I'm a fool to want you \Privado\

Recuerdo del primer mensaje :

Ishigaki:

Ya que los Kozlov son mas mi familia que, bueno, pues mi propia familia, se ha vuelto incomodo la manera en que esos dos se ignoran. No pensaba que algo pudiera ser peor que sus peleas, pero que se ignoren, me hace sentir mal.
Me siento entre la espada y la pared, ambos son mis mejores amigos, crecí con ellos. Noté como el amor de Dima iba creciendo, y también como Andy se volvía algo reservado.
No quiero ponerme del lado de ninguno, pero al menos quiero que superen lo que los ha hecho dejar de hablar. No planeo que Andy corresponda a Dima, solo quiero que al menos se atrevan a mirarse de nuevo.
Así que he dejado que mi mente saque a flote sus habilidades para conspirar y tratar de que esos dos al menos vuelvan a gritarse de nuevo.

He invitado a Dima a unos días a la isla de Ishigaki, con el pretexto de que he terminado de testear un juego y necesito relajarme. Y no es que sea una completa mentira, llevo meses jugando el mismo juego solo para reportar todos los errores que me sean posibles encontrar.
No pensaba que fuera a haber muchas personas en el hotel, pero parece que hay un congreso de algo de medicina, hay mucha gente yendo de un lado a otro con esos gafetes colgando de sus cuellos. Solo puedo pensar que es un desperdicio de tiempo estar en este lugar y solo dedicar el tiempo a entrar a conferencias.

Ahora estamos acostados en unos camastros enfrente de la alberca, Dima como siempre esta luciéndose y ya tiene mas de un número nuevo para su agenda, yo en cambio, solo estoy acostado y hasta con mi chamarra puesta, la única diferencia es que no tengo mis tenis, y en lugar de mis jeans tengo unas bermudas. No soy tan bueno exhibiendo mi cuerpo como mi amigo. Estoy tomando un té helado mientras miro como una linda chica se a lanzado al agua y sale con el típico estilo de una chica de James Bond, pero obviamente lo hace para llamar la atención de Dima, aunque nada me prohibe mirar.

Lucy:

No puedo creer que admita que se acostaria con la exnovia de su amigo, pero bueno, no quiero poner tanta atención a eso que de alguna forma me ha molestado más que solo un poco. Sé que Luciel tal vez sabía la respuesta, pero todavía pienso que fue demasiado imprudente de su parte. Mi culpa por hacer semejante pregunta. Del enojo tomé todo el contenido del vaso e hice una mueca, creo que eso no fue buena idea, pero aún así sirvo más alcohol en mi vaso.

El siguiente turno es de la chica y yo aprovecho para comer un poco, si sigo bebiendo sin tocar mi comida, me irá mucho peor.
-Qué confianza la tuya -dije riendo. Me pregunto si es así de arrogante o solo evitó responder la verdad. Doy un trago chico a mi vaso y cuando miro el salero, bajo el vaso de golpe- tiene que ser una broma -no sé porqué diablos solo Dima y yo tenemos que cumplir los estúpidos retos- ¿se dan cuenta que a Luciel no le ha tocado ni una sola vez? Deberíamos ponerle uno por tener tanta suerte -me reí y espere que ella me dijera qué hacer. Ay no, ambas opciones son nefastas. No me acercaré a un extraño en este estado, pero decir el nombre de Ivan luego de lo que sucedió con Dima… estúpida chica, ¿tenía que ponerme algo tan complicado? Mire a mi alrededor para buscar alguien que no se viera tan difícil de abordar- reto -hay un chico de cabello blanco a unas mesas de la nuestra. Es raro, Dima era el único que conocía con ese tono e inevitablemente me sentí interesado- no, perdí -¿qué estaba por hacer? No puedo estar molestando a los otros clientes. Lleve mi vaso a la boca y di un muy largo trago. Estoy ligeramente mareado. Al girar el salero decidí que el próximo reto sería muy bochornoso en venganza por ser un objetivo constante. Si pide reto le diré que vaya a la barra y le diga al mesero que es muy atractivo, y verdad… oh sí, el nombre de la persona que más le gusta. Pensé eso con la esperanza de que por fin le tocara un turno a Luciel.

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'Dados' : 3

Me sigo librado de los retos y preguntas, pero para nada me hace feliz la respuesta de Dima, siento que casi puedo escuchar lo que esta pensando. Se bien que si le digo que con ella no, pues simplemente no lo haría, pero Dima es demasiado mujeriego y ha contestado con sinceridad.
-¡soy yo cierto?- comento en broma- te acostaste conmigo mientras jugaba- digo tomando muy literal la pregunta para que el animo no se ponga raro de nuevo.

