I'm a fool to want you \Privado\

Recuerdo del primer mensaje :

Ishigaki:

Ya que los Kozlov son mas mi familia que, bueno, pues mi propia familia, se ha vuelto incomodo la manera en que esos dos se ignoran. No pensaba que algo pudiera ser peor que sus peleas, pero que se ignoren, me hace sentir mal.
Me siento entre la espada y la pared, ambos son mis mejores amigos, crecí con ellos. Noté como el amor de Dima iba creciendo, y también como Andy se volvía algo reservado.
No quiero ponerme del lado de ninguno, pero al menos quiero que superen lo que los ha hecho dejar de hablar. No planeo que Andy corresponda a Dima, solo quiero que al menos se atrevan a mirarse de nuevo.
Así que he dejado que mi mente saque a flote sus habilidades para conspirar y tratar de que esos dos al menos vuelvan a gritarse de nuevo.

He invitado a Dima a unos días a la isla de Ishigaki, con el pretexto de que he terminado de testear un juego y necesito relajarme. Y no es que sea una completa mentira, llevo meses jugando el mismo juego solo para reportar todos los errores que me sean posibles encontrar.
No pensaba que fuera a haber muchas personas en el hotel, pero parece que hay un congreso de algo de medicina, hay mucha gente yendo de un lado a otro con esos gafetes colgando de sus cuellos. Solo puedo pensar que es un desperdicio de tiempo estar en este lugar y solo dedicar el tiempo a entrar a conferencias.

Ahora estamos acostados en unos camastros enfrente de la alberca, Dima como siempre esta luciéndose y ya tiene mas de un número nuevo para su agenda, yo en cambio, solo estoy acostado y hasta con mi chamarra puesta, la única diferencia es que no tengo mis tenis, y en lugar de mis jeans tengo unas bermudas. No soy tan bueno exhibiendo mi cuerpo como mi amigo. Estoy tomando un té helado mientras miro como una linda chica se a lanzado al agua y sale con el típico estilo de una chica de James Bond, pero obviamente lo hace para llamar la atención de Dima, aunque nada me prohibe mirar.

Lucy:

Al final Dima no me reprochó nada, eso es una ventaja, aunque tampoco continuó siendo amable.
Salí del agua después de ellos tres y tomé una de las toallas que mamá trajo hace un rato. De repente me siento agotado, el calor y toda esa energía gastada, definitivamente no estoy acostumbrado a esta clase de vida.
-Creo que regresaré a mi habitación, estoy cansado -tal vez duerma un poco antes de la cena, no tendría caso el solo desgastarme y el lunes regresar al trabajo hecho un desastre.
Luego de secar mi cabello, puse la toalla sobre mis hombros. No sé qué tenga planeado mamá pero creo que por hoy es suficiente, seguramente al rato querrá que cenemos juntos- ¿qué harás? -le pregunté a ella, porque planeo separarme un rato de los tres y descansar mi cabeza. Esto parece un sueño extraño. Demasiado normal para ser recordado pero importante, porque Dima no es el imbécil de siempre. De hecho hoy ha sido un poco lindo.

Me despedí de los tres y me adelanté a mi habitación. No sé pero siento que si me quedo querré presionar las cosas como siempre, y debo controlarme. Él ni yo somos ya unos niños, pero a veces olvido eso y continúo tratandolo con cuidado a pesar de que él es un despota conmigo.
-Al menos pude hablar con él -mi cabeza es un lío, no entiendo el flujo de sus pensamientos o lo que quiero. Probablemente ni él lo sepa. No puedo olvidar la manera en que me dijo que me odia, pero esos gestos de aquella noche y ahora mostrando un poco de preocupación hace que me confunda.
En cuanto entré a la habitación me tumbé en la cama y me quedé dormido. El cansancio de ahora y del trabajo me hizo dormir de inmediato.

Me quedé mirando sus movimientos como si se tratara de algo interesante, y luego me eché a reír fuerte. Es muy infantil, pero no me percato del tiempo ni de mis problemas cuando estoy con él. Siempre ha sido una especie de consuelo para mí. A veces creo que sobrepaso el límite de confianza entre nosotros, porque yo ya soy una señora y además la madre de sus amigos. Pero él me hace sentir cómoda, me escucha, me distrae de mis problemas y me da algunos consejos. A veces unos malos consejos, pero al final está ahí para apoyarme.
Ignoré el sentimiento que me dejó el recuerdo de ese contacto entre nosotros. Es natural, es un chico atractivo, pero en poco vuelve a ese ser infantil que tanto me hace sonreír.

