Encuentros [Privado]

Recuerdo del primer mensaje :

Me encantan las fiestas de disfraces, es cuando más puedo echar a volar la imaginación y ponerme lo que quiera sin tener que ser juzgado. Pero esta vez dejé un poco de lado eso para centrarme en lo importante. Y es que Kajsa ha estado decaída estos días, y obviamente la razón solo puede ser una. Además, ahora que comencé algo con Sora, aunque solo somos amigos, pero… pero aún así, ya no puedo ser esa otra persona que la ayuda a olvidarse del inútil de Takabe. Incluso Hana y ella han comenzado a llevarse un poco, pero parece que para Kajsa no es suficiente.
Le he dejado a Ziba un par de boletos para que lleve a ese idiota y al menos Kajsa pueda tener una noche especial. Sé que puede resultar contraproducente, de hecho es lo más probable, pero me gustaría que estuviera feliz al menos hoy. Y según Ziba, a ese imbécil no le es tan indiferente, y si ella mismo casi lo confirmó, mi plan no puede resultar tan malo.
Terminé de arreglar mi cabello y esperé sentado a que Hana terminara de cambiarse. Pedimos prestado uno de los camerinos ya que no podemos usar mi casa, y también algunos accesorios, cosa que me costará después algunos favores. Obviamente Ziba no sabe que ella va, porque seguro comenzaría a negarse y todo se iría al diablo. Son unos idiotas, no entiendo cómo puede negar algo tan obvio, pero bueno, yo les haré un pequeño favor.

-Tardaste mucho -crucé mis brazos y me puse de pie, luego sonreí- oh… -la miré de arriba a abajo, se ve muy bien. Hice que las tres llevaran el mismo atuendo, y como esperé esto dará buenos resultados- ven, te acomodaré la peluca -me acerqué a ella y acomode el cabello color miel. Así Ziba no se irá antes de tiempo, porque si la reconoce, creo que podría salir corriendo- bien, te ves guapisima -sonreí- ahora, toma tus cosas y vamonos, que aún debemos ir por Kajsa y su hermana.

Salimos y tomamos un taxi para ir a la casa de ellas. Seguramente Kajsa se enojará porque soy la única que no va a juego, pero eso está fuera de mis posibilidades. Ya me inventaré alguna excusa.
Cuando llegamos, esperamos en la sala. Hana parece nerviosa, ¿tal vez esa ropa es demasiado? Pero no es la clase de chica puritana. Y eso que no sabe que Ziba irá con nosotros.

Aine:

Todo es un maldito caos, soy llevado a no se donde y por no sé quien, sigo bastante confundido y mareado. Escucho algo sobre que no vomite.
Mientras avanzamos comienzo a despertar un poco, acabo de pelear con Dima, no, mas bien, acabo de ser golpeado porque dudo que a eso se le pueda llamar pelea. ¡Andy! ellos se quedaron solos, tengo que ayudarlos.
-No, no, hay que regresar- digo pero estoy poco consciente como para pensar en que idioma hablo y lo he hecho en ruso como hace rato que discutíamos -tengo que ayudarlos- digo pero aun parece no entenderme y por fin me doy cuenta que he estado hablando en ruso todo el rato.

-vomitar- digo recordando lo que me dijo hace rato, y de inmediato me suelta, solo me sonrío por si reacción y en cuanto me siento estable comienzo a caminar de regreso a donde están los hermanos. O al menos eso intento, porque cuando topo con pared me doy cuenta que he ido en un camino equivocado.
-¡demonios! - solo yo puedo perderme en un salón como este, doy unos pasos caminando hacia atrás y cuando intento girar, no se ni que hace mi cuerpo, pero termino por perder el equilibrio y puedo trato de tomar a la persona mas cercana para no caer, pero termino por tercera vez en el suelo, con una persona sobre mi.
-Waoo- digo al enfocar a la persona que he llevado al suelo conmigo -Que bonita- espera… ¿eso en que idioma lo dije? miro su rostro  para saber si me ha entendido.

Nuestra conversación empieza a ser bastante tonta. Pensé que él no le gustaban estas cosas. Su hermano me dio a entender que las cursilerias y portarme tan pesada no iba a funcionar, pero no me está reclamando nada.
-¿Qué eres tú entonces? -me burlé un poco de él- un gato conejo. Gatonejo… oh dios, soné muy estúpida, ¿verdad? -me reí y sentí mis mejillas arder. Me gusta mucho, quisiera que se volviera esa persona especial, estoy dispuesta a esforzarme mucho. Pero no sé cómo se sienta él, si siente esta conexión especial o solo me sigue la corriente para tener una mujer segura en la cama.

