, pero es tan complicado.

Salimos de su casa, no tengo idea de dónde será la fiesta. Quiero contarle sobre lo que pasó con Aimi, pero me va a regañar, estoy seguro de eso.
Cuando llegamos hice una mueca, esta clase de sitio es justamente los del tipo que más odio, ¿por qué no fue en un antro normal?
-Bonito lugar elegiste -dije con sarcasmo. Sería una grosería irme ahora, y solo solté un quejido y lo seguí hasta dentro. Hay mucha gente del tipo que no me gusta. ¿Cómo planea que olvide a Kajsa con una persona de su mismo estatus? Es estúpido… No puede ser. Esto es demasiado infantil- Ziba -le llamé para preguntar si es que planeaba algo estúpido que tuviera que ver con Kajsa. Creo que me estoy volviendo paranoico. Pero alguien más le habló y me quedé callado. Miré a su hermano, y luego me di cuenta que mi teoría era verdad, pero lo deduje demasiado tarde. Y además mi habla se fue, porque no pude evitar mirarla fijamente. Se ve diferente, y no es por el disfraz, sino el tipo de ropa que trae encima, o lo poco que trae, más bien. Quiero decir algo, pero solo me quedé fijamente mirando. Después miré a las otras dos chicas, no sé quienes son, pero es insignificante porque nuevamente volví mi mirada a Kajsa.
-¿Esto fue tu idea? -por fin me acerqué a Ziba para preguntar, y lo miré molesto- hola -saludé a Kajsa. Me puse nervioso de repente. Intenté no mirarla porque, bueno, soy un hombre después de todo. Aquel día en la fiesta noté su escote, pero esta vez es mucho más pronunciado, ¿por qué viene vestida así? No sé qué decirle, me pone nervioso verla así. Me siento como un estúpido adolescente mirando una porno por primera vez, lo cuál es absurdo, no es como si nunca hubiera visto los pechos de una mujer- ha sido un tiempo -le sonreí inevitablemente. Miré su cara, se ve más bonita que antes, tal vez es su maquillaje, o que yo me estoy volviendo estúpido.
El hermano de Ziba se alejó, no sin antes dejar a Kajsa con nosotros, y a su amiga, ¿quién es ella?
-Deberíamos movernos -no me gusta lo cerca que pasan de ella. Sé que muchos hombres aprovechan para manosear chicas, por eso odio ese tipo de atuendos. Pero no puedo hacer nada salvo alejarla de los lugares concurridos, pero aquí, ¿dónde? Llevé mi mano a mi cabello, a pesar de que miré mal a Ziba, no puedo enojarme realmente, porque dentro de mí me siento feliz de verla.
Sentí un empujón tras de mí y di un paso en falso, y me sostuve de su hombro por reflejo.
-Lo siento -me disculpé nervioso. Diablos, la ropa, de verdad me molesta mucho esa ropa.

Nico:

Ya que Aine sugiere ir por bebidas, lo hacemos. Ya he mandado un mensaje a Aaren de que hemos llegado y obviamente me la paso atenta mirando a todos lados por si lo veo, pero entre tanta gente no se ni como viene vestido y claro, no le dije como vengo yo, quiero darle una sorpresa, aunque no se si a él le pueda sorprender algo como esto, de hecho me pregunto si habrá visto alguna revista de playboy. Solo hasta ahora vengo a pensar en estos detalles.
-Cerveza- pido y me río un poco al escuchar como Kajsa pide vino -hoy si que piensas divertirte - me burlo un poco de ella.

Hago una mueca incrédula por todo lo que comienza a desarrollarse en este momento. Me pasa por la cabeza saludar a Nico, pero al final no lo hago, parece muy concentrado en el escote de Kajsa. Levanto la mano para saludar al hermano, pero solo basta mirar a Hana para darse cuenta que las parejas aquí ya están mas que formadas y claro, saludo a Takabe, aunque solo de lejos.
-ya entendí- le digo a Aine porque es pésima la manera en que “actúa” -Tienes suerte de que todos ellos se gusten tanto- creo que si a mi me hicieran algo así, definitivamente increparía a la “mente maestra”, pero bueno, yo no soy del tipo de persona que se emboba tanto por alguien más. Me acerco a Kajsa para despedirme, la abrazo por la cintura y le hablo cerca de la oreja -Iré a buscar a Aaren, y tú, por favor, pórtate mal- le digo, sonrio a Nico y luego de guiñarle un ojo, me separo de ella y la empujo hacia él.
Camino un poco con Aine y me detengo tomando su mano.
-Supongo que darás prioridad a tu amistad con mi hermana. Espero que Salem le haya dejado claro que ya no hay nada entre ellos- claro que Kajsa me contó de ese chico, incluso me enseñó alguna fotografía y obviamente me di cuenta de quien era, así que tengo mis muy obvias razones para no sentir agrado por la amiga de mi hermana, pero supongo que hoy ha ganado un punto a favor -Si tu hermano algún día está libre avísame- obviamente eso no pasará, pero supongo que me gusta jugar un poco a que sigo siendo la misma persona de siempre. Me giré para ir a buscar a Aaren y a los demás. Esa sensación agridulce es inevitable, pero quiero verlo.

