I'm a fool to want you \Privado\

Recuerdo del primer mensaje :

Ishigaki:

Ya que los Kozlov son mas mi familia que, bueno, pues mi propia familia, se ha vuelto incomodo la manera en que esos dos se ignoran. No pensaba que algo pudiera ser peor que sus peleas, pero que se ignoren, me hace sentir mal.
Me siento entre la espada y la pared, ambos son mis mejores amigos, crecí con ellos. Noté como el amor de Dima iba creciendo, y también como Andy se volvía algo reservado.
No quiero ponerme del lado de ninguno, pero al menos quiero que superen lo que los ha hecho dejar de hablar. No planeo que Andy corresponda a Dima, solo quiero que al menos se atrevan a mirarse de nuevo.
Así que he dejado que mi mente saque a flote sus habilidades para conspirar y tratar de que esos dos al menos vuelvan a gritarse de nuevo.

He invitado a Dima a unos días a la isla de Ishigaki, con el pretexto de que he terminado de testear un juego y necesito relajarme. Y no es que sea una completa mentira, llevo meses jugando el mismo juego solo para reportar todos los errores que me sean posibles encontrar.
No pensaba que fuera a haber muchas personas en el hotel, pero parece que hay un congreso de algo de medicina, hay mucha gente yendo de un lado a otro con esos gafetes colgando de sus cuellos. Solo puedo pensar que es un desperdicio de tiempo estar en este lugar y solo dedicar el tiempo a entrar a conferencias.

Ahora estamos acostados en unos camastros enfrente de la alberca, Dima como siempre esta luciéndose y ya tiene mas de un número nuevo para su agenda, yo en cambio, solo estoy acostado y hasta con mi chamarra puesta, la única diferencia es que no tengo mis tenis, y en lugar de mis jeans tengo unas bermudas. No soy tan bueno exhibiendo mi cuerpo como mi amigo. Estoy tomando un té helado mientras miro como una linda chica se a lanzado al agua y sale con el típico estilo de una chica de James Bond, pero obviamente lo hace para llamar la atención de Dima, aunque nada me prohibe mirar.

Lucy:

-Me gusta ser original, pero lo que siento no cambia aunque lo haga de formas extrañas- siempre he sido de la idea que no necesito testigos o demostrar a nadie lo que siento, mientras yo lo sepa está bien, aun si no reacciono como la mayoría, yo se a quien quiero.

Me rio por la manera en que a lanzado su camisa. Creo que Andy es algo sensual en sus movimientos. Pare ser hombre cuenta con una delicadeza que me gusta.
Sonrío de medio lado por sus palabras, no se porque pero creo que no pude contener esa sonrisa coqueta.
Le abrazo cuando se recuesta y vuelvo a jugar con su cabello, un poco en su nuca y luego bajando mis dedos por su espalda y regresando de nuevo al punto de origen para seguir el mismo recorrido.
-¡oh! ¿en serio eres sensible del pecho?-pregunto recordando ese detalle y buscando llevar mi otra mano para acariciar su pecho -¿como es posible? nunca lo habría imaginado, para mi son los hombros- comento con una enorme sonrisa, aunque la mayoría de mis parejas suelen ignorar eso.
Mis dedos buscan jugar con su pecho y de alguna manera, eso me resulta divertido y comienzo a reír.
- incluso te escuchas lindo - me gusta tocar su cuerpo y escuchar sus reacciones, parece algo tan entretenido y placentero.

Estaba cómodo entre sus brazos y me dejé llevar por sus caricias. Icluso cerré los ojos y sentí tanta calma que pensé en cualquier momento me quedaría dormido, pero luego sacó esa cosa que revele allá abajo.
-No -dije estúpidamente obvio- ¿por qué has tenido que mencionar eso ahora? -me puse nervioso cuando sentí su mano sobre mi piel desnuda, ¿por eso me hizo quitarme la camisa? Esto está muy mal, esa zona me pone demasiado sensible, demasiado- basta Dima -apreté mis labios y cerré los ojos, él me dio su punto débil con tanta naturalidad y yo estoy aquí muriendo de la vergüenza. Este no soy yo. Yo suelo ser coqueto y hasta dominante con mi pareja… pero, pero nosotros no vamos a acostarnos, no tendría porqué actuar así. Sin querer se ha escapado un sonido raro de mi boca- cállate -dije nervioso y aprete mis labios. Pero qué imbécil, debería tener más control como siempre- ¿acaso te preguntabas qué parte de mi cuerpo era más sensible? -tomé su mano para intentar quitarla de esa zona, pero no le pongo demasiada fuerza. Dejé eso y llevé mi boca a su clavícula para dejar un beso sobre su piel y distraerlo. Si quiere jugar pesado, entonces haré que se arrepienta por meterse conmigo. Luego pasé mi lengua sobre su hombro, huele muy bien, creo que me estoy excitando. Me pegué un poco más a su cuerpo y solté otro sonido sin pensarlo, y fue como me di cuenta que las cosas se estaba desviando.