Al menos me contestó honestamente, pero me siento como una tonta por todo el rollo que hice de un acto tan insgnificante.
Lo escuché atento, y me hace feliz el notar que no tiene esas ideas estúpidas y retrógradas sobre el respeto que debo ganarme por cómo me visto o presento frente a otros.
-Sí, lo siento -me disculpé- eso lo entiendo perfecto, y realmente no planeo meterme entre lo que hagan. Solo mmm creo que me proyecté un poco -me burlé de mí misma. Al menos ha entendido, y no dicho alguna estúpida frase justificando las miradas de los hombres- además creo que hacen linda pareja. Se ven bien juntos -miré en dirección donde se habían ido. No sé dónde estén ahora, pero me siento tranquila que ella no haya terminado llorando. No sé si lo haría, pero creo que Aine estaba preocupada por Kajsa y por eso creo todo este teatro.

Lo siguiente hace que el ambiente se vuelva incómodo. Ay no, ¡lo sabía!
-Oh, eso es genial -respondí insegura- claro, claro -me moví para que se levantara y le sonreí. Le hice un ademán con la mano y cuando me dio la espalda, mi expresión cambió. Un suspiro pesado salió de mi boca, lo he arruinado- eres una idiota, Hana -me dije en voz alta. Tomé mi vaso con vodka y lleve un sorbo a mi boca, pero el sabor no es bueno- necesito algo frío -miré hacia el baño, creo que iré rápido por algo de tomar, esperar sentada me pondrá más nerviosa.
Comencé a caminar hacia la barra. Eso ha dolido un poco. Todo iba tan bien que hace el rechazo más intenso. Mi mirada va fija en el suelo. Estúpido corazón, ¿por qué tienes que ilusionarte tan rápido? Las cosas lentas son mejor, y si él no desea algo serio, ¿es tan malo? No, claro que no, debo disfrutarlo.
Solté un suspiro indiscreto y cuando levanté la vista, choqué con alguien que no solo me hizo perder el equilibrio, sino caer al suelo. Abrí los ojos un par de segundos después para toparme con un chico abajo de mí. Una de mis manos está en su pecho y la otra en el suelo.
-¿Cómo? -Hana, ¿eso qué diablos importa ahora? Pero me llega un fuerte olor a alcohol, literalmente este chico se cayó de borracho- oye, me voy a levantar -le avisé, aunque solo me hice a un lado y me senté en el suelo- ¿te encuentras bien? -¿siquiera puede entenderme? Me acomodé la parte del escote y luego extendí mis manos para que las tomara y se sentara- ¿no te golpeaste la cabeza? Eso debió doler -lo miré preocupada. Esa caída fue muy incómoda, pero me preocupa más que se haya dado un golpe muy duro.
Parece desorientado. Por favor que sea a causa del alcohol. Ya sé que fue su culpa, pero me sentiría mal si sale lastimado- ¿puedes levantarte? -ladeé la cabeza esperando su respuesta. Rayos, olvidé a que había venido, pero no voy a dejarlo aquí tumbado, y ha servido de distracción.

Ya me comprometi a acompañarlas. Ella dijo que sus padres no estarían en casa, espero que sea así.
-Bien -solo tengo que tomar un taxi, llevarla y luego ir a casa. No es que signifique… pero claro que significa algo.

Imaginaba que ella estaría acostumbrada a bailes del tipo elegante, pero dice que no y me hace pensar que tengo muchos prejuicios cuando se trata de Kajsa. Desde el inicio no me he contenido a la hora de juzgarla, me siento mal por todas esas ideas erróneas que me he hecho de ella solo por ser de cierto estatus. Creo que incluso mi opinión ha cambiado un poco. Su hermana y ella no son malas personas.
-Para ser la primera vez, no lo haces mal -le felicite con una expresión un poco seria. Yo tampoco soy el gran bailarín, pero logré lo que quería, quitarme el aburrimiento y no pensar tanto en lo que está bien o mal.
Ella sonríe y abro mis ojos un poco más de lo normal. No sé qué dice la canción, pero el ritmo es muy agradable y hace que sienta calma a pesar de que mis latidos están acelerados.
-A veces creo que tienes unas expectativas muy altas de mí -me reí. Creo que es algo mutuo, solo que ella no es tan ruda. Miro sus labios y ese gesto, y su cara colorada. La mía también se siente caliente. Esa frase tonta que habla del amor como una droga ahora parece cierta.
Me incliné hacia ella y la miré a los ojos. Me gusta mucho más de lo que dije y pensé. Desearía creer en la suerte y poner en sus manos esto para hacer que funcione. Detuve mis movimientos y me incliné otro poco para alcanzar sus labios. Cerré los ojos despacio, y al sentir el calor y la suavidad de ellos, un calor insoportable me llenó el pecho. Mi mano soltó su cadera y la coloque detrás de su cuello para besarla otra vez. Abrí un poco mi boca, y como si se tratara de algo que estuve esperando desde hace mucho, metí mi lengua.
No quería avanzar más que aquel día, pero me volví débil y estúpido. Y serlo se siente increíble. Es estar vivo. El pensar en la emoción que me causa un acto tan normal como un beso, nunca lo experimenté de este modo.
Tomé aire por la boca cuando me separé de ella. Sus ojos son hermosos, pero me hacen sentir triste. Creo que todo este tiempo convertí mi tristeza en enojo.
La abracé muy fuerte y cerré los ojos. Esto me está superando.
-Me gustas, Kajsa. Creo que más que eso.

