Sorpresas (privado)

Recuerdo del primer mensaje :

Hace poco he hecho una nueva amiga, es tonto que a mi edad esas cosas me emocionen, pero poco a poco mi vida ha  dado un giro diferente. Primero un amante, y ahora una amiga que no pertenece al mismo círculo social de Mitya, me siento extraña pero esas pequeñas cosas me van dando más seguridad en mí misma. Por eso a la hora de elegir el vestido de esta noche le he pedido a Sora que por favor me acompañara a comprar. Yo habría elegido algo similar en la tienda de siempre, una prenda del gusto de Mitya y que no me hiciera ver como una mujer tan vulgar ni tan mojigata, de acuerdo a las expectativas de los presentes de esta noche. Pero esto... esto definitivamente no estaba en mis planes ni hoy ni en cien años. Aún así sonrío a la imagen del espejo, me siento bella y no porque alguien me lo haya dicho, es de las pocas veces que de verdad puedo apreciarme a mí misma.
-¿No se verá mal a la hora de sentarme? -me giré un par de veces y finalmente me rendí y salí lista hacia el auto. Mitya estará en la fiesta, así que llegué sola al hotel en compañía de mi sobrino, porque mis hijos también llegarán aparte. ¿Qué clase de perfecta familia es esta? Ya me cansé de este juego, y no es un cansancio como el de todos estos años. Este día siento como si tuviera el valor de salir corriendo en cuanto me aburra.

Llegamos al hotel y en la entrada me recibió mi esposo, se sorprendió por cómo vengo vestida pero extrañamente no me ha hecho algún comentario extraño, al contrario, me halagó por lo hermosa que estoy y eso me hizo sentir nerviosa.
-¿Dónde están los chicos? -luego entramos con el pequeño Ilya y en cuanto vi a los chicos, corrí a abrazarles. Le entregué el obsequio a Andy y también a Ilya, y recibí el suyo y el de Mitya, y después saludar a los presentes. Abrazos, felicitaciones, charlas cortas y otras cosas que al cabo de un rato me agotaron y llegué a la mesa principal para darme un respiro- Sora debe estar ocupada -no debería pegarme a ella, está trabajando, y yo se supone tengo que jugar bien mi papel solo por hoy. No recordara que fuera tan difícil.
Nos colocamos juntos para comenzar a celebrar y tomar el banquete, y después me levanté de nuevo a saludar a los pocos amigos que tengo y otras personas que no tuve la oportunidad de saludar antes.

Dasha:

¡Hoy hay fiesta! y yo ni quiero ir, Hana ha dicho que mañana trabaja temprano y no puede desvelarse, y un poco lo agradezco, esta fiesta es muy aburrida, pero me hacía ilusión presentarla a mis amigos.
Todo pasa muy aburriiiiido, hasta que noto algo, ese sujeto hermoso… ¡es el novio de Dash! bueno no pueden decir que soy un genio, me doy cuenta por como se alejan. La conozco y se le nota diferente ahora que camina con él. 
-Vaya- comento al sentir esa punzada de celos. Es raro sentir eso porque es algo que no sentía al verla con su esposo, pero ahora esto ha dolido porque juro que se ve feliz. Quiero decir, me alegro por ella, pero, auch -Jeje, nada- digo a Ilkin que pregunta que que pasa.

Si estoy un poco al pendiente de que ella no regresa, al contrario, veo que justamente Dima y Andy van a aquel pasillo.
-Oye, amm sin ser chismoso, pero tal vez las cosas se pongan raras, así que si ves que el don- señalo al padre de mis amigos y giro los ojos con algo de fastidio -Si va para allá, podrías ammm ¿distraerlo?- el no pregunta nada más, solo dice que si y le sonrío mostrando mis dientes. Adoro a ese chico.
Me levanto para ir en busca de mi familia favorita.
Uso un patético bastón, pero al menos ya no ando con muletas, pero aun asi tardo un poco en llegar.  
Me acerco y la imagen dice más de lo que puedo entender a sus palabras.
Dash y el tipo de un lado, él parece muy enojado pero parece controlado, tipo sensanto… creo.
Pero lo peor de la escena son los hermanos.
-Wow- exclamo luego de que Dima intenta echarme, ¿pero en serio le estaba diciendo lo que escuché? -¿en serio? ¿aquí?- res digo con tono tranquilo y me pongo en medio de todos.
-bien todos afuera- señalo al pasillo para que se alejen al menos un poco más y que la gente chismosa no se de cuenta de lo que pasa. La verdad estoy enojado, pero soy bueno ocultándolo.
Cuando salimos miro al novio de Dash -Linda corbata- comento de manera casual y luego miro a mis amigos -¿En serio dijeron lo que escuché? ¿acaso se escuchan?- pregunto incrédulo de que puedan ser tan idiotas -Sh, sh, shhhh- calló a Dima antes de que comience a decir de nuevo tonterías -prácticamente he vivido con ustedes todos estos años, ¿y van a defender a su padre? ¿por qué no le hacen estos dramas a él? ¿por qué el puede y ella no?- les cuestiono con mirada severa, algo poco normal en mi, pero he hablado con calma.

luci:

Ni siquiera puedo hablar de lo impactado que estoy. ¿Por qué ella hace esto? ¿No era feliz con papá? Puede que él no sea perfecto pero, ¿qué tiene este tipo de especial? No, es imposible, esta no es ella, seguramente él la está manipulando o algo similar, mamá nunca haría algo para dañar a su familia.
-Mamá, ¿qué rayos estás pensando? Dima tiene razón, es increíble que estés actuando de esta manera, no eres cualquier persona... ¡Y justamente el día de hoy se te ocurre venir a besuquearte con tu amante! ¿No te parece demasiado? -ella está de su lado, ¿acaso lo elige sobre nosotros?- ¿entonces lo prefieres a él? ¿A un extraño? No puedo creerlo... -mi cabeza empieza a doler y solo escucho los reclamos de Dima, el tipo empieza a ponerse insoportable y de inmediato camino hasta ellos, pero ella parece protegerlo o algo así, y yo solo quiero evitar que Dima le pegue a este tipo porque no debería rebajarse a su nivel- ¿cómo te atreves a abrir la boca? ¡No te estamos hablando a ti! -mis manos están temblando, pero debe ser que el enojo me mantiene en pie y solo es cuando Luci llega que yo puedo apartar mi mirada de ella.

Nos hemos separado de ellos y miro a  Luciel, siento mis manos sudar y aprieto mi mandíbula, y también busco con una de mis manos la de Dima. Caminamos fuera y sigo sosteniendo su mano fuerte. ¿Qué haremos si papá viene? ¿Por qué este tipo sigue aquí? Debería irse, esto no tiene nada que ver con él. Ella cometió un error y él es ese error, pero no puede opinar.
-¿Qué haces tú aquí? Deberías entrar, esto no tiene nada que ver contigo, ni contigo -señalo al tipo, y es que por fin suelto la mano de Dima. Pero Luciel no se calla y mi cabeza más duele. ¿Qué hago ahora? Llevé mi mano a mi boca y mordí la punta de mi dedo, él no sabe nada, ellos no saben nada, ¿por qué intentan meterse con nuestra familia?- ¡cállate! -me dirijo a Luciel- -¿qué diablos vas a saber tú? No tienes idea de cómo funciona nuestra familia, deja de hablar toda esa mierda -miré a mamá con desprecio luego de gritarle a Luci, ¿por qué hace esto aquí y ahora?- ¿por qué la defiendes tanto? Esto no es tu problema -he levantado mucho la voz pero no puedo controlarlo. Tengo un sentimiento de culpa, papá odia estar solo y ahora que sospecha que mamá tiene a alguien, ¿qué va a hacer?- ¿por qué te comportas así? ¡No puedo creer que prefieras revolcarte con un desconocido aunque eso destruya a tu familia! -sentí el golpe en mi cara y me quedé callado, y después la miré atónito. Ella nunca me había golpeado, pero más que eso lo que se siente peor son sus palabras que acompañaron el golpe. Miré al suelo con la mano en mi mejilla, ella sabe, ella lo sabe.[/color]

Sus reproches se van haciendo más severos y su voz más escandalosa, me preocupa que alguien más venga pero honestamente, eso es mínimo comparado a lo mucho que me duele que ellos se expresen así de mí. Agacho la mirada cuando Dima grita, siento el apoyo de Nobuyuki pero se trata de mis hijos, no pensé que esto fuese tan malo como para merecer esas palabras.
-Ya basta -intenté hablarles molesta, pero de mis ojos ya comienzan a escurrir algunas lágrimas y aunque intento no llorar, escuchando esas ofensas de ambos lo hace imposible. Siempre traté de hacer lo mejor para ellos, intenté llenar las expectativas de los tres y me mmetí tanto en ese papel que me perdí de vista a mí misma. Ahora por fin veo por mis deseos pero parece que eso solo me hace una mujer vulgar y egoísta. Eso realmente ha dolido bastante, y no solo es Dima, Andy que usualmente es el más racional, también me grita toda clase de cosas. Pero, ¿qué me extraña? Él siempre ha estado del lado de su padre.

Levanté la mirada al escuchar esa voz y sentí un jalón en el pecho, me avergüenza que mire todo esto pero parece que al menos él puede ver que no hice esto para herirlos.
Hacemos caso a su consejo y nos alejamos, pero apenas salimos y Lu intenta decir algo, Andy ha comenzado a gritar más fuerte y parece más tenso que antes. ¿Qué le sucede? ¿Por qué debe tratarme de esta forma tan horrible?
-¡Suficiente! -sin controlarme me acerqué a él y planté una cachetada en su rostro. Nunca los he golpeado, jamás intenté poner una mano sobre ellos, ni siquiera con todos los problemas que me dieron se me ocurrió hacerlo, pero ellos están portándose tan injustos ahora. Solo soy yo la mala, la de los errores. ¿Qué hay de la responsabilidad de su padre? ¿Por qué a él le perdonan todo?- ¿crees que tienes derecho de venir y juzgarme? De todas las personas, ¿crees que tienes derecho de hablarme de esa forma tan grosera? Después de todo lo que has hecho, ¿cómo te atreves a reprocharme por querer seguir con mi vida? ¡¿No crees que ya me has lastimado lo suficiente?! -lo miré con mucho resentimiento, pero no tardé en darme cuenta y tapé mi boca con mis manos. ¿Por qué... por qué dije eso? Estoy destruyéndolos, ellos tienen razón, estoy haciendo algo realmente malo- Andy... lo lamento, yo no... -sentí mi pecho oprimirse y las lágrimas salir. ¿Por qué dije eso? Me siento como la peor persona del mundo, he lastimado a las personas que amo por mi desesperada necesidad de no estar sola.

