Sorpresas (privado)

Recuerdo del primer mensaje :

Hace poco he hecho una nueva amiga, es tonto que a mi edad esas cosas me emocionen, pero poco a poco mi vida ha  dado un giro diferente. Primero un amante, y ahora una amiga que no pertenece al mismo círculo social de Mitya, me siento extraña pero esas pequeñas cosas me van dando más seguridad en mí misma. Por eso a la hora de elegir el vestido de esta noche le he pedido a Sora que por favor me acompañara a comprar. Yo habría elegido algo similar en la tienda de siempre, una prenda del gusto de Mitya y que no me hiciera ver como una mujer tan vulgar ni tan mojigata, de acuerdo a las expectativas de los presentes de esta noche. Pero esto... esto definitivamente no estaba en mis planes ni hoy ni en cien años. Aún así sonrío a la imagen del espejo, me siento bella y no porque alguien me lo haya dicho, es de las pocas veces que de verdad puedo apreciarme a mí misma.
-¿No se verá mal a la hora de sentarme? -me giré un par de veces y finalmente me rendí y salí lista hacia el auto. Mitya estará en la fiesta, así que llegué sola al hotel en compañía de mi sobrino, porque mis hijos también llegarán aparte. ¿Qué clase de perfecta familia es esta? Ya me cansé de este juego, y no es un cansancio como el de todos estos años. Este día siento como si tuviera el valor de salir corriendo en cuanto me aburra.

Llegamos al hotel y en la entrada me recibió mi esposo, se sorprendió por cómo vengo vestida pero extrañamente no me ha hecho algún comentario extraño, al contrario, me halagó por lo hermosa que estoy y eso me hizo sentir nerviosa.
-¿Dónde están los chicos? -luego entramos con el pequeño Ilya y en cuanto vi a los chicos, corrí a abrazarles. Le entregué el obsequio a Andy y también a Ilya, y recibí el suyo y el de Mitya, y después saludar a los presentes. Abrazos, felicitaciones, charlas cortas y otras cosas que al cabo de un rato me agotaron y llegué a la mesa principal para darme un respiro- Sora debe estar ocupada -no debería pegarme a ella, está trabajando, y yo se supone tengo que jugar bien mi papel solo por hoy. No recordara que fuera tan difícil.
Nos colocamos juntos para comenzar a celebrar y tomar el banquete, y después me levanté de nuevo a saludar a los pocos amigos que tengo y otras personas que no tuve la oportunidad de saludar antes.

Dasha:

Conduje un buen rato y estacioné el auto fuera del edificio donde viven ellos. Lo que Dima dijo... tengo que aclararlo, además seguro que todo esto no puede ser cierto, ellos simplemente no regresaron y ahora se encuentran en ese departamento. Sin embargo no me muevo para nada, estoy sentado con las manos sobre el volante y el auto apagado. Tengo que verificar si están arriba, tengo que hablar con Dima, tengo que alejarlo de eso.
Un ruido llamó mi atención y miré hacia la ventana, pero seguí sin moverme incluso si la persona se metió a mi auto.
-¿Que...? -me tensé inmediatamente y asentí, él dice que está bien- ¿por qué sabes eso? -lo miré sorprendido- ¿dónde está? -esperé una respuesta que al final no llegó. ¿De verdad? ¿Incluso él entrará en ese juego estúpido? Si está bien entonces... entonces no tengo que verlo, ¿pero y si está mintiendo?- tengo una mejor idea, me vas a llevar donde está él -coloqué el seguro a la puerta, ignoré lo que me dijo y encendí el auto para comenzar a manejar. Pero tomé una ruta que usualmente uso ya que él no me da especificaciones- tengo que sacarlo de ahí, ¿tienes idea de qué tan mal puede estarlo pasando? -lo miré para hablarle y rápido fijé mi vista en el camino- es por eso que lo quería lejos de su hermano. Nada bueno sale de eso, nada bueno -paramos en el semáforo y con mi dedo índice comencé a golpear sobre el volante. El tiempo es eterno, detesto esta sensación- ¿ya me dirás dónde está Dima? -lo miré molesto. Él es siempre así, se mete en mis asuntos sin saber lo que ocurre o aparece en momentos un tanto inadecuados.

Al llegar a la habitación al menos uno de sus hijo sigue actuando con de una manera algo más sensata. Le vuelve a pedir disculpas y parece que así de fácil se arreglan las cosas entre ellos. Eso es bueno que no sean rencorosos, las personas suelen serlo, pero eso es muy agotador y la verdad he aprendido a ver las cosas de manera diferente. Me costó mucho, por ejemplo, yo deseaba encontrar al asesino de mi hermana, pero luego me di cuenta que esa tarea terminaría acabando conmigo. No es que perdone que alguien la mató, pero sé que esa no debe ser la razón para guiar mi vida. Luego está lo del clan, cuando el oyabun dijo que quería que Chiaki comenzara a tomar su lugar. No voy a decir que no esperaba ser yo el que tomara ese lugar, sentir que lo merezco y que he trabajado por ello. Pero así como cuando era adolescente y me molestaba que mis padres me dieran sermones o me dijeran que hacer, sé que solo se trata del bien común y que es algo que tal vez yo aún no entiendo. Por eso luego de una charla con el oyabun decidí aceptar aquello sin protestas, incluso lo he apoyado en todo lo que está en mis manos para que Chiaki haga lo que le corresponde. Así la vida es más fácil y considero eso un gran rasgo de mi personalidad, por eso me agrada también verlo en ella.