Me río por su cumplido, la verdad dudo hacerlo bien, de hecho creo que me veo bastante tiesa a comparación de las otras personas en la pista, pero por primera vez no me importa hacer el ridículo ni mantener mi imagen impecable ante el ojo público, solo quiero divertirme con el hombre que quiero.

Lo que dice no suena bien pero el se está riendo así que yo también lo hago. Yo nunca había pensado en ello. Claro que quiero estar con él y vivir una historia de amor, pero ¿eso cuenta como expectativa alta? bueno, él no parece molesto con eso, así que eso no me estresa.
Oh, él, se está acercando, lo miro un poco expectante, ¿pasará? ¡me va a besar! Cerré mis ojos al momento del contacto, creo que puedo morir de felicidad en este momento, todo pierde sentido, solo quiero permanecer así. Vuelve a besarme, ahora es un beso mucho más intenso y yo… yo he perdido por completo mi cabeza, esto tiene que ser un sueño, el mejor de mis sueños. Rodeo su cuello buscando pegarme más a él para que desaparezca la distancia entre nosotros.
No puedo dejar de sonreír cuando se acaba el beso y me entregué a su abrazo.
-Tú a mi, siempre me has gustado, desde el primer momento que te vi sonreír- si, es verdad que lo consideré atractivo, una persona mas a quien dibujar en mi libreta, solo una página más como cualquier persona atractiva que veo en la calle. Era solo eso, y me senté en una banca para hacerlo mientras él leía un libro en el lugar de enfrente. Claro que pensé que era un desperdicio que el vistiera la ropa que llevaba ese día. Mientras lo miraba un poco más para seguir con mi dibujo, él sonrió por un momento, fue un instante muy pequeño pero lo vi, y deseaba poder verlo de nuevo. No seguí con ese dibujo, no terminarlo era la excusa para encontrarlo de nuevo -Y más que eso- yo estoy segura de esto, Takabe es la persona que yo amo.

El alivio llega a mi cuando ella parece no haber entendido lo que dije, y solamente le sonrío. Ella se comienza a mover para sentarse a un lado y giro mi cabeza cuando me pregunta por mi estado.
-jeje, si, estoy bien- contesto asegurándome que sea en el idioma que ella entiende -La verdad es que ahora mismo no siento mucho- le quito importancia a la caída -¿Tú no te lastimaste? Lo siento- me disculpo por si la he lastimado, ni siquiera había pensado ene so, soy un tonto.
-Levantarme… ¡oh!, si, si, claro- intento ponerme de pie pero acabo sentado en el suelo y me río.
¡No Luciel! deja de ser un tonto, Andy y Dima, piensa en ellos. Me reclamo mentalmente, y comienzo a ponerme de pie de nuevo.
-Lo logré- digo con mi gran sonrisa -Tengo, tengo que buscar… - parece que hoy mi japonés se me olvida un poco -amigos- sacudo mi cabeza tratando de alejar lo aturdido que estoy pero no funciona, de hecho me siento más mareado -¿Me ayudas? la ultima vez que busqué terminé frente a una pared- explico suspirando.
Mientras ella me ayuda a esquivar un mesa al caminar yo comienzo a platicar.
-Sabes, es que yo no tomo, peor hoy… bueno tal vez no te ha pasado, pero yo tenía una persona que me gustaba, y hoy era el día para declararme ¿y sabes que pasó? antes de poder decirle nada, ella me dijo que ya tiene novio. ¡Es que soy patético! reconozco el lugar de la pelea, pero entonces ya no hay nadie -¡Y se van sin mi!- digo exasperado dejándome caer en uno de los lugares de la mesa -oye, gracias por ayudarme… ammm ¿nombre?- ella ha sido amable conmigo y yo ni su nombre le he preguntado -yo soy Luciel- me reservo el decirle mi apodo, creo que, solo esta vez quiero ser solo Luciel y no Lucy o Lulu...