Cierto, parece que me prefiere a mi, sé que no es tan literal, de ser el caso, seguro que simplemente nos podríamos ir y ahorrarnos todo este drama, pero el que me defienda obviamente me agrada. 
Las cosas que ellos me dicen no me molestan incluso se me escapan algunas sonrisas, que me callen, que me digan poco hombre, esas cosas no me afectan viniendo de alguien como ellos.
Me gustaría intervenir más, pero realmente no tengo algo a mi favor que me ayude a calmar lo que pasa y si hablo para defenderla creo que solo volveré las cosas peor, pero detesto verme con tan pocas armas en este momento, pero tal vez es el momento perfecto para que ella se de cuenta de que esta familia le hace demasiado daño.

Un pelirrojo aparece, tiene una actitud algo relajada y de alguna manera hace que todos salgamos, noto como los hermanos caminan de la mano.
-Niño, no estoy aquí por ti- contesto cuando dice que esto no tiene nada que ver conmigo. Lo cual es absurdo, claro que tiene que ver, si por mi se ha iniciado esto, pero dudo que decirle eso ayude en algo ahora.
-Gracias Contesto confundido cuando el habla de mi corbata.
Parece que el chico está de parte de Dariya, por encima de sus amigos. Eso es un tanto peculiar.
De nuevo sonrío cuando ella abofetea a ese chico y le contesta de esa manera. Adoro el fuego que hay en ella, esto es lo que he buscado hacer que ella descubra, que no es una mujer débil, pero claro ese momento tan glorioso se ve opacado por la culpa que está acostumbrada a sentir por ser ella misma.
Me coloco frente a ella y tomo su rostro para que levante la mirada.
-No has hecho nada malo o injusto, Dariya, ellos ya no son unos niños que debes procurar. Mucho menos tomar en cuenta las palabras del amante de tu marido- no me preocupo en bajar la voz hablo con tono normal y miro de reojo al moreno -dime que quieres, si en este momento me lo pides te llevo conmigo- realmente esto ha sido un poco impulsivo, pero realmente no quiero que ella se quede más tiempo con ella y que envenenen su cabeza con más de esos reclamos.

Luci aparece y me doy cuenta que estamos en el pasillo, es una suerte que nadie más haya salido, y como puedo salgo con los demás. Miro molesto a Luciel y estoy por decirle algo pero el me manda a callar.
Es verdad, el es como parte de la familia y solo hace unas preguntas tan sencillas pero son como recibir un balde de agua fría. Papá lleva años haciendo cosas de estas, cosas despreciables, con Andy, con Emi… ¿por qué mamá sigue con él? siempre he pensando que es porque está muy enamorada y nunca he querido romper su felicidad, pero si está con otro, es porque no es feliz.

Miro a Andy que comienza a decirle cosas a Luciel, y luego de nuevo a mamá. ¿Que familia destruye eso? nosotros ni siquiera la hemos ido a ver en mucho tiempo, yo apenas y paso por la casa. Mamá debe estar muy solo.
Retrocedo cuando ella da aquella cachetada a Andy.
-Mamá- digo en voz muy baja por la sorpresa de lo que está diciendo y luego ese tipo se la quiere llevar… ella está llorando -Perdón- digo a mama en voz alta bajando la mirada. Ella ha sido la razón para que yo sea al menos un poco bueno, nunca le he desobedecido a ella, ella me crío y me cuido como a su hijo, y es la única a la que siempre hacía caso. Pasaron muchas cosas en la familia pero ella jamás lloraba frente a nosotros, pero parece que ella ha sufrido mucho y jamás lo ha demostrado, así que verla llorar ahora es muy duro para mi.
No sé quien sea ese tipo, pero si la hace feliz, yo he dejado todo por la persona que amo, si ella se siente de esa manera, yo no puedo pedirle que haga algo solo porque ¿por qué debería afectarme que engañe a mi padre? no es que el merezca tener a alguien como ella.

Miro a Andy cuando me calla, pero solo sonrío.
-¿Cómo funciona tu familia? ¿qué no lo sé?- suelto un bufido luego de decir eso -Te voy a decir como funciona. Tú familia es un pequeño grupo de personas a disposición del señor de la casa. Tú, Dima y su padre, hacen sus vidas, buscan diversión fuera de casa esperando que ella se la pase encerrada para que esté ahí cuando se acuerden de ella, como en una fiesta, o cuando Dima decide que no puedo estar solo y me manda a que ella me cuide cuando él ni pasa una hora en la casa. Su familia ¡no existe! solo son un grupo de gente egoísta explotando a cualquiera que se deja- le digo a Andy y de paso a Dima -Su patética familia “funciona”- hago las comillas con mis dedos -Porque ella ha estado ahí para darles un lugar seguro, pero no tiene porque estar ahí solo haciendo algo que la hace infeliz solo porque los dos nenes no quieren que su “perfecta” familia se arruine- estoy realmente enojado, no puedo creer lo injustos y cegados que están -La defiendo porque yo no soy tan idiota como ustedes, porque ella me importa, porque ella es una persona increíble y maravillosa que no ha podido ser feliz, porque tiene a la familia más egoísta, porque la gente debe defender a la gente que ama, sobre todo de las injusticias como estas. Además Andy, no seas hipócrita. Me puedo meter si es para arreglar tus problemas con Dima, ¿pero en esto no? porque en esto tú no sacas ventaja ¿cierto? ahí si puedo porque mira que feliz puedes ser con el idiota de tu hermano, pero no puedo en esto porque “¿qué diablos vas a saber tú?”- digo arremedando lo que hace un rato me dijo.