-Espera -dije separándome y echándome a un lado. Dios, no, creo que tengo una erección. Llevé ambas manos a mi entrepierna para cubrir mi evidente humor. Tuve una erección con mi hermano… Dios, ¡tuve una erección por culpa de Dmitry! Lo peor es que el darme cuenta provoca que mi cuerpo siga reaccionando. ¿No se supone que el alcohol disminuye el deseo sexual? No lo sé, pero esto es peligroso. Aún así se siente increíble.

Casi le creo cuando dice que no, pero mi curiosidad me ha ganado y solo para describir que es verdad.
-¿es malo? - no se que tiene de malo algo como es.
Sus reacciones son tan lindas que hacen que no desee detenerme.
- siempre me pronto tantas cosas de ti- desearía saberlo todo, conocer todo lo que le gusta y lo que no.
Me rei cuando sentí ese beso que me ha dado. Resulta bastante agradable ese gesto y no me quedo para nada de ello.
Cuando su lengua se pasea por la piel de mi hombro, mis dedos se entierran en la piel de su espalda debido a lo bien que se siente.

Me pierdo un poco de lo que pasa, pero él se ha separado de mi y pide que espere.
- ¿te sientes mal? - pregunto girando para queda recostado de lado y poder mirarlo. Veo que estira sus brazos y cuando sigo la linea de estos noto que esta cubriendo su entrepierna --no pensé que serías tan sensible- una erección es común en los hombres, así que no le doy importancia. Bueno no tanto así, de hecho me parece que también ahora se ve bastante lindo y quiero seguir tocándolo. Pero mi cuerpo a su costado y lo abrazo y comienzo a dejar besos en su mejilla -tranquilo, a todos nos pasan esas cosas- le digo para que se relaje -eres muy muy hermoso- coloco mi mano en su mejilla para hacer girar su rostro a donde yo estoy y comienzo a dejar besos por todo su rostro, me gusta mucho hacerlo -siempre cuesta tanto no poder tocarte. Hoy déjame hacerlo- mi mano desciende por su cintura y sube poco a poco por su abdomen y de nuevo a su pecho. Mi respiración se a vuelto un poco agitada, pero me siento bastante bien, no quiero que mis manos se detengan, y tampoco quiero dejar de ir regando su rostro con mis besos.

Claro que es malo mencionarlo ahora, ¿qué pasa con su cabeza? Parece que se le olvidan mis preferencias por los hombres. Pero se supone que no debería haber problema porque él es mi hermano, yo no tendría que mirarlo de otra forma mas que fraternal.
-... No -dudé bastante, pero tengo que calmarme. Aunque con su voz saliendo en ese tono tan dulce y sus manos tocándome, es demasiado complicado.
¿Por qué debe ser tan honesto? No, es que precisamente eso me preocupa, que lo que diga sea verdad- puedes preguntarme cuando quieras -admití avergonzado y agitado. Siento que me falta el aire, pero sé que son mis nervios que me hacen perder el control. O el alcohol, la sorpresa, la excitación, algo debe hacerme actuar tan estúpido.

Él de nuevo se escucha preocupado, me gusta que piense en mí. Hoy en la alberca se portó un poco así un par de veces, sabía que no era solo yo intentando ver todo de manera positiva.
-No me hagas mucho caso -deja de mirarme, por favor- ¿y qué esperabas luego de tocar mi punto erógeno? -mi voz suena exaltada. Este niño idiota, no puedo creer que le divierta tenerme a su merced- ¿Dima? -pensé que se sentiria asqueado por esto, estaba preparado para sus típicas frases de desagrado pero… está besándome. Estoy mareado, y no sé si es por el alcohol o por lo que está pasando. ¿Acaso es un sueño? Pero no debería tener sueños eróticos con él. Puse mis manos sobre su pecho y dejé que tocara y besara mi cara. Me gusta mucho, y cerré los ojos disfrutando de sus besos en todas partes- mentiroso -mi cabeza está en blanco, no hay nada ni mucho menos alguien en ella. Solo él, yo y esta extraña situación- Dima, espera -me separé de él y tomé su mano que me estaba tocando- ¿por qué quieres hacerlo? Normalmente me evitas a toda costa -lentamente solté el agarre que tenía a su mano y pasé mis dedos por sus labios- hace un rato preguntaste si te besaría -no puedo contenerme. No se supone que deba descontrolarme si se trata de él, se supone que todavía pienso con lucidez- sí lo haría… aunque siendo tan atractivo no creo que exista alguien que no quiera hacerlo contigo -aquella noche nosotros nos portamos extraños. El me tocó, me abrazó y me beso, y yo también dejé que hiciera todo eso y lo hice también. Las cosas hoy parecen más intensas que aquella vez, y seguramente al otro día no recordará nada de esto.
Espera… ¿de verdad lo va a olvidar? Me sentí herido por la idea de ser el único que cargaría con estos recuerdos, pero de esa forma podremos mantener la relación de antes por lo menos- quiero besarte -me acerqué a sus labios y dejé un beso muy corto, y luego sumergí mi cara en su pecho. No sé qué hacer. Quiero dejarlo hacer todo, que me consienta y me vea solo a mí, pero por otra parte sé que esto empeorá todo, sobre todo la forma en que me he sentido últimamente.