Me reí con ella, esto tan absurdo y tonto que parece una mentira que me cause gracia, pero aquí estoy riendo con ella por ser un… gatonejo.
-un… poquito- admito pero aun sigo riendo por ello -Pero mejor dejemoslo en quimera, suena mas imponente que gatonejo- es lindo verla reír de esta manera.
-está bien, todos lo hacemos algunas veces- debe ser algo que le importa demasiado como para que le afecte si lo ve en otras personas, solo espero que al final no sea una de esas feministas extremas… -Si, supongo que si- no se cuales son los parámetros para calificar a alguien como linda pareja, creo que me basaré en la compatibilidad entre ellos, y si es eso, entonces no son una linda pareja, mejor solo me quedo con darle la razón a ella y ya, seguro que puede ver algo que yo no. Para mi, solo son dos personas que deberían dejar de pensar tanto, divertirse y dejar que la vida siga. Digo si a mi me gustara una niña rica y yo a ella ¿por qué no acostarnos? Pero parece que Nico necesita imaginar una vida juntos para animarse a dar un paso.

Con que es genial, ¿acaso quiere que ya salgamos? A penas estoy lidiando con he hecho de que tal vez me interesa mas que solo para sexo. Llego con calma al baño, me tomo mi tiempo para orinar y luego lavo mis manos, aprovecho para echarme un poco de agua en el cuello.
Tal vez si solo regreso y la beso para que deje deje de preguntar esas cosas, pero si lo hago y lo toma como una invitación a algo serio. Estoy tardando demasiado, así que decido regresar, pero no se como cruzar esa incomodidad que ahora siento, pero para mi sorpresa ella ya no está. Puede ser que he sido demasiado obvio con mi rechazo al compromiso. Me siento para espera a ver si ella regresa, pero parece que he sido plantada por ella…
-Es tan rara- comento resignado, es como si me empujara para buscar algo más, lo hizo cuando me saco el número de celular y ahora con esta pregunta. Me hace pensar cosas que nunca consideraría y luego solo desaparece.

Camino entre la gente para tratar de encontrar a mi hermana, hace un rato la vi pero ahora con la prisa creo que me cuesta más concentrarme. Aunque si me encuentro con Hana.
-Hola. Oye busco a mi hermana ¿Sabes por donde anda?- le pregunto, y no puedo evitar ver a su acompañante, ¿No estaba con el hermano de Aine? Es un chico lindo y muy sonriente -Bueno, ya los dejo, diviértanse- me despido cuando ella me indica por donde estaban hace un rato. Me apresuro y entre las mesas veo al llamativo hermano, así que me acerco -mi hermana…- comienzo a hablar, pero el señala la pista aunque me cuesta unos segundos veo a la pareja y sonrío -Por fin- comento como si fuera una victoria y miro de nuevo al chico -Oye, me llevaré a mi hermana y con suerte lograré que Nico venga con nosotros, ¿quieres venir también?- lo invito porque parece bastante solitario, el menciona a Hana y lo miro extrañada --Oh, ella está con alguien- vaya chica con suerte, tiene a dos lindos hombres a sus pies.
Él se levanta y dice que mejor se irá a buscar a Aine, así que solo me encojo de hombros y me encamino a donde está la pareja. Los tomo de las manos para que me miren.
-Entonces ¿están dispuestos a hacer una locura?- pregunto con una sonrisa y comienzo a caminar llevándolos conmigo hasta la salida. Una vez fuera se siente extraño poder hablar a tono de voz normal -Papá y mamá llegarón, saben que no estamos así que ya estamos metidas en muchos problemas. Pero al menos hagamos que el regaño valga la pena- digo esperando animarlos mientras camino a la orilla de la calle para detener un taxi.

Este chico está muy ebrio, pero parece agradable e inofensivo.
-Estoy bien, descuida -la caída sí me dejó un susto al momento, pero quien recibió la peor parte fue él- ¿te sientes mal o algo así? -tal vez esté buscando el baño. Hace mucho que no veo a alguien tan ebrio al grado de no poder caminar. ¿Será que no está acostumbrado? O igual es de esos que siempre sobrepasa su límite- ¡cuidado! -cuando intentó levantarse de nuevo cayó al suelo, y por inercia me moví hacia él, aunque no hice nada- sí, algo así… -me reí esta vez más indiscreta, porque se ve muy gracioso la manera en que habla y se mueve. Se ve tierno para alguien de su tamaño- ¿te perdiste? Oh… -es extranjero, ya me lo imaginaba- amm, ¿dónde fue que los viste por última vez? -no pensé antes de casi ofrecerme a ayudar a buscar a sus amigos. No lo conozco, y de hecho debería volver a donde Ziba. Pero es que nadie más parece interesado en ayudarlo. La gente nos vio caer y no se acercó, volvieron la vista a lo suyo inmediatamente- ah… -dudé un poco, porque no puedo perder el tiempo taanto. Pero bueno, ya no iré por mi bebida, supongo, y con eso está- sí, claro, adelante.