Hana es tan linda y amable.
-Gracias, tu tambien. Ah ella es mi hermana Karin- presento a Karin aunque no es como que haga mucha falta, ella sabe muy bien como hacer amistades,
Hago una mueca por lo que me cuenta, pero supongo que tiene sentido, Aine es hermosa, pero aunque es una modelo, tiene algunas desventajas, supongo que se ven un poco anchos sus hombros, así que cuando dice eso del traje, pues desisto un poco de mis quejas.
-Está bien- refunfuño aceptando que no venga igual.

Dejo más bien que ellas decidan que hacer, y Aine dice sobre algo de beber, eso suena bien. Mientras caminamos observo el lugar, me siento rara, como si estuviera haciendo una travesura, puede que no lo parezca, pero realmente nunca he sido una niña traviesa, caprichosa si, tal vez mucho, pero por la manera que mamá me enseñó a ver el mundo, prefería ir a casa que a este tipo de cosas. Así que solo me limitaba a ir a esas fiestas donde tiene que ir toda la familia, de hecho es por esas fiestas que elegí a mi prometido. Ahora pienso que si tal vez yo hubiera hecho más cosas, podría haber escogido a uno que no fuera el novio de mi hermana.
-Agua- digo un poco insegura al final, un poco de vino suena tentador -No, no, mejor una copa de vino- me apresuro a corregir mi pedido.
Tomo la copa y doy un pequeño sorbo. Aine habla de nuevo y veo ese gesto de burla que me hace, así que me giro para mirar a quienes menciona y de milagro no tiro la copa. No me puedo mover, solo lo miro, creo que mi pecho quiere explotar y toda mi cara arde de recordar la ultima vez que nos vinos. La verdad de esa vez no pienso en lo que hablamos, suelo solo recordar ese beso.
Todo lo que ocurre a mi alrededor deja de tener importancia.
-Hola- saludo bajando la mirada, hoy se ve tan apuesto -si- sonrío como una boba solo en respuesta a su sonrisa, quisiera decir algo más, pero ahora mi cabeza no me ayuda mucho a pensar en temas de conversación -Está bien- digo por su disculpa, pero estoy más pendiente del escalofrío que recorrió mi cuerpo por el contacto, no tiene sentido, porque aunque yo no tengo ropa que me proteja, él está usando guantes…
Karin se acerca para despedirse, y sonrío un poco su consejo, es una tonta…
-¡Karin!- digo su nombre molesta por el empujón que me ha dado, pero entonces me doy cuenta que he puesto mis manos en el pecho de Takabe para apoyarme y que estamos muy cerca.

Intervenir y meterme en la vida de otros no es mi pasatiempo favorito, de hecho muchas veces no me gusta intervenir ni en cosas que tiene que ver conmigo, pero a veces no hay manera de decir que no a Salem y bueno, no es que yo quiera que Nico viva un cuento de hadas, más bien pienso que si puede divertirse un poco pues lo haga, al pobre no le vendría nada mal dejarse llevar aunque sea una vez.
Así que ahora estoy en un lugar de niños ricos, una fiesta universitaria… es verdad que yo no fui a la universidad, pero asistí a muchas fiestas, y no es para nada como lo eran a las que yo iba, supongo que es obvio el nivel económico de los alumnos.
Todos usan disfraces bastante elaborados, yo le dije a mi hermano que no me hacía falta disfraz, que yo ya tengo el paquete completo, pero de nuevo el ganó, y he terminado cediendo de nuevo. Fue lo más rápido y fácil que encontré. Y bueno no es que yo sea el mejor hermano o el amigo, también hay cierto interés personal en esto, he venido porque llevo ya un rato, sin mucho interés en alguna persona y creo que es tiempo de que simplemente siga siendo yo, para que así Salem no siga dedicándome esa mirada, la verdad es que es un exagerado, pero solo quiero demostrarle que yo estoy bien.