Me rio porque ahora desearía preguntarle todo, absolutamente todo, pero no se me ocurre, solo puedo pensar en sus ojos que me miran de nuevo. Él nunca me había ignorado, pero las ultimas semanas lo hacía. Su mirada esquiva me lastimaba tanto que no podía hacer nada mas que huir para que nadie viera lo afectado que estaba.

Suelto una risa por lo que dice, realmente parece una persona demasiado pudorosa. La verdad es que a mi esos detalles nunca me avergüenzan.
- no te enojes conmigo, yo solo estoy feliz- mi dulce sonrisa que tengo en los labios se vuelve un poco mas grande.
-yo no sé mentir, solo se ocultar las cosas - explico y como lo pide solo me detengo y le miro, ¿lo he hecho enojar? - porque si no lo hago todo el mundo va a notar lo que estoy guardando- sonrío cuando siento su mano en mi rostro - soy muy atractivo ¿cierto?- pongo una sonrisa de medio lado, porque siempre me gusta escuchar que alguien diga ese tipo de cosas sobre mi.
Sus labios tocan los míos y yo solo sonrío como un idiota.
-son suaves - elijo ese adjetivo para describir sus labios y dejo varios besos en su cabeza y vuelvo a jugar con su cabello -¡Yo te quiero tanto! Que casi siempre me duele aquí- doy una palmada en la parte alta de mi pecho casi llegando a mi cuello - pero hoy no duele ni un poquito- hay alegría en mis palabras, este es uno de los mejores momentos que he pasado. Este grado de felicidad no es algo que yo pueda experimentar.

Mi mano busca su mentón y lo hago subir su rostro, y vuelvo a besar cada espacio en su rostro mientras acaricio con mi dedo pulgar sus suaves labios.
-al final nunca logré protegerte de nada, ¿me perdonas?- mi voz tiembla un poco por mis sentimientos de tristeza -perdoname- ahora voy directo a sus labios para dejar un suave beso --por favor me tienes que perdonar por no poder salvarte- mis ojos arden y luego de dar un parpadeo un par de lagrimas se escapan, pero yo solo busco de nuevo sus labios, en un beso delicado de nuevo, pero un poco mas largo.

Sus respuestas son muy confusas para mí. No solo porque a diario sus acciones demuestran todo lo contrario, es porque habla por fragmentos, de una forma muy rara.
-No tienes que ocultarme nada, ¿sabes? Antes teníamos mucha confianza, ¿no es así? Hasta nos bañábamos juntos -me vino una dulce imagen a la cabeza. Recuerdo que al principio me pareció raro hacer todas esas cosas con él, porque en la primera casa nunca tuve un contacto tan íntimo con los que se suponía eran mi familia. Pero su dulzura me atrajo muy rápido y empecé a cumplir cada uno de sus caprichos.

Después de besarlo asentí con la cabeza. Sí, es demasiado atractivo, tanto que me resulta insoportable porque cada día es más difícil ignorar ese hecho.
Solté unas carcajadas por la manera de jugar. Estoy excitado pero también divirtiendome, esto no tiene ningún sentido. Pero con él nada lo tiene, todo son contradicciones y pensamientos incompletos.
-Yo te amo -dije mirándolo, y sonreí cuando expresó felicidad. Sí, lo amo, es mi preciado hermano. Las cosas que hicimos juntos, esa compañía inigualable y la manera tan dulce de tratarme desde que llegué aquí- me gusta Dima más que cualquier cosa -la frase salió sola de mis labios. No lo pensé, fue algo automático que ni me molesté en analizar después. Empiezo a sentirme confundido. No la confusión sobre por qué mi cuerpo reacciona a sus caricias, o por qué tengo el deseo de besarlo y de tocarlo, es algo más pesado que eso.
Todo se tranquilizó y cerré los ojos esperando que me besara de nuevo. Pensé en mí mismo como alguien despreciable que toma ventaja incluso de su hermano.Pero ahora es como si fuera él o nada, como si pudiera hacerlo ahora mismo o simplemente parar y charlar de todo. Esto es muy difícil de entender.
-¿De qué hablas? -abrí mis ojos y le miré confundido, más que hace un momento. Otra vez ese sentimiento pesado, demasiado para poder soportarlo- ¿Dima? -no comprendo lo que está pensando, ¿son alucinaciones de un borracho? Cerré mis ojos y lo besé lento y prolongado. Y sin pensar mi lengua comenzó a querer más, pero a diferencia de siempre, dejé que naturalmente se adaptara a su boca, tomándose el tiempo necesario, y aguantando ese nudo en el pecho que sentía a punto de explotar.