Le agarré del brazo para evitar que cayera o chocara con otra cosa. Él comienza a hablar, al menos es alguien muy sociable y no vuelve de esto algo incómodo.
-Ah, no sé por qué pero me diste esa impresión -lo miré e hice una mueca triste, esa persona debió gustarle mucho como para hacerlo terminar en este estado- si te consuela, creo que a mí también me rechazaron hoy -me reí y seguimos caminando. Ziba no tiene una novia, pero ese cambio de ánimo fue muy obvio, y luego se alejó con la excusa más básica. Debí cerrar la boca, pero pues, al menos de eso salió algo bueno, una buena acción, supongo. Aunque no estoy aquí para eso.
Miré a donde señaló y luego a él, ¿se refiere a sus amigos?
-¿Tus amigos te dejaron? -solté su brazo y vi cómo se sentaba en la mesa más próxima- Hana -por alguna razón me senté también. Creo que hoy no es su día, pero aún así luce medio feliz, o lo intenta al parecer- mucho gusto -estiré mi mano y luego lo miré confundida. Esto es raro, y debería volver y no sentarme aquí con un borracho desconocido- no te preocupes, no hice mucho en realidad -pero a diferencia de la mayoría aquí, no puedo ignorar a alguien tirado frente a mí.
De repente la hermana de Kajsa se apareció junto a nosotros, debería aprovechar e ir con ella, pero en cuanto le dije dónde estaba su hermana, ella se fue. El chico se puso bastante cómodo en la mesa, no sé si porque Karin dijo que nos divertíamos o por su estado, y me da algo de pena cortarle la plática. Pero en serio tengo que regresar.
-Oye, no quiero ser grosera, pero debo buscar también a mis amigos.

Al final terminó acompañándome, y con paso lento vamos hasta la mesa donde estaba sentada con Ziba. Pasamos por el lugar donde Kajsa y su chico estaban bailando hace un rato, pero no la vi.
-Se supone que estaban aquí -dije preocupada. Le pedí que se sentara mientras para yo poder ir a buscar a Ziba, los baños no quedan tan lejos de donde estamos- ¿me esperas un minuto? Iré a asomarme al baño -caminé hasta ahí, y luego miré en todas direcciones, pero no veo a nadie. Volví donde Luciel y lo miré con una sonrisa- no los encuentro -oh dios, de verdad se fueron. Miré mi teléfono y no había mensajes o llamadas de nadie.
Me senté junto a él y marqué al celular de Kajsa, pero no contestó. Intenté cuatro veces y nunca respondió. Luego llamé a Aine, pero tiene el celular apagado. Mi última opción es Ziba. En realidad es la primera, pero tenía miedo. Tomé aire y marqué a su número, pero mandó directamente al buzón. Comencé a sentirme nerviosa y llamé otras cuatro veces, pero luego me di cuenta que tal vez él apagó su teléfono justo para que no lo molestara, y yo me estoy comportando como una acosadora.
-Nada -sonreí al pelirrojo y puse una cara triste mientras miraba mi teléfono.

-Lo sé -sonreí y la apreté un poco más a mí. Recordé la primera vez que se confesó y todas esas cosas que sucedieron. Siempre se la pasaba metiéndome en sus líos, con sus acciones torpes que pasaron de ser molestas a un poco lindas.
De nuevo sentí una presión en el pecho. Se siente como una de esas novelas cliché y aburridas donde ambos no pueden estar juntos por la razón más boba y superficial.
-¿Quieres volver a la mesa? -me aparté un poco para hablarle, aunque no dejé de abrazarla. Me volví más amable, como si ese beso se hubiera llevado todas mis fuerzas para resistir esto, y también mi enojo con las circunstancias y ella. De nuevo busqué sus labios. Hace mucho tiempo que no besaba a alguien, porque no soy del tipo que se desespera por no tener una pareja o contacto físico, tengo otras prioridades y me gustan este tipo de actos con un significado.
Estoy un poco avergonzado, ya sé que es por ser todo con ella, pero no hace que mi pecho deje de latir rápido ni mi cara disminuya el ligero rubor.
Su hermana aparece y me separé un poco de ella por la pena. Tomó nuestras manos y la miré serio. No quiero incitar a que Kajsa haga algo que a futuro le va a traer problemas, pero lo que acabamos de hacer es precisamente una decisión que nos hará un lío después.
-No me gustan las locuras -dije a su hermana, pero Kajsa luce como si quisiera hacerlo. Además la menor ni siquiera me escucha, ya nos está arrastrando fuera y ni tiempo me dio a despedirme de Ziba, aunque no creo que le importe.
Estando fuera se siente un poco más frío, y me alegro de haber dado a Kajsa la bata. Abordamos el taxi en la parte trasera.
-¿Dónde vamos? -no me gustan estas cosas, pero ella me ha vuelto más débil, y no puedo pedirle al chofer que me baje y dejarlas solas, le prometí a Kajsa acompañarlas. Tomé su mano y suspiré. Su hermana es una mala influencia, pero es ridículo que incluso yo esté colaborando con esto.