-Es cierto, ustedes deben tener hambre -todos salimos del agua y tomé una toalla para cubrirme, me siento un poco expuesta- ¿no comerás con nosotros?... De acuerdo -Andy se las arregló para escaparse, pero por la noche los haré reunirnos de nuevo. fue divertido pasar tiempo con los chicos, pero ellos también deben querer su privacidad, y por mí está bien siempre y cuando no sobrepasen los límites- ¿qué harán ustedes? Comerán por su cuenta o… -no tengo problema con pedir servicio al cuarto, estoy acostumbrada a comer sola casi todo el tiempo. No me encanta, pero ya los presioné demasiado hoy.

Subí a mi habitación junto con Dima y Lu para luego separarnos, e inmediatamente entré, comencé a llenar la tina para un baño. No tuve suficiente tiempo en el agua, al parecer.
Terminé el baño y me puse cómoda en la cama, no estoy cansada, pero me ha dado un poco de flojera ir al restaurante ahora, así que llamé a servicio al cuarto y ordené algo de comer mientras tomaba un libro para matar el tiempo.

Los demás no tardan en salir también del agua, evito a toda costa mirarla a ella. Por que es una mujer hermosa que simplemente roba miradas sin poderlo evitar, y yo no quiero parecer como todos esos hombres, aunque supongo que si lo soy.
-¿Nosotros? Pues yo estoy cansado, quiero tirarme en la cama un rato- no la verdad es que creo que hacerlos pasar tanto tiempo juntos puede ser mala idea. Hasta ahora ha funcionado bien, pero creo que no tenemos que abusar de nuestra suerte.

Tomo mi ropa, mi camisa mojada y mi chamarra y no me preocupo por usar una toalla como ellos, solo comienzo a caminar mientras voy escurriendo.
Nos separamos para ir cada quien a su habitación. Yo la comparto con Dima, es algo común para nosotros, aunque ni se porque lo hacemos, no es como que a él le falte dinero para otra habitación, solo es mas una costumbre. Este año he dormido mas con él que con mujeres. Creo que mi situación es un poco patética…

Al entrar busco algo de ropa para cambiarme, ni siquiera me interesa darme un baño, solo me cambio mientras Dima se da una ducha.
Me tiro en la cama y pienso un poco en ella, me giro para quedar boca abajo y hago que me cueste respirar un poco, pero tengo que sacar su imagen de mi cabeza, me estoy sintiendo como todo un pervertido. Al final me estiro para buscar mi laptop y me pongo a jugar un poco..

Luego de un rato, es hora de bajar, y mientras Dima se arregla, yo solo salgo de la habitación y voy a la de Andy. Toco la puerta con fuerza.
-Tengo hambre, invítame algo, la piel me arde por tu culpa- le digo como intento de chantaje - te espero abajo- es lo ultimo que digo y me voy para esperar a los dos en el restaurante.

He permanecido en silencio desde que salimos del agua y una vez en la habitación, me voy directo al baño. Quiero darme bañarme de rápido para evitar que mi cabello se ponga feo por el agua de la alberca. Tomo un baño bastante largo bajo la regadera. Lavo con cuidado mi cabello y al salir lo seco.
Lucy esta jugando en su computadora, parece muy concentrado. No le hablo porque estoy molesto con él, también un poco con mamá, pero mas con él.
Hay dos camas en la habitación, pero aun así yo me acerco para acostarme en la misma que él esta.
-eres el peor amigo- le acuso por fin, pero no me siento lleno de enojo, como suele ser común, de hecho me siento sin mucha energía y solo me dejo caer en la cama. Estiro mi brazo para rodear su cintura. Lo dejo seguir jugando mientras yo me quedo dormido.
Pero mientras voy cayendo en mis sueños pienso en el día de hoy. La sonrisa de Andrei, esa sonrisa que debo odiar, se ve bastante bien en él. No debería disfrutar de su felicidad o preocuparme por él. Creo que al final siempre lo hago. Solo recordar la maneras estúpidas en que creía que lo protegía cuando era un niño.

