Sorpresas (privado)

Recuerdo del primer mensaje :

Hace poco he hecho una nueva amiga, es tonto que a mi edad esas cosas me emocionen, pero poco a poco mi vida ha  dado un giro diferente. Primero un amante, y ahora una amiga que no pertenece al mismo círculo social de Mitya, me siento extraña pero esas pequeñas cosas me van dando más seguridad en mí misma. Por eso a la hora de elegir el vestido de esta noche le he pedido a Sora que por favor me acompañara a comprar. Yo habría elegido algo similar en la tienda de siempre, una prenda del gusto de Mitya y que no me hiciera ver como una mujer tan vulgar ni tan mojigata, de acuerdo a las expectativas de los presentes de esta noche. Pero esto... esto definitivamente no estaba en mis planes ni hoy ni en cien años. Aún así sonrío a la imagen del espejo, me siento bella y no porque alguien me lo haya dicho, es de las pocas veces que de verdad puedo apreciarme a mí misma.
-¿No se verá mal a la hora de sentarme? -me giré un par de veces y finalmente me rendí y salí lista hacia el auto. Mitya estará en la fiesta, así que llegué sola al hotel en compañía de mi sobrino, porque mis hijos también llegarán aparte. ¿Qué clase de perfecta familia es esta? Ya me cansé de este juego, y no es un cansancio como el de todos estos años. Este día siento como si tuviera el valor de salir corriendo en cuanto me aburra.

Llegamos al hotel y en la entrada me recibió mi esposo, se sorprendió por cómo vengo vestida pero extrañamente no me ha hecho algún comentario extraño, al contrario, me halagó por lo hermosa que estoy y eso me hizo sentir nerviosa.
-¿Dónde están los chicos? -luego entramos con el pequeño Ilya y en cuanto vi a los chicos, corrí a abrazarles. Le entregué el obsequio a Andy y también a Ilya, y recibí el suyo y el de Mitya, y después saludar a los presentes. Abrazos, felicitaciones, charlas cortas y otras cosas que al cabo de un rato me agotaron y llegué a la mesa principal para darme un respiro- Sora debe estar ocupada -no debería pegarme a ella, está trabajando, y yo se supone tengo que jugar bien mi papel solo por hoy. No recordara que fuera tan difícil.
Nos colocamos juntos para comenzar a celebrar y tomar el banquete, y después me levanté de nuevo a saludar a los pocos amigos que tengo y otras personas que no tuve la oportunidad de saludar antes.

Dasha:

Wow, está extra pesimista hoy. A veces él tiene algunas ideas negativas, pero por primera vez está tan triste y molesto que se nota en lo que dice. Oh, no es verdad, es la segunda vez, pero aquel día las cosas no eran tan complicadas.
-Bueno, no es el amor lo que está mal a fin de cuentas, ¿no crees? -es decir, lo que está mal es ser posesivos, inseguros, y en el caso de sus amigos ser unos malditos egoístas, pero no el amor.
Rasqué un poco mi cabeza, me estoy confundiendo, solo debería consolarlo un poco y no entrar en demasiado detalle, pues mi idea es mimarlo por hoy y no regañarlo como a veces hago.

Él siempre se venía como alguien feliz que difícilmente pensarías que se siente solo. Yo lo sé porque he convivido ya un tiempo y porque tenemos confianza, ¿cómo es que esos idiotas no lo notaron? Pero me hace feliz saber que puede apoyarse en mí, supongo que
-Está bien, la verdad me arrepiento de no haberlo hecho antes, así al menos podría haberles dicho unas cuántas cosas en sus caras -hice una mueca, pero luego le sonreí- siempre iré en tu rescate, soy como tu príncipe, ¿no te parece? -le guiñé el ojo- aunque me has sorprendido, no pensé que te sintieras tan solo, siempre luces tan despreocupado. Así que a partir de ahora cuando pase eso debes venir a mí, ¿de acuerdo? Porque lo normal es que al estar juntos nos sintamos apoyados por el otro, ¿no es así? Yo eso siento contigo -yo no tengo una mala situación familiar, creo que nunca he lidiado con la soledad, pero su apoyo ha estado ahí incluso si tengo buenos amigos o una familia agradable- y antes que el Luciel pesimista ataque, aclararé que no lo hago para compensar ni tampoco porque me sienta comprometida -le mostré la lengua y le sonreí, no es que me moleste que esté enojado o triste, pero quiero que sepa que estoy ahí para él.