-Wow, bien- exclamo cuando Dash se defiende, aunque me calmo en cuanto ella suelta aquellas palabras. Siempre noté algo raro entre Andy y su padre, esa devoción era muy extraña. No quería pensar a que grado podía llegar lo de ellos. Claro algunas veces lo pensaba, pero prefería no sacar conclusiones de algo que no sabía, pero ella ha dicho eso y luego su novio lo confirma con palabras muy claras.
-Diablos, y realmente piensan que son una familia- digo eso más para mi que para los presentes. Evito mirar como reconforta a Dash. 
Al menos parece que Dima entra en razón y se disculpa. ¿Qué es lo que ha entendido? Dima no es el mejor procesando las cosas que pasan, es un poco lento para eso, y se le suelen escapar muchas cosas cuando está abrumado.

Luciel no se calla y comienza a decir demasiadas cosas que no quiero escuchar, pero comienzo a carecer de fuerza para responder. Sus palabras me hacen enojar, pero mi rabia es tan grande que siento que si abro la boca no podré articular una sola frase coherente. Ya ni siquiera logro mirarlo, y que mencione a Dima y a mí me hace sentir muy culpable. ¿Tiene razón? ¿Pero entonces qué es esto? ¿Qué somos? ¿Por qué se convirtió en esto? Siento nauseas pero aún así me mantengo de pie simplemente escuchando lo que dice.
Pero la peor parte no es haber visto a mamá con otro hombre, o verle preferirlo sobre nosotros. Tampoco el concepto que Luciel tiene de nuestra familia o lo que seamos. Lo peor es aquello que dice ella sobre mí y papá.
Mantengo la mano en mi mejilla y siento que el aire comienza a faltarme cada vez más. Siempre creí que ella no sabía nada, yo no hice las cosas para herirla pero al final no importa nada, soy lo que llegó a manchar esta familia, ¿no es así? Dima odia a papá por mi culpa, mamá sufrió por mi culpa y papá se siente solo porque yo no he cumplido más con lo que prometí.
-No -ese hombre ha sido tan directo que mis palabras se ahogaron. Intento desesperadamente desabrocharme la camisa pero la corbata estorba- sí, sí, yo lo siento, lo siento mucho -me disculpo repetidas veces con mamá... no, ella no es mi madre, no puedo llamarla de esa manera. Nadie merece un hijo tan asqueroso como yo, imagino que por eso mis padres se deshicieron de mí- sí, yo fui traído para eso, perdóname, lo siento mucho -le hablo a ella pero estoy mirando al suelo, intentando quitar mi corbata porque cada vez es más difícil respirar.

El dolor en mi cabeza se hace más fuerte y busco con mi mano algo de lo que sostenerme, estoy tratando de respirar pero parece inútil. Siento un pitido en mi oído y llevo una de mis manos a mi mejilla y comienzo a rascar la parte donde mamá me golpeó, la otra estruja mi camisa y termino sentado en el suelo con la mirada hacia abajo. Tal vez sería bueno morir ahora. Yo la lastimé y no quería, pero eso no importa porque ya lo hice. Además Dima... Dima va a odiarme, le daré asco y prefiero morirme antes que tener que cargar con su odio de nuevo. No quiero que me odie, no quiero que me mire con desprecio de nuevo o que me rechace. Dije que sería un buen hijo pero no pude hacer ni siquiera algo tan sencillo. Sí, es mejor si solo termina esto y dejo de respirar. Pero pese a eso tengo mucho miedo, tengo mucho miedo de estar solo, tengo miedo de que me desprecien, de darles asco y al final me convierta solo en un desagradable recuerdo.

Me sorprende que Lu sea ahora quien pelea con Andy, no creí verle jamás gritandole a alguien y mucho menos a él, ambos siempre mantenían la calma pero ahora todo se ha salido de control. Me siento culpable, sí, pero de alguna forma las palabras de Lu hacen que mi mente trate de ver más allá de lo que yo hice mal. Porque sí, es verdad, ¿por qué ellos no pueden ver lo que alguien más sí? ¿Por qué ellos deben ser tan injustos conmigo solamente? Pero saber que ni Nobuyuki ni Lu me dejan sola me hace sentir ligeramente más fuerte. No debo estar tan equivocada. Además me pone feliz que por lo menos alguien reconozca el esfuerzo que he hecho por esta familia todos estos años e inevitablemente comienzan a escurrir lágrimas de mis ojos de nuevo. Los amos muchísimo, tal vez no somos la familia ejemplar pero para mí ellos son mis hijos, y sus palabras más que enojarme me lastiman. Soy su madre y no quiero ser lo más despreciable ante ellos, pero también empiezo a entender que tal vez les permití ser demasiado egoístas todo este tiempo.