No se cuanto he dormido, no creo que sea mucho porque Lucy sigue jugando, aunque el puede jugar por horas sin problemas.
-Tengo hambre, vayamos a cenar- me levanto de la cama para buscar que ropa ponerme. Lucy se adelanta para apartar una mesa ya que hay muchas personas en el hotel. Pienso en avisarle a mamá para que baje con nosotros, pero ella es capaz de llegar con Andrei, así que mejor no lo hago.

Pensé que al asistir al curso las cosas serían más entretenidas. El hotel tiene una pinta de lo más genial. Zonas de juego para adultos. Un bar, y actividades diversas al aire libre. Sin contar el hecho que estamos en una isla y podríamos dar un buen recorrido. Pero a diferencia de lo que quería, me la he pasado encerrada en conferencias o haciendo deberes relacionados con estas. Por suerte hoy terminamos un poco antes y tendremos tiempo de bajar al bar, y mañana la primera actividad es después de las once.
-Estoy cansadaaa -estiré mis brazos hacia arriba y luego me encorbe con mucha pereza. Mi compañera de cuarto no parece entusiasmada con la idea de ir y tomar, aunque el decano nos dijo que teníamos que controlar nuestro comportamiento, tampoco pensaba embriagarme hasta perder la conciencia- Mikiii, vamos a buscar chicos lindos -el hotel está repleto de extranjeros, es imposible para mí quedarme aquí encerrada. No es que vaya a involucrarme demasiado con alguno de ellos, todavía soy una chica virgen, pero me encanta coquetear y platicar con ellos, muchos son interesantes. Aunque para eso necesito la compañía de ella u otras chicas, porque también corro el riesgo de toparme con algún pervertido y eso me pondría en un aprieto.

Bajé junto a ella y otras dos compañeras al bar para comer algo, creo que somos un poco escandalosas. Entramos directamente a nuestra mesa ya reservada, y apenas me senté tomé la carta para así ordenar lo más rápido posible, muero de hambre. Cuando el mesero llegó, yo ya tenía grabado lo que deseaba para cenar, así que le entregué la carta apenas se paró junto a mí.
-Yo quiero una pizza con carnes rojas y… -mi voz enmudeció al ver a lo lejos una cara familiar entrando por el restaurante- no, espere, no quiero nada -me quedé viendo por donde esa persona pasaba. ¿En verdad es él? No puede ser, es demasiada coincidencia, ¿no? El llamado de mis compañeras me hizo reaccionar, y les sonreí- perdón, es que acabo de ver a un conocido -ellas continuaron ordenando mientras yo me decidía o no a levantarme. Es él, definitivamente. Pero hombre, no ha cambiado ni un poco. Sonreí y me levanté de la mesa, y junté ambas manos para pedir una disculpa- lo siento pero no voy a acompañarlas, ¿se los puedo compensar luego? -mi voz sonó rara, pero ellas me conocen y saben que de no tener un buen motivo, jamás las dejaría botadas.
Me despedí y caminé hacia la mesa de Luciel, no puedo creer que sea él, mi corazón está latiendo como loco nada más de verlo. ¿Cuántos años han sido sin vernos? ¿Estará molesto conmigo?
-¿Desea ordenar, joven? -me coloqué tras él y fingí una voz más varonil, aunque no tuve mucho éxito- hola -luego saludé normalmente y me moví hacia delante para poder hablar mejor.

Me desperté unas horas después con bastante cansancio. Es raro cómo el dormir me ha agotado más, así que preparé el baño y me metí un rato en la tina. Tengo hambre, me pregunto si debería ir a cenar con ellos. Me molesta tener que cuidar mis movimientos por si haré enojar a mi hermano, me siento como un completo intruso en mi propia familia.
Escogí una ropa casual y cómoda y tomé mi celular para escribirle a mamá, pero ella me dejó un mensaje antes diciendo que cenaramos por nuestra cuenta, que estaba demasiado cansada para bajar.
-Creo que mejor lo haré solo -Incluso podría ordenar algo aquí, pero prefiero comer cómodamente en el restaurante. Pero mis planes cambiaron al escuchar la voz de Luciel. Sé que ellos irán juntos, y lo sensato sería negarme o simplemente no aparecer, pero en el fondo sé que quiero pasar tiempo con ellos- soy un idiota -sonreí resignado y tomé mis cosas personales antes de bajar. No sé si Dima se molestará, se irá, o se portará un poco amable. Es tan extraño cómo a veces es tan lindo y luego un completo imbécil.