Miro a Tohru con cara de que se detenga, se que eso no lo hará feliz, pero luego comenzará a molestar con cosas infantiles como “tu novia esto”, así de infantil es con sus juegos, y la verdad es que lo aprecio mucho, pero no es el momento adecuado para y él a veces puede ser un poco imprudente, por eso le indico que se calme.
-Solo si crees que estás preparada- el asunto con el mayor de sus hijos, es más delicado, así que espero lo pueda resolver con tanta facilidad como con el menor.
Yo la iba a dejar entre sola, pero ella me toma de la mano, así que como no me suelta, la sigo al interior de  la habitación.
-Claro- al final me salgo cuando ella lo pide y Tohru comienza a soltar preguntas -Son sus hijos- le aclaro cuando sigue preguntando sobre la persona de adentro.

Luego de un rato ella sale y la miro un tanto expectante. Quiere saber sobre cuándo se puede ir, así que le indico a Tohru que vaya por el doctor.
Entro de nuevo, cuando el doctor se acerca.
-No me han causado ningún problema- digo con voz amable al chico, pero es verdad, llevo una vida con demasiado estrés como para considerar esto un problema a comparación de las cosas que he vivido.
El médico comienza a explicar que debe realizar algunos estudios y valoraciones con otros especialistas, y que es recomendable que se quede al menos un par de días para facilitar todo lo que se va a hacer.
-Yo seguiré afuera, pero solo necesito hablar con su madre unos minutos- espero a que ella salga conmigo -¿sigue en pie lo de no regresar a esa casa?- pregunto solo para saber que no ha pasado algo que la haga cambiar de idea -entonces, mandaré a unos de mis hombres por tus cosas, ¿estás de acuerdo?- pregunto porque quiero hacer este proceso lo más rápido posible.

Me siento mejor que ella no parezca estar resentida conmigo, pensaba que por lo que hice, solo me diría que me alejara, pero no lo hace. Mamá es la mejor persona que conozco, me siento mal de saber que todos estos años ella sabía y aún así soportaba en silencio. Todos lo hicimos pensando que los otros no debían saber, pero todos lo sabíamos, y solo nos engañamos los unos a los otros todos estos años.
Me tomo un momento para mirar a su novio, es atractivo y su cabello me gusta, es muy largo, no sé si a mi se me vería bien. Bueno no es momento para pensar en eso.

Pensé que algo malo pasaba, pero cuando Andy me sonríe me relajo y respiro con calma. Me coloco a su lado, y paso mis dedos encima de esa cosas que cubre su mejilla. No puedo creer que se haya eso eso.
-Espero que no deje marca- comento un poco preocupado de que eso pueda pasar, siempre me han preocupado esas cosas pero tengo una crema muy buena para la cicatrización, es  la que usaba cuando me metía en peleas -si, tardé, pero estaba afuera, es que llegó mamá- no menciono la llamada, seguro que eso lo altera.
Niego rotundamente con mi cabeza, que si lo hiciera con más fuerza seguro que lastimaría mi cuello.
-Mamá, ella jamás podría hacerlo, solo que hace rato fuimos muy malos con ella- admito, la tratamos como si fuera la peor clase de persona y me siento muy mal por eso, ella dice que me perdona, pero no me siento bien del todo.
Cuando ella entra aprieto la mano de Andy, solo para que sepa que no está solo. Él se preocupa demasiado por todo, pero yo no he visto odio en los ojos de mamá en ningún momento.
Sonrío cuando parece que ambos se disculpan, creo que es un momento muy especial para nosotros, no lo sé, creo que tal vez es la primera vez que hay sinceridad en esta familia.

Miro severamente a Andy cuando pregunta lo de irse. ¿Como quiere irse ya?
-No, el médico habló sobre unos estudios- nunca he venido a este hospital, pero se ve que es bastante caro, me gusta, parece que el novio de mamá al menos no es cualquier persona, también su auto se veía bien.
-No vas a ir- comento en protesta cuando menciona su trabajo -no Andy, no vas a regresar- le digo como si lo estuviera reprendiendo.