Giro los ojos por la vanidad de mi amigo, suelo tolerarlo bien, pero con Nik presente me siento un poco incomodo. Creo que son mis traumas porque las chicas que me gustaban terminaban enamorada de él. Se que No es que el quisiera quitármelas… digo, yo jamás mencionaba cuando alguien me gustaba, si lo hubiera hecho tal vez el me habría alentado a dar el primer paso. No es mal amigo, solo diferente.

Me crea dudas lo que ella contestará, obviamente no puedo ser yo, de mi solo puede recordar al tipo flacucho que era su novio. Creo que por primera vez tengo ganas de presumir mi cuerpo.
Rio cuando ella da su respuesta y me siento aliviado.
De nuevo es el turno de Andy, y sonrío por librarme de nuevo.
-Jaaaa, no me quieras arrastras contigo- parecía decido a hacer ese reto, pero al final decide perder.
No puedo contener una risa burlesca cuando el salero pasa de mi de nuevo.

-Tss- emito el sonido cuando ella da su absurda respuesta, realmente que manera de matar el ambiente. Vuelvo a tomar. Este maldito juego me esta haciendo tomar demasiado rápido, comienzo a sentir como los efectos del alcohol comienzan.
-¡Bien no me tocó!- digo bastante animado y sonriendo, porque al fin me libraré de tomar al menos en este turno. Apoyo mis codos en la mesa y mi cabeza entre mis manos para mirar a Andy esperando que elija.
Apere pensarlo de demasiado, y de repente me siento tenso, no puede ser quien yo creo, el se la ha pasado haciendo demasiados viajes. No puede, no quiero escucharlo, él no sería capaz de decirlo ahora.
No se si me siento aliviado porque eligió reto, y me siento peor porque me he quedado con la incertidumbre… ellos son amantes desde hace años, supongo que él sería la obvia respuesta.

Bajo mi mirada a mi vaso y lo bebo de golpe como lo he hecho toda la noche. Me tardo unos segundos en notar la tapa del salero apuntando.
-tiene que ser broma- comento un poco molesto por seguir siendo yo el que tiene que hacer el ridículo.
La idea de ir a decir a un hombre desconocido que es atractivo me resulta de lo mas desagradable. Pero yo no tengo una persona que me guste.
-amm La hija de los Solberg, ella es bellísima - comento con una sonrisa, ella es como un capricho para mi, pero desde que me enteré de que ya la iban a comprometer mejor ya no quise intentar nada - la menor de ellas también es muy linda y sabe como divertirse, ooooh no no, hoy en la alberca había una rubia preciosa… ammm, ¿vale como respuesta correcta?-Ni yo creo que valga y tomo de nuevo sin que me digan si he perdido o ganado.
Ya he perdido el sentido de la moderación, así que doy un par de tragos mientras giro el salero.
El reto será dar un beso en el cuello de la persona a la derecha y la pregunta ¿me besarías? Realmente como que ya no me importa demasiado algunas cosas y me comienzo solo a divertir con el juego.

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'Dados' : 3

Ya sabía que Luciel no tendría celos de la respuesta de su amigo, y lo que dice después me hace pensar que tal vez Dmitri es gay o bisexual, puede ser. Sin embargo al turno siguiente se expresó de unas chicas que desconozco, eso descarta mi loca idea.
Esto terminó siendo un juego entre esos dos, y me resulta divertido verlos embriagarse más y más, lo malo es que, supongo, Lucy y yo tendremos que hacernos cargo de ellos. Pero eso dejará libre el camino para pasar tiempo con él, y lo bueno es que no es taan tarde. Lo que me causa intriga es que hace un rato el chico pelinegro evadió la pregunta y desistió del reto, yo tenía curiosidad. Y es que entre más bebe, más afeminado se comporta.
-Tienes taanta suerte - me acerqué a Lucy y me recargue unos segundos en su hombro, y luego me acomodé para presenciar que en definitiva esos dos no tienen suerte, pues de nuevo Andrei tiene que elegir entre esas dos opciones que… espera, ¿Dmitri es estúpido? O tal vez ya está demasiado borracho para notar que le pidió prácticamente que lo besara o se le confesara. Aunque siendo hermanos no debe ser raro… no, no, no, con  razón esto será incómodo para ellos y divertido para nosotros.

