Acampar ^Hana^

Recuerdo del primer mensaje :

Mi familia no es para nada unida, eso lo sabe cualquiera que me conoce un poco, podemos pasar meses sin vernos e incluso sin llamarnos, cada quien está metido en su propia vida y no molesta a los demás. De hecho con quien tengo mejor relación de mi familia, es mi medio hermano del cual me enteré de su existencia el año pasado y bueno pues me he acercado a él en estos meses.
Pero bueno, esté fin de semana toca el viaje familiar, la única que cosa que hacemos juntos una vez al año. Es como tratar de compensar en un dos días y una noche el tiempo que nos hemos ignorado en el año.
Además ya salí de la universidad, y ahora estoy trabajando en una empresa de software, he dejado lo de los videojuegos porque para ser sincero ya no es un campo que pague bien y si quiero aprender a vivir sin nada de ayuda de mis padres, debo comenzar a hacer cambios en mi vida. Y estoy seguro que eso será algo que le agrade a escuchar a mis padres, tal vez digan algo como “ya estás madurando”.

Miro la casa de acampar que está completamente deshecha y hay que armarla, miro Hana y le sonrío.
-Es facil armarlas, no te preocupes, solo hay que meter estos palos por la tela esta, y luego esto lo anclamos a la tierra- le explico porque creo que ella no tiene mucha experiencia en esto.

Sé que quiere que yo me sienta mejor, y son cosas que yo mismo me he dicho, pero creo que simplemente no termino de creerme eso, supongo que las comparaciones de mis padres entre mis hermanos y yo, es un lastre del del que me cuesta liberarme. La lógica y el sentido común es difícil de mantener cuando estoy cerca de mi familia, creo que por eso me refugié tanto con los Kozlov, aunque de alguna manera era una dinámica parecida, aunque ahí los que comparaban eran las personas del entorno.
-Tienes razón, pero supongo que la gente en jaulas de oro no suelen apreciar esas cosas- sonrío a Hana, porque al menos se que ella no me ve como un mediocre.

-De acuerdo, aunque supongo que si tengo que ir a eso de la terapia… en el trabajo creo que me pueden dar una cita con alguien- comento recordando a un compañero que me comentó sobre eso.

Me río cuando me dice eso sobre lo que ellos pensaran que estamos haciendo.
-Creo que eso alimenta un poco mi ego de macho alfa- digo para bromear un poco, pero la verdad es que me da un poco de pena que piensen eso. Asiento a lo que dice.
Salimos y nos sentamos cerca del fuego, nos dan un poco de café para el frío.
-¿Así que ya terminaste de estudiar?- comenta uno de mis hermanos y le sonrío.
-Si, y ya trabajo en una empresa, es un lugar agradable- comento y tomo un poco de mi café.
-¿Asalariado?- cuestiona mi padre -¿por que no pediste trabajo en la empresa? podrías tener un puesto decente.
--¿¿Queee??- pregunto alargando la palabra y niego -¿Tener a mi padre como jefe? no juegues, prefiero el camino largo- me encojo de hombros restando importancia a ese detalle y sé que me he ganado la mirada molesta de mis hermanos porque bueno creo que les ofendió mi respuesta, porque ellos trabajan para mi padre.
-Siempre un caso perdido- comenta mi padre y para mi sorpresa se sonríe.
-¿sonrió?- le pregunto en voz baja a Hana como para confirmar lo que he visto ¿acaso mi padre respeta el camino que estoy trazando?

Es la primera vez que veo esa diferencia entre las personas que tienen mucho dinero. Siempre creí que los clichés de la gente rica de las películas era una tontería y exagerado, porque… ¿en qué año estamos? Se me hacía ridículo que las personas fuesen así en la realidad. Pero con él me he dado cuenta que no es así. Trabajo con modelos y personas de mucho dinero, pero el ambiente y sus orígenes son distintos, muchos de ellos eran personas comunes y corrientes como yo.

Parece que su nuevo trabajo es algo muy bueno para él en varios aspectos, me alegra que haya encontrado pronto algo, incluso si eso significa vernos menos.
-Vaya, pues allá si actuaste como uno -le guiñé el ojo y me reí, puede que las cosas no salieran como queríamos, pero por unos momentos tuvimos ese arranque de locura que tanto esperaba.

Tomé el café que me ofrecieron y agradecí.Me dediqué a tomarlo pero obsevando a todos. Sus hermanos tienen una actitud un poco odiosa, su pregunta pareciera ir con otras intenciones. No, de nuevo estoy haciendo conjeturas injustas, creo que lo de hace un momento me dejó un poco resentida.
-Claro que lo hizo -y cómo no notar cuando ese hombre sonríe si desde que llegamos se carga una expresión super seria. Aunque ahora los que traen una mala cara son los hermanos- y mira la cara de ellos -traté de hablar muy bajo y sin parecer muy maleducada, además ellos comenzaron a hablar de sí mismos y sus logros. Dios, esta gente sí que es presumida, siento que hablan de un mundo completamente ajeno- sabes, incluso Kajsa con su gran imaginación, es más creíble -traté de aguantar la risa y mordí mi labio, obviamente Kajsa no miente, pero es una de las personas que tiene una vida tan irreal que pensarías es mentira. Estoy hablando en susurros como si estuviésemos coqueteando, es mejor eso a que crean que me burlo de ellos.