Levanto la mirada por su pregunta y niego con la cabeza.
-No hace falta, no es como que importe- comento con una sonrisa impregnada de mi decepción.
La miro y le sonrío, ella vino a esta hora por mi, sin importar otras cosas, está en este momento para mi, tengo mucha suerte de haberla conocido, si no fuera por ella ahora me sentiría muy solo.
-Si, pero si hablo ahorita solo diré un montón de tonterías- admito porque ahora mismo mis pensamientos me están jugando un muy mal momento. Me gusta ser optimista, porque así las cosas no afectan tanto, pero supongo que al final hasta yo tengo un limite. Me siento mal por tocar ese límite cuando ellos pasan un momento tan tenso, pero no puedo seguir.
-Si, solo me duele un poco- la verdad ni he pensado en eso, ni en mi mano.

Levanto la mirada por su pregunta, dormir, no tengo sueño, mi cabeza está llena de ideas que apenas y puedo procesar, me siento cansado, eso si, pero no siento que mi mente se pueda calmar como para poder dormir.
-Me estás tratando como si fuera un niño- comento ahora un poco más en la realidad que solo metido en mis pensamientos.
Ella dice lo de que pedirá el día por mi, quiero decirle que no hace falta que no quiero afectar su trabajo, pero la verdad es que deseo que lo haga, quiero sentir que alguien haga esa clase de cosas por mi, no que solo sea yo el que lo haga.
Sonrío cuando menciona su ropa.
-Ya te encantaría verme usando tu ropa- comento intentando bromear, supongo que soy demasiado de esta manera como para solo sumirme en la miseria.
Me dejo caer en su cama.
-Sabes, yo crecí con ellos, son una familia tan disfuncional, pero era lo que yo tenía, porque mis padres siempre están trabajando y mis hermanos también. Así que yo los tenía a ellos. Era el amigo de los chicos geniales del colegio. Todas siempre se acercaban a mi para preguntar por ellos. Pensaba que mientras me quisieran yo iba a estar bien y me propuse cuidarlos. Dash, es su madrastra, solo es cinco años mayor que yo, sabes a que edad se casó, era una niña prácticamente. Nunca la vi como una madre sustituta, y siempre me molestaba que ella me trataba como si yo fuera un niño, luego pasó a ser divertido -incluso ahora que platico sobre ellos, no puedo ocultar el cariño que les tengo -Hoy Andy me dijo que no tenía que meterme porque eran asuntos de su familia o algo así… esa era la idea- sonrío al techo -estoy cansado de ellos, los quiero, pero ya no puedo estar cerca, son personas que no traen nada bueno a mi vida y ahora solo me fui y nadie lo ha notado. Arreglo sus desastres ¿y que hacen? No me visitan cuando me rompo la pierna, me dejan como si fuera una mascota al cuidado de Dash, ni siquiera han intentado conocerte, no se enteraron de los problemas que tuve con Niki, ellos no me conocen, solo soy el que arregla sus problemas pero no confían ni siquiera en mi- poco a poco se nota más lo dolido que me hace sentir todo eso.

Se ve mal y parece que tarda en procesar lo que ocurre, o no lo sé, pero si parece preocupado. Me siento un poco mal de que esté pasando por algo así, pero no por eso dejaré de lado mi prioridad que es Andy.
-Luciel me llamó para avisarme- no creo que afecte en que diga cómo es que me he enterado de eso.
No no puedo dar respuesta a su siguente pregunta.
-Lo siento, no puedo- pero antes de poder decir que no puedo decirle, el dice que lo llevaré. Miro a la puerta al escuchar como coloca el seguro. Suspiro un poco resignado, trato de ser comprensivo, pero esto es un poco extraño ¿no?
-Señor- trato de hablarle para dialogar un poco, pero él dice otras cosas, pregunta que tan mal puede estar, y luego habla de mantener lejos de su hermano y suspiro.
-No, no lo diré, y usted ya lo sabe- aunque me lanza esa mirada molesta yo no me intimido, de hecho le sonrío un poco apenado de sentir que no está en mis manos poder ayudarle.
-La gente no puede ser separada cuando se quieren tanto como ellos. Soy un romántico supongo, pero dudo que haya manera de que alguien pueda separarlos- comento sobre los hermanos. Es obvio lo que pasa entre ellos, yo para nada los juzgo, de hecho me alegra ver lo feliz que se ve Andy, jamás lo había visto así pese a nuestra amistad, creo que por primera vez está feliz con alguien.
-Supongo que es mejor que me baje aquí- comento esperando que retire el seguro, ni siquiera espero que me lleve de regreso, pues supongo que esta vez he caído por completo de su gracia.

Las cosas no fueron tan mal después de todo, nos arreglamos de alguna manera y ambos parecen más tranquilos que hace un momento. A partir de ahora imagino que todo será un poco más complicado, o probablemente no, tal vez el liberarnos de esa carga nos ayude a ser más felices. En realidad siempre estuve absorta en mi infelicidad que de ellos nunca me fijé bien. Andy siempre trabajaba pero mantenía un humor agradable, y Dima, después de que las cosas se arreglaran entre ellos, dejó de meterse en peleas y comenzó a asistir adecuadamente a la universidad. Deduje que ambos eran felices, no pensé que las cosas del pasado podrían dañarlos a este grado.