-Yo tampoco, ¿Y que eres? ¿un laboratorista? ahhh, ya sé, los que dan las medicinas en las farmacias- comento con una sonrisa -Mi disfraz está aquí- digo levantando una bolsa de plástico bastante maltrecha y de ella saco una diadema con unas orejas y una cola -Me las prestó una amiga- le digo con una sonrisa mientras me pongo las orejas en la cabeza -Estoy listo- comento luego de ponerme la cola.

Sonrío por su sarcasmos al hablar, creo que por eso me agrada mas que otras personas.
-Quiero probar mi suerte con niñas bien, ya sabes, capaz conquisto a una que me saque de trabajar y me mantenga- me río ante lo irreal de mis palabras [color:6fd9=0099ff]-¿Qué?- contesto sin ponerle atención pues leo el mensaje de Salem y comienzo a caminar a su encuentro.
Me río cuando veo a Salem, es tan malo en esto, no entiendo como ha tenido trabajos de actuación.
-No, yo solo fui sobornado- comento con una gran sonrisa mirando a las chicas que están con él pero mi sonrisa se borra cuando una de ellas resulta cada vez más familiar, reconocería ese rostro en cualquier lugar -y obviamente embaucado igual que tú- intento acercarme a Salem para decirle algo, no se ni qué pero me detengo cuando ella me saluda.
-Hola- ya está toda roja y solo nos hemos saludado, eso me hace sonreír de manera inevitable y ya dejo de prestar atención a Salem, vivimos juntos, ya podré vengarme en otro momento.
Nico dice que deberíamos movernos, pero no hace gran esfuerzo, de hecho veo como la hermana al despedirse los obliga a estar mas juntos, ella me agrada, parece un poco agresiva pero es divertido ver a ese par siento tan mojigatos.
Tomo la mano de Hana y la hago caminar enfrente de mi, y con mis brazos cuido que no se le acerquen demasiado. Primero me acerco a Nico.
-oye, ella puede que no se de cuenta, pero todos los demás si lo hacemos, levanta la mirada… y vamos a una mesa- doy un par de palmadas en su espalda y sigo caminando con Hana frente a mi entre mis brazos.
-¿como has estado?- pregunto a su oido.
Llegamos a una mesa libre y me siento, primero jalándola de la cintura para que se siente en mis piernas.
-¿me has extrañado?- le pregunto coqueto.

Ziba:

No sé cómo puede estar tan calmado. Bueno, sí, él no se preocupa por las cosas que yo, supongo que está acostumbrado. Pero eso no evita que sonría al recibir ese simple “hola”. Estoy muy feliz de verlo nuevamente.
Comenzamos a caminar. Sentir sus manos sobre mis hombros desnudos me eriza la piel, y siento que mi corazón va a detenerse. Todos los recuerdos surgen de nuevo. Los he recordado tantas veces que ya empiezo a dudar si todo sucedió o solo es producto de mi deseo por él. No sé exactamente qué es esto. ¿Amor a primera vista? Es imposible, pero me la paso preguntando por él, pensando en él y lo qué estará haciendo.
-Ah, trabajando -su aliento se siente muy cerca. Definitivamente debe aprender a respetar el espacio personal de otros, aunque con el  mío no tengo problema. Me molesta pensar que puede estar acostumbrado a este tipo de trato con otras, y quiero preguntar pero sería estúpido. ¿Por qué he de ser especial? Cualquiera que me viera diría que soy una tonta, que es claro lo que quiere- ¿y tú? -mi voz suena nerviosa, pero a pesar del montón de dudas, sigo sonriendo.