Siento mi corazón acelerarse cuando Lu dice sobre defender a la persona que ama, sé que no es el momento pero la sensación fue inevitable, y limpio mis lágrimas cuando Dima se disculpa. Lu siempre ha encontrado la manera de manejarlo incluso mejor de lo que yo he podido, ha logrado que su explicación llegue a enfriar su cabeza y que pida perdón.
-Es increíble que alguien más lo haya notado y ustedes no -no lo digo, pero me siento decepcionada de ellos y muy dolida.
Pero después por cómo me expresé vuelvo a sentirme culpable. Cosas que decidí no pensar demasiado ahora salieron de mi boca sin pensar a causa del enojo, y al no escuchar más a Andy me doy cuenta de lo mucho que lo lastimé con ello.
-Yo... -miré a Nobuyuki, sé que trata de confortarme y sin él o Lu, yo me hubiese venido abajo- no vuelvas a llamarlo así -lo miré con lágrimas en los ojos, porque aunque ahora es un adulto y ha dicho cosas que me han lastimado mucho, mejor que nadie conozco esa sensación de dependencia y nunca me perdonaré por dejar que las cosas se rompieran de esta forma. Solo me mentí, yo no estaba protegiendo nada, solo estaba asustada de la realidad y fingí no darme cuenta de que cada vez estábamos más dañados- quiero irme -susurré segura, pero en cuanto Andy se disculpó conmigo la culpa se hizo más grande. Aparté las manos de Nobuyuki de mi rostro y tomé una de ellas, en este momento desearía que no viese nada, pero por cómo ha actuado aunque ellos fuesen groseros, sé que su amor no son solo palabras bonitas- Andy -le llamé, dije cosas horribles y necesito disculparme- ¿Andy? -lo miré asustada... ¿qué le sucede? Estoy demasiado nerviosa como para hacer algo, él ha comenzado a actuar extraño y solté a Nobuyuki para acercarme. Me agaché frente a él y lo miré asustada, ha comenzado a susurrar cosas que no entiendo- ¿qué está pasando? -miré a los chicos y de nuevo a él, pero me aparté de ahí porque por la impresión no pude hacer nada mas que mirarlo. Tapé mi boca con una de mis manos, yo le hice esto y ni siquiera sé cómo arreglarlo... no, yo no lo hice, no lo hice directamente, todo es culpa de Mitya.

El pelirrojo comienza a cambiar palabras con el moreno, aunque no es que el otro chico ofrezca demasiada replica. Trato de contener una sonrisa mientras explica como es esta maravillosa familia de Dariya. Pero mi sonrisa ya no quiere salir cuando el dice que la ama. Es un chico inteligente ha dicho que se debe defender a la gente que se ama, no ha sido una declaración directa, hasta pareciera que habla de ese amor que se tiene por la gente especial en nuestras vidas y no en un sentido romántico, pero dudo que se trate de solo eso. Así que miro a Dariya para ver su reacción, y si, parece que ella ha entendido lo mismo. Aunque no me preocuparé de eso, ya que ella ha dicho que me ama a mi.

Tal vez he sido duro al decir esas palabras, no me importa si le afectan al chico, pero obviamente a ella no le gusta escuchar eso.
-Lo siento, es por el enojo- justifico mis palabras ante ella. La verdad es que tendría muchas mas cosas para decir, pero me contengo. Además ella acepta irse conmigo. Lo he conseguido, al parecer todo este drama ha servido para que ella de ese paso y se arme de valor para dejar a ese hombre, por fin podrá ser completamente mía.
Pero todo se queda en el olvido cuando el chico se disculpa, él otro lo hizo antes, pero este, el amante reacciona con demasiada intensidad.
Da un poco de pena ver lo mal que está, incluso a mi que no me importa nada de él, me siento mal de verlo tan dañado, porque me recuerda un poco a lo que le pasaba al pequeño Tohru luego de lo que le hicieron.
Dariya está en shock, y el otro hijo también, él único que hace algo es el pelirrojo.
Me acerco a ella y la tomo por los hombros.
-Ay que llevarlo al hospital- le digo al ver su ataque de ansiedad, o algo parecido. El chico es algo grande para llevarlo en brazos como si nada, más porque en este momento será peso muerto -Tú, ayúdame- le digo al otro hijo de Dariya. Me agacho para estar a su altura, tomo la mano del moreno y la paso por mis hombros y espero a que el otro haga lo mismo, nos levantamos y entre los dos llevamos al mayor.
Vamos al estacionamiento.
-Síguenos- le digo a Dariya porque en mi auto no vamos a caber todos.
Como podemos metemos al chico en el asiento de atrás, el otro se sube con él.
Maravilloso, voy en el auto con este par que hace un rato me quería matar mientras mi novia va en su auto con el chico que la ama. Conduzco hasta el hospital donde trabajan nuestros contactos. Mientras presiono el botón del tablero para hacer una llamada. 
-Te necesito en el hospital ahora, llama a Tohru, dile que trabajará toda la noche- la voz del recién despertado doctor me contesta con un simple si.
Al llegar, un par de enfermeros nos esperan en la entrada, con una camilla. Ellos se encargan de subir al chico y me miran confundidos. Supongo que esperaban a algún herido, pero solo es un chico con un ataque de algo.
-Ven, estará bien- le digo al chico de cabello blanco. Camino para que me siga y sin pedir permiso o algo entro a la habitación -ve con él- -digo para que hagan un espacio al chico. Parece que son muy unidos. 
-¿Qué es esto? - me pregunta el doctor mientras administra intenta poner una aguja en el brazo del chico.
-Es un favor personal- contesto con calma y salgo de la habitación para esperar a Dariya.