Cuando salí Nobuyuki llamó al médico y de inmediato volvimos a entrar, Andy parece mejor pero no pensé que diría algo sobre el trabajo justo ahora. ¿De verdad planea ir tan pronto? Sé que ahora es un adulto y necesita cubrir sus necesidades, pero no debe ser allí.
-No creo que debas pensar en eso, por ahora es importante tu recuperación antes que nada -el doctor comenzó a explicar algunas cosas y recomienda que se quede un par de días más para realizar otros estudios- te quedarás -imagino que por cómo fue todo, ahora está obediente conmigo, y me siento mal ya que no me gusta recurrir a esto- vuelvo en un momento -salí con Nobuyuki, su pregunta me tomó por sorpresa. Es verdad que yo dije que no volvería, pero aún tengo demasiado por arreglar antes de dejar mi casa, no puedo solo irme sin solucionar las cosas antes- sí, pero -me quedé unos segundos pensando, y entonces él me da esa opción que no sé si tomar- ¿cómo? Pero... debería arreglar las cosas bien antes de irme -pero, ¿arreglar qué? Siempre imaginé cómo sería el día en que por fin saliera de esa casa, y ahora que he tomado una decisión no sé por dónde comenzar- es... está bien -al final acepté, aunque me apena dejarle esa carga, necesito su ayuda- tengo que hablar con él -creo que esta es la parte más complicada, ¿cómo sé que no me convencerá de volver? ¿Qué haré si decide hacer algo en mi contra? No, no dudaré, ya no soy la misma persona y luego de esto debería ser todavía más firme. Además tengo alguien que amo y me ama, y ellos también me necesitan, no podría mirarlos a la cara si ahora me arrepiento y regreso como siempre- dejaré mis cosas en el taller, comenzaré a buscar una casa... Dios, tengo que decirle a Ilya -claro, mi sobrino, por nada del mundo lo dejaré allí solo- por ahora creo que dormiré en un hotel, mañana temprano comenzaré a movilizar las cosas, Además debo recoger a mi sobrino antes que vaya a esa casa. Dejaré a Andy a cargo de Dima y volveré por la tarde -suspiré mirando la puerta de la habitación, no quiero dejarlos solos pero si no me muevo ahora, Mitya lo hará. Tengo que estar preparada para lo que sea que planeé.

Entré nuevamente y después de platicar un rato, me despedí de ellos. Le pedí a Dima cuidarlo y dije que estaría comunicándome con él pronto.
-Dios santo, ni siquiera me percaté cuando Lu se fue -levé mi mano a mi cabello, es obvio que ya no sigue aquí, ya es casi de mañana. En realidad no creo que ir aun hotel tenga caso ya, debería ir a casa para cambiarme de ropa y moverme, pero seguro Nobuyuki me dirá que no. Debo tener algo en mi taller, la ropa es lo de menos ahora.

Puse mi mano sobre mi mejilla, no me había percatado que tengo cubierto, ni siquiera recuerdo qué fue lo que hice.
-Me aseguraré de que no quede marca -a él no le gusta, así que una vez salga tengo que cumplir con lo que estoy diciendo, tengo que estar siempre atractivo- ah, de acuerdo, está bien -me pregunto qué cosa habrán hablado, o cómo se siente Dima respecto a ese hombre. Pero temo preguntar, no quiero que entremos en conflicto, así que es mejor no hablar sobre cosa que nos hagan estar en desacuerdo.

Después de que entraron nuevamente, me disculpé con ese hombre. El nuevo novio de mamá es comprensivo, creí que me reprocharía pero dice que no ha sido problema. Creo que solo lo dice por educación, pero más reproches ahora serían algo inaceptable, así que asentí y le sonreí. No luce como una mala persona, pero honestamente aún no puedo asimilarlo, y si digo que estoy feliz por ella solo estaría mintiendo.
-Gracias -al menos mi agradecimiento fue sincero, pues me ayudó a legar hasta aquí- ¿estudios? No los necesito, me siento perfectamente -miré confundido a Dima, no es como si tuviera algo, y tengo que volver a mi rutina, no por esto descuidaré mi trabajo- ¿de qué hablas? Necesito el trabajo -estoy un poco molesto, pero entonces mamá lo apoya y ya que le he dado demasiadas molestias, solo asentí desviando la mirada- está bien -después el médico comenzó a explicar otras cosa, todo suena tan molesto, es una exageración, y me temo que será una gran pérdida de tiempo.
Mamá y su pareja salieron, y me quedé en silencio por un rato. No quiero ser una carga, el trabajo es lo único que hago bien, debo encontrar la manera de convencer a Dima.
-Ah, como pensé debo volver. ¿Recuerdas el proyecto que planeé el mes pasado? Están apunto de aprobarlo y si falto unos días, se retrasará. Quiero que eso comience cuanto antes para poder independizarme, solo serán unos meses más -¿por qué luce molesto?- ¿entonces qué se supone que haga? -en este momento no quiero que se enoje conmigo, por eso lo jalé un poco para que se acercara a mí. Me siento extraño, pero por lo menos él se ha quedado aquí a mi lado y parece que no me dejarán marchar. No quiero estar con una enfermera, nunca he estado en un hospital y me da un poco de miedo.