Hago una mueca cuando Dima elige verdad y comienza a hablar sobre un par que al principio no recuerdo, pero después que menciona a la menor es que esbozo una sonrisa.
-¡Es verdaad! La pequeña es demasiado linda, me gusta más que la mayor, ella me parece muy complicada -puede que no me gusten las chicas, pero sé admitir cuando alguna es hermosa y sobre todo agradable- pero no sabía que estabas interesado en ella, aunque escuché que se comprometió con el hijo de los O’Brien, el guapo rarito -seguro ahora parecemos un par de chicas chismosas, pero el alcohol siempre hace que mi lengua y cuerpo se relajen más de la cuenta.

Emito un sonido que muestra mi disgusto cuando de nuevo es mi turno, en verdad este juego parece manipulado.
-Le hiciste algo a esa cosa, ¿verdad? -le digo a Luciel, y luego me cruzo de brazos para esperar qué graciosada se le ocurre a Dima. Mis ojos se abrieron más de lo normal al escuchar ambas opciones. En serio, ¿por qué hace eso? Mi corazón comenzó a latir más y más fuerte, ¿por qué me pregunta si lo besaria? Y peor aún, ¿por qué me pide que le bese el cuello? No, lo mandaré al diablo, porque esto ha hecho que comience a recordar y sentir cosas de las que no quiero estar muy consciente.
- En serio tú... Re- reto -¿qué estoy haciendo? Solo niegate y ya, qué tan malo puede ser otro poco de alcohol. Pero siento la necesidad de hacerlo, y mi cabeza deja de pensar razonable para cumplir su estúpida orden. Moví mi silla muy cerca de la suya y me colgue de su cuello con ambas manos para besarlo a un lado, pero antes de hacerlo me acerqué a su oído- ¿no ya nos besamos antes? -bajé a su cuello y le di un beso muy corto, y lo solté deprisa y retrocedi junto con mi silla. Estoy ebrio, definitivamente el alcohol me está haciendo perder la razón.
Giré rapido el salero para pasar ya a la siguiente persona. Mi cara arde, ellos seguro piensan que soy desagradable. Olvídate de eso, es un tonto juego. El castigo para el siguiente será tomar de la bebida del de junto, y sino, rebelar qué es lo peor que  han hecho a otra persona. Quiero que esta vez le toque a Luciel, él es el culpable de lo que acaba de ocurrir por haberme metido en este lio- creo que ya estoy muy ebrio.

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'Dados' : 3

Mientras ellos juegan yo casi ya he terminado mi hamburguesa y no le he dado un solo trago a la cerveza, realmente me siento bien por como van las cosas. Incluso este juego ya parece mas divertido de lo que hace un rato pensaba.
-tanta que el juego ya me parece divertido- ella se recarga en mi, lo cual es un poco raro, pero supongo que solo pienso demasiado.
Si, definitivamente Dima ya ha tomado bastante, solo basta ver que ya sonríe más, y su actitud altiva se ha esfumado, aunque claro que eso no hace que su vanidad se vaya.
Algo que resulta muy gracioso es lo que sugiere para el reto, realmente es un idiota bastante divertido, solo lo miro esperando a que capte que de nuevo, se a equivocado al confundir derecha con izquierda, mas aun cuando ya esta medio borracho y pone menos cuidado a esos detalles.
-Dima es disléxico- le explico en susurro a Nik para que entienda porque me río.
No puedo evitar mi sorpresa, ¿será posible? ¡Como es que no me di cuenta antes? sin duda tengo que hacer algo al respecto con estos dos. Mi mente ya idea un par de cosas.

-si, si, ella tiene un encanto diferente, Kajsa es demasiado arrogante-  una mueca de asco al pensar en ese tipo -ese parece robot - me quejo de saber que alguien ha preferido a ese escuálido sujeto que a mi, aunque si lo veo de otra manera, me he salvado de un matrimonio arreglado. Al menos en la familia no parecen interesados en ese tipo de negocios.