Es un alivio que mi por mi torpeza no esté lastimada, creo que eso ya sería la cereza del pastel para esta noche.
-No, no, no, yo estoy bien- le aseguro con una sonrisa para que no se preocupe -Si, que bobo, pero me perdí- comento rascando mi cabeza por lo penoso de lo que cuento -Pues por… amm cerca de… no, no, era lejos de la pista- no creo ayudar mucho, pero es lo que recuerdo.

Ella me ayuda a llegar al lugar, parece una chica bastante agradable, no solo es linda.
-no te creo- digo con sorpresa sobre lo de su rechazo. Es una persona muy amable y claro, es muy linda, ¿que clase de idiota podría rechazarla? Bueno, que solo tengo unos minutos de conocerla, tal vez está loca… jeje, pero no lo parece.
-¿puedes creerlo? A veces creo que no me valoran- aunque digo eso sigo sonriendo, la verdad no me pondré exigente, creo que ellos tienen demasiado en que pensar como para recordar donde estoy metido -Hana- repito su nombre solo por querer decirlo y ya.
Una amiga suya se le acerca, supongo que es su amiga, hasta tienen el mismo disfraz.
Bye- le digo a la otra chica cuando se aleja -Oh, si, claro… amm ¿te molesta si te acompaño? Tal vez los míos anden por aquí- digo pensando en la posibilidad de encontrar a Andy.

Caminamos, y trato de concentrarme más para poder caminar sin ayuda, aunque de vez en cuando pongo mi mano en alguna superficie como tratando de mantener con eso mi estabilidad. Mi ni a Andy ni a Dima mientras caminamos y llegamos a donde ella se detiene. Me senté de nuevo mientras ella empieza a buscar a sus amistades y yo aprovecho para llamar a Andy, al menos para dejar de preocuparme por no saber que ha pasado con ellos, no puede ser que se evaporaran de la nada.
-¿Se fueron?- pregunto al verla triste y me acomodo en la silla para mirarla -ya regresarán, no te preocupes, yo espero contigo- le digo sonrío para tratar de transmitirle un poco de calma -¿Quieres hacer algo? comer, bailar, gritar... no sé, lo que sea, así al menos nos distraemos un poco mientras esperamos- sugiero solo para intentar distraerla.

Habla un poco enredado porque está borracho, pero me termino riendo porque tiene un aura muy alegre.
-¿Por qué no? -pregunté extrañada. Y luego entiendo, ese tipo de frases son como para coquetear, pero, igual solo está siendo amable. O tal vez es por la coincidencia que ambos, aún sin conocernos, fuimos rechazados- bueno, aún no es oficial, aunque casi… -hice una mueca y encogí los hombros. Sí me importa mucho, y me tiene nerviosa la situación porque si de casualidad regreso y él ya no está, me sentiré todavía peor.
Nos sentamos y terminamos platicando, y él comienza como a desahogarse un poquito.
-¿Por qué lo piensas? -no es nada amable que lo hayan dejado estando borracho, pero no creo que por algo así de simple haya llegado a esa conclusión- claro, además no sé si pueda dejarte aquí solo -tal vez sus amigos lo están buscando, a mí me gusta siempre aferrarme a la esperanza.

Lo miré extrañada. Es demasiado amable, o sea ya sé que yo lo ayudé primero, pero no parece que lo haga por devolver el favor.
-¿Estás bien con eso? -no quiero estar sola, no conozco a nadie y tengo fe en que alguno responda el teléfono, por lo menos Aine que quien me arrastró a la fiesta- muchas gracias -le sonreí- no creo que puedas bailar, sabes, terminarás cayendo de nuevo -me reí. A pesar de que me río por su amable compañía, me siento mal por haber arruinado las cosas con Ziba. Mire de nuevo mi teléfono, no va a sonar, lo sé- no he comido nada, ¿tú tienes hambre? -pregunté. Llamé al mesero y me vio raro, creo que es porque estoy con dos chicos diferentes- papas fritas con tocino, por favor -miré al pelirrojo y me acerqué a su oído- ¿tú quieres algo de comer? -tal vez debería irme, pero un poco más esperaré a ver si Ziba vuelve a aparecer. Tal vez fue a buscarme, debe regresar aquí si es el caso- y dime, Luciel, ¿estás estudiando algo? -la pregunta fue para hacer algo de plática. No me cuesta socializar, incluso con los modelos suelo platicar mucho- ¿cuantos años tienes? Por cierto, me gusta tu traje -creo que es de una película, aunque su cabello desentona pero se le ve bien. Mirándolo detenidamente, este chico es bastante guapo.