Mamá entró y se quedó un buen rato hablando con nosotros, pero en algún momento dejé de escucharla y caí dormido. Para cuando desperté, solo Dima estaba junto a mí, pero también debe estar cansado, al menos el hospital tiene habitaciones bastante cómodas, me sentiría peor si estuviera en un sitio horrible y él tuviese que dormir en una silla.

Quería darle mi usual regaño, pero en este momento no está para lecciones de autoestima, lo que ocurrió debió realmente afectarlo y no quiero ser una insensible.
-De acuerdo, puedes decirlo cuando te sientas listo -al menos ha dicho que por ahora no. Y si no le hubiese puesto tan mal no estaría tan intrigada, principalmente porque no sé qué decirle o cómo ayudarlo, pero ya encontraré la manera incluso si no habla, no lo dejaré solo y tal vez por ahora es suficiente con eso. Quiero que se sienta apoyado tal como yo me siento cuando estamos juntos, y que sepa que sin importar dónde o cómo, estaré para él si me necesita.

Lo miré y negué con la cabeza, si soy tan cuidadosa es porque no deseo hacerlo sentir peor de lo que algo más ya lo hizo.
-Si fuera el caso te obligaría a decirme qué pasa -le sonreí- solo quiero mimarte, es lo único que puedo hacer -lo que sea que ocurrió puede que no esté en mis manos, es frustrante pero debo aceptarlo. Al menos ahora ha soltado un comentario típico de él, y sonrío seguido de regalarle una mueca- me descubriste.
Ambos nos acomodamos en la cama y cuando comenzó a hablarme, me quedé mirando al techo y prestando atención. Está hablando de esos amigos suyos que ni siquiera conocí, de los que siempre tiene una aventura que contar, pero... yo no puedo olvidar esa primera impresión que dejaron sobre mí. No los conozco, pero desde que lo dejaron tirado por tener una extraña pelea se me hacían un poco descuidados. Sin embargo traté de no meterme, yo no soy una excelente amiga y no tengo derecho a juzgar gente que ni conozco. Ah, aunque ahora sí tengo ganas de hacerlo, porque por lo que está diciendo todo suena tan unilateral y me molesta bastante.
-Vaya, qué joven -comento más porque no sé qué decir, y le dejo continuar.
Me giré para mirar hacia su lado y no pude evitar sentir ese nudo en mi garganta. ¿Qué puedo decirle? Es verdad lo que dice y ni siquiera los conozco, y bueno, con mayor razón, se supone que la novia de tu mejor amigo es lo primero que conoces, ¿no? A él incluso lo conoce mi hermana y mi cuñado, algunos amigos y gente del trabajo, pero yo no conozco ninguna persona de las que le rodean. No lo había pensado porque todo el tiempo está feliz, pero parece sentirse muy solo.
-Creo que tomaste una buena decisión -suspiré- el amor unilateral no siempre es romántico -me acerqué a él y lo envolví con mi brazo. No sé qué más decirle. Puedo darle la razón pero si él tomó esa decisión lo tiene más que claro, y además siento como si ahora se viera tan frágil que temo decir algo malo y eso lo haga sentir peor. Me centré en abrazarlo y que de alguna forma sintiera que no está solo, y que puede contar conmigo.

Incluso ese niño sabe sobre ellos y yo no. ¿No es gracioso cómo extraños se involucran y yo quedo fuera de eso? No, para nada gracioso, solo me hace sentir tan molesto e incómodo, y su negativa no ayuda en nada.
-Siempre eres igual, no entiendo por qué pero siempre me mantienes al margen. ¿Entonces para qué te acercaste? Ya sabías que mi pregunta sería esta. Ah, ya lo sé, es que siempre termino cediendo ante ti -me reí pero puse una expresión seria después. No es momento de pensar en eso, ahora solo debo averiguar qué sucedió o si esto solo es algo para vengarse por parte de Dasha. ¿Pero ella sería capaz de llegar a eso? No, ella no, pero ese hombre sí.
Miré de nuevo a Ilkin cuando soltó esas frase tan sosa, me sorprendió al momento pero después me reí.
-Suenas tan seguro -desvié la mirada al frente- es un ideal estúpido, al final siempre hay uno que se queda atrás. El amor no es para siempre, las personas no somos eternas -hay cierto rencor en mis palabras. Sí, siento rencor también. Tal vez si ella no me hubiera dejado atrás atado a esta vida, yo no hubiese hecho tanto... ¿tanto? ¿Pero de qué? Estoy empezando a pensar de más, debería primero averiguar dónde se encuentran. Pero Dima no quiere verme, no conozco el estado de Andy pero si dijo todo eso, es porque debe estar sufriendo.