Le miro con duda cuando acerca su silla, apenas y logro reaccionar cuando se aleja de mi.
-pero dije derecha- me quejo levantando mis manos -derecha, izquierda… oh me equivoqué de lado- digo con sorpresa por mi descubrimiento y comienzo a reírme.
Vuelve a tocarme a mi, y ya no me molesto solo me río y señalo al salero.
-soy una persona horrible así que no se que es lo peor que he hecho- admito, pues suelo humillar personas in importarme demasiado, nunca dudo en echar en cara de otros mi superioridad. Estiro mano para tomar el vaso que tengo mas cerca y lo bebo - reto cumplido- digo con orgullo -no aguantas nada- digo burlón a Andy y me pongo de pie -te llevaré a descansar. Lo jalo del brazo para que rodee mis hombros y comenzamos a caminar, ni siquiera me despido de los demás en la mesa, solo quiero llevar a Andy a descansar -tonto Andy, no debiste tomar si no sabes hacerlo bien - le voy “regañando” mientras subimos en el elevador. Le pregunto por su habitación y lo acompaño hasta ella, es prácticamente la que esta enfrente de la mía. Luego de dejarlo me voy en busca de mi puerta, al entrar voy directo a mi celular, y en eso un mensaje. Al abrirlos veo que son varios mensajes de Lucy, del tipo “Hoy Andy necesita que alguien lo cuide, no lo dejes solo” en mi cara aparece una expresión de sorpresa, no lo había pensado pero supongo que tiene razón. Camino con el equilibrio de un ebrio de regreso a la habitación de Andy -abre, te voy a cuidar- le anuncio y entro sin avisar nada más.

Le miré confundido y luego hice una mueca. Se equivocó, se equivocó… ¡pues sí! obviamente no me iba a pedir algo tan insensato, seguramente lo que quería era incomodar a la chica de Luciel y yo… oh, dio, no, me estoy montando demasiadas cosas en mi cabeza.
-Sí, bueno, ya fue -intento no darle importancia al asunto aunque en realidad me ha afectado demasiado, pero al menos puedo culpar al alcohol de esto. Desgraciadamente soy la clase de persona que sigue pensando lo bien o mal que son las cosas pero mis acciones se contradicen y termino cometiendo errores.
El juego ya no me parece divertido, y sin embargo él ya se relajó totalmente. Es el momento en que huya y enfríe mi cabeza sobre lo que acabo de hacer, pero tengo demasiada pereza de levantarme.
-Cállate, es tu culpa por siempre apuntar en mi dirección -mi voz sonó caprichosa y eché la cabeza hacia atrás. Me enderezo extrañado por su oferta, otra vez está siendo amable. Creo que todavía puedo caminar por mi cuenta hasta mi cuarto, podría decirle que no necesito su ayuda pero ¿cuántas veces tengo esta oportunidad? Sonreí y asentí mientras me apoyaba de él para retirarnos- chao -dije a Luciel y Iskra, y me sostuve de Dima para ir hacia el elevador.

-Hey, no soy un tonto -le pico la mejilla con mi mano libre mientras sonrío- no me gusta ese juego, fue absurda la cantidad de veces que perdimos -pero a pesar de sus regaños me fui riendo y le indiqué donde dejarme, no puedo creer que no sepa que mi habitación está frente a la suya. Al llegar me tumbé en la cama y no lo miré, escuché el sonido de la puerta y supe que se había ido de inmediato. Está bien así, necesito dejar de pensar en lo que sentí y convencerme que tal vez nosotros no nos detestamos, y estos juegos son típicos entre hermanos- quiero darme una ducha -me senté en la orilla de la cama y me quedé viendo un rato al vacío hasta que le vi entrar nuevamente por la puerta. ¿Por qué?- no soy un bebé, sabes -pero de nuevo comencé a emocionarme, y a confundirme. Estas acciones suyas no las comprendo. No entiendo ni siquiera porqué me odia y luego pasa a ser la persona más cariñosa conmigo, es… demasiado raro. Quiero creer que él solo extraña a su hermano y los momentos que teníamos. Sí, es eso, ¡claro!- ven, ven -palmeo la cama para que se siente junto a mí, y cuando lo hace paso mi brazo por debajo del suyo y recargo mi cabeza en su hombro, es un poco incómodo porque soy ligeramente más alto que él- Dima va a cuidarme, estoy tan feliz -sonreí y cerré mis ojos un momento. Ya no sé si es el alcohol, o un sueño, pero de nuevo dejo de pensar el significado de las cosas y empiezo a comportarme mimado.

-¡yo? seguramente fue Lulu y alguna de sus brujerías de geniecillo- digo acusadoramente y mirando con desconfianza al pelirrojo.

Me rio burlón cuando dice que no es tonto, como si no le creyera.
-si, estoy seguro que el idiota de Luciel hizo alguna trampera. ¡Nadie puede tener tanta suerte!- refunfuño con indignación.