Lo necesito, siempre lo necesito conmigo. Solo él puede ayudarme a olvidar el agujero en el que me hundo diariamente. Las pesadillas, la sensación de asfixia y el miedo de no poder escapar por ningún lado, solo él puede hacer que olvide todo lo malo.
-Dima, estoy sucio -permanecí con los ojos cerrados y llevé mi mano a mi entrepierna por encima de la ropa- soy asqueroso, Dima -mi aliento suena entrecortado. Me estoy ahogando, y al mismo tiempo deseo que él me tome por completo. No entiendo porqué comencé a tocarme, y abrí los ojos para verlo frente a mí- lo siento, Dima, solo sirvo para esto -me reí y dejé un beso corto en sus labios, y apreté tan fuerte mi erección que solté un quejido de dolor. Miré mi mano confundido, no sé qué está pasando, o si estoy soñando- Dima, ¿por qué siempre te disculpas conmigo? -me acomodé más cerca de él y puse uno de mis brazos bajo mi cabeza- ¿no soy yo quien debería pedirte perdón por depender siempre de ti? -mis ojos siguen mirando mi mano- Dmitri, me gusta mucho tu nombre. Dmitri -sonreí y cerré de nuevo los ojos, dejando que mi mano alcanzara su pecho.

Pensar en nuestra niñez me hace sonreír casi en automático, pero al mismo tiempo los malos recuerdos se tienen que hacer presentes. Duele recordar el pasado cuando se trata de él.
-Por que yo nunca quería separarme de ti, ni siquiera para bañarme- la verdad  es que temía dejarlo solo al menos un momento del día, pero nunca pude estar a su lado todo el tiempo, no importaba mi esfuerzo porque siempre terminaba fallando.

Algo explota en mi pecho, es como avanzar un nivel mas en felicidad.
-Y yo a ti, cada segundo de mi día lo hago- se siente bien no tener que callar lo que realmente siento, es como liberar un peso en mis músculos, tan liberador que siquiera hacerlo todo el tiempo.
Sus palabras no hacen mas que aumentar mi felicidad, creo que es imposible que sea verdad, debo estar solo soñando porque se que para Andy solo hay una persona y no soy yo, pero voy a disfrutar de esta fantasía que se vuelve mas y mas perfecta.

No contesto a su pregunta, solo quiero sentir sus labios. Incluso cuando sentir su lengua moviéndose entre sus labios no me negué, solo abrí ligeramente mi boca. Mi corazón sigue emocionando y cada vez un poco más. Nunca me he permitido ser feliz desde hace tiempo, al menos no una felicidad tan pura como esta.
Me confunde lo que dice y las acciones que realiza, pero no me desagrada, para nada, ni siquiera un poquito, y siento como un remolino de emoción en mi estomago como mi cuerpo comienza a reaccionar, pero luego el se lastima.
--¿pero que haces?- pregunto indignado y molesto -¿por que te lastimas? ¡No lo haga! ¡Nunca, nunca, nunca!-  exclamo un poco frustrado - lo hago porque no pude cuidarte- me siento tan preocupado por lo que acaba de pasar que contesto su pregunta aun alterado.
El sigue hablando algo sobre mi nombre pero sigue mirando su mano, así que la tomo le doy un beso y lo envuelvo en un abrazo girando para quedar encima de él.
-si tu eres todo eso que dices ¡que soy yo?- le pregunto dejando que mire a mi entrepierna. Mi erección esta desapareciendo por lo preocupado que me siento, pero aun se nota.

Me siento feliz, pero quiero que nuevamente él no quiera despegarse de mí, no solo ahora. Lo he anhelado por tantos años que ya no sé ni lo que pienso de él, simplemente no puedo dejar de seguirlo. Estas semanas sin siquiera mirarnos fueron como un infierno. Intenté llenar mi cabeza de trabajo para no pensar o caer ante él. Y no puedo olvidar fácilmente la forma en que me dijo que me odia, creo que hace mucho no lloraba tanto por algo.

Pero ahora las cosas cambiaron radicalmente, y cuando le dije que lo amo él ha correspondido. El amor es muy complejo, hasta ahora pensé que solo tenía capacidad para amar a mi familia de manera fraternal, y ese amor apasionado solo podría compartirlo con mi padre en ese lazo único e irrompible. Pero entonces, ¿qué siento por Dima? Me pone triste no poder tener una buena relación, pero apenas muestra un asomo de ternura, yo me emociono y me dejo llevar hasta dejarle en claro que no importa lo cruel que llegue a ser conmigo, le perdonaré cualquier cosa que me haga. He pensado que no tengo mucha dignidad cuando me apego demasiado a alguien, por eso mis relaciones las acorto lo más posible.
-Yo te amo más -de pequeños competimos por ver quién quería más al otro, y de ahí desencadenamos algún otro juego producto de la imaginación de los dos. Los momentos con Dima eran mágicos. Él era un niño muy protector. Era raro que a veces quien narraba cuentos, contaba chistes o hacía alguna cosa para alegrarme, era él. Pero ¿de qué quería protegerme?

Su lengua dentro de mi boca aumentó la temperatura de mi cuerpo. Me siento mal, tan culpable de algo. No debo hacer esto tan despreciable con él, no con Dima. Pero de todas las personas él ha sido el más inalcanzable para mí. No sabía que lo quería de esta forma tan sucia.