Bajé al restaurante y no tardé en localizar a Luciel, no está con Dima pero… ¿una chica? No es que crea que para él es imposible tener este tipo de encuentros espontáneos o que ninguna chica pueda fijarse en él, pero ¿cómo decirlo? Es bastante raro y difícilmente puedo ver este tipo de escenas.
-¿Y ahora qué hago? -dudé un poco en si acercarme o no, tal vez Dima no está con él porque está con la chica. Pero también estoy curioso, además él no es la clase de persona que se moleste por interrumpirlo, y si quiere que me vaya lo sabré y les daré su espacio.
Caminé hacia la mesa y al llegar salude con la mano.
-Buenas noches -dije amable y sonriente a la chica- no estoy interrumpiendo, ¿verdad? -luego de preguntar me senté junto a la chica, la mesa es de cuatro personas, y he querido preguntar si mi hermano se nos va a unir pero él está muy entretenido con ella.

Me pongo a jugar en el celular esperando que algún mesero me traiga la carta. Pienso que debí bajar con mi computadora, pero se que si lo hago ese par podría dejarme aquí solo.
-Puess… me gustaría si tuviera el menú- digo con una sonrisa al mesero con esa voz tan peculiar, pero al levantar la vista quedo mas que sorprendido. Ahora puedo estar seguro que no estoy soñando o pensando que he visto a alguien que se parece a ella.
-Ho… ¡Hola!- digo saliendo de mi estupor -eres tú, no puedo creerlo,¿cuanto tiempo ha pasado? ¿que haces aquí? ¿Como has estado? ¿Que me cuentas de nuevo? -hago movimiento con mis manos para señalarla -contesta esas por ahora- si no fuera porque soy una persona que siempre está sonriendo, diría que ahora sonrío demasiado -pero toma asiento por favor- la invito a la mesa, ni siquiera pregunto si viene con alguien, si se tiene que ir o alguien la espera ya me lo dirá -vaya, sigues igual de enana -digo un poco burlón, pero claro que noto algunas diferencias que hay en ella.

El mesero llega con los menús y nos deja uno a cada uno y al poco tiempo Andy aparece.
-ya siéntate- le digo a su pregunta de si interrumpe - ella es Iskra Nikítovna Plisetsky- la presento a Andy, seguro que sabrá de quien se trata, no es como que mi lista de exnovias sea extensa y menos con nombres como ese - y el es Andrei Mityovinich Kozlov- ahora lo presento a él - soy realmente genial al recordar el nombre de ustedes- comento como si fuera un gran logro, pero realmente tienen nombres demasiado largos - Dima no ha de tardar, se quedó arreglándose - le explico a Andy con una sonrisa gigante en mi rostro.
--por cierto Nik ¿pasaste por la alberca? pensaba que ese te helado ya se me había subido a la cabeza, pero ahora seguro que fuiste tú.

Me miro en el espejo con el cabello suelto, me gustaría dejarlo así, pero con el clima que hay, lo mejor es amarrarlo como de costumbre. Busco una liga entre mis cosas y luego proceso a peinarme. No tardo mucho, hace años que lo hago. Recuerdo que cuando comencé a dejarme el cabello largo, me era algo cansado peinarme, me costaba mucho, pero ahora es algo sencillo.

Busco mi celular para ponerle al corriente de lo que pasa con mis conocidos mientras no estoy, pero me doy cuenta que no tiene batería, así que lo dejo cargando, ya al rato checaré que hay de nuevo.
Salgo de la habitación, me siento extrañamente de buen humor. Entro al elevador y me pongo a tararear una melodía que tengo en la cabeza, creo que es la música del juego que estaba jugando Lucy mientras dormía.

Al llegar al restaurante del hotel, no hay nadie en la entrada para que me lleve a la mesa, así que solo entro y camino para buscar a mi amigo. No es difícil dar con él, no hay demasiados pelirrojos en el lugar, pero en cuanto lo veo deseo solo dar media vuelta y escapar. No está solo, esta con él y con… esa no es mamá ¿quien diablos es ella? Creo que la duda me ha hecho moverme demasiado lento, y veo como Lucy me lanza una mirada y se levanta de la mesa. Se que si intento irme ahora el vendrá detrás de mi y no quiero pasar una escena gracias a él. Con su mirada atenta a mis movimientos me acerco.
-¿y ella quien es?- pregunto directo al pelirrojo.