Al llegar puse mi bebida sobre la esa, y cuando me senté sobre sus piernas, coloqué mis brazos alrededor de su cuello. Me siento muy apenada, Kajsa y su amigo están a una corta distancia de nosotros, y además la ropa que llevo es muy poca. Pero me es imposible negarme, y la verdad me gusta estar así.
-Sí… -agaché la mirada unos segundos, pero no puedo seguir comportándome así, no luego de lo que hicimos- ¿y tú? -creo que ahora lo estoy mirando con cierto anhelo, como queriendo que su respuesta sea positiva. Podría mentirme, pero no me importa. ¿Debería besarlo? Quiero besarlo, lo extrañé mucho- uhm, quería llamarte, pero no estaba segura si eso te molestaría -y ahora que recuerdo, no me dio su número por gusto, yo se lo pedí con una tonta excusa. No sé ni cómo actuar. De repente parece que le gusto, él no me recibió de mala manera, y la pose en la que estamos. Diablos, es obvio que esto no se quedará en un inocente coqueteo.
Me acerqué a sus labios y cerré los ojos. Estoy nerviosa, y solo pude darle un beso corto. Me separé y abrí los ojos, no puedo decir nada, no sé qué excusa debería poner, o si al menos la necesito.
Me he olvidado hasta de nuestros acompañantes, y cuando miré a Kajsa noté que probablemente ellos también y sonreí. Su chico es más atractivo en persona, pero definitivamente no más que Ziba.

Me siento estafado, Ziba ni siquiera hizo el intento por tener un disfraz pasable. Suspiré, no es momento de reprochar algo, pero honestamente quiero quitarme todo esto de encima.
-Soy el doctor Frankenstein -hice una mueca. Decirlo en voz alta es vergonzoso, pero al menos creo que este disfraz es más decente que el suyo.

Me reí por su tonta lógica. A veces me gustaría que nada me importara, esos tópicos o tener que llevar todo tan formalmente. No puedo disfrutar tanto como él porque se vuelve problemático, y no sé cómo llevar una relación casual, todo me lo tomo muy en serio.
Incluso esto que ellos han hecho. Él dice que fue sobornado, pero conozco su lado malicioso, y yo debo ser realmente obvio con lo que pienso de toda esta situación.
-¿Ah sí? -miré a la chica que se puso frente a él, nunca la había visto, pero parece que él sí y que hay algo allí, aunque apostaría que es unilateral, porque Ziba no suele tomarse las relaciones muy en serio.
Saludé a la hermana de Kajsa, y luego comienza a decirle algo, termino tan atento a ellas que no reaccioné cuando la empujó, solo dejé que se apoyara en mí. No dijimos nada, solo me quedé de pie mirando en dirección a su cara, y más abajo.
-¿Estás bien? -mis manos subieron a sus hombros en algún momento, y me giré a Ziba frunciendo el ceño por culpa de su comentario. Ya lo sé, no es necesario que él me diga eso, pero estoy un poco sorprendido. Kajsa suele vestir formalmente, era imposible imaginar esta posibilidad y estoy un poco molesto y conmocionado- ven, iremos a sentarnos -dudé un poco antes de tomar su mano, pero temo que si no lo hago, desaparecerá entre la gente. Ella es un poco torpe, y sé que lo es aún más cuando estoy cerca. En el trayecto voy pensando en si esto está bien, o si debería irme. Dije que hoy me olvidaría de todo y justamente sucede esto.

Le indique donde sentarse y me coloqué junto a ella en el sofá. Miré en dirección de Ziba y la otra chica, no me extraña que estén tan cómodos el uno con el otro, porque a él se le dan ese tipo de relaciones.
-Uhm -el ruido me impide hablar con normalidad, así que me acerqué a ella- ¿tenías idea de esto? -no estoy molesto con ella, pero sí con el hermano de Ziba, no tiene derecho a inmiscuirse en mis cosas. Seguramente se enteró de lo que pasó, Kajsa debió decirle ya que ellos lucen tan cercanos, porque antes de eso parecía que buscaba todo lo contrario- te ves linda hoy -miré hacia la mesa. Ziba tiene razón, pero cuando me percato ya fui algo indiscreto al mirarla. Ella me gusta mucho, sino estas cosas no pasarían. Es un caos mi cabeza. Por un lado está todo el asunto con Aimi y sus consejos con toda la verdad que necesito, pero por otro lado está ella, y la verdad cada día me es más complicado negarme. Ella ya sabe que me gusta- te envié un mensaje hace tiempo, supongo que no lo recibiste -sigo mirando a la mesa. Ahora su belleza sí tiene mucho poder en mí, y tengo que evitar el actuar como un estúpido.

-Pues sigo pensando que luces como uno de esos de las farmacias- digo desordenando un poco su bata.
No reconocí a Hana al instante por su cabello, no puedo creer que he caído en algo tan tonto.
-Oh si- confirmo con un suspiro resignado a Nico, no voy a salir corriendo. Una cosa es evitarla, pero otra muy diferente solo ignorarla cuando ya la tengo enfrente. Solo un poco más de ella no me hará tanto mal, no puedo terminar peor.