Abrí mis ojos confundido y agaché la mirada como un niño recién regañado.
-Lo siento -me disculpé con él. Yo tampoco sé porqué lo hice, tal vez… no, no tengo idea. Negué con la cabeza con insistencia- tú siempre me cuidaste. Yo solo supe ser un hermano mayor incompetente, así que no te disculpes. En lugar de eso… ¿puedes continuar queriéndome? Te extraño demasiado, cada día. Tengo envidia incluso de la cercana relación que tienes con mamá, de Luciel, y hasta esas mujeres que no vuelves a ver. Yo también quiero ser parte de tu vida -apreté los labios y le miré a los ojos. Mis pensamientos se cruzan, actúo conforme al presente y luego regreso al pasado. Soy un niño molesto y un adulto inútil, pero ambas partes de mí desean lo mismo. Estar con él.
El beso y el abrazo me tomaron desprevenido, pero más el notar que él reaccionó casi como yo.
-Eso… -desvié la vista avergonzado, pero quiero tocarlo. Le miré directamente a los ojos nuevamente y deslicé mi mano hasta su entrepierna. Me siento raro, como si algo dentro de mí se disparara- no sé qué hacer, Dima, me estás volviendo loco -ni siquiera sé quién soy o qué es real. Con papá todo es estabilidad, con mis amantes mi cabeza ni siquiera se da la oportunidad de pensar, pero con él mis recuerdos y sentimientos se cruzan. A veces pienso que los momentos que hemos compartido son solo un producto de mi cabeza, ahora mismo podría estar solo aquí. Lo quiero todo para mí, tengo miedo, siento alivio, quiero que me toque y no quiero ensuciarlo. Basta, ¿es que no puedo simplemente tenerlo un momento sin que todos mis sentimientos se vayan al extremo?- hoy no te vayas, no quiero dormir solo - le pedí suplicante y luego estiré mis brazos para que dejara caer su peso sobre mí.

No, el no me ama, imposible que lo haga. Solo tiene ojos para él, los recuerdo siendo cariñosos el uno con el otro, demasiado descarados llegaron a ser, como si no les importara que otros los pudieran ver.  Yo pensaba que papá era un monstruo pero al final Andy siempre buscaba sus brazos, se alejaba de mi para ir con él, aun si yo lo deseaba proteger Andy lo elegía siempre. Yo nunca fue elegido…
-realmente no, yo lo hago más- no tengo duda de eso.

-nunca lo puedo dejar de hacer, aunque no lo parezca yo siempre te estoy queriendo -digo acariciando su mejilla con cuidado tal que apenas y le toco.

No esperaba que el fuera a tocarme, y todos los músculos de mi cuerpo se tensan de inmediato y ahogo un jadeo midiendo mis labios.
-entonces enloquezcamos juntos- cada vez descubro que mis sentimientos por el van mas allá. Pensaba que solo no podía dejar de querer al hermano que llego a mi vida, pero ahora estoy seguro que no se trata de algo tan simple. Yo lo he amado desde el primer momento hasta ahora, cada día me consume este inmenso amor por él.

Dejo que mi cuerpo caiga con cuidado sobre él. Mis manos le toman por el cuello y parte de las mejillas, y muevo mi cabeza para que sepa que me quedaré con él.
Besar a un hombre, era algo que me resultaba asqueroso, la idea de pensar en él con sus amantes me causaba repulsión, pero ahora entiendo que lo único que siento son celos. Celos que me llevan a intentar golpear a alguien que le sonríe. Yo siento mi sangre arder de solo pensar que el pueda estar con alguien que no sea yo. Lo quiero solo para mi, quiero ser él único para él.
- te amo - decir esas palabras duelen, porque por primera vez las digo sabiendo el significado real, no es el te amo que le dije hace un rato, no, este esta impregnado de todos mis deseos y frustraciones causadas por él.

Busco sus labios, quiero seguir besándolo y conocer cada minino detalles de sus movimientos, quiero complementarlo en cada beso, y que sienta como mis labios queman por amarle como le amo.
Quiero que mis manos borren de su cuerpo cualquier caricia ajena.
Me siento lleno de pasión y al mismo tiempo hay una sensación de impotencia, porque temo que mis manos o mis labios no sean suficientes para él. No quiero pensar que aun así regresará a él. Yo no podría soportar ser desplazado de nuevo por él. No quiero notar esa mirada triste en sus ojos cuando el no lo mira, no quiero ser solo algo insignificante para él, porque para mi Andy lo es todo. Odiarlo cuesta tanto, duele enmascarar mis sentimientos con las espinas afiladas para que nadie descubra mi corazón.
Todas las emociones estallan en mi pecho y siento como de nueva cuenta escurren lagrimas de mis ojos.