Cuando pasó al baño yo me quedé en laca dando unos suspiros. Suena muy complejo todo el asunto, pero al saber más de él siento como si nuestro vínculo se hiciera más fuerte.
-Ah, claro -me levanté y puse una toalla sobre su cabeza mientras hice unos movimientos para secar su cabello, después me senté a su lado y lo miré. Espera, ¡de verdad va a dormir sin ropa! Desvié la mirada, pero cuando me habló, lo miré- ya te dije que está bien si quieres dormir sin ropa -no sé porqué se acelera mi corazón si ya sé no sucederá nada. Pero espera, si no ha pasado nada, ¿no es porque no hemos tenido suficiente privacidad? Aunque tampoco la hemos buscado... No, no, ahora él no tiene humor de esas cosas, ¿por qué tengo que pensar en sexo?
Comencé a mover mis pies y después lo miré.
-¿Tienes sueño? -mi cara se puso un poco colorada porque en cuanto lo miré, no pude evitar apreciar su torso, por ello después la desvié- debes estar cansado -pasé un mechón de cabello tras mi oreja. No pensé que bajo su ropa holgada tuviese un cuerpo tan trabajado, y me siento como una tonta por tener los típicos pensamientos de una pervertida.

A veces me resulta agotador hablar con Ilkin. No es el mismo cansancio que me da hablar con las personas se dicen ser mis amigos, o aquellos que con sus dulces frases intentan obtener algo de mí. Para nada, de aquello puedo deslindarme con bastante facilidad. Pero con Ilkin es distinto, es la clase de persona que me hace replantearme muchas cosas y detesto cambiar mi perspectiva. En un principio lo encontraba interesante, que casualmente conociera alguien tan joven dispuesto a decir cuando me equivoco, o el simple hecho de negarse... eso era maravilloso. Pero en este momento es inexplicablemente incómodo, me hacer ser demasiado consciente de él cada día o de lo que llega a hacerme pensar y sentir.
-Tan positivo como siempre. ¿Cómo le haces? -mi pregunta va con un poco de sarcasmo, aunque después la replanteé con más seriedad- ¿cómo lo haces? Suena tan hermoso eso de vivir gracias al amor que te dan los demás, incluso alguien muerto. Pero en realidad, ¿cómo le haces por las noches? ¿Qué me dices de su aniversario? ¿Su cumpleaños, el tuyo? ¿Realmente es suficiente vivir de buenos recuerdos? -he comenzado a recordar el día que nos encontramos en el funeral, ¿no estaba también él tan fuera de sí? Pero ahora habla de eso como si lo hubiera superado, es increíble, tal vez no lo quería tanto como él pensó, o simplemente encontró quién llenara ese hueco.

Su abrazo me tomó por sorpresa, después de tanta palabrería pensé que se bajaría del auto y se iría, pero ha tenido ese gesto y es un poco aterrador.
Me quedé inmóvil y aunque sentí un poco de alivio, también me duele el pecho.
-Eres muy extraño -tomé sus muñecas para deshacer su abrazo lentamente- eres peligroso, ¿lo sabías? -no solté sus manos, aunque podría deshacerse del agarre ya que no he puesto fuerza en ello- ¿no te parece que es cruel que te deje atrás la única persona que fue capaz de aceptarte? Tal vez suene estúpido, pero ya que eres un romántico supongo que podrás comprender que solo existe una persona destinada para cada quién -solté sus manos y lo miré- tienes una habilidad increíble para mirar partes que no permito nadie más vea -hace años que dejé de llorar su pérdida, hace años que me cerré a la posibilidad de superarlo. No quiero olvidarla, pero otras veces desearía que no hubiese llegado a mi vida. Además la persona que soy ahora no tiene mucho derecho a ser feliz. Mi hijo me odia y eso es lo único que se ha quedado fuertemente atascado en mi cabeza.

Odio tener que hacerme los estudios y todas esas cosas, pero supongo que si ayuda a que Andy acepte todo lo que le tienen que hacer, puedo solo dejar de lado un poco mi comodidad. A mi edad pienso que muy seguramente no tengo lo que mamá.
-Claro que estaré contigo, todo el tiempo- comento casi ofendido de que pueda dudar de algo así, yo ni siquiera pienso separarme de él, supongo que puedo encargar a Luci un poco de ropa para que me la traiga luego.

-Pues has otra cosa- me quejo, no puedo evitar esos celos, todo el tiempo creo que él se arrepentirá y se alejará de mi para regresar con mi padre, por eso siempre me pongo tan agresivo cuando esa posibilidad se hace mínimamente posible -pues entonces no vayas- esta vez en lugar de hablar enojado o levantar la voz, mis palabras tienen mas ese tono de suplica.

Siento algo de tranquilidad cuando el dice que hará lo que yo diga, así que si deja su trabajo, si se aleja de él, yo creo que entonces todo podrá ir mejor.
-Eso no me importa, yo puedo buscar también un trabajo, no tienes porque hacer todo tú- muerdo mi labio -¡Y no eres una cargar, no digas esas tonterías!- digo levantando mi voz nuevamente -Me molesta que pienses eso- le explico tratando de controlarme y suspiro -¿Lo único bueno que tienes? ¿por qué iba a amar a alguien que no tiene nada bueno? - refunfuño con indignación, aun me avergüenza decir esas cosas en algunos momentos -tienes muchas cosas buenas, solo que no sabes ver las cosas que yo veo- evito su mirada porque siento toda mi cara ardiendo.
Me pongo de pie y me recuesto en la camilla en el espacio que él me hace.
-esto no es una mentira, lo nuestro no lo es- digo ocultando mi cara en su pecho -no me digas que no sabes que hacer, porque eso me duele. Vamos a trabajar y a construir una nueva vida para nosotros- le digo con necesidad en mis palabras -lo harás conmigo ¿verdad?- pregunto con voz temblorosa.