Al detener al auto me quedé mirando al volante, y después a Ilkin.
-Te vas... -dije agachando la mirada- ¿por qué estás aquí en primer lugar? -más que un reclamo, fue una duda. ¿Por qué está él aquí?- ¿te doy pena y por eso viniste conmigo? -le sonreí triste. No me interesa si por medio de lástima consigo la compañía de alguien que me importa, porque supe en el momento en que ella se fue que nadie podría volver a amarme, por eso no tomo importancia a las razones que los demás tienen para estar a mi lado- pensé que no podría  volver a sentirme mal por la pérdida de alguien, creí que luego de que ella murió, ya nada me haría sentir de esta manera -me incliné hacia su asiento y abrí la guantera, y con mi brazo busqué el frasco de pastillas que suelo tomar. Pero al no encontrarlo me rendí y volví a mi lugar. ¿Qué haré ahora? No puedo regresar con ellos.

-¿Arreglar las cosas bien?- cuestiono como si no entendiera a que se refiere -¿Acaso piensas hablar con él? - esa idea no me gusta, ella ha avanzado mucho, pero no creo que se haya liberado completamente de la manipulación de ese hombre y yo no quiero correr riesgos -para eso hay abogados- bajo la mirada, no puedo ocultar que me preocupa que se encuentre con él.

Ahora buscará casa, veo que las cosas no están tan en mi control como esperaba, pero no puedo imponerle que viva conmigo, tal vez sería demasiado para ella, así que no comento nada al respecto.
-¿Entonces puedo mandar a alguien por tus cosa o no?- digo ya sin saber que es lo que ella ha elegido.
Miro la hora, no tardará en amanecer, y no puedo dejar de lado mis obligaciones.
-Debo ir a trabajar, Tohru se quedará, hará lo que le pidas- le explico mirando de reojo al chico que no se ha movido de la pared a un lado de la puerta. La abrazo por un momento y doy un beso en su frente a manera de despedida.

Al acercarme a Tohru para darle instrucciones, el salga pasando su brazo por mis hombros para abrazarme de manera descuidada. Le advierto que no hable demasiado y que me mantenga al tanto de lo que ocurre.
 Salgo del hospital, para ir a mi casa, me doy un baño, me preparo un café muy cargado y salgo para llevar a cabo mi día de trabajo. En realidad creo que hoy delegaré muchas cosas, creo que puedo llamar a Yuu para que se encargue de varias cosas, le comentaré lo agotado que estoy y seguro que se ofrece a ayudarme en todo lo que pueda. Solo esta vez sacaré un poco de ventaja de eso.

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-Aun tengo algunas cosas que usaba cuando me metía en peleas, ayudaran para que no quede marca- le digo con una sonrisa, no es que en él me importe que quede marca, solo quiero que esté bien, pero me gusta mucho lo terso de su piel, aunque si quedara algo en su mejilla, tal vez se vería con mucho más carácter y varonil. ¿Y por qué lo voy a querer mas varonil? sacudo mi cabeza para alejar aquella idea que ha sido algo rara. Creo que fue un pensamiento muy gay. Si me acuesto con un hombre y lo amo, pero no soy gay, ¿o si? no, no es momento para ponerme a pensar en esas cosas.

-Los necesitas- sentencio como regañándolo de que sea tan terco -Si tanto te incomoda, yo también me los hago, además de paso podría hacerme los correspondientes de cada año- he sido un poco descuidado este año y no he hecho aquellos estudios anuales que debo hacer para saber si no tengo lo que mamá.
Mi mirada es bastante molesta cuando dice que necesita el trabajo. ¿En realidad lo necesita o solo lo quiere porque es el único lugar donde puede seguir cerca de él?

En cuanto estamos solos, el habla sobre el trabajo, ese maldito lugar.
-Cállate- hago mucho esfuerzo para no gritarle, porque no quiero que mamá escuche -¿por qué es tan importante? ¿tanto te gusta tu trabajo?- respiro profundo, debo mantener la calma, estamos en un hospital -¡alejarte de él!- he levantado la voz cuando pregunta que hacer -puedes hacer ese trabajo en otro lugar, si tanto te gusta busca otro lugar, ¿pero tanto te gusta o es por que él decía que eso le hacía feliz?- yo lo recuerdo, papá diciendo lo feliz que se ponía a ver el camino que estaba siguiendo Andy -¿Por qué no te das cuenta? hemos vivido una vida siguiendo todo lo que él dice, siempre como él quiere, incluso yo lo hice como un idiota…- si tan solo hubiera hablado, si no hubiera sido tan cobarde -tengo tantos recuerdos de ti llorando en las noches, limpiando tu cara y forzándote a sonreír cuando el llegaba. ¿Recuerdas a mamá sonriendo? no para nosotros o en alguna fiesta, en la casa, cuando piensa que nadie la mira, ¿la viste sonreír alguna vez? ¿alguna vez lo hiciste tu? al estar solo, porque yo tampoco lo hacia. Por eso cuando fui creciendo no quería estar en la casa, me la pasaba en fiestas y tomando porque era mejor que ir a la casa a sentirme muy solo. Por eso siempre arrastraba a Luci conmigo, es imposible no contagiarse con su alegría- Luciel, el debe estar afuera, seguro mamá ya le contó como está Andy.