Es por cómo me trata que yo no puedo negarme a ese instinto que me impulsa hacia él. Si me hubiera rechazado podría haber tenido bajo control estos sentimientos. Fui consciente de ello hace tiempo, pero los oculté a tal grado que me convencí de tener otro tipo de amor por él. Quiero tocarlo, que me toque, besarnos. Quiero que me haga el amor, y la sola idea me hace sentir demasiado avergonzado. No solo es mi hermano, también es menor. Pero la imagen de ese niño que conocí no la puedo ver más, frente a mí está un hombre dominante, y mi piel se eriza por la manera en que me mira.
Comencé a besarlo y dejé de pensar en lo que está bien o mal, el sentimiento de tenerlo sobre mí no se compara a ningún placer que he experimentado antes. Esto es nuevo, me quema tanto que me asusta que todo pueda consumirse en un instante, pero no me importa salir lastimado, al menos no ahora.

-Te amo Dmitry -no puedo llamarlo como acostumbraba, porque en este momento las cosas cambiaron para nosotros. No pensé que sus sentimientos por mí fueran tan fuertes, siempre tomé en cuenta el rechazo y el desprecio y buscaba las excusas más absurdas para justificarlo. Tenía miedo de él, y de mí cayendo enamorado de quien no tengo permitido.
Lo siento, papá.
Sus manos recorriendo mi cuerpo me hacen soltar un gemido, con el alcohol dando vueltas por mi cabeza ya no sé si tenga la capacidad de detenerme. Sentí húmedo en mi mejilla y abrí los ojos para verlo, y pasé mi pulgar por su mejilla para quitar esa lágrima. ¿Por qué lloras? No quiero que se arrepienta, pero yo también tengo mucho miedo de estos sentimientos. Desde el inicio hemos estado atado al otro, y rápidamente pasan un montón de recuerdos por mi cabeza.
Mi mano bajó hasta su entrepierna a causa de esa sensación de culpa y deseo, y no dude en tocarlo con insistencia.
-Quiero ser tuyo por completo -apenas pude susurrar porque el aire siento que se me escapa. Si es él podré, si es con él creo que dejaré todo atrás. No, tal vez desde el inicio fue así, ¿no? Realmente, ¿a quién le pertenezco? Tengo mucho miedo, pero no me importa si termino de romperme.

El sonido de la puerta me hizo abrir los ojos y detener el movimiento de mis manos. Las paredes no son delgadas como para transmitir el sonido de junto, alguien entró.
-¿Mamá? -susurré asustado y le hice a Dima moverse de . encima. Es la única persona que podría entrar. Mis manos temblaron al intentar abrochar mi pantalón y cuando estaba por levantarme, la persona encargada de la limpieza entró a donde nosotros estábamos- ¿qué diablos hace aquí? -mi voz suena agitada, no puedo creer que entrara sin aviso. Él comienza a disculparse y dar excusas que no me preocupo por escuchar, por un momento pensé que era mi madre y el pánico me levantó en un segundo de la cama.
Luego de que se fue me tiré cansado sobre la cama.
-Qué carajo -solté una risa y me giré para verlo- creo que deberíamos dormir -no puedo seguir, esto es demasiado pronto, todavía no termino de entender y aceptarlo- dormiremos juntos de nuevo -mi cuerpo se enfrío por culpa del miedo, pero eso es una gran ventaja ante la situación. Empujé la sabana con los pies y luego la jalé para cubrirnos. Me acurruqué junto a él y cerré los ojos. Extrañaba esto más que cualquier cosa.

Todo esto no parece ser mas que un sueño, por lo irreal de toda esta fantasía, pero un sueño no podría lograr que mi corazón lata con la fuerza de ahora, no podría tener la certeza de que sus labios son suaves o de que puedo sentir bajo mis manos en cada caricia.

Yo no puedo mas que poner atención a él, ni siquiera escucho el sonido de la puerta, pero me hago a un lado cuando el me mueve. Yo solo me quedo recostado y noto como alguien ha entrado. Mientras ellos intercambian algunas palabras yo solo me quedo esperando.
Cuando se va el solo dice que hay que dormir, ¿que se piensa que soy? Un juguete el cual se apaga y enciende a su antojo. Pero mis reclamos se quedan en el silencio cuando el parece un poco emocionado por la idea de dormir juntos.
Luego de que coloca la sabana sobre nosotros, lo abrazo, pero no me duermo.
Espero a que el se quede dormido, y me levanto de la cama, tomo mi camisa del suelo y me la pongo para salir de la habitación. Camino unos paso para regresar a mi habitación. Comienzo a sentir el peso de mis acciones y se que si entro ahora, Lucy podría verme y saber que algo ha pasado y no se rendiría hasta hacerme hablar y no quiero hacerlo.
Al final solo salgo de nuevo al área de la alberca y meto mis pies al agua mientras me siento en la orilla.
En mi cabeza hay pocos recuerdos claros de lo que ocurrió la vez anterior, por eso hoy no quiero dormir, si lo hago, creo que podría volver a olvidar. Aunque la idea de ser consciente de todo esto me asusta, no quiero olvidarlo, no quiero olvidar esa felicidad que he experimentado.
Termino vagando toda la noche por el hotel sin saber que hacer, no tengo idea de como actuar cuando lo vea, pero si es verdad que me ama como dijo, yo… no puedo ignorarlo.