-Pues no, somos las personas- antes estaba bien con esa relación con los Kozlov, quiero decir, no tenía problemas en no recibir tanto como daba, pero para mi estaba bien, pero ya no es así, supongo que conocer a Hana me ha hecho pensar que puedo tener más, que puedo merecer más.

Se me escapa una risita por eso que dice, porque ya la imagino diciendo un par de cosas a Andy y Dima, porque Hana es así, ya incluso me regañó cuando apenas nos conocimos, pero agradezco mucho eso, de no ser por ese regaño, jamás la habría invitado a salir.
-Mi principe de armadura dorada- digo con voz dramática y me río -lo sé, solo que hoy fue como… ammm, te ha pasado que te asomas en la ventana y no te das cuenta de que está cerrada y terminas golpeándote. Fue algo así- digo dando un masajito en mi frente como si en realidad eso me hubiera pasado, pero descubrir un secreto tan profundo de esa familia, después de pasar tanto tiempo, y ver que nadie me lo confío. Nadie creyó que podía dejar que yo cargara con ese secreto, porque nunca fui parte de ellos. Si tan solo me lo hubieran dicho, al menos yo no me habría callado, estoy triste por ellos, pero también muy decepcionados, creo que puedo perdonar todo su egoísmo, pero no puedo perdonar que no confíen en mi. Creo que demostré muchas veces que podían hacerlo, pero al final solo era una persona conveniente en sus vidas -Claro que es así, por eso te llamé- le digo para que no crea que no confío o algo así -solo es un poco nuevo esto de poder apoyarse en otra persona, por eso tal vez a veces puedo tardar un poco en hacerlo- sonrío bien grande para ella -¡Oye! no iba a pensar eso... el Luciel pesimista pensaría que esto es por lastima- digo jugando con el tema.

Ella pone una toalla en mi cabeza y lo seca un poco.
Levanto la mirada por como ha dicho eso de “está bien si quieres dormir sin ropa”, la miro con una sonrisa en mi cada.
-Solo me la quité por se ha mojado- comento con tono divertido -No mucho- mi sonrisa divertida se ha borrado y he hablado con un poco de nervios ahora -Pero tú debes tener sueño, yo te desperté y… - toso cuando siento que las palabras no me salen.

Sonrío por el tono de su voz, no me molesta que me hable de esa manera, probablemente solo esté a la defensiva y no pueda entender mi punto de vista.
-Pues suelo dormir por las noches, si él aparece en mis pensamientos, a veces hablo un poco, en fechas donde el recuerdo es inevitable, pues simplemente busco los mejores recuerdos que tengo. No, no lo es, porque la vida no se reduce a solo buscar recuerdos- claro que fue complicado, claro que pasé mucho dolor, y las primeras noches eran casi insoportables, pero era aprender a vivir en miseria, morir o aprender a vivir con eso y seguir con mi vida.

Él rompe el abrazo, aunque al menos no lo hace de manera tosca, supongo que eso al menos ayuda a saber que no lo ha tomado tan mal.
-No tanto- digo como si aquello fuese un halago -no, no lo soy, pero entiendo que usted tendrá sus razones para pensar eso de mi- me vuelvo a sentar bien para dejar de estar inclinado hacia él, pero no alejo mis manos, parece que hoy no se siente muy bien con el rechazo -Pero no me parece cruel, no se fue porque él lo deseara y si creo que estamos destinados. ¿Pero como puede estar seguro que esa persona era ella? tal vez no lo era, y quien podría ser no lo puede ver por pensar que ella se ha ido- yo tengo una idea de quien es esa persona para mi, aunque en su momento al estar con Souta y Mia, pensé que ellos podrían ser. Aunque ahora más que nunca para mi tiene sentido lo que ella siempre me ha dicho. Pero hasta yo he cuestionado si era ella o no -Parece que es algo mutuo- comento con una pequeña sonrisa, porque él tampoco me ha visto en mis mejores momentos.
-parece que si hay un destino, el nuestro es estar ahí para cuando el otro pasa por un mal momento- mi sonrisa amable sigue en mis labios. Sé que él y su familia tienen problemas, y claro que estoy del lado de Andy, pero no por eso lo voy a odiar, lo que sea que entre ellos pasa, es cosas de ellos y no mía, por eso no soy grosero con él. No puedo odiar a alguien por lo que hace a otra persona.