Al regresar a su habitación lo miro sentado en la cama, pienso por un momento que tal vez quiere vomitar. Así que comienzo a acercarme un poco preocupado, pero luego habla y parece que no está mal.
-los bebés no toman alcohol tú si- creo que la idea principal de mis palabras se entiendo o bueno yo me he entendido que lo cuido por borracho y no por ser un bebé.

Me acerco a la cama como él me indica y me siento a su lado.
-Dima siempre te cuida- digo con orgullo me giro un poco para abrazarlo.
Se siente muy bien poder abrazarlo y jugar con su cabello. Cierro los ojos y disfruto de mi momento con mi persona favorita. Estiro un poco mi cuello para dejar un beso en su cabeza tratando de moverlo lo menos posible.
-Hoy en la alberca te veías tan lindo sonriendo, aunque solo jugabas con Lucy- la primera parte de mis palabras sonaron bastante complicidad, aunque la ultima parte fue mas bien un reclamo -odio que me ignores - admito herido.

Era un salero, no creo que haya algún truco especial para favorecer a alguno de nosotros. O tal vez la mesa estaba a desnivel y nuestro lado era el más vulnerable. Como sea, ese tipo me las pagará después por haberme embriagado.
-Seguro era su plan desde el inicio -reclamé caprichoso. Aunque debo admitir que me divertí al ver a Dima, diría que también a ellos pero a su exnovia a penas le tocó una vez y su respuesta fue por más aburrida- deberíamos vengarnos de él -mi idea es bastante infantil pero tentadora, obviamente nunca haría algo que pudiera dañarlo, lo aprecio demasiado y creo que le perdonaría casi cualquier cosa, y esto es una más de sus travesuras.

No recuerdo cuándo fue la última vez que cuidó de mí, pero de pequeños siempre se mantenía a mi lado y me consolaba en esas noches que tenía horribles pesadillas. Ni siquiera recuerdo de qué iban, solo me queda la sensación de protección que él me daba con sus brazos pequeños y su carácter amable. Extraño esos días, y fue por esos detalles que yo no podía despegarme de él y le agarré un enorme cariño de inmediato.
-Luego de las pesadillas que tenia, te quedabas despierto hasta que yo me dormía -me gusta mimarlo, con el tiempo me acostumbré que al ser el mayor tenía que cuidarlo aún cuando nuestra relación cambió. Pero también amo el que siga preocupándose por mí y me consienta.
Mis ojos permanecieron cerrados y dejé que tocara mi cabello tanto como quisiera. Dejé que mi mano se recargara en su pecho en cuanto me abrazó, mi corazón se agitó, pero la paz que siento es inexplicable.

Abrí mis ojos y me moví par mirarlo a la cara, me siento feliz y también un poco molesto, pero apenas un poquito.
-Pero tú eres el que siempre hace eso -dije en un reproche infantil. Yo también odio que me ignore, me duele más que la indiferencia de cualquiera porque me acostumbré a tener su atención positiva o negativamente- siempre juegas con Luciel y eres cariñoso con él, en cambio conmigo eres evasivo y frío, no me gusta -agaché mi cabeza y la pegué a su pecho. He guardado este sentimiento de envidia por muchos años, y usualmente intento ver el lado positivo y agradezco que al menos tenga alguien en quién confiar, pero yo quiero ser ese alguien- quiero ser el más importante para ti -admití bajito y cerré de nuevo los ojos, me siento avergonzado, he dicho cosas que me esforcé por mantener guardadas durante años.
Lentamente me despegué de él para poder tomar su rostro entre mis manos.
-No te ignoraré más, ¿de acuerdo? -me quedé mirando su rostro. Miré sus labios y mordí el mío para no tener un impulso como aquella vez. Bajé mis manos y las recargué en mis piernas, y desvié la vista luego de sentir cómo mi cara comenzaba a arder. Es el maldito alcohol, sería buena idea buscar un poco de agua.

-oh si, definitivamente habrá venganza- me río ante la idea de poder regresarle sus bromas. Aunque realmente yo no soy una persona demasiado astuta o creativa para ese tipo de cosas, por eso creo que a Lucy siempre le sale casi todo.