Me sorprende como Luciel contesta a Andy, jamás nos ha hablado de esa manera, y no pensaba que creyera esas cosas de nuestra familia. Bajo la mirada cuando dice que lo llevé para que ella lo cuidara. Es verdad, yo solo di por hecho que ella lo cuidaría y no me importó lo demás.
-Perdón- vuelvo a decir como niño regañado que sabe que ha hecho mal.
Levanto la mirada cuando el tipo le dice que se vaya con él, siento algo en el estomago, como que quiero decirle a mamá que no lo haga, pero sé que es por la misma razón que hace un rato la estaba atacando, porque soy un egoísta. 

Giro la cabeza cuando Andy comienza a disculparse, no sé que le pasa, se ve mal. ¿Qué hago? me siento asustado de ver como se ha puesto, quiero ir a él pero mis pies no se mueven, tengo miedo de hacer las cosas peores.
-Andy- es lo único que puede salir de mis labios -Andy- vuelvo a decir, pero no sé como arreglar las cosas, quiero que esté bien, pero no sé que decirle en este momento.
Veo como Luciel se le acerca, y comienza a hacer lo que debería hacer yo, cuidar de Andy, y sigo sin moverme, porque tengo miedo de lo que pueda pasar.
La voz del sujeto de quien ni se su nombre me hace levantar la mirada.
-Ah, si- digo con torpeza y me acerco por fin a Andy e imito lo que hace el sujeto y paso su brazo por mis hombros, mis brazos rodean su cintura. Es incomodo caminar así, pero no quiero soltarlo.
En estos momentos tengo muchas ganas de llorar, y no sé que decirle. Dije que lo cuidaría, pero no puedo borrar el pasado.
Me subo en la parte de atrás del auto y sigo aferrado a Andy, no me salen las palabras, pero no quiero soltarlo. En el hospital lo alejan de mi y se lo llevan, mis ojos le siguen y obedezco siguiendo al hombre de cabello largo. Entramos sin permiso a la habitación donde están atendiendo a Andy y en cuando ese hombre me dice que puedo ir, me acerco a la cama y busco su mano. Pensaba que el médico me sacaría, pero hasta se han hecho a un lado para que pueda acercarme.
-Andy, no me dejes- digo en voz baja dejando escapar por fin unas lágrimas.

Andy se pone loco de repente, si, digo loco, porque eso parece, y todos se quedan mirando al pobre, está familia es pésima para actuar en momentos de estrés. Suspiro y camino hasta Andy, me agacho con dificultad para quedar frente a él, mi pierna ha dolido, pero bueno, que más da. Meto mi mano entre su mejilla y su mano para que deje de hacer eso que hace, porque comienza a hacerse daño.
-Ey, ey, Andy- repito eso varias veces. Mi otra mano se encarga de deshacer el nudo de su corbata y desabotono los primeros botones de su camisa -Ey, Andy- vuelvo a hablarle y lo sigo haciendo hasta que parece que mi voz lo alcanza y me mira -Solo eres una víctima, no tienes la culpa- le sonrío amable y cálidamente.
-Vamos al hospital- le digo con voz pausada luego de que escucho al novio de Dash decirlo. Andy se ha hecho daño en la mejilla y me ha hecho daño en la mano, creo que tardó en darse cuenta que ya no se estaba haciendo daño a si mismo.
Busco mi curioso bastón y me vuelvo a poner de pie con algo de dificultad.
Y comienzo a caminar detrás de ellos.

El novio se ha llevado a los chicos con él y miro a Dash.
-No creo que debas manejar, tomemos un taxi- con los nervios que debe tener dudo que pueda manejar y yo, bueno mis reflejos ahora no son los mejores por mi pierna.
-Todo estará bien- le digo usando la manga de mi camisa para secar sus ojos y un poco de su maquillaje mancha mi manga -Vamos- salimos para tomar un taxi. Me siento cansado, yo quiero mucho a esta familia, he crecido prácticamente con ellos. Pero tal vez es momento de que me aleje, estoy cansado de ellos. Quiero decir los quiero, pero no creo poder seguir con la presión de tener que ayudarlos siempre. Sé que no es mi obligación, pero sentía que al ser como mi familia se los debía, pero parece que ellos nunca me han visto de esa forma, hoy Andy me lo dejó muy claro. Y luego claro, está Dash que ahora tiene a ese hombre perfecto y se irá con él. Que bueno que pueda ser feliz, pero no creo ser tan maduro como para aceptar verla feliz con alguien más, con su marido pues era tolerable porque es un imbécil que solo la usaba como trofeo para exhibir.

Gracias a Nobuyuki es que logro reaccionar y asiento ante su idea de ir al hospital, pero no puedo dejar de ver a Andy. Incluso Lu se ha acercado a él para ayudarlo, mientras que yo no puedo salir completamente del shock.
Los seguimos hasta el auto y de nuevo solo con un movimiento de cabeza afirmo para Nobuyuki, y busco cómo llegar a mi auto. Pero Lu tiene razón, mis manos están temblando y no me siento en condiciones de conducir ahora, tengo una sensación muy pesada en el pecho por las cosas que están sucediendo.
-Sí, tienes razón -cierro los ojos un momento mientras él tiene ese gesto conmigo, a pesar de su intento por confortarme no me siento más tranquila. Pero si me derrumbo ahora seré una carga para ellos, y debo mantenerme fuerte porque me necesitan. No puedo volver el tiempo y cambiar las cosas, es duro afrontarlo, tengo miedo de ser despreciada por ellos o tener que cargar con esta sensación amarga por siempre. Pero ahora no importo, no puedo rendirme sin saber qué está pasando con Andy. Y Dima... ¿no estaba igual? Dije todas esas cosas horribles frente a él, seguramente estará confundido y abrumado, lo parecía...