Dima nunca ha trabajado, su única responsabilidad es la universidad y apenas hace un tiempo que comenzó a ir debidamente, por eso no sé si que busque un trabajo es la mejor idea. Pero no mentiré que al escuchar esa propuesta me sorprendió, y también me hizo sentir bien, porque sé que si lo llega a hacer no será porque él lo quiera, sino por mí, por nosotros.
-No será tan sencillo -todavía tengo dudas, pero tal vez no sea imposible. Honestamente no creí que podría pasar esto, me sentía tan seguro al tener un ingreso que compartir gastos nunca fue una opción en mi cabeza.

Cerré los ojos cuando levantó la voz, pero rápidamente los abrí. Lo busqué con la mirada y ahora más que triste o con miedo, me siento asombrado. Ha comenzado a decir cosas lindas y eso me pone feliz, pero mi expresión todavía sigue igual ya que no suele ser tan abierto con lo que siente a menos que tengamos intimidad. Pero en estos meses se ha vuelto más cariñoso, además su modo de demostrarlo siempre ha sido muy peculiar.
-Lo siento -mi disculpa no salió como las veces anteriores, porque tengo una pequeña sonrisa en el rostro. Me he calmado casi al instante, definitivamente él tiene mucho poder sobre mí- tal vez porque no me las dices mucho es que no puedo verlas -ahora estoy comportándome caprichoso, lo sé, pero quiero escuchar algo bueno, y además ese tema ha quedado atrás y no deseo volver a él- yo también te amo -respiré hondo y sonreí, tengo muchas ganas de abrazarlo.

Me moví un poco y di unas palmaditas en la camilla para que viniera, es amplia así que está bien si se acuesta conmigo, y no tengo nada grave como para ser cuidadosos.
-No, no lo es... -me ladeé un poco para poder pasar un brazo alrededor de él. Siento mi corazón ir rápido y un poco ganas de llorar. Siempre quise hablar de estas cosas con él, como buscar un departamento para ambos o mudarnos a otro sitio, pero no quería presionarlo demasiado y arruinar lo bueno que tenemos, me conformaba con solo pasar nuestros días juntos- no es justo, yo quería decir eso primero -lo abracé un poco más fuerte- claro que quiero construir una vida solo contigo, ¿para qué crees que trabajo tanto? -las palabras las solté sin pensar. Me sentí confundido al instante, ¿desde cuándo siento eso? He estado ahorrando dinero y pensado en comprar un espacio para ambos, pero aspiraba a mucho y por ello me ha llevado tiempo. ¿No se suponía que mis razones eran distintas? Tal vez solo me estoy mintiendo y en realidad, todo lo hacía por nosotros sin contemplar los sentimientos de papá- Dima -le hice mirarme- estoy asustado -pasé mi mano por su mejilla y lo besé despacio- pero estás conmigo y por eso haré las cosas bien. Es como una segunda oportunidad, ¿verdad? Prometo que no volveré a fallar -le sonreí y fui quien ahora se acurrucó en él, e inmediatamente comencé a pensar en cómo sería el vivir juntos. No quiero pensar en otra cosa, y estar tan cerca de él me ayuda a que lo único en mi cabeza seamos él y yo.

Solté una risa, ni siquiera comprendo muy bien su referencia, pero creo que se refiere a que tuvo un pésimo día, y a como explicó todo debió darse cuenta que está harto de esas personas. No tuve la oportunidad de tratarlos, me quedaré con las ganas de ver a esos que tanto quiere, pero es lo mejor si solo se trata de algo unilateral.
-Mmm supongo que sí, cuando te das cuenta que las cosas no son como todo el tiempo pensaste es... ¿decepcionante? Aunque a veces esas cosas te encaminan a otras mejores -a veces detesto ser positiva, pero el recordar a las personas de mi pasado y cómo eso me hizo huir, al final me llevó a conocer buenas personas y Luciel es una de las más importantes, así que repetiría mil veces lo sucedido con tal de ahora estar a su lado- ya veo, entonces me quedaré tranquila esperando -me reí, pero me gusta saber que soy alguien de confianza para él- oh, no, no, eso menos -le fruncí el ceño, porque sí, definitivamente por ahí iría la primera opción pero... no ahora, ha cambiado desde que lo conocí y me alegra que se haya vuelto más seguro.

-Ah... bueno, la opción está ahí -mojada... claro, qué obvia fui, aunque al menos no ha utilizado eso para molestarme y dejarme en evidencia, y yo he apartado la mirada a tiempo.
Seguí mirando mis pies y negué con mi cabeza, aunque no sé si él me ha visto.
-En realidad no, solo me dormí porque mañana trabajaría temprano, pero ya que tengo día libre no me importaría desvelarme el resto de la noche -mi cara está caliente, y entonces me di cuenta de que entre más hablo, más obvia soy- no estoy diciendo que hagamos algo raro, eh -solté una risa nerviosa muy fuerte, estoy mirándolo de nuevo y sí, no su cara precisamente. ¿Por qué me comporto así? Debe pensar que estoy muy urgida porque... pues eso, pero ¿no es ya tiempo? ¿Y por qué de nuevo viene esa idea? Ya parezco esos chicos idiotas que solo quieren sexo con su chica- estoy... estoy dando pena, ¿verdad? -tapé mi cara con ambas manos y me tiré boca arriba en la cama- no me hagas caso, por favor -no quiero quitar mis manos de mi cara, porque no soy una persona tan discreta con la mirada y no quiero incomodarlo. Él estaba triste por lo que ocurrió, no debo ser insensible.