Me acomode junto a ellos y en cuanto me la presentó, estiré mi mano para saludarla.
-Oh… mucho gusto -esbocé una sonrisa a pesar de la confusión que sentí, ella… es su ex novia, ¿verdad? Debe serlo, no hay muchas mujeres en su historial. Y de hecho, ¿no es la chica por la que estuvo deprimido un tiempo? No estoy muy seguro, pero parecen llevarse muy bien y no quiero arruinar el momento de mi amigo, aunque más tarde me aseguraré de preguntar si es esa chica, y de si es buena idea el encontrarse nuevamente y como si nada hubiera pasado. No me gusta tratar a Luciel como un niño, aunque no lo parezca, a veces tiene más madurez que Dima y yo, pero también sé que se apega mucho a las personas y el cómo sufrió por ella. Estoy un poco incómodo, pero si él decide tomar las cosas de la mejor forma, entonces no tengo derecho a intervenir. Después tendré una buena charla con él, por ahora me acoplare a la situación como si fuera otra chica- eres genial aunque no lo recordarás -le guiñé el ojo y luego miré la carta para ordenar, quiero algo de alcohol también- de acuerdo -sí, obviamente él iba a bajar a cenar con Luciel. Pero no me siento tan nervioso como hace un rato, puede que la presencia de la chica aliviane las cosas entre nosotros, aunque presiento que seremos un estorbo para ellos por cómo se están comportando. Pero conociendo a Dima… también puede que ella empeore el ambiente.

Dima no tardó mucho en hacer su aparición. ¿Por qué no puede tener más tacto? Suspiré resignado y evité mirarlo. Me dan ganas de regañarlo, independientemente de la situación, tiene que ser más educado al dirigirse a un desconocido, aunque de ella seguramente sabe pero… aún así, debería pensar en cómo nos deja a nosotros frente a ella, sobre todo a Luciel.

Sonreí más por ver la reacción de él al verme, creo que hasta mi cara está un poco roja.
-Pff… realmente pensaste que era el mesero -me burlé- han pasado tres años, creo -digo levantando el dedo meñique- he estado muy bien -levanto el dedo siguiente- y, uhm… pues vine a unas conferencias por la universidad… jeje -finalmente bajé mi mano y me senté en la silla de junto- gracias- mi pecho está ardiendo, igual que mi cara. No puedo dejar de mirarlo, ha sido demasiado tiempo el que pasé sin verlo. Fue un error el haber desaparecido nada más así, pensé que él me odiaba por eso y estaba dispuesta a cargar con ello ahora, pero se está portando demasiado amable y eso me hace tener esperanza. De los pocos novios que he tenido o los chicos con quien he salido, él definitivamente ha sido el mejor para mí- ¡mentiroso! he crecido cinco centímetros -dije orgullosa- también me crecieron otros lados -le enseñé la lengua y luego le sonreí, estoy demasiado feliz ahora.

Tomé la carta aunque no la revisé, ordenaré lo mismo que iba a pedir hace un rato.
-Buenas noches -respondí educada, creo que él ya tenía planes con alguien y yo acepté quedarme. Le sonreí y estiré mi mano en forma de saludo- mucho gusto -el chico parece amigable, y si preguntó supongo que no está mal que me quede a cenar. Ordené la pizza y una soda para y le entregué la carta al mesero- tienes buena memoria -dije riendo. En serio no ha cambiado. Su forma de hablar, sus gestos. Parece que el tiempo no pasó por su persona- mmm, ¿sí? Creo, ¿a qué hora? Aunque he andado de acá para allá, solo que no he podido divertirme -hice una mueca al recordar el propósito de mi visita a este lugar- pero si me viste, ¿por qué no me saludaste? Sabes que te habría respondido de inmediato, bobo -inflé los cachetes y sonreí como tonta. Creo que lo veo demasiado. Para mí él es demasiado guapo, tierno, educado, espontáneo. Y así podría pasarme la noche señalando sus cualidades.