Abordamos un taxi para llegar al hospital, ni siquiera puedo concentrarme en mi entorno, no sé qué habría hecho de haber tenido que lidiar sola con esa carga. Lu siempre está ahí conmigo en momentos difíciles y vergonzosos, pero no quería que viera esta parte de mí, seguramente la imagen que tenía se verá totalmente afectada.
-Gracias -estoy mirando mis manos que van apoyadas en mis rodillas, mi cuerpo está encorvado hacia delante, tengo vergüenza y miedo- lamento que estés pasando por esto -una disculpa es lo único que puedo ofrecerle, y que también necesito darle a Nobuyuki pues les estamos dando demasiados problemas.

Bajamos del taxi y nos encontramos con Nobuyuki en la entrada, esperé a Lu y a paso lento llegamos hasta él para ingresar a la clínica.
-¿Cómo está? ¿Qué es lo que tiene? -inmediatamente solté un par de preguntas y agaché la mirada- discúlpame por esto -mis lágrimas se van y regresan, siento el nudo en la garganta que estoy tratando con todas mis fuerzas de contener- él se va a recuperar, ¿cierto? ¿Por qué tuve que decir esas cosas? -levanté la mirada y respiré hondo, tengo que ser fuerte, me lo repito reiteradas veces para ver si de ese modo es que puedo concentrarme y mantenerme tranquila.
Pero mi tranquilidad es imposible, mi teléfono ha comenzado a sonar y cuando miro la pantalla, siento la rabia invadirme. Descolgué y me es imposible hablar, tengo tanto que decir pero por alguna razón, no puedo hacerlo. No puedo gritar, ofender... no puedo hacer nada.
-Todo es tu cul... -tragué y luego tiré el teléfono al suelo y me agaché tapando mi boca, siento muchas nauseas y ganas de llorar, me siento impotente.

Mi cara está empezando a arder un poco y lo único que veo es el suelo borroso. He perdido el control de mis manos, pero se mueven involuntariamente aunque lo único que intento es quitarme esta sensación de asfixia. Quiero que alguien me ayude, pero también desearía que no me miraran. El dolor de cabeza se hace más grande y todo empieza a pesar demasiado. Mi pecho duele, mi cabeza duele, mi cuerpo se siente rígido y detesto no controlar mis movimientos o el habla. Pero el miedo me tiene envuelto en este estado y no logro siquiera poder desabrochar mi corbata. Aunque ya no importa, ¿no se suponía que quería morir? Es agobiante la sensación de asfixia, los segundos en que apenas jalo aire por mi boca son eternos y las cosas a mi alrededor se escuchan lejanas e irreales.
La voz de Luciel me alcanza luego de un rato y abrí más los ojos, estoy llorando y mis uñas están presionando con fuerza en su piel. Lo miré para dejar de hacerlo pero en cuanto suelto el agarre, se tensan nuevamente y busco algo que apretar para no sentirme perdido. Lo que ha dicho trae algunos recuerdos borrosos a mi cabeza y el miedo se hace mayor, mis lágrimas fluyen con mayor intensidad pero, de alguna forma, termino dándole la razón con un ligero movimiento.
Mi cuerpo es tan pesado que no logro ser de ayuda para levantarme, ahora Dima está a mi lado y me inclino ligeramente hacia él. Tengo demasiadas nauseas y cada vez mi mirada es más borrosa, pero mi necesidad por respirar es tan inestable que más lágrimas no se detienen.
Hemos llegado al auto de alguna manera y solo miro cómo conduce ese hombre a algún lado, me pego aún más a Dima y me aferro a él sin prestar más atención a mi entorno. Él está conmigo y desearía que eso fuera suficiente para calmarme. Pero ya no funciona y nuevamente comienzo a desesperarme y sentir que todo se hace pequeño.
Lo siguiente que entiendo es que alguien me quiere separar de él, nuevamente tenso mi cuerpo pero mi debilidad es grande ante las dos personas que me sostienen. Estoy temblando y siento el pinchazo en el brazo y después de un rato, mi cuerpo se va aligerando. Mi rostro se siente entumido y cierro mis ojos. Mi respiración comienza a normalizarse, estoy agotado, mi espalda ahora es la que duele y también mi cara, incluso siento en las palmas de mis manos un ligero ardor.

Abrí los ojos y me quedé observando la luz del techo. Solté un suspiro y giré mi cabeza para mirar la persona que sostenía mi mano.
-¿Dima? -miré en todas direcciones hasta donde pude, estoy en el hospital- ¿por qué estás llorando? -hice la pregunta pero prácticamente tuve la respuesta. Empecé a recordar las cosas que sucedieron y en cuanto las palabras de mamá atravesaron mi cabeza, aparté la mirada de la suya- lo siento mucho -me disculpé y pasé mi mano por mis mejillas- perdóname, no me odies, por favor -lo miré de nuevo y apreté un poco su mano, él está triste por mi culpa y ha sufrido mucho, pero soy tan egoísta que quiero que se mantenga conmigo- mamá... ¿qué pasó con ella? -dije mamá de nuevo, no tengo ese derecho pero me duele el llamarla como a una extraña.