-También, trabajando- recuerdo las cosas que me cuenta Salem, de todos esos hombres que se llevan tan bien con ella. No debería importarme, esa gente está acostumbrada a estar rodeados de personas atractivas, pero Hana es única, y no se trata solo de su belleza, creo que puedo soportar más la idea de que trabaje en eso, a que sea amiga de esas personas. Porque solo basta conocerla un poco para notar que hay algo especial, ni siquiera se que es, pero lo hay y por eso no me agrada que tenga tanta amistad con esos tipos.

Ella contesta que si, y sonrío satisfecho, aunque en el fondo no se que pensar. Imaginaba que ella llamaría y se volvería el tipo de mujer insoportable que solo deseo apartar, pero, no lo hice, y de alguna manera me hizo sentir ansioso el que no hiciera eso. Actúo diferente de lo que otras chicas, y eso me molesta un poco, porque deseaba que llamara cada vez más.
No me debería ser difícil decir “si te extrañe”, si se tratara de una mentira, pero cuando se trata de algo mas real, me siento atrapado, pero no debo actuar diferente a como sería con cualquier otra mujer, no le daré un lugar especial, solo debo ser como siempre.
-Claro- acerco mis labios a su hombro y dejo un beso en su piel -Que, no…- me apresuré a contestar, pero al menos no está Salem para molestarme con mi algo desesperada reacción -Si fuera por eso, ni siquiera re habría dado mi número- no lo pensé, así como muchas más cosas cuando se trata de ella.
Ella me da el primer beso, es corto, demasiado corto, pero aun así sonrío, ella me hace sonreír demasiado.
-Definitivamente te extrañé- bueno, eso no era parte del mi repertorio de frases para decirle, pero aun así, estoy siendo yo quien busca sus labios ahora, aunque no en un gesto tan corto y mucho menos inocente que el de ella.
¿Por que me gusta tanto? ¿Que tiene ella que no ha tenido ninguna otra? me gusta cuando sus ojos están fijos en mi, y su voz… no era consciente de lo bien que la recuerdo. Quiero volver a dibujarla. Ella incluso despierta deseos extraños en mi. Debería estar pensando en acostarme con ella, pero no, estoy diciéndome que la quiero dibujar.
A este punto no se cuanto a durado el beso, pero mi lengua juega con la de ella y no quiero detenerme, pero necesito un poco más de oxigeno, porque de alguna manera ella me deja sin aliento.
-¿Y esto por qué?- pregunto pues mis dedos juegan con los cabellos de la peluca.

-Si, bien- bajo la mirada, no sé que hacer ahora, aunque nunca sé que hacer -si- miro nuestras manos mientras avanzamos, no puedo contener esa sonrisa de alegría, nunca pensé que algo así pasaría.
Me senté y él junto a mi, siento todas esas mariposas en el estomago y no puedo dejar de sonreír. Levanto la mirada cuando me habla.
-¿De que cosa?- pregunto confundida por su pregunta, pero bajo de inmediato la mirada, y no precisamente por mirar a Nico, sino porque he visto como Hana y el hermano de Aine parecen conocerse demasiado bien, ¡ella se sentó en sus piernas!
-Gracias, tu te ves muy bien- digo mirando a un lado para evitar a la otra pareja. Levanto la mirada de nuevo cuando dice que me escribió -¿En serio? yo no tengo celular desde lo de la fiesta- explico un poco desanimada, pero al menos estoy segura de que mamá no pudo ver nada, ella no sabe la contraseña de mi celular, y lo único que quería era evitar que hablara con Karin y que me metiera ideas sobre terminar mi compromiso.
-Parece que ellos son muy cercanos- vuelvo a bajar la mirada porque se están besando, diría que no debería impresionarme, solo es un beso, hasta yo he besado, pero definitivamente jamás besé así a Salem y menos a Takabe.
Me siento un poco acalorada así que le doy algunos sorbos a mi copa de vino.
-y… ¿como has estado?- esto se siente muy tenso, y de alguna manera he terminado mirando a Hana con el hermano de Aine, me siento un poco envidiosa ¿Debería hacer caso a Karin? no, no, eso es una tontería -¿Qui, quieres?- claro, invitarle de mi copa es lo mas creativo que pasa por mi cabeza… soy realmente una tonta -ammm, yo solo vine porque Karin insistió, nunca asisto a esas cosas, ¿es raro no? pero les estoy ayudando a ella y a Aaren, al menos con lo que puedo para que sigan juntos- le cuento porque recuerdo que parecía molesto por lo que pasó en la fiesta -al menos lo intento- digo un poco más desanimada porque realmente no es que haga gran cosa, y seguramente él lo notará y tal vez por eso se molestará de nuevo conmigo.
Estaba tan feliz de verlo que se me olvida todas esas veces que te termino siempre más triste que feliz por causa de él, pero es porque parece que siempre hago mal las cosas.