-Bueno, porque no pareces el tipo de chica que alguien rechazaría- digo un poco nervioso porque decir directamente que me parece muy guapa podría sonar un poco raro, no quiero parecer esa clase de chico que solo intenta algo porque es guapa -mmm, ánimo, siempre se sobrevive a estas cosas. Creelo, lo sé- digo con seguridad. Aunque también se lo mucho que puede doler. He dejado de ir a casa de Dasha, y creo que mi amistad con Niki se limitará solo a jugar en linea.
-Solo es broma, ando como en modo fatalista- le explico, para que no piense que hablo en serio sobre lo que dije -Puedes, aunque mi seguridad no está garantizada- vuelvo a bromear, pues no es como que sea un bebé al cual deban mantener vigilado.

-Claro, ¿por qué no?- no es como si tuviera algo mucho más importante, al menos ya sé que los dos hermanos están tan bien como se puede esperar. Tal vez debería ir con Andy, porque no debe estar bien, pero la verdad es que en este momento no se como ayudarlo, no solo por estar borracho, sino porque realmente no tengo idea de que podría hacer para ayudarlos y cualquier cosa que diga en este momento podría hacerlo sentir peor, necesito estar bien para poder hacer algo por él.
-No tienes ideas de mis habilidades sobre la danza, soy como un roble, un robe que baila y no se cae- me río por la tontería que acabo de decir -Comida, eso suena mejor. Me agrada como piensas- el mesero se acerco y la escucho pedir unas papas y siento antojo por comer lo mismo, un pequeño escalofrío me recorre cuando ella me pregunta aquello, pero es que se a acercado mas de lo que esperaba y me sorprendí -Lo mismo, y una hamburguesa… doble, con queso y una soda- le digo al mesero y al final le sonrío.
-Ammm, si, sistemas computacionales- y ella vuele a hacer otra pregunta, al menos no es de esas chicas que solo me ve como un tipo raro y se aleja, es bastante simpática -tengo 25 añitos- y me gusta que mencione lo de mi traje -me quedó bastante exacto ¿no crees?- la miro ahora con mas detalle y para ser sincero, apenas vengo a notar lo que está usando, tiene una cara muy bonita que no me había fijado en su ropa -ammm el tuyo, no es exactamente preciso- digo señalando sus cabeza -Esas deberían ser diferentes- me muevo un poco porque el mesero ha regresado con la comida.

Mi cara se puso roja. Ese halago me hizo sentir un poco mejor. Ziba parece conforme con cómo luzco físicamente.
-Gracias -no quiero mostrarme tan afectada por eso, pero que un chico guapo me halague siempre me pondrá nerviosa- ah.. lo siento, es que… lo siento -me reí apenada. Creo que me tomé muy en serio esto de cuidar al chico, y eso que tiene como 5 minutos que lo conocí.

-¿Eso es posible? -me reí. Aunque a mí no me gustaría bailar, me siento un poco afectada por lo de Ziba, y si es que vuelve, no quiero que me encuentre bailando con otro chico. Pienso demasiado como si nosotros ya tuviéramos algo, y puede que él ni siquiera se vuelva aparecer.
Él ordena bastante comida a mi parecer. No luce pesado, ¿se comerá todo eso que ha pedido? ¿No le hará mal por estar tan borracho? Igual no soy quien para decirle qué puede y no consumir.
-Ohh, entonces eres estudiantes del campus este -la mayoría lo es, pero todavía hay gente que viene de fuera, como yo- ¿25? -pregunté impresionada- luces más joven -hasta pensé que tendría mi edad, pero puede que sea la ropa que trae o sus gafas- sí, ¿tú lo hiciste? -de nuevo me acerqué a ver y tomé un extremo de su capa. Esta vez observé los detalles de costura. Desde que trabajo con modelos, no solo soy quisquillosa con maquillaje y peinado, he aprendido también sobre cómo diferenciar una buena y mala prenda, y hacer que luzcan bien dependiendo la persona que lo porta- sí, está bien hecho -lo solté para no incomodarlo- ah -miré hacia arriba y jalé las orejas de gato de Ziba- en realidad traía las de conejo, pero me las  han cambiado -solté un suspiro mientras las veía. Como comenzó a darme calor, me desabroché la peluca de la parte de atrás y me la quité. Fue un poco molesto, pero por fin pude soltar mi cabello, y aunque es más largo, comienzo a sentir fresco y paso mis dedos por mi cabello para peinarlo.
La comida llegó y agradecí al mesero. He dejado la peluca a un lado, y me coloqué nuevamente las orejas.
-Provecho -le dije y llevé una de las papas a mi boca. Me limpié la boca y tragué- ¿no te sientes con asco? Ya sabes, por el alcohol -lo miré comer, se ve que es una persona feliz la mayoría del tiempo, creo que por eso no me he ido todavía, claro está, además de querer que Ziba vuelva.