Me río nervioso por lo que ella menciona, pero eso me hace sentir mejor, creo que debo dejar de lado todas mis dudas, claro es más sencillo decir que lo haré que hacerlo, pero creo que puedo conseguirlo. Hace un rato tuvimos ese momento y bueno, al menos yo por una vez creo que solo estaba siendo impulsivo y dejando que el deseo me ganara, aunque obvio no es nada sensato… ni siquiera pensaba protegernos. Bueno, ya no es momento de pensar en eso.

Ella me confirma que mi padre ha sonreído por lo de hace un momento. Y volteo a ver a mis hermanos, supongo que no les ha hecho gracia que comentara que no quiero seguir el camino fácil al éxito, cosa que se podría entender que ellos hicieron.
-Vaya, con que así se siente- comento en voz baja a Hana, puesto que por primera vez creo que mis hermanos han sentido envidia de mi y comienzan a platicar de cosas que han hecho -Esa amiga tuya si parece de una novela- comento como si lo que pasara en mi familia fuera normal, obvio no lo es, pero he comprendido que cuando una persona vive de cierta manera, en realidad desconoce por completo otra clase de vida, para muchos podría parecer irreal lo mucho que el dinero puede cambiar el mundo de las personas, pero es porque simplemente crecemos en otro contexto. Aunque yo intento alejarme de todo eso.

Cenamos entre la platica de los logros de mis hermanos, y mi padre contando de lo mucho que se ha esforzado en la vida para ser quien es ahora. No lo había pensando pero tal vez por eso es que mi padre ha mostrado esa expresión hace un rato, porque al menos él se labro un camino, no le dieron todo. Tal vez no comenzó desde abajo, pero tampoco estuvo en lo alto de la cadena.
Un tema imposible de tocar en esta familia, es la existencia de un cuarto hermano, un hijo que mi madre tuvo fuera del matrimonio, aunque he sentido ganas de mencionarlo para que mi madre sepa como está me contengo.
-Entonces la bruja se comió a Hanzel, y dijo ñomi ñomi que tico. Y como no se lo acabó guardó el resto para otro día, menos las vieras, no se comía todo- digo cuando hemos comenzado con las historias de terror, y siento un zape que me hace bajar la cabeza.
-Así no va el cuento- se queja uno de mis hermanos, pero aun así todos comienzan a reir, creo que es el momento de la noche en que todos somos algo así más como una familia.

Me río y asiento con la cabeza, aunque al sentir la mirada de uno de sus hermanos vuelvo la vista a ellos, creo que les gusta la atención. Y poco a poco me voy relajando, he de decir que aunque no encajo mucho con sus pláticas, no me parecen tan molestos luego de un rato de platicar. Ellos también preguntan un poco sobre mí, es cuento cosa sencillas y dejo de sentirme nerviosa. Después han comenzado a contar historias de terror y esto se siente más y más como un campamento, aunque sí que son historias muy malas.
-Qué bobo -me reí al ver cómo se empujaban. Supongo que la familia es la familia pese a todo, al menos Luciel ya está más tranquilo y parece acoplarse con facilidad.

Nos toca apagar la fogata y todos comienzan a despedirse para dormir, yo he tomado algo de lo que sobró de cenar para llevarme a la boca.
-Fue divertido eso -me subo en la espalda de Luciel aprovechando que recogía algo- llévame a la tienda como a una princesa -me sostengo bien de él y comienzo a reír, aunque un “shh” hace que apriete los labios y me ría bajito- sabes, me gustaría presentarte a mis padres. A mi hermana la conoces pero quisiera que los conocieras a ellos también. Claro, debe ser cuando tengas tiempo para que podamos viajar, no lo sé… ¿ podríamos quedarnos unos tres días? -no será inmediato, si pidió permiso para este viaje pasará tiempo para que le puedan otorgar más días libres- ¿qué opinas? -eso… ¿no suena como si estuviese dando un gran paso? Aunque es normal conocer a la familia del otro, ya que ambos estamos lejos de la nuestra pues se siente como una formalidad.

Las cosas se relajan un poco, al menos luego de un rato recobramos un poco de la dinámica familiar. Y claro, incluso entre mi familia soy el bobo, así que tampoco es que sea tan raro para mi, lo único raro es que traje a mi novia esta vez.
Al menos mi historia de terror hace que todos rían, lo cual siempre pasa que cuento algo de terror. Luego de un rato cada quien se va a su tienda, y a Hana y a mi nos toca apagar el fuego. Le hecho tierra encima para ahogarlo y me tambaleo un poco cuando Hana se sube en mi espalda.
-¿Como un caballo a una princesa?- trato de imitar el sonido de un cabello y me río porque nos ha mandado a callar.
Mis manos toman las piernas de Hana para que no se vaya a resbalar y siga sobre mi espalda mientras la llevo a la casa de acampar.
-Si… no es que pueda pedir días libres tan fácilmente… - me quejo un poco de las desventajas de ser un empleado, pues ya no tengo la libertad que antes tanto podía disfrutar -Me gustaría, solo déjame ver que puedo con unas mini vacaciones… o pido un día y nos vamos el fin de semana… eso sería más sencillo- digo aun pensando como resolver eso de los días y el viaje. Porque ahora que trabajo, pues mis padres ya no me dan dinero, así que todo lo debo pagar yo.
Me detengo, porque a menos que me ponga a gatas, no podremos entrar juntos.
-Bien princesa, hemos llegado- suelto sus piernas con cuidado para que entremos -Sabes que es lo que mas odio de acampar… que el suelo es muy duro- me quejo un poco de eso pero me acomodo dejando espacio a ella para que se acomode a mi lado -princesa, te quiero- le digo rodeándola con mis brazos y girando un poco para hacerla quedar encima de mi.