Suelto una pequeña risa por lo que dice del amor unilateral.
-¿No siempre? nunca lo es- declaro con una sonrisa --Nos han envenenado tanto la cabeza con que el amor debe ser de x o y forma, y por lo general son formas bastante dañinas- comento recordando esos estereotipos del amor.
Respiro profundo cuando ella me abraza. No ha sido mucho, pero he comenzado a cambiar desde que ella está en mi vida.
-Sabes, si no fuera por ti, creo que no habría decidido alejarme de ellos. Son todo lo que tengo. Mi familia, no es que sea mala, solo que todos son demasiado independientes. Para mis hermanos está bien, ellos son mayores y tuvieron las atenciones necesarias en su juventud, pero yo no. La empresa de papá y las cosas de mamá ya tenían un nivel en el cual no podían dejar de lado los negocios para atender al menos de sus hijos. Así que yo buscaba eso en casa de mis amigos- comento eso y suena tan triste ahora -pero bueno, no importa, ya no- me giro para mirarla a ella -gracias por ir en mi rescate- le digo con una sonrisa acomodando su cabello detrás de su oreja -y siento que hayas cancelado tu trabajo por mi culpa- suspiro un poco desanimado por hacer que mis problemas afecte ahora en su vida.
-debo pasar a tu bajo- digo de repente, me pongo de pie y a saltitos llego al baño, no quiero usar el bastón para esto. Me daría un baño pero sería abusar de la confianza. Así que meto mi cabeza bajo el chorro de la llave del lavabo. Quiero ver si con eso se enfría un poco mi cabeza.
Hoy me enteré de algo muy fuerte y creo que lo mejor es que me aleje. Esa familia no es mi familia, y no tengo derecho a formar parte de nada, porque en realidad nunca formé parte de esa familia, solo me había estado engañando. Y aunque no me gustaría, los recuerdos de Dash con su novio, eso duele. Cuando él llegó y le sonrío, ver esa sonrisa en su rostro. Creo que no soy tan maduro como para soportar ver que ella es feliz con alguien más. Lavo mi cara para quitar esas última lágrimas que se me acaban de escapar.
Salgo del baño, mi cabello escurre en agua que ha ya mojado mi camisa.
-¿Me prestas algo para secarme?- regreso a la cama y comienzo a desabotonar mi playera para quitarme -no te molesta ¿cierto? si prefieres me la vuelvo a poner- comento al pensar que es la primera vez que sin camisa frente a ella.

Sonrío cuando dice lo de ceder ante mi, supongo que hay algo de verdad en eso, aunque nunca lo había pensado.
-Me acerqué porque se veía mal, y creo que uno necesita compañía en momentos así- comento mirando a la calle.

Me recargo en el asiento y giro mi cabeza ahora hacia él.
-No lo es, no es estúpido- digo con voz suave pero que demuestra que me siento seguro sobre el tema -No las personas no son eternas, pero no por eso el amor se acaba, solo cambia- soy realmente una persona romántica, mamá me enseñó a ser de esta manera y no me molesta, creo que eso me ha ayudado mucho -Tal vez no tengo tanta experiencia como usted en el tema. He perdido personas, y aun así estoy seguro de haber sido amado. Aun si no son eternas las personas, lo que él sintió por mi, sin importar los buenos o malos momentos. Fui amado y le ame, él murió, y aun así yo no dudo de que amor por mi- tal vez no debería hablar, supongo que ya imagina que hablo de Souta, el me vio en el funeral -Su ciclo terminó, pero yo debo seguir, y pensar en su amor con todo lo malo y bueno que tuvo, me enseñó muchas cosas, y en esas cosas que me enseñó, creo que es la manera en que él sigue amándome- es verdad que muchas veces pienso en lo malo de esa relación, lo herido y en como me dejó, pero si no fuera por todo eso, yo habría pasado muchas cosas en mi vida.

-Porque pensé que querría compañía, pero como creo que lo he hecho enfadar, dudo que desee que permanezca aquí- niego con la cabeza -No me da pena, si me la diera, le contaría lo que desea saber- comento dejando la bolsa de mi mano en el suelo del auto entre mis pies, me estiro y lo abrazo -tal vez le duele tanto, porque no ha sufrido ni llorado lo suficiente por aquella perdida que tanto le ha marcado. Tiene que sufrir por ella, aguantarse solo lo hace guardar e incrementar ese dolor que tanto se calla- tal vez ahora me diga que me aleje, me empujará y me pedirá que me vaya, pero solo espero que mis palabras en algún momento le ayuden a comprender que debe dejar que sus sentimientos fluyan y no solo se los trague.