Uff que alivio, al menos no he quedado como un idiota. A veces es difícil tratar con chicas, yo suelo ser amable y decir cosas que muchas interpretan como coqueteos, pero no es así. O sea cuando una chica es linda es linda, que lo acepte no significa que esté intentado algo, solamente digo algo que es una verdad.
-Yaaa, no es nada- digo para que no se sienta apenada por nada. Obviamente ella no está acostumbrada a mi sentido del humor.

Ella vuelve a poner en duda lo que digo, tal vez ella simplemente no quiere hacerlo, bailar con un tipo como yo no debe darle confianza, si, no es la primera vez que me pasa, además estoy un poco borracho, seguro que no siente nadita de ganas.
-No tengo la menor idea, pero también estar sentados suena bien, mucho más seguro para mi integridad física- digo con un tonto ademan de estar pensando muy seriamente eso.
-jeje, si- no me sorprende lo que dice sobre mi edad, es algo normal de escuchar siempre, incluso los que saben mi edad suelen olvidar que yo soy mayor que muchos de ellos -Debe ser por mi piel, es suave y linda como la de un bebé, por eso me veo más joven- acaricio mis mejillas mientras digo esas palabras, obviamente no son mas que tonterías, como siempre -¿tú eres estudiante de aquí?- pregunto para seguir la conversación, si ella preguntó primero, entonces no sueno como un chismoso acosador -Noo, si yo lo hubiera hecho dudo que se pudiera usar. Lo hizo una señora mamá de un amigo. Es muy talentosa la señora - Me río un poco, pero hace tiempo que no he ido a visitarlos, supongo que él tampoco sigue haciendo cosplays, su mamá siempre nos ayudaba, era muy divertido.
No sigo con el tema de las orejas, ella no parece tener el mejor ánimo cuando lo he mencionado.
-¡Provecho!- digo con entusiasmo y comienzo a comer. Niego a su pregunta, la verdad es que me siento bastante hambriento y como tengo la boca llena de comida mejor contesto solo con un movimiento y entonces me doy cuenta -¡Tu cabello cambio! - comento, creo que estaba tan entretenido comiendo que ni noté cuando se quitó la peluca -la ultima vez que usé peluca fue para algo de la universidad, uno de esos eventos que se hacen aveces- tomo mi celular y comienzo a buscar fotos de ese día -hicimos uno de esos clásicos cafes- le paso el celular para que vea las fotos, unas del lugar todo arreglado, de mis compañeros con sus mandiles y la mejor, la hermosa chica pelirroja que le servía a todos… o sea yo.

lucy:

Comencé a reírme un poco más fuerte, este chico tiene un sentido del humor muy tierno, y no sé si estoy demasiado simple o tiene la habilidad para hacer reír a las personas. Apostaría que lo segundo.
-Okey -dije mirándolo. No hay mucha luz, pero noto que su cara es más bonita que el promedio- puede que sea cierto -dije pensativa- ¿cuidas tu cara con algo? Ah, perdón eso puede parecer raro, pero creo que sí tiene que ver tu rostro -le sonreí nerviosa, a veces no puedo evitar mirar esos detalles- no, no estudio. Trabajo, amh… bueno, recién estoy entrando en una agencia de modelos, pero solo como aprendiz. El resto del tiempo estoy ayudando a mi hermana -él preguntó pero como me dijo qué estudiaba, no me molesta decirle también, no soy paranoica y esas cosas- es por eso que mencioné lo de tu cara. Trato siempre con rostros y el tuyo es muy bonito, por eso pregunté.
Así que fue alguien más, parece un trabajo comprado. Pero en realidad, las cosas hechas a manos a veces tienen más cuidado que prefabricadas, claro que no cualquiera puede con eso.
-Oh, entiendo. Pues hace un muy buen trabajo -desde que entré también he pensado cómo me gustaría diseñar, pero de por sí mi tiempo ya es muy reducido, y además no me alcanzaría el dinero- sí, este es mi cabello. La persona que me trajo me hizo usarla, pero ya me ha dado mucho calor -no imagino cómo se vería con una él, seguramente bien, también me da curiosidad verlo sin anteojos.
Comencé a pasar las fotos, y donde vi una chica de cabello rojo me detuve, lo miré y de nuevo pegué mi cara al teléfono.
-¿Eres tú? Wow… -se ve demasiado bonita, creo que más que yo en mis mejores días- te ves preciosa, de verdad -vi el resto, seguro que opaco a todos, incluso a las chicas. Le devolví su celular y metí más comida a la boca- realmente cambias con un poco de maquillaje y sin anteojos -lo miré detenidamente- sé que es atrevido, pero… ¿me dejarías tocar tu cara? -ah… no, no, no, ¿qué estoy diciendo?- si te incomoda no tienes que aceptar, lo siento -desvié la mirada y busqué al mesero, pedí una soda para bajar la comida, pero me arrepentí y ordené alcohol.