La atmósfera cambió cuando una persona más se acercó a nuestra mesa. Wow wow, cuánta hostilidad, pero aún así le sonreí y estiré mi mano para saludarlo.
-Iskra, mucho gusto -ni siquiera pensé en si Luciel  estaba esperando a alguien más, y recién me percato que probablemente él ya tenga una novia y yo me quedé aquí con la esperanza de reavivar algo. Mi cabeza trabaja estúpidamente rápido.

Me rio admitiendo que pensaba que era el mesero, pues no pensaba que alguien se acercaría a mi de esa manera, por lo general soy yo el que has ese tipo de bromas y definitivamente Dima y Andy no son ese tipo de personas.
-Waoo bastantes- sonrío porque ella contesta a mis preguntas, siempre sentí que entre nosotros se desarrollaba una complicidad casi única.

-Claro que la tengo, soy un niño prodigio… aunque ya no tan niño… pero si genial- les digo con orgullo y una son -pues no sé, en la tarde- seguro era ella, creo que ni debí preguntar -bueno es que no estaba seguro, y me vería muy raro saludando a alguien que ni me conoce, hasta yo tengo un poquito de vergüenza con esas cosas- obviamente no es verdad, yo vergüenza tengo muy poca.
Cuando el mesero aparece pido una hamburguesa para mi y de paso pido una ensalada para Dima. Se bien que no le gusta cenar pesado, el pobre suele tener pesadillas cuando come cosas pesadas en la cena.

Dima aparece con su candor tan único y me levanto de la mesa en cuento ella se presenta, tomo la mano de Dima y la llevo hasta la de ella para hacer que la salude.
-el es Dmitry- le comento a ella para evitar que el abra la boca. Lo tomo de los hombros y lo hago sentarse - bien… que les parece si comemos, ya ordené por ti Dima.

La comida es un poco incomoda, aun con mis pedimos chistes rompiendo el silencio, pero el menor de los hermanos tiene un aura demasiado pesada cuando está de mal humor.
-¡ya sé! Juguemos algo con alcohol- tal vez yo detesto la bebida, pero sin duda la manera mas sencilla de sacar el lado bueno de Dima es con alcohol.

Mi actitud no cambia demasiado cuando ella dice su nombre y se presenta, y solo miro su mano sin intención de tomarla, pero Lucy se ha levantado y siento como toma mi mano para que yo corresponda al gesto de la chica.
La miro de arriba a abajo mientras me acomodo. Es linda, pero tampoco me parece la gran cosa, mi amigo merece una mujer mejor, una que lo sepa valorar. Esta de sobra decir que ella no me agrada por lo que le hizo.

Miro que ha llegado una ensalada, tiene algo de pollo, y mi aderezo favorito, Miro a Lucy y le doy las gracias con una sonrisa, el me conoce muy bien. En casa cenaría algo como un cereal o una avena, tal vez un batido verde, pero como tengo un poco más de hambre es que él ha pedido una ensalada para mi.

Miro a la chica de vez en vez, realmente no entiendo que pudo ser mejor como para dejar a mi amigo. Creo que me molesta tanto lo que hizo sufrir a mi amigo que me olvido un poco del odio que debería demostrar contra Andrei.
Mi atención va a mi amigo cuando dice aquello sobre jugar algo.
-¿tu quieres jugar algo con alcohol? -parece que volver a ver a esta chica lo ha puesto peor de lo que pensaba -de acuerdo amigo, juguemos- digo solo para apoyarlo y que así encuentre un poco de apoyo y consuelo -¿pero que jugamos?

Me volví a reír porque la verdad él no es la clase de chico tímido y prudente. No es que sea un desastre o algo por el estilo, pero no tiene mucha vergüenza y a veces actúa por instinto. Creo que por su influencia soy un poco así también.
-Sí, claro -dije burlona, ojalá lo hubiera visto más temprano, tal vez así estaríamos solos ahora. Su amigo no es desagradable ni nada pero… pues quiero estar a solas con él.

Me sentí muuy incómoda cuando el chico recién llegado rechaza mi saludo, y aún más que sea Luciel quien lo obliga a tenderme la mano. ¿Qué le pasa a este? Si mal no recuerdo es su amigo de hace años... Oh, es cierto. Estos dos son los hermanos que estaban todo el tiempo con él, aunque solo logré ver como dos veces al pelinegro, y a Dmitri muy indirectamente.
-Hola, Dmitri -me porté amable como de costumbre, no me gusta demostrar desagrado a las personas aunque lo sean conmigo, aunque mentiría si no admitiera que me ha puesto un poco de malas su actitud.
La cena es bastante incómoda, sobre todo porque él único en hablar es Luciel y yo secundando sus bromas como siempre. Ahora quisiera retirarme, pero.. ¡no, no! no le daré el gusto. Tal vez solo hace falta adaptarse, ¿no? Mejor no lo juzgo y le doy tiempo, aunque con ese mal comienzo no creo poder llevarme muy bien con él.