Abrí los ojos y sentí un poco de molestia por la luz del sol. Me quedé acostado mirando hacia la ventana esperando despertar por completo o volver a dormir. Me giré hacia el otro lado, me di cuenta que estaba acomodado dejando junto a mí un espacio, cuando usualmente ocupo el centro de la cama. Sentí una punzada en mi cabeza y el olor a alcohol me dio una sensación leve de náuseas.
-Dima… -dormitado pronuncié su nombre y lentamente me senté en la cama. Los recuerdos comenzaron a llegar y me quedé esperando que saliera de algún lado, pero no está. Se fue, no sé si anoche o apenas hace un rato. ¿Cómo debería interpretar eso?
Luego de unos minutos me levanté para ir a enjuagarme la boca y quitarme ese sabor amargo. Mi corazón comenzó a latir más rápido al recordar las cosas que hicimos. No fue un sueño, estoy más sobrio ahora y no tiene caso negarme a mí mismo lo que perfectamente puedo recordar.
Abrí la regadera y me fui quitando la ropa que restaba, toqué mi pecho y mi parte baja sintiendo pesadez en el estómago y el pecho. Solté un suspiro y me mojé la cabeza para no tener esa clase de pensamientos tan temprano.
Hace mucho que no duermo como lo hice anoche. Generalmente tengo pesadillas o sueños extraños. Unas veces los recuerdo y otras solo me queda la sensación de miedo y vacío. Pero hoy no hubo nada, y a pesar de que tengo un dolor de cabeza y náuseas por el alcohol, no me siento cansado.
-¿Qué haré…? -no tengo idea de qué hacer, ni siquiera puedo ordenar mis pensamientos. Sus besos, sus caricias y esa frase que al recordarla me hizo sentir muy nervioso. Yo también dije muchas cosas. Me siento mal de repente, tengo mucho miedo de salir y darme cuenta que de nuevo él lo ha olvidado. Ni siquiera sé si quiero que recuerde o prefiero actuar como si nada hubiera ocurrido. No, no quiero, no podría soportar de nuevo su indiferencia después de lo que sucedió. Pero todo esto está muy mal, él es mi hermano menor. Estoy traicionando a mi padre, también a mamá. Pero no puedo detener este calor en el pecho, y quiero más, quiero verlo.

Salí de la ducha y busqué algo de ropa limpia. Abrí las ventanas para que ese mal olor se saliera, y esparcí un poco de aromatizante por la habitación.
Me tumbé en el lado de la cama donde él estaba y aspiré el aroma. ¿Qué es este sentimiento? Tengo miedo de verlo, de ser tan obvio en mis reacciones. No sé exactamente porqué siento cosas tan fuertes por él, no tiene sentido. Yo no podía enamorarme, ¿no es así? Lo tenía prácticamente prohibido y ni siquiera recuerdo desde cuándo o porqué. Pero ahora todo es tan pesado. Tengo dudas, miedo, y también me siento feliz y dichoso. No puedo aceptarlo, pero quiero. Sentir esto que hace mucho no experimentaba es una satisfacción inimaginablemente agradable.

Me levanté y tomé mi celular para marcarle a mamá. Ella… seguramente no se imagina la clase de cosas que le hice a Dmitry. Me siento culpable, tengo miedo de verla.
“Desayunemos juntos.”
No estoy listo para enfrentarlo, aunque si ella lo llama también, seguramente y aunque esté muy nervioso, seguiré feliz.
Cubrí mi mano y sentí mi cara arder ligeramente.
-No puedo creer que no me di cuenta antes.

Luego de un rato terminé en el bar del hotel, pedí algo de comer y agua buscando que lo que queda de borrachera en mi se baje. Aun así siento que mi ropa apesta, y creo que debería darme un baño. Aun ni siquiera sale el sol, pero yo me encamino a mi habitación, no puedo evitar mirar la de Andy. La idea de solo regresar y recostarme a su lado parece tan tentadora, pero no se como enfrentarlo. No se como debería reaccionar al despertar a su lado. Pensarlo me emociona y me asusta un poco, ¿y si vuelvo a ser el idiota de siempre?
Resignado doy la espalda a su puerta y entro a mi habitación. Pero de inmediato noto que algo hay muy diferente a lo habitual.
-Deminios Luciel, ¿no podias mantenerlo en el pantalon? - me quejo en un susurro para no despertarlos y solo voy a mis cosas para tomar algo de ropa y salgo de la habitación.
Bajo a la recepción y pido una habitación libre, la verdad solo quiero utilizar el baño y ya, pero creo que necesito algo de privacidad. Ahora con mi llave voy a la nueva habitación y entro al baño. Me meto en la tina y pongo algo de música en mi celular, poco a poco me voy sumergiendo hasta tener mi cabeza dentro también y mirar como el mundo se deformas al verlo desde dentro del agua, aun así siento algo de alivio. Luego de algunos segundos salgo necesitado de agua y me siento debilitado, no se si por mi ánimo, mis pensamientos o la música.