Suspiré cansado, todo eso suena muy bello, es como los consejos que suele darte la gente que su vida ha sido favorable y no comprende para nada la situación del otro. Pero Ilkin ha pasado ya por esto, por eso me resulta incómodo que lo diga con tanta tranquilidad, lo hace sonar tan fácil y eso me hace sentir estúpido.
-Tienes una voluntad fuerte -me reí, pero debe ser porque él es joven y tiene metas y aspiraciones, o deseos que aún quiere cumplir, no lo sé. Yo no, estoy cansado, tengo prácticamente lo que sea que muchos quisieran pero aún así estoy muy solo, e incluso con compañía nada cambia. Aunque a estas alturas siento que lo he perdido prácticamente todo. Ella no está, Dima tampoco quiere volver a verme. Ni siquiera Dasha volvió y Andy hace tiempo que me evita. Tal vez es momento de dejar de buscar algo que obviamente no encontraré.

Ilkin nunca pierde su manera educada al hablarme, incluso si ha visto esta miserable cara o si de repente nos vemos envueltos en una situación incómoda, aún así me trata de la misma manera. Puede negarse o darme la razón, pero siempre lo hace delicadamente y a la vez, con firmeza.
Lo miré después de soltar sus manos, no importa lo que diga él encontrará cómo despedazar mi pesimista visión sobre el amor. Normalmente me preguntarían por qué, o si acaso Dasha ya no está conmigo, porque no tendría sentido que sufriera por alguien que ya no está si tengo una vida feliz. Pero ya que Ilkin nos conoce un poco más esas obvias preguntas las omite. En realidad él no suele preguntar mucho, soy yo quien ha hablado.
-¿Alguien más? No, imposible -reí, porque ¿quién más? He conocido tantas personas y también he intentado conectar con otras, pero nada sirve, nada es igual que aquel sentimiento y por eso sé que mi oportunidad duró muy poco- ¿yo de ti? Creo que sí, no lo había pensado de esa manera. Para mí solo hay una imagen tuya, pero no conozco lo que eres frente a otras personas -sentí una punzada en el pecho, podría darme una idea pero lo he visto tantas veces en condiciones extrañas, que para mí eso es.

Sus palabras me hicieron mirarlo con asombro, porque pensando en las cosas que han pasado entre nosotros podría ser. Nunca he vivido coincidencias tan extrañas con otras personas, y no soy alguien joven que recién esté explorando su vida. He pasado por tantos sitios, conocido toda clase de gente y visto cosas que normalmente las personas no desean ver. Aún así él ha tenido impacto en mi vida y aunque lo sé, prefiero no pensarlo mucho. Pero de allí debe surgir esa necesidad por verlo, esa sensación de intriga, y pensar, ¿qué será hoy? Sin querer me emociono un poco.
-¿Cuántas clases de personas destinadas hay? -me reí más tranquilo. Llevé mi mano a mi pecho, está un poco acelerado pero no me siento agobiado. No le he dicho lo que en realidad pienso pero he logrado estabilizarme- puedo preguntar... ¿eres siempre así con las personas que te rodean? -debido a su carácter debe ser el amigo que apoya en todo- debes ser alguien muy querido -lo miré y después a las cosas que estaban sobre el suelo, deben ser suyas. Después miré el lugar donde estacioné el auto, es una avenida donde a veces vengo a almorzar en un café cercano- te llevaré a casa -encendí el auto y comencé a conducir, esta vez me coloqué el cinturón de seguridad y le dije que hiciera lo mismo.
Es muy tarde y estoy confundido, y también me siento cansado.
-¿Cómo podríamos llamarnos? ¿Amigos? ¿Cómplices? No, eso no, tú nunca me ayudas con lo que quiero -lo miré y me reí ya que lo último fue casi una broma, pero es verdad, él no me apoyará en las decisiones que no crea convenientes, no es la clase de persona que me gusta.

-No me importa si no lo es- digo levantando mis hombros con desinterés de que pueda se difícil. Pero es que no me importa, mientras pueda mantenerlo lejos de aquel lugar, ese él. Yo haré lo que sea, dije que esta vez iba a protegerlo y lo voy a hacer, no voy a fallar, ya no soy un niño asustado y no dejaré que las cosas por se difíciles me hagan rendir esta vez.

Me cruzo de brazos cuando dice que no se lo digo mucho. Sé lo que intenta, quiere que lo diga más, pero yo no soy así, me cuesta mucho expresar estas cosas que para él parece que son demasiado fácil.
-pues entonces aprende a escuchar- refunfuño porque estoy demasiado avergonzado y no puedo mirarlo a la cara en este momento -pues m así debe ser, mutuo- contesto en un falso intento de sonar malhumorado, pero la verdad es que mi corazón late con mucha fuerza por esas palabras que ha dicho. Son solo palabras y aun así yo me he emocionado mucho, porque aun si las escucho muchas veces, creo que siempre me voy a sentir así cuando me lo diga.