Permanecí un rato en la fiesta y pasados algunos minutos, me levanté para poder ir a ver cómo se desarrollaban las cosas con ellos. Pero al casi salir del salón escuché mi nombre y me giré, y sonreí al ver a Ilkin.
-¿Te estás divirtiendo? -hice la pregunta de cortesía- me alegra mucho que hayas acompañado a Andy hoy -le regalé una sonrisa y después miré hacia fuera- lo siento, pero... -no pude terminar mi frase cuando él comenzó a hablarme, y a disimulados pasos entramos de nuevo al salón. Al inicio me resistí pero después simplemente lo seguí de nuevo a una de las mesas. Su plática es sencilla y sin importancia, y aunque me agrada su tono de voz y su compañía de alguna forma me gusta, en este momento está siendo inoportuno. Le lanzaría la pregunta directa del porqué está tratando de detenerme, pero eso haría más obvia la situación. Lo que me sorprende es qué tan observador ha llegado a ser como para limitar mis movimientos en este instante.

Al final terminé rendido y cumplí con su deseo de acompañarlo. Sé que no es un deseo auténtico y eso hiere mi orgullo, pues en la noche solo fue una vez que se acercó a saludar y después se apartó.
-Lo siento, debo tomar la llamada -descolgué mi teléfono y me levanté para apartarme un poco, pero regresé a mi lugar y mi corazón comenzó a latir rápido- ¿por qué no los seguiste? -mi voz se hizo fría y a media excusa terminé la llamada, y sin importarme el lugar o quienes me rodeaban, contacté inmediatamente a Dasha- ¿dónde estás? ¿Qué fue lo que le pasó? -ella no contesta y eso altera más mis nervios- Dasha, ¡contéstame! -debo suponer que gracias a la música y el ruido es que nadie más aparte de mi acompañante escuchó cuando levanté la voz, y luego de la frase incompleta la llamada se cortó. De nuevo intenté llamarla. Una tras otra y fue completamente inútil.
Me levanté y rápido salí hacia el pasillo con el teléfono en mano, estoy intentando llamar a Andy pero no contesta.
-Dima... él iba con -rapído marqué pero colgué. ¿Qué paso? Dasha no me ha dicho nada y aquel inútil no supo explicar bien la situación.
Lo encontré a medio camino antes de salir y le grité para pedirle que me detallara lo acontecido, pero sus frases inconclusas no me sirven de nada, y por mi cabeza solo pasa la idea de que Andy se encuentra mal y ellos se fueron por eso.
-Contacta a los hospitales y encuéntralo -me preguntó por dónde comenzar y eso me hizo enojar- ¡no lo sé! ¡Ese es tu maldito trabajo! -caminé hasta mi auto y antes de entrar nuevamente tomé el teléfono y llamé a Dima. Si a Andy le pasa algo él no podrá resistirlo, es por eso que no debía estar con él u otra persona, él no tenía por qué pasar por esto- Dima, dó... -mis palabras quedaron al aire y me quedé con el móvil en la oreja para escuchar todo lo que decía. Esto no tenía que salir así, ellos solo debían encontrarla y hacerla volver, no se suponía que la situación empeorara.

Al menos parece que el menor de los hermanos es mucho más dócil ahora, es bueno que no se ponga más a la defensiva, porque ahora solo sería un estorbo. 
Al salir me preocupo un poco de lo que está tardando Dariya, está en un momento de fragilidad, y yo la dejé con ese chico. Ese asunto me preocupa un poco, pero sé que es muy seguro que ella no tenga cabeza para nada más que su hijo en este momento. Eso debería darme seguridad pero me siento ligeramente nervioso, porque algo pueda detonarse por su estado.

Salgo a la entrada y siento un antojo de un cigarrillo, pero no no traigo, así que solo me quedo parado, mirando cada vehículo que se acerca. Reconozco uno, es Tohru.
-Solo mantente cerca- lo he llamado como una medida de seguridad, creo que ha sido más que nada por costumbre de tener a alguien cuidando, es más o menos el procedimiento de siempre, pero ahora que lo veo, parece un poco exagerado. Ellos son una familia peculiar, pero no es como que necesiten tanta seguridad -Esto es personal, así que no lo cuentes a nadie- le aclaro a Tohru para que no cuente a nadie del clan sobre esto.

Por fin llega Dariya en un taxi, me acerco para ayudarla a bajar y entramos al hospital.
-Tranquila, lo estaban atendiendo- le digo para que se calme -Oye, no me debes ninguna disculpa por esto- ella suele disculparse demasiado por cosas que ni siquiera son su culpa. Si, ha sido una situación complicada, pero no es su culpa, si debemos culpar a alguien, sería a mi por aparecer así nada más -No puedes cambiar lo que dijiste, ambos dijeron cosas que seguro se arrepienten, ahora se trata de arreglar lo que está dañado, no de lamentarse por lo que se dijo o se hizo- digo para darle fuerza para este momento. No pretendo arrebatarla de su familia, solo de su esposo. Claro que no quiero ser el padre de sus hijos, pero no le iba a decir que los sacara de su vida. Pero ahora hasta los traigo al hospital.
Ella toma su celular, imagino de quien se trata por su expresión, casi deseo decirle que yo contestaré, pero no debo sobre protegerla, eso no me ayudará a conseguir que ella sea más fuerte.
Al final no le pudo decir las cosas, pero al menos lo intentó, ese es un gran avance.
Miro al pelirrojo y luego me acerco a ella para tomarla de los hombros.
-Te llevaré con ellos cuando estés más tranquila- miro de nuevo al pelirrojo -¿Podrías traerle un poco de agua?- pregunto al chico.