Solo me quedo un rato más, y termino de bañarme. Salgo de la tina y sigo mi rutina normal de cuidados y no se si como tortura o necesidad sigo repitiendo la canción varias veces más.
Pienso en dormir un rato, creo que ya no es peligroso, no hay manera de que pueda pensar que lo que ocurrió es solo producto de mi mente. Pero ya es de mañana, si duermo ahora, no despertaré hasta la noche y la verdad quiero verlo, no se que haré, o que diré pero quiero verlo.

Recibí respuesta de parte de mamá y me adelanté a bajar al restaurante. Necesito caminar un poco para calmar mi cabeza antes de verla. Me da un poco de vergüenza estar con ella ahora, tengo la sensación de estarle haciendo algo realmente malo. Solté un par de suspiros y saqué mi celular, comencé a pasar mis contactos y me detuve en su nombre.
-No sé si mamá le ha avisado -por supuesto que lo hizo, pero aun así comencé a escribir y al final era un texto corto y claro: “mamá dice que desayunemos todos juntos”. Detuve mi paso y borré el mensaje. Caminé un poco más y me senté fuera del hotel cerca de una fuente, y de nuevo comencé a escribir.
“Tenemos que hablar, baja antes de que mamá venga”
“Mamá quiere que desayunes con nosotros”
“¿Dónde dormiste? Por lo menos me hubieras avisado antes de irte”
“Mamá está esperando abajo en el restaurante, por favor baja rápido”
“Olvida lo que pasó anoche”
“Desayuna con mamá, los alcanzare luego”
“Quiero verte, ¿estás con Luciel ahora?”

No sé cuántos mensajes escribí y borré mientras estuve ahí sentado. No sé qué decirle. ¿Qué hará él? Si se hubiera quedado yo sabría cómo reaccionar, pero no sé qué va a hacer y tengo miedo de quedar como idiota.

“Ven a desayunar con nosotros. Te espero abajo en la fuente”

No, debería decirle mejor que nos vemos en donde vamos a almorzar.
Sin pensarlo presione el botón de enviar y me puse nervioso apenas se mandó el mensaje. Tal vez sigue durmiendo, o tal vez ya está con mamá en el restaurante, aunque ella todavía iba a terminar de arreglarse, tengo un poco de tiempo antes que baje. Pero ¿tiempo para qué?
Guardé mi teléfono y me quedé ahí sentado viendo la gente pasar. Debí haber escogido un sitio con menos personas. ¿Qué voy a decirle? Estoy nervioso. Me levanté y comencé a caminar de un lado a otro, repasando en mi cabeza cómo iniciar una conversación normal.

Miro en el espejo como luzco, mis ojos están un poco hinchados y rojos, mi piel se ve un poco reseca por todo el alcohol, y no puedo entrar a la habitación por mi creo ya que Luciel esta con su amiguita... idiota Luciel.
Me siento enojado con él, ¿Como puede perdonarla así como si nada? pero siempre he sabido que el es mucho mejor persona que yo, así que no debería sorprenderme.

Al final pienso que tal vez solo debería quedarme y dormir, estoy pensando mucho en lo de Lucy solo para evadir lo que realmente me preocupa. Si lo veo, no se como voy a comportarme, no quiero ser el idiota de siempre, pero y si sus palabras no eran ciertas. Yo lo amo tanto que saber que no podría jamás ser mío me volvió la persona desagradable que suelo ser. Mi siento en la cama mirando mis manos que anoche tocaron su piel, estoy nervioso, jamás una sola mujer me ha hecho perder la seguridad de en mi, pero Andy descontrola todo.
Si, lo mejor es evitarlo, no se si podré verlo y soportar que todo haya sido algo de un momento.
Mi celular vuelve a sonar, he ignorada a mamá desde hace rato, y debe ser ella de nuevo, pero aun así reviso solo por la costumbre y veo su nombre. Hace tanto que su nombre no aparecía en mi pantalla. Siento como mi estomago se hace pequeño.

Dejo caer el celular, no quiero leer lo que hay en ese mensaje. Como siempre estoy actuando como un cobarde, siempre soy engreído y prepotente, pero al final siempre reacciono como un cobarde. Giro en la cama para quedar boca abajo y así ahogar el grito que sale de mi boca por la frustración. Creo que mi cara ha enrojecido y se saltado una de las venas en mi sien. Grito hasta que necesito mas aire y cansado giro mi cara y miro el celular. Abro el mensaje... Me levanto de golpe, y solo salgo de la habitación hacia el elevador. Mi intención era correr, pero al ver personas en el pasillo tomo una actitud mas calmada, aunque no puedo sentir nada mas que ansias.
Llego a la planta baja y salgo con prisa, he empujado a alguien pero ni me disculpo ni me preocupo por sus protestas, solo sigo caminando con prisa. Miro la fuente, hay tantas personas, ¿donde está él? rodeo la circunferencia de la fuente buscando a Andy. Detengo mi paso a unos metros cuando lo veo frente a mi. Solo me quedo quiero, no se si decir hola, cuando acercarme, me siento demasiado inseguro con todo.
-An...dy- le llamo con dudas y pienso que tal vez solo debería huir, aun puedo hacerlo.