Recuerdo aquellos tiempos de sus pesadillas, realmente yo lo pasaba muy mal al verlo así. No se ni de donde saqué valor para querer protegerlo, pero de alguna parte de mi pude conseguir esa fuerza para cuidarlo hasta de sus pesadillas.
-era lo único que podía hacer para que te sintieras mejor- la verdad es que aunque me asustaba todo eso, y aun así busque cuidarlo, siento que no hice suficiente. A veces no se si estoy mas enojado con él o conmigo mismo.
-yo jamás jamás puedo ignorarte- y es la verdad, tal vez por eso siempre terminamos peleando un poco, porque no puedo ignorarlo, por eso mejor lo evito, prácticamente me la paso escapando de él.
-yo te quiero- le digo cuando se queja de que yo lo trato mal, pero ¿no es tonto? lo trato así porque no puedo manejar lo que siento por él -yo también quiero eso- le digo con dulzura -mi persona favorita es lo más importante, pero no se como demostrarlo, siempre termino diciendo cosas malas, a veces creo que no se hablar de otra manera- mi abrazo se vuelve protector. Pero hay mucho de verdad en lo que digo, incluso con Luciel, yo siempre me la paso maldiciendolo y tratándolo de manera pesada.

Me siento tan feliz de que nuestras miradas se crucen, solo puedo sonreír, pero él me suelta y se aleja.
-no, yo quiero mirarte más- le digo ahora siento mis manos las que toman su rostro para que me mire -eres tan lindo- le comento apoyando mi frente contra la suya y aunque he dicho que lo quiero mirar más termino cerrando los ojos. Me quedo un ratito así hasta que tengo que ir al baño. Me levanto para ir y luego de orinar, mientras lavo mis manos comienzo a desabotonar mi y mi pantalón para salir. Ya hace mucho calor. Caminando de regreso a la cama dejo caer mi camisa al suelo. Lo tomo a él por la cintura y hago que los dos quedemos recostados en la cama, el encima de mi.
-debes tener calor- comento levantando un poco su camisa esperando que eso lo haga sentir un poco de frescura.

No puedo controlar lo que siento, es felicidad, lo sé, porque nunca me sentí tan protegido como cuando estaba con él. Ni siquiera papá me dio ese sentimiento entre ternura y alivio, con él las cosas eran distintas.
-Me alegra que lo hicieras, no recuerdo nada pero… gracias a ti no terminé por volverme loco -no sé porqué esa parte de mi vida es muy confusa. Siento miedo a veces y después me olvido de lo que sea que haya pasado. Y como siempre, me distraigo de los sentimientos que no puedo comprender y sigo adelante.
Me quedé callado escuchando sus razones. No puede ser cierto, pero ahora que se excusa de esa forma inevitablemente le creo. Incluso me emocioné cuando me llamó de nuevo su persona favorita. Siempre me hizo sentir lo más importante al dirigirse a mí de esa forma, y por obvias razones yo intentaba demostrar que podía ser mejor para él y así no me dejara de lado. Pero las cosas se tornaron mal y nosotros nos distanciamos- demuestras tu amor de una forma tan extraña -comento riendo. Aunque con Luciel y con mamá es un tipo muy protector y cariñoso. Yo también quiero eso para mí, pero mucho más. Y en un pensamiento sumamente egoísta me pasa la idea que realmente deseo eso solo para mí- te quiero demasiado, Dima. A veces eres todo en lo que pienso -confesé lo que últimamente pasa conmigo. Pero si lo pienso detenidamente, durante años siempre estaba él en mi cabeza. Donde está, con quién, por qué actúa así, cómo hacer para que deje esos malos pasos. Un fin fin de dudas me atraviesan cada vez que se trata de él. Siempre quise ser un excelente hermano y un buen ejemplo, por eso también me esforzaba al máximo.

Mi cara se puso mucho más roja cuando sentí el contacto con sus manos.
-Basta -dije bajito y apenado. No lo entiendo, y es injusto porque comienzan a brotar un montón de cosas en mi pecho. Cerré los ojos esperando que él se alejara antes que viera mi extraña reacción, pero solo está más y más cerca.
Cuando se separó de mí tomé un poco de aire y llevé la mano a mi pecho estrujando mi camisa. Esto está mal, lo que siento no es normal. Lo observé regresar y mi lenta reacción me hizo terminar sobre él. ¡Otra vez esa maña suya de desnudarse sin cuidado!
-La verdad no, el aire acondicionado está prendido -traté de excusarme y bajé mi camisa un poco más, pero soy muy débil a sus caprichos, al final solté un suspiro y puse mis rodillas a los costados de su cadera para levantarme y quitarme la camisa- ya, estoy fresco -dije lanzando la camisa con exageración, y solté una risa al ver que caía sobre una de las lámparas que alumbra la habitación- así parece que estoy haciendo un show para tí -me reí más fuerte y me agaché para quedar recostado en su pecho. No lo entiendo, ni a mí, pero esto es demasiado bueno como para detenerme.