-Pues ya te gané- contesto de manera infantil de sentir que he ganado por decir algo primero -Pues ya no tendrás que hacerlo solo. Además mira a Ilya, si el puede trabajar ¿por que no voy a poder yo?- comento, mi primo es realmente bastante admirable. Cuando llegó con nosotros le dijimos que no tenía que trabajar que nuestra familia se encargaría de todo y que no debía preocuparse, pero aun así el pidió que lo dejáramos trabajar, que él deseaba hacerlo. Me gustaría haber sido un poco mas como él a su edad, pero no, yo era un arrogante y orgulloso niño rico que hacia lo que le daba la gana.
-No tienes que estarlo, ya te dije que yo iba a cuidarte, así que todo saldrá bien- le digo con seguridad, la verdad es que no tengo ni idea, pero la vida no puede ser tan difícil.
-Es mejor que descanses un poco, yo tengo mucho sueño también- no he dormido nada, y ya hasta ha salido el sol. Y parece que solo decir eso, y me percato de todo ese cansancio que siento.

Creo que tiene razón, porque si Niki no me hubiera dejado por otro, si Dash no se hubiera buscado dos novios antes de pensar en mi como una posibilidad pese a saber que yo siento algo por ella, si mis amigos no fueran tan egoístas como para olvidarse de mi en una fiesta. No estaría con Hana. 
-pues me gusta lo que ha resultado de mis pésimas amistades- comento refiriéndome obviamente a ella.
Me gusta mucho mi como está mi relación con Hana, si, claro que pienso que tengo mucha suerte de tenerla, pero más allá de lo hermosa que es, me encanta su personalidad, jugamos y bromeamos, y nos llevamos tan bien, que cuando estoy con ella no pienso en que me gustaría estar con mis amigos. Siento que ella se ha convertido más en mi amiga que los Kozlov, porque ella si me escucha. Me gusta pensar que mi novia es mi mejor amiga, porque así creo que simplemente no hay nada que me pueda faltar.

-Oh, si, el día libre- comento tratando de controlar ese nervio que se ha despertado. Pero lo que ella dice hace que yo suelte una carcajada, no lo he podido evitar -Pues no sé como lo hagas tú como para pensar que pasaría algo raro- digo aun riendo por eso y entonces me doy cuenta de la broma que acabo de hacer, se me salió la broma, no la pensé, pero es que estaba ahí y yo... -¿Pena? ¡Noo!- aclaro apresuradamente negando con movimientos de mis manos -No, es que yo me puse nervioso, no hemos estado así solos y yo… no quiero que pienses que intento sacar ventaja. No siquiera lo había pensando, pero bueno ya estoy más tranquilo y me doy cuenta de la situación- mi cara debe ser ahora casi del mismo color que mi cabello -Yo soy el que da pena. Yo… bueno, no lo he hecho muchas veces, y hace mucho que no pasa nada con nadie, y bueno, sé que voy a ser pésimo. Pero vamos que en mis fantasias soy el gran semental que te vuelve loca, pero sé que no va a pasar porque de solo pensar en nosotros… ¡oh dios que vergüenza soy!- paso mis manos por mis mejillas haciendo presión en ellas y jalando mi piel hacia abajo -Puedo contar con los dedos de esta mano… no de esta las veces que ha pasado- si, incluso en un momento así de vergonzoso yo sigo bromeando, porque en ambas manos tengo la misma cantidad de dedos… pero necesito bromear para no morir de la pena que siento en este momento.

Sonrío pues creo que tomaré de muy buena manera sus palabras, ya que yo también creo que soy una persona de una gran voluntad y creo que eso me ha ayudado mucho, pero no todo es gracias a mi, ser esta persona es algo que ella ha ayudado, ella me enseñó mucho y por eso tengo la voluntad que necesito, porque sé que cuando sean mis momentos de flaqueza ella estará ahí para mi. Me dejó llorar en sus brazos a Souta, ella me permitió dejar que mi dolor saliera. Probablemente sin ella me habría tomado más tiempo poder sobreponerme. 

Él de inmediato se niega a que pueda haber alguien más. Yo solo sonrío por eso, creo que ese es un problema que tiene, está demasiado entregado a su pasado, a ese pasado con esa persona.
-Si usted lo dice- contesto con una sonrisa, porque obviamente no lo puedo obligar a que crea que eso pasará, pues no pasará si el solo se niega a una simple posibilidad.
-No me diga eso, porque entonces solo ha tenido de mi una imagen bastante lamentable- comento riendo -Aunque por cierto- muevo mi cabello con mi mano para mostrar el lugar donde me abrí con aquella caja la ultima vez -me cuidé mucho y conseguí que no quedara cicatriz- la zona aun se ve un poco más blanca que la demás piel, pero luego cuando el color se empareje, dejará de notarse.

-Si hablamos de destino, se podría decir que todas, hasta la persona que choco con usted un día en la calle- comento al azar, porque creo que a todos nos ha pasado alguna vez eso de chocar con alguien.
-Amm, pues si, así soy- comento un poco confundido por la pregunta, porque no veo que tenga de relevante mi forma de ser con los demás --Pues no lo sé, pero espero que si- creo que he conseguido rodearme de las personas adecuadas en mi vida. Muchos podrían pensar que mis amigos no son los mejores, Andy tan encerrado en si mismo, Min tan indiferente con tantas cosas que le rodea, pero a mi me parecen unas personas bastante gratas y que a su manera corresponden a nuestra amistad.

Parece que su humor ha mejorado un poco y me coloco el cinturón cuando me lo dice.
Me río por lo que comenta de que no le ayudo.
-Pues no lo sé, no sabría que etiqueta nos define con exactitud. ¿Como se le dice a una persona que aparece cuando uno lo necesita?- me quedo pensativo pero no encuentro la palabra. 
Cuando me doy cuenta ya estamos de regreso en la calle de mi edificio.
-Tal vez luego podamos encontrar esa palabra- me estiro para tomar la bolsa con las cosas para Ilya -Nos vemos le digo con una sonrisa y moviendo mis mano. Luego de eso giro para regresar al edificio y subo. Fue agradable ver el cambio de actitud que tuvo, no lo sé, creo que es la primera vez que tal vez he visto una sonrisa tan sincera en su rostro, o tal vez solo lo estoy imaginando, suele ser un hombre un poco falso con sus buenos modales, pero hoy, al menos al final creo que pude ver otra cara suya.
Entregue las cosas a el par y Min está cuidando de Ilya como ya parece una costumbre para él.

Sé que él me ama, aunque a veces tenga miedo de perderlo o que ya no encuentre cosas buenas en mí, ha cambiado y desde que nos reconciliamos no se ha separado de mí. Aunque claro que amaría escuchar todas esas cosas lindas que piensa sobre mí, pero está bien, no quiero obligarlo y sé que en algún momento lo hará, como hace rato.
-La próxima vez lo haré -respiro hondo y sonrío, me gustaría levantarme de aquí e irme con él a nuestro cuarto, porque aunque sea yo quien vive en esa casa, para mí esa habitación es nuestra y donde podemos ser libres sin que nadie nos cuestione, sin miedo a lo que pase fuera de esas cuatro paredes.

Él tiene razón, tal vez lo he subestimado, aunque Ilya está acostumbrado a otro estilo de vida, pero si alguien tan pequeño pudo, Dima podrá hacerlo también y no estará solo.
-De acuerdo, pero si trabajas en un sitio como él, no te enamores de alguna linda clienta -soné un poco inseguro, porque Dima es super atractivo y aunque es un poco tosco, también es demasiado lindo y sensible, no quiero que nadie más llegue a conocer ese lado suyo, me da miedo pensar que puede llegar una persona que lo deslumbre tanto y lo aleje de mí- tal vez deberías pedirle consejos, Min logró independizarse gracias a él -ellos dos son un poco parecidos, aunque Min tal vez más responsable pero si ese chico tan delicado pudo, Dima también. Ahora que lo pienso me pregunto si dejar mi trabajo lo afectará a él.
-Está bien -aún me siento un poco inseguro, pero creo que juntos podremos superar los problemas, y si pudimos con todas esas cosas del pasado, seguro que ahora que somos honestos con lo que sentimos será más sencillo.

Asentí y me acurruqué, aunque podría estar incómodo aquí, debería dejarle dormir en el sofá.
-Te amo, no te vayas sin avisarme -cerré los ojos y sentí el cansancio. Ha sido una noche muy pesada, pero ya que él está conmigo, creo que podré volver a ser como siempre en un par de días.

Sentí mi cara más caliente, él está bromeando con eso ya y yo muerta de la pena. ¿No me hace ver tonta? Es como si fuera la única que esperara que pasara algo raro.
-Hey, no te burles de mí -hice un puchero y suspiré, él me gusta mucho y verlo parcialmente desnudo me ha afectado más de lo que pensé. Llevamos saliendo casi un año pero no hemos avanzado mucho, así que sí, constantemente me pregunto si me tocará con la misma ternura que al tratarme, o cómo será ver su lado pasional. Todavía hay facetas de él que desconozco.

Retiro mis manos de mi cara y lo escucho, creo que también está nervioso y eso me hace feliz, ya no soy la única pensando en cosas raras.
-Tienes un gran tatuaje aquí -comenté con asombro y pasé mi dedo por su espalda- okey, oye -aclaré mi garganta, lo he tocado sin pensar y rápido regresé mi mano a su sitio y me senté cerca de él- no espero que seas el amante ideal, además, ¿crees que yo soy una experta en eso? -y sí, obviamente he omitido el tiempo que llevo sin hacerlo, y claro, muuuucha culpa viene a mí- tampoco quiero que te presiones, solo que, bueno, me gustas mucho obviamente. Dejando de lado mis sentimientos por ti, me atraes físicamente. Ahora imagínate juntar lo que siento mas ver semi desnudo al chico que me gusta... es obvio que sienta ganas... pues de... ya sabes -estoy siendo tan honesta que mirarlo a la cara es imposible- ¿te das cuenta de lo tonta que sueno? Seguro piensas que estoy desesperada -abracé mis rodillas y apoyé mi cara en ellas- además, ¿qué pasa con tu cuerpo tan ejercitado? ¿Y ese tatuaje? No tienes nada que envidiarle a nadie en serio, ¿cómo un tipo tan atractivo como Luciel puede dudar de sí mismo? Vi fotos de sus amigos, y sí, son guapos, ¿pero más que él? Dios, no, es impresionante que a su edad no sea consciente de lo hermoso que es, y además no solo físicamente.

Su comentario me ha hecho sonreír espontáneamente, son justamente estas reacciones o pensamientos fugaces lo que me desconciertan.
-No todo ha sido malo -recordé el beso que intercambiamos, todavía sigo sin encontrar un significado para eso, pero pasó y es difícil no pensarlo- ¿sí? -me incliné hacia él y recordé su herida- oh, es verdad, es impresionante -después de todo lo logró, apenas si se nota- pero aún con esa cicatriz tu cara se veía bien. Es más, le daba un toque atractivo -tal vez decir varonil sea rudo, porque para empezar su rostro no es nada afeminado, pero sí, se ve muy refinado y perfecto que esa cicatriz le quedaba bien.

Nuestros conceptos son distintos, el de Ilkin es más abierto mientras que el mío, reducido. Pocas veces podemos coincidir pero casualmente soy yo quien termina pensando que tal vez él no está tan equivocado.
-Si tú lo dices -le di la razón solo porque contrariarlo más llevaría a una charla interminable sobre el tema. En lo de sus amigos no parece tan seguro, pero creo que lidiar con ellos es complicado en general. No hay una persona en la que verdaderamente confíe, no comprendo ese vínculo.

-Cuídate -al final no respondió, y eso no me agrada, soy quien se irá con esa duda en la cabeza. Además ni siquiera pude darle las gracias adecuadamente, pero hacerlo sería raro, apenas es que comienzo a ver las cosas de manera lúcida pero es todo gracias a él.
Cuando entró al edificio encendí el auto de nuevo. He tomado mi celular y veo varias llamadas perdidas de la persona encargada de la fiesta, también de algunos conocidos y decido llamar a la organizadora. Estando más consciente pude disculparme y pedirle que por favor concluyera ya que se había presentado una emergencia familiar. Le dejé el resto de las disculpas a la persona que trabaja para mí, y me rendí totalmente intentando encontrarlos. Si llego a donde están, ¿qué haré? Por hoy estoy agotado, así que iré a un hotel sencillo y dormiré allí.
Estar solo hace que nuevamente mi cabeza comience a doler, pero imagino que por la hora y el cansancio del día me fue más sencillo caer dormido.

-No, no, si no era burla… no así…- aclaro con nervios. ¿Por qué soy tan idiota? no es momento para bromas, pero no, yo siempre tengo que ser así de idiota. En serio, ¿que pasa conmigo? así nadie me va a tomar en serio. Suspiro, con un podo de desanimo por la decepción de mi propio comportamiento.

Ella toca mi espalda y la piel se me pone chinita con ese contacto tan simple.
-Jeje, si, tengo uno- comento y hago como que me cruzo de brazos pero solo cubro mis pectorales porque que vergüenza que ella note la reacción de mi piel en mis pezones. 
-Bueno lo sé, pero seguro más experiencia que yo si que tienes- bajo mis manos una vez que el estremecimiento de mi piel se ha calmado.
Sonrío tímido cuando dice que le gusto y que ella no es indiferente.
-¿Qué? no, no para nada, no creo que estés desesperada- no pensaba que ella se sintiera de esa manera, no lo sé, creo que porque es chica, pensaba que ella no se sentía tan ansiosa con el tema como yo.
-¿Qué?- me río nervioso por lo que dice de mi cuerpo y de nuevo vuelvo a cruzar mis brazos de la misma manera que antes, porque de repente me siento apenado -Bueno, Dima siempre me obligaba a hacer ejercicio con él, y a veces cuando tengo demasiada energía pues hago ejercicio para gastarla- supongo que pese a que lo odio, me he acostumbrado un poco a seguir con esas cosas que me enseño Dima.
-amm, entonces- ya… ¿en serio le voy a preguntar eso? vamos que ya me imagino lo idiota que voy a sonar con “¿quieres que lo hagamos?”, respiro muy profundamente y me estiro hacia ella para buscar sus labios, la beso pausada pero profundamente -pero no me odies si a los segundos la cosa termina mal- digo cortando el beso de repente para soltar aquella advertencia de mi casi segura pésima actuación en la intimidad.