Me imaginé que no sabría nada, sus reacciones son muy honestas, al preguntarle estoy seguro que no podría ocultarlo.
-Nada, no importa -y tampoco se puede hacer nada, ya estamos aquí. Y creo que me quedaré un rato, porque mi amigo no da señales de querer irse, y no pienso dejar a Kajsa sola. Su hermana y su amiga se han ido, y estoy seguro que los hombres no dudarían en acercarse a ella si la ven sola, y me disgusta pensar que puedan aprovecharse de ella- gracias, es la primera vez que hago esto -no sé porqué le he contado esa simpleza, pero me doy cuenta que de repente sonrío cuando le respondo. Mis cambios de humor siempre han sido raros cuando estoy con ella, ¿pero sonreír como idiota? Suspiré. Debo dejar de pensar tanto, Aimi seguro me mataría, aunque después de eso no pienso contarle nada más sobre Kajsa, no hasta saber si aquello es verdad o no- ¿estás sin teléfono? -mis ideas se dispersan para centrarme en lo que ha dicho. ¿No es eso extraño? ¿Por qué le harían eso en primer lugar?- ¿te causé algún problema? -no es mi culpa, ¿verdad? Pero nada me segura que no nos hayan visto aquel día- sí, bastante -dije con una cara extraña mirándolos, pero eso no es lo que me importa ahora- Kajsa, tal vez te causé un problema ese día y no lo sabía -me siento mal. Si hay algo que detesto es que las personas no hagan bien su trabajo, porque por ello deriva a más problemas. Y es justo lo que pasó aquel día, y no solo eso, sino que recién ahora caigo en cuenta que probablemente le ocasionó algún problema a ella.

Me quedé mirando hacia la mesa. La interacción de ellos dos me distrae bastante, estoy pensando en irme a otra mesa.
-Bien -supongo que ella no debe estar muy bien- ¿tú? -negué con la cabeza cuando me ofreció su copa, eso además de extraño, está fuera de mis gustos- no suelo beber, al menos no vino. Pero gracias -creo que debería ser más amable, no, ya lo soy. Siempre me expresaba con ella con desdén, pero mi voz se ha ido suavizando con el tiempo.
Escuché su explicación, y me siento aliviado porque parece que no tiene ningún interés en su prometido. Pero no estoy seguro de si ella debería estar haciendo eso, aunque no conozco a su familia, su madre luce como la clase de persona inflexible. Sin embargo realmente consideró los sentimientos de su hermana.
-Lamento si ese día fui muy rudo -me disculpé. La juzgué muy duro aquel día. Creo que me molesta que sea tan ingenua y lenta, pero también es su encanto, y tiene muchas acciones nobles- eres muy extraña -llevé mi mano a su cabeza y la acaricie, pero segundos después me detuve. La miré confundido, porque ni siquiera sé qué es lo que quiero. Me tomé unos segundos para pensar, si sigo evadiendola no resolveré mi problema- estuve pensando en todo esto -necesito tomar algo, siento la boca seca. Levanté la mano para llamar al mesero, y pedí una cerveza- como decía -este ambiente no es el más adecuado para hablar, ¿o sí? Además esos dos…- es un poco incómodo, ¿cierto? -miré a nuestros acompañantes. Yo no soy tan descarado, a veces me gustaría, pero soy demasiado orgulloso- bien. Desde ese día pensé en ti, y en si debería haber un posible nosotros. Le he dado muchas vueltas, y mi última decisión fue no tener contacto contigo y olvidarme de lo que pasó -la miré a los ojos, al final terminaré ahogandome con mis propias palabras- pero entonces estás aquí. Es imposible seguir el plan original. Ahora entiendo cómo te sentías -le sonreí nervioso. Mi cerveza llegó y la tomé de inmediato. No necesito el vaso, así que abrí la lata y di un trago directo- ¿quieres? -no sé porqué le ofrecí. Pero miré sus labios. Imaginé fugazmente una situación similar a la de ellos, pero entre Kajsa y yo. Algo tan imposible, pero ha puesto a mi corazón acelerado.