-Ehh… pero tú no eres muy bueno con eso… ¿no me digas que ya te volviste un adicto? -le miré acusadoramente, no sé qué tanto ha cambiado en estos años. Fue mucho tiempo desde que nos separamos- ¿qué tal “verdad o reto”? -me gustan esos juegos tontos, porque crean situaciones interesantes y a veces relatan algunas verdades entre los involucrados. Bueno, sí, el juego se llama así, daah. Estoy actuando como tonta y todavía no tomo nada de alcohol.
Ordenaron unas bebidas y yo pedí vodka que es lo que generalmente consumo. Aunque mi límite es tres, soy maaaala controlando el alcohol.

Dios, de verdad quiero regresar a la habitación, esta situación es súmamente incómoda. Al menos Dima no dijo nada más fuera de lugar, de repente puede ser muy prudente, pero al observarlo me doy cuenta de la forma tan déspota con que la mira. ¿No puede ser menos obvio? Pero bueno, esos dos mantienen la mesa un poco viva con su tonta charla. Ella es demasiado boba para mi gusto, pero supongo que para alguien como Luciel está bien. No sé si me agrada, intento no inmiscuirme en sus asuntos, él no necesita que le diga sobre lo obvio, pero aún así creo que no estaría mal hablarle luego sobre qué hará después, porque ella es muy obvia con sus intenciones.

Dmitri, un idiota que no sabe tomar y la ex novia, ¿y este piensa en alcohol? Oh, no, esto no va por buen camino.
-¿Estás seguro? No quiero después tener que cargar con ustedes dos a la habitación -con Dima estoy un poco acostumbrado, aunque siempre hace su berrinche de todos modos termina aceptando mi ayuda. Un recuerdo fugaz llegó a mi cabeza al pensar en mi hermano alcoholizado, y sentí un cosquilleo en el pecho- noo… -me reí por la tonta idea de su exnovia. Tengo miedo de las cosas que podría proponer Luciel. Pero Dima parece de acuerdo, y ella igual. Quedaré como el amargado si me sigo negando y la verdad no soy así- de acuerdo, pero nada de desnudarse -me reí por la idea de ver a Luciel bailando sin camisa sobre la mesa. Dmitri tiene esa horrible maña de hacerlo, o simplemente pelear con el primero que se le ponga enfrente. Sigo pensando que es pésima idea, pero aún así acepto porque también pienso que eso disminuirá la tensión entre nosotros- entonces… como tú lo propusiste, empezarás.

Todos parecen convencidos de jugar algo así, lo cual a nuestra edad ya me parece una imprudencia, creo que Dima es el único que se puede salvar un podo, puesto que es el menor.
-soy todo un alcohólico- le digo a Nik guiñando un ojo.

-¿cuando has tenido que cargar conmigo Andrei Kozlov?- pregunto recriminando un poco -claro no que no, solo bailes sensuales y cosas así pero con ropa- bromeo, aunque yo haría ese tipo de cosas sin problema y aquí mismo, se que mis amigos se preocupan un poco mas por las apariencias y obviamente no les gusta mucho ese tipo de jueguitos en lugares públicos.

Corremos con suerte, porque somos Andy y yo lo que pedimos las bebidas, Nik, ya es adulta legalmente pero Dima no lo es, así que técnicamente estamos haciendo un porqueño timo, aunque creo que de todos el que mas resiste el alcohol sería justamente el menor. Así que hay que hacer que tome mas que todos, por suerte conozco la mayoría de sus puntos débiles.
Yo he pedido solo cerveza, porque si tomo algo más fuerte seguro terminare noqueado en poco tiempo. La verdad es que detesto la cerveza, es demasiado amarga, pero al menos no se me sube tanto como otras cosas.
-¿y como se juega exactamente?- pregunto dejando relucir un poco de mi ignorancia en este tipo de juegos.