Asentí con inseguridad, sé que no es lo mejor, incluso creo que él no merece que haga las cosas tan adecuadamente por todo el daño que nos ha hecho, pero quiero que sea de esa manera. Sino, ¿no sería como huir de él? Tal vez solo me estoy excusando, ahora me siento una persona fuerte pero podría cambiar una vez que lo vea.
-Sí, iré con mi abogado -al menos así no estaré a solas con él- claro, por favor. Yo me encargaré de buscar un sitio -me hace sentir bien que se preocupe tanto por mí, creo que luego de lo que escuchó pocas personas querrían tener una amistad conmigo, menos una relación. Pero Nobuyuki es distinto de todos, supongo que por eso logró que algo que creía imposible, pasara.

Sonreí cuando se despidió con ese beso y correspondí con gusto el abrazo, imagino que sería imprudente pedir algo más ahora, además que esto me hace sentir más relajada.
-Te llamaré en cuanto sepa algo, y muchas gracias -me incliné ligeramente y cuando se marchó, yo también lo hice.
Comencé a hacer unas llamadas, a mi abogado para que preparara una reunión, yo ni siquiera lo había pensado, todo el asunto me nubló el juicio.
Fui al estudio a cambiarme de ropa y darme una ducha rápida, y hablé a un conocido para ver lo más pronto el asunto de la mudanza, necesito encontrar un sitio para que no afecta más a los chicos ni los estudios de Ilya.

Asentí y le regalé una sonrisa, no sé si tengo tan mal como él dice, pero de ser el caso me esforzaré para que mi rostro regrese a lo que era antes, no quiero que piense que alguna marca pueda dañar mi atractivo.

Es imposible negarme a estas alturas, además Dima ha dicho que también hará los que le corresponden, si él está conmigo esto será menos tedioso de lo normal. De todos modos pienso que es algo inútil, pero si él se siente más seguro entonces aceptaré.
-Solo porque tú estarás conmigo -contesté resignado, pero a decir verdad me da un poco de miedo. Nunca me preocupó mi salud ya que me cuido bastante y mis chequeos de rutina siempre salían bien. Pero ¿qué haré si tengo algo malo? No, claro que no, mi cuerpo solo está agotado por el estrés.

Antes de poder decir algo más él habló con ese tono frío y molesto, y lo miré sorprendido. Lo hice enojar, ¿cierto? No era esa mi intención, pero no puedo permitirme actuar mimado a mi edad.
-No se trata de eso, Dima, pero no puedo quedarme sin hacer nada -¿qué tiene de malo además? Quiero comprar un departamento pero necesito un ingreso y por el momento es lo mejor que puedo tener, así él podrá mudarse conmigo oficialmente. Pero creo que nuestros pensamientos no están en sintonía, y en cuanto me respondió agacho la mirada. Es incómodo que mencione a papá, sé cuánto le molesta y prefiero evadir el tema- ¡No, nunca dije eso! -lo miré y levanté la voz también. Pero... una parte de mí lo cree, no puedo evitarlo, es complicado olvidar que al menos eso puedo seguir haciendo por papá. Ya ni siquiera nos vemos y trato de evitarlo, lo he conseguido estos meses, ¿pero dejar el trabajo también?
Nuevamente desvié la mirada, no quiero volver a ese tema, solo hace que mi cabeza duela. Pero Dima no para de hablar y yo a comenzar a recordar. No quiero hablar de ello, no quiero revivir esas escenas en mi cabeza.
-Ya basta -dije muy bajo, y llevé ambas manos a mis oídos- está bien, dejaré el trabajo, también dejaré de ir a esa casa, haré lo que digas -bajé mis manos y lo miré- pero... ¿está bien? No podré conseguir un trabajo donde gane lo mismo, no sé cuánto me llevará y  probablemente me vuelva una carga para ti... ¿no soy ya una carga para ti? -dejé de mirarlo- porque al final es eso lo único que puedo hacer, no tengo nada más a mi favor. Si lo pierdo, ¿no sería como perder lo único bueno que tengo? -no quiero escuchar más, sé que nuestra familia no es perfecta pero es lo que tenemos, ¿eso está tan mal? Aunque no puedo seguir ignorando la infelicidad de mamá, mucho menos la de Dima, sobretodo porque soy parcialmente responsable de que ellos se sintieran tan mal. Dima dice ya no odiarme, pero seguro que no puede olvidar todas esas cosas que vio, y mamá... ella también lo sabe- lo siento -apreté la sábana con mis manos- yo... no sé qué hacer, toda mi vida es una mentira -solté una risita.
Las cosas que pensé eran correctas no lo son, y el cariño por el que tanto me esforzaba no era eso en realidad. ¿Qué haré entonces? Crecí con una sola idea en mi cabeza y ahora no sé qué hacer. No puedo abandonar a la persona que me dio una familia, incluso si todos piensan que somos horribles, mi familia es esta y tengo mucho